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Veganismo en el sistema sanitario

“Que el alimento sea tu medicina...”

Para Hipócrates, padre de la medicina y a quien se atribuye esta frase, una buena alimentación y el ejercicio físico eran la base de la salud; y la nutrición uno de los mejores instrumentos de que disponía el médico para curar.

Pero con la modernización de la medicina y el desarrollo de los fármacos, las vacunas, la cirugía y otras técnicas terapéuticas, los médicos nos olvidamos no solo de la nutrición, sino también de otras medidas relacionadas con el estilo de vida que siguen siendo preventivas y curativas. La nutrición dejó de ser parte de la educación de los futuros médicos, o se redujo a un mínimo de horas y conceptos básicos.

Esto ha tenido claras consecuencias negativas, y es uno de los motivos por los que a partir de los años 50 del siglo pasado, trastornos como la obesidad, la diabetes, los problemas cardiovasculares, la diverticulosis o muchos cánceres se hicieron cada vez más frecuentes hasta convertirse en la principal causa de enfermedad y muerte en los países de altos ingresos. Ya en 1990, la OMS alertó de que un estilo de vida inadecuado (mala alimentación, poco ejercicio, consumo de alcohol y tabaco) era la causa de la mayoría de las enfermedades actuales.

Afortunadamente, esta tendencia se está invirtiendo y el interés de los profesionales sanitarios por la nutrición no deja de aumentar. Tras décadas de investigación, ha quedado claro que Hipócrates tenía razón y que la alimentación juega un papel primordial en la prevención y tratamiento de la mayor parte de las enfermedades humanas. No solo las enfermedades crónicas, que ya todo el mundo acepta que se deben en su mayor parte a un estilo de vida inadecuado, sino incluso las enfermedades agudas e infecciosas. Por ejemplo, a lo largo de este último año, dos estudios han mostrado que las personas que siguen dietas predominantemente vegetales tienen, no solo menos riesgo de adquirir la infección por el coronavirus SARS-Cov-2, sino además, menos riesgo de padecer una enfermedad grave por covid-19 o de ser hospitalizados si se contagian.

¿Qué saben los profesionales sanitarios sobre la alimentación vegana?

Hasta hace unos años, la alimentación vegana era vista con enorme recelo por los profesionales sanitarios, ya que prevalecía la idea de que era una dieta deficiente y que comprometía la salud y el desarrollo, en especial de los grupos más vulnerables, como mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños. Sin embargo, esta actitud está cambiando ya que estudio tras estudio revelan que la salud de las poblaciones veganas y vegetarianas es en muchos casos mejor que la de las personas que comen carne, y que la alimentación vegetal puede ser una de las mejores herramientas para evitar enfermedades. En los congresos de muchas especialidades médicas ya se incluyen conferencias sobre nutrición general e incluso sobre dietas vegetales.

Los veganos en el sistema sanitario

Desgraciadamente, no todos los profesionales sanitarios están al tanto de estos avances sobre nutrición y alimentación vegana, y muchos no tienen siquiera suficiente interés por aprender. Por ello, a un vegano o vegana concreto, o a una familia vegana, todavía le puede “tocar” un profesional no actualizado y esto puede convertirse en una fuente de enfrentamientos y dar lugar a mala calidad en la asistencia sanitaria que va a recibir el paciente.

En los hospitales, la norma hasta hace unos años era la ausencia total de menús veganos, y cuando una persona vegana ingresaba en un hospital, estaba condenada a sufrir menús desequilibrados compuestos únicamente por verduras cocidas, ensaladas, arroz blanco y pan, o a recibir menús con ingredientes animales ocultos. Esto no solamente es una falta de respeto, sino que además una alimentación de baja calidad compromete la recuperación después de una enfermedad, parto o cirugía. En estas circunstancias, la mayoría de pacientes veganos tenían que recurrir a las bolsas de frutos secos y barritas energéticas, o a pedir a familiares y amigos que trajeran comida.

Pero hoy el derecho de los y las pacientes veganos a recibir una dieta nutricionalmente adecuada en el hospital cada vez está más reconocido y los nutricionistas que trabajan en hospitales están dando buenos pasos en esa dirección, aunque todavía queda mucho por mejorar.

Por supuesto, los veganos se enfrentan a otras dificultades en el sistema sanitario, ya que hay un gran porcentaje de tratamientos que llevan compuestos de origen animal o que han sido probados en animales. La diferencia es que para muchos fármacos y otros tratamientos, a día de hoy no hay alternativas veganas y en estos casos no es aconsejable rechazarlos, ya que esto podría comprometer nuestra salud o la vida. Recordemos que el veganismo se define como la práctica de evitar todas las formas de explotación y trato cruel hacia los animales, siempre que sea posible y practicable, es decir, que existan alternativas.

Más comida vegana para todos

Además del derecho de los pacientes veganos a recibir menús nutricionalmente adecuados y que se ajusten a sus creencias, cada vez se reconoce más el derecho de todos los pacientes a recibir la mejor dieta que favorezca su recuperación, así como a recibir educación nutricional mientras están en un hospital. Las comidas que el paciente ve en el hospital deberían ser un ejemplo de lo que debería comer en casa, y no al revés. Si a los pacientes se les dice que deben evitar los embutidos y el azúcar, no puede ser que se les ofrezca para merendar galletas y natillas o un bocadillo de jamón.

Los países anglosajones ya están trabajando en esta dirección. En 2017 el Instituto Estadounidense de Cardiología hizo un llamamiento a los hospitales de todo el país para que los menús de los pacientes, así como la comida ofrecida en las cafeterías para el público general, siguieran las recomendaciones dietéticas actuales y se ajustaran más a un patrón mediterráneo. En concreto, el Instituto de Cardiología recomienda incluir y promocionar en los menús una opción de plato principal 100% vegetal y tres porciones de frutas y/o verduras en cada comida principal (almuerzo y cena). También recomienda que no se incluya en los menús grasas trans ni carnes procesadas (embutidos, salchichas, tocino...). Para los pacientes que padecen o se están recuperando de una enfermedad del corazón, además de estas recomendaciones, el Instituto de Cardiología exhorta a los hospitales a servir a los pacientes cereales integrales en vez de refinados y a que el plato principal de almuerzo y cena sea 100% vegetal y bajo en sal, grasa saturada y azúcar.

Los estados de Nueva York y California ya han aprobado una ley que obliga a los hospitales a incluir una opción vegana equilibrada en cada comida.

El hospital privado Hayek, en Líbano, ha dado un paso más y hace unas semanas ha instaurado un menú 100% vegetal para todos sus pacientes y trabajadores. “Nuestros pacientes ya no se despertarán de la cirugía y verán en su bandeja una comida con carne, queso, leche y huevos, que son justamente los alimentos que han contribuido a sus problemas de salud. Servir carne en un hospital sería como ofrecer cigarrillos a los pacientes.” •

Miriam Martínez, Biarge Médico Pediatra | www.creciendoenverde.com | info@creciendoenverde.com

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