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Urticaria aquagénica
La palabra “urticaria” viene de “ortiga”, una planta herbácea que provoca una erupción característica por el roce con sus hojas.
La urticaria es una enfermedad común, consistente en una erupción normalmente aguda, que cursa con habones (ronchas), picor, escozor y, a veces, malestar general. Existen diferentes tipos dependiendo del tiempo de duración, su causa y los factores desencadenantes y está mediada por la liberación de histamina, que es la responsable de los fenómenos inflamatorios y el picor.
Se suele presentar en forma de episodios autolimitados de duración variable y el desencadenante puede ser interno por ingesta de algún alimento o externo por exposición o contacto con algún agente ambiental químico (detergentes, cremas), o físico (radiaciones solares, humedad, etc.).
¿En qué consiste la urticaria aquagénica?
La urticaria aquagénica es un tipo de urticaria física muy poco frecuente y se considera una enfermedad rara. Las lesiones en forma de ronchas con picor aparecen tras el contacto con el agua y se localizan principalmente en el cuello, tronco, hombros, brazos y espalda.
Es independiente de la temperatura de la misma, no se produce con otros líquidos y predomina en mujeres a partir de la adolescencia.
Los episodios, aunque suelen ser benignos y de corta duración, afectan a la calidad de vida de quienes la padecen, especialmente en verano, ya que cualquier baño o contacto con el agua puede desencadenar un episodio.
La causa es desconocida y los tratamientos convencionales son sintomáticos, a base de antihistamínicos e incluso inmunosupresores, con lo que hay que tener mucho cuidado en que no sea peor el remedio que la enfermedad.
¿Qué ofrece la Medicina Integrativa?
Desde una perspectiva integrativa, la estrategia terapéutica se basa siempre en ayudar al organismo a restaurar las funciones alteradas y, por tanto, recuperar la salud.
Las urticarias suponen un estado de hiperreactividad ante un determinado estímulo. En nuestra práctica encontramos la mayoría de las veces un estado alterado que incluye un aumento del estrés emocional, mala alimentación, influencias medioambientales, etc.
Enfocamos así el tratamiento en tres pilares: dieta y desintoxicación, regulación de la respuesta inflamatoria y mejoría del estado emocional.
Existen alimentos liberadores de histamina que pueden potenciar la respuesta alérgica. No tiene mucho sentido estar tomando antihistamínicos por un lado y por otro, comiendo embutidos, atún en lata, o quesos curados, entre otros alimentos liberadores de histamina.
Algunos alimentos como la leche de vaca y el gluten de trigo actúan como alimentos proinflamatorios. En algunas personas puede haber una intolerancia oculta a estos u otros alimentos que deberán evitarse.
Incluimos aquí la regulación de la microbiota intestinal mediante la ingesta de fermentados o la suplementación con los probióticos adecuados.
¿Se puede tratar con Homeopatía?
Por supuesto. Los medicamentos homeopáticos por su acción sistémica sobre todo el organismo, nos permiten actuar tanto sobre la urticaria como sobre el estado emocional del paciente, permitiéndole abordar sus conflictos o situaciones de estrés con más recursos y más capacidad adaptativa.
Medicamentos como Urtica urens, Rhus toxicodendron, Dulcamara o Histaminum pueden ayudar a resolver un episodio agudo rápidamente. Las recurrencias y la cronicidad exigen un estudio y un tratamiento personalizados y debe ser instaurado por un médico homeópata. •
Dr. Juan José Dallarés Angulo, Medicina Integrativa-Homeopatía, Col. Nº 14.666 Barcelona.