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Receta: Melocotón Melba Vegano
Mareva Gillioz, Dietista y Coach nutricional, especializada en Naturopatía. Certificada en cocina crudivegana por Matthew Kenney Culinary Institute
Utensilios
• Batidora potente de vaso (750 watts mínimo)
Ingredientes Crema helada de vainilla
• 1 taza de anacardos
• 1 coco joven, usaremos 1/2 taza de su pulpa (se puede sustituir por 1/2 taza de harina de almendra)
• 1 taza de agua o bebida vegetal sin azúcar
• 2 cucharadas de zumo de limón bio
• 1 c. postre de la piel rallada de limón
• 1/2 lima, en zumo
• 2 cucharadas de sirope de coco
• pizca de canela en polvo
• pizca de cardamomo en polvo
• pizca de vainilla en polvo
• pizca de sal sin refinar
• 30-40 ml de aceite de coco bio derretido
Ingredientes Puré de grosella
• 1 taza de grosellas limpias
• 2 c. soperas de zumo de lima
• 1,5 c. sopera de sirope de coco
Para servir
• 1 taza de melocotón troceado por ración (o nectarina)
Elaboración
1. En el vaso de la batidora, verter todos los ingredientes de la crema de vainilla hasta que quede homogénea. Reservar en la nevera.
2. Limpiar la batidora con agua y verter el resto de ingredientes del puré de grosella. Batir hasta que quede todo homogéneo. Si se desea, se puede añadir más agua o bebida vegetal para diluirlo más.
3. En un vaso verter la primera capa del puré de grosellas, añadir el melocotón y finalmente, la capa de la crema de vainilla.
Estrenamos el otoño con sus colores tan característicos, el amarillo y rojo de las hojas de los árboles, pero en forma de postre saludable con esta versión de Melocotón melba vegano conocido como Pêche melba, todo un clásico en la cocina francesa creado por el chef Auguste Escoffer, en 1892 en el Savoy Hotel de Londres, en honor a la soprano australiana Nellie Melba.
4. Añadir algo de fruta o topping al gusto por encima.
Se trata de un postre fácil de preparar y que admite tantas versiones como frutas deseemos usar, según la temporada...En su origen, sus ingredientes principales suelen ser el melocotón y las frambuesas, pero aquí hemos sustituido las frambuesas por grosellas y el melocotón se hubiese podido cambiar por nectarinas, aunque también por pera, manzana, piña, albaricoques, caqui, mango o papaya. Se obtiene un sinfín de sabores diferentes para una misma receta, y es que muchas veces, ¡en lo simple está lo exquisito y auténtico!
Se trata de una versión vegana sin lácteos ni azúcar refinado, en la que su base está formada por una deliciosa crema de vainilla natural que se puede tomar fría o a temperatura ambiente, según lo que el día otoñal nos inspire. De hecho esta misma característica es lo que le confiere ser un postre apto para tomar durante todo el año.
En éste caso, el melocotón nos aporta una acción anti-aging y rejuvenecedora para nuestra piel, algo castigada tras la exposición al sol, viento y aguas saladas del verano... Contiene beta-caroteno y antocianinas, de alto poder antioxidante y antiiinflamatorio que además también protegen el sistema cardiovascular y refuerzan el sistema inmune para así ayudar prevenir los frecuentes resfriados tan típicos en ésta época del año...Se la considera una fruta antianémica por su riqueza en hierro y diurética por su contenido en potasio, ideal para las personas que retienen líquidos. Digestiva, a la vez que dulce pero pobre en azúcares, es rica en fibra prebiótica, amiga y alimento esencial para nuestra microbiota intestinal.
Las grosellas ricas en vitamina C, completan éste postre para formar el puré y potenciar el efecto antioxidante gracias a su contenido en vitamina C, además de mejorar la absorción del hierro del melocotón. Ayudan a prevenir enfermedades del tracto respiratorio y tienen propiedades antibacterianas y anti-estrés, una auténtica fruta aliada para nuestro sistema nervioso e inmunológico. Su sabor algo ácido equilibra el dulzor del melocotón y de la crema, aportando equilibrio y textura, además de sobre todo salud.
¡Un postre que triunfará en casa y en el sistema digestivo! •