No importa si juegas en la B
Recuerdo que ese día No podía ser un día cualquiera, era un día especial, demasiado especial, a tal punto que dependía de ese día un futuro entero, un estado de ánimo que jamás podría explicarle a quienes ven 11 pelotas persiguiendo una pelota, perdón, 22 pelotas más los árbitros como diría esa persona que puede ser cualquiera. Fue un año muy malo, pero malo como no podía serlo, eso no importaba aquel día, tampoco que hace menos de un año, la misma gente que ahora viajaba en un bus desde La Calera hacia Santiago, cantando y entonando las mismas canciones que cantaron cuando el goleador argentino de Unión La Calera, Juan Manuel Tevez sacudió las piolas del David Arellano, se escuchó al otro lado, allá donde estaban casi todos los que están en estás imágenes. Fue un día especial, fue un día que nos persigue, ese día pensamos una y otra vez los errores del pasado, pero qué importaba, había que estar, ser parte del momento. La gente cantaba, gritaba, aplaudía, y se abrazaban, otros conversaban sobre algo que no escuché, no tenía el interés puesto en tomar fotos, pero necesitab registrar, hacerlo era vital, no habían
más personas para hacerlo, ni siquiera Luciano ó Philo, que lo hacen mucho mejor que yo, porque me pasa que no puedo ser fotógrafo e hincha, no puedo alentar y sacar las fotos y siempre prefiero alentar, ser uno más, además me toca registrar en vídeo otros momentos, y cuesta demasiado, celebrar, alentar, sufrir, porque ese día nos tocó sufrir. Pero antes de eso pasarían varias cosas.
Pasó que dos veces un jugador “calerano” metió el balón al final de las redes del estadio que fue el mayor centro de tortura y prisión del país, y nosotros estabamos cerca de esas luces que encienden, demasiados años después, a quienes fueron asesinados, desaparecidos, y quienes sufrieron las violaciones a los DDHH en la dictadura civico militar. Dos veces el corazón apuró el paso, no había bombo ni chinchineros, pero en cada uno de nosotros un corazón no pararía de acompañar nuestro aliento.
Dos veces los párpados templaron, sentí lágrimas que no se podían tocar, era emoción pura que duró lo que dura la vida en los años del universo, fueron dos suspiros, porque ninguno fue más que eso, antes había sido distinto, un antecedente anterior me entregó una felicidad que no podré escribir.
Porque me enseùó mi viejo siempre a todos lados
M
Te alentaremos de Corazรณn
tú eres la alegría
De mi corazón
Que un amigo vas a encontrar
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