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BLANCA INES BONILLA SILVA

MANUAL DE AYUDA PARA PADRES SOBRE EL TDAH

2016

POLIESTUDIOS


Índice Introducción Conceptos claves en el TDAH Diagnostico adecuado Comorbilidades del TDAH Procedimientos para el diagnóstico Claves para iniciar el tratamiento Estrategias de apoyo en la escuela Estrategias de apoyo en el área social Estrategias de apoyo en casa Tips de manejo de crisis Cuando el padre o Madre tienen TDAH Bibliografía

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INTRODUCCION

El presente Manual para padres tiene como objetivo brindarles n apoyo, ya que el TDAH no es una desgracia, el problema se da cuando el niño no es comprendido ni ayudado", objetivo con este manual es brindar a los padres de niños con este trastorno una visión optimista que les ayude a superar el problema y les permita escapar de la confusión, desesperación o los sentimientos de culpa, en los que a menudo caen. Lozano “señala que el TDAH es una condición biológica caracterizada por falta de atención sostenida e impulsividad, así como por otra serie de problemas que derivan de éstos y para la cual el organismo ha ideado un mecanismo defensivo bastante incómodo para los demás pero necesario para el que lo sufre.” "Con una detección precoz y una ayuda inteligente se puede conseguir una calidad de vida aceptable, superando los estudios y ejerciendo una profesión dignamente", asegura el especialista. En cuanto a su incidencia e impacto sobre la vida de quien los sufre, detalla que el TDAH es igual de frecuente en niños que en niñas, pero en éstas no se detecta con facilidad. "El TDAH no conduce a la delincuencia ni a la drogadicción, salvo que el ambiente que rodea al niño sea suficientemente hostil para ello", aclara. La hiperactividad no es una enfermedad, sino una condición bioquímica con base hereditaria. "También conviene matizar el significado de la palabra trastorno: los niños con TDAH tienen una condición biológica determinada genéticamente, para que esta condición se considere un trastorno ha de producirse una inadaptación al medio; si no hay problemas de adaptación, no debe hablarse de trastorno". En conclusión, el TDAH se produce cuando a la condición biológica de alguien se suman determinados factores ambientales que conducen a la inadaptación. La verdad es que no conocemos bien los factores ambientales que influyen en el trastorno. Se han implicado algunos como el tabaquismo materno durante el embarazo, tóxicos como el plomo, factores alimenticios y otros sin ningún fundamento, comenta para luego añadir: "Sí es cierto que factores educacionales y afectivos tienen gran influencia en el desarrollo de la conducta de los niños que presentan esta condición.


los padres y educadores que consideran anormal el comportamiento del niño como TDAH no conocen lo que le ocurre, "entonces utilizan métodos educativos tradicionales, les rechaza y les aplican más regaños y castigos que elogios. Como contrapartida, el profesional remarca la necesidad de que los padres sepan que: su hijo no es un enfermo, su hijo tiene una condición biológica diferente que, posiblemente, también tenga uno de ellos; su hijo está intentando adaptarse al medio con conductas que pueden parecer anormales porque se salen de la norma, que pueden perturbar a los demás, pero que constituyen su modo de defensa natural y espontáneo. Lo lógico, pues, es ayudarles y no criticarles ni castigarles; su hijo, con la ayuda necesaria, puede superar las dificultades Respecto de cuánto puede durar el TDAH, la mitad de los niños que han sido diagnosticados con este trastorno presentan síntomas en la edad adulta. Yo creo que el individuo que presenta esta condición la mantiene toda su vida. Lo que cambia con la edad puede ser fruto del proceso evolutivo propio de esta condición y de la historia vital de cada persona, que afronta innumerables experiencias con un factor de resistencia distinto Por lo tanto, la hiperactividad no desaparece, aunque puede reconducirse. "De hecho, los adultos son menos activos que los niños pequeños. Sus continuos movimientos, saltos y carreras son sustituidos ya desde la etapa adolescente por el chasquido de los dedos, que tienen el mismo significado aunque con distinta manifestación", explica. En la edad adulta algunas personas crean mecanismos de adaptación a su peculiaridad; ello les permite alcanzar la estabilidad en la familia, el trabajo y la sociedad, y solamente presentarán algunos rasgos de su trastorno en forma de olvidos, negligencia, o errores puntuales. Por el contrario, quienes no corren la misma suerte viven en la inestabilidad laboral, presentan dificultades para encontrar una pareja estable y se aficionan al consumo de drogas o caen en la delincuencia", contrasta. CAPITULO I CONCEPTOS CLAVES EN EL TDAH.

El TDAH es un trastorno de origen neurobiológico que se inicia en la edad infantil que afecta a niños de edad escolar, adolescentes y adultos

Déficit de atención


Dificultad para mantener la atención durante un tiempo prolongado, le cuesta terminar las tareas , escuchar ,seguir ordenes e instrucciones ,evita las actividades que requiere la atención sostenida ,cambia frecuentemente de conversación, presenta dificultad para seguir normas o detalles en los juegos 

Hiperactividad: Es un trastorno neurológico que afecta el comportamiento, que tiene como principal característica la dificultad de mantener la atención, el desequilibrio emocional, la distracción recurrente y los movimientos generados por la inquietud entre otras conductas Impulsividad: Es la predisposición a reaccionar de forma inesperada, rápida, y desmedida ante una situación externa que puede resultar amenazante, o ante un estímulo interno propio del individuo, sin tener una reflexión previa ni tomar en cuenta las consecuencias que pueden provocar su impulsividad. CAPITULO II DIAGNOSTICO ADECUADO Un diagnóstico correcto es imprescindible para un tratamiento efectivo, para que padres y profesores fundamentalmente, puedan ayudar al niño/a con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad TDAH a que desarrolle todo su potencial. Un diagnóstico precoz es igualmente imprescindible para una pronta intervención, evitando así la posible comorbilidad y abordar adecuadamente los diferentes problemas que puedan surgir a lo largo de su desarrollo. La edad para acudir al profesional dependerá de las características de cada caso, aunque cada vez se dan más sospechas de diagnóstico en la etapa preescolar, a día de hoy, la mayoría de los casos la edad de comienzo del tratamiento es la etapa escolar (escuela primaria). Esto es debido al gran cambio cualitativo y cuantitativo de las exigencias del entorno del niño/a, aumentan las demandas sociales y académicas y se requiere de una mayor atención y control sobre sí mismos, lo que produce mayores dificultades y una sintomatología más clara. Numerosos trastornos o problemas médicos pueden manifestarse por síntomas presentes o nucleares del TDAH lo que dificulta la correcta identificación del trastorno, por lo que es necesario realizar un diagnóstico diferencial minucioso . El TDAH, se puede confundir con desordenes de la infancia o con trastornos como ansiedad, depresión, etc., por eso deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral en el caso de adultos. Los niños en los que se establece el diagnóstico de TDAH han de presentar


varios de los signos y síntomas representativos en un grado considerado "perjudicial" y con una frecuencia mucho mayor de lo predecible para su edad y nivel de maduración. El diagnóstico de este trastorno ha de basarse en una valoración minuciosa para excluir otras posibles causas de las dificultades del niño, lo que incluye información de su familia, de sus profesores y una evaluación por parte de profesionales sanitarios de las diferentes áreas: psiquiatras infantiles, psicólogos infantiles, pediatras, neuropsiquiatras, neuropsicólogos, etc. La evaluación de este complejo trastorno debe realizarse desde una perspectiva multiprofesional que aborde tanto la evaluación psicológica, la educativa como la médica. El diagnóstico está basado en síntomas muy específicos que deben estar presentes en más de un escenario:   

Los niños deben tener al menos 6 síntomas de atención o 6 síntomas de hiperactividad e impulsividad, con algunos síntomas presentes antes de la edad de 7 años. Los síntomas deben estar presentes durante al menos 6 meses, ser observados en dos o más escenarios y no ser causados por otro problema. Los síntomas deben ser tan graves que causen dificultades significativas en muchos escenarios, incluyendo el hogar, la escuela y las relaciones con los compañeros.

En los niños mayores, el TDAH está en remisión parcial cuando aún tienen los síntomas, pero ya no se ajustan a la definición completa del trastorno. El niño debe someterse a una evaluación por parte del psicólogo y neurólogo si se sospecha TDAH y puede abarcar:   

Cuestionarios para los padres y profesores (por ejemplo, Conners, Burks). Evaluación psicológica del niño y de la familia, incluyendo un examen de coeficiente intelectual y pruebas psicológicas. Evaluación mental, nutricional, física, psicosocial y del desarrollo completas.

CAPITULO III COMORBILIDADES DEL TDAH         

Trastorno de oposición desafiante Depresión Ansiedad Psico motricidad Trastorno de conducta Trastorno de integración Sensorial Trastorno de aprendizaje Tics y síndrome de la Tourette Trastorno generalizados del desarrollo


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Enuresis nocturna Trastorno del sueño Trastorno por abuso de sustancias

EJEMPLOS

CAPITULO IV PROCEDIMIENTOS PARA EL DIAGNOSTICO

La evaluación del TDAH debe incluir: 1. Un examen médico completo para evaluar la salud general del niño y descartas problemas de tipo visual, auditivo, anemias o la falta de componentes vitales para su salud. 2. Una evaluación psicológica profesional para tener una idea clara de la condición emocional del niño, incluyendo pruebas de capacidad intelectual y de desarrollo cognitivo. 3. Una evaluación familiar para la cual se utilizan las escalas de comportamiento. 4. Una evaluación escolar que incluya la historia académica y de comportamiento del niño en el aula.


5. El diagnóstico se basará en el cumplimiento de los criterios del DSM-V, que son los criterios diagnósticos establecidos por la Academia Americana de Psiquiatría (1994) o los criterios de la CIE-10 (1992) reconocidos y establecidos por la OMS. CAPITULO V CLAVES PARA INICIAR EL TRATAMIENTO

Cuando nos encontramos ante un posible caso de TDAH el protocolo debe comenzar por una evaluación exhaustiva del caso de cara a buscar el un diagnóstico correcto, imprescindible para un tratamiento efectivo de cara a paliar los síntomas nucleares del trastorno y la posible aparición y presencia de problemas y trastornos asociados. Los tratamientos en el TDAH deben realizarse desde una perspectiva multimodal y de acuerdo a las características y circunstancias del afectado y deben de estar compuestos por una serie de componentes claves que garantizan el éxito del tratamiento 

Psicoeducación: como proceso previo a cualquier tratamiento o intervención terapéutica aborda el trastorno desde una perspectiva global y realista, trabaja la aceptación del trastorno desde el individuo y su familia y es el lugar donde el sujeto y su familia van a partir para alcanzar las metas terapéuticas, personales, familiares y de futuro. La Psicoeducación reporta beneficios a nivel de autoestima, entendimiento del trastorno y sus limitaciones, mejora la motivación y el interés por la terapia, y establece las bases del compromiso por parte del afectado y su familia hacia la mejora terapéutica y personal.

Farmacológico Para lograr éxito en el tratamiento es imprescindible encontrar un buen profesional en el que los padres puedan confiar, que acompañe y dé apoyo a los padres y la familia y que impulse al niño/a a salir adelante. Los padres han de tener una actitud positiva, deseos de aprender, informarse y educarse, aceptar su labor de co-terapeutas, al igual que el profesorado que están en contacto con el niño, quienes deben al igual que los padres aprender a manejar el trastorno para lograr en ellos un buen desarrollo.

Objetivos Realistas, expectativas Alcanzables 

La intervención psicológica ayuda a los niños y adolescentes con TDAH a desarrollar su capacidad de autocontrol, a potenciar sus capacidades cognitivas, a manejar la sintomatología nuclear del trastorno, a gestionar y controlar la frustración, a mejorar y entrenar la socialización, a desarrollar estrategias de afrontamiento, trabajar el desarrollo personal y a tratar los problemas emocionales yentrenar en el manejo de habilidades y estrategias de funcionamiento para el día a


día. Implicación Educativa 

Para evitar el fracaso escolar en los niños con TDAH y obtener éxito en el rendimiento y los resultados académicos, es necesario que haya una implicación educativa activa. El alumnado con TDAH precisa más estructura y organización, más frecuencia en las consecuencias positivas y mayor inmediatez de éstas, más consistencia en las consecuencias negativas, y reajustes especiales o adaptaciones curriculares en su caso para el desarrollo de sus tareas Implicación Familiar Los padres y familiares cercanos del afectado deben aceptar, comprender e implicarse de forma activa en el tratamiento del hijo/a y deben coordinarse con los Servicios Sanitarios Infanto-Juveniles y con el Centro Escolar siendo el núcleo de coordinación del resto de apoyos y servicios de atención del afectado. La implicación familiar es otro punto clave en el éxito del tratamiento como agentes de intervención directa dentro del ámbito familiar y como coterapeutas de las intervenciones educativas, psicoterapéuticas y médicas. La implicación familiar en el tratamiento abarca las siguientes funciones por parte de sus miembros Objetivo: Funcionalidad El objetivo final de toda intervención o tratamiento con un afectado de TDAH debe ser la funcionalidad. El éxito del tratamiento dependerá del grado de adaptación que tenga el niño a los diferentes entornos: social, académico/laboral, familiar, y personal. Que el afectado pueda establecer relaciones sociales y de compañerismo óptimas, que responda a los objetivos académicos y a las demandas académicas a través de las diferentes etapas educativas, que sea capaz de llevar una vida organizada, pautada con hábitos saludables y de conducta positiva, que desarrolle estrategias de cara a controlar la sintomatología propia del trastorno, que adquiera herramientas internas de cara a solucionar de la forma más eficaz los posibles problema que surjan en el día a día, que establezca canales positivos de comunicación y expresión emocional, que desarrolle al máximo su potencial personal y sus capacidades y aptitudes intelectuales cognitivas, personales, emocionales, académicas y sociales y que tanto el afectado como su familia y entorno más cercano tengan una buena calidad de vida, supondrá que el tratamiento ha sido efectivo, adecuado y exitoso.


CAPITULO VI ESTRATEGIAS DE APOYO EN LA ESCUELA

El fomento de conductas positivas manteniendo la cercanía adecuada que permita una corrección de la conducta y la atención del niño.

Es importante el uso de expresiones faciales y contacto visual como: una sonrisa, guiñar un ojo, o aprobar con la cabeza. Esto es fundamental para el reforzamiento de una conducta positiva.

Mantener la cercanía con el niño que padece TDAH a través de un abrazo, una palmada en el hombro, una caricia, le permitirá mantener un lazo más estrecho con este tipo de niños por lo que en muchos de los casos el niño responderá positivamente a dichos estímulos.

Mantener la calma es lo mejor que puede hacer, pues estos niños no son verdaderamente conscientes de la dificultad que presentan, por lo que hablarles de una forma suave manteniendo un tono de voz medio es una manera de no excitar a los niños con TDAH.

Es fundamental que se le presenten actividades que motiven su atención con el uso de materiales atractivos y divertidos. El uso de juegos como memoramas, rompecabezas, crucigramas, escribir en máquina o computadora, juego de cartas, encuentra las diferencias o el copiar diseños, entre otros, permitirá captar mejor la atención de estos niños.

El reconocimiento a través de frases como: lo estás haciendo bien, excelente, le ayudara a que la conducta positiva vuelva a presentarse.

Ayúdelo al comenzar la actividad y no lo forcé si el niño no quiere desarrollarla pues fomentara más la conducta negativa. Tome en consideración el no etiquetarlo ni ridiculizarlo ante sus compañeros, pues muchos de estos niños presentan baja autoestima. Cuando el niño no este respondiendo positivamente al término de la actividad hable con él e invítelo a participar.

Promueva un clima de aceptación y ayuda mediante dinámicas de interacción puede desarrollar juegos como: conejos y conejeras, canasta de frutas, el barco, entre otros.


Es de suma importancia la eliminación de distractores pues estos niños pierden la atención fácilmente.

Ayúdelo a establecer un pensamiento organizado mediante ejercicios como: ilustraciones que presenten secuencias de hechos. Así mismo, promueva la conciencia del niño ante actos que son riesgosos para el invitándolo a tomar conciencia de que es lo que sucedería en caso de algún accidente o situaciones de riesgo para su persona.

El uso de consignas o instrucciones precisas con estos niños es de vital importancia para el desarrollo de actividades lúdicas como escolares.

El uso de técnicas conductuales como economía de fichas le ayudará a controlar el comportamiento del niño en muchos de los casos, no olvidando el establecimiento de reglas firmes y específicas, sancionándolo en caso de no cumplirlas.

CAPITULO VI ESTRATEGIAS DE APOYO EN EL ÁREA SOCIAL

Esto se consigue a través del trabajo en los siguientes aspectos: 1) Conocer e identificar: - Las normas y comportamientos sociales adecuados y correctos a cada contexto. - Las diferentes esferas de la interacción social. - El proceso de socialización y sus partes. - Las diferentes técnicas de interacción social. 2) Descubrir: - Las relaciones de causalidad entre el comportamiento social y sus consecuencias en el entorno. - Las aptitudes y habilidades sociales propias y en los demás.


3) Desarrollar: - Entrenamiento asertivo: Conocer los derechos asertivos y respetarlos. - Funcionamiento empático: solidaridad social. - Manejo asertivo de los conflictos. 4) Entrenar: - Entrenamiento afectivo: mejora de la expresión emocional. - Asertividad - En el uso de las técnicas mediante prácticas de rol-playing. 5) Mejorar: - La expresividad (verbal y no verbal) y la comunicación social. - La comunicación en los diferentes entornos: social, escolar y familiar. Además se trabajaran las siguientes habilidades para su adquisición: Habilidades sociales básicas: Sonreír y reír, saludar, presentaciones, favores, cortesía y amabilidad, dar las gracias, Hacer amigos: Reforzar a los otros, iniciaciones sociales, unirse al juego con otros, ayudar a los demás, cooperar, compartir, pedir disculpas, responder a las bromas, negociar y convencer a los demás. Conversaciones: iniciar, mantener y terminar conversaciones, unirse a la conversación de los otros y establecer conversaciones en grupo, formular preguntas, Expresar sentimientos, emociones y opiniones: autoafirmaciones positivas, expresar y recibir emociones y defender los propios derechos y opiniones. Optimizar la relación con los adultos: cortesía, refuerzo, conversar, realizar peticiones, pedir ayuda, aprender a negociar y solucionar problemas con adultos, Todo esto se lleva a cabo a través de actividades como: Diálogo (conversaciones, debates), explicación verbal, modelado, role-playing, imágenes visuales, refuerzo positivo, (elogiando comportamientos que queremos que se den con mayor frecuencia); discutir y revisar las normas de comportamiento y evitando que los niños perciban su agresividad o su conducta impulsiva como intencionada. Programas de entrenamiento en habilidades sociales


Ejemplos de programas de entrenamiento en habilidades sociales destinados a niños con TDAH nos podemos encontrar: - Programa de entrenamiento en habilidades sociales de Goldstein y Pollock - Programa de intervención cognitivo-conductual para niños con Déficit de Atención con Hiperactividad de Orjales - Cuaderno de Habilidades Sociales" de Alberto Acosta" - Programa Sentir y Pensar de Editorial SM - AVANCEMOS: Programa de Entrenamiento en Habilidades Sociales de Gandarias A. y cols. - ESCePI: Programa de Enseñanza en Habilidades Cognitivas, Grupo ALBOR-COHS. - PLATÓN: Entrenamiento en Habilidades y Autogestión en el Estudio, Grupo ALBORCOHS. Este tipo de programas están enfocados tanto para ser desarrollados en ámbitos clínicos como en los centros escolares, en el aula. En estos casos parte del entrenamiento es hacer ver como los profesores pueden ser agentes activos en el progreso de socialización, al tiempo que realizan una actividad que favorece la integración social y el aprendizaje social de estos niños. También son programas que pueden realizarse como dinámicas dentro de apropia familia mediante un entrenamiento y una formación y orientación previa por parte de un experto por hacia los padres. Debemos: 1. Enseñarles destrezas sociales, es decir, cómo llevarse bien con otras personas. Por ejemplo: saludar y despedirse cuando llega o se va de algún lugar, dar las gracias, respetar los turnos, compartir, pedir ayuda, saber decir no, aprender a aceptar un no por respuesta,… 2. Ayudarlos cuando tengan conflictos sociales. Por ejemplo, si pega a otro niño porque no le dejan un juguete, podemos intervenir explicándole in situ que si quiere que los demás jueguen con ellos o les dejen sus juguetes, ellos deben hacerlo también y que la solución no es pegar. 3. Enseñarles otras habilidades que los niños consideran importantes, como habilidades deportivas y reglas de juego de mesa. Por ejemplo, si sus compañeros juegan al fútbol y le han tachado del “malo” y por eso no quieren jugar con él, sería positivo dedicarle un


tiempo los fines de semana a enseñarle como lanzar la bola, correr,… en definitiva, ayudarle a que mejore un poco su manera de jugar. 4. Promover que cree lazos de amistad con otros niños. Por ejemplo, podemos estar más atentos a las relaciones con otros padres a la salida del colegio, ya que así favoreceremos una posible relación entre los niños. También es positivo favorecer que pueda ir de vez en cuando a casa de algún compañero e invitar a otros niños a casa. O si vemos que en parque “ha congeniado” con otro niño, tener presente que las visitas al parque serán una buena inversión y no solo algo para hacer cuando nos viene bien a nosotros. CAPITULO VIII ESTRATEGIAS DE APOYO EN CASA

a través de la comunicación que se enseña y se aprende. Por lo tanto, los hábitos, actitudes, creencias, valores, normas, estrategias, etc., necesitan de una comunicación adecuada para tener éxito en su enseñanza y aprendizaje. Es a través de la comunicación familiar que los padres conocen, comprenden y saben qué les sucede a los hijos; a la vez, los hijos entienden la situación y las condiciones en que los padres se encuentran. Es el lenguaje como medio de comunicación el que orienta a las personas y permite seleccionar aquella información relevante para la actividad a realizar (atención). Esto es, por medio del lenguaje se facilita la atención voluntaria, a través de su primer eslabón, la orientación. Por ejemplo, decir: ¡Es hora de hacer la tarea!; o ¡trae tu mochila a la mesa. Por lo tanto, también a través del lenguaje del padre, los hijos se orientan y seleccionan aquello que hay que observar de sí mismos y los demás. Por ejemplo: ¡Tú hermano es caso perdido nunca va a aprender y tú sigues el mismo camino!


Al mismo tiempo, es importante interpretar y dar significado a las situaciones y condiciones cotidianas. Por ejemplo: ¡Si no te invitaron a la fiesta es porque no les importas, ni modo! La comunicación de los padres, a través del lenguaje, es el camino que enseña el lenguaje interno a los hijos, esto es, el diálogo interno, lo que se dicen a sí mismos. Por ejemplo: ¡Soy como mi hermano, un caso perdido! CAPITULO IX TIPS DE MANEJO DE CRISIS

Cuando ante situaciones difíciles surgen pensamientos desalentadores, existen distintas opciones. Las técnicas de la terapia cognitiva tradicional buscan primero identificar estos pensamientos y luego modificarlos por medio de un procedimiento llamado “reestructuración cognitiva”. Básicamente se trata de registrar y anotar los pensamientos que puedan surgir en una situación dada y luego someterlos a cuestionamiento para examinar su validez. Veamos un ejemplo… Pensamiento: “no me van a resultar estas técnicas, ya lo he intentado antes y no ha funcionado”. Cuestionamiento: ¿Qué evidencias sustentan esta convicción? ¿Cuántas veces lo has intentado? ¿De qué manera? ¿Con qué persistencia? ¿Por cuánto tiempo? …Y un largo etcétera. La idea es desmantelar la “armazón cognitiva” que sustenta el pensamiento o la creencia y desafiar su estatus de verdad incuestionable (como suele presentarse), de modo tal que la persona pueda liberarse de su influencia y seguir adelante. Sin embargo, desarrollos recientes en las llamadas “terapias conductuales de tercera generación” han presentado alternativas novedosas y efectivas para superar estos obstáculos mentales. De estas terapias nuevas, la que me parece más interesante de todas es ACT (Acceptance and Commitment Therapy), ya que cuenta con sólidos principios científicos y filosóficos


que sustentan su modelo teórico. (De hecho he estado enfrascado estudiando el modelo y la literatura científica que avala su efectividad). Desde el punto de vista de ACT, el momento en que etiquetamos de negativa una experiencia interna (pensamientos, emociones, recuerdos o sensaciones), comienza una guerra sin cuartel en nuestra mente, una guerra que es responsable de una buena cuota de sufrimiento extra en nuestra vida. “Evitación experiencia” es el nombre con que los teóricos de ACT han bautizado este fenómeno. Básicamente consiste en los intentos denodados por rechazar y evitar esas vivencias internas. Algo así como que para poder aplicar las técnicas de organización y entrenamiento atencional del blog, primero tuvieras que deshacerte de los pensamientos desmoralizadores y el desánimo. Puede sonar razonable, ¿cierto? Aceptación de las propias vivencias tal y como se presentan ante ti momento a momento. Con conciencia y notando que un pensamiento no es más que eso: un pensamiento. Y que los pensamientos van y vienen, y no necesariamente reflejan la realidad. Esto es fácil decirlo pero llevarlo a cabo requiere de práctica. Aquí es donde los ejercicios de meditación mindfulness pueden ser de mucha ayuda. Por medio de la práctica es posible darse cuenta que los pensamientos son simplemente “eventos de la mente” (como dice mi amigo Sebastián Medeiros, instructor de Mindfulness). La otra parte de la fórmula es el Compromiso, que se refiere a tomar la decisión de actuar en la dirección de tus propias metas, con determinación y a expensas de lo que tu mente te pueda decir mientras lo intentas. Es decir se trata de acción comprometida, con propósito, dirigida hacia la vida que quieres vivir. Ahí está la clave para actuar de forma poderosa y decidida: no es necesario cambiar los pensamientos o creencias “negativos” por otros “positivos”, sino que es posible hacerlo directamente a nivel conductual, aceptando y haciendo espacio para todo aquello que surja en tu mente y que es producto de tu historia y la de tu TDAH. Ahora te invito a aplicar, con este espíritu, las técnicas y estrategias que hemos revisado hasta este momento y luego me cuentes cómo te va. Otras sugerencias para ayudarle a su hijo con TDAH abarcan:  

   

Comunicarse regularmente con el profesor del niño. Mantener un horario diario constante, que incluya horas regulares para las tareas, las comidas y las actividades al aire libre. Haga cambios al horario con anticipación y no a última hora. Limite las distracciones en el ambiente del niño. Constate que el niño consuma una alimentación saludable y variada, con bastante fibra y nutrientes básicos. Cerciórese de que el niño duerma lo suficiente. Elogie y premie el buen comportamiento.


Mantenga reglas claras y constantes para el niño.

Los tratamientos alternativos para el TDAH se han vuelto populares, entre ellos hierbas, suplementos y tratamientos quiroprácticos. Sin embargo, existe poca o ninguna evidencia sólida de que funcionen.

CAPITULO X CUANDO EL PADRE O MADRE TIENEN TDAH

Más de la mitad de los padres que padecen TDAH en la infancia siguen sufriéndolo de adultos. Sobre todo, se sabe que cuanto más tardío es el diagnóstico o el inicio del tratamiento, o cuando no se trata en absoluto, las posibilidades de que los síntomas aumenten o de que se desarrollen comorbilidades asociadas al TDAH es mayor, así como el impacto en la vida del adulto. Según investigaciones cuando las madres tienen TDAH manifiestan con más frecuencia ansiedad, depresión, baja autoestima y altos niveles de estrés, dificultad para afrontar las exigencias que demandan la familia. Cuando el padre se involucra en la educación de sus hijos, la educación es más adecuada, pero cuando el padre padece de TDAH su participación en la educación aún siendo importante puede resultar más inefectiva ,posiblemente por la falta de habilidad para ser consistente Cuando los padres empiezan a mirarse como reflejo de su hijo ven: que ellos eran también impulsivos o hiperactivos de jóvenes, que les costaba estudiar; salvo si eran muy listos, y entonces no lo notaban. Ven que son un desastre en casa, que necesitan que la mujer/marido les apoye en todo para sacar las cosas adelante. Pero lo preocupante es que también les pasa en el trabajo. Se despistan, tardan más en hacer las cosas y siempre deben de contar con un compañero que haga funciones de secretario. Los adultos tienen más recursos que los pequeños y entonces consiguen tapar estas deficiencias. Pero saben que rinden menos de lo que podrían rendir.


A veces no se dan cuenta porque han sido así toda la vida, y nadie les ha dicho nada. En las relaciones de pareja pueden tener dificultades de control emocional. Les cuesta canalizar su ira, son impacientes, sueltan palabras inadecuadas sin darse cuenta, interrumpen conversaciones. Necesitan también estar haciendo cosas continuamente, como deportes o hobbies. El padre hiperactivo que tiene un hijo que también lo es, le comprende mucho mejor, le disculpa a veces e intenta apoyarle más. Por lo menos, así debería ser. La convivencia en casa cuando padre e hijo tienen TDAH Cuando en una misma familia conviven padre o madre e hijo con TDAH, la relación y en general la vida familiar puede verse afectada. El hecho de que el padre también sea hiperactivo puede disminuir el estigma del hijo, al ver que él no es el único que lo padece, se puede sentir acompañado y comprendido. Pero también puede provocarle sentimientos de impotencia ante la realidad de que un trastorno duradero, que aunque empieza en la infancia, también puede seguir presente en la edad adulta. Por lo tanto en el hogar se pueden dar los siguientes problemas o situaciones a superar:            

Mayor desorganización. Menor seguimiento de las tareas. Recae más el peso en la persona de la pareja que no padece el trastorno. Más dificultad de contención del descontrol emocional de cualquiera de los dos afectados, se toleran peor las frustraciones, con lo que disminuye la confianza para afrontar las dificultades de cada día. Sentimiento de no poder controlar las situaciones de excitación y agresividad. Estos descontroles emocionales son más intensos y frecuentes en el hijo, el padre debe de tener más capacidad de autocontrol. Dificultad en las relaciones interpersonales. El chico a veces no se ve como los demás, tiene menos confianza para relacionarse. El padre a veces se pone irritable si no le dan la razón, pero oculta más sus emociones que el niño. Menor cumplimiento de los planes a largo plazo: falla la planificación, el cómo se preparan los objetivos paso a paso, y puede no realizarse lo prioritario por ser más costoso. Tendencia a caer en la inercia y dejarlo para el día siguiente; “empiezo a hacer algo y lo dejo sin terminar porque me voy a hacer otra cosa”. Si el hijo ve un ejemplo en la desorganización de su padre, minimiza el perjuicio y las consecuencias. Como parte positiva de la hiperactividad es la tendencia a realizar actividades creativas, como pintura, teatro, danza, baile, deporte. Se pierde la inercia a no hacer nada, y se potencian capacidades no descubiertas. Riesgo de hacerse dependientes a las nuevas tecnologías: las redes sociales en internet o en el móvil, los videojuegos, el chat,… Falta de comunicación por pensar que no tiene solución, “si mi padre es como yo y tiene más años, yo tengo menos responsabilidad”.


Efecto positivo con el tratamiento : “mi hijo recibe tratamiento y se encuentra más tranquilo y centrado”.

Cuando el padre se da cuenta de que tiene el mismo trastorno que su hijo Los padres que padecen el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, tienen la ventaja de saber cómo se puede sentir su hijo, de cómo de cuesta arriba se le puede hacer una tarea sencilla, y la desventaja de que a ellos mismos los puede resultar complicado gestionar la educación de su hijo, por las dificultades que se puede presentar en cuanto a organización, planificación, inestabilidad emocional… Estos consejos puede ser útil fijárselos como cosas a tener en cuenta para mejorar la vida en el entorno familiar y el apoyo al niño con TDAH: 1. Estar disponibles para la comunicación de los problemas con el hijo. 2. Evitar la confrontación cuando las emociones son intensas y descontroladas; es más fácil hablar en frío de lo que ha pasado. 3. Reconocer las dificultades de organización y planificación. Utilizar un diario o agenda individual, donde conste lo que se hace bien y mal. 4. Intentar un mensaje común de la pareja hacia el hijo. Aunque los padres sean de distinta manera de ser, no ha de haber un padre más tolerante y una madre muy estricta, o viceversa. 5. Potenciar la autonomía del hijo, que tome sus decisiones y se organice. Pero ayudarle en esta organización, sin que se sienta dirigido. 6. Ayudarles en los tiempos, que no se eternicen en cada cosa que hacen. Y no solo en el estudio. 7. Buscar tiempo para el ejercicio o el deporte. 8. Buscar los amigos y potenciar relaciones interpersonales, para que le den más confianza. 9. Estar disponible ante las bajadas de ánimo, la ira, las autolesiones, la desesperanza. 10. Estar alerta para cualquier signo que indique que hay una relación con la droga o si hay indicios de depresión. 11. Marcar límites ante la conducta rebelde e irresponsable en casa. A veces se convierten en “los amos de la casa”, porque si se les lleva la contraria se ponen agresivos. 12. Buscar ayuda profesional, y también apoyo de los profesionales en el área educativa, en el colegio o el instituto. 13. Estar atentos al paso de la adolescencia a la juventud. Los chicos se ven mejor y pueden rechazar el tratamiento y seguimiento. Quieren ser como los demás. Por lo que es importante ver si precisan o no, continuar con la ayuda en función de su evolución personal, familiar, académica, laboral, social, y de cómo se sientan ellos BIBLIOGRAFÍA


Marta Mata Palma, Programa de Habilidades Sociales para niños/as con Trastorno por Déficit de Atención.Revista digital, Investigación y Educación. NÚMERO 24 AGOSTO DE 2006 ISSN 1696-7208 Gay Edelman, Por qué los niños con TDAH tienen problemas para hacer amigos y cómo apoyarlos en su socialización, Paso-a-Paso. Vol. 22.1. Viviana Kelmanowicz, Las habilidades sociales en la infancia y su impacto en el desarrollo de la Autoeficacia. Sergi Banus Ll. Psicólogo infantil, Habilidades Sociales Infancia, 2012. Orjales Villar, I. (1995). "Déficit de Atención con Hiperactividad. Manual para padres y educadores". CEPE. Orjales Villar, I. y Aquilino Polaino-Lorente, A (2001). Programas de intervención cognitivo-conductual para niños con Déficit de Atención con Hiperactividad" . Editorial CEPE: Madrid. Landau, S., y Moore, L.A (1991). Social skill déficits in Children with attention deficit/hyperactivity disorder. Journal of Learning Disabilities, 17, 506-567. Fuente: Ferriz.com.mxReferido a: Joseph Knobel Freud México, 24 de septiembre 2013


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