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«Los jóvenes necesitan el encuentro personal con Jesús»
En la pastoral, uno de los temas sobre los que se está reflexionando más es sobre el Primer Anuncio, es decir, cómo presentar el Evangelio en el momento actual en una sociedad fuertemente secularizada, en la que muchas personas no han sido socializadas en procesos religiosos como ocurría en el pasado. Esta preocupación, que especialmente surge al mirar el mundo de los jóvenes, motivó el encuentro de Coordinadores de Pastoral de Formación Profesional que organizó Salesianos Santiago el Mayor (SSM) el viernes 17 de marzo. En el marco de una jornada sobre innovación en pastoral, el sociólogo Fernando Vidal, profesor de la Universidad Pontificia Comillas, ayudó a los asistentes a reflexionar sobre “El primer anuncio en la Formación Profesional”. En una interesante charla analizó la situación de los jóvenes en el momento actual, cómo es su religiosidad y qué tipo de propuestas pastorales pueden proponerse especialmente a los jóvenes del ámbito de la FP. Recogemos algunas de las ideas que expuso.
Pregunta n ¿Un mundo, el de los jóvenes, cada vez más difícil?
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Respuesta.- Mirando el mundo de los jóvenes, observamos que cada vez vivimos más en biografías de riesgo. Por eso es necesario, desde la educación, la pastoral, armar bien el núcleo existencia de la vida. Es lo que dice el Papa, que ofrece un modelo pedagógico dirigido a fortalecer el centro existencial de las personas. No se trata tanto, pues, de buscar el éxito escolar, sino el éxito vital.
P n Un grupo de interés en nuestras obras son los jóvenes de la Formación Profesional. ¿Cómo son?
R n Por señalar algunas características más específicas de estos jóvenes, diría que suelen estar más próximos al mundo laboral, por eso tal vez se produce en ellos una anticipación de la vida adulta, y buscan referentes adultos. Se da en ellos una mayor familiaridad con la lógica práctica, son más ‘artesanos’, por decir. Muchos de ellos han vivido experiencias de abandono por la sociedad, algunos proceden del fracaso escolar previo.
P n ¿Cómo es la religiosidad de estos jóvenes?
R n En España aún continúa una cierta socialización religiosa, que suele quebrar hacia los 12 años. Cierto que hay bautizos, primeras comuniones, pero esto se vive más como la entrada en una sociedad cristiana, que como pertenencia a la Iglesia. Vivimos en una situación en la que tenemos a los jóvenes poco tiempo con nosotros y es preciso salir al Oeste, es decir, insistir en el carácter de misión, de Iglesia en salida.
P n Unos jóvenes que, además, viven en un mundo digital que está cambiando su forma de ser.
R n En este sentido habría que señalar que viven la felicidad, no como un estado, sino como vivir-acumular experiencias. Por eso son importantes las experiencias religiosas concretas que puedan vivir, por ejemplo, en un colegio. Se ha producido una fuerte transformación de los códigos, y de desplome de la cultura leída. De ahí la dificultad de transmitir la fe cuando está codificada en texto que quedan lejos de ellos. Hace falta un enfoque lingüístico nuevo. Dan mucha importancia a lo emocional, y hay que prestarle más atención.
P n Hablas de articular nuevos lenguajes…
R n Sí, hablar con más naturalidad de lo que llevamos en el corazón. Lenguajes, mirando la Biblia, que cuiden e incidan, que tengan en cuenta tres aspectos importantes, incluso podemos decir tres tipos de lenguaje: identitario, profético, y lenguaje de la sabiduría, que va al corazón.
P n En la pastoral, ¿qué aspectos habría que subrayar más?
R n Viendo propuestas que se están haciendo dentro de la Iglesia, creo que hay algunas constantes. Por ejemplo, hay experiencias de alto impacto emocio- nal de encuentro con Jesucristo, que responden a los vacíos y sensación de abandono. Experiencias, encuentros que sirven para la socialización del individuo, para restaurar los vínculos. También hace falta recuperar, especialmente en la adolescencia, experiencias constitutivas de la persona...
P n Por ejemplo… ¿Qué experiencias?
R n Mira, pues experiencias de viaje, el Camino de Santiago, momentos de Retiros, contacto con experiencias de dolor o de solidaridad, etc., y todas esas iniciativas que lleven a un encuentro personal con Jesucristo. En todos estos lugares, encuentros, experiencias, es posible el primer anuncio, recuperar esos lugares para sentirse pueblo de Dios, cuidar el acompañamiento, la cercanía; recuperar la dimensión de misterio en la vida.
Javier Valiente, sdb