ISBN 978-84-931908-3-5 Dep贸sito legal AS-1528-2012
A su memoria Monte claro, mar oscuro, tiempo seguro. Manos que no dais que esperรกis.
AGRADECIMIENTOS Siempre es difícil citar y mencionar a todo aquel que te ha hecho participe de lo aprendido o de otras muchas experiencias. Quiero decir que lo aprendido puede llegar de forma positiva, pero también negativa. Acierto, fracaso, repetición y error. En cualquier caso, todo ello es muestra de conocimiento en nuestra senda, aunque personalmente creo que se aprende más del error que del acierto.
Agradezco: A mi familia el apoyo incondicional desde siempre. A Rosana Muñoz por ese arduo trabajo de revisión literaria y vocal. Sobre todo cuando soy yo el que escribe, y además de esta manera. A mi equipo de formación porque formamos un todo de plena confianza y responsabilidad: Belén, Nuria y Raquel. A una parte de la Administración que vela por el sector que nos ocupa y la salubridad alimentaria: Maxi, Enrique, Gloria, Elena, Raquel, Carmen, Alfredo y Manuel Higinio. A Santiago A. por esas conversaciones que te hacen ver otra realidad del sector y por su aportación de las etiquetas cedidas por Lainco. A todos vosotros que me habéis hecho dudar, pensar, explorar e investigar, porque de ahí, incluso de la más sencilla de las preguntas, nació parte de mi experiencia y de este manual. A Caja Rural de Gijón porque siempre apoya incitativas positivas para el sector rural y por tanto también este manual. Toño gracias y ánimo. Por favor, seguir planteándome retos. Todos aprenderemos.
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Prólogo Estimado lector, el manual que tienes en tu posesión nace del trabajo y de la experiencia de estos últimos años realizando trabajos de campo y labores docentes. Aunando todo ello, trataré de dar a conocer de una forma sencilla el amplio sector de los productos fitosanitarios, y los cambios que están aconteciendo hasta estos momentos. Además aportaré unas pinceladas sobre el futuro incierto de estos productos. El objetivo principal que me he marcado es llegar al lector, no trato de escribir, para eso están los escritores, trato de hablar coloquialmente “contigo”, con un lenguaje lo más sencillo y coloquial posible, ese es mi estilo. Incluso permitiéndome no escribir normativamente, ya que soy asturianu no literato y arraigau en tres concejos, Xixón, Villaviciosa y Carreño. ¡Menudo trío! Espero que lo que aquí encuentres permita ampliar tus conocimientos, y en consecuencia, aplicarlos a la hora de realizar el trabajo de campo. ¡Ah!, se me pasaba, menos mal que cuando escribes algo luego lo puedes revisar, aunque siempre quedan notas en el tintero, a través de este manual espero que sonrías con alguna de sus lecturas y que con otras medites y te surjan dudas. Yo las tengo muy frecuentemente. Creo que es un buen objetivo, ¿no? Pretendo crear un manual didáctico y que sirva de discusión, para que podáis aportar vuestras notas, aumentando la información básica para una mayor seguridad y mejor uso de los productos fitosanitarios. “Te” agradezco que hayas adquirido este manual. Hablemos pues.
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Pr贸logo
NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 01
PENSAMIENTOS AL AZAR Recuerdo algunas conversaciones de clientes y amigos que afirman haber realizado tratamientos fitosanitarios con una escoba. Disponían de un caldero en el cual se añadía agua y el producto fitosanitario correspondiente. Una vez revuelto y bien mezclado se introducía la escoba en cuestión y se sacudía ésta sobre el viñedo, las coles o cualquier otro cultivo. También recuerdo algunas charlas y exposiciones fotográficas de algunos profesores mostrando carros sobre los que se transportaban barriles o toneles, unidos a unas mangueras que finalizaban en una boquilla realizando tratamientos fitosanitarios. Todo el conjunto era arrastrado por caballos, mulas o burros. Estos dos párrafos escritos me hacen reconocer la evolución que han dado los equipos de tratamiento en pocos años. Hoy día los equipos modernos pueden llevar un sensor que detecte la vegetación a pulverizar. Si no hay vegetación no hay pulverización, pero si se detecta cultivo sí la hay. En cualquier caso, la aplicación de productos fitosanitarios depende del aplicador. Un buen equipo, un moderno equipo, o el más simple de los equipos trabajará bien si obra bien el aplicador. 9
Capítulo 0I
Pe n s a m i e n t o s a l a z a r
En cuanto a los productos fitosanitarios sucede algo similar, los antiguos eran muy eficaces, pero muy poco selectivos, es decir, controlaban organismos beneficiosos y organismos dañinos para los cultivos. No se pensaba que en el cultivo debiera quedar algún tipo de organismo, cuanto más limpio de “bichos” estuviera el cultivo, ¡mejor! Esto era motivo de orgullo entre los profesionales del campo. No había muchos productos inicialmente, pero poco a poco sí se fueron desarrollando más y más sustancias. Se utilizaban frecuentemente, por calendarios de tratamiento, de forma reiterada, incluso las mismas sustancias, que eran poco o nada respetuosas con la naturaleza, y algunas dejaban residuos en los alimentos y el suelo durante un largo periodo de tiempo. Algunos agricultores y técnicos se dieron cuenta de que este modo de actuación no era el correcto y trataron de reconducir el trabajo de los agricultores mediante el asesoramiento, el estudio de los organismos y microorganismos plaga, empleando aquellas sustancias y métodos menos perjudiciales para la salud y la naturaleza. Este es el camino sobre el que estamos trabajando hoy día la mayor parte de los agricultores y técnicos que formamos parte de este sector. Tratamos de emplear aquellos productos fitosanitarios que siendo respetuosos, son “eficaces” y controlan los parásitos. Bien es cierto, que en ocasiones permitimos que los parásitos no desaparez10
can totalmente de los cultivos, buscamos un equilibrio biológico. A veces no empleamos productos de síntesis química, cambiamos de enfoque y recomendamos productos de gama biológica, que aunque posiblemente la mayor parte de ellos son más lentos en su modo de acción son a medio – largo plazo eficaces y seguros. Con esta nueva orientación los técnicos del sector y los agricultores, incluso los aficionados, entre los que también me incluyo, somos “ganaderos de bichos”. ¿Cómo es esto? Muy sencillo. En el control de algunas plagas yo desisto de utilizar solamente productos fitosanitarios; cambio el “chip”, y combino los fitosanitarios más respetuosos con el medio y con la fauna auxiliar, junto con la suelta por el cultivo de algunos “bichos” que viven parasitando o depredando a la plaga. También suelo incluir algunas sustancias que fortalecen el sistema de defesa vegetal. Amigo lector, piensa que la tendencia actual en el sector de los productos fitosanitarios es la eliminación de muchas sustancias activas y la aparición de pocas nuevas. Además, el desarrollo de nuevas sustancias es costoso y presupongo que los usos autorizados se promoverán para el control de plagas y enfermedades en cultivos importantes, considerados como mayores. Esas sustancias serán más respetuosas con el medio y posiblemente se comercialicen en grandes envases.
Pe n s a m i e n t o s a l a z a r Ten en cuenta que cuando se piensa en autorizar una sustancia activa para su comercialización previamente se tienen que realizar numerosos estudios y ensayos de campo sobre ecotoxicología, toxicología, fitotoxicidad y residuos en distintos cultivos. Estos experimentos son muy largos y complejos, y lógicamente cuando se comercialicen deben dar un rendimiento económico. Actualmente los investigadores de productos deben realizar todos los ensayos y presentar la documentación correspondiente de esas experiencias en los países donde se quieran comercializar. Para no realizar los mismos ensayos de forma repetida en los distintos estados se está considerando la posibilidad de que los ensayos realizados en diferentes cultivos en países europeos con determinadas condiciones climáticas, sirvan para la autorización en otros países miembros con similares condiciones climáticas. Esto es lo que se llama “principio de aceptación mutuo.” Y que puede ser interesante en el caso de autorización de sustancias en cultivos menores como los que tenemos en Asturias, o ¿quizás no?
Capítulo 0I
comercios hay alimentos que proceden de fuera de las fronteras europeas, que han sido tratados con esas mismas sustancias que aquí actualmente están prohibidas, eso sí, cumpliendo con los límites máximos de residuos”. Curioso. ¿Verdad? ¿Medioambientalmente es mejor? De aquí a unos años creo que veremos proliferar muchos productos biológicos y mayores restricciones de uso para los productos fitosanitarios. En cualquier caso, como el futuro siempre es incierto esperemos y veamos lo que sucede. Yo os invito a experimentar otras alterativas legales y respetuosas con el medio. NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
Otro pensamiento, y que me viene a colación de la reducción de sustancias activas en el mercado único, es el que me transmiten algunos agricultores, incluso algunos artículos de revistas agrícolas profesionales, y que es el siguiente: “En nuestros campos hay cultivos sobre los que no podemos aplicar determinadas sustancias activas porque ya están prohibidas, no autorizadas y retiradas del mercado y, sin embargo, en los 11
CapĂtulo 0I
Pe n s a m i e n t o s a l a z a r
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Capítulo 02
PRODUCTOS FITOSANITARIOS ¿QUÉ SON? Desde siempre el hombre ha tratado de controlar el medio o sus componentes de múltiples formas. En nuestro caso, en el pasado se utilizaron productos con los términos de pesticidas (control de pestes) o plaguicidas (control de plagas). Hoy día los productos plaguicidas empleados en el agro son los llamados productos fitosanitarios. Los productos fitosanitarios siguen siendo plaguicidas. Estos son un gran grupo de sustancias que con unos excipientes adecuados pueden utilizarse, y de hecho se utilizan, en multitud de ámbitos distintos. Lo más importante es utilizar cada tipo de plaguicida en el sector para el cual está autorizado. Así, hay plaguicidas de uso fitosanitario, de uso doméstico, de uso en la higiene humana, de uso ambiental, etc. Ejemplo de etiqueta de un producto fitosanitario reservado para agricultores y aplicadores profesionales. Etiqueta Laico
Nuestro tipo de plaguicida, el fitosanitario, es de uso agrícola, forestal o de jardinería. Este tipo de producto nunca lo podremos emplear en desinfección o desinsectación de interiores de almacenes o viviendas, para ello tenemos los biocidas. En la etiqueta del producto siempre aparecerá el uso para el que se autoriza el producto. 13
Capítulo 02
P ro d u c t o s F i t o s a n i t a r i o s
PARA QUÉ SIRVEN Los fitosanitarios, en términos generales, se emplean para el control de plagas, enfermedades y “malas hierbas” en diversos cultivos. Estos son los usos más conocidos en Asturias, pero los productos fitosanitarios también se emplean para conservar los alimentos almacenados (aunque no son conservantes), para regular el metabolismo de las plantas o incluso para la desinfección o tratamiento de semillas destinadas a la siembra. Bien, ya conocemos algunos de los usos de empleo de estos productos, pero, ¿por qué realizan su función? y ¿cuál es su composición? COMPONENTES DE UN FITOSANITARIO. Estos productos, al igual que los fármacos o “medicamentos”, están compuestos por sustancias químicas, incluso microorganismos o virus que tienen efectos sobre las plantas, plagas o enfermedades a controlar. La sustancia, con efecto fitosanitario que se encuentra dentro del envase que se compra de producto fitosanitario, es lo que comúnmente llamamos materia activa o ingrediente activo. Este es en realidad el componente principal del producto, el que tiene la función o la actividad necesaria para que el producto comercial que nosotros compramos funcione correctamente contra la plaga, la enfermedad o la planta.
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El producto fitosanitario también contiene otras sustancias o componentes, como en los medicamentos, y que comúnmente llamamos excipientes. En nuestro caso se denominan ayudantes y aditivos. Los primeros facilitan la labor de humectación o adherencia del producto en la planta. También pueden servir para estabilizar la materia activa en el producto o del propio producto en el agua o en el medio ambiente. Hay una gran diversidad de ayudantes con diferentes funciones. Los segundos, los aditivos, son en general sustancias colorantes, aromatizantes, eméticas (provocan el vómito) o de otra índole que permiten dar una distinción del producto e identificarlo como algo desagradable o peligroso; un líquido azul no es algo que nos llame la atención para beberlo, ¿no? Además el aditivo es un requisito normativo de las sustancias peligrosas. Y los productos fitosanitarios, ¡lo son! TIPOS DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS Ya conocemos donde están ubicados los productos fitosanitarios, en el gran grupo de sustancias plaguicidas. También conocemos su composición: materia activa, ayudantes y aditivos. Pues bien, la siguiente pregunta que yo me realizo es ¿cuántos tipos de productos fitosanitarios hay, y para qué se utilizan? Repasemos algunos de los más usuales.
P ro d u c t o s F i t o s a n i t a r i o s
Capítulo 02
Producto fitosanitario de gama biológica
• Insectidas: se utilizan para el control de insectos. • Fungicidas: se empelan para el control de hongos. • Herbicidas: se aplican para el control de hierbas. Helicidas: controlan babosas o “llimiagos” y caracoles. Acaricidas: destinados al control de ácaros. Rodenticidas: empleados para el control de roedores y topillos. Nematicidas: utilizados en el control de nematodos. Mojantes: mejoran la dispersión del producto en la vegetación.
Bacteriostáticos: controlan bacterias. Repelentes de córvidos: rechazan córvidos como cuervos, urracas (pegas), etc. de parcelas. Reguladores del metabolismo: mejoran el cuajado de flores, favorecen la caída de frutos, disminuyen el crecimiento de los brotes en crecimiento, cicatrizan heridas, etc. En los capítulos siguientes profundizaremos en el conocimiento de los tres tipos de productos fitosanitarios más utilizados. Tradicionalmente los más empleados eran los insecticidas, seguidos de los fungicidas y, por último, y muy de lejos los herbicidas. Hoy día se aplican en cantidades similares. La siguiente pregunta que nos podemos hacer es ¿qué sucede con estos productos cuando los aplicamos sobre las plantas? o ¿cómo actúan en la planta? 15
Capítulo 02
P ro d u c t o s F i t o s a n i t a r i o s
MODO DE ACCIÓN DE LOS PRODUCTOS FITOSANITARIOS EN LA PLANTA
• Penetrantes: se introducen en el interior del tejido vegetal pero no pasan a la savia.
Cuando nosotros aplicamos el producto sobre la planta puede que éste quede sobre la superficie de la vegetación y ahí ejerza su efecto o función. Sin embargo, el producto puede pasar al interior fijándose en los tejidos próximos o incluso puede que pase a la savia de la planta y, por tanto, que se desplace por todo el interior de ella. Ciertamente, los productos fitosanitarios en las plantas pueden ser:
• Sistémicos: se introducen en el tejido de la planta y se desplazan posteriormente con la savia, llegando a zonas donde, incluso, no hemos llegado con la pulverización.
• De contacto: quedan en la superficie de los vegetales.
Las lluvias, el rocío y otros factores pueden lavar los productos de contacto que están depositados en la superficie vegetal, sin embargo, los penetrantes y sistémicos no. Últimamente están apareciendo productos con modos de acción novedosos que veremos en el siguiente volumen de este manual.
NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 03
INSECTICIDAS ¿QUÉ SON? Este grupo de fitosanitarios se emplean para tratar de controlar o eliminar los insectos, de ahí su denominación de insecticida. Los insectos son un gran grupo de “animales”, a mí “gústame llamalos bichos”, forman parte del grupo biológico de los artrópodos, que quiere decir animales con patas articuladas. Son insectos los pulgones, las mariposas y sus orugas, “les rates o gates de la tierra”, esa que llamamos “rosquilla”, las moscas, el escarabajo de la patata, los mosquitos, la mosca blanca, las cochinillas de los cítricos y el “taladru o barrenu” de la madera, entre otros. Además, los insectos tienen distintas formas de reproducirse y también de desarrollarse. Así, por ejemplo, los pulgones cuando llega el otoño suelen ubicar sus huevos en la madera de los vegetales y los adultos suelen desaparecer, de modo que cuando llega la primavera, el buen tiempo, de los huevos nacen hembras que se reproducen sin machos ¡impresionante! En este caso el pulgón juvenil que nace es similar al adulto Oruga de la Col 17
Capítulo 03
Insecticidas
pero, lógicamente, más pequeño. Sin embargo, en el caso por ejemplo, de la oruga de la col o el barreno de la madera de los manzanos, esa oruga que también ha salido de un huevo, al final de su crecimiento dará lugar a una hermosa mariposa, que en nada se parece a la oruga inicial. En definitiva, ha sufrido una metamorfosis. TIPOS DE INSECTICIDAS Los insecticidas que controlan estos “bichos” se clasifican de modo general en dos grandes grupos: los insecticidas polivalentes y los insecticidas específicos. • Los insecticidas polivalentes o de amplio espectro, controlan varios tipos de insectos distintos. En definitiva, lo mismo controlan un escarabajo, que un pulgón, que una oruga, que cualquier otro “bicho”. Son capaces de eliminar muchos insectos distintos, con lo cual, también organismos beneficiosos, por eso no es conveniente emplearlos de forma habitual. En general, los insecticidas y, en particular, los polivalentes pueden crearnos desequilibrios biológicos en los cultivos. • Los insecticidas específicos son los que controlan uno o dos tipos de insectos. Sólo pulgones, o pulgones y mosca blanca, o sólo orugas. Alguno de estos productos podemos encontrarlo en el mercado con nombres específicos , como es el caso de los Aficidas, que es un 18
producto contra áfidos, y los áfidos son pulgones. Cuando realizamos un tratamiento con un insecticida nos podemos preguntar: ¿cómo matan al “bicho”?. MODO DE ACTUACIÓN EN LOS INSECTOS Los insectos tienen un cuerpo con una sustancia quitinosa y endurecida en la mayor parte de su cuerpo. Su interior consta de distintos órganos vitales como el sistema respiratorio, circulatorio, nervioso, locomotor, etc. Como se podrá deducir los insecticidas actuarán sobre alguno de estos órganos diana. La mayor parte de los insecticidas actúan a nivel del sistema nervioso, pero otros modernos dificultan el endurecimiento de su cuerpo o interrumpen su crecimiento. Así tenemos: • Los productos que actúan en la superficie del cuerpo del insecto provocando su muerte se denominan insecticidas de contacto. • Los insecticidas que para ejercer su acción necesitan ser ingeridos por los insectos se denominan insecticidas de ingestión. • Aquellos que para ejercer su acción tóxica necesitan ser inhalados se denominan insecticidas con modo de acción por inhalación.
Insecticidas
Capítulo 03
Casi todos los insecticidas actúan simultáneamente de dos formas. Algunos pueden funcionar de los tres modos de acción simultáneamente.
• Los aceites blancos de invierno que se aplican fundamentalmente en árboles y arbustos de hoja caduca a partir de la caída de la hoja hasta su brotación.
Por último, comentar que a la hora de seleccionar un insecticida debemos preguntarnos algunas cuestiones básicas como:
• Los aceites blancos de verano que se emplean en todas las estaciones principalmente en cultivos de árboles y arbustos de hoja perenne. También en los de hoja caduca como si se tratase de un aceite de invierno.
• Tipo de insecto y momento del ciclo vital en el que se encuentra. Así estaremos seguros de que el insecticida actúa correctamente. Por ejemplo, si tenemos una plaga de orugas de mariposa y sabemos que las orugas son de las primeras fases larvarias (juveniles) podemos emplear un insecticida biológico como el Bacillus thuringiensis, pero si son larvas de últimas fases (adultas), el producto posiblemente no será el más adecuado. • Cuánto tiempo vamos a tener protegido el cultivo tras el tratamiento y cual será el plazo de seguridad. • La rapidez de acción del producto sobre la plaga. NOTAS Y COMENTARIOS En el mercado disponemos de multitud de insecticidas que proceden de distintas familias químicas. Los más habituales son del grupo de los organofosforados y de los piretroides. Otro de los grupos que se emplea comúnmente es el de los aceites. Los aceites que se comercializan se dividen actualmente en tres grupos:
• Los aceites parafínicos que se pueden emplear en cualquier momento y cultivo. De los distintos grupos de aceites, éstos, son los menos tóxicos para los cultivos (no son fitotóxicos). Bien, ¿para qué se utilizan los aceites? Los aceites se emplean principalmente para controlar cochinillas y ácaros así como sus puestas. Además los aceites tienen particularidades en su aplicación, tanto es así, que no se deben aplicar con temperaturas extremas (-5ºC o 35ºC). Tampoco mezclarlos con productos que lleven azufres, o sustancias alcalinas. En caso de duda es necesario consultar a los servicios técnicos. Otra particularidad de los aceites es que después de haber aplicado un tratamiento conviene emplear un detergente líquido mezclado con agua para realizar la limpieza del equipo (mochila o sulfatadora, carretilla, etc). No se debe emplear nunca un detergente sólido puesto que puede quedar incrustado en algunas partes del pulveriza19
Capítulo 03
Insecticidas
dor.
linizadores y al medio acuático.
Muchos de los insecticidas pueden perjudicar gravemente a las abejas, a los insectos polinizadores y a la fauna auxiliar de nuestros cultivos. Por ello, os recomiendo seleccionar aquellos que, siendo eficaces contra la plaga a combatir, sean respetuosos con la fauna beneficiosa.
Otro aspecto que considero interesante mencionar es que debemos reducir en la medida de lo posible el uso de insecticidas polivalentes. No sólo porque eliminan todo tipo de insectos beneficiosos, sino porque la desaparición de éstos, pude provocar la explosión masiva de otros “bichos” que habitualmente no son plagas, pero que al faltar sus depredadores naturales (que han sido eliminados por el uso reiterado de los insecticidas polivalentes) se convierten en una nueva plaga para el cultivo. Al cierre de este libro los aceites de invierno ya no se comercializan.
La mayor parte de los piretroides perjudican las abejas y son muy peligrosos para la fauna acuática. Sin embargo, en el mercado podemos encontrar alguno que controla perfectamente pulgones y orugas en numerosos cultivos y que a la vez respeta a los po-
NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 04
FUNGICIDAS ¿QUÉ SON? Los fungicidas son productos fitosanitarios empleados para el control de hongos. Los hongos pertenecen a un grupo variado y complejo de organismos del reino ¿vegetal o animal? Esta es una pregunta que yo mismo no me dispongo a responder y, por eso, “te invito a que indagues” en el tema. Sí te diré que hay tipos de hongos que viven en el suelo descomponiendo la materia orgánica del mismo, mientras que otros viven como parásitos de las plantas cultivadas. Algunos hongos parásitos tienen esporas con filamentos ¿les sirven para desplazarse? En un cultivo lo difícil consiste en identificar el hongo que causa el daño. Por eso habitualmente acudimos al laboratorio de sanidad vegetal para identificar los hongos y los daños que causan. También es frecuente el uso de este sistema para identificar los daños de insectos. Los hongos en Asturias viven estupendamente, ya que están acondicionados al medio, porque tienen la humedad y la temperatura ideal para desarrollarse. Cuando la climatoHongos comestibles 21
CapĂtulo 04
Fungicidas
logĂa les es adversa algunos son capaces de transformarse creando estructuras fuertes y resistentes. Estos organismos se reproducen de dos formas: una es mediante esporas (como las semillas de las plantas) y otra mediante hifas Oidio en CalabacĂn
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(diminutas ramitas, hilos o filamentos que van creciendo y ramificĂĄndose como una red). En general, la espora es la primera en colonizar la planta y a partir de ella se desarrollan posteriormente las hifas. Los productos fungicidas del mercado tra-
Fungicidas tan de controlar alguna de estas dos fases independientemente o simultáneamente. TIPOS DE FUNGICIDAS • Fungicidas preventivos o de contacto. Se emplean antes de que llegue la espora al cultivo, de modo que cuando la espora se deposite sobre la vegetación no pueda germinar ni desarrollar su infección. El cobre y el azufre son dos productos tradicionales de este grupo para el control de mildiu y oídio respectivamente. • Fungicidas curativos o de control. Son los que una vez instalado el hongo en la vegetación tratan de bloquearlo y evitar su expansión por la planta. Suelen ser penetrantes o sistémicos. • Fungicidas preventivos y curativos. Este tipo de productos nos sirve para combatir las dos fases de infección del hongo. En ocasiones su composición está formada por dos o más sustancias activas cada una de las cuales tiene un efecto de contacto y penetrante o sistémico. NOTAS Y COMENTARIOS Muchas semillas que se comercializan para la siembra están tratadas con productos
Capítulo 04
fungicidas, en cuyo caso, en la etiqueta del envase aparecerá la materia activa con la que han sido impregnadas. En algún tipo de aplicación insecticida y fungicida se puede preparar un caldo (agua más el producto) y sumergir las plantas o bulbos en esa solución para posteriormente realizar la plantación. En la etiqueta de algún tipo de fungicida puede indicarse la aplicación directa al cuello (zona entre la raíz y el tallo) de la planta. Como veis no todos los productos se emplean en pulverización a las hojas. En los comercios agrícolas podemos encontrar muchos productos fungicidas con formulados de cobre en su composición. Éstos suelen ser polvos o líquidos de color azul, pero en ocasiones algunas casas comerciales los formulan con otros aditivos como es el caso del óxido cuproso que es rojizo. El cobre en forma de oxicloruro de cobre, o de óxido cuproso, suele ser el fungicida habitual en los tratamientos contra el mildiu. También se mezcla con los aceites para los tratamientos de invierno en frutales. El azufre, otro de los productos antiguos y muy utilizado, además de ser un fungicida para combatir el oídio, tiene poder acaricida. Éste nunca se debe mezclar con aceites. Entre un tratamiento de aceite y uno de azufre deben transcurrir unos treinta días.
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Capítulo 04
Fungicidas NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 05
HERBICIDAS ¿QUÉ SON? Los herbicidas pertenecen al grupo de productos fitosanitarios que menos se empleaban tradicionalmente, pero que, sin embargo, hoy día son de los más utilizados. En una clasificación sencilla podemos dividir a los herbicidas en dos grandes grupos: el de los herbicidas totales y el de los herbicidas selectivos. • Los herbicidas totales controlan gran diversidad de vegetación (muchas hierbas distintas). Por eso, si en la realización de un tratamiento este tipo de herbicidas caen sobre nuestro cultivo, es fácil que lo destruyan. Bien es cierto que este tipo de herbicidas no son capaces de destruir en sentido estricto “todas las hierbas” existentes en la tierra (menos mal). • Por el contrario, los herbicidas selectivos suprimen una gran parte de hierbas que están rodeando al cultivo y, sin embargo, aunque entren en contacto con nuestro cultivo no le generan ningún daño. (siempre que la aplicación sea correcta) 25
Capítulo 05
Herbicidas
Así, podemos encontrar en los comercios de productos fitosanitarios herbicidas selectivos para frutales, patata, judía, cebollas, etc. y a estos cultivos no les afectaría la aplicación del herbicida selectivo aunque cayera sobre ellos, reitero si la aplicación es correcta. MODO DE ACCIÓN DE LOS HERBICIDAS Los herbicidas pueden aplicarse sobre las hierbas o sobre el suelo. Los aplicados sobre la superficie vegetal pueden destruir sólo la parte de la planta que tocan y, en este caso, hablamos de herbicidas de contacto. Sin embargo, los herbicidas sistémicos pasan a la savia de la planta bombeándose generalmente a la raíz, donde ejercen su efecto provocándole la muerte completa. También debo destacar que algunos herbicidas pueden aplicarse tanto sobre las hojas de la vegetación como sobre el suelo.
¿CUÁNDO APLICAR LOS HERBICIDAS? La mayor parte de los herbicidas no se pueden aplicar en cualquier momento y de hecho un herbicida selectivo aplicado en un momento erróneo puede no ser selectivo e incluso ser ineficaz. Existen herbicidas que se aplican cuando el terreno está preparado para sembrar la semilla. Estos herbicidas se denominan de presiembra del cultivo. Otros se aplican después de haber sembrado la simiente en la tierra pero antes de nacer el cultivo. Este tipo de herbicidas se denominan de preemergencia de cultivo. Los que se aplican después de salir el cultivo de la tierra (la emergencia del cultivo) se denominan de postemergencia. NOTAS Y COMENTARIOS SUELTOS
Los herbicidas que se aplican al suelo preparado son también llamados edáficos o residuales, porque permanecen un cierto tiempo en la tierra ejerciendo su efecto. Este aspecto es interesante para aquellos agricultores o aficionados que realicen rotaciones o alternancia de cultivos.
Con un herbicida de contacto la vegetación puede rebrotar al poco tiempo, mientras que con un sistémico no. En ocasiones, tras el tratamiento de un herbicida sistémico proliferan rápidamente las hierbas no deseadas, esto puede ser debido a diversas causas como por ejemplo, semillas en el terreno, abundantes lluvias, resistencia de la hierba etc.
¿Por qué?, pensemos en que la larga residualidad del herbicida en el suelo puede causar daños al siguiente cultivo que ubiquemos en la parcela tratada.
Existe un tipo de herbicidas que suele aplicarse a las hojas y que son selectivos para plantas de hoja estrecha (controlan las plantas de hoja ancha), por eso se emplean
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Herbicidas
Capítulo 05
(guños o biltos) cuando están almacenados. Los antigerminativos suelen ser herbicidas y se les denomina fitoreguladores.
en pastos, pastizales, céspedes y cultivos de gramíneas, a este tipo de herbicidas se les denomina herbicidas hormonales. Se emplean en unas condiciones especiales puesto que hay diversos cultivos, como frutales o plantas ornamentales, que son sensibles a este tipo de herbicidas. Normalmente la etiqueta determina las condiciones de uso y aplicación. En general, se aplican a bajas presiones, con caldos superiores a 200 litros por hectárea y deben respetarse franjas o distancias de seguridad respecto de los cultivos sensibles a estos herbicidas.
Otros factores que pueden tener mucha influencia en el resultado final de la aplicación de este tipo de productos son:la tipología del suelo; si es arenoso o arcilloso, si tiene mucha materia orgánica o poca; las malas hierbas si están muy desarrolladas o poco; la dosis, la regulación del equipo y el tipo de boquillas, así como la forma de aplicarlo, entre otros parámetros.Tanto es así que algunas etiquetas de herbicida recomiendan remover o pasar la grada después de la aplicación o incluso humedecer el terreno antes del tratamiento o regar en días posteriores. ¡Ojo con la permanencia de los herbicidas en el suelo ! En estos años he visto algunos problemas de germinación, brotación o de anomalías en hojas de ciertos cultivos por el efecto de los herbicidas residuales aplicados con anterioridad al nuevo cultivo.
También mencionar que en la etiqueta de los herbicidas de preemergencia y postemergencia podrá hacerse referencia a si la pre o la post se refiere a la mala hierba o al cultivo.
Que nadie piense que la aplicación de un herbicida va a ser la solución para erradicar todas las hierbas del terreno o de la parcela. Tras un tiempo variable volverán a aparecer las mismas hierbas u otras nuevas no existentes hasta entonces. Con lo cual deberemos repetir el tratamiento.
Algunos herbicidas se utilizan para desecar o destruir la parte verde de los cultivos como, por ejemplo, en los cultivos de patata. En este mismo cultivo también se emplean herbicidas para evitar la brotación de tallos
Pero, ¡cuidado! con algunos tratamientos herbicidas .Si se aplica el mismo herbicida en una parcela de forma reiterada el suelo tenderá a soltarse en superficie (provocaremos erosión del suelo) y aparecerán “malas 27
Capítulo 05
Herbicidas
hierbas” asociadas a terrenos degradados. Por ello, os recomiendo como alternativa al frecuente uso de herbicidas la escarda, el
desbroce, sembrar plantas de crecimiento lento o técnicas similares.
NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 06 MEZCLAS DE PRODUCTOS
FITOSANITARIOS El momento en el que nos disponemos a mezclar el producto fitosanitario con el agua es una fase de riesgo porque se manejan productos muy concentrados. Además, pensemos que en ocasiones se mezcla más de un producto en el mismo depósito de aplicación, con lo cual el riesgo es mayor. ¿POR Y PARA QUÉ MEZCLAR PRODUCTOS? La verdad es que hay múltiples razones por las cuales podemos o debemos mezclar sustancias. Algunas de ellas son: • En nuestro cultivo hay interactuando simultáneamente varios agentes ”bióticos” (que tienen vida) como pulgones, orugas, moteados, oídio, ácaros, etc. • También es posible que un determinado tipo de agente biótico, por ejemplo oídio o algún tipo de pulgón, sea capaz de crear resistencias de una forma relativamente sencilla a los productos fitosanitarios. De modo que, si mezclamos algún producto con modo de acción diferente será más difícil que se genere esa resistencia. 29
Capítulo 06
M e z c l a s d e p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s
• Podríamos citar algunas razones más para mezclar productos, pero tan sólo una: os diré que algunas sustancias en mezcla potencian sus efectos, incluso facilitan la eliminación, disolución o reducción de melazas, polvillos, etc. de modo que el producto con el que se mezclan puede actuar mejor. Pero ¡ojo¡ también hay múltiples razones por las que no se deben mezclar productos. No siempre es necesario mezclarlos. Las mezclas tienen riesgos y pueden ser peligrosas. ¿QUÉ SUCEDE CON LA MEZCLA? • Los productos resultantes de la mezcla pueden ser más tóxicos para el aplicador, e incluso pueden generar intoxicación en la planta. A esto se le denomina fitotoxicidad. • Muchas sustancias no se pueden mezclar porque son incompatibles y al unirlas pueden reducir o perder eficacia, pueden sufrir fenómenos de degradación o incluso de precipitación. ¡Ja ja, este apartado parece el perro del hortelano, que ni se mezcla ni se deja mezclar!
Mezcla
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M e z c l a s d e p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s
Capítulo 06
• Si vas a mezclar varios productos fitosanitarios debes abrir sólo un paquete de producto, no los tengas todos abiertos a la vez.
ALGUNOS CONSEJOS Por esta razón, amigo lector, lanzo unos puntos al azar que, creo, pueden ser interesantes y ayudarte en la elaboración de mezclas y preparaciones.
• No recojas nunca agua con el depósito del equipo directamente del arroyo, de los cauces fluviales o pozos, ya que se pueden contaminar.
• Mezcla solamente productos que permitan su unión y sean compatibles. Consulta al punto de venta profesional o a los técnicos de las casas comerciales.
• En el caso de equipos de motor, si hay depósito de transferencia para el producto, utilízalo. En éste se echa el producto fitosanitario y luego el propio equipo lo mezcla.
• Mezcla y agita los productos en sitios ventilados o al aire libre, pero resguardados de vientos y corrientes.
• Si ha quedado caldo de una aplicación del día anterior, agítalo un tiempo antes de realizar la aplicación. De esta forma no quedarán deposiciones en el equipo y el caldo se encontrará en perfecto uso.
• Utiliza mascarilla, guantes, buzo, en definitiva, el equipo de protección más adecuado a la hora de realizar la mezcla. • Sigue las instrucciones de llenado del depósito según las indicaciones de la etiqueta del producto fitosanitario. Si no aparecen tales indicaciones, como norma general debes llenar el 50% ó ¾ del depósito y que éste esté nivelado. Luego vierte el producto fitosanitario en el agua y mantenlo en agitación unos minutos. En el caso de utilizar mochila recuerda colocarla en una superficie elevada para después ubicarla en la espalda sin hacer esfuerzo. Finalmente rellena con agua y siempre en agitación. ¡Ojo! Hay productos que generan espuma al diluirse con el agua. Añadirlos al final
• Los paquetes y envases vacíos deben estar limpios para su posterior gestión al sistema integrado de recogida selectiva existente actualmente. • Si en el momento de realizar la mezcla hay un derrame o vertido, debemos lavar y limpiar con una materia absorbente (si el vertido es líquido) o aspiradora (en el caso de sólido). Estos residuos debemos gestionarlos de forma correcta a través de empresas homologadas. • Si no se ha vertido en el depósito todo el producto fitosanitario cierra correc31
Capítulo 06
M e z c l a s d e p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s
tamente el envase y marca con una señal, cruz o similar ese producto, así conocerás los envases empezados del almacén. • Emplea los dosificadores adecuados para cada tipo de producto y el agua de aclarado de los dosificadores y de los envases vacíos viértela en el tanque del equipo para hacer la aplicación. • Si se van a mezclar varios productos viértelos uno por uno y sigue las instrucciones de la etiqueta. • Los productos formulados en forma de polvos mojables conviene hacerlos papilla para diluirlos en el depósito del equipo. De esta forma el producto se mezclará y humectará mejor. Mezcla
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• Alrededor nuestro debemos evitar factores inoportunos que puedan distraernos en la elaboración de la preparación. También hay que pensar en que no debemos comer, beber o fumar. MEZCLAS IMPOSIBLES La etiqueta del producto indicará claramente si el producto se puede mezclar o no con otros y, en caso de que no se pueda mezclar, en ella se indicará con qué producto no se podrá mezclar. Dos notas en este apartado. • No mezclar aceites con azufre. • No mezclar aceites con alcalinos (mixturas de calcio o bario, caldo bordelés o caldo de borgoñón).
M e z c l a s d e p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s PASO A PASO DE ALGUNAS MEZCLAS Preparación y mezclas de polvos mojables (WP, PM) • Se hace una papilla con un poco de agua. • Evitar la formación de grumos. Si los hay se tamiza. • Se añade más agua a la papilla. • Con depósito en agitación y 1/3 de capacidad de agua se añade poco a poco la papilla. • Finalmente se rellena con agua.
Microgránulos dispersables y suspensiones concentradas (WG, SG, MG, SC). • No es necesaria papilla. • Agua en agitación con el depósito hasta 1/3 de su capacidad y añadir poco a poco el producto. • Rellenar con agua.
Sólidos solubles (SP). • Depósito con agua hasta 1/2 de su capacidad. • Añadir producto poco a poco y en agitación. • Llenar depósito en agitación.
Líquidos solubles y emulsiones (SL, EC). • Llenar depósito con agua y agitación. • Se añade el producto.
Si se puede evitar las mezclas.
monilia
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Capítulo 06
Capítulo 06
M e z c l a s d e p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 07 LA ETIQUETA DE LOS PRODUCTOS
FITOSANITARIOS Cuando nuestra salud está un poco resentida con gripes, u otra patología rápidamente visitamos al médico, que en función del diagnóstico nos recetará el fármaco o “medicamento” correspondiente. Posteriormente en la farmacia compramos el producto. Todos, incluso “tú”, lector, has seguido estos pasos en algún momento de la vida, aunque sean homeopáticos. Los fármacos tienen un papel o “prospecto”, la etiqueta, con toda la información correspondiente del producto que tienes en tu poder: el número de tomas, cada cuánto tiempo se administra, las contraindicaciones, la composición, qué sucede si se sobredosifica, recomendaciones para embarazadas, etc. Pues bien, los productos fitosanitarios al igual que los “medicamentos”, también tienen su “prospecto”, en definitiva, su “etiqueta”. La etiqueta es el lugar del envase donde se anotan todas las indicaciones importantes del producto. En ella, se apunta toda la información necesaria del producto fitos35
Capítulo 07
L a e t i q u e t a d e l o s p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s
anitario para su correcto manejo y siempre estará adherida al envase, sólo en casos que por la reducida dimensión del mismo no pueda ser así, el producto dispondrá de una etiqueta anexa siempre. Ningún envase carecerá de etiqueta. ¿Qué es lo que encontramos en la etiqueta? CONTENIDOS PRINCIPALES DE LA ETIQUETA DE UN PRODUCTO FITOSANITARIO. Vamos a citar los conceptos más importantes. Si “te” parece bien, lector, vamos punto por punto.Como ejemplo, podemos buscar las páginas finales de este manual. En ellas encontrarás unas etiquetas de varios productos que la Casa Comercial Lainco nos ha cedido para incluir en este manual. ETIQUETA COBRE LAINCO Los apartados se corresponden con los números marcados en la etiqueta. 1.Comencemos por lo que más resalta siempre en una etiqueta, ese es el nombre comercial del producto fitosanitario. En nuestro caso aparece en la parte superior de la etiqueta: COBRE LAINCO 2. Además, también aparece el nombre del fabricante y/o distribuidor, su dirección y el número de teléfono, que a veces es necesario usar. 36
3. El tipo de producto y como actúa es otro de los contenidos de la etiqueta. Aquí se especifica si es un insecticida, fungicida, herbicida, etc. y cómo actúa sobre la vegetación y/o sobre el agente a combatir (revisar los capítulos 2, 3 y 4). También suele indicar si el producto es solido o líquido, en este caso es sólido en forma de polvo mojable (WP). 4. La composición. Aquí es donde se incluye la materia activa con su porcentaje de riqueza. Si el producto tiene otras sustancias reconocidas como peligrosas también aparecerán junto con la materia activa. Recuerda, la materia activa (m.a.) es el componente que actúa contra el parásito. Dos productos comerciales diferentes con la misma materia activa serán similares. Para cambiar el tratamiento debemos cambiar la materia activa, no el producto comercial. 5. El contenido neto, el lote y la fecha de fabricación del producto fitosanitario. Puede que no aparezca la fecha de caducidad, esto se debe a que la mayor parte de los productos son estables en almacén durante dos años. Si no fuese así aparecerá la fecha de caducidad correspondiente. 6.Las siguientes siglas R.O.P.F., ºROPMF, NºROPF, corresponden al número de registro oficial del producto fitosanitario, que va seguido de un número de cinco dígitos, una barra y otros dos dígitos más. Los productos que lleven esta indicación serán productos fitosanitarios. Los dos últimos dígitos son la fecha de caducidad de la autorización. Lo cual no quiere decir que el producto esté
L a e t i q u e t a d e l o s p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s caducado. Ten en cuenta que hay otros registros de abonos y fertilizantes, fármacos, biocidas, etc. y que no son fitosanitarios, éstos tienen otras siglas para su registro. 7. Cultivos, usos o aplicaciones autorizadas se corresponden con el bloque en el que se indican los cultivos o espacios donde está autorizado aplicar el producto fitosanitario. Si quisiéramos aplicar el producto en un cultivo que no aparece en ese apartado, NO PODRÉ HACERLO. SÓLO PUEDO APLICAR EL PRODUCTO EN EL CULTIVO QUE INDICA ÉSTE EPÍGRAFE. 8.La dosis y el modo de empleo. Aquí se indica cuánto producto fitosanitario tengo que echar al tanque de aplicación para posteriormente aplicarlo sobre el cultivo. También la forma de aplicarlo: pulverización normal, espolvoreo, bajo volumen, etc., que veremos en el capítulo 9. 9.Las precauciones, incompatibilidades y observaciones hacen referencia a las sustancias que no se pueden mezclar con nuestro producto, también las especies o variedades de cultivos que pueden sufrir un efecto tóxico por la aplicación del producto. Incluso nos puede indicar cómo realizar las mezclas o la disolución del producto en el agua. 10. Otro de los puntos que yo considero muy importante, junto con los tres anteriores, es el del plazo o tiempo de seguridad. Es el tiempo que tenemos que esperar para RECOGER el fruto o el cultivo después de
Capítulo 07
realizado el tratamiento. O sea, tiempo de espera desde la aplicación última del producto fitosanitario hasta la recolección del alimento. En el caso de algunos productos también puede ser el tiempo desde que se aplica el producto hasta que se produce la entrada en la finca tratada. El plazo de seguridad se indica para cada cultivo autorizado. Si la etiqueta no indica lo contrario, después de hacer un tratamiento, para entrar en la zona tratada debemos esperar 24 horas. Esto es una recomendación. El plazo de seguridad permite que los alimentos tratados sean seguros para la salud, en definitiva, que sus residuos estén por debajo de los fijados por la normativa. Los consumidores más exigentes solicitan que los alimentos tengan la mínima cantidad de residuos de estos productos. Esto, junto con otros factores, hace que hoy día se modifiquen muchos de los plazos de seguridad vigentes.Debemos ser estrictos con este punto. Para nuestra tranquilidad alimentaria y, por tanto, para la salubridad de los alimentos, los laboratorios de sanidad vegetal de las distintas comunidades autónomas inspeccionan los alimentos producidos por los profesionales del sector, a través de la recogida de muestras, y su posterior análisis. Así se detectan alimentos insalubres desde el punto de vista fitosanitario. 11.Las frases de riesgo y prudencia nos 37
Capítulo 07
L a e t i q u e t a d e l o s p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s
indican los riesgos y los cuidados a tener en cuenta cuando almacenamos o manejamos el producto. En esta etiqueta aparecen en la parte superior izquierda.
Algunos productos son irritantes y en contacto con las mucosas del cuerpo o la piel les generan irritación o inflamación (Xi) Indicaros también que un aplicador que pretenda realizar un tratamiento con un producto fitosanitario que sea o genere gases tóxicos o muy tóxicos deberá disponer de un carné de nivel fumigador o especial.
12. La toxicología nos indica el efecto del producto para las personas y/o el aplicador. La toxicología se jerarquiza en tres bloques, aunque personalmente siempre hablo de cuatro, y que son:
Si compráis un producto tóxico o muy tóxico tendréis que firmar en el libro oficial de movimientos (compras y ventas) de este tipo de productos y que os facilitará en el punto de venta. Además, si el producto es muy tóxico (y lo podéis manejar) tendréis que presentar el carné de manipulador de productos fitosanitarios básico o cualificado. En el punto de venta os tendrán que entregar una ficha de datos de seguridad del producto. Esta ficha es como una etiqueta que contiene información más específica y concreta del producto fitosanitario adquirido.
• Baja peligrosidad: por inhalación, ingestión y/o penetración cutánea no entraña riesgos apreciables. • Nocivo: pueden provocar la muerte o efectos agudos o crónicos para la salud. • Tóxico: en pequeñas cantidades provocan la muerte o efectos agudos o crónicos para a salud. • Muy tóxicos: en muy pequeña cantidad pueden provocar la muerte o efectos agudos o crónicos para la salud.
13.La peligrosidad del producto para el medio ambiente o ecotoxicología indica los peligros del producto para la naturaleza. En la etiqueta lo encontráis en la parte superior izquierda, justo al lado de la toxicología. La naturaleza o medio ambiente, en las etiquetas viene desglosado en medio terrestre,
De forma visual indicaros que la toxicología aparece en las etiquetas con un dibujo (pictograma, organigrama o logo) estos son: i
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Pictogramas
L a e t i q u e t a d e l o s p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s medio acuático o acuícola, fauna auxiliar e insectos polinizadores.
Capítulo 07
de categoría A para el medio terrestre y de categoría C para el medio acuático.
14.Tradicionalmente el peligro para la fauna se representaba mediante tres letras mayúsculas: A, B y C. Siendo: A: producto inocuo cuya utilización adecuada no genera riesgo para la fauna. Podemos decir que es un producto de baja peligrosidad. B: producto medianamente peligroso, cuyo empleo masivo o reiterado puede provocar riesgo grave para la fauna. Podemos considerarlo de media peligrosidad. C: producto muy peligroso. El uso de estos productos está restringido en determinados cultivos. Actualmente y con el objetivo de dar una mayor información, las etiquetas indican los riesgos que el producto puede suponer al medio ambiente a través de las frases “R” de riesgo y del pictograma de “peligroso” punto 13, que es: N
Ejemplo de Etiqueta
En cuanto a la fauna auxiliar decir que la mayor parte de los productos de nueva generación indican la peligrosidad para este tipo de fauna o el mejor momento de aplicación para no perjudicarla. Es habitual la coletilla de “respeta los auxiliares”, o, “respeta a tal o cual auxiliar en tal o cual fase de su ciclo vital”. Para las abejas o insectos polinizadores, que por cierto y dicho sea de paso incrementan la producción en algunos casos hasta en un 25%, la peligrosidad viene dada como: • Compatible con abejas. Aunque el producto es de baja peligrosidad no se debe rociar la colmena.
También comentar que un producto puede ser de distinta peligrosidad según el medio, es decir, un mismo producto puede ser
• Relativamente poco peligroso para las abejas. No tratar en los momentos u horas de pecorea (salida al exterior de 39
Capítulo 07
L a e t i q u e t a d e l o s p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s
las abejas para buscar sustento). • Peligrosidad controlable para las abejas. Cubrir las colmenas antes de tratar y esperar de una a dos horas según producto para descubrirlas. • Muy peligroso para las abejas. No tratar en áreas frecuentadas por abejas, ni en épocas de actividad. 15.Otro de los bloques que incluye la etiqueta es el de las indicaciones de primeros auxilios y qué hacer en caso de intoxicación. Aquí nos cita qué debemos hacer. ¿Provocar o no el vómito?¿Acostar al intoxicado o dejarlo sentado?¿ Qué sustancia suministar al intoxicado?. También nos indica los efectos sobre la salud en caso de inspiración, ingesta o contacto, es decir, irrita las mucosas, puede provocar convulsiones, etc. También aparece el número de teléfono del Instituto Nacional de Toxicología y las indicaciones para el médico. En este caso es muy importante acudir al Centro de Salud con el envase del producto que generó el problema. Aprovecho para recomendar un curso de primeros auxilios, que a todos nos vendría muy bien, no sólo para el uso de fitosanitarios sino también en el ámbito doméstico y familiar. 16.¿Qué hacemos con el envase vacío? La respuesta está en el apartado de la gestión del envase. 40
Tradicionalmente los envases vacíos de estos productos se enterraban o se quemaban, pero actualmente ésta práctica está prohibida. Ten en cuenta que estamos manejando un producto clasificado como peligroso y, por tanto, los envases también lo son. Por ello, en las etiquetas actuales se hace mención a la correcta gestión del envase. En primer lugar, debemos aclarar el envase tres veces con agua, y el agua de limpieza verterla en la mochila o deposito del equipo. A esta técnica se la llama “triple lavado del envase vacío”. CÓMO SE REALIZA: 1º. Se llena el envase hasta un tercio de su capacidad con agua limpia, se cierra con la tapa y se agita enérgicamente. Si es un envase distinto a un bote se aclara directamente. 2º. Se abre el bote y el agua de aclarado se vierte en el depósito del equipo para hacer la aplicación posterior. 3º. Se repiten otras dos veces los mismos pasos. Finalmente se deja secar el envase, se cierra y posteriormente se entrega en el punto SIGFITO. ¿Qué es SIGFITO? Es un sistema integrado de gestión de envases vacíos y limpios de productos fitosanitarios. En definitiva, estamos hablando de una recogida selectiva de envases vacíos de los productos fitosanitarios. Este proceso lo ponen en marcha los fabricantes de productos y de envases para
L a e t i q u e t a d e l o s p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s que nosotros, los aplicadores, podamos retirar estos envases de una forma respetuosa con nuestro entorno. En Asturias hay numerosos puntos donde se recogen los envases vacíos de estos productos. Los puntos de venta más concienciados con el respeto al medio ambiente hacen un gran esfuerzo recogiendo los envases de estos productos. Los comercios que recogen gratuitamente estos envases muestran en su local el distintivo correspondiente. De momento, sólo se recogen los envases vacíos y limpios con el símbolo de SIGFITO. Aquellos envases que contienen producto antiguo y que queremos deshacernos
Capítulo 07
ducto es el usuario. Otras cuestiones normalmente no quedan reflejadas en la etiqueta, como por ejemplo, las actuaciones en caso de incendio, las propiedades físicas o químicas, la numeración de la sustancia para el transporte, las condiciones de almacenamiento etc. Estas cuestiones y algunas más, aparecen siempre en las fichas de datos de seguridad de los productos, que se pueden adquirir a través del punto de venta o por las páginas Web de las casas comerciales. Por último, mencionar que para obtener una información al día de la etiqueta de cada producto fitosanitario os aconsejo revisar el registro de productos fitosanitarios a través de la Web del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, la de la Consejería de Medio Rural y Pesca, Sección de Sanidad Vegetal o consultar en tu punto de venta profesional habitual.
Logo Sigfito
de él, de momento tendremos que entregarlos en el punto limpio vigilado correspondiente a nuestro concejo. 17.Las Advertencias contienen información de la casa comercial, que garantiza el producto y donde confirma que el responsable de lo que suceda con el uso de ese pro-
ejemplo de etiqueta
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Capítulo 07
L a e t i q u e t a d e l o s p ro d u c t o s f i t o s a n i t a r i o s NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 08 EQUIPOS DE TRATAMIENTO Hace años se hacían tratamientos con las herramientas que se tenían a mano, por suerte, hoy día los equipos modernos se encuentran a años luz de la “pulverización” con una escoba. Tanto es así, que hay equipos acoplados al tractor, que con un sensor reconocen el cultivo, de modo que en las zonas de las plantaciones donde no hay vegetación, el equipo suspende la pulverización hasta detectar nuevamente el cultivo. Como ya sabemos los productos fitosanitarios podemos encontrarlos en el mercado en tres estados o presentaciones, que son la sólida, la líquida y la gaseosa. Por tanto, dependiendo del tipo de producto a aplicar puede ser necesario un equipo de tratamiento diferente en cada caso.
Posición de la boquilla abanico
Si el producto es sólido y se aplica sin mezclar con agua hablamos de espolvoreo, práctica que se realiza con espolvoreadores. El fuelle tradicional es un espolvoreador. 43
Capítulo 08
Equipos de tratamiento
Si el producto fitosanitario es sólido o líquido y para aplicarlo debe mezclarse con agua estamos hablando de una pulverización. La mochila es un pulverizador. Por último, en el caso de que el producto se aplique en forma de gas realizaremos una fumigación. Este tipo de aplicación no será objeto de este manual. Puesto que la pulverización es la técnica utilizada en mayor medida, será ésta el objeto de mis comentarios.
Los equipos que realizan la pulverización se denominan pulverizadores. Existen distintos tipos. Sin entrar en mucho detalle os daré algunos ejemplos habituales de los empleados en Asturias. Los equipos que nos encontramos son: • Las mochilas o sulfatadoras manuales. • Los equipos de pilas manuales de bajo volumen o pulverizadores centrífugos. • Los equipos de barras de los tractores.
PULVERIZADORES Mochila preparada para tratamientos herbicidas con regulador y manómetro
• Los equipos atomizadores arrastrados o suspendidos en el tractor. • Los atomizadores o nebulizadores de espalda. • Las carretillas de tratamiento. ¡Ah!, se me olvidaban los equipos de presión previa (mochilas de 2 a 8 litros de capacidad) y los manuales (pulverizadores de 700 mililitros a 2 litros de capacidad) que se utilizan mucho a nivel doméstico y en jardinería exterior doméstica. Los equipos de mochila se emplean en todo tipo de cultivos y situaciones; los de pilas de bajo volumen se utilizan para tratamientos con herbicidas, principalmente en frutales, jardines, praderas y lindes; los de barras de tractor para la aplicación de todo tipo de productos en grandes superficies; los
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Equipos de tratamiento
Capítulo 08
atomizadores de tractor en el cultivo de frutales; los atomizadores de espalda para invernaderos, frutales, jardinería y viñas; y las carretillas para todo tipo de tratamientos. En los equipos de barras de los tractores, las carretillas y las mochilas de tratamiento, la pulverización se realiza mediante un orificio fino ubicado en un cuerpo que se llama boquilla. De la boquilla la pulverización sale con una velocidad, un caudal y una presión que favorecen la llegada y deposición en la vegetación.
Equipo de presión previa y equipo manual doméstico
En los atomizadores, en el orificio donde se genera la pulverización existe una corriente de aire producida por un ventilador conectado al equipo que desplaza la pulverización creada hacia la vegetación. Hay equipos en Carretilla de tratamiento
Etiqueta Lainco
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Capítulo 08
Equipos de tratamiento
Tratamiento preemergencia con tractor de barras en cultivo de maíz
los que la misma corriente de aire es capaz de crear la pulverización a partir de un chorro de caldo.Por último, en los equipos manuales de bajo volumen, hay un pequeño motor que funciona a pilas y hace girar un disco. El caldo cae sobre el disco por gravedad y éste al girar a gran velocidad expulsa gotas de pulverización muy finas. En estos equi-
pos al contrario de todos los anteriores apenas se utiliza agua, en definitiva, el producto se aplica muy concentrado, pero siempre manteniendo la dosis correspondiente por superficie.
Equipo nebulizador de espalda.
En Mochilas, carretillas y equipos de barras.
COMPONENTES DE LOS EQUIPOS DE PULVERIZACIÓN
• Depósito. El depósito es el lugar donde estará mezclado el producto fitosanitario con el agua. Tiene una boca de llenado con un filtro. En el caso de las mochilas este orificio va de unos 10 a unos 20 centímetros y sirve también como vaciado. En los equipos de tractor y en las carretillas es mayor, y ya disponen de un orifico de vaciado específico. Los equipos manuales son los empleados por el personal de a pie a la hora de realizar un tratamiento fitosanitario. Disponen de 46
Equipos de tratamiento
Capítulo 08
Pulverizadores manuales centrífugos para tratamientos herbicidas
depósitos que van desde los 2 litros (pulverizadores domésticos y de uso habitual en jardinería) hasta los 20 litros de capacidad (mochilas de espalda o “sulfatadoras”). Casi todos están fabricados con materiales plásticos. Los equipos de carretilla tienen depósitos que rondan de los 70 a los 100 litros de capacidad y los equipos de tractores de 100 litros en adelante, siendo los más usuales de 400 - 600 litros, fabricados de resinas. Este tipo de equipos pueden ir suspendidos en el tractor o arrastrados y todos sobre un chasis. Los depósitos tienen una banda, normalmente traslúcida, que indica el nivel de caldo que hay dentro del depósito. En los equipos de tractor pueden tener otros sistemas.
Además, los depósitos cuentan con un sistema de agitación del caldo para que el producto fitosanitario siempre esté en movimiento con el agua y no se deposite en el fondo. La agitación en las “sulfatadoras” se realiza con una paleta interior unida al acumulador, mientras que en los equipos de motor un mecanismo de retorno devuelve al depósito una parte del caldo para realizar la mezcla constantemente. •La bomba. La bomba es la encargada de movilizar el caldo desde el depósito hasta el orificio de la boquilla donde se genera la pulverización. En los equipos de mochila la bomba está 47
Capítulo 08
Equipos de tratamiento
Boca de llenado con filtro
Boca de vaciado en una carretilla de tratamiento
dentro de los depósitos y su accionamiento depende del operario que al mover el manubrio (la palanca lateral) moviliza la bomba. En los equipos motorizados normalmente la bomba se ubica fuera del depósito y la acciona la toma de fuerza en los tractores que
es el motor anexo, en las carretillas.
Bomba y acumulador en un equipo de tractor.
Las bombas más habituales son las de pistón, pistón membrana y membrana. Son bombas hidráhulicas. •Conducciones. Son las mangueras o tubos por donde circula el caldo hacia las boquillas. •Distribuidor y sistema de regulación. El distribuidor es el conjunto de llaves o grifos que permite abrir o cerrar el paso de caldo por las distintas mangueras. En la “sulfatadora” sólo hay un grifo que se encuentra en la lanza. Junto al distribuidor se suele ubicar el sistema de regulación de la presión. Es el conjunto del manómetro y regulador, que servirán para calibrar el equipo de pulverización. Este conjunto nos permite que el equipo una vez regulado lance siempre el mismo caudal.
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Equipos de tratamiento
Capítulo 08
boquilla de abanico e inyección de aire Regulador y Manometro
En las “sulfatadoras” tradicionalmente no se incluía ni regulador ni manómetro. Sin embargo, actualmente las mochilas más modernas se equipan con un regulador.
llas, así por ejemplo, las tenemos de inyección de aire, de cono, deflectoras o de espejo, de abanico, etc. Dos de las más empleadas son: las de abanico y las de cono.
•Boquillas Generan la pulverización. Están homologadas con normativas ISO y se comercializan por colores. Trabajan a una presión determinada en la que pulverizan un determinado caudal (litros de caldo) en un tiempo (minutos) establecido. Si se modifica la presión también modificarán el caudal. Por ejemplo, una boquilla de abanico azul estándar lanza 1,2 litros en un minuto a una presión de tres bares. Por ello, en los equipos de tratamiento es importante el manómetro y el regulador. Existen distintos tipos de boqui-
Las boquillas de abanico o hendidura son las que yo llamo un todo terreno ya que nos sirven para aplicar insecticidas, fungicidas y Regulador, bye-pass y bomba
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Capítulo 08
Equipos de tratamiento caldo del depósito es enviado al sistema de distribución, desde donde parte hacia las boquillas para generar la pulverización. En equipos manuales de pilas de bajo volumen. • Depósito Los equipos de bajo volumen suelen ir equipados con depósitos de 1 a 12 litros de capacidad con un filtro en su interior. En ocasiones el propio envase del producto fitosanitario hace la función de depósito.
Boquilla cónica
herbicidas. Aunque la aplicación recomendada es la de herbicidas. Las boquillas cónicas son recomendables para la aplicación de insecticidas y fungicidas, aunque comúnmente el aficionado las utiliza para todo tipo de tratamientos. En las mochilas las boquillas se ubican en el extremo de un tubo que llamamos lanza. Y en los equipos de tractor en unos portaboquillas colocados en una barra que se puede plegar. Además, en los equipos de tractor es conveniente y habitual colocar un sistema antigoteo de las boquillas, lo que permitirá que cuando el equipo termine de pulverizar las boquillas no vayan perdiendo producto por los caminos, carreteras, etc. •Funcionamiento El motor o la palanca, dependiendo del equipo, mueve la bomba y por tanto el 50
• Lanza En ella se dispone un juego de baterías (pilas) que mediante un interruptor proporcionan la corriente para hacer girar un pequeño motor eléctrico. En el interior y a lo largo de la lanza se ubica un macarrón que conecta con el depósito y que finaliza en el punto de pulverización. • Motor Ubicado al final de la lanza es el encargado de girar el disco de pulverización. • Disco de pulverización Está formado por un plato o cilindro con bordes aserrados. En algunos casos dispone de un juego de boquillas (en este caso son orificios de distinto diámetro) delante de él, por donde se canaliza el caldo hacia el plato. • Funcionamiento: Al accionar el interruptor el motor mueve
Equipos de tratamiento
Capítulo 08
el disco y el caldo fitosanitario baja por gravedad desde el depósito, recorriendo todo el macarrón hasta llegar y caer sobre el disco. Al girar a las revoluciones del motor provoca la salida del caldo fitosanitario al exterior del disco dentado generando la pulverización. En atomizador de espalda
Sistema de distribución para equipos motorizados
• Depósito Están fabricados con materiales plásticos y su capacidad ronda de los 10 a los 20 litros.
• Hélice Es la encargada de generar la corriente del aire. Se acciona por el motor. Está recubierta por una carcasa que se encarga de centralizar el aire y conducirlo hacia el cañón.
• Motor de explosión Es el encargado de hacer funcionar la bomba y la hélice del equipo. • Bomba Produce el paso del caldo a través de todos los macarrones del equipo y envía el caldo hasta el extremo del cañón.
• Cañón Es el tubo por el que circula el aire. Sobre el cañón va dispuesto un manillar para que el aplicador pueda coger el cañón. En este manillar existe un gatillo de aceleración del motor, un botón de apagado del motor y una llave de apertura y cierre del caldo. Al final del cañón hay un juego de boquillas. • Mangueras Consiste en una serie de macarrones a través de los cuales circula el caldo hacia las boquillas. • Boquillas y llave de caudales No es una boquilla propiamente dicha sino un orificio regulable y ubicado en el extremo del cañón. Se encarga de regular el paso de caldo al interior del cañón donde se genera la pulverización.
Posición de boquilla deflectora
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Capítulo 08
Equipos de tratamiento
• Funcionamiento Al encender el motor comienza a funcionar la bomba moviendo en circuito cerrado el caldo, hasta que se abre la llave del cañón, pasando entonces por el macarrón a la boquilla. También se inicia el movimiento de aire generado por la hélice. Al abrir la llave del cañón el caldo llega al orificio regulado y cae por la boquilla al vacío dentro del cañón. La corriente de aire del cañón rompe el caldo de la boquilla en gotas finas que salen al exterior para pulverizar la vegetación. Al aumentar la velocidad del aire como consecuencia de una mayor revolución del motor se consiguen gotas más finas. LIMPIEZA DE LOS EQUIPOS Tras los tratamientos fitosanitarios debemos realizar la limpieza completa del equipo. Pero, ¿cómo se realiza? Es sencillo. La recomendación general es que siempre se debe hacer con agua. Pasos: • En los equipos suspendidos en la espalda y/o con depósitos de poca capacidad se echará agua en el depósito hasta 1/3 de su capacidad, se cerrará y posteriormente se agitará con energía. El agua de aclarado se verterá en un lugar donde ni se contaminen los cursos de agua, ni los alcantarillados, 52
ni los manantiales, ni otros puntos posibles de agua. Este proceso se realiza cuatro veces. Una vez limpio el depósito se llenará nuevamente con agua hasta 1/3 de su capacidad y se hará circular agua por todo el equipo hasta la boquilla, manteniéndose unos minutos para que se aclare bien todo el sistema. Finalmente se dejará secar con el orificio de llenado hacia abajo. • En los equipos de motor, como las carretillas (o los suspendidos o arrastrados por tractor de los que no hablamos), se operará con tres o cuatro aclarados iniciales del depósito y se hará circular en circuito cerrado para la limpieza de bomba y depósito. Luego se derramará el agua de aclarado por la boca de vaciado. Finalmente al igual que en los equipos manuales se hará circular agua por todo el sistema hasta las boquillas. Prestar especial atención a la limpieza si se emplean en el mismo depósito herbicidas, fungicidas e insecticidas. Pensemos que tras un tratamiento herbicida el equipo debe quedar perfectamente limpio, si no el cultivo siguiente sobre el que vallamos a pulverizar puede tener problemas si han quedado restos del herbicida de la aplicación anterior. Lo ideal es disponer de dos equipos, uno para herbicidas y otros para el
Equipos de tratamiento resto de productos. En ocasiones conviene emplear determinados productos para la correcta limpieza del equipo, así por ejemplo:
Capítulo 08
va. Un buen mantenimiento alarga el uso del equipo. ALGUNAS NOTAS SUELTAS
• Para el resto de productos simplemente agua o agua más detergente líquido.
Lo primero, y que ya sabemos, es que existen distintos tipos de boquillas. Cada tipo vierte un caudal determinado a una presión fijada y en un tiempo determinado. Una misma boquilla a distintas presiones lanzará distintos caudales. Por tanto, cuando colocamos un regulador de presión en una “mochila de sulfatar”, el caldo que lanzará a una presión fijada, siempre será el mismo y la cantidad de caldo gastado en el terreno dependerá solamente de lo rápido que caminemos (velocidad de avance).
Por último, pensar que los equipos también se deben mantener limpios por fuera y tras la limpieza total deben dejarse secar siempre antes de guardarlos en su ubicación definiti-
Habitualmente hacemos los tratamientos muy lentos y en consecuencia gastamos abundante agua. En algunas prácticas hemos calculado 8 litros en 100 metros. La recomendación general sería de 2,5 a 6 litros.
• Para el cobre emplaremos ácido acético (vinagre). • Para los aceites usaremos detergentes líquidos. • Para limpiar herbicidas hormonales utilizamos Amoniaco.
Para llenar o lavar los equipos no introducir la manguera dentro de ellos
Filtros y muelles obstruidos de suciedad.
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Capítulo 08
Equipos de tratamiento
Las boquillas cónicas, de abanico y deflectoras producen pulverizaciones distintas y se emplean en diferentes tratamientos. Comentemos algunos aspectos sobre ellas.
de altura. Trabajan entre 2 y 4 bares, habitualmente a 3. Al generar gotas finas tienen deriva, aunque algunas se fabrican como antideriva.
Las boquillas deflectoras, también llamadas de espejo o de choque proporcionan una pulverización con un gran ancho y con una gota gruesa. Normalmente se emplean a bajas presiones (1 – 2 bares). Al generar gotas gruesas la deriva es muy baja. Se suelen utilizar poco y principalmente en aplicaciones de herbicidas residuales y abonos.
Para evitar realmente la deriva algunos modelos modernos, como las boquillas de inyección de aire, disponen de unas canalizaciones que mezclan el aire y el caldo, de forma que la gota que se forma pesa más y prácticamente no se dispersa. Pero apenas se utilizan en equipos manuales porque necesitan altas presiones.
Las boquillas de abanico o de hendidura tienen un orificio pequeño por el que se realiza la pulverización fina con un ancho de trabajo que ronda el metro a 40 centímetros
En las “sulfatadoras” delante de las boquillas de abanico se ubica un filtro, por lo que es necesario revisarlo antes de hacer los tratamientos. Equipos de tratamiento
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Equipos de tratamiento En las boquillas de cono (en la “sulfatadora” las podemos llamar de cámara variable) el caldo sale por un orificio circular. En este caso la pulverización sale girando y dependiendo de la presión podemos hacer cambiar el tamaño de gota fácilmente. Esta boquilla viene de serie en la “sulfatadora” y en ella podemos cambiar el caldo aplicado y la gota de pulverización con un simple giro de la boquilla (de ahí lo de cámara variable). Con las boquillas de abanico se pulveriza en línea recta, no se mueve la lanza de derecha a izquierda, ni de delante a atrás. Con los
Capítulo 08
equipos manuales centrífugos se opera de la misma forma, en línea recta. En ocasiones hago referencia a conceptos como ultrabajo volumen o alto volumen. ¿Qué quiere decir? Pues sencillo, es el gasto de caldo que tiene el equipo. La mochila es un alto volumen ya que en una aplicación ronda los 400 – 600 litros de caldo por hectárea, mientras que el pulverizador centrífugo gasta de 6 a 30 litros por hectárea de caldo y es, por tanto, un ultrabajo volumen. Indicaciones de seguridad en equipos a motor.
Pistola de tratamiento en equipos motorizados
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Capítulo 08
Equipos de tratamiento NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 09 CÁLCULO DE LAS DOSIS ¿QUÉ ES LA DOSIS? Cuando hablamos de la etiqueta del producto fitosanitario ya nos hemos referido al apartado en el que se indica la cantidad de producto fitosanitario a verter en el tanque de la mochila o del equipo de tratamiento, para posteriormente aplicarlo sobre el cultivo. Esto es la dosis. Pero también, puede ser definida como la cantidad de producto fitosanitario o de materia activa fitosanitaria a repartir en una superficie de cultivo. Ya sabemos que los productos fitosanitarios pueden ser sólidos o líquidos. Unos u otros pueden aplicarse solos o mezclados con agua. Algunos, se pueden emplear en forma de gas (fumigación), aunque no será nuestro caso. Hay productos fitosanitarios que se han ideado para aplicarlos solos sin necesidad de mezclarlos con agua (glifosato). Lo mismo sucede con los productos sólidos para espolvoreo. 57
Capítulo 09
Cálculo de las dosis
Para realizar la preparación del caldo fitosanitario, que no es ni más ni menos que el producto más el agua, lo primero que hay que hacer es leer la etiqueta del producto y localizar la dosis que recomienda ese apartado. Pudiera ser que la etiqueta indicase distintas dosis para diferentes cultivos. En este caso se debe seleccionar la dosis correspondiente para cada cultivo. También, “ten” en cuenta que las dosis se dan en intervalos (entre dos valores) y que “tendrás” la opción de escoger el valor más bajo, más alto o valores intermedios. Como “ves” la dosis ya está calculada en la etiqueta. Pero. ¿QUÉ TENGO QUE HACER CON ESA DOSIS? Lo primero es identificar la nomenclatura en la que está expresada la dosis. Habitualmente las dosis vienen dadas en: • % = Expresión en tanto por ciento. Ejemplo: aplicar al 0,03 – 0,05 % en frutales de pepita.
dosis de 300 cc/Hl de producto en coliflor. • ml/Hl = Expresión dada en mililitros de producto para cien litros de caldo. Ejemplo: aplicar una dosis de 300 ml/Hl de producto en tomate. • l/Ha = Expresión dada en litros de producto para la hectárea de terreno. Ejemplo: aplicar a una dosis de 3 – 5 litros/Ha para control de zarzas. • Kg/Ha = Expresión dada en kilos de producto para la hectárea de terreno. Ejemplo: aplicar 5 – 10 Kilos/Ha de producto para el control de helechos. Los cuatro primeros tipos de dosificación son los empleados comúnmente para insecticidas, fungicidas, acaricidas y otros productos con aplicación foliar (a las hojas) en cultivos arbóreos o tendidos en la vertical respecto del suelo. Los dos últimos tipos de dosificación son los empleados generalmente en las etiquetas de productos herbicidas o cualquier otro tipo de producto que se va a aplicar sobre la superficie del terreno.
• gr/Hl = Expresión dada en gramos de producto comercial en cien litros de caldo. Ejemplo: aplicar una dosis de 300 gr/Hl de producto en repollos.
En realidad, para aplicar cualquier producto sobre un cultivo debería conocerse la superficie vegetal a tratar, de esta forma se prepararía el agua necesaria para esa vegetación y, en consecuencia, la dosis de producto.
• cc/Hl = Expresión dada en centímetros cúbicos de producto para cien litros de caldo. Ejemplo: aplicar una 58
Cálculo de las dosis VAMOS A LOS CASOS SENCILLOS DE DOSIFICACIÓN EN UN PULVERIZADOR MANUAL. Para los cuatro primeros casos de dosificación que son: %, gr/Hl, cc/Hl y ml/Hl el cálculo de la dosis para un depósito de pulverizar es sencillo: Multiplicamos la dosis de producto fitosanitario por la capacidad del depósito del equipo y el resultado de esta multiplicación se divide entre 100. De este modo obtendremos la cantidad de producto fitosanitario que hay que echar en el depósito. Ten en cuenta, que si la dosis viene dada en % el resultado de esas operaciones serán litros (si el producto fitosanitario es líquido) o kilos (si el producto fitosanitario es sólido); en cualquiera de los otros tres casos el resultado se obtendrá en gramos, centímetros cúbicos o mililitros. Si la capacidad de nuestro depósito es muy pequeña (un litro, cinco litros, etc.) la cantidad obtenida de dosis será muy pequeña también, sobre todo si la dosis de la etiqueta es de %, y en estos casos ¿Cómo medimos 0,003 litros de producto?. Pues bien, como ejemplo, si la solución es 0,003 litros de producto deberemos multiplicar 0,003 litros por mil para pasar las unidades a mililitros y de esta forma poder medirlo. En definitiva tendremos que dosificar en la mochila 3 mililitros, y esta medida nos la da cualquier jeringuilla comercial. Si el producto fitosanitario es sólido tendremos que pesarlo.
Capítulo 09
Desde el punto de vista práctico las pequeñas dosis se miden con vasos medidores, dosificadores, garrafas, jeringas y balanzas. Yo siempre digo: “querer es poder”. ¿PRACTICAMOS CON ALGÚN EJEMPLO? En una etiqueta de producto fitosanitario líquido me indica que la dosis de producto es del 0,05%. Yo dispongo de una mochila de 15 litros de capacidad. La voy a llenar. ¿Cuánto producto tengo que verter en la mochila? Dosis × Capacidad del depósito
100 15 x 0,05 = 0,75
Ahora: 0,75 dividido entre 100 = 0,0075 litros de producto que hay que echar en la mochila de 15 litros. ¿Cómo se mide esta cantidad? Pues desde la práctica imposible medir 0,0075 litros. Entonces lo multiplico por 1.000 y me quedará: 0,0075 × 1.000 = 7,5 mililitros.
Pues bien con una pequeña jeringa o vaso puedo medir los 7, 5 mililitros sin ningún problema. Si la dosis fuese 300 gr/Hl., es decir, 300 gramos por hectolitro. Trabajaríamos de forma similar. 59
Capítulo 09
Cálculo de las dosis
Dosis: 300 × 15 = 4.500 4.500 / 100 = 45 gramos.
Lo mismo podemos hacer con la etiqueta del insecticida UPALA-10 que lo encontraras al final del libro. Como podéis observar es un producto autorizado para multitud de cultivos y las dosis de empleo son muy pequeñas. Cojamos un cultivo y una dosis, por ejemplo, Olivo cuya dosis es 0.07 a 0,1% (70 a 100 ml por 100 litros de agua o caldo). El tratamiento lo vamos a realizar con una mochila que tiene una boquilla de cono y cuyo depósito es de 15 litros. Elijo una dosis entre los dos valores que me da la etiqueta, por ejemplo, 0,1%. 0,1 × 15 = 1,5 / 100 = 0,015 litros; 0,015 × 1.000 = 15 mililitros.
Debemos de emplear 15 mililitros en los 15 litros de agua del depósito. QUÉ SUCEDE CON LAS DOSIS EN LITROS O EN KILOS POR HECTÁREA? En realidad, como ya comenté, no hay ninguna diferencia en la dosificación, aunque desde un punto de vista didáctico, yo las voy a distinguir. Cuando aplicamos un producto fitosanitario sobre la superficie del terreno las dosis vienen dadas en litros o kilos de producto fitosanitario por hectárea. Este es el caso de los herbicidas y de algunos insecticidas y 60
fungicidas que se aplican a la superficie del terreno. En este caso, como en otros, salvo los espolvoreos, algunos ultrabajos volúmenes o las aplicaciones a voleo, el producto fitosanitario irá en el agua (el agua más el producto fitosanitario lo llamamos caldo) y con todo ello pulverizaré la superficie del terreno correspondiente. Me diréis, ¡ja!, no escribes nada nuevo. Pues yo creo que quizá “tengáis” razón. Pero posiblemente os haga pensar ¿sí?, estupendo. Dos personas realizando el mismo tratamiento con un equipo en la misma finca pueden emplear tiempos diferentes, por tanto, también volúmenes de agua diferentes, pero, siempre tendrán que dosificar la misma cantidad de producto. ¿VAMOS A PRACTICAR CON LA MOCHILA? En la etiqueta de un producto herbicida encontramos la dosis de aplicación y, en muchos casos, ésta nos indicará el caldo mas adecuado para la aplicación. Debemos seguir esas referencias, pero nosotros podemos calcular un caldo para nuestra aplicación. En cualquiera de los dos casos yo debo regular el equipo para que me lo aplique correctamente. Pero, ¿qué caldo es el apropiado?. Yo siempre digo que aquel mínimo que nos permita una correcta pulverización. Éste dependerá del producto que empleemos, del terreno o la vegetación que vayamos a tratar y de las boquillas que se empleen principalmente. Vamos a practicar de verdad con alguna de las etiquetas que tenemos en las páginas fi-
Cálculo de las dosis
Capítulo 09
nales de éste manual. Por ejemplo, comenzamos con el producto FENFEN. Como veis es un herbicida cuya composición es oxifluorfen, una sustancia residual y de gran eficacia. Está autorizado en algunos cultivos de huerta. Etiqueta donde viene indicada la dosis adecuada de producto
La aplicación la vamos a realizar en nuestra huerta sobre la pequeña planta de cebolla, “el cebollín”, una vez plantado y tras su enraizamiento de 8 días.
Si la dosis es de 2 litros /Ha y yo dispongo de 143 m2 operaremos de la siguiente forma:
Revisando la etiqueta del FENFEN vemos que la dosis en estas condiciones es de 1 a 2 litros/Ha.Nuestro bancal de cebollín tiene una superficie aproximada de 143 m2.
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Capítulo 09
Cálculo de las dosis
28,6 mililitros es la cantidad de FENFEN que tendremos que distribuir sobre nuestro bancal de 143 m2 . Pero ¿cuánta agua debemos utilizar? Si el terreno está seco sería conveniente emplear mayor volumen de agua que si el terreno está suficientemente húmedo. Estimamos, por ejemplo, 300 litros de agua por hectárea (los valores recomendados de caldo para la aplicación de herbicidas van desde los 250 litros hasta los 600 litros/Ha). La etiqueta no nos recomienda caldo alguno. En cualquier caso, el caldo se puede obtener de forma práctica, ¿cómo? Pues así. 1. Llenamos la mochila con una cantidad de agua conocida, por ejemplo, 10 litros de agua. 2. En un espacio o finca marcamos una superficie de terreno conocida, por
Marcado de la superficie
Pulverizar los 100 metros
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ejemplo, 100 metros cuadrados. Ésta podemos obtenerla marcando un cuadrado de 10 por 10 metros de lado; o de una cinta métrica de 100 metros tratando un metro de ancho. Si en lugar de marcar 100 metros marcamos 200 metros cuadrados será mejor. 3. Pulverizamos esos 100 metros con la mochila empezando por un extremo. Cuando finalicemos el tratamiento sobre la superficie de terreno marcado, aún nos deberá quedar agua en la mochila. 4. El agua sobrante de la mochila la vertemos en un caldero y la mediremos con una jarra. Imaginemos que nos sobraron 7 litros de agua. Eso quiere decir que hemos gastado 3 litros de agua en los 100 metros cuadrados de terreno marcado. (Teníamos 10 litros en la mochila, nos quedan 7 litros, con lo que 10 – 7 = 3 litros vertidos en el terreno).
Medición de aguas sobrantes
Cálculo de las dosis Éste es un sencillo ejemplo de obtención del caldo, pero podéis obtenerlo por otros métodos. Con ello tendremos, lógicamente, una aproximación. Así que el caldo que yo gastaré en un tratamiento con la mochila es de 3 litros en 100 metros. Piensa, amigo lector, que lo ideal es repetir este ensayo dos o tres veces más y sacar la media. De esta forma tendremos un valor muy aproximado del caldo que verteremos en 100 m2. Siempre que la mochila tenga la misma presión, la misma boquilla y caminemos más o menos a la misma velocidad el caldo gastado será siempre similar, con lo cual, este ensayo no tendremos que repetirlo cada vez que pretendamos realizar un tratamiento. Volvamos al ejemplo del FENFEN en el que teníamos 28,6 mililitros y la parcela de cebollín de 143 m2. Ahora necesitamos co-
Capítulo 09
nocer la cantidad de agua que necesitamos echar en la mochila para tratar los 143 m2 y repartir los 28,6 ml de herbicida.
Pues bien, hemos calculado en la práctica un gasto de caldo de 3 litros en 100 m2 Con lo cual el caldo para 143 metros será: 3 / 100 = 0,03 × 143 = 4,29 litros de agua.
Cuando tratemos el bancal de cebollín llenaremos la mochila con 4,29 litros de agua y en ella echaremos 28,6 mililitros de producto FENFEN. De esta forma tendremos la mochila preparada para tratar 143 m2.
Medidores de productos para dosificación
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Capítulo 09
Cálculo de las dosis NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 10 PASOS A SEGUIR DESDE LA COMPRA DEL PRODUCTO HASTA LA APLICACIÓN DEL MISMO. Los productos fitosanitarios se incluyen dentro de los productos denominados peligrosos y, por ello, cuando se emplean cabe la posibilidad de poner en peligro la salud de quienes los emplean. El consumidor también está incluido en la cadena de riesgo por los residuos del producto que pueden quedar en el alimento tras la recolección del mismo, en el caso de no haber respetado las condiciones de uso. Por ello, y para evitar accidentes, debemos manipular estos productos de la forma más correcta posible. De ahí que, yo, en este manual aporte algunas pinceladas que considero interesantes sobre dichos productos para su correcto uso. Nuestro trabajo de manipulación se inicia cuando compramos el producto en el punto de venta (cooperativas, tiendas, distribuidores, gardens, etc.) y finaliza con la eliminación de los envases vacíos y limpios. Bien, pues vamos paso a paso con la buena práctica: 65
Capítulo 10
Pa s o s a s e g u i r d e s d e l a c o m p r a . . . .
• Comprando el producto
poco peligrosos para nosotros y para la naturaleza. Además deben cumplir su función, es decir, ser eficaces.
• Transportando el producto • Almacenando el producto • Desde la aplicación al final del
tratamiento.
También os invito a incluir los puntos que consideréis que puedan mejorar cada apartado.
En la compra: Pensaremos que: • El producto tiene que estar en su envase perfectamente precintado y etiquetado. Es necesario que no tenga pérdidas ni derrames. • Tenemos que adquirir aquella sustancia activa que sea adecuada para el agente nocivo que pretendemos controlar. • El envase del producto debe tener el tamaño adecuado, es decir, si con un bote de 10 mililitros se hace una mochila de 15 litros y con este volumen se puede realizar todo el tratamiento no será necesario comprar un litro. Si por el contrario un envase de un litro es insuficiente compraré un envase de volumen mayor. • Os recomendaría elegir productos 66
• Si compramos el producto junto con otros artículos como, por ejemplo, alimentos, puntillas, serruchos, abonos, etc. no incluiremos éstos en el mismo recipiente con los productos fitosanitarios. Siempre en bolsas separadas e independientes. • El punto de venta debe estar autorizado para la comercialización de productos fitosanitarios y poder asesorarnos en la compra.
En el transporte: Según la normativa de transporte y el Acuerdo Internacional de Mercancías Peligrosas por carretera la mayor parte de los productos fitosanitarios están sujetos a esta normativa. Sin embargo, existen tipificadas en la norma una serie de exenciones según cantidades a trasportar y tipos de productos. En nuestro caso, el del aficionado o particular, siempre compraremos productos envasados y preparados para la venta al por menor y la normativa exceptúa estos productos. Por ello os doy unas pautas para trasportarlos
• Los productos no se deben colocar en el habitáculo, ni con pasajeros.
• Los productos siempre estarán en su envase original.
Pa s o s a s e g u i r d e s d e l a c o m p r a . . . .
Capítulo 10
• Considero importante disponer de
un contenedor, que podría ser una caja, una jardinera o maceta vacía y estable en su base para ubicar en ellos los productos y de esta forma que estén inmovilizados durante el transporte. Así, además estarán separados de cualquier otro artículo que tengamos en el maletero o trasera de la furgoneta.
• Nunca transportar los productos
junto con piensos, alimentos u otros artículos.
Inmovilización para el transporte
En el almacén: Al igual que en el caso del transporte la normativa sobre almacenamiento de productos químicos es amplia. En cualquier caso yo os recomiendo lo siguiente: • Ubicar los productos en sitio seguro, lejos de niños e inexpertos. También de animales. Si es posible señalizar el lugar.
Productos marcados con identificación de usados
• Nunca estén en los almacenes con alimentos y piensos. En ocasiones hay productos como los herbicidas hormonales que hay que almacenarlos de forma independiente, incluso de los propios fitosanitarios.
bleros u otro medio que los separe de las humedades del suelo. Lo ideal es la utilización de armarios protegidos o estanterías. Si son armarios y bajo llave, mejor. • Por prevención es conveniente disponer de sustancias absorbentes para recoger los posibles derrames.
• No se deben apilar unos sobre otros, si el recipiente o envase no esta preparado para ello. Tampoco se deben ubicar sobre el suelo, y si ésta fuera la opción ubicaríamos un palé, ta-
• Indispensable es la ventilación del almacén, de esta forma no se con67
Capítulo 10
Pa s o s a s e g u i r d e s d e l a c o m p r a . . . .
centrarán vapores de los productos. • Siempre recomiendo disponer de un listado de los productos que tenemos almacenados, y en ese listado indicar el nombre comercial del producto, la materia activa, las dosis, los cultivos autorizados y los plazos de seguridad como mínimo. De esta forma, si por alguna circunstancia la etiqueta se deteriora tendremos una información valiosa anexa. • No debemos dejar productos viejos en el almacén y comprar nuevos. Primero gastaremos los que tengamos en el almacén. • Durante la manipulación o paso por el almacén no tenemos que comer, beber o fumar.
En la aplicación. Esta fase la podemos subdividir en varias subetapas con las siguientes notas de interés: Lo primero es la preparación del caldo o la mezcla. • Pensemos en utilizar la indumentaria de protección necesaria: buzo, guantes, botas y mascarilla. • Revisar todos los contenidos de la etiqueta del producto, y en especial la dosis. No nos equivoquemos al 68
elegir la dosis y el gasto de caldo. De esta forma no sobraran caldos. • El equipo de tratamiento debe estar en perfectas condiciones de uso, es decir, revisado. • Hay que utilizar siempre los medidores necesarios para dosificar, y tras su uso tenemos que lavarlos adecuadamente. • Cuando preparemos el caldo hay que hacerlo al aire libre, nunca en recintos cerrados. Al finalizar el contenido del envase tenemos que lavar y aclarar el mismo tres veces. Esto es lo que se llama “el triple lavado del envase vacío”. • Siempre hay que utilizar agua limpia y no recogerla directamente de cauces ni del grifo. En general, nunca se llenará el depósito al 100 % de agua para posteriormente echar el producto. Llenar la mitad o las tres cuartas partes y luego en agitación añadir el producto fitosanitario. Finalmente rellenar con agua. Si vamos a añadir varios productos hacerlo de forma secuencial, no todos a la vez. • Si al realizar la mezcla no se termina todo el contenido del envase debemos marcarlo con un distintivo, por ejemplo una cruz. Así una vez colocado en la estantería sabremos que
Pa s o s a s e g u i r d e s d e l a c o m p r a . . . . ese envase está usado y tiene aún producto fitosanitario.
Capítulo 10
• De sobra conocido es que no se debe beber, comer ni fumar. Tampoco tocar el cuerpo ni la cara cuando se está tratando.
• Si ha quedado caldo de una aplicación del día anterior, agitar un tiempo antes de realizar la aplicación, de esta forma movilizaremos los sedimentos del producto y éste se mezclará.
• En la aplicación del producto propiamente dicha hay que tratar de distribuir uniformemente el producto sobre la superficie a pulverizar, de forma que no gotee ni chorree producto al suelo.
• En esta fase evitar factores alrededor nuestro que puedan distraernos de nuestro trabajo.
• Debemos evitar que la pulverización caiga sobre nosotros cuando estemos tratando el cultivo.
En segundo lugar, la realización del tratamiento.
• El viento favorece la dispersión incontrolada del producto fitosanitario y eso genera la tan conocida “deriva”. Hay que tratar de evitarla.
• Pensemos en no tratar si llueve o hace viento. • La posesión del carné de manipulador de productos fitosanitarios nos habilita para la realización correcta de los tratamientos. En Asturias es obligariorio para los T+
• Si las boquillas se obstruyen cuando estamos tratando no soplar las boquillas con la boca, ni utilizar un alambre, palillo o similar que las pueda deteriorar. Yo empleo siempre un cepillo de dientes de púas finas. La recomendación general es agua o aire a presión.
• Un aplicador no debe tratar durante mucho tiempo. • Siempre disponer de la indumentaria adecuada de protección.
• Si sobra caldo, diluirlo con agua y aplicarlo sobre el cultivo. No sé para que incluyo esta nota, ya que si previamente hemos calculado el gasto y la dosis no tiene por qué sobrar nada o casi nada.
• No permitamos que personas, niños o animales ronden o se acerquen al lugar donde estamos realizando el tratamiento, en definitiva, “Alejar a los curiosos”.
• Si tenemos algún problema de sa69
Capítulo 10
Pa s o s a s e g u i r d e s d e l a c o m p r a . . . .
lud como alteraciones gástricas, hepaticas, anemias, etc. no se deben realizar tratamientos. • Es recomendable tratar al atardecer. • Si el tratamiento se alarga es habitual tomarnos un respiro. En este caso los descansos deben hacerse fuera del área tratada. La tercera subetapa es finalizar el tratamiento correctamente. • Hay que limpiar el equipo de tratamiento lo más exhaustivamente posible. De esta forma alargaremos su vida de uso. • El agua de limpieza no se verterá al
alcantarillado, arroyos o cauces, pozos o similar. • Los envases vacíos y limpios los entregaremos al gestor autorizado. • Lavaremos o limpiaremos nuestra indumentaria de protección. Si es de un solo uso la entregaremos al gestor autorizado correspondiente, si no lo ubicaremos en un lugar seguro y seco. • Nos daremos una buena y relajada ducha. ¡Ojo con el gasto de agua! • Respetaremos los plazos de seguridad para la recolección de los alimentos o para la entrada en las fincas tratadas.
NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
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Capítulo 11 PROTECCIÓN DEL CUERPO EN LOS TRATAMIENTOS FITOSANITARIOS. Aplicación incorrecta sin indumentaria de protección.
Puedo comenzar este apartado con un antiguo refrán que puede impactar en la ayuda al prójimo: “Primero yo, después yo, y siempre yo”. Aunque socialmente no considero de aplicación este refrán en este capítulo me viene al dedillo. Como ya comenté, los productos fitosanitarios son productos peligrosos y como tales debemos extremar “les precauciones” al trabajar con ellos. A nivel de prevención de riesgos laborales están tabulados los valores tóxicos de los productos a partir de los cuales es obligatorio emplear determinadas medidas de protección personal. Desde luego no voy a entrar en ellas pero sí creo interesante mencionar unos comentarios básicos para protegernos cuando empleemos estos 71
Capítulo 11
P ro t e c c i ó n d e l c u e r p o . . .
productos. Hay una máxima personal, que puede parecer excesiva, y seguramente lo será dependiendo de la circunstancia, pero me permito la libertad de incluirla.
de los productos fitosanitarios en el cuerpo. Forman lo que se denomina equipo de protección personal (EPP) o equipo de protección individual (EPI).
“Toda protección es poca”
Si dividimos nuestro cuerpo en: Tronco y extremidades, manos y pies y rostro. Debemos de pensar en proteger cada una de estas partes lo mejor que podamos.
Ello va por aquellos que realizan los tratamientos fitosanitarios en sus huertos “en bañador, con la crema bronceadora y con zapatillas”. El párrafo anterior es para reírse, pero os aseguro que alguno lo ha hecho más de una vez. Bien, en cualquier caso ahí van unas pinceladas. Los productos fitosanitarios pueden entrar en el organismo por tres vías principales:
• Respiratoria. • Dérmica. • Digestiva. Otra de las vías es la parenteral por medio de heridas abiertas, a través de las cuales puede pasar el producto directamente a la sangre. Por tanto, debemos buscar los medios de protección adecuados para evitar que los productos fitosanitarios penetren en el interior de nuestro cuerpo. En los comercios podemos encontrar la indumentaria y los artículos homologados adecuados para hacer de barrera a la entrada 72
TRONCO Y EXTREMIDADES: Para la protección de esta parte del cuerpo emplearemos un buzo (por mi tierra lo llamamos “mono o funda”). Tradicionalmente se decía que la funda fuese de algodón 100%, pero hoy día disponemos de buzos Buzo impermeable a productos químicos tipo 6
P ro t e c c i ó n d e l c u e r p o . . . de algodón con acabados repelentes para los productos químicos y buzos específicos para productos químicos. Yo os recomiendo los buzos para productos químicos. Estos buzos los podéis identificar por el pictograma que aparece en la etiqueta.
Capítulo 11
Protección pulverización Protección a chorro
Información de cuerpo y talla
Protección a Espolvoreo
Productos Químicos
Además estos buzos incluyen capucha para la cabeza y gomas en la sujeción de la muñeca y los tobillos.
MANOS Y PIES: La protección de estas partes del cuerpo se realiza con guantes y botas. Los guantes pueden ser de látex, y se recomienda el uso de guantes de goma nitrilo o de neopreno que nos cubran hasta el antebrazo.
Etiqueta de buzo impermeable para productos químicos
Para los pies usaremos botas de goma, a ser posible para productos químicos. Todos estos equipos de protección deben de limpiarse correctamente una vez usados, tanto por dentro como por fuera. Si están
Emplear botas de goma para productos químicos.
Guantes de nitrilo. Deben cubrir hasta el antebrazo.
73
Capítulo 11
P ro t e c c i ó n d e l c u e r p o . . . deteriorados deben desechase.
ROSTRO: En primer lugar, decir que durante las aplicaciones con productos fitosanitarios el manipulador está rodeado de partículas líquidas y/o sólidas en suspensión. Además, es posible que el producto desprenda algún tipo de gas perjudicial para la salud. Todo ello, nos debe hacer reflexionar sobre la protección facial más adecuada.
Mascarilla de partículas.
Repito, por ello, en función del tipo de producto y aplicación necesitaremos una u otra protección facial. Así, por ejemplo, si realizamos un espolvoreo, utilizaremos una protección respiratoria de partículas. Por el contrario, si en la aplicación el producto desprende algún tipo de vapor o gas perjudicial tendremos que recurrir a una protección adecuada frente a vapores. Lo ideal es conocer el tipo de vapor puesto que en el mercado hay equipos de protección distintos para diferentes tipos de vapores.
Mosca para particulas y distintos gases.
• Para la boca- nariz: Mascarillas mecánicas: la misma mas-
carilla es ya un filtro de protección. Nos proporcionan protección frente a pulverizaciones líquidas y espolvoreos sólidos que no desprendan ningún tipo de vapor. Estas mascarillas suelen ser de color blanco y llevan inscrita la siguiente descripción FFP2, donde el número es el nivel de protección y se encuentra entre los valores 1 (bajo), 2 (medio) y 3(alto).
Máscara con filtros mixtos autocambiables.
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P ro t e c c i ó n d e l c u e r p o . . .
Capítulo 11
Medias máscaras: son equipos en los que
respectivamente.
Media mascara completa: si a la media
La recomendación básica es que la máscara proteja frente a vapores orgánicos y a partículas sólidas y líquidas en suspensión. Esto equivale a unos filtros de color blanco y marrón y a las letras P y B respectivamente
la máscara es de goma, silicona o un material similar al que se le incorporan los filtros. Los filtros pueden ser fijos (la mosca) o, por el contrario, pueden ser cambiables. máscara le incorporamos una pantalla para la visión tendremos una media máscara completa y así se comercializa.
• Para los ojos: Gafas anti vaho para productos químicos
Equipos autónomos: son equipos que cu- o pantallas de protección. Hay un formabren la cabeza al igual que un “casco de motocicleta”. Unas baterías hacen funcionar un motor que incorpora el aire viciado de productos del exterior pasándolo por los filtros correspondientes y lo introducen en el interior del casco, saliendo luego por otros orificios o por la base del casco. Este es el equipo ideal para “sulfatar en invernaderos” o con atomizadores o nebulizadores. Los filtros de partículas (mecánicos) suelen ser representados por la letra P y por el color blanco. Los filtros de protección de vapores más habituales son de colores marrón, gris o amarillo y con las letras A, B y E
to llamado máscara completa que incluye las gafas y la mascarilla en un todo unido de forma que tiene el rostro totalmente cubierto como ya comenté. Por último, y como recordatorio a lo que ya comenté pensemos que dependiendo del tiempo de exposición al producto, la toxicidad del mismo y otra serie de parámetros debemos seleccionar el equipo de protección que se adecue a nuestras necesidades. Os recomiendo seguir indagando y buscando asesoramiento técnico en este tema.
Gafas de protección.
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Cap铆tulo 11
P ro t e c c i 贸 n d e l c u e r p o . . . NOTAS Y COMENTARIOS DEL LECTOR
76
Félix j. Muñoz Cayado es biólogo natural de Gijón, lleva desarrollando asesoramiento desde el año 1998 en el campo de la sanidad vegetal y de los productos fitosanitarios. Este manual trata de acercar de una manera sencilla y práctica el complejo mundo de los productos fitosanitarios de una forma fácil a los aficionados del mundo rural.