Fiestas Patronales CHELLA 2023 4/4

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nes y las particularidades lingüísticas de esta localidad asentada en la comarca valenciana de la Canal de Navarrés, y que hemos aglutinado en el presente estudio, mediante la elaboración de varios epígrafes con la finalidadde hacer más cómoda la comprensión lectora por curiosos e interesados en las manifestaciones y cultura del pueblo chellino, sin otro afán que el de divulgar y difundir las fuentes históricas analizadas; una herramienta de requerida consulta que ha de facilitar el camino a nuevas investigaciones.

1. INTRODUCCION AL ESTUDIO SOBRE LAS FUENTES HISTÓRICAS DE CHELLA

Diversos son los hechos históricos, estadísticas, descripciones –algunas reiteradas en extremo-, relatos, noticias y otros pormenores de épocas Moderna y Contemporánea, que se conocen de la localidad de Chella, de los que se han venido ocupando profesores universitarios, geógrafos, historiadores, investigadores y cronistas, en base a documentos, memoriales, informes, anales, epistolarios y otros testimonios, que han sido recopilados y dados a conocer impresos a través de estudios monográfios, enciclopedias, diccionarios, compendios o sueltos aparecidos en la prensa diaria o en aquellos otros rotativos que hoy conocemos por “prensa histórica”, desde promedios del siglo XVIII hasta la actualidad.

De toda esta información -que ha requerido en su elaboración de tiempo y dedicación por la dificutad que presentaba la localización en bibliotecas especializadas

las obras impresas comentadas- dejamos constancia en los epígrafes que siguen, de carácter monográfio1.

2. DOCUMENTOS Y RELATOS DE LOS SIGLOS XVII Y XVIII

El primer documento que traemos a colación, por su signifiativa importancia –en este caso manuscrito-, es la Carta Puebla de Chella (1611)2, un privilegio de residencia mediante el que se concedía el asentamiento en el enclave a treinta familias (los Llobregat, Guerola, Esparza, Bono, García, Palop,…), a las que años después se sumaron otras quince, para su repoblación con gentes provenientes de Cataluña, Valencia y Murcia3, pues el lugar había quedado prácticamente deshabitado con la expulsión de los moriscos, decretada por Felipe III dos años antes tras siglos de ocupación desde tiempos de Jaume I. A partir de ese momento, y hasta la abolición del régimen señorial en España en 1837, el lugar tendría por señores en el transcurso de los siglos XVII y XVIII al duque de Gandía, al conde de Sellent y al marqués de Bélgida.

Uno de los primeros relatos impresos que proporciona noticia sobre la localidad es un memorial sobre el terremoto de Montesa acaecido en 1748, con una intensidad entre 8/9º en la escala de Richter y de una gran virulencia que asolaron las comarcas de la Costera y La Canal de Navarrés, redactado por Esteban Félix Carrasco, Ayudante de Campo de Claude-Abraham de Tubieres de Grimond, Capitán General del Reyno de Valencia, que lleva por título Relación puntual, circunstanciada

1 Los autores de este estudio bibliográfio desean dejar constancia de su gratitud a la concejala de Desarrollo Local, Mariví Talón Talón, y al docente Francisco Javier Costa, por la información facilitada y la gestión llevada a cabo para su publicación, en el presente ejemplar de la Revista-Programa de la Fiestas Patronales de Chella

2 ARV (Archivo del Reino de Valencia). Carta puebla de la baronía de Chella (1610). Manaments i Empares, 1967, Libro 2, mano 16, fs. 31-40.

3 La población de Chella en el año 2011 celebró el IV Centenario del otorgamiento de su Carta Puebla (1611-2011), a iniciativa del Ayuntamiento de la localidad y contando con la colaboración de la Diputación Provincial de Valencia. Con este motivo, se erigió un mural cerámico, diseñado por Javier Costa y elaborado por la ceramista Consuelo, de la Fundación J. Simón (lleva en la firmalas iniciales “F.J.S.”) con unas dimensiones de 250 x 330 cm, conmemorativo de la efemérides, que ha sido colocado en la plaza de la Virgen de Gracia y reproduce fragmentos del texto refundador y los nombres de los vecinos que aquí se establecieron, entre otros, Pedro, Martín y Luis Guerola; Francisco y Pedro Bordoel; Pedro Esparza; Juan Bono; Juan Llobregat (el mayor y el pequeño); Juan Navarro; Andrés del Moro; Gaspar Garciasa; y Juan Canet. La escena representa el momento en que fue declarada la constitución efectiva de los pobladores procedentes de diferentes lugares, que aparecen en la composición sentados en el centro de la plaza del pueblo alrededor del notario, que extiende el pertinente documento acreditativo de la refundación del lugar por una treintena de vecinos, cuando Carlos de Borja otorga los privilegios a los nuevos residentes. Vide GÓMEZ, S: “Chella conmemora su Carta Puebla”. Diario Levante-EMV. Valencia, domingo 12 de septiembre de 2010.

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de los daños de las ruinas y estragos causados por los terremotos de que se sintieron en varias partes del Reyno de Valencia,los días 23 de marzo y 2 de abril de 1748 (Valencia, Imprenta de la Viuda de Antonio Bordázar, 1748) que recoge información detallada y testimonial del daño sufrido en 36 localidades enclavadas en los distritos de Montesa, Xâtiva y Alzira, entre ellas la de Chella, sobre la que manifiesa a la letra: “CHELLA. Es

lugar de 140 vezinos, y tiene una fábrica de paños, se han arruinado enteramente cuatro casas, y las demás quedan inhabitables, como la del marqués de Bélgida, dueño del Lugar; en la Iglesia no se puede entrar, porque amenaza ruina (se refiee a la Iglesia vieja que quedó maltrecha) y los vezinos han abandonado el lugar,temerosos de mayor extrago (sic) ”4

Sigue al anterior en el tiempo la noticia histórica del administrador principal del Correo de Valencia y su Reino, Bernardo Espinalt y García, quien en el Atlante Español o Descripción de todo el Reyno de España, en el tomo X, parte III, que dedica al Reino de Valencia5, publicado en 1786, presta atención en el cap. XIV, al lugar de Chella y lo describe como “cabeza de la baronía de su nombre”, situada al pie de una montaña no muy elevada, a una legua de la villa de Montesa. La habitan –continúa el relator en su descripción- 101 vecinos en una parroquia dedicada a Nuestra Señora de Gracia, para, seguidamente, hacer mención a las Fuentes de la Teja y del Chorro; la pertenencia del lugar sucesivamente al ducado de Gandía, al conde de Sellent y al marqués de Bélgida; la dedicación de sus gentes a la producción de hortalizas, frutales y cereales, y al cultivo de la seda que debía de abastecer el comercio de las manufacturas de este textil en la capital del reino. También, se ocupa de la fuente salada allí existente, de dos batanes, de un molino harinero y otro de aceite. De igual modo, refiee las ruinas de un castillo, la parroquia vieja destruida y la adscripción del lugar a la Gobernación de Montesa6, bajo cuya jurisdicción durante la administración borbónica se hallaban el valle del mismo nombre y diecisiete pueblos (incluía las villas de Enguera, La Font de la Figuera, Montesa, Vallada, Moixent, Anna y Sumacárcel; las universidades de realengo de Alfafara y Agullent; y los lugares de Alcudia de Crespins, Chella, Bolbaite, Sellent, Alcántara, Benegida, Cárcel y Cotes)7, extendidos a lo largo de 17 leguas, quedando esta demarcación territorial suprimida en 1833 con motivo de la división territorial

4 CARRASCO, Esteban Félix: Relación puntual, circunstanciada de los daños de las ruinas y estragos causados por los terremotos de que se sintieron en varias partes del Reyno de Valencia,los días 23 de marzo y 2 de abril de 1748 .Valencia, Imprenta de la Viuda de Antonio Bordázar, 1748, P. 11.

5 ESPINALT Y GARCÍA, Bernardo: AtlanteEspañoloDescripcióndetodoelReynodeEspaña. Tomo X, parte III, dedicado a la “Descripción del Reyno de Valencia”. Madrid, Imprenta de Hilario Santos Alonso, 1786, pp. 276-278.

6 ESPINALT Y GARCÍA, B: Op.cit., p. 276.

7 El tratamiento de “universidad” (para el que se estimaba una población de 1.000 personas), según lo anotado en viejos diccionarios, tenía un rango mayor que el de “lugar” (al que se adscribían 500 pobladores), y menor que el de “villa”, título que suponía que la localidad contaba con más de 1.500 habitantes. Ibidem, p. 238.

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de España por provincias que impulsó el secretario de Estado Francisco Javier de Burgos.

Especial atención merece el estudio que realiza el botánico e ilustrado Antonio Josef Cavanilles, quien en su compendio Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia8 (1795-1797), Libro III, nos hace saber, profundizando en los pueblos de la Canal, notas de la producción del laboreo en Chella, anotando que es “pueblo de 136 vecinos, ocupados en la agricultura, extendido por dos leguas de oriente a poniente y más de media de norte a sur… Los vecinos han dirigido su aplicación y cuidado a la huerta, y a aquella parte de secano que empieza en lomas a la izquierda del río, seguidas de llanuras hacia el nordeste. Vénse allí trigos,cebadas,olivos y dilatados viñedos,que producen 18.000 cántaros de vino. La huerta tiene muy cerca de 2.500 hanegadas, que se riegan con las muchas fuentes del término, principalmente con la llamada Brullador [es la Fuente de El Abrullador, una mina de agua que nace del interior de la montaña en un paraje próximo situado a 2,5 km. de distancia de la población en dirección noroeste y que sirve tanto para el consumo humano como para el riego], que pocos años hace era pobre y hoy forma un riachuelo”. Y continúa el científio en su exposición: “El término produce, además de vino,300 arrobas de aceite,más de 400 cahíces de trigo, 800 de maíz, porción de cebada y 2.000 libras de seda. Es contingente esta última cosecha en casi toda la Canal, por verifiarse muchos años en marzo y abril nortes fríos que hielan las tiernas hojas y dejan sin alimento a los gusanos”.

3. EL OCHOCIENTOS EN LAS PUBLICACIONES IMPRESAS

El escritor y geógrafo español Sebastián de Miñano y Bedoya es responsable del Diccionariogeográfio-estadístico de España y Portugal9 (Madrid, 1826-1829), publicado en diez volúmenes más un apéndice, que incorpora más de 26.000 artículos dedicados a los pueblos de la Península Ibérica y va a constituir una especie de “corpus” recopilatorio con datos actualizados, de lo publicado con anterioridad por Bernardo

Espinalt, en el “Atlante Español”, y por Antonio Joséf Cavanilles, en “Observaciones…”, aunque ofreciendo novedades·. En el Tomo III de la obra, figua la población de Chella, de la que proporciona referencias y datos de su adscripción territorial, situación topográfia, número aproximado de habitantes, producciones agrícolas, -muy curioso- los caminos utilizados por las tropas para desplazarse por ellos, las distancias a centros administrativos y la antigüedad del pueblo, expresadas en los siguientes términos; “CHELLA. El nombre de este lugar es de origen arábigo. L[ugar] y S[eñorío] de España; provincia y arzobispado de Valencia; partido de San Felipe; 240 vecinos, 959 habitantes: una parroquia (FIG. 1); un pósito [para guardar los cereales, principalmente el trigo]. Situada al pie de una montaña no muy elevada, a una legua norte de Montesa, a la derecha del río Sellent, siguiendo la canal de Navarrés como ½ legua. La huerta se riega con las muchas fuentes del término, principalmente la llamada Brullador, que antiguamente era muy pobre y en el día de hoy forma ya un riachuelo. Produce vino, aceite, trigo, maíz, cebada y seda. En su término hay una fuente salada bastante copiosa, de que se hace sal blanca en extremo,hay 2 batanes,un molino harinero y otro de aceite. No consta la fundación de este pueblo, pero denotan mucha antigüedad varios vestigios y pedazos de muralla antigua que hay,como también las ruinas de un castillo que había a la parte del este, y la parroquia vieja que estaba en medio de la montaña; la que se hizo nueva es el centro de la población por hallarse destruida la otra. Dista 8 leguas de la capital [Valencia] y 2 deSan Felipe [Xâtiva] Contribución: 3.888 reales”.

Ya a promedios del siglo XIX, el político, progresista y ministro de Hacienda Pascual Madoz e Ibáñez, en su Diccionario geográfio-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar (Madrid, 1847, Vol. IV), da cuenta en un extenso artículo redactado por sus corresponsales, de la situación geográfia de la población y sus confines la climatología, el número de edifiaciones que acoge, las escuelas, etc., de la siguiente manera: “CHELLA. L(ugar) con ayuntamiento de la provincia, audiencia territorial, capitanía general y diócesis de Valencia (9 leguas),

8 CAVANILLES, Antonio Josef: Observaciones sobre la Historia Natural,Geografía,Agricultura,Población y Frutos del Reyno de Valencia. Madrid, En la Imprenta Real, 1797, Vol. III, pp. 31-32.

9 MIÑANO Y BEDOYA, Sebastián de: Diccionario geográfio-estadístico de España y Portugal. Madrid, Imprenta PierartPeralta, 1826, Tomo III, p. 86.

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partido judicial de Enguera, situado en el terreno conocido como Canal de Navarrés y ribera derecha de la rambla Marisca o río Sellent, donde se combaten los vientos del este con clima templado y sano, aunque se suelen padecer algunas intermitentes y calenturas catarrales. Tiene sobre 250 casas, inclusa la del ayuntamiento, cárcel, escuela de niños a la que concurren 30, dotada con 1.800 reales; otra de niñas con 15 de asistencia y 500 reales de dotación, iglesia parroquial (Nuestra Señora de Gracia) de entrada, servida por un cura de provisión ordinaria y un beneficiad, y una ermita dedicada a la Aurora dentro del propio pueblo”. De igual modo, adscribe al municipio 289 vecinos (1.031 almas) y describe el terreno con “su rica huerta compuesta de 2.500 hanegadas que se riegan con muchas fuentes del término…”. Y en cuanto a su producción agrícola hace alusión a los cultivos del vino, seda (las moreras), trigo, panizo, cebada, aceite, legumbres y hortalizas10.

Finalizando la centuria, el erudito y humanista Pedro Sucías Aparicio, natural de Enguera, se ocupa del lugar hacia 1890, en su manuscrita obra Noticias útiles para escribir la historia de Enguera y los pueblos de su distrito, cuyo original se conserva en el Archivo Municipal de Valencia. Este presbítero proporciona referencias del templo parroquial de Chella y de las advocaciones que ostentaron sus capillas.

4. REFERENCIAS Y RESEÑAS DE GEOGRAFOS E HISTORIADORES EN EL TRANSCURSO DEL SIGLO XX

Escasas noticias relacionadas con las costumbres y las tradiciones –de interés para conocer aspectos de la religiosidad popular en Chella- hallamos en alguna que otra crónica, redactada a modo de “carta al director”

sin firma publicada en el periódico semanal El Enguerino11 (Enguera, febrero de 1908), que trata de la celebración de las fiesas patronales dedicadas a San Blas y al Cristo del Refugio los días 3 y 4 de febrero de 1908, expresada en los siguientes términos, en el tiempo que era cura-párroco de la villa Enrique Sánchiz: “Las procesiones han sido muy concurridas, asistiendo las autoridadesdelapoblación,disparándoseensurecorrido infinidadde “fuentes y boletas” –en nuestro entender, cohetes y petardos- y al subir y entrar las imágenes en la parroquia los vítores de los devotos atronaron los espacios”, acompañadas de la banda de música traída de Llanera de Ranes. Asimismo, comenta la presencia de numerosos enguerinos que acudieron a los festejos, la corrida de vaquillas y las actuaciones teatrales. [En este contexto los memorialistas de este trabajo desean recordar que en ese tiempo existió en la villa la caseta de un polvorín, conocida con el sobrenombre de “casa dels cohets”, construida en 1911 entre las partidas del Turco y de Las Fanecas, y dedicada a la fabricación de pirotecnia, propiedad de Pedro Granero Moyá]. Sorprende por su signifiación -dado los datos estadísticos que proporciona en torno del año 1915-, el relato sobre la villa de Chella elaborado por los cronistas Carlos Sarthou Carreres y José Martínez Aloy12, coautores de la monumental obra dirigida por el historiador y `político catalán Francesc Carreras i Candi, Geografía General del Reino de Valencia. Provincia de Valencia (Vol. II), publicada en torno del año 1918, quienes analizan con precisión, la topografía, el poblamiento y su origen agrario, las vías de comunicación; el callejero y sus edifiaciones más relevantes Así, los historiadores se ocupan de las cuevas artificiaes excavadas en la Peña del Turco, situadas en el barranco del mismo nombre, “primitivas viviendas muy parecidas en su interiorypocoexplotadasalainaccesiblealturade8y10

10 MADOZ E IBAÑEZ, `Pascual. Diccionariogeográfio-estadístico-históricodeEspañaysusposesionesdeUltramar. Madrid, La Ilustración, Establecimiento Tipográfio-Literrario Universal, 1847, Tomo VII, pp. 317-318.

11 ANÓNIMO: “Desde Chella”. Periódico semanal El Enguerino. Enguera, Imprenta Martínez, 8 de febrero de 1908, p. 3.

12 Se trata de los primeros cronistas en la historia de la localidad que mencionan a Chella con el título de “villa” y no con la anterior categoría de “lugar”. Esta circunstancia se debe al hecho de haber sobrepasado la población en la fecha en que escriben los 2.000 habitantes. No obstante, debe de reseñarse que en la calle de santo Domingo, esquina al Camino Real (hoy avenida de la Constitución), se conserva sobre la fachada de uno de los añejos edificiosde esta vía urbana un azulejo blanco de grandes dimensiones (hybi otros varios), con grafía en azul cobalto, de promedios del siglo XIX (ca. 1860), en el que se puede leer: “Villa de Chella / Partido judicial de Enguera / Provincia de Valencia”. Asimismo, fue en esta época cuando se comenzó en la localidad la numeración con letras y cifras de las manzanas (espacios urbanos delimitados por calles que conforman bloques de viviendas), de la que subsiste algún ejemplo, y de las casas, a efectos del censo de la población, registro de inmuebles y abono de impuestos, a partir de la creación del Registro de la Propiedad Urbana.

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metros,”; del manantial del Brollador (sic), “que arroja 500 litros de agua por segundo”; de la composición de los miembros del consistorio –el alcalde y nueve concejales-, de una población de 2.641 habitantes de hecho por 2.720 de derecho; el puesto de guardia civil compuesto de cuatro guardias y un cabo; una escuela nacional completa para cada sexo (de 1.100 pesetas); dos posadas; dos centros recreativos; cuatro casinos; cinco fábricas; etc.; se cosecha aceite, vino, cereales y algarrobas; de las principales calles de la villa con sus nombres y de las tres plazas existentes; del salto de agua “de 300 caballos de fuerza motriz que produce energía eléctrica para Carlet, Chella y doce pueblos más”13 –hoy la vieja fábrica permanece arruinada-; del templo parroquial servido por un cura y un vicario; del Calvario y de la Ermita de Nuestra Señora del Rosario de la Aurora, que se hallaba emplazada en la calle de santo Domingo, colindante a la cabecera de la iglesia14. De igual modo, mencionan que la villa “tiene alumbrado eléctrico y también una fuente minero-medicinal contra afecciones herpéticas y reumáticas. Celebra fiesas en 3 de febrero y mercado los miércoles”. En 1794 era barón de Chella, J. Belvis. El texto va ilustrado con dos fotografías dedicadas: una, al salto de agua con la fábrica de la luz; y otra, a una panorámica de la Peña del Turco. [A modo de adenda señalamos que el mercado semanal se vino celebrando los martes en la plaza de San José hasta el año 2010, fecha en que varió de emplazamiento a la plaza de Adolfo Giménez del Río (el paseo de las palmeras), en un lugar más espacioso y dotado de mejores servicios].

El eclesiástico e historiador José Sanchis Sivera, en su Nomenclátor geográfio-eclesiástico de los pueblos de la diócesis de Valencia15 (1922), proporciona noticia de que en dicha fecha la población contaba con 2.800 habitantes y destaca en su crónica las cavidades horadadas en el barranco del Turco, semejantes a las conocidas en Bocairente como “Casetes dels Moros” y en Alfafara, cerca de Alcoy, como “Cova de les Finestres”.

También, alude a la serie de caballeros que gobernaron este territorio entre los siglos del XIII al XV; a las 90 casas de cristianos nuevos existentes en el Seiscientos, a la iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de Gracia desde los tiempos del patriarca Juan de Ribera y a las imágenes que el templo albergaba -destruidas luego en el transcurso de la guerra civil-, y a la ermita dedicada a Nuestra Señora del Rosario.

13 La estructura de ésta sufrió importantes daños en la riada de San Miguel (acaecida el 29 de septiembre de 1919), provocada por la formación de una depresión fría en altura (DANA), por lo que sería desmantelada años después, permaneciendo en pie sus ruinas. Vide la noticia en un texto de Valeriano Bellver Costa, publicado en la Revista-Programa de Fiestas Patronales de Chella – febrero de 1987.

14 SARTHOU CARRERES, Carlos / MARTÍNEZ ALOY, José: “·Chella”, en la obra Geografía General del Reino de Valencia, Provincia de Valencia (dirigida por Francesc Carreras i Candi). Vol. II. Barcelona, Casa Editorial Alberto Martín, ca.1918, pp. 356-358

15 SANCHIS SIVERA, José: Nomenclátorgeográfio-eclesiásticodelospueblosdelaDiócesisdeValencia.Valencia, Tipografía Moderna a cargo de Manuel Gimeno, 1922, pp. 209-210-

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Un año después el historiador del arte Elías Tormo y Monzó, en su inagotable “guía” de Levante16 (1923), verdadero catalogo monumental de las provincias valencianas y murcianas (entonces incluía también Albacete), incidirá en lo ya referido por Sanchis Sivera, cuando sobre estas oquedades anota: ”En el pueblo de Chella, que está al paso –de Bolbaite-, hay hasta 16 cámaras circulares rupestres, inaccesibles, en el despeñadero llamado de la Peña del Turco, del tipo de las de Bocairente”.

La Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, compuesta de más de un centenar de volúmenes (Barcelona, Hijosde J. Espasa Editores, 19081939), que vulgarmente conocemos como el “Diccionario Espasa”, en el volumen XVII (de hacia el año 1926) hace breve referencia de la localidad y a la letra dice: “Chella. Municipio de 601 casas y 2.706 habitantes (chelleros),formado por la villa de igual nombre y 75 casas diseminadas. Corresponde a la provincia y diócesis de Valencia y al partido judicial de Enguera.Está situado en el lugar denominado Canal de Navarrés, regado por el riachuelo Bolbaite. Produce vinos,cereales,maíz,frutas y legumbres.Cría ganado de varias clases. Tiene fábrica de alcoholes, electricidad y papel de estraza, molinos harineros, talleres de pirotecnia, hornos de yeso. La villa dista 8 km. de la estación de ferrocarril de Alcudia (de Crespins)”17 En este punto, y como coincidencia curiosa con el topónimo, los memorialistas de este trabajo quieren recordar que en Marruecos, cerca de Rabat, subsisten las ruinas de una antigua ciudad que lleva también el nombre de Chellah, según recoge la Enciclopedia Espasa, que fue necrópolis de las familias de los almohades y de los benimerines (s. XIII), y que había alcanzado su mayor esplendor en época de Almanzor (s. X), quien la dotó de mezquitas y de un palacio 18 . Asimismo, algunos estudiosos son de la opinión que este nombre propio de lugar, en árabe clásico, venga

a signifiar cascada o manantial, lo que se aproxima más en su transcripción a la Chella valenciana.

El catedrático de Geografía de la Universidad de Alicante Antonio Gil Olcina, autor de diversos libros sobre temas agrarios, es el autor del estudio que lleva por título “Evolución del cultivos y estructuras agrarias en la Canal de Navarrés, publicado en la revista científia Cuadernos de Geografía, de la Universitat de Valencia (1971)19, en el que aborda la evolución de los cultivos en esta área perteneciente a la cuenca hidrográfia del Xúquer y particulariza en los sistemas de riego de la huerta de Chella a lo largo de los dos últimos siglos, a raíz de la creación de la Comunidad de Regantes en 1899, el Jurado de Riegos constituido, el reparto del agua y los diferentes cultivos que se producen en la zona.

Los historiadores del arte Juan A. Kurz y Clara Ferrando se ocupan del patrimonio histórico-artístico de las poblaciones que conforman el partido judicial de Enguera, entre ellas Chella, inserto en la obra de varios colaboradores coordinada por Felipe Mª Garín, titulada Inventario artístico de Valencia y su provincia (1981)20, en el que escrutan, de manera escueta, la iglesia de Nuestra Señora de Gracia y el Oratorio de las Obreras del Corazón de Jesús existente en la planta alta del palacete que fue propiedad del conde consorte de Buñol. Y la profesora Violeta Montoliu Soler unos años posteriores estudiará los monumentos (iglesias, ermitas, palacios, castillos) del partido judicial de Enguera que incluye (o abarcaba) dos grandes comarcas geológicas, la Canal de Navarrés y el Valle de Montesa, en la obra de VV.AA., Catalogo Monumental de la Provincia de Valencia (1986)21, dirigida por el historiador del arte Felipe Mª Garín. En la misma acomete el estudio minucioso de la iglesia parroquial, describe su arquitectura (el aparejo utilizado) y enumera las obras devocionales allí existentes con sus advocaciones, entre

16 TORMO Y MONZÓ, Elías: Levante: provincias valencianas y murcianas, Madrid, Guías Regionales Calpe, 1923, p. 217

17 Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana. Barcelona, Hijos de J Espasa Editores, ca. 1926, Tomo XVII, p. 150

18 Ibidem, p. 150.

19 GIL OLCINA, Antonio: “Evolución del cultivos y estructuras agrarias en la Canal de Navarrés”. Cuadernos de Geografía, Universitat de Valencia, Facultad de Geografía e Historia, 8 (1971), pp. 42-44.

20 GARIN, Felipe Mª (dir.): Inventario artístico de Valencia y su provincia.Madrid, Ministerio de Cultura, 1981, Tomo I, pp. 268269.

21 MONTOLIU SOLER, Violeta: “Chella”, en la obra de VV. AA., Catalogo Monumental de la Provincia de Valencia (dirigida por Felipe Mª Garín). Valencia, Caja de Ahorros, 1986, pp. 246-247.

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ellas, las imágenes de San Blas, Santa Rita y un Corazón de Jesús. Refiee, asimismo, que el templo acogió una Dolorosa de bastidor, atribuida al escultor Ignacio Vergara y Gimeno (?)22, de promedios del siglo XVIII, que causó pérdida. Del mismo modo, en su descripción alude a otros edificiosreligiosos y civiles, algunos ya desaparecidos (como el palacio de la Señoría) y de varios restos arqueológicos hallados en yacimientos en las proximidades.

5. LAS APORTACIONES DE GEÓGRAFOS, DOCUMENTALISTAS Y LINGÜISTAS EN EL INICIO DE UN NUEVO MILENIO

Con el comienzo de un nuevo milenio la arquitecta Pura Sendra Gómez es la encargada de enumerar los monumentos y construcciones más relevantes que se conservan en los diferentes pueblos de la Canal de Navarrés, en la obra de VV.AA., Guía de Arquitectura de la Provincia de Valencia (2002). En esta “guía” dicha facultativa trata de las fuentes públicas que acoge el municipio de Chella (Mureta, Las Eras, El Hondo y el surtidor del Abrullador); da cuenta de los 16 habitáculos de la Peña del Turco; elabora una síntesis de la historia de la localidad; y describe el templo parroquial y sus elementos estructurales, entre los que destaca la torre y el remate poligonal sobre el cuerpo de campanas23

Un año después, el grupo Editorial Prensa Ibérica publicaba la obra de divulgación La Comunidad Valenciana en 52 finesde semana (Valencia, Artes Gráfias del Mediterráneo, 2003), dirigida por el experto en etnología Manuel Cerdá y coordinada por Pilar Sáíz y Ana Sebastiá, que incluye viajes, rutas, fiesas y gastronomía, con la pretensión de acercar a un público heterogéneo el patrimonio cultural valenciano. Entre otros itinerarios, describe uno muy atractivo por la

Canal, en el que se ocupa del paisaje de Chella, con el atractivo de sus parajes naturales, como “El salto” con los vestigios de una antigua central eléctrica; los yacimientos prehistóricos que jalonan el barranco del Lobo; el mirador del salto y el barranco de Zarzalet; la fuente de El Abrullador (manantial que –como se ha dicho líneas arriba– abastece de agua potable a la población y sirve para el riego de la huerta) y los parajes de Los Molinicos y de la Playa Salvaje. Asimismo, se hace eco del Parque de los Chopos presidido por la Fuente de los Tres Chorros junto al pueblo, un espacio umbroso abierto a la naturaleza, habilitado para conciertos, verbenas y actos públicos, y las fuentes de Las Clochicas y El Abogao24,

En este hilo conductor el profesor Juan Piqueras (fima con las iniciales JPH), catedrático de Geografía Humana de la Universitat de València, se ocupa de la toponimia de Chella en la obra de varios autores titulada Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana”, publicada por Editorial Prensa Valenciana (2005), Tomo VI 25, a través del estudio –el más completo e importante de todos los descritos hasta el momento presente– que realiza de su geografía, la agricultura con sus cultivos, la rica huerta que se riega con aguas de numerosas fuentes y de un manantial superior llamado “El Abrullador”, la ganadería ovina y porcina, el comercio de frutales, las empresas de construcción y la configuación del territorio con una población en progresión y cuyo trazado urbano analiza de una manera muy pormenorizada, tratándose en nuestro criterio del estudio más completo y riguroso que se ha llevado a cabo hasta la actualidad. También, por su relación y dentro de la misma obra, es de gran interés el amplio estudio que este profesional dedica a La Canal de Navarrés (GECV, Tomo III, pp. 388-391), comarca que transcurre entre Anna y Navarrés, consistente en una estrecha y alargada

22 La historiadora del arte Ana Mª Buchón Cuevas, en su tesis doctoral Ignacio Vergara y la escultura de su tiempo en Valencia (Valencia, Generalitat Valenciana, 2006, p. 358), recoge la noticia aportada por Violeta Montoliu, de que cuando se restauró la iglesia de la Virgen de Gracia en 1935 aún se conservaba la imagen vestidera de la titular vergariana, que tras su desaparición durante la guerra civil sería sustituida por otra moderna que es la que subsiste, no conociendo ninguna otra noticia ni documento gráfio alguno de la anterior.

23 VV. AA., Guía de Arquitectura de la Provincia de Valencia. Valencia, Colegio Oficialde Arquitectos de la Comunidad Valenciana (COACV), 2002, p. 147.

24 CERDÁ, Manuel (dir.): La Comunidad Valenciana en 52 finesde semana Valencia, Editorial Prensa Ibérica - Artes Gráfias del Mediterráneo, 2003, pp. 125-132.

25 PIQUERAS HABA, Juan: Voz “Chella”, en la obra de VV. AA.: Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana. Tomo VI. Valencia, Editorial Prensa Ibérica –Diario Levante El Mercantil Valenciano, 2005, pp. 290-292.

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depresión con poblamientos prehistóricos que ocupa una extensión de 619 kilómetros cuadrados, presidida por hoyas, cubetas, pozas y saltos de agua, que sirvieron –y continúan prestando esta función- para el riego de huertas y el funcionamiento de molinos, batanes, centrales eléctricas y fábricas de hilados.

Coetánea es la compilación del docente Francisco Javier Costa García -ya citado- y de la fióloga Adelina Costa Seguí, hijadel anterior, titulada Toponímia dels pobles valencians. Chella / La Canal de Navarrés (2005) 26, a través de un opúsculo publicado por la Acadèmia Valenciana de la Llengua, con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad. Esta aportación intenta paliar la carencia de estudios, investigaciones y publicaciones sobre el municipio de Chella y su historia, que rastrea desde los orígenes musulmanes, pasando por la etapa de la conquista y hace un breve recorrido por las diferentes épocas de la historia, recogiendo cerca de 200 topónimos en lengua valenciana tanto de elementos físicos de la orografía y de la hidrografía del territorio (montes, ríos barrancos, fuentes, manantiales de agua), como de la presencia humana en poblamientos (cuevas, casas, colonias,..) y parajes naturales; unos textos que se acompañan de dos interesantes mapas hipermétricos del municipio con indicación de las unidades del relieve y de los caseríos.

Nuevamente, los profesores universitarios Juan Piqueras y Carmen Sanchis, en el capítulo que dedican a la “Geografía de Xàtiva y su región”, del vol. I, que forma parte de la obra de VV.AA.: Gran Historia de Xàtiva (2006), dirigida por el doctor Jorge Hermosilla y publicada por la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València, dedican un amplio apartado a “La Canal de Navarrés y Enguera”, en el que hacen hincapié en el relieve de la zona donde afloran dos potentes manifestaciones del Keuper, en las que “los yesos, margas y arcillas se mezclan con infinidadde vetasmulticolores,sinquefaltenalgunasdesal,como las que vuelven salobres las aguas del río Sallent,entre Chella y Estubeny”27. Asimismo, sendos geógrafos

destacan cómo en el transcurso de principios del siglo XX la población se duplicó en Chella, de manera que si en 1857 la villa contaba con 1.598 habitantes, en el año 1910 alcanzó 2.641 pobladores, y en torno al año 1.950, los 3.000, con una posterior regresión en la décadas de los sesenta y setenta, dentro de una economía mixta de agricultura (con el regadío), industria y servicios, sobresaliendo ya en el siglo XXI la especialización en la producción de ajos y frutos secos recubiertos de chocolate.

Algo después en el tiempo, el docente y comunicador Francisco Javier Costa, en un artículo para escolares que titula “Chella: Desarrollo urbano. Población. Calles de la localidad”, divulgado en la Revista-Programa de Fiestas Patronales de Chella (febrero de 2008)28, nos orienta, a modo de una guía ciudadana, en torno del origen y evolución del tejido urbano del municipio, en los nombres de las calles que se justifian por una motivación local, en la toponimia de los hagiónimos que indican un pasado devocional (san Roque, san José, Virgen de Gracia,…) o en personajes chellinos que tuvieron importancia en su profesión o fueron protagonistas en un determinado momento histórico. El texto va acompañado de copia de documentos, croquis de planos de la villa, de una transcripción de los comentarios que sobre la localidad realizó el botánico Antonio José Cavanilles en 1787 y de testimonios orales recogidos de Eugenio y María Granero, según recoge el autor en sus anotaciones finaes. [En este punto deseamos apostillar que, genéricamente y a partir del año 1860, en España los ayuntamientos locales son los que van a decidir la imposición o supresión de los nombres de las calles, aceptándose de manera oficial por lo común en esa fecha todos los tradicionalmente establecidos con anterioridad].

Asimismo, en 2008, veía la luz un opúsculo de 80 páginas dedicado al habla de Chella, del lingüista José Luis Ponce Palop, titulado Consideraciones iniciales sobre fiología chellina, financiadopor el Ayuntamiento de la localidad, que versa sobre las características gramaticales y semánticas del “chelli -

26 COSTA GARCIA, Francisco Javier / COSTA SEGUI: Adelina: Toponímia de Chella. Valencia, Académia Valenciana de la Lengua, 2005, 12 páginas y 2 mapas cartográfios con textos en valenciano y castellano.

27 PIQUERAS HABA, Juan / SANCHIS DEUSA, Carmen: “Geografía de Xàtiva y su región”, en la obra de VV. AA.: Gran Historia de Xàtiva (Vol. I), (Jorge Hermosilla, dir.). Universitat de València, Facultat de Geografía i Història, 2006, pp. 91-93.

28 COSTA, Francisco Javier: “Chella: Desarrollo urbano. Población. Calles de la localidad”. Revista-Programa de Fiestas Patronales de Chella–2008. Canals, Gráfiques Maal (Editada por los Festeros de Chella), febrero de 2008, s/p.

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no”, una mezcla del castellano, valenciano y toques de aragonés, todo aderezado con una peculiar pronunciación y un inimitable acento. Es una recopilación de recuerdos y de semántica popular, con finde mantener vivo el acervo cultural 29. Y una larga década después dicho estudioso ha publicado en edición digital la obra Ensayo sobre la fiología chellina: El habla de Chella (2021), como ampliación de la obra anterior, considerada como un homenaje a las gentes que le antecedieron en el municipio 30, y compilación en la que el investigador analiza la riqueza del vocabulario y de la gramática del habla particular de Chella, a la vez que recoge sus peculiaridades –entre ellas, palabras, expresiones y versos apócrifos- que atestiguan sus características dialectales

Figura considerada en el municipio, sobre todo a partir del proceso de construcción de la Democracia en España en 1978, es la del militar Carlos Fabra Marín. El historiador y escritor José Antonio Vidal Castaño es autor de la tesis doctoral, titulada El sargento Fabra: Historia y mito de un militar republicano, 1904-1970 (Madrid, Librería de la Catarata, 2012), que está basada en recuerdos personales y en documentos no siempre de fácil acceso. En ella trata acerca de la verdad y el mito de este suboficialchellino, que tuvo un relevante protagonismo en Valencia durante la Segunda República española. Hombre de confiana del teniente general José Miaja, fue ascendido a capitán y comandante, hasta que en 1939 se exilió a Francia, falleciendo en Saint Denis, cerca de París. En 1986 sus restos fueron traídos a España y descansan en el cementerio de Chella, su villa natal en la que tiene una calle y parque dedicados, próximos a la Ermita de San Nicolás31 . Un testimonio personal de carácter etnográfio nos ofrece Pepe Liberia, en el artículo “Chella, finalde los años 50. (Vida y costumbres de mediados del si-

29 GRAU-BERLANGA, Laura (Chella): “Aquí se habla en chellino”. Diario Levante-EMV. Valencia, domingo 31 de agosto de 2008.

30 GISBERT, Adrián: “Un compendio lingüístico inmortaliza el dialecto de Chella”. Diario Levante-.El Mercantil Valenciano. Valencia, domingo 4 de julio de 2021.

31 SOLBES, Tosa: “La leyenda del sargento Fabra”. Diario El PAIS. Madrid, 6 de marzo de 2012.

32 LIBERIA, Pepe: “Chella, finalde los años 50. (Vida y costumbres de mediados del siglo XX)”. Revista-Programa de Fiestas Patronales de Chella-2015. Canals, Gráfiques Maral (editada por los Festeros de Chella), 2015, pp. 25-30.

glo XX)”, publicado en la Revista-Programa de Fiestas Patronales de Chella (2015)32. El autor recaba en el paisaje y el paisanaje de un momento concreto de la historia local y relata las vivencias llevadas a cabo en su tiempo de juventud en los años centrales del siglo XX, entre las que describe, entre otras, la vida de colegial; la distribución de las casas; el “paseo” todavía sin palmeras, sobre cuyo suelo se disponían esparcidos los cacahuetes para su secado; las partidas de “raspallot” que se celebraban en las calles –que eran de tierra-; la construcción de las “casas baratas” entre las calles del pintor Salvador Pallás y de Joaquín Navarro; los establecimientos públicos que existían (hornos, carnicerías, tabernas, barberías y tiendas); y la ubicación de aquellas “paraetas” en las que se adquirían o cambiaban cromos y tebeos. Y un período en el que iban des-

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apareciendo los animales de tiro –caballos y mulas- y los carros, y comenzaban a aparecer los primeros vehículos a motor (camiones, coches y motocicletas).

El documentalista Xavier Serra Estellés, autor del Inventario de los archivos parroquiales de La Canal de Navarrés,LaHoyadeBuñolyElValledeCofrentes-Ayora (2019)33, se ocupa de los documentos archivísticos conservados en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia de Chella, perteneciente al Arciprestazgo de Enguera, y hace notar que las partidas más antiguas que se conservan son las de Bautismos, Matrimonios y Entierros, que datan de 1919, y las de Confirmacione desde 1943, pues los Libros de Fábrica y de Visitas Pastorales, existentes en el archivo eclesiástico desaparecieron en el transcurso de la guerra civil.

De interés, por otra parte, son las fichastécnicas de inventario de las campanas de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia (es un BRL), elaboradas por el Gremi de Campaners de Valencia y actualizadas por Joan Alepuz Chelet el 17 de septiembre de 2020 y que siguen en su elaboración la metodología aplicada por los antropólogos Francesc Llop i Bayo y Xavier Martín -según consta en la página web accesible de campa-

nars.com-34, que nos informan en detalle de los nombres de cada una de las cuatro voces de bronce que alberga la torre-campanario (concluida su construcción en 1898), fundidor, dimensiones, peso y año de licuación, y que se indican a continuación: La campana mayor (o de horas) data del año 1972, está dedicada al Cristo del Refugio y procede de la fábrica de Salvador Manclús; la campana que le sigue en tamaño se puso bajo la advocación de Nuestra Señora de Gracia, está fechada en 1789 y es obra de los Roses de Chella –se les atribuye-, activos a finesdel siglo XVIII; y las dos restantes (mediana y pequeña) están dedicadas, respectivamente, a San Blas y San Vicente Ferrer (toque de los cuartos) y se fundieron en 1941 -sustituyen a otras anteriores, desaparecidas- en los talleres de fundición de Manuel Roses Vidal. Fueron bendecidas en 2012 tras su limpieza y restauración, y presentan yugo de madera. Su funcionamiento se realiza mediante la percusión de electromazos monofásicos.

En el año 2021 el Ayuntamiento de la localidad editó un folleto turístico titulado Chella: El corazón de la Canal, con textos de Abel Soler y Rafael Jordá redactados en castellano y en inglés que versan acerca de un paseo por el pueblo y sus alrededores orientando al visitante, en un formato desplegable tamaño DINA-3, patrocinado por el Patronato de Turismo de la Diputación de Valencia y que va ilustrado con numerosas fotografías de la población y sus alrededores, sendos planos dedicados a la trama urbana y geodesia del entorno natural y paisajístico del municipio, de gran valor ecológico con sus numerosas fuentes y saltos de agua, y una relación de los monumentos y enclaves más signifiativos a tener presente, así como centros de alojamiento y de hostelería.

Y no podríamos cerrar este capítulo sin hacer mención de las crónicas y noticias aparecidas en diversas revistas y prensa periódica, como en varios ejemplares de la Revista-Programa de Fiestas Patronales de Chella (desde 1965 a cargo de los “Festeros de Chella”), los diarios El País (Madrid, 1976 y ss.), LevanteEl Mercantil Valenciano (Valencia, 1872 en adelante) y Las Provincias (Valencia, 1866 y sucesivos) y los semanarios locales, como El Enguerino (Enguera, 19071910) y plataformas digitales sobre el dialecto chelli -

33 SERRA ESTELLÉS, Xavier: Inventario de los archivos parroquiales de La Canal de Navarrés,La Hoya de Buñol y El Valle de Cofrentes-Ayora. Valencia, Facultad de Teología San Vicente Ferrer, 2019, Colección “Monumenta Archivorum Valentina”, núm. 17, p. 102.

34 Consúltese la página web de campanar.com/php/campanar.php?numer597

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no, el territorio, la industria, las fiesas y costumbres populares, los actos culturales, sucesos y efemérides habidos en la localidad, reseñados por redactores y periodistas a lo largo de las últimas décadas y que son clave para conocer la historia reciente de esta población de la Canal de Navarrés.

6. UNAS CONSIDERACIONES FINALES

Las descritas son fuentes de la memoria que permiten generar contenidos y ayudan a aproximarnos al conocimiento de la historia del municipio de Chella. Y para los autores de este ensayo y cualquier persona interesada en los temas culturales constituyen una herramienta de trabajo de primera mano y de precisa consulta para la elaboración de otros estudios de carácter global que más adelante se proponen desarrollar sobre la economía, la industria, los recursos naturales, la evolución urbana y los principales monumentos, el nomenclátor de plazas, calles y rincones, los espacios ajardinados, los teatros-cinematógrafos desaparecidos (El Cid y La Paz), la arquitectura del agua y los recursos hídricos -los viejos batanes, los molinos venidos a menos, el puente de los tres ojos (siglo XVIII) sobre el “salto” del río Sellent (es otro BRL), el azud o embalse que le precede, las fuentes, el lavadero público y los abrevaderos, la demografía con indicación de las unidades poblaciones, la antroponimia con el estudio de los apellidos más frecuentes en la actualidad (en 2002 registramos los Granero, Talón –estos dos citados muy asiduos–, García, Martínez, Bellver, Pallás y Bellot), la aficiónpor la música en la población desde principios del pasado siglo (de reciente creación es el Conservatorio Profesional de Música “Maestro Ponce”), la indumentaria, las costumbres, el ciclo festivo (con las danzas y cantos tradicionales) y la devoción popular en las calles a través de una serie de retablitos de azulejos cerámicos procedentes de manufacturas valencianas que presiden algunas hornacinas de las vías urbanas, siendo de recordar que los fechados con anterioridad a 1940 –alguno existe-. están protegidos por ley y declarados BIC).

De otro lado y relevante –no tratado en los apartados anteriores–, es la documentación que puede aportarnos las denominadas fuentes primarias, referente a dietarios, memorias, expedientes y relatos que acaso puedan conservarse en el Archivo Histórico Municipal, así como documentos de últimas voluntades (testamentos) e inventarios de bienes de épocas pretéritas, guardados en el Archivo de Protocolos Notariales de

Enguera, que serán útiles y pueden proporcionar noticia de aquellas cofradías y hermandades que existieron o subsisten en la villa, y de las devociones locales más arraigadas, dedicadas en el pasado a la Virgen de Gracia, Nuestra Señora del Rosario de la Aurora y san Blas, y modernamente –promedios de la centuria del XX– a san Nicolás de Bari.

Las Libros Capitulares -en cuyos asientos se reflejan los principales acuerdos y resoluciones adoptados en los plenos municipales-, y los Libros de Cuentas son, asimismo, otra fuente para recalar en el estudio de aquellos aspectos relacionados con las licencias de obras, las áreas urbanas en expansión, la construcción del cementerio actual en la década de los años 50 del pasado siglo y otros asuntos corporativos de interés concernientes a la Chella del día a día.

Del mismo modo, en la página web del Ayuntamiento puede consultarse la Ordenanza reguladora del registro municipal de solares y edificiosa rehabilitar, en la que en su art. 4, se relacionan aquellos edificios –gran parte de ellos casas señoriales de porte palaciego– que gozan de un nivel especial de protección (integral, general o parcial) y orientan al ciudadano o al interesado en el tema a su localización (núcleos de la plaza de la Iglesia, y calles de la Iglesia vieja, Mayor, Higueral y Nueva), con el interés, aparte de establecer una normativa para la conservación del patrimonio arquitectónico local, de poderlos admirar -al menos externamente (fachada y detalles ornamentales –rejas de balcones y ventanas, trabajos de ebanistería de las puertas, relieves y frisos que enmarcan huecos y ventanas–), ya que son viviendas de propiedad privada-, ayudando con ello al conocimiento de estos testimonios del pasado, muchos de ellos bien conservados. Por último el material fotográfio de la década de los años 40 de la pasada centuria –o de épocas anteriores–, en unas instantáneas captadas por el fotógrafo Jesús Arellano, avecindado en el municipio durante ese tiempo, ha de servir de testigo fieldel progreso en la localidad y de testimonio de aquellos viejos lugares, algunos ya desaparecidos o que han sido transformados, en esa mirada hacia el futuro.

A modo de colofón, los autores de este trabajo confían que el mismo no solo contribuya a un mayor y mejor conocimiento de los orígenes y de la identidad de la villa de Chella, sino que abra caminos en el campo de la investigación a otros estudiosos o interesados en pergeñar el patrimonio cultural. Y si lo hemos conseguido estaremos muy satisfechos y agradecidos. �

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Una nota sobre San Fumat

¿Qué definela fiesa? ¿De qué material social está forjada? ¿Dónde empieza y dónde acaba? ¿Qué nos dice sobre aquellas y aquellos que la celebran, que la enaltecen, que la festejan? ¿Cuál es, de tenerlo, su sentido último? Son cuestiones, todas ellas, planteadas por las Ciencias Sociales en general y la Antropología Social en particular. Si bien para el celebrante de la fiesa (póngase por caso de San Fumat), puede parecer connatural hacer y vivir tal o cual festividad, de tal o cual manera, para el científio social, por otro lado, que hace de la fiesa —uno de— sus objetos de conocimiento, la susodicha deviene espacio-tiempo privilegiado a través del cual estudiar lo social en su propio desenvolvimiento.

Existe cierto quorum dentro de la literatura especializada a la hora de comprender la fiesa como un “drama social” a través del cual una sociedad concreta dramatiza, pone en tensión y negocia colectivamente algunos de los valores que la constituyen en tanto tal. No solo eso. Parece ser que la gran mayoría de sociedades — por no decir la totalidad de ellas—, tanto en el pasado como en el presente, se han surtido de la fiesa (o de rituales de rebelión análogos a ella) para pensarse a sí mismas; tensionar las más férreas reglamentaciones sociales; instaurar un “tiempo fuera del tiempo” desde el cual, siempre colectivamente, poner en circulación discursos y prácticas no normativas. O, hablando en plata: toda sociedad necesita y ha necesitado, eventual y ritualmente, subvertir el orden usual de las cosas.

Desde hace más de una veintena de años, cada primera semana de febrero, algo de lo inmediatamente expuesto arriba sucede en Chella. Y es que, cada primera semana de febrero, en plenas fiesas patronales — día arriba día abajo según el calendario — reemerge en “el lugar”, San Fumat. Indefectiblemente, decenas de jóvenes disfrazados se darán cita, a altas horas de la madrugada, en

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los aledaños del auditorio municipal. Parapetados tras la imagen de San Fumat, la misión última del colorido pasacalles no será sino la de tomar en ordenada masa las calles de la localidad al tiempo que se deja tras de sí una vaharada de marihuana sin principio ni final apaente.

La fuerza —y vigorosidad— de San Fumat, en tanto ritual festivo, no se halla en unos orígenes insondables en el tiempo. Nada más lejos de la realidad. La fiesa nace en los albores del presente siglo, de manos de algunos jóvenes —festeros— de la localidad que, conscientemente, deciden que hace-falta-hacer-esta-fiesa. Sin más. En concreto, se estima que el día de la Candelaria, aparte de la procesión de turno, no existe ningún tipo de espacio festivo para la juventud. Y es por ello por lo que se crea San Fumat. Sin ambages: por y para el esparcimiento de aquellos que, quizá sin saberlo, acababan de instituir en el pueblo una nueva devoción.

Parece ser que, originalmente, la fiesa toma como modelo otra —no se nos enfade nadie— celebrada en una población vecina cuyo nombre aquí nos podemos ahorrar. No obstante, esta cuestión no es importante en absoluto. Desde sus inicios, San Fumat, queda instituida como fiesa por y para las chellinas y chellinos; tanto su nombre como algunos de sus primigenios “elementos rituales” —tales como la presencia de puros caliqueños en la celebración— dan cuenta de que, desde el primer halo de vida, San Fumat serviría, sobre todo, para exaltar la pura y llana identidad local.

Uno da cuenta, curiosamente, al preguntar a algunos de sus más lozanos celebrantes, de que hoy por hoy,

nadie conoce al detalle sobre fechas, nombres y motivos de su fundación. Ni falta que hace. Una vez más, ello no es importante en absoluto.

La fuerza —y vigorosidad— de San Fumat, reside tanto en su ductilidad como en la informalidad inherente a su despliegue ritual. Ductilidad en un sentido de apertura radical a la creatividad para aquellos que la celebran —la fiesa no ha dejado de incorporar y prescindir de “elementos rituales” según la edición. Informalidad en un sentido de renuencia rayana en lo metódico por seguir su curso paralelamente al de la administración local —tanto del Ayuntamiento como de las sucesivas comisiones de fiesas.

Sin dejar de ganar adeptos y, pese haber habido por medio una pandemia vírica de alcance mundial, hoy San Fumat se perfilacomo una fiesa exuberante de vida. Sus celebrantes —los de ayer y los de hoy— se arrejuntan cada primera semana de febrero y, con sus propias manos, son capaces de re-crear una fiesa sin igual, movilizando por el camino, siempre colectivamente, la identidad local.

Quizá ello es lo que definea la fiesa. Quizá su sentido último radica en la capacidad de instaurar un “tiempo fuera del tiempo” en el que, de pronto, tomamos conciencia de las relaciones sociales que nos definen San Fumat no es sino una excusa —¡bendita excusa! — para, con cada nueva edición, recordar que lo que nos une es más de lo que nos separa. Y, quizá, entre los rescoldos de la hoguera, intuir que uno no es chellino, sino que llega a serlo. �

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Los Brulls

Una de muchas riquezas que tiene nuestra comarca sin duda alguna es la abundancia de agua. Son numerosas las fuentes que salen por todos los rincones de la Canal de Navarrés y que transcurren por numerosos barrancos, ramblas y ríos.

En sus entrañas, un gran río subterráneo recorre toda la comarca desde Caroche. Este río muestra sus ojos en numerosos puntos: desde Bicorp con el nacimiento del río Fraile, pasando por Quesa con el río Grande formando los famosos charcos.

Nos paramos ahora en Navarrés, donde en Playamonte nace el agua alrededor del lago y formando así un nuevo río.

Bajamos a Bolbaite donde nace el río Sellent. Llegamos a Chella, con el nacimiento de numerosas fuentes, destacando El Abrullador, gran manantial que mana de una galería de unos 200 metros y que vierte

sus aguas a la conocida acequia madre para recorrer caballera y señora toda la partida de la huerta de las viñas aportando riqueza a nuestros hogares.

Es deber de todos limpiarla y cuidarla. El excedente sustancial de este agua transcurre por todo el barranco hasta su desembocadura en el río.

En la balsa el Hondo también tenemos otra salida importante de agua, al igual que en la Playa salvaje. Quiero destacar también que es cuando la capa freática de la tierra está saturada y presenta un nivel alto de agua a consecuencia de un episodio importante de lluvias.

En el barranco del Horchano salen los conocidos Brulls del rincón. Hasta 20 he llegado a contar en esta pasada primavera lluviosa con 23 días de precipitaciones generosas y un total de 545 litros. Personalmente yo los he visto tres veces, siendo la primera en enero del

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1989, donde se produjeron también numerosos temporales con lluvias copiosas desde la Purísima.

La segunda vez fue también por lo mismo, desde Reyes hasta febrero en el año 1993, donde el Santisimo Cristo del Refugio salió en solemne procesión el último fin de semana de ebrero por persistentes lluvias.

Y la tercera vez, este pasado 28 de marzo de 2022, transcurridos 29 años.

Otros vecinos también me han dicho que en 1982, el año de la Pantaná, también salieron por las lluvias torrenciales de la comarca 700 litros generalizados. Otros vecinos también los han visto con nieve en pleno invierno. Los Brulls no dejaron de salir el 20 de mayo de la pasada primavera.

Analizando estas situaciones, se dan con el periodo de la niña. Bloqueo anticiclónico en Europa con vientos

de gran recorrido marítimo procedentes del este. A la vez una borrasca o varias entre el Golfo de Cádiz y el Mar de Alborán. Así que cuando la naturaleza quiera, volverán a salir si cuadran dichos factores.

Para este invierno continuaremos con la niña. ¡y a lo mejor los vemos otra vez! incluso con nieve.

Seguimos con nuestro recorrido del agua y nos detenemos en nuestro pueblo vecino de Anna, donde la Albufera es un auténtico derroche de agua que mana en numerosos puntos.

Acabamos nuestro recorrido en nuestra comarca vecina de La Costera, concretamente en la localidad de Alcudia de Crespins, donde nace el río Dels Sants con numerosos ullals, el cual recorre todo el pueblo pasando por Canals y desembocando en el río Cañoles. �

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Chellinos centenarios José Granero Pareja

José Granero Pareja nació en la calle San Roque el 6 de diciembre de 1921. En diciembre de 2022 cumplió 101 años.

Es uno de nuestros chellinos más longevos. Actualmente vive en Anna con su hijaMatilde y su familia, y allí lo visitamos para hacerle ésta entrevista. Nos espera en la calle, apoyado en su muleta pero muy resuelto. Nadie diría que tiene la edad que tiene. Salvo por su sordera, nos comunicamos perfectamente. Se enfada porque no recuerda tantas cosas como le gustaría, pero poco a poco van acudiendo a su mente recuerdos, momentos, imágenes y anécdotas.

Recuerda una infancia muy feliz, jugando a las birlas en la calle, que entonces era de tierra. Se le daba muy bien y en ocasiones hacían apuestas. Iba al colegio en un edificiosituado en la carretera, en la esquina de la calle San Antón. Era un colegio solo para hombres.

Tiempo después su padre se compró un solar en la carretera y allí se hizo la casa. Desde entonces le apodaron “Pepe el carreterico”. Era una casa muy grande con espacio para cuadras para los animales, recuerda que por esa zona no quería vivir nadie y el terreno estaba barato. Luego el pueblo fue creciendo en esa dirección.

No salió de festero, pero recuerda las fiesas de Chella con mucho cariño y no se perdía ningún acto. Dice que entonces hacía mucho más frio que ahora, que muchas veces nevaba. Los domingos se hacía baile en las casas y alguien tocaba el acordeón. Se bailaba mucho el tango, era lo que estaba más de moda. También se hacía fiesa en la calle San Roque, que recuerda como “la fiesa de los melones”. Se abrían muchos melones y los vecinos se juntaban para comerlos y festejar.

A fiesas de Chella venía la banda de Liria, y lo recuerda como un gran espectáculo. Cuenta que venían en autobús, paraban un poco antes de la entrada del pueblo y la banda bajaba del vehículo ya tocando. Iban así hasta la plaza de la iglesia y la gente los acompañaba en pasacalles. No tiene mal recuerdo de la guerra, aunque aún era pequeño. No pasaron demasiada hambre porque tenía un tío que era panadero y hacía el pan para los militares, así que podían conseguir parte de ese pan para la familia.

Estaba a punto de entrar al ejército cuando se acabó la contienda, tenía entonces 17 años. Cuando cumplió los 18 lo enviaron a realizar el servicio militar. Estuvo tres años en Valencia, sin apenas permisos de salida. Esa etapa se le hizo dura porque ya tenía novia y no podía ir a verla. Cuenta que en la mili tuvo suerte y estuvo “enchufao”. Lo pusieron en una oficinay después estuvo de ayudante de un alto cargo en la calle Las Barcas de Valencia. Siempre lo tuvieron bien considerado porque era una persona muy trabajadora y dispuesta.

Unos años más tarde de su vuelta de la mili, José y Matilde se casaron. José recuerda que el día de su boda tuvieron que casarse de noche, porque la familia de Matilde estaba de luto y no estaba bien visto celebrar fiesas en ese periodo.

Cuando se casaron, se fueron a vivir con sus padres y hermanos a la calle San Roque. Su padre tenía vacas y él era el que las muñía, se le daba muy bien y le cogió el truco enseguida. A su hermano Pedro le costaba más. Su esposa Matilde era la encargada de vender la leche por las casas y hacer el reparto.

Tiempo después, José y Matilde se fueron a vivir a la fuente, a unas casas propiedad de D.Pedro Novella, que las alquilaba. Había tres pequeñas viviendas en lo que ahora es el parque de la fuente, debajo de la casa de Manolo. Allí también estaba el matadero donde se mataba a los animales para vender la carne en las carnicerías.

En las tres viviendas vivían tres familias en las que los maridos trabajaban a jornal para D.Pedro. José además, trabajaba por las tardes recogiendo esparto para Chaves. Se iba andando hasta más allá del Muntot para recogerlo, y lo traía todo cargado a la espalda.

El matrimonio tuvo dos hijas Matilde y Pepita. Pepita nació durante las fiesas de Chella. Hacía mucho frio y estaba nevando. Al llegar José a casa, Pepita estaba enferma. José tuvo que ir a buscar a la comadrona Dña. Liduvina para que les ayudara, pero había demasiada nieve y era muy difícil caminar por las calles, así que José cogió una pala e hizo un camino en la nieve desde su casa hasta la casa de Dña. Liduvina. A pesar de ello era difícil llegar, por lo que cuando José pudo

contactar con la comadrona, tuvo que llevarla cargada a la espalda hasta su vivienda.

La comadrona le recetó unas medicinas para que la bebé sanara. José fue como pudo hasta la farmacia, que estaba situada en la plaza de la iglesia, junto al Palacio de los Condes de Buñol. Fue tan rápido que no se acordó de coger dinero para pagarlas, y el farmacéutico no quería fiárselas Él le prometió que enseguida le traería el dinero, así que el farmacéutico finamente accedió. Llevó las medicinas a su hijay volvió a pagar al farmacéutico, en medio de la nevada.

José, su esposa y sus hijasestuvieron algunos años acudiendo a la temporada de la vendimia en Francia, y Matilde estuvo también en París, sirviendo en una casa durante 8 meses. Mientras tanto, José y sus hijas permanecieron en Chella.

Tiempo más tarde la familia pudo ahorrar para comprar una pequeña casa en la calle Morera. Les gustaba la zona pero la casa se tenía que reformar y había que subir mucha cuesta para llegar a ella. Alguien le ofreció una casa en la carretera, enfrente del cine de verano, y decidieron comprarla.

Para poder pagarla, José se marchó a trabajar a Alemania. Allí estuvo trabajando en una fábrica, y también poniendo tuberías en las calles. Era un trabajo muy duro y nadie lo quería hacer, porque había que trabajar con mucho frío en plena calle. Por ello el trabajo se pagaba muy bien y en poco tiempo recogió el dinero suficiene para pagar la casa. Entonces volvió y ya se quedó en Chella con su familia, sin parar de trabajar toda su vida hasta su jubilación.

Hoy en día, José sigue manteniendo su casa de Chella. No la vende ni la alquila porque le gusta venir de vez en cuando. Su hijay sus nietos lo traen a dar una vuelta y a tomarse un café, y así no pierde el contacto con éste pueblo que lo ha visto nacer, crecer y convertirse en el gran ser humano, amable, bondadoso y sincero que sigue siendo.

Muchas gracias a José y a su familia por abrirnos las puertas de su casa y de su corazón, y por contarnos de primera mano cómo era Chella hace 100 años. �

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Chellinos centenarios Salvador Costa Gómez

Natalia Talón Madrid

Esta entrevista se realizó el 23 de octubre de 2022. 7 días después, Salvador Costa falleció. Sirvan estas palabras como homenaje póstumo a una larga vida de trabajo sin descanso, pero rodeado de una gran familia y mucho amor.

Salvador Costa Gómez nació hace la friolera de 100 años: el 15 de septiembre de 1922. España estaba inmersa en la guerra del Rif, Pío XI era proclamado Papa, en Egipto se descubría la tumba de Tutankamón y en enero de ese mismo año se administró la primera inyección de insulina. El padre de Salvador había sido peluquero, pero con el tiempo y ya casado, su esposa y él decidieron abrir una tienda de ultramarinos; la tienda de la tía Adriana y del tío Salvador que regentaron hasta su jubilación. La tienda estaba situada en la calle Joaquín Navarro que posteriormente se convertiría en la actual calle Higueral.

Salvador iba al colegio que entonces se encontraba en la calle Santo Domingo número 7. El edificiofue una donación de Joaquín Navarro al ayuntamiento de Chella que lo transformó en colegio. La escuela era mixta pero la enseñanza se impartía por separado. Los maestros tenían sus propias dependencias en el colegio. A Salvador le gustaba mucho jugar a raspall de pequeño y sobre todo al fútbol del que sigue siendo un gran aficionad, sobre todo del Valencia CF.

A los 13 años tuvo que dejar de estudiar para colaborar en la economía familiar. Su hermano Benjamín al ser más pequeño pudo continuar estudiando y se convirtió en abogado años más tarde.

Su hermana Zoraida estaba muy mimada y sus padres le compraron un piano, aquello fue todo un acontecimiento en Chella.

Salvador se libró de la guerra civil por los pelos. Cuando finalió la contienda él tenía 17 años. Su padre sí que estuvo durante un año en el frente pero volvió ileso de la guerra.

A finaes de los años cuarenta Salvador y sus amigos Blai y Bogues se hicieron cargo del cine y teatro El Cid. Entre semana la entrada costaba una peseta y era gratis para las mujeres, el finde semana el precio era de dos pesetas para todo el mundo. El local era propiedad de la tía Heredia, la tía María y la tía Petra.

Salvador dice que el invento que más le impactó siendo joven fue la radio. Su familia tuvo una radiogramola y a veces hacían fiesas en su casa con los amigos, bailaban y escuchaban música.

Salvador y Pepita se casaron en 1956, fruto de esa unión nacieron sus hijos Savador y María José.

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En 1962 fue festero. El suyo fue el último año en que las fiesas las organizaban cuadrillas de amigos de diferentes edades. Su festera era muy jovencita, una chellina llamada Pilar Insa Conca. La presentación tuvo lugar en la pista Alegría de la Huerta, en la calle doña Liduvina, el local de Charrón que servía de cine de verano y de pista de baile.

La reina de las fiesas se llamaba Priscila, vivía en Navarrés y su padre era el dueño de los autobuses Granero. En noviembre de 1962 emigró a Alemania porque tenía conocidos instalados allí. Primero trabajó cargando maletas y equipajes en la estación de trenes, más tarde entró en la fábrica de televisores Telefunken.

Cuando volvió a Chella siguió haciéndose cargo de la tienda que había sido de sus padres junto a su esposa Pepita.

En 1965 Salvador y Pepita iniciaron una nueva aventura, se trasladaron a Valencia y regentaron el bar Levante hasta el año 1988. Tuvieron que trabajar muchísimo. Dice Salvador que los 10 primeros años

no descansaron ningún día de la semana ni cogieron vacaciones. Gracias a su esfuerzo pudieron comprarse un coche, un piso y pagar el traspaso del local. Estuvo cuatro años sin venir a Chella. Después empezó a cerrar un día a la semana y a disfrutar de un mes de vacaciones al año.

En 1977 murió su mujer y Salvador estuvo viudo durante cinco años, tiempos que recuerda con gran pesar, dice que fueron los más tristes de su vida.

En 1982 contrajo matrimonio en segundas nupcias con Adelaida Talón Granero que también era viuda y madre de Vicente, Maria Ángeles y Alberto. Ambos siguen felizmente casados.

En 1988 Salvador se jubiló y volvió a su pueblo, donde reside desde entonces en la calle San Roque, número 31. Salvador es un hombre de buen carácter muy querido por sus familiares y amigos. De trato fácil y buen conversador, no se arrepiente de nada y considera que ha tenido una buena vida y ha sido muy feliz a lo largo de toda su existencia. �

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Bea Alberola

Premios extraordinarios al rendimiento académico 2019 y 2020

PREMIO EXTRAORDINARIO AL RENDIMIENTO ACADÉMICO CEIP JUAN LACOMBA GUILLOT

Desde el CEIP Juan Lacomba Guillot de Chella queremos felicitar a nuestras dos exalumnas:

JÚLIA ESTARLICH MIRAVALLES (promoción del 2018-2019)

INÉS PAYÁ GARCÍA (promoción del 2019-2020)

por la obtención del premio extraordinario al rendimiento académico de Educación Primaria, otorgado por la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte. El acto de entrega de este premio suele hacerse en el Palacio Reina Sofía de Valencia, pero debido a la situación extraordinaria vivida por la pandemia, estos últimos cursos no se ha podido celebrar. Esta situación extraordinaria nos brindó al colegio la oportunidad de hacer entrega de estos premios a nuestras queridas alumnas.

Júlia e Inés recibieron su más que merecido reconocimiento a su trabajo, su voluntad de aprender, su esfuerzo y dedicación, en el acto de finalde curso que se celebró en el patio del colegio. En este acto estaban presentes el alumnado, las familias y el profesorado y para nosotras, sus tutoras, fue un honor hacerles entrega del diploma que les ha sido concedido.

Desde estas páginas queremos trasladarles la enhorabuena de toda la Comunidad educativa con el convencimiento de que seguirán avanzando y obteniendo unos magnífios resultados.

¡Muchas felicidades y un fuerte abrazo! � PEPI Y MARÍA JOSÉ

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La Resolución de 1 de octubre de 2021, de la Dirección GeneraldeInnovaciónEducativayOrdenación,porlacual se conceden los premios extraordinarios al rendimiento académico de Educación Primaria correspondientes al curso 2020-2021, recoge que Joana Estarlich Miravalles, Elsa Juárez Granero y Olivia Muller Talón, han sido merecedoras de dicha distinción por haber obtenido una nota media de 10 en 5º y 6º de Educación Primaria. Durante los cursos 2019-2020 y 2020-2021 tuve la inmensa de fortuna de ser el tutor de Joana, Elsa y Olivia, y del resto de un fantástico grupo de niños y niñas que se vieron inmersos en una situación extraordinaria de pandemia y confinamieno. Resulta imposible olvidar la lección de aplomo y entereza que nos dieron en circunstancias tan especiales, el ejemplo de vida que mostraron y como nos ayudaron a sobrellevar la situación. Por ello, se crearon lazos de unión irrompibles entre alumnado, familias y tutor, que permanecen en el tiempo. Se me queda corto este espacio para decir todo lo que me gustaría de Joana, Elsa y Olivia. Intentaré, por tanto, ser lo más conciso posible.

JOANA es la sonrisa eterna. Posee un brillo especial en los ojos que ilumina cualquier estancia con su mera presencia. Muestra al mundo un optimismo desbordante, pero dentro de ella mantiene una lucha constante consigo misma por mejorar. Resulta sorprendente su capacidad de esfuerzo y constancia, la enorme dedicación y ansia por aprender. Su familia es parte fundamental en su vida, siempre atenta y preocupada por el bienestar de los suyos. Es impensable encontrar en ella un atisbo de maldad y siempre estará dispuesta a ayudar a quien lo necesite. Es un remanso de paz, un oasis de calma.

ELSA es bondad y cariño. Parece tímida a primera vista, pero no está exenta de un genio corto y explosivo que surge de manera inusitada ante cualquier injusticia. Derrocha alegría allá donde va y es capaz de hacerte olvidar tus problemas de manera inmediata. Reivindicadora impenitente, se erige de manera natural en portavoz del grupo para cuanto sea necesario. Ama a su familia por encima de todo y tiene devoción por su padre y su madre. Perfeccionista hasta el límite, cuida cada detalle en todo lo que hace y siempre da el máximo de sí misma. Es felicidad en estado puro.

OLIVIA es un vórtice de saber que absorbe todo conocimiento que llega a sus dominios. Conversadora incansable, lectora voraz y escritora sublime, se protege tras una coraza de impostado desdén que le ayuda a enfrentarse al mundo. Pero la realidad es que se preocupa por todo y por todos, especialmente por sus seres más queridos. Demuestra una madurez impropia de su edad, lo cual le confiee un carácter de liderazgo innato. Posee un aura de carisma que denota su presencia en todo momento. Es un diamante en bruto que está comenzando a pulirse, siempre con la sensación de que el mundo se le queda pequeño. Charlar con ella, de cualquier tema, es toda una aventura.

Quiero aprovechar la ocasión para realizar un sentido homenaje a las familias de Joana, Elsa y Olivia. Supone para mí un honor considerarme su amigo. El afán y la dedicación mostrado por las familias de estas niñas en alcanzar una educación integral, una educación en valores, es la muestra de la importancia de lo que antes he comentado: es fundamental trabajar de manera conjunta familias y docentes para lograr el objetivo común de formar ciudadanos críticos y proactivos. Mi más sincera enhorabuena a las familias y gracias por vuestra labor.

Estos son nuestros jóvenes. Este es nuestro futuro. No nos dejemos llevar por agoreros y pesimistas. Tenemos una juventud formada y preparada, preocupada por el medio ambiente, la igualdad, la inclusión y los derechos humanos, a pesar de que continuamente nos intenten mostrar la cara menos amable. ¿Acaso no recordamos nuestra juventud? Tenemos futuro, tenemos esperanza y entre todos lo conseguiremos.

Dejé de ser vuestro tutor, pero siempre seré vuestro amigo. Siempre. �

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Francisco Manuel Garcés Castellano (Quico). Maestro del CEIP Juan Lacomba Guillot.
2021

La tienda de Las Musilarias

En el número 74 de la Avenida Constitución el tiempo se ha detenido. Hace 103 años que se construyó esta casa en la que Amparo ha vivido toda su vida. En ella, sus padres pusieron en marcha un negocio de venta de comestibles y artículos variados que estaría en marcha durante más de 60 años.

La tienda de las “Musilarias” es un emblema de Chella. Todavía conserva sus dos escaparates a ambos lados de la puerta principal, en los que se exponían para la venta toda clase de enseres para el hogar: vajillas, juguetes, ferretería, artículos de limpieza, comestibles y todo lo que una casa chellina podía necesitar.

Al entrar, nos trasladamos en un instante 50 años atrás, cuando el comercio estaba en pleno funcionamiento y a Amparo y a su hermana María las encon-

trábamos detrás del mostrador. Ambas vestidas con su bata blanca, despachando sus productos a las gentes de Chella y de toda la comarca.

Las estanterías, los mostradores, las vitrinas… todo está hecho de madera de buena calidad, fabricadas a medida por un carpintero de Chella. Amparo recuerda que el mismo carpintero les compraba a ellas el material de ferretería para realizar su trabajo. En sus baldas aún se conservan infinidadde artículos con las etiquetas de los precios en pesetas.

Amparo Ponce me recibe muy risueña. Nadie diría que tiene 95 años. En su memoria conserva muchos recuerdos de toda una vida trabajando para su tienda, la mayoría de ellos muy felices, y está orgullosa de la vida que ha llevado, siempre trabajando pero rodeada de su familia.

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Nació el 13 de octubre de 1927. Ella y sus tres hermanos, Paquita, María y Victoriano, eran hijosdel matrimonio formado por Victoriano Ponce y Felicidad Soler.

Cuando le pido que me cuente la historia del establecimiento, tiene que remontarse muchos años atrás, cuando su madre tenía un pequeño comercio en la esquina (heredado de sus padres) en el que la parte de arriba hacía las veces de posada. Su madre se casó en primeras nupcias con un maestro y de ese matrimonio nacieron tres hijos Después el maestro falleció y Felicidad se casó con Victoriano Ponce, que era íntimo amigo de su anterior esposo.

Amparo cuenta que en los tiempos en los que sus padres eran jóvenes, solo había en el pueblo tres personas que llevaran zapatos: el alcalde, el médico y el juez, y se les reconocía por el ruido que hacían los zapatos en la calle.

Victoriano Ponce fue vinatero y estuvo en Cuba trabajando antes de casarse, enseñando el ofici. Pero echaba mucho de menos Chella y en cuanto pudo se volvió. Con mucho empeño logró convertir la pequeña ocupación de Felicidad en un negocio mucho más grande.

Cuando la fundaron, Victoriano y Felicidad eran los encargados de llevarla adelante, y sus hijosles ayudaban. Poco a poco Amparo y María se hicieron cargo del negocio, Paquita se dedicó a la centralita de teléfonos de Chella y Victoriano cuidaba las tierras. A Paquita también le gustaba coser y tenía buena mano.

A la tienda traían cosas que no se vendían por la zona y por eso allí acudía gente de toda la Canal a comprar. En navidad llenaban las estanterías de juguetes. Los niños venían y se quedaban maravillados viendo todo lo que había. Al principio abrían todos los días, domingos incluidos.

Allí se podía encontrar artículos de todo tipo: legumbres, caramelos y dulces, regalos, menaje de hogar, juguetes, ferretería… Echando un vistazo, todavía se pueden ver artículos expuestos a la venta, como maletas, peluches, botes de pintura, artículos de ferretería, juguetes, vajillas, vasos, copas…. Junto a la caja registradora figuan todavía las hojas para anotar la compra de la tienda con el membrete de su padre.

Tenían varios mostradores para despachar los diferentes artículos, ya fueran comestibles o de ferretería y enseres. Las legumbres las vendían al peso, las preparaban en capuchones y lo dejaban listo para vender, así adelantaban trabajo. También vendían productos químicos para el campo, como carburo, cloruro, y más tarde, gasolina.

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Amparo era la que se encargaba de comprar el género. Fue una mujer muy moderna para su tiempo. Conducía su propio vehículo y llegó a tener tres coches. Se iba a Xàtiva y a la Ribera, se lo recorría todo buscando cosas para vender en la tienda. Compraba arroz en sacos, fruta y verdura, naranjas... También iban representantes a la tienda a venderles productos y ella era la que negociaba.

En los tiempos de postguerra se fiabamucho, había mucha hambre y miseria. Los hombres se iban a La Rápita a segar arroz y también a segar trigo por largas temporadas, y las madres iban a la tienda y pedían que les sirvieran de fiad. Lo hacían en secreto para que no se enterara más gente y se supiera que allí fiaban Algunas volvían tiempo después a liquidar la deuda poco a poco, pero otras nunca pudieron pagarla.

En la postguerra, Amparo y María hacían roscas de aceite y sal para vender, y le ponían pimiento colorao para simular el tomate. Lo compraban los niños para ir al colegio.

La vida de ésta familia transcurría alrededor de la casa. En la parte delantera estaba la tienda y justo detrás

se encontraba el comedor familiar. Amparo recuerda como en muchas ocasiones estaban comiendo y la gente entraba a comprar, por lo que se tenían que levantar para atender. La tienda permanecía abierta todo el día. Las habitaciones se hallaban en la planta de arriba y en la tercera planta se ubicaba la cambra, que la tenían de almacén. En el sótano de la casa tenían los productos peligrosos.

Por la noche no cerraban con llave. A su padre le gustaba jugar al billar y se iba al bar a echar la partida. A veces se dejaba las llaves en el paño y el que pasaba tocaba a la puerta y decía: ¡señor Victoriano, se ha dejado las llaves en el paño! Como su padre estaba en el bar, era Amparo la que le contestaba: ¡pues échelas dentro y cierre la puerta!. Había confiana entre los vecinos. Lo que más le gustaba a Amparo era interactuar con la gente. Fue una mujer muy decidida y valiente. La familia también se hizo cargo del servicio de teléfono que estaba en la esquina de la calle San Roque con la calle Nueva. Al principio, a su padre le ofrecían el servicio pero no quería cogerlo. Hasta entonces lo había llevado la “tía Aida”, pero lo había dejado y no encontraban a nadie que quisiera llevarlo. Un señor de Valencia acudía constantemente a la tienda a intentar convencer a su padre de que lo cogiera, pero éste no quería porque lo tenía que llevar su hijaPaquita y no quería que los hombres fueran allí estando su hijasola. Finalmente Amparo lo convenció y lo cogieron. Había poca gente con teléfono pero en esa época aumentó mucho el número de abonados y su hermana tenía mucho trabajo. Había gente que la llamaba para que diese recados a la otra parte del pueblo, para no tener que desplazarse. Cuando cogieron la central del teléfono, Chella tenía unos 30 abonados y estando ella se apuntaron 100 más. Tenía mucho trabajo.

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Su padre fue alcalde varios años y juez 14 años. Tenían un cuarto en la tienda donde atendía a la gente e iban a contarles sus problemas. Cuando se cansaba cogía el periódico y se iba a sus campos en el Turco a leer y descansar.

En sus ratos libres, Victoriano pintaba cuadros y dibujaba las sábanas de las que se iban a casar, de las que tenían dinero. Lo hacía muy bien y estaban muy cotizadas, pero sólo se lo podían permitir unas pocas.

Amparo Ponce sonríe mientras recuerda su ajetreada vida. Ella es la última que queda de una familia al frente de la cual estaba su padre, trabajador incansable y hombre visionario, que supo adelantarse a su tiempo y ofrecer en su establecimiento los productos más novedosos. Pero este negocio no había llegado tan lejos sin el gran apoyo de su hijaAmparo, mujer moderna y avanzada que conducía un coche (muchos la recordarán en su 600 blanco) cuando aún ni siquiera algunos hombres sabían conducir, y que era capaz de ir hasta donde hiciese falta para traer a su tienda las últimas tendencias y productos de calidad.

Me despido de Amparo y ella sigue sin perder la sonrisa. Está cansada pero quiere seguir contando historias.

Le digo que volveré otro día para que me cuente más, porque ella disfruta contando pero yo he disfrutado muchísimo escuchándola, imaginando la tienda de Las Musilarias en todo su apogeo, con gente entrando y saliendo, comprando cosas tan dispares como tornillos, garbanzos, una escoba o un tren de juguete. Quien pudiera volver tiempo atrás, en el que el mostrador nos llegaba a la altura de la nariz y las puertas siempre estaban abiertas con la llave en el paño…

Muchas gracias a Amparo por abrirnos las puertas de su establecimiento, de su casa y de su corazón, y por contarnos su maravillosa historia. Y a Paqui, por su paciencia y colaboración. �

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Manolo Sanmartín Giner

El tiempo pasa. Es inevitable e inapreciable, pero los años transcurren sin percatarnos apenas de ello. En esta época de ir contrarreloj, de agendas, de tiempos marcados… tenemos la fortuna de poder detenernos a apreciar su paso de la mano del pintor Manolo Sanmartín, a través de cuyos cuadros volvemos la vista atrás y regresamos a la Chella de hace algún tiempo.

El patio del Palacio de los Condes de Buñol “El convento”, con su fuente originaria situada en el centro y la vegetación rodeando la escalera de acceso.

El Parque de la fuente, que por aquel entonces no existía tal y como lo conocemos ahora y que solamente llegaba hasta los chopos, los mismos que siguen acompañándonos hoy en las cálidas noches de verano.

El Polvorín, inmutable al paso de las estaciones, rodeado ahora de vegetación y de campos que ya no se trabajan, donde han crecido los árboles y donde la espesura nos deja apenas vislumbrar sus blancos muros.

Las Cuevas del Turco, inalterables al paso del tiempo y a la historia que les rodea. Excavadas en la roca por los antiguos moradores de Chella, que siguen conservando en su interior todos sus secretos. Un instante en el pasado, detenido por los pinceles del pintor, que nos muestra a través de su sensibilidad y de la madurez de su arte, la evolución del tiempo tal y como lo ha hecho su pintura. �

1 Manolo Sanmartín. Patio del convento. Óleo sobre lienzo. 1978. 55 x 65 cm.

2 Manolo Sanmartín. La fuente. Óleo sobre cartón. 1981. 35 x 35 cm.

3 Manolo Sanmartín. El polvorón. Óleo sobre cartón. 1985. 26 x 30 cm.

4 Manolo Sanmartín. Atardecer cuevas del Turco. Óleo sobre lienzo. 2022. 35 x 25 cm.

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Bea Alberola Giménez
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Rincon de la poesia Mi estrella

Nostalgias

Nostalgia de aquellos tiempos Nostalgia de otros amores, Nostalgia de aquellos besos que volaron soñadores.

Nostalgia de aquellos niños, que en esas tardes jugaban Y con sus voces risueñas Aquel pueblito alegraban.

Nostalgia de aquellas calles, estrechitas y empinadas, con sus toscos escalones y barandas encaladas.

Nostalgia de esos olores a leña recién quemada, A pan cocido en el horno, A tierra recién mojada, Por la escarcha matutina Cuál bello manto de plata

Nostalgia de aquellos campos con sus tierras bien aradas y sus árboles frutales llenos de hermosas naranjas.

Nostalgia de esos olivos Cimbreando en la montaña, con sus bellas aceitunas morenas como gitana.

Nostalgia de esos mayores que sus historias contaban, llenas de mil experiencias que muy bien se reflejaban, En sus encorvados cuerpos y sus manos arrugadas y en el brillo de sus ojos,cuando sus rostros mirabas.

Nostalgia de aquellas tardes, Cuando el sol ya declinaba y las mujeres cosían en la puerta de sus casas, Sentadas en sillas de esparto que los abuelos trenzaban.

Todos son bellos recuerdos, acunados en mi alma y que yo llamo nostalgias que mi corazón aún guarda.

Estrellita preciosa, Dios en el cielo, Caminito del Alma, Por tí yo muero.

Suspiros escondidos, En mis lamentos, Risas que fueron ríos, Allá en el tiempo.

Aurora que gozosa, Sembró los campos, De esos besos perdidos, Qué añoro tanto.

Pronto rasgó la luna, Con sus soñares, Ese manto de estrellas, Sobre los mares.

Esos mares que danzan, En olas graciosas, Como son tus andares, Mujer hermosa.

Te quiero, si, te quiero, Eres mi diosa, Mi gozo, mi destino, Mi bella rosa.

Qué mora en el jardín, De mi locura. Por tí, yo vivo y muero Dulce hermosura.

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Gloria Granero Giner Gloria Granero Giner

La niña y los charcos

Dulce y serena eres niña, Tus pasos caminan lentos, No tienes prisa en llegar, Aún queda mucho trecho

Miras hacia el horizonte, Escondido entre montañas, Cubierto de blancas nubes que lloran ríos de plata

Mojados quedan los campos y tú, abres tu paraguas Y con tus botas de agua,. Chapoteas en las charcas

Eres todo tu Universo, Ya no necesitas nada,

Ahora solo deseas, Tus botas y tu paraguas Y saltar de charco en charco, Hasta mojarte la cara

Luego, acabará la lluvia Y volverás a tu casa, Con paso lento y sereno Y ojos de enamorada, Mirando el bello horizonte, Que entre nubes te esperaba Más, quizás, será otro día, porque hoy, solo jugabas, Con el agua, con los charcos, Tus botas y tu paraguas.

Reina de los cielos

Tú eres hermosa María, Reina de cielos y tierra

Tú calmas todos los vientos Y detienes las mareas

Estrella que alumbra el camino, Música que rompe los silencios, Fuente de aguas cristalinas, Dónde moja sus labios el sediento

Bella rosa en un jardín de flores, Gota de rocío en la mañana, Arco iris que pinta de colores, La lluvia que cubre las montañas. Tú eres el cantar de los cantares, Néctar de mieles y ambrosía, Tú eres el bálsamo de amores, De aquellos que siempre en ti confían Tierna madre, reina entre las reinas, Tú nos amas y nos cuidas noche y día.

Fester@s 2023

Fester@s estamos en fiesas

Que larga espera ha hecho que nos salgan arrugas heridas cerradas con el paso del tiempo. Nuestros rostros libres como el viento la normalidad absoluta sonrientes al alba el ansia de ver a nuestros xic@s juntos. Chella en fiesas música por todos los rincones pasacalles con ambiente festivo nuestra banda majestuosa.

Tracas con ruidos estruendosos olor a pólvora flores con fragancia juvenil gran ambiente gentil. Trajes y vestidos majestuosos sentimiento, fervor, espiritualidad. Nuestro patrón San Blas nos libras de mal de garganta. Al Santísimo Cristo del Refugio nuestra imagen redentora pilar para todo el pueblo de Chella. viva chella.

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José Antonio Serra Pitarch

Recordando y... previniendo

Nuestra vecina Dulce González nos envía un poema que su padre Francisco González dedicó a su hijoy nieto respectivamente Francisco Javier Sancho González, víctima de la drogadicción. Hoy que nuestros festeros y festeras, viven con ilusión nuestras fiesas y empiezan su vida de adultos con ilusión y alegría traemos este recuerdo para prevenir en nuestra juventud esa desgracia. Así mismo de la UPCCA de la Mancomunidad de la Canal de Navarrés nos envían información para la prevención de las drogodependencias y conductas adictivas.

Recordemos:

Un calvario de lágrimas

Francisco Javier Sancho González, estudió solfeo a los 13 años para seguir la carrera de arte y a los 15 años tocaba el saxofón como un piano.

El maestro, pariente no muy lejano lo metió en la banda de Canals y él con su buena mano al saxofón lo hacía hablar.

El maestro que lo educó se portaba muy bien con él y todo se lo aprobó por su talento y boca de miel. A los dos años que estaba en la banda le entró un desconsuelo en su cuerpo que ya no podia con su alma retirándose por completo. Entonces vino el calvario de lágrimas para él y su familia que estaban pasando muchas desgracias por culpa de esa trágica vida.

Lo tuvieron que ingresar en un centro de rehabilitación para no pasarlo tan mal y entonces mejoró.

Ahora lo iban a trasladar a un centro de Alicante Y vino a casa a estar contento y muy elegante.

Le rogamos toda la familia su querida madre y querido hermano para que tenga mejor vida de la que han estado pasando.

Su madre le hizo el desayuno creyendo que estaba despierto y al llevárselo le tembló el pulso porque ya estaba muerto.

El triste relato-poema de su abuelo que se despide con lágrimas y pena le pide a Dios que lo tenga en el cielo para rezarle la muerte eterna.

Tu abuelo que no te olvida.

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Prevención de drogodependencias y otros trastornos adictivos

La PREVENCIÓN es la CLAVE.

Las Unidades de Prevención Comunitaria de Conductas Adictivas, trabajamos de forma transversal en todos los ámbitos de la vida de nuestros pueblos. En concreto, la UPCCA de la Mancomunidad de la Canal de Navarrés, cumple 20 años dando servicio.

Abriendo los despachos, ubicados en cada municipio, para acompañar a personas y familiares que necesitan atención individualizada.

Haciendo prevención escolar para la infancia y adolescencia en colegios e institutos.

En contacto con los centros de atención primaria y las UCAs (Unidades de Conductas Adictivas) para dar apoyo en la atención y asesoramiento en temas de adicciones.

Cuidando que nuestras fiesas sean divertidas y saludables. Promocionando en tiempo de ocio hábitos de vida saludable. Organizando grupos de padres y madres en los coles e institutos.

En colaboración con todas las concejalías de nuestros Ayuntamientos: educación, sanidad, bienestar social, juventud...

Porque la PREVENCIÓN es cosa de TODOS y TODAS.

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