Book Consejo General Del Libro
Día Internacional
Libro bros inspiran pausa Los li
del
Infantil
2 de abril
2019
Els llibres ens encomanen calma Liburuak, lasaiago bizitzeko Os libros fannos acougar Books Help us Slow Down
asociación galega do libro infantil e xuvenil
ES
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Los libros inspiran pausa
Book “¡Voy con prisa!”, “¡No tengo tiempo!”, “¡Adiós!”... Expresiones semejantes pueden oírse quizá a diario, no solo en Lituania -en el centro mismo de Europa-, sino en muchas partes del mundo. Y con frecuencia parecida se oye decir que vivimos en la edad de la abundancia de información, la prisa y la precipitación.
Kęstutis Kasparavičius (nacido en 1954) és un reconocido artista internacional de libros infantiles, ilustrador y escritor lituano. Su trayectoria en el mundo del libro infantil ha sido larga y sinuosa: después de estudiar durante diez años dirección de canto coral en la Escuela Nacional de Arte M. K. Ciurlionis, se dio cuenta que en realidad a lo quería dedicarse era la ilustración. Una vez acabada la escuela, se matriculó en Diseño en la Academia de Arte de Vílnius. Las ilustraciones de Kasparavičius se reconocen fácilmente por los objetos representados con su estilo único y realista, los interiores animados y las perspectivas tan conseguidas. Kasparavičius ha publicado más de 60 libros, muchos de los cuales ha escrito él mismo. Lo leen niños de todo el mundo –desde el Japón hasta América– en 27 lenguas. Ha hecho alrededor de 20 exposiciones en solitario; sus libros se han mostrado en 13 ediciones de la Feria Internacional del Libro de Bolonia, y ha ganado numerosos premios relacionados con el arte del libro en todo el mundo. En más de una ocasión la sección lituana de la IBBY (International Board donde Books for Young People) ha nominado Kasparavičius para los premios Hans Christian Andersen y Memorial Astrid Lindgren.
Sin embargo, tomas un libro entre las manos y, de alguna manera, te sientes distinto. Y es que los libros tienen una estupenda cualidad: te inspiran serenidad. Con un libro abierto y sumergido en sus tranquilas profundidades, ya no temes que todo te pase de lado a toda velocidad, sin llegar a apreciar nada. Empiezas a creer que no será preciso lanzarse como loco a tareas de dudosa urgencia. En un libro todo sucede sigilosamente, en orden y según una secuencia. ¿Será tal vez porque sus páginas están numeradas y las hojas al pasar crujen tranquilamente y con un suave efecto relajante? En un libro los acontecimientos pasados se encuentran plácidamente con los que han de venir.
El mundo del libro es muy abierto; su realidad sale al encuentro amistoso con el ingenio y la fantasía, y a veces ya no sabes muy bien dónde -si en un libro o en la vida- has notado de qué manera tan bella caen al derretirse las gotas del tejado nevado, o de qué forma tan encantadora cubre el musgo la cerca del vecino. ¿Ha sido en un libro o en la realidad donde has experimentado que las bayas del serbal no son sólo bellas, sino amargas? ¿Acaso sucedió en el mundo de los libros, o de verdad estabas tumbado sobre la yerba en verano, y después sentado con las piernas cruzadas, contemplando las nubes que surcaban el cielo? Los libros ayudan a no acelerarse, enseñan a observar; los libros invitan, incluso obligan a acomodarse, pues casi siempre los leemos sentados, poniéndolos en la mesa o en el regazo, ¿no es así?
¿Y acaso no habéis experimentado otra maravilla: que cuando leéis un libro, el libro os lee a vosotros? Sí, sí, los libros también saben leer. Os leen la frente, las cejas, las comisuras de los labios, que ahora suben, ahora bajan; sobre todo, por supuesto, os leen los ojos. Y por los ojos entienden... adivinan... Bueno, ¡vosotros mismos sabéis qué!
No tengo duda de que a los libros les parece muy interesante estar sobre vuestro regazo, pues una persona que lee – sea niño o adulto – solo por eso ya es bastante más interesante que la que se resiste a tomar un libro entre las manos, que la que -siempre con prisa- no llega a sentarse y no tiene tiempo de fijarse en casi nada. Este es mi deseo para todos en el día internacional del libro infantil: ¡Que existan libros interesantes para los lectores y lectores interesantes para los libros! Traducido del lituano por Carmen Caro Dugo