Historia Obra Don Guanella

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EL FUNDADOR Luis Guanella nació en Fraciscio di Campodolcino, Valle de Chiavena (Sondrio), el 19 de diciembre de 1842. Murió en Como, el 24 de octubre de 1915. De los buenos ejemplos de sus padres Lorenzo y María, Luisito adquirió una excelente formación espiritual que le permitió hacer su Primera Comunión a los 9 años de edad. El día en que volvía de recibir el sacramento, tuvo una visión que lo alentaba a fuertes propósitos de bien, eso lo llevó a los doce años a presentarse a sus padres para decirles con decisión: "Quiero ser sacerdote". En el colegio y en el seminario destacó por su piedad y amor al estudio. El 26 de mayo de 1866, en Como, Luis Guanella fue ordenado sacerdote, y el 31 de mayo, celebró en Prosto su primera Misa. Su lema de ordenación fue: "Quiero ser una espada de fuego en el ministerio santo". En sus primeros años en Prosto y luego en Savogno impartió copiosamente la instrucción religiosa al tiempo que alfabetizaba a niños y adultos. Don Bosco lo amó como a un amigo y hermano y lo invitó a Turín adonde llegó en enero de 1875. Durante los tres años que permaneció con los salesianos fue director de un Oratorio frecuentado por setecientos jóvenes, redactó el estatuto de los laicos Cooperadores Salesianos y sugirió a Don Bosco promover las vocaciones religiosas adultas. Se separó agradecido y con dolor de aquella Congregación en busca de su propia intuición vocacional, sin imaginar las múltiples incomprensiones y obstáculos que hallaría en su camino. El 1º de octubre de 1881, fue nombrado vicario espiritual de Pianello Lario en reemplazo del fallecido párroco don Carlos Coppini, quien había fundado un asilo para huérfanos, inválidos y ancianos junto a un grupo de jóvenes reunidas en Pía Asociación con el nombre de Ursulinas, bajo la dirección de Marcelina Bosatta. Cuando después de un tiempo ellas lo reconocieron como director de aquella obra, Don Luis sintió que para él había sonado “la hora de la misericordia". CLARA BOSATTA Entre las jóvenes dedicadas a esa labor caritativa, estaba Dina Bosatta, hermana de Marcelina, quien deseaba consagrar su vida al Evangelio y entregarse totalmente al Señor. Al poco tiempo, Dina, ahora llamada Clara Bosatta, comprendió que podía confiar en Don Guanella y le abrió su corazón mientras permanecía a la cabecera de los enfermos cuidándoles con inmensa ternura. Hablaba con Dios largo tiempo, vivía sencillamente, con muchos sacrificios. Tenía una gran devoción a Jesús Crucificado y le dolía todo lo que tuvo que sufrir por nosotros. Quería consolarle de alguna manera. El padre Luis se dio cuenta que estaba tratando con alguien muy especial y la ayudó a recorrer el camino de la santidad. El corazón grande de Jesús, atrajo a Clara y le animó a tener también ella un corazón abierto y disponible para los demás. Sabía que el Amor es el más grande de los mandamientos, la esencia del Evangelio. Don Guanella viendo su madurez y santidad, la mandó a fundar una casa a la ciudad de Como, adonde llegó tras una larga noche en barca rezando e invocando la Providencia de Dios. Después de algunos meses, la joven enfermó gravemente y fue enviada de regreso a Pianello donde falleció al poco tiempo. Antes de morir, ofreció su vida por la Congregación que estaba naciendo.


Juan Pablo II, la beatificó el 21 de abril de 1991, poniéndola de modelo para la Familia Guanelliana y para la Iglesia. SE EXTIENDE LA TIENDA DE LA CARIDAD La obra fundada en Como pasó a llamarse "Casa de la Divina Providencia" y el número de religiosas y asistidos iba aumentando. A esa residencia siguió otra en Lora, destinada a Casa de Formación Religiosa y Hogar para Huérfanas y Ancianas. Después de Lora vino Milán, Roma y Suiza. En mayo de 1913, contando ya más de setenta años, Don Guanella cruzó el océano para levantar una obra en Chicago con lo que se inició la expansión en América. A sus religiosas las reunió en una Congregación que llamó "Hijas de Santa María de la Providencia". Luego, formó la Congregación masculina de los "Siervos de la Caridad". Antes de fallecer, Don Guanella instituyó la Pía Unión del Tránsito de San José, cruzada de oración por los agonizantes, con lo que llegó a fundar treinta y cuatro institutos, sin contar los jardines infantiles. Los Siervos de la Caridad, siguiendo el espíritu misionero de su Fundador, llevaron su carisma de servicio a latitudes más lejanas, llegando a Chile en 1948, tras la invitación que les cursara en Roma san Alberto Hurtado quien requería ayuda para su incipiente Hogar de Cristo. El padre Luis Guanella fue proclamado beato el 25 de octubre de 1964 por el Santo Padre Paulo VI, quien durante la ceremonia dijo a los Siervos de la Caridad y a las Hijas de Santa María de la Providencia: "Ustedes son la familia de Don Guanella; ustedes son su gloria, ustedes son su grandeza". Y agregó: "La obra de Don Guanella es obra de Dios, y si es obra de Dios, es maravillosa, es benéfica, es santa". Hoy la Obra Don Guanella está presente en 20 países de cuatro continentes. En Chile sus centros operativos están en Renca, Batuco, Llo-Lleo, Rancagua, Limache y Coyhaique.


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