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Una mirada renovada el la oftalmología
UNA MIRADA RENOVADORA EN LA OFTALMOLOGÍA
El uso permanente del barbijo durante la pandemia, dejó expuesto el tercio superior del rostro, la mirada pasó a tener un rol preponderante en la vida diaria. Tuvimos que aprender a interpretar una sonrisa o una expresión de angustia a través de los ojos. En consecuencia, las consultas por tratamientos para rejuvenecer la mirada (sin poner en riesgo la salud visual) han aumentado considerablemente en el último tiempo. La oculoplastia (cirugía plástica ocular) es la sub-especialidad de la oftalmología encargada de tratar las patologías que involucran a los párpados, órbita y vías lagrimales.
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Una de las alteraciones más frecuentes, es el exceso de piel sobre los párpados superiores, lo cual da un aspecto envejecido a la mirada y en algunos casos llegar a comprometer el campo visual. Esa alteración recibe el nombre de dermatochalasis, y su corrección quirúrgica (blefaroplastia o cirugía de párpados) es uno de los procedimientos más comunes que realizamos en cirugías palpebrales, teniendo además la ventaja de ser una técnica ambulatoria (sin internación), con anestesia local y de rápida reinserción del paciente a sus actividades habituales. En la gran mayoría de los pacientes los resultados postoperatorios provocan una rápida sensación de bienestar al notar un rejuvenecimiento significativo de la mirada, e incluso un mayor confort visual, al despejar su visión.
Sin embargo, no siempre la cirugía esta indicada. Por ese motivo es indispensable la evaluación de un cuidadoso examen oftalmológico antes de realizar cualquier procedimiento periocular. Una de las alternativas más frecuentes para restaurar y refrescar la mirada sin cirugía es la toxina botulínica (Botox), que plancha o corrige las arrugas que se forman en el contorno de los ojos, más conocidas como patas de gallo. Por otro lado, el acido hialurónico, la mesoterapia o algún peeling específico para párpados nos permiten tratar y corregir alteraciones muy frecuentes como las llamadas ojeras, que dan un aspecto de cansancio a la mirada. Con estos tratamientos es
posible lograr un cambio renovador que muchas veces mejora la autoestima y la
calidad de vida de los pacientes. Por último, cabe resaltar la importancia de la zona periocular, que es quizás el área más representativa del rostro de una persona, involucrando no solo la función palpebral sino la función visual que debe ser examinada ante la posibilidad de cualquier procedimiento periocular, sea estético o reparador, para evitar resultados indeseables.

DRA. LAILA CEJAS
Oftalmóloga MP 94429 Especialista en oculoplastia Clínica de Salud Visual

