Iglesia en salida
Rincón de un asentamiento de temporeros en Ciudad Real (Cáritas).
LA IGLESIA EN ESPAÑA DA LA CARA POR LOS TEMPOREROS
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as condiciones de muchos temporeros en España son inadmisibles”, ya que es “un trabajo físico duro, pero no por ello es excusa para una explotación inhumana”. Así se manifestó el obispo de Vitoria y responsable del área de migraciones de la Conferencia Episcopal, Juan Carlos Elizalde, en la misa en la fiesta de la Virgen Blanca que el prelado presidió en la Catedral de Santa María en la capital alavesa.
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Elizalde hizo un llamamiento a las administraciones públicas, al sector del campo y a la Iglesia para “trabajar juntos en un nue-
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• octubre 2020 Boletín Salesiano
vo escenario que dignifique y dé cobertura legal a estos trabajadores, la mayoría inmigrantes”. En relación con la situación de la pandemia por el coronavirus, apeló que “frenar una nueva situación de confinamiento y de medidas restrictivas reside en el uso responsable de nuestra propia libertad”. Relatando la experiencia de los migrantes, destacó que recorren “cientos de kilómetros, miles en algunos casos, hasta llegar aquí para ganar en algunas ocasiones apenas 20 euros por jornadas de hasta 16 horas sin agua y bajo un sol abrasador, viviendo haci-
nados, sin un simple colchón, durmiendo en el suelo”. De cada 100 personas que se contratan para la vendimia, solo el 5% son españoles; el 95% de origen inmigrante, destacó. “Que en pleno año 2020 sean tratados en semiesclavitud es incomprensible e inaceptable”, denunció. Además, pidió que “no seamos una tierra hostil para quien viene a trabajar aquí o para quien busca un sustento para sus familias”, denunciando las “trampas laborales” a las que son sometidos. Mateo González, sdb