Como puede observarse Guatemala supera por mucho las importaciones de armas y municiones de los demás países centroamericanos y esto de alguna manera se encuentra vinculado a la permisividad legal para la adquisición de armas y de municiones. Las importaciones provienen especialmente de Estados Unidos, República Checa, Brasil, México, Argentina, Filipina, Hungría y Turquía y en menores cantidades de otros países, especialmente europeos, aunque resulta significativo exportaciones guatemaltecas a El Salvador y Honduras, aunque en cantidades pequeñas y fundamentalmente municiones.
En los últimos diez años el crecimiento de armas en manos particulares y de compra de municiones ha sido elevado: En Guatemala se importaron 21 millones de municiones durante 1995, pero en el año de 2004 la cantidad ascendió a 43 millones.14 Otro dato preocupante es que las legislaciones centroamericanas coinciden en permitir o inscribir un promedio de 3 armas por licencia otorgada.15 En el caso guatemalteco no hay limitación al número de licencias que pueda posee una persona individual.
Estos datos reflejan el contexto de inseguridad y la búsqueda de soluciones alternativas frente a las débiles respuestas estatales en esta materia, a pesar de que existe una percepción generalizada de la población, la que se evidencia en varios estudios, que las armas son un riesgo y la causa de la violencia. El caso de Costa Rica es significativo porque el número de armas registradas en 2000 era de 44,000, pero en el 2004 el número creció a 148,000, según datos del Organismo de Investigaciones Judiciales. Es evidente que ese ambiente genera mayores riesgos y posibilidades de violencia, y que es favorecido por legislaciones que, en general, establecen mínimas restricciones para la tenencia y portación de armas de fuego. En todo caso, esos riesgos aumentan al existir disponibilidad en el mercado ilícito en países donde la práctica ciudadana, por la poca credibilidad en sus instituciones gubernamentales, es evadir los requisitos legales.
3. El tráfico ilegal de armas en Centroamérica: El tráfico ilegal de armas está convirtiéndose en uno de los negocios más rentables a nivel mundial. Intermediarios en diversas partes del mundo proveen de armamentos en escenarios muy diversos y hacen negocios incluso con estados a pesar de prohibiciones o embargos internacionales.17 En muchas ocasiones al margen del control de la comunidad internacional. La extensión de las armas ligeras por el mundo es cada vez mayor. Resulta importante insistir en que el tráfico de armas en Centroamérica está asociado a otras actividades ilícitas como es el narcotráfico y el crimen organizado. La disponibilidad de armas pequeñas, si bien es un generador de violencia debe comprenderse que ocurre en contextos que demandan armamento y la posibilidad de distribuirlos masiva e indiscriminadamente, como ocurrió en los conflictos armados en la región, o como ocurre en África donde las guerras civiles y la provisión de arsenales, ya sea por parte de potencias interesadas en el conflicto o bien, por la disponibilidad de recursos para pagarlas (el tráfico de diamantes en el Congo o en Sierra Leona) ponen en circulación enormes cantidades de fusiles o cualquier otro tipo de armas de fuego, que incluso llevan a abaratarlos de tal forma que Afganistán el precio de AK-47 es de ocho dólares
Departamento
No. de homicidios
Tasa %
San Salvador
1,511
68.7
La Libertad
585
74.6
Sonsonate
393
77.6
Santa Ana
335
55.2
San Miguel
227
42.5
La Paz
99
62.6
Ahuachapán
116
32.7
Usulután
87
25
Cabañas
85
54.2
Cuscatlán
85
40
La Unión
74
24.5
San Vicente
66
38.6
Morazán
26
14.5
Chalatenango
23
11.3
Total
3,812
55.5
Fuente: Construcción propia con datos de Instituto de Medicina Legal, Enero- Diciembre de 2005.
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