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El plástico: amenaza para el medioambiente y para todos nosotros

Que nuestra salud depende de la salud del planeta es desde hace mucho tiempo el titular de múltiples informes, artículos e investigaciones de científicos, organizaciones y foros internacionales.

Según el último “Informe Planeta Vivo 2020” de WWF, Fondo Mundial para la Naturaleza, “entre 1970 y 2016 las poblaciones de especies de vertebrados en el mundo han disminuido una media del 68%”. Este elevadísimo porcentaje de pérdida de biodiversidad supone una caída de un 8% respecto al anterior informe de 2018.

Una de las principales amenazas para el medio ambiente y, por consiguiente, para el ser humano, es el plástico. Así lo dice el informe “Plastívoros” presentado el pasado mes de febrero por Justicia Alimentaria y Amigos de la Tierra. El informe alerta sobre la alarmante contaminación por microplásticos y sus graves impactos en nuestros ecosistemas, en nuestra alimentación y en consecuencia en nuestra salud. Entre 1950 y 2017 se han producido más de 9.200 millones de toneladas de plástico en el mundo, lo que significa más de una tonelada por habitante, y su producción ha ido incrementándose exponencialmente: más de la mitad se ha producido después de 2005.

El informe apunta que la contaminación microplástica en la tierra podría ser hasta 23 veces mayor que en el océano y que, aproximadamente el 80 % de la contaminación por microplásticos en el océano proviene de la tierra.

Se destaca también que en los productos plásticos se utilizan al menos 132 sustancias o grupos de sustancias que pueden ser problemáticas para la salud. Diversos estudios científicos confirman que durante la quema de PVC (el tipo de plástico más extendido), se liberan sustancias que causan cáncer, problemas respiratorios, daños al sistema inmunológico o al sistema nervioso, daños a los riñones, a los ojos y la piel, etc. Y las cenizas y restos de polvo se depositan en el suelo y en las plantas, y pueden ser absorbidos por éstas y pasar también a la cadena alimenticia.

Los micro y nanoplásticos entran en contacto con el ser humano a través de la piel, del aire que respiramos o de todo aquello que ingerimos. Según el informe, estamos consumiendo alrededor de 2.000 pequeñas piezas de plástico cada semana, aproximadamente 5 gramos a la semana, 21 gramos al mes y poco más de 250 gramos al año.

Las organizaciones proponen una serie de medidas concretas para reducir drásticamente la fabricación y el uso de los plásticos en todos los sectores productivos y, en concreto, en el agroalimentario.

Marta Gandarillas, Periodista especializada en Salud Natural, Titulada superior en Naturopatía y Terapeuta de Jin Shin Jyutsu|mgbioecoactual@gmail.com

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