Creo que una hoja de hierba no es menos que la jornada laboral de las estrellas, y que la hormiga es igual de perfecta, y un grano de arena, y el huevo del reyezuelo, y que el sapo arbóreo es una obra maestra de la mayor envergadura, y que la zarza trepadora podría adornar los salones del cielo, y que la juntura más ínfima de mi mano hace despreciable cualquier maquinaria, y que la vaca rumiando con la cabeza gacha supera cualquier estatua, y que un ratón es un milagro capaz de confundir sextillones de incrédulos. Walt Whitman, Canto de mí mismo
CAPITÁN WHITMAN
Revista de Navegación Director Ángel Trigueros Muñoz
Redacción e Ilustración (Alumnos de 3º y 4º de ESO) Luis Acedo Raquel Blanco María Díaz Francisco José García Verónica Gil José Luis Guerrero José Manuel Ledesma Víctor Núñez Juan Pedro Orán David Pascual María del Carmen Ortiz Carlos Sánchez Elizabeth Ceballos Fátima Preciado Antonio María Morán Nabil Ramos Juan Manuel Durán Antonio Najarro Ángel Santiago
Edita IES “Santiago Apóstol”
Depósito Legal: BA-378-06
Portada: Colón por Theodoro de Bry (1528-1598) Contraportada: Nao Santa María
Editorial Una vez más llegamos a vosotros a través de las páginas de nuestra revista, Capitán Whitman, y una vez más hemos arribado a puerto con la certidumbre del trabajo hecho. Venimos cargados de esperanzas y las redes están llenas del tiempo y la dedicación que hemos recogido en la travesía. Este año hemos aumentado el número de páginas con lo que hemos duplicado el trabajo y el esfuerzo. La voluntad y la constancia han sido nuestros compañeros de viaje. Bienvenidos sean. En este número recogemos nuestra habitual sección de creación, con colaboraciones centradas en cuentos de misterios e historias urbanas, como las que transcurren en bosques misteriosos o en calles de grafiteros y dibujos e ilustraciones que salen de la imaginación más escondida. La sección monográfica la hemos dedicado al almirante de la mar océana, don Cristóbal Colón, del que se cumplen quinientos años de ausencia. Un personaje de la historia del que aún desconocemos muchas cosas, por más que sea bastante lo que sabemos. Hemos querido que la investigación no sólo se centrase en él, también hemos atendido a otros asuntos como las embarcaciones de la época, naos y carabelas, las visiones del descubrimiento de indios y españoles, las culturas autóctonas de mayas, aztecas, incas e indios de Norteamérica o la huella de la conquista en el arte. En fin, que esperamos que os guste y hasta pronto.
Capitรกn Whitman
Índice I Espacio para la Creación La mariposa y la luz
...
..
8
María del Carmen Ortiz
Caras
..9
José Manuel Ledesma
El bosque secreto
10
José Luis Guerrero
El rapero grafitero
.12
Juan Pedro Orán
Don pulpo pulposo
.14
Raquel Blanco
II Especial Cristóbal Colón (1451-1506) Cristóbal Colón 1451-1506
...16
Antonio Najarro
Barcos y tripulaciones del Descubrimiento de América.................................20 Juan Manuel Durán
Los viajes de Cristóbal Colón................................................................................26 Ángel Santiago
Las culturas precolombinas...................................................................................28 Fátima Preciado
El Descubrimiento de América según indios y españoles..............................30 Fátima Preciado
Toponimia de América Latina
..35
Antonio María Morán
América en la imaginación europea
...38
Fátima Preciado
El Descubrimiento de América en el arte
40
Elizabeth Ceballos
Cartas de emigrantes a Indias
......43
Nabil Ramos
Historia irreverente del Descubrimiento de América
46
Carlos Domínguez, Luis Rubén Martín, David Tobías Malpartida
Apéndice
.51
Enzo Nosotros somos parte de la Tierra Plegaria
III Espacio para la Creación Piolín diablillo
.56
María Díaz
Cara rajada
57
Víctor Núñez
Juan sin miedo
.58
Luis Acedo
Las casas de la colina
59
José Manuel Ledesma
Los Blood
60
Carlos Sánchez
La vida de Delekth
.62
David Pascual
La vida es así, o no
.64
Francisco José, Verónica Gil
El chimpancé constructor Víctor Núñez
...65
I Espacio para la Creaci贸n
Capitán Whitman
La mariposa y la luz (Adaptación)
María del Carmen Ortiz Texto e ilustraciones
E
ra una vez, una gran bella y multicolor mariposa que vagaba una noche por la oscuridad. A lo lejos vio una lucecita. Voló hacia aquella dirección y cuando estuvo cerca de la llama no se contentó con admirarla, sino que intento posarse en ella, como si fuera una flor. Chamuscada y dolorida, se marchó. -¿Qué me ha sucedido?-se dijo-. Es una cosa tan bella que parece increíble que pueda hacerme daño. Cuando me recupere un poco volveré a conocerla mejor. Por segunda vez, fue a posarse sobre la llama para caer abrasada en el aceite , que alimentaba la diminuta lengüecilla de fuego. -Vaya luz .murmuró la mariposa al borde de la muerte-, creí hallar en ti mi felicidad y he encontrado la muerte.
Exclamando por último, -Lloro por mi loco deseo de conocerte y por tu dañina naturaleza. -¡Pobre mariposa! respondió la luz- Yo no soy el sol, sólo una llama y el que no sabe usarme con prudencia se quema. Fin
Capitán Whitman
Ilustración José Manuel Ledesma
Capitán Whitman
El bosque secreto José Luis Guerrero Texto e ilustraciones
xistía un pueblo donde habitaba mucha gente. A una distancia cercana se encontraba un bosque desconocido por todos.
E
Un día, unos exploradores de campos se marcharon fuera del pueblo hasta que se dieron cuenta de que había un bosque lejano y solitario. Entraron en él y se quedaron atrapados en una trampa de redes y un hombre desconocido los secuestró y se los llevó a una casa de madera. Transcurrió mucho tiempo. El hombre desconocido respondía al nombre de Willy y tenía a los exploradores metidos en un cuarto, donde permanecían atados. Los policías decidieron partir en busca de ellos pero entonces se dieron cuenta de que había una chaqueta en la entrada de ese bosque. Decidieron entrar al anochecer, vieron una luz a varios metros. Los policías siguieron hacia la luz hasta que se encontraron con una casa de madera. Decidieron entrar y Willy, el hombre
desconocido, se dio cuenta de que estaban entrando policías y se escondió para que no le encontraran. Los policías entraron en el cuarto y encontraron a los exploradores, pero Willy los encerró y quedaron dentro excepto el policía que estaba fuera de la casa.
Entonces entró el último policía y cogió un jarrón y vio al ladrón y se lo arrojó a la cabeza y finalmente lo arrestó, pudiendo regresar todos al pueblo sanos y salvos. Y al ladrón lo metieron en la cárcel y volvió la paz en ese pueblo. Pero todavía hoy no sabemos por qué actuó así aquel hombre del que nadie sabía nada excepto su nombre. Fin
Capitán Whitman
El rapero grafitero Juan Pedro Orán Rodríguez Texto e ilustraciones
E
l rapero se levantó por la mañana y se le vino a la mente un hermoso dibujo. Primero desayunó, se sentó delante del escritorio y cogió el mando de la minicadena y la encendió.
Con su música al estilo rap se puso a dibujar. Fue gastando folios hasta que le salió el dibujo a la perfección. Salió y se fue a comprar unos botes de espray y una lata de pintura con el aguarrás para poner a tono el color de la laca. Se subió al coche con el balón de básquet y
la ropa deportiva; se fue a la cancha y se encontró con unos colegas que no veía desde el colegio, le retaron a ver quién metía más puntos en quince minutos. Los dos colegas le dieron una paliza ganándole en el partido. Más tarde, les invitó a comer. Les preparó un menú a base de comida basura. A las cinco se levantó del sillón, cogió la mascarilla y los guantes, se montó en el coche y se fue a las paredes del palacio. Cuando llegó le dio color a la pared y se puso a pintar. Mientras pintaba se fumaba su porro de marihuana, con su música a tope veía muñecos de colores. Como estaba algo mareado veía duendes amarillos acercándose a él. El rapero se enzarzó e una pelea por pintar en la zona de otra pandilla. El rapero llamó a sus colegas y se estuvieron pelando hasta que llegó la policía que los detuvo y se llevó a todos a los calabozos y el juez les mandó borrar lo que en aquella zona habían pintado.
Fin
Capitán Whitman
Don Pulpo pulposo Raquel Blanco
Y allí estaba el pulpo pulposo jugando a ver quién tenía los brazos más rugosos. Con dos orejas, una boca de pocos dientes y un ojo lloroso. Tiritando estaba por las arañas que colgaban y se puso nervioso y miraba de frente a la gente con sus cinco dientes. Es un pulpo pirata con sus malas patas y con un parche en el ojo del color de una lata. Este pupo pulposo, rugoso, lloroso y nervioso.
Ilustración Raquel Blanco
II Especial
Crist贸bal Col贸n 1451-1506
Capitán Whitman
Cristóbal Colón (1451-1506) Antonio Najarro Morales
Vida de Cristóbal Colón 1485 Sale de Portugal. Llega a Palos de la Frontera. Entre Huelva, La Rábida y Palos de la Frontera estaban los personajes que harían realidad sus sueños. Va a ver al duque de Medinasidonia. 1486 En Alcalá de Henares tiene su primera entrevista con los Reyes Católicos que quedan gratamente impresionados, ordenan a fray Hernando de Talavera que organice una junta científica para examinar lo propuesto por el genovés. 1451 Nace en Génova. 1476 Llega a Lisboa. 1479 Boda con Felipa Moniz de Perestrello. Va a Madera, donde nace su hijo Diego. Y desarrolla su gran idea de navegación. 1482-84 Posibles viajes por Irlanda e Islandia y quizás a Guinea. 1484-85 Propone a Juan II de Portugal la realización de su proyecto, que fue negado por una comisión de expertos geógrafos.
Colón y los Reyes Católicos
1488 El 15 de agosto nace su hijo Hernando. Viaja a Portugal.
Capitán Whitman
Bartolomé Días dobla el cabo de Buena Esperanza. 1491 Santa Fe: enfrentamiento con una nueva comisión. No sólo expone sus ideas, sino que hace importantes peticiones. Y consigue su propósito. 1492 El 17 de abril firma de las “Capitulaciones de Santa Fe”. 22 de mayo: Llega a Palos. Preparativos de la expedición. Conoce a los Pinzón y a los Niño.
2 de agosto: embarcan con los buques “Santa María”, “La Niña” y “La Pinta”. 3 de agosto. Rumbo al Nuevo Mundo. 9 de agosto: llegan a Canarias donde están un mes. 8 de septiembre: son impulsados por los vientos Alisios al oeste. 16 de septiembre: entran en el mar de los Sargazos: calmas tropicales. 6 y 7 de octubre: motín en la “Santa María”. 9 y 10 de octubre: el motín ha contagiado ha toda la escuadra. 12 de octubre: a las dos de la madrugada Rodrigo de Triana lanza el grito de “Tierra a la vista” en una isla que bautizaron como San Salvador. Llegan a Cuba (Juana) y arriban a Haití (Española).
1493 16 de enero. Regreso. 4 a 11 de marzo: llegan a la costa portuguesa. 25 de septiembre. Segundo viaje: rumbo a Canarias. Tocan: Dominica, Guadalupe, sur de Puerto Rico (San Juan), Cuba (Juana) y de ahí a Jamaica. 1494 Tratado de Tordesillas. Regreso a la Española. 1495 Empieza la campaña adversa de la extremada dureza de Colón en su gobierno. 1496 10 de mayo. Regresa a Castilla. 1497 Se le confirman todos sus privilegios y mercedes. 1498 Tercer viaje: la recalada se hizo en la isla de Trinidad. 1500 Es enviado Bobadilla. 1502 Cuarto viaje: última expedición, considerada como un "viaje menor" más: Santo Domingo, Veragua, Cuba y Jamaica. Es acusado de maltratar a españoles e indios bajo su cargo Llegan a América los primeros esclavos negros. 1504 Noviembre: arriba a las costas españolas. 1506 20 de mayo: muere y es enterrado en Valladolid.
Capitán Whitman
Diario de Cristóbal Colón Viernes, 3 de agosto Partimos viernes 3 de agosto de 1492, de la barra de Saltes, a las ocho horas.
Colón a su salida de Palos de la Frontera
Jueves, 6 de septiembre Tomada, pues, agua y leña y carnes y lo demás, finalmente se hizo a la vela de la dicha isla de La Gomera con sus tres carabelas, jueves a seis días de septiembre.
Lunes, 17 de septiembre En amaneciendo, aquel lunes vieron muchas más hierbas y que parecían hierbas de ríos, en las cuales hallaron un cangrejo vivo, el cual guardó el Almirante. Y dice que aquéllas fueron señales ciertas de tierra. Iban muy alegres todos.
Martes, 25 de septiembre Al sol puesto, subió Martín Alonso en la popa de su navío, y con mucha alegría llamó al Almirante, diciéndole que veía tierra. Habrían andado aquel día al Oeste cuatro leguas, porque siempre fingía a la gente que hacía poco camino, porque no les pareciese largo. Miércoles, 10 de octubre Aquí la gente ya no lo podía sufrir; quejábase del largo viaje. Pero el Almirante los esforzó lo mejor que pudo, dándoles buena esperanza de los provechos que podrían haber, y añadía que por demás era quejarse, pues que él había venido a las Indias, y que así lo habría de proseguir hasta hallarlas con ayuda de Nuestro Señor.
Motín en La Santa María
Jueves, 11 de octubre Vieron los de la carabela Pinta una caña y un palo, y tomaron otro palillo labrado a lo que paree/a con hierro, y
Capitán Whitman
un pedazo de caña y otra hierba que nace en tierra, y una tablilla. Los de la carabela Niña también vieron otras señales en tierra. Con estas señales respiraron y alegráronse todos. Después del sol puesto, navegó su primer camino al Oeste. Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señales que el Almirante había mandado. Esta tierra la vio primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana, a las dos horas después de media noche. Viernes 12 de octubre Amainaron todas las velas y esperaron hasta el día viernes que llegaron a una isleta de los lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahaní. Luego vieron gente desnuda, y el Almirante salió a tierra en la barca armada y Martin Alonso Pinzón y Vicente Yáñez, su hermano, que era capitán de la Niña. Sacó el Almirante la bandera real, y los
capitanes dos banderas de la cruz verde, que llevaba el Almirante en todos los navíos por seña, con una F y una Y, encima de cada letra su corona. Puestos en tierra vieron árboles muy verdes, y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron a tierra y dijo que diesen testimonio cómo él tomaba posesión de dicha isla por el Rey y por la Reina sus señores. Luego se juntó allí mucha gente de la isla. (Los indios) andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres. Y todo los que yo vide eran todos mancebos, de muy fermosos cuerpos y muy buenas caras, los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballo, e cortos... Y yo estaba atento y trabajaba de saber si había oro y vi que algunos de ellos traían un pedazuelo colgado en un agujero que tienen en la nariz…
Bibliografía: Revista La Aventura de la Historia, Monográfico sobre Cristóbal Colón, Madrid, año 8, nº 91, 2006. José Pijoán, Historia del mundo, Barcelona, Salvat, tomo 7, p. 126, 1987.
Capitán Whitman
Barcos y Tripulaciones del Descubrimiento de América Juan Manuel Durán Martín
Naos y Carabelas
L
os barcos utilizados que permitieron a Colón y sus hombres llegar a América fueron las naos y carabelas, precedente de los ligeros barcos árabes y portugueses. Eran naves menudas y con grandes velas que permitían desplazarlos cómodamente para exploraciones por el océano debido a su resistencia. Según el diccionario de la Academia la Carabela es una antigua embarcación muy ligera, larga y angosta, con una sola cubierta, espolón a proa, popa llana, con tres
Santa María
La Niña
palos y cofa sólo en el mayor, entenas en los tres para velas latinas (triangulares), y algunas vergas de cruz en el mayor y en el de proa. La nao es un barco más grande, permitiendo más carga y tripulación, que incorpora el aparejo redondo, es decir, la vela cuadrada. La Santa María era una nao, mientras que La Pinta y La Niña eran dos carabelas. Tanto la Pinta como la Niña eran en principio carabelas de vela latina, pero al poco de dar comienzo el viaje de 1492 se transformaron en carabelas de velas redondas..
La Pinta
Capitán Whitman
Nao Santa María Ilustración Julio Guillén Tato
Capitán Whitman
Vocabulario marítimo Ancla: Objeto pesado que se utiliza para sujetar la nave en el fondo del mar. Aparejo: Conjunto de palos, velas, jarcias y velas de un buque. Alcázar: Tolda, cubierta de popa encima de la principal. Ampolleta: Reloj de arena. Armada: En tiempo de Colón, flota. Atarazana: Astillero Ballestilla: Instrumento para medir la altura de los astros. Bauprés: Palo grueso más o menos horizontal, que en la proa de los barcos sirve principalmente para asegurar los cabos que sujetan el trinquete. Barlovento: Costado o bando encarado al viento. Bodega: Espacio interior para almacenar la carga, que va desde la cubierta inferior a la quilla. Boneta: Paño que se añaden a algunas velas para aumentar su superficie. Borda: Canto superior del costado de la embarcación. Botar: Echar un buque al agua. Cabestrante: Torno vertical que hace fuerza al elevar el ancla. Calafatear: Echar estopa y brea en la cubierta del barco. Castillo: Parte de la cubierta entre el palo trinquete y la Proa. Cebadera: Vela que se envergaba en una percha cruzada bajo el bauprés, fuera del barco. Cofa: Meseta del mastelero que hace las veces de torre vigía. Corredera: Instrumento para medir la velocidad.
Escotilla: Cada una de las aberturas que hay en la cubierta. Eslora: Longitud de un buque de proa a popa. Falconete: Cañón pequeño que arroja balas de hasta 1,5 kilos Gavia: Toda vela cuadrada que se larga en un mastelero. Jarcia: Conjunto de aparejos y cabos de un buque. Lombarda: Cañón de un barco Manga: Anchura de un buque. Marear: Poner en movimiento una embarcación, gobernarla y dirigirla. Mascarón: Figura de adorno en un barco colocada en lo alto del tajamar Mástil: Los palos verticales de un barco para sostener las velas. Mesana: Palo de popa. Nudo: Unidad de velocidad de los barcos, igual a una milla por hora. Popa: Parte posterior de la nave. Proa: Parte delantera del barco Quilla: Primera pieza del barco, su armazón o espina dorsal. Roda: Pieza más saliente de la proa. Sotavento: Parte opuesta a la que va el viento. Tajamar: Tablón recortado en forma de curva y ensamblado en la parte posterior de la roda para entrecortar el agua cuando el buque marcha. Tolda: Cubierta parcial que tienen algunos barcos a la altura de la borda, en la parte trasera. Timón: Pieza articulada, situada en la popa de las naves para dirigirla. Trinquete: Palo más próximo a la proa en los barcos con más de uno. Verga: Palo colocado horizontal en el mástil para sostener la vela.
Capitán Whitman
La vida a bordo Las misiones de cada tripulante que tenían que cumplir estaban rigurosamente determinadas. El mando correspondía al capitán, autoridad suprema a bordo y responsable del éxito de la expedición. Las expediciones las realizaban varias naves. El capitán de la más importante era a la vez el jefe de la flota (como en el caso de Colón). La segunda autoridad a bordo es el maestre, se encarga del mando directo de la tripulación, cuida también de la carga y descarga de la nave. El piloto es el tercer oficial sobre la nave. Es el técnico de navegación, el que maneja los instrumentos para tomar el rumbo y la dirección de la nave. Por debajo el contramaestre, el primer de los suboficiales. Son también suboficiales el despensero y el alguacil. El primero vigila y distribuye las provisiones, el alguacil es una especie de asistente del contramaestre. Luego estaban el médico o cirujano. La tripulación se completa con los marinos y grumetes que hacía diversos oficios. Los marinos eran hombres expertos
en la mar y cumplían diversos oficios: carpinteros, herreros, calafates, cocineros, sastres y atendían al mantenimiento de la nave: madera, cocina, velas. En las armadas importantes viajaba también un jefe de artillería. Había por costumbre que el grumete cantara la hora entonando la siguiente canción: Bendita sea la luz - y la santa Veracruz, y el Señor de la verdad - y la santa Trinidad. Bendita sea el alma - y el Señor que nos la manda, bendito sea el día - y el Señor que nos lo envía.
La comida consistía en guisos y podían también disponer de aceite de oliva, vino, ajos, tocino, sardinas, carne salada, bizcocho y harina. La comida más importante de la jornada era la de la media mañana. Las necesidades biológicas las hacían sobre el agua. Para ello los tripulantes se sujetaban de las cuerdas a modo de retrete. Respecto a las enfermedades, tenían las propias de la gente del mar que estaba mucho tiempo al aire libre y con poca higiene: reuma, tifus, viruela, sarampión.
Capitán Whitman
Las tripulaciones de Colón Según los estudiosos, en el primer viaje de Colón, la tripulación estuvo formada por los siguientes hombres: La nao “Santa María” llevaba al parecer once marineros, diez grumetes y doce personas más: el propietario, el piloto, el escribano, el intérprete, el médico y siete oficiales. La carabela “Pinta”, diez marineros, ocho grumetes y otros siete hombres más: capitán, maestre-propietario, piloto, médico y tres oficiales. La carabela “Niña”, ocho marineros, seis grumetes y otros siete tripulantes: capitán, maestre, propietario, piloto, médico y tres oficiales. TRIPULACIÓN “SANTA MARÍA” Cristóbal Colón, capitán a la salida de Palos y almirante después.
Juan de la Cosa, maestre.
Peralonso Niño, piloto. Diego de Arana, alguacil mayor. Rodrigo de Escobedo, escribano. Pedro Gutiérrez, repostero del rey.
Pedro Sánchez Segovia, veedor real. Luis de Torres, intérprete. Juan Sánchez, cirujano. Chachu, contramaestre. Domingo de Lequeitio, segundo contramaestre. Antonio de Cuéllar, carpintero. Domingo Vizcaíno, tonelero. Lope, calafate. Juan de Medina, marinero y sastre. Diego Pérez, marinero y pintor. Bartolomé Vives, marinero. Alonso Clavijo, marinero. Gonzalo Franco, marinero. Juan Martínez de Açoque, marinero. Juan de Moguer, marinero. Juan de la Plaça, marinero. Juan Ruiz de la Peña, marinero. Bartolomé Torres, marinero. Juan de Xeres, marinero. Rodrigo de Xeres, marinero. Pedro Yzquierdo de Lepe, marinero. Cristóbal Caro, platero y grumete. Diego Bermúdez, grumete. Alonso Chocero, grumete. Rodrigo Gallego, grumete. Diego Leal, grumete. Pedro de Lepe, grumete. Jácome el Rico, grumete. Martín de Urtubia, grumete. Andrés de Yebenes, grumete. Pedro de Terreros, camarero. Pedro de Salcedo, paje.
Capitán Whitman TRIPULACIÓN DE “LA PINTA”
TRIPULACIÓN DE “LA NIÑA”
Martín Alonso Pinzón, capitán.
Vicente Yáñez Pinzón, capitán.
Cristóbal Quintero, propietario. Francisco Martín Pinzón, maestre. Cristóbal García Sarmiento, piloto. Juan Reynal, alguacil. Maestre Diego, cirujano o boticario. García Hernández, despensero. Juan Quintero Algruta, contramaestre. Antón Calabrés, marinero. Francisco García Vallejo, marinero. Álvaro Pérez, marinero. Gil o Gutierre Pérez, marinero. Diego Martín Pinzón, marinero. Sancho de Rama, marinero. Gómez Rascón, marinero. Juan Rodríguez Bermejo (Rodrigo de Triana), marinero. Juan Verano, marinero. Juan Verde de Triana, marinero. Pedro de Arcos, grumete. Juan Arias, grumete. Fernando Medel, grumete. Francisco Medel, grumete. Alonso de Palos, grumete. Juan Quadrado, grumete. Pedro Tegero, grumete. Bernal, grumete y criado del capitán.
Juan Niño, maestre y propietario. Sancho Ruiz de Gama, piloto. Maestre Alonso, cirujano. Diego Lorenzo, despensero. Bartolomé García, contramaestre. Alonso de Morales, carpintero. Juan Arráez, marinero. Rui García, marinero. Rodrigo Monge, marinero. Bartolomé Roldán, marinero. Juan Romero, marinero. Pedro Sánchez Montilla, marinero. Pedro de Villa, marinero. García Alonso, grumete. Andrés de Huelva, grumete. Francisco de Huelva, grumete. Francisco Niño, grumete. Pedro de Soria, grumete. Fernando de Triana, grumete. Miguel de Soria, grumete y criado del capitán.
Bibliografía: Gonzalo Zaragoza, Rumbo a las Indias, Madrid, Anaya, 1989. J. M. Martínez Hidalgo, Las naves del descubrimiento y sus hombres, Madrid, Mapfre, 1991. J. M. Martínez Hidalgo, Diccionario náutico, Barcelona, Nauta, 2002.
Capitán Whitman
Los Viajes de Cristóbal Colón Ángel Santiago Robledo
C
ristóbal Colón realizó en total cuatro viajes a América, incluido el primero del descubrimiento. En estos viajes aumentó cada vez más el conocimiento de las tierras americanas, sin embargo, Colón murió sin saber que había descubierto un nuevo continente. Esto correspondería a Américo Vespucio. Primer viaje 1492-1493 Es el gran viaje del Descubrimiento de América con las tres embarcaciones. Además de hallar tierras desconocidas, Colón hace
otros dos descubrimientos capitales: señala la mejor ruta marítima desde Europa hasta América del norte y la mejor ruta del regreso, producto del conocimiento de los vientos oceánicos. Segundo viaje 1493-1496 El 25 de septiembre, Colón zarpaba de Cádiz con una flota de 17 naves y unos 1200 hombres. Esta expedición tiene un carácter eminentemente colonizador: 800 hombres de combate y sólo 20 labradores. Llevaron semillas y animales. Dominica Guadalupe, sur de Puerto
Capitán Whitman Rico (San Juan), Cuba (Juana) y de ahí a Jamaica. Al llegar, los que habían quedado del primer viaje habían muerto todos a manos de un cacique local. Ignoró el hecho y más arriba fundó la villa de la Isabela, el primer asiento español en el Nuevo Mundo. Tercer viaje 1498-1500 Ocho navíos y 236 tripulantes compusieron esta nueva expedición. La finalidad de este tercer viaje fue confirmar y hacer público el descubrimiento de nuevas tierras. Surgen complicaciones en la administración de las Indias y problemas con el virrey Bobadilla.
Cuarto viaje 1502-1504 La flota estuvo compuesta por cuatro navíos y una tripulación de 150 hombres. Acompañaban al Almirante su hermano Bartolomé y su hijo Hernando. Este cuarto y último viaje de Colón fue a iniciativa de los reyes. Entre sus objetivos estuvo comprobar si entre la tierra firme del norte y la del sur había un estrecho que comunicara el mar Océano con el mar Índico. Es considerado el viaje más desdichado y conflictivo de Cristóbal Colón. Fue acusado de maltratar a españoles e indios, regresando a España encadenado. Finalmente, moriría dos años después reclamando sus antiguos privilegios.
Bibliografía: Luis Arranz Márquez, Los viajes de Colón, Madrid, Historia 16, 1985.
Capitán Whitman
Las Culturas Precolombinas Fátima Preciado Leñador
Los pueblos de América antes de Colón Dibujos de Palenque. Mayas
Los aztecas Las tribus aztecas eran muchas en la época: olmecas, toltecas, otomíes, xochimilcos, mexicas… Estas tribus estaban agrupadas entorno a una federación gobernada por un emperador. Cultivaban el maíz y el cacao. Su religión era politeísta y su dios principal era Huizclopocheli. Practicaban sacrificios humanos. Su lengua es el nahuatl. Se localizaban en el actual México. Tenochtitlán
tres estamentos. Rey y guerreros, sacerdotes y pueblo llano. Estaban en Centroaméri ca.
Los incas
Los mayas Estaban asentados desde Tabasco hasta Honduras. Se organizaban en ciudades estado regidas por un sacerdote en las cuales había numerosos templos y palacios. Conocían la escritura jeroglífica y el valor del cero, lo que les permitía hacer cálculos matemáticos y astronómicos. Tenían
Su origen está en la unión de los pueblos quechuas de Perú. Cada aldea formaba una comunidad en la que las tierras de cultivo se repartían entre cada familia. Eran buenos constructores como lo demuestra la fortaleza de Machu- Pichu. Cultivaban la patata. El sol era la principal divinidad. Su lengua era el quechua. Ocupaban lo que hoy conocemos como Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, parte de Chile y Argetina.
Los pueblos de Norteamérica Practicaban la caza y la recolección en una economía de autoconsumo.
Capitán Whitman Cazaban el búfalo que sólo mataban para comer. Muchas de las tribus fueron exterminadas por el hombre blanco y se llamó a la usurpación de sus tierras “conquista del oeste”. Algunos de los pueblos fueron: sioux, apache, iroqués, innuit, yumas, algonquinos, navajos, mohicanos, pieles rojas… se localizaban en la actual Canadá y Estados Unidos.
Localización de las culturas precolombinas
Indios de las Praderas
Tikal
Machu Pichu
Moais de Pascua
Atlantes de Tula
Capitán Whitman
El Descubrimiento de América según Indios y Españoles Fátima Preciado Leñador
E
l descubrimiento de América supuso el encuentro de culturas muy diferentes, cada una de las cuales, española e india, tenía una visión completamente distinta la una de la otra. Esta visión
dependía de que cada cultura tenía un modo muy distinto de ver y entender la vida y el mundo. Es esta visión desigual la que vamos a ver a continuación.
Los españoles vistos por los indios En el siglo XV los indios estaban a su tarea cuando de repente vieron llegar naves procedentes del otro lado del mundo, esto les provocó extrañeza y finalmente miedo. Se quedaron paralizados al ver aquellos
hombres relucientes y sentados sobre extraños animales que iban a cuatro patas. Iban vestidos con unas extrañas vestimentas y cosas de plata brillantes que llevaban sobre sus cuerpos.
“Decían que habían visto llegar a su tierra ciertas personas muy diferentes de nuestro hábito y traje que parecían viracochas, que es el nombre con el cual nosotros nombramos antiguamente al Creador de todas las cosas, diciendo Tecsi Huiracocham, que quiere decir principio y hacedor de todos; y nombraron de esta manera a aquellas personas que habían visto, lo uno porque diferenciaban mucho nuestro traje y semblante, y lo otro porque veían que andaban en unas animalias muy grandes, las cuales tenían los pies de plata; y esto decían por el relumbrar de las herraduras. Y también los llamaba así, porque les habían visto hablar a solas en unos paños blancos como una persona hablaba con otra, y esto por el leer en libros y cartas; y aun les llamaban
Capitán Whitman huiracochas por la excelencia y parecer de sus personas y mucha diferencia entre unos y otros, porque unos eran de barbas negras y otros bermejas, y porque les veían comer en plata; y también porque tenían yllapas, nombre que nosotros tenemos para los truenos, y esto decían por los arcabuces, porque pensaban que eran truenos del cielo.” Titu Cusi Yupanqui; Diego de Castro, Relación de la conquista del Perú y hechos del Inca Manco, Cuadernos Historia 16
Inmediatamente entran los españoles al Patio Sagrado para matar a la gente. Van a pie, llevan sus escudos de madera y algunos los llevan de metal y sus espadas. Inmediatamente cercan a los que bailan, se lanzan al lugar de loa atabales: dieron un tajo al que estaba tañendo; le cortaron ambos brazos. Luego le decapitaron. Al momento todos acuchillan, alancean a la gente y les dan tajos, con las espadas les hieren… Bernardino de Sahagún, Historia General de las cosas de la Nueva España, Madrid, Historia 16.
Los indios vistos por los españoles En la época del descubrimiento, cuando los españoles llegaron a América, los españoles que vieron a los indios los describieron entre
asombrados y orgullosos por la superioridad de una cultura que habría que acabar dominando. Los vieron semidesnudos, con sus
Capitán Whitman cuerpos pintados y tatuados. Sus costumbres, sus rituales, sus sacrificios, sus dioses, su sociedad
fue descrita por numerosos cronistas en sus libros.
P. Palaggi (dibujo) y D.K. Bonatti (grabador) Primeros indios que encontró Colón . Siglo XIX. “Yo, porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra santa fe con amor que no con fuerza, les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al pescuezo, y otras cosas muchas de poco valor, con que tuvieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era maravilla. Los cuales después venían a las barcas de los navíos a donde nos estábamos, nadando. Y nos traían papagayos y hilo de algodón en ovillos y azagayas y otras cosas muchas, y nos las trocaban por otras cosas que nos les dábamos, como cuentecillas de vidrio y cascabeles. En fin, todo tomaban y daban de aquello que tenían de buena voluntad. Mas me pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vide más de una harto moza. Y todos los que yo vi eran todos mancebos, que ninguno vide de edad de más de 30 años. Muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy buenas caras. Los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballos, y cortos. Los cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocos detrás que traen largos, que jamás cortan. De ellos se pintan de prieto, y ellos son de la color de los canarios, ni negros ni blancos, y de ellos se pintan de blanco, y de ellos de colorado, y de ellos de lo que hallan. Y de ellos se pintan las caras, y de ellos todo el cuerpo, y de ellos solos los ojos, y de ellos solo la nariz. Ellos no traen armas ni las conocen porque les mostré espadas y las lomaban por el filo, y se cortaban con ignorancia. No tienen algún hierro. Sus azagayas son unas varas sin hierro, y algunas de ellas tienen al cabo un diente de pece, y otras de otras cosas. Ellos todos a una mano son de buena estatura, de grandeza y buenos gestos, bien hechos. Cristóbal Colón, Diario de abordo, 12 de octubre de 1492.
Capitán Whitman En aquellos tablados tenían muy grandes manojos de cuerdas de cabuya, a manera de crizneja (lo cual nos aprovechó para hacer alpargates), tan largas que tenían a más de cuarenta brazas cada una de aquestas sogas; de lo alto del tablado ataban los indios que tomaban en la guerra por los hombros y dejábanlos colgados, y a algunos dellos les sacaban los corazones y los ofrecían a sus dioses, y luego, sin tardar mucho, comían los cuerpos de los que así mataban. Pedro Cieza de León, Crónicas de América, Madrid, Historia 16, 1985.
“Era costumbre entre los naturales que el que había de ser su sucesor y heredero del señorío le hicieran una ceremonia. Desnudaban al heredero en carnes vivas y lo untaban con una tierra pegajosa y espolvoreaban con oro en polvo y molido, de tal manera que iba cubierto todo de este metal. Metíanlo en la balsa, en la cual iba parado, y alos pies le ponían un gran motón de oro y esmeraldas para que ofreciese a su Dios. (En medio de la laguna) hacía el indio dorado su ofrecimiento echando todo el oro, que llevaba a los pies en medio de la laguna. (…) De este ceremonia se tomó aquel nombre tan celebrado de El Dorado, que tantas vidas y haciendas ha costado”. Juan Rodríguez Freyle, Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Granada, Madrid, Historia 16, 1986.
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Los derechos de los indios Fueron no pocos los que desde el principio de la conquista y colonización de América criticaron las injusticias que se cometían contra los nativos que allí vivían desde antes de la llegada de Colón. Aquí tenemos dos ejemplos de esas denuncias de malos tratos a los indios: fray Bartolomé de las Casas y fray Antonio de Montesinos. Texto 1 La primera: que todas las guerras que llamaron conquistas fueron y son injustísimas y de propios tiranos. La segunda: que todos los reinos y señoríos de las Indias tenemos usurpados. La tercera: que las encomiendas o repartimientos de indios son iniquísimos, y de por sí malos, y así tiránicas, y la tal gobernación tiránica. La quinta. que el rey nuestro señor, que Dios prospere y guarde, con todo cuanto poder le dio, no puede justificar las guerras y robos hechos a estas gentes… La sexta: que todo cuanto oro y plata, perlas y otras riquezas que han venido a España, y en las Indias se trata entre nuestros españoles muy poquito sacado, es todo robado. La séptima: que si no lo restituyen lo que las han robado y hoy roban por conquistas y repartimientos o encomiendas, y de las que ellos participan, no podrán salvarse. Fray Bartolomé de las Casas, Memorial al consejo de Indias
Texto 2 Todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid, ¿con qué derechos y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos Indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas dellas. con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido'? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados sin dalles de comer ni curallos en sus enfermedades que de los excesivos trabajos que les dais, incurren y se os mueren, y por mejor decir los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidados tenéis de quien los doctrinen y conozcan a su Dios y Criador, sean baptizados, oigan misa, guarden las fiestas y domingos? ¿Estos, no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amadlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? Fray Antonio Montesinos, Sermón dominical
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Toponimia de América Latina Antonio María Morán Delgado
Nombres originarios de los estados americanos CUBA: Fernandina. JAMAICA: Santiago. HAITÍ: La Española. REP DOMINICANA: La Española. PTO. RICO: San Juan Bautista. ARGENTINA: Río de la Plata. PERÚ: Nueva Castilla. CHILE: Nueva Extremadura. GUATEMALA: Nueva España. EL SALVADOR: Nueva España. HONDURAS: Nueva España.
NICARAGUA: Nueva España. COSTA RICA: Nueva Granada. PANAMÁ: Castilla de Oro. COLOMBIA: Nueva Granada. ECUADOR: Nueva Granada. PARAGUAY: Río de la Plata. URUGUAY: Nueva Vizcaya. BOLIVIA: Nueva Toledo. MÉXICO: Nueva España. VENEZUELA: Tierra Firme.
Descripción de América aún llamada Indias Occidentales
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Origen de los nombres de naciones iberoamericanas ARGENTINA: Su etimología se deriva de la plata. La nación Argentina fue un producto del Río de la Plata, en cuyos territorios existían fabulosas riquezas de oro y plata. BOLIVIA: Lleva el nombre en honor de Simón Bolívar, general, patriota y hombre de Estado venezolano, que inició la independencia de América y logró la de este país en 1825. En principio se la conoció con el nombre de Nueva Toledo. COLOMBIA: Su nombre significa "tierra de Colón", en honor del descubridor, por haber sido sus costas las primeras del continente americano visitadas por él en 1498. Antes su nombre era de Nueva Granada. COSTA RICA: Debe su nombre al hecho de conocer los españoles conquistadores la existencia de ciertas minas de oro, cerca de la costa del Atlántico. El nombre indígena era el de Veragua. CUBA: El nombre deriva del vocablo indígena Cubanacan que significa lugar céntrico, aludiendo a la posición que ocupa en el mar de las Antillas. CHILE: La etimología de Chile parece que se deriva del nombre de una ave cantora llamada "trile", o de otro pájaro, especie de gaviota, llamado "chille" o "chilli". Otros dicen que procede de aymara "chilli", voz que significa confín del mundo. Según el inca Garcilaso de la Vega, la primera vez que se pronunció en el imperio peruano la denominación de
Chile, fue a comienzos del siglo XV, cuando el inca Viracocha citó a un gran reino llamado Chili, población de mucha gente. REPÚBLICA DOMINICANA: Nombre genérico de las islas de las Antillas en el mar Caribe. Se deriva de Santo Domingo, como también se conoce a toda la isla. ECUADOR: En la época hispana se denominó Presidencia de Quito. En el siglo XVIII la Academia de Ciencias de París encargó la medida de un cuadrante de meridiano terrestre, esto se hizo sobre la línea ecuatorial de este país y desde entonces se hizo frecuente llamarlo "Tierras del Ecuador". HAITÍ: Los aborígenes la denominaban Quisquey a (tierra grande) o Haití (tierra montañosa). GUATEMALA: Proviene del vocablo azteca Quanhtemallan que significa: tierra de árboles, tierra del águila o montaña que vomita agua, aludiendo al volcán que destruyó la ciudad antigua (La Antigua). HONDURAS: Parece derivarse del nombre de hondura, dado al golfo de igual denominación, por su mucha profundidad. JAMAICA: Voz indígena jamayoa que significa región de manantiales o bien de chajmaca, región bien regada. MÉXICO: Se deriva del azteca Mexitli, otro apelativo de su dios de la guerra Huitzilopochtli, al que se le añadió el sufijo co, que en dicha lengua significa lugar, sitio, comarca. NICARAGUA: Proviene de Nicarao,
Capitán Whitman nombre del jefe de las diversas tribus que ocupaban el país al llegar los descubridores españoles. PANAMÁ: Uno de los significados que se da al vocablo "panamá", en lengua indígena, es el de "abundancia de peces". PARAGUAY: Se deriva del paraguá, corona de plumas y agua, río, significando río coronado, también significa río con mucha agua. PERÚ: Procede el nombre de una pequeña isla llamada por los indios Pelú o Petú. PUERTO RICO: Hasta el 17 de Mayode 1932, su nombre oficial era Porto Rico, Sus pobladores indígenas a la llegada de Colón, llamaban Borinquén a la isla. EL SALVADOR: Recibió el nombre de su capital San Salvador, fundada por los hermanos Alvarado en 1528.
URUGUAY: Voz probablemente guaraní. Una interpretación es, río de los caracoles, aludiendo a las numerosas vueltas de su curso. También se afirma que significa, río de los pájaros, o que proviene de las palabras guaraní Iriguay, o sea río del canal o río principal o de Uruguay, río del país del Uru, del nombre indígena de un faisán que abundaba en sus orillas. VENEZUELA: Su nombre aplicado primero a la pequeña isla de Aruba, se extendió después a la llamada costa firme. En la actualidad Venezuela significa "Pequeña Venecia". Le fue dado por Américo Vespucio y después por los conquistadores españoles, porque las viviendas palafíticas de los aborígenes de la costa le recordaron a Venecia.
Américo Vespucio que daría nombre a América Bibliografía VV.AA., Extremadura en América, Badajoz, Grupo Aulex, 1992
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América en la imaginación europea Fátima Preciado Leñador
A
ntes de llegar a América los habitantes de Europa creían en una Tierra plana al final de la cual existía el abismo, con un mar poblado de monstruos y criaturas fantásticas y con lejanas tierras habitadas por seres que en nada se parecían a las personas normales y corrientes. Aquí mostramos algunas de estas criaturas que estaban en la imaginación de los hombres de aquella época.
El Monje
Basilisco
Parejas de Tritones
Obispo de mar
Mantícora
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Cinocéfalo
Homo Fanesius Auritus
Cíclope
Hombre y mujer con apariencia de mono
Mujer nativa
Hombres sin Cabeza
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El Descubrimiento de América en el Arte Elizabeth Ceballos Mesías
Introducción La importancia del descubrimiento de América ha hecho que dicho acontecimiento quedara reflejado en el arte a través de multitud de cuadros, estilos y épocas. Aquí mostramos tan sólo algunos ejemplos de cómo se ha entendido el hecho de que Colón descubriera un Nuevo Continente. Las obras escogidas las hemos analizado estudiando cinco apartados, sin entrar en más profundidad: el autor, el título del la obra, el tema (que es una explicación del contenido), la fecha aproximada y, por último, la técnica artística con la que se ha realizado el cuadro. En total hemos elegido nueve cuadros de las muchas representaciones que existen del tema en pintura, pero también en escultura, relieve, etc. Los cuadros elegidos son, sobre todo, de los siglos XIX y XX, aunque los hay de todas las épocas y estilos a partir de la fecha misma del descubrimiento. Las obras reflejan
los motivos que han inspirado a cada artista, pues cada uno ha decidido recoger en ella lo que más atención le ha llamado del descubrimiento de América.
Autor: Atribuido a Rodolfo Guirlandaio Título: Cristóbal Colón Tema: Retrato imaginario de Colón Técnica: Óleo Fecha: Siglo XVI
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Obras
Autor: Eduardo Cano de la Peña. Título: Colón discutiendo con fray Juan Pérez y los físicos de la Rábida. Tema: Colón expone sus teorías.
Técnica: Óleo Autor: Anónimo. Título: Cristóbal Colón. Tema: Colón señalando el Nuevo Mundo Técnica: Óleo Fecha: Inicios siglo XX
Autor: Anónimo. Título: Colón ante el monasterio de La Rábida. Tema: Colón llega con su hijo Hernando al Monasterio. Técnica: Óleo Fecha: Finales del siglo XIX.
Fecha. XIX
Autor: F. Gimeno Título: Recibimiento de los RR.CC. Tema: Presenta su proyecto a los reyes. Técnica: Óleo Fecha: Finales XIX
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Autor: Baradino Título: Colón en Salamanca Tema: Junta inspectora del proyecto 1486 Técnica: Óleo Fecha: Siglo XIX
Autor: Guillermo G. de Aledo Título: Las tres carabelas Tema: Los barcos zarpan de Palos Técnica: Óleo Fecha: Siglo XIX
Autor: José Garnelo y Alda Título: El 12 de octubre de 1492 Tema: Primer encuentro de Colón con los indios de América. Técnica: Óleo Fecha:1892
Autor: Francisco Ortego Título: La muerte de Cristóbal Colón Tema: La muerte de Colón en Valladolid el 20 de mayo de 1506. Técnica: Óleo Fecha: Siglo XIX. Bibliografía: Antonio Domínguez Ortiz (Direc.), Historia de España, t. VIII, Madrid Planeta, 1989
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Cartas de emigrantes a Indias (América) Nabil Ramos Kachir
Introducción
D
espués de la conquista se produce una emigración de españoles a América en busca de tierras y trabajo para mejorar sus condiciones de vida, ya que en España para muchos era mala. Estos emigrantes españoles descubrieron nuevas cosas: alimentos (especias, cacao, tabaco, maíz, tomate, patata), formas de vida, clima, gentes, lugares, etc. Una vez establecidos y organizados en América, tienen la necesidad de comunicarse con sus familiares y amigos. Esta comunicación se realiza mediante carta. Dicha correspondencia tardaba de dos a tres meses la ida y otros tantos la vuelta, entre destinatario y remitente. Estas cartas se conservan porque las utilizaban para demostrar que los que quedaban en España tenían familiares en América, porque así lo exigía el gobierno de la época. En dichas cartas se recoge información acerca de los que se marchaban a Indias y de cómo les
iba, a veces bien y otras no tanto. También se dice cómo se organizaban: en el trabajo, el dinero, con los indios, etc. Los familiares les respondían desde España con otras cartas en las que cuentan cómo les va a ellos en la península. A veces muestran el deseo de marchar a América, dependiendo de cómo le fuese al que estaba allí. Aquí mostramos dos ejemplos de cartas que escriben dos personas que marcharon a América a finales del siglo XVI. La primera carta, la escribe Pedro Miguel en 1588 desde San Francisco de Quito a Pedro Alonso en el Arroyo de Mérida. En ella le cuenta que casó con una viuda muy rica pero que no han tenido hijos y desea dejar su herencia a este primo y a otro, Juan Macías. La segunda carta la escribe en 1580 Marcos Martín desde Tunja a su mujer Mari Alonso de Retes en Zafra. En ella le pide que se vaya con él para América junto con las hermanas de este, porque le está yendo muy bien.
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Cartas Carta 1 Pedro Miguel a Pedro Alonso, en el Arroyo de Mérida, Hermano:
Quito, 12.VIII.1588
Ya os tengo escrito tres o cuatro veces de cómo en esta ciudad de Quito estoy ya de asiento, y de cómo me case con una viuda muy rica, y así estoy con mucho deseo de veros, porque os hago saber que ya yo estoy viejo y mi mujer también, y no tenemos ningunos hijos a quien dejar nuestra hacienda, y asimismo me ha rogado la dicha mi mujer, como en las otras os tengo escrito, que os viniésedes* con toda brevedad. Y así le rogué a Juan Machado, portador de esta, que pasaba por esta ciudad, que os la diese con todo el cuidado, y cien escudos para lo que fuésedes menester para el camino y flete, el cual os dará más el día que estuviéredes determinado de veniros por acá. Y vendréis juntamente con Juan Macías, nuestro primo, a quien le diréis lo que en esta carta y en otra os tengo escrito. Y así vuelvo que vengáis luego con la primera flota que hubiere, porque estaréos aguardando. Y poco cuidado habéis tenido en no avisarme cómo están esos parientes nuestros, y de Juan Macías el viejo, y de todos esos vecinos, que en más de diez años no he sabido más de una vez, que me dijo un hombre que por aquí pasó a un lugar cerca de esta ciudad, que dijo que era capitán, y me dio muy buena razón, de que recibí mucho. Y porque sé que el dicho portador de ésta os la dará esta carta, dándole Dios salud, no digo más, de que os guarde más como puede y me deje veros. A Juana Martín, si fuere viva, daréis mis besamanos, y a todos esos señores. De San Francisco de Quito, a 12 de agosto de 1588 años, el que desea veros con toda brevedad, Pedro Miguel
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Carta 2 Marcos Martín a su mujer Mari Alonso de Retes, en Zafra, Deseada señora:
Tunja, 19, III.1580
Yo escribo a vuestro padre y mi señora que tenga por bien de venirse a esta tierra, y si lo hiciese, no se arrepentirá, porque la fertilidad de esta tierra es tanta que jamás falta el comer, aunque el hombre no trabaje, y el que quiere trabajar, presto gana para poder volver a España con honra. Por tanto, por amor de Dios, que se lo roguéis muy de veras, para que venga en vuestra compañía, y traiga a mis hermanas a gozar de buena tierra, y a mi hermano Bartolomé de Retes, que si viene mi hermano, como digo, antes de dos años cantará misa, porque el arzobispo quiere mucho a estos señores, a quien yo sirvo, y el arzobispo es de Llerena, y ellos de Villafranca. Así que, por amor de Dios, señora, os lo ruego que no dejéis de venir vos y los que tengo dicho, y, si mi desventura fuere tal que no merezca yo de vuestro padre esta merced, por todo lo del mundo no dejéis de veniros vos con vuestro hermano e hijos. Y otra vez os lo ruego lo hagáis, que no me conviene otra cosa a mí ni a vos, para servir a Dios y remediarlos. Y si esto que os ruego no hacéis, yo juro a Dios y a esta cruz que podéis hacer cuenta que no me conocisteis. Que yo me despacharé al Perú y a la China, y no se sabrá de mi cosa alguna, y allí acabaré con dolor mi vida. Así que, señora, no permitáis que esto pase por mí, pues mi pretensión es para sólo daros contento. Por amor de Dios, no lo dejéis de hacer, pues ya tengo yo de comer para todos. Y si de aquí me voy, lo pierdo. Pues reda cosa será tornar a trabajar de nuevo y desasosegado. Pues aquí me gana otro de comer, y yo me pateo, y así será siempre, especial cuando yo tenga más caudal y contento. El que esta carta lleva dará cuatrocientos reales para licencia y matalotaje y el flete. El propio mercader los acomodará, y vendrán con Dios hasta Cartagena, donde yo estaré con doscientos pesos para pagar fletes y arriba (¿). Y si acaso no vienen, que será grande mal para mi, el mercader no dará más que ciento y cincuenta reales, porque él me los presta. Y si al fin no se me hiciere esta merced, envíese aquí un testimonio o información con testigos firmada y signada en manera que haga fe cómo mi mujer es muerta, y sea tal que acá la pueda yo presentar, y no hagan burla de ella por amor de Dios, que de cualquier manera se haga lo que por estas cartas pido, Y Nuestro Señor os me deje ver, como yo lo deseo. De Tunja, y de marzo 19 de 1580 anos, deseada señora, vuestro marido y el que todo bien os desea, Marcos Martín Bibliografía: Enrique Otte, Cartas de emigrantes a Indias, Sevilla, 1992.
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Historia irreverente del Descubrimiento de América Carlos Domínguez Luis Rubén Martín David Tobías Malpartida
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Gran Jeje Seatlle
Nosotros somos una parte de la Tierra
E
l gran jefe de Washington ha mandado hacernos saber que quiere compramos las tierras junto con palabras de buena voluntad. (...) Queremos considerar el ofrecimiento porque también sabemos de sobra que si no lo hiciéramos, los rostros pálidos nos arrebatarían las tierras con armas de fuego. Pero, ¿cómo podéis comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esta idea nos resulta extraña. Ni el frescor del aire ni el brillo del agua son nuestros. ¿Cómo podrían ser comprados? Tenéis que saber que cada trozo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. (...) El agua cristalina que corre por los ríos y arroyuelos no es solamente agua, sino que también representa la sangre de nuestros antepasados. Si os la vendiésemos, tendríais que recordar que son sagradas y enseñarlo así a vuestros hijos. También los ríos son nuestros hermanos porque nos liberan de la sed, arrastran nuestras canoas y nos procuran los peces. (...) El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Sí, gran Jefe de Washington: los ríos son nuestros hermanos. (...)
Capitán Whitman Por supuesto que sabemos que el hombre blanco no entiende nuestra forma de ser. Tanto le da un trozo de tierra u otro, porque no la ve como hermana, sino como enemiga. Cuando ya la ha hecho suya, la desprecia y sigue caminando. (...) Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. (...) No lo puedo entender. Vuestras ciudades hieren los ojos del hombre de piel roja. Quizá sea porque somos salvajes y no podemos comprenderlo. No hay un solo sitio tranquilo en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda escuchar en la primavera el despliegue de las hojas o el rumor de las alas de un insecto. Quizá es que soy un salvaje y no comprendo bien las cosas. (...) Cuando el último piel roja haya desaparecido de esta tierra, cuando no sea más que un recuerdo su sombra, como el de una nube que pasa por la pradera, entonces todavía estas riberas y estos bosques estarán poblados por el espíritu de mi pueblo. Porque nosotros amamos este país como ama el niño los latidos del corazón de su madre. (...) Tengo vistos millares de búfalos pudriéndose abandonados en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo cómo una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir. ¿Qué puede ser del hombre sin los animales? Si todos los anímales desapareciesen, el hombre moriría en una gran soledad. Todo lo que le pasa a los animales muy pronto le sucederá también al hombre. Todas las cosas están ligadas. (...) Todo lo que le ocurre a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos. De una cosa estamos bien seguros; la tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra. (...) Pero vosotros caminaréis hacia la destrucción rodeados de gloria y espoleados por la fuerza de Dios, que os trajo a esta tierra y que por algún designio especial os dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese designio es un misterio para nosotros, pues no entendemos porqué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlanchines. ¿Dónde está el bosque espeso? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así se acaba la vida y sólo nos queda el recurso de intentar sobrevivir. Carta del indio Seatlle, de la tribu Dewamish, al Presidente de los EE.UU., James Monroe, en 1819 Nosotros somos una parte de la Tierra, Palma de Mallorca, Olañeta, 1994.
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Textos
Enzo
E
nzo, un rico comerciante de Puerto Ayacucho visita a las comunidades indígenas del Alto Orinoco y se horroriza cuando ve a Orawe, indígena yanomami, tumbado tranquilamente en su chinchorro, mascando tabaco. -¿Por qué no sales a pescar? -le pregunta Enzo. -Porque ya he pescado bastante por hoy -le contesta Orawe. -¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas? -insiste el comerciante. -¿Y qué iba a hacer con ello? -pregunta a su vez el indio. -Ganarías más dinero. De ese modo podrías poner un motor fuera borda en tu canoa. Entonces podrías llegar más lejos en el río y pescar más peces. Y así ganarías lo suficiente para comprarte una red de nylon, con lo que obtendrías más pescado y más dinero. Pronto ganarías para tener dos canoas y hasta dos motores y más rápidos... Entonces serías rico, como yo.
Survival
-¿Y qué haría entonces? -preguntó de nuevo el indígena. -Podrías sentarte y disfrutar de la vida -respondió el comerciante. -¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? -respondió satisfecho et indio Orawe. Tony de Mello, Cuento
Capitán Whitman
Plegaria
D
amos gracias a nuestra madre, la tierra, que nos sustenta. Damos gracias a los ríos y a los arroyos que nos proporcionan el agua. Damos gracias a todas las plantas que nos proporcionan los remedios contra nuestras enfermedades. Damos gracias al maíz y a sus hermanas las habas y las calabazas, que nos dan la vida. Damos gracias a los arbustos y a los árboles que nos ofrecen sus frutos. Damos gracias al viento que mueve el aire y atrapa las enfermedades. Damos gracias a la luna y a las estrellas que nos alumbran cuando se marcha el sol. Damos gracias a nuestro abuelo Hé-no, por haber protegido a sus hijos de las brujas y de los reptiles, y por habernos traído su lluvia. Damos gracias al sol, que ha mirado a la tierra con mirada complaciente. Por último, damos gracias al Gran Espíritu, en quien se encarna toda la bondad y que guía todas las cosas para el bien de sus hijos. Iroqueses
Jefe Casaca Roja, Hermano, el Gran Espíritu nos ha creado a todos, Palma de Mallorca, 1995.
III Espacio para la Creaci贸n
Capitán Whitman
Ilustración María Díaz
Capitán Whitman
Ilustración de Víctor Núñez
Capitán Whitman
Juan sin Miedo (Adaptación)
Luis Acedo Delgado
H
abía una vez dos hermanos. Uno de ellos era muy miedoso y el otro, por el contrario, no sabía lo que era el miedo porque nunca lo había tenido. El mayor se llamaba Pedro y el menor respondía al nombre de Juan. Este no trabajaba y estaba todo el día jugando. En cambio, su hermano Pedro estaba siempre trabajando para poder ganar algo de dinero. Su padre le regañaba a Juan y le decía: Tu hermano está siempre trabajando, en cambio, tú estás siempre sin hacer nada de provecho. Un día el pequeño Juan se enteró que había un castillo encantado en las afueras del pueblo donde vivía. Juan se lo comentó a su padre y su padre le dijo que fuese a ver si ya conocía lo que es sentir miedo. Al otro día, Juan cogió la maleta y se dirigió al castillo. Cuando llegó, el amo del castillo le dijo que si conseguía quedarse tres días y tres noches le daría la mano de su hermosa hija. Juan entró en el castillo. Cayó la noche, se duchó y se puso a cenar. Estaba todo en silencio cuando escuchó unos pasos que se dirigían hacia él. Se dio la vuelta y vio que era una tortuga. Siguió cenando. Finalmente se acostó. Una vez acostado, abrió la ventana y entró una lechuza pero Juan seguía sin saber lo que era el miedo. Juan se durmió. Al otro día, cuando volvió a caer la noche, Juan cenó y se acostó de nuevo. Cuando estaba medio dormido entraron treinta murciélagos. Cuando se salieron, Juan cerró la puerta y se durmió. Al otro día, al acostarse escuchó un ruido: eran dos personas. Al ir al comedor los vio, estaban sentados. Juan les preguntó: ¿Qué hacéis aquí? Las personas le contestaron: Estamos aquí porque estamos perdidos y nos hemos entrado en este castillo. Al otro día llegó el señor del castillo y lo vio allí. Entonces le dio la mano de su hija Crisanta.
Fin
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Ilustración José Manuel Ledesma
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Carlos Sánchez Arroyo Texto e ilustraciones
L
os Blood es una banda callejera que vive de nada, siempre metida en líos con otras bandas y con la policía. Roba coches de lujo y siempre anda en peleas y carreras ilegales. Un día, a uno de los Blood le dieron una paliza porque entró en el barrio de los Snake, que son sus peores enemigos, y los desafió a un duelo con su coche, apostando dos mil euros. Pero él ganó. Los de la otra pandilla le pegaron una buena paliza y le destrozaron su vehículo. Cuando sus amigos se enteraron llamaron a más colegas suyos. Muchos faltaron
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porque estaban en la cárcel por carreras de coches ilegales. Pero otros sí pudieron acudir y los buscaron durante horas y al fin dieron con ellos. Se encontraban en una casa. Los amigos entraron pegando a todos por lo que le hicieron a su amigo, mientras otros destrozaban los coches de los Snake. Cuando terminaron las peleas, los Bloods se fueron de fiesta. Al otro día, los Snake volvieron a pedirle otra carrera. El ganador se quedaría con un coche de la otra banda. Quedaron a las ocho y media en el polígono. Cuando llegaron todos corrieron de dos en dos. Al salir vieron desde lejos a la policía y tuvieron que fugarse, pero a muchos los atraparon, acabando en la cárcel. La policía ya tenía ganas de coger a las dos bandas. Los Blood y los Snakes se unieron por el bien de todos, seguros de que la solución a sus problemas se resolvería llevándose bien. Y esto es exactamente lo que hicieron a partir de entonces, resolver sus historias de manera amistosa. Fin
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La vida de Delekth David Pascual Texto e ilustraciones
D
e repente se oyeronn los gritos de las víctimas que no fueron lo suficientemente rápidas de escapar de la horda de demonios. Estaban en la primera planta. Delekth subió rápidamente a la tercera para encerrarse en un cuarto, pero al llegar ya estaban las habitaciones ocupadas, por los guardias y cerradas. Entonces volvió sobre sus pasos y vio la puerta de un almacén. Entró y cerró la puerta. Escuchaba a los demonios subiendo las escaleras hacia la tercera planta y se empezar on a oír gritos de los guardias de arriba. Delekth sentía como si el corazón estuviera a punto de ser atravesado por algún arma enemiga. De repente, hubo un silencio. Estaba deseoso porque acabara este horror. Cuando vio que el almacén se estaba llenando de una niebla espesa, Delekth desenvainó su daga, larga y afilada, y se
Capitán Whitman puso en posición de defensa, cuando empezó a ver en las paredes escrituras misteriosas. Era la lengua de los demonios escrita con sangre. Vio sombras que se movían, se sentía tan asustado que no sabía qué hacer Treinta minutos más tarde llegó el ejército de Dranack.
El señor Dranack desmontó de su dragón negro. Como comandante de la zona de defensa del norte, lindante con los desiertos del caos. -¡Informe! se giró en dirección al guardia elfo oscuro, que se dirigía apresuradamente hacia él. -Han sido tomadas las dos torres. -¿Algún superviviente? -Ninguno, mi señor. Las torres están vacías, sólo hemos encontrado en un cuarto un cadáver de un guardia. Parece que prefirió acabar con su vida antes que enfrentarse con los demonios. El señor del dragón habló con desprecio. -¿No se merecía algo así?
Fin
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La vida es así, o no Francisco José García Verónica Gil
¿Sabéis? Yo soy guapa y hermosa, ummh , pero no sé, me noto algo cambiada últimamente. Es como si mi cuerpo se hubiera transformado, ummh , creo que voy a mirarme en el espejo
Ilustración Francisco José García
Oye, tú has visto a la de aquí arriba, no sé por qué pero me parece un poco rara, ¿no? Bueno, ahora que lo dices, eso parece, pero verás se lo vamos a preguntar Ilustración Verónica Gil
Capitán Whitman
El chimpancé constructor Víctor Núñez Izquierdo Adaptación
V
ivía en la selva un chimpancé muy estudioso, que se proponía llegar a ser arquitecto. Quería mucho a su amigo el cervatillo y, un día, le prometió: -Voy a hacerte una hermosa casita. Será la más segura de toda la selva. Ni la lluvia ni el frío podrán hacerte mella y nadie podrá decir que los chimpancés sólo pensamos en divertirnos. -Sí, muy bien. Trabaja, pero seguro, no sea que te ocurra alguna desgracia dijo el señor oso, que pasaba al lado de ellos y que había escuchado toda la conversación. El chimpancé no hizo demasiado caso y se puso a la tarea, lleno de entusiasmo. En éstas una ardilla que vivía encima del cervatillo, al ir al coger una piña, vio como ésta se le escurría y caía sobre la cabeza del chimpancé constructor, que estaba desprevenido en ese momento. Además del susto que se pegó, se hizo un buen chichón. Desde ese momento se puso siempre un casco para protegerse la cabeza.
Fin
Han colaborado en este número 3 del año 2006 de la Revista de Navegación CAPITÁN WHITMAN los alumnos de 3º y º 4º de la ESO del I.E.S. Santiago Apóstol de Almendralejo Luis Acedo Raquel Blanco María Díaz Francisco José García Verónica Gil José Luis Guerrero José Manuel Ledesma Víctor Núñez Juan Pedro Orán David Pascual María del Carmen Ortiz Carlos Sánchez Elizabeth Ceballos Fátima Preciado Antonio María Morán Nabil Ramos Juan Manuel Durán Antonio Najarro Ángel Santiago
y, de otros lugares, Carlos Domínguez Luis Rubén Martín David Tobías Malpartida
A todos ellos, gracias por su dedicación y constancia.
Esta revista se terminó de imprimir el 9 de junio de 2006, viernes solar y solsticial, bajo la advocación de José de Anchieta, apóstol de Brasil en el siglo XVI, trabó confianza con los indios de aquella zona y ganó su respeto. A él se debe la primera gramática de la lengua tupí, Arte de gramatica de lingoa mais usada na costa do Brazil, impresa en 1595 y una Doutrina christâa e mysterios da Fé, dispostos a modo de dialogo em beneficio dos indios cathecumenos, con cantos, poesías y dramas en portugués, latín, tupí y guaraní. A él se atribuye el origen de la ciudad de Sâo Paulo.
¡Torrero, que voy perdido y está apagado tu faro! Noroeste. Nada claro por el cielo, ¡y te has dormido! ¡Que se ha dormido el torrero y nadie del astillero talar su sueño ha querido! ¡Corre, ve, viento marero, y dile a algún marinero que el faro no está encendido!
Marinero en tierra Rafael Alberti