Los Perros Mecánicos (Selección) - Fabricio Capelli

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FABRICIO CAPELLI



Lejano el recuerdo del implante del nervio dolor reconectado lejanos los campos naturales la saliva todavía acuosa los párpados todavía párpados el pelo todavía pelo. Con voluntad monitoreada recibe señales antena receptor cableado por ultrasonido recibe el mandato metálico con estimulador imán procesador recibe comandos de ejecución y mueve bajo control el implante y ejecuta día más día y ejecuta noche más noche la rutina en alta frecuencia la memoria con sudor hidráulico que trae eventos borrosos el sueño de los días felices que los patrones prometieron.

Lejano el recuerdo del quirófano las luces plateadas como lunas los torpes movimientos del inicio cuando las rodillas son motores y zumbidos armazones de metal rodeando los blancos muñones y el miembro fantasma que se mueve y no está.

—¡Alajaula!

Consentida la amputación sólo esperan la felicidad del milagro productivo y su lógica del derrame que los bendecirá a todos pero sólo llega implacable la pesadilla de los días arduos de la peregrinación mecánica con voluntad monitoreada con disponibilidad infinita llenando los días y las noches de los perros autómatas.

retumba el grito saturado-acoplado y les ordenan acomodarse en fila en el rostro se activan sensores de miedo y el pánico al descubrir la violencia en aquellos en los que ayer confió tosen con nostalgia y flexionan el codo zumbido de motores y engranajes baterías de esperanzas recargables los veo a todos en fila bajo la oxidada lluvia mecánica que les aguachenta el calor todos miran con las pupilas blancas una secuencia definida de puntos coagulados más allá del horizonte en un nombre que los hacía hombres mientras se rascan acuñado en el pecho el número que los hace autómatas.

Con espontánea insistencia les han crecido grises arrugas el aire en sus pulmones no respira sino un compuesto de gases balanceados bajo instrucciones diseño moduladas correas de tensión regulable eliminan rápido la nostalgia los días felices que no llegaron se descarga la bobina de promesas como un residuo de futuro idealizado. Con estudiado procedimiento les han crecido las uñas la boca ya no escupe su saliva sino un compuesto de PH concentrado lubricando los días del pasado con genuinas sensaciones menos productivo pero perro menos estimulado pero perro opacando los días del presente hiper-especificados los veo, sí, en una larga fila adelante y detrás mío

todos en la espera olvidado el nombre que nos hacía hombres nos pica como sarna en el pecho el número que nos hace autómatas. —Soñé con angustia que me industrializaba. Con vestigios de visión controlada el brazo muñón ejecuta la rutina anual mensual diaria el recuerdo de los dedos acariciando el contorno de un seno el recuerdo de los olores que se escurren entre las sábanas flotando en un espacio azul neutralmente higienizado.

—El problema son los vasos de cartón que se usan para el café. —Es que las prótesis tienen tanta sensibilidad, que no podemos evitar que los perros autómatas quieran tomar café a cada rato. —Sin duda que no es una cuestión del sabor de la bebida, imposible con sus glándulas gustativas de primera generación. —El problema es la sensibilidad de los dedos y esos malditos vasos rugosos de cartón: es lo que más los acerca al mundo que perdieron.

—La objeción de que se los identifique con un número nos parece una tontería. • El número refuerza la individualidad. • No hay dos perros autómatas con el mismo número. • ¿Cuántos Pedros, Robertos, Marías, Juanes hay? Muchos. En cambio, ¿cuántos 92221 hay?

FABRICIO CAPELLI

Un murmullo de concentración y la mano ausente traza figuras leves en el aire -más motores y articulaciones-más sensores y sonidosel perro autómata quisiera simplemente descansar tirarse por un rato al sol quedarse flotando entre las nubes envejeciendo pausadamente en busca de sencillas alegrías orinando tibio el terreno para delimitar territorio lamiéndose tranquilo el falo como tantas y tantas veces.

LOS PERROS MECÁNI COS FUE E SCRIT O E NTRE E L AÑO 2010 Y 2012, E N LOS CAFÉ S “ B A B E L” (C A M PA N A - A R G E N T IN A ) Y “ B L E S D O R ” (S A N PA B L O - B R A S IL ). WWW. F C A P E L L I. C O M . A R / L O S P E R R O S M E C A N IC O S



si ladras por mi fortuna Y lleno de espuma el hocico

mi felicidad como contraste te hace mostrar los colmillos

te doy mis ojos

la costra sarcófago con la que vine al mundo mis llagas del paladar ¡ese ladrido que tanto anhela! ¡ese ladrido que tanto explota!

Y aun así sigues llorando por mi fortuna lleno de moscas el hocico

en serio te doy mis dientes mi mugre combinada con los muebles de la casa te doy mi cumpleaños mi cuarta herida narcisista la estatua de mi estatua mi testículopérez mi testículocapelli el abismo entre el otro y yo la cercanía entre yo y el otro.

FABRICIO CAPELLI Y si luego de mi despojo quedo desnudo y asexuado abandonado en el campo como el juguete de un niño muerto

te doy hasta el sudor sin vergüenza

la paz doméstica de mis burros mis espacios anecuménicos donde la sola contemplación de la alameda pétrea es mi mayor tesoro.

Te doy todo lo que hace a un hombre. Y reducido a la anatomía de un niño recorro con la vista los campos virginales y aprendo a correr de nuevo con la inocencia en el cuerpo.

Pero miren ustedes

maldito perro codicioso poseedor de mi fortuna de mi felicidad luminosa contrastada con su avaricia arrastrando al lomo una bolsa llena de mis ojos pestañados llena de mis dientes nacarados, miren cómo el perro30 no deja de codiciar a lo lejos a esa nube zumbona de moscas en la que se esconde el destino no deja de mirar hambriento lleno de garrapatas el hocico llena de ganas la saliva mi silueta de niño desnudo que aprende a correr por el campo.

LOS PERROS MECÁNI COS F UE E SCRITO E NT RE E L AÑO 2010 Y 2012, E N L OS CAF É S “ B A B E L” (C A M PA N A - A R G E N T IN A ) Y “ B L E S D O R ” (S A N PA B L O - B R A S IL ). WWW. F C A P E L L I. C O M . A R / L O S P E R R O S M E C A N IC O S



±

ELPERRØ æ 9 †

Si pudiera encontrar una ecuación para explicar el universo se desespera el perro matemático presa del insomnio los ojos desgastando el techo las uñas rasgando las sábanas. De existir la ecuación debería ser de tercer grado se convence el perro matemático presa del triángulo de la tercera proporción rozando el desvarío místico para que la solución a la ecuación sea nada más y nada menos el padre, el hijo y el espíritu. Sin fallas racionales bendecido por lastres doctrinarios y la ingesta desmedida de hostias rancias se desvela el perro matemático y comienza a cuadrar la ecuación con pi, gama y potencias la derivada del triángulo una integral del número e y de nuevo un pi y la potencia de un número imaginario. Mastica las variaciones reordena tres veces (no se permite más) los símbolos sagrados ajusta tomándose licencias factores de conversión y logra al fin después de esa noche y otra noche de insomnio la inmaculada ecuación. Recorrido el primer tramo se aboca a resolverla convencido de que el padre y el hijo se ocultan entre un pi y un gama y que el espíritu de naturaleza más etérea va a manifestarse en el número imaginario para iniciar matemáticamente un proceso rectilíneo que conduzca a un fin redentor y que le dé sentido a todo lo precedente. Divina la sorpresa del perro matemático cuando la ecuación de tercer grado le revela soluciones vaporosas e inesperadas.

La solución de segundo grado

El padre le pregunta al hijo: ¿dónde está el espíritu? En el tercer vértice –responde el hijo– de este triángulo escaleno que nos vincula. Buh –resopla el padre– me dices que está en el tercer vértice para que yo piense que puede haber un cuarto, y que el triángulo quizás no es triángulo, sino rectángulo. Pero yo sé muy bien que es un triángulo, así que no me cuentes mentiras.

MATEMÁTICO # La solución de quinto grado Tres espíritus unos sobre otros sentados en una silla fuman habanos y rezan. El hijo y el padre en mi cabeza se dan la espalda.

La solución de único grado Un disparo. De pronto una bandada de iglesias levanta vuelo.

La solución vertiginosa

El padre, el hijo y el espíritu desconfían del movimiento circular del perro que se muerde la cola.

La solución divergente El padre, el hijo y el espíritu sentados a la misma mesa. Cada uno de los tres evita la mirada de los otros dos.

En un vano intento mental de encontrar significado donde no reside ni siquiera lo improbable de lo probable se horroriza el perro matemático al sospechar que ese conjunto de soluciones inesperadas determinen las consecuencias de suposiciones y principios cuyo origen no resida en una divinidad matemática sino en los perros mismos. Si se pudiera encontrar la verdad en un enunciado perfecto si se pudiera encontrar un modelo de iteración armoniosa poniendo en marcha mecánica determinado algoritmo (se ilusiona el perro matemático) que como una receta mágica regale como respuesta el sí del hijo y el padre el sí del espíritu invisible en axiomas fundamentales como un guiso cocido de antemano lleno de revelaciones y milagros lleno de sofismas y crueldades que no requieran otra destreza más que un perro matemático que los maneje con dominio. Pero como perro que conoce los límites sabe que los sistemas matemáticos por más complejos y elaborados contendrán enunciados

que no pueden ser demostrados que no pueden ser refutados dentro del mismo sistema. Y de pronto comprende por fin el significado real de las soluciones y le agradece a esa divinidad tan perfecta y misteriosa que no se revela inmaculada sino camuflada sino vaga sino misteriosa sino incompresible en el tipo mecánico de respuesta que prefieren inventarse los hombres.

FABRICIO CAPELLI

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Son esos días en que con saña nos aquejan enfermedades verminosas cuando los ojos espías de Dios se revelan con la falsura más grande cuando los pecados del mundo

La urgencia caballuna al trote y la intelectualidad del perro mis grandes amigos son esos días en que el sol se eclipsa por una mota de polvo y en pómulo enlagrimado a la altura y bajura de los hombres ahí se desliza la penuria más grande por el grito del perro herético por tan bruto y enfermo.

se acumulan en un niño

Son esos días en que los adictos al solitario vicio dicen con voz en lengua autoritaria que el mundo ya tiene dueño cuando la luna es una guadaña se inclinan a exagerar la dosis y el fármaco ahora es veneno y las injusticias del mundo dejan desnudo a un niño con los ojos llenos de moscas.

Hay un hombre que recuerda que la jornada ha sido larga y extraña. Con la palabra seca una higuera. Posee un botiquín con la droga justa para cada enfermedad herética.

con los ojos llenos de moscas.

Por una mota de polvo y en paladar ensalivado son esos días en que el sol se eclipsa por la altura y bajura de los hombres ahí se desliza la penuria más grande por el grito del perro a caballo oliendo por tan bruto.

FABRICIO CAPELLI

Son esos días mis grandes amigos en que no hay un destino cierto que alivie en que no hay verdades evangélicas que rediman en que todos a fuerza de verdades y mentiras nos resistimos a volvernos pequeños y aclaramos la voz cargada de ronqueras y gritamos con la convicción de los convertidos que no es cierto que el mundo les pertenece a los débiles que no es cierto que el mundo se salva por los compasivos.

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