Contenido TÉCNICAS PARA SUJETAR AL GATO Y AL PERRO ...................................................... 3 CONVULSIONES ....................................................................................................................... 5 INTOXICACION / ENVENENAMIENTO ................................................................................. 6 QUEMADURAS .......................................................................................................................... 7 GOLPE DE CALOR ................................................................................................................... 7 BLOQUEOS RESPIRATORIOS .............................................................................................. 8 AHOGAMIENTO ........................................................................................................................ 9 CAMILLAS DE EMERGENCIA ............................................................................................. 10 GUSANERAS ........................................................................................................................... 10 HEMORRAGIAS ...................................................................................................................... 11 CONSEJOS IMPORTANTES ................................................................................................ 12
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TÉCNICAS PARA SUJETAR AL GATO Y AL PERRO
Gatos Es muy difícil colocarle un bozal a un gato, pero aprovechando su pequeño tamaño, podemos sujetarlo de una forma eficiente y que no le haga daño al animal.
MÉTODO 1: La mejor manera de sujetar a un gato es agarrando con una sola mano fuertemente la mayor cantidad posible del cuero “suelto” detrás de la cabeza, en el cuello. De esta forma mantenemos nuestras manos detrás de su cabeza e inmovilizamos la misma para que no pueda girarla hacia los lados y no logre mordernos.
ESTA TÉCNICA NO LE HACE NINGÚN DAÑO AL GATO, EN GENERAL NO LES GUSTA NADA QUE LOS AGARREN ASÍ, PERO ES LO MEJOR PARA NUESTRAS MANOS Y ES INDOLORO PARA EL GATO.
MÉTODO 2: Otro método para trasladar al gato sin que quede colgando del cuero, es sostener con una mano el cuero detrás de la cabeza, y con la otra sujetar las patas de atrás dejando que el gato “se siente” sobre nuestro brazo.
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COMO PONERLE BOZAL AL PERRO Poner un bozal previene que el perro muerda y también desviará su atención del procedimiento que se está realizando. Lo primero es (si es posible) sentar al perro en el suelo: en esta posición es menos probable que el perro se quite, retroceda o muerda, si el perro es pequeño se puede posicionar sentado sobre la mesa, teniendo cuidado de que no muerda en el trayecto. El ayudante o dueño del perro lo debe tomar desde atrás por el cuello, por detrás de las orejas, dejando el hocico hacia adelante, si el perro mueve mucho la cabeza, se puede tomar suavemente de las orejas. Si el perro mueve la cabeza hacia los lados, el bozal no se puede atar rápidamente, corriendo riesgo de que muerda. Se debe tener mucho cuidado con las razas braquicéfalas (de hocico chato como el Shih Tzu o Pequinés) por el riesgo de presentar prolapso de los globos oculares y episodios de estrés agravados por el síndrome braquiocefálico. A modo de bozal, si no se tiene uno apropiado o que funcione bien, se pueden usar cordones de zapatos, vendas o tiras de tela que permitan mantener cerrado el hocico. No se recomienda cordones muy finos ya que pueden producir daño, ni nada elástico que el perro pueda quitarse. La cuerda se debe sostener y hacer una curva con ella en el aire y atar con una sola vuelta los extremos, sin apretarla para poder ponerla en el hocico del perro. Poner la cuerda con la vuelta alrededor del hocico del perro sobre la nariz, con el nudo hacia arriba, tomando la cuerda desde los extremos apretarla y atarla firmemente, sin dificultar la respiración. Si hay demoras en atar el bozal, el perro puede librarse rápidamente de él, haciendo la tarea más difícil, ya que pondrá más resistencia. Luego de hacer un nudo sobre la nariz, pasar la cuerda por debajo y hacer otro nudo simple bajo la mandíbula. Luego llevar la cuerda hacia atrás y atarla detrás de las orejas. Debe ser un lazo y no un nudo, porque es más fácil de sacar ante cualquier e m e r g e n c i a. Atar el bozal detrás de las orejas le dificulta al perro sacárselo.
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CONVULSIONES Si tu mascota se encuentra sufriendo movimientos espasmódicos repentinos, usualmente con rechinamiento de los dientes, acompañados por salivación, micción y defecación, entonces está sufriendo un espasmo o convulsión. También puede caerse hacia un lado. Mantente alerta a los violentos movimientos retorcidos de los músculos debajo de la piel de la cabeza, cuello y extremidades. Si el animal está en estado de inconsciencia, debe colocarse totalmente tumbado, en el suelo, lejos de objetos que le puedan hacer daño. Poner algo mullido como un almohadón o una cobija doblada debajo de la cabeza del animal, para evitar que se golpee con las sacudidas. Si podemos, introducimos un trapo en la boca para evitar que se muerda la lengua. Si vemos que esto es difícil, mantenemos las manos alejadas de la boca del animal.
Recuerda: Tome nota de los síntomas exactos antes, durante y después de la convulsión y acuda al Médico Veterinario lo más pronto posible.
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Intoxicación / Envenenamiento Algunos tipos de veneno pueden matar a nuestra mascota, por ello debemos ser muy prudentes en el tratamiento de un animal envenenado. A veces el envenenamiento resulta de consumir una sustancia tóxica. A menos que la mascota haya sido vista consumiendo la sustancia, puede resultar difícil diagnosticar el cuadro. Los síntomas de intoxicación son vómitos, diarreas, salivación excesiva, convulsiones y temblor muscular, mareos y tambaleos. La prevención es el mejor método para proteger a nuestro amigo. Ante un posible caso de envenenamiento, traslade a la mascota inmediatamente al Médico Veterinario. Lleve consigo el producto ingerido y la lista de los ingredientes. NO INDUZCA EL VÓMITO. Si usted o alguien en la familia, ve al animalito tragando algún tipo de veneno, llame al Médico Veterinario inmediatamente, pídale consejo rápidamente y lleve el resto del veneno, en caso de que haya quedado algún sobrante, al Médico Veterinario. En casos extremos, donde no cuente con ayuda profesional, si el animal ha ingerido materiales corrosivos, trate de que beba leche o agua para diluir el veneno. Por ninguna circunstancia dar aceite, este lo que hace es fijar más el tóxico en las paredes internas del tracto gastrointestinal. Si el tóxico entra en contacto con la piel, lávelo inmediatamente con grandes cantidades de agua para evitar que al lamerse ingiera el veneno. Si es necesario, córtele el pelo para eliminar los restos del produ cto. Lleve inmediatamente el Médico Veterinario.
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QUEMADURAS En el caso de una quemadura se lava bien con agua fría la zona y se puede aplicar alguna pomada específica para quemaduras en animales, la cual es aconsejable tener en el botiquín de primeros auxilios. En caso de no disponer de una de estas pomadas puede aplicar vaselina. Se aconseja tapar la zona afectada con una venda sin apretar. “Si no tiene ninguna crema, no coloque ningún tipo de vendaje ni gasa, se pegará en la quemadura”. Una vez protegida la quemadura lo mejor es acudir al Médico Veterinario para que evalúe la extensión de la lesión.
GOLPE DE CALOR Los animales no tienen la misma capacidad humana para regular la temperatura de su cuerpo, ya que no sudan. Los golpes de calor son más frecuentes de lo que imaginamos y pueden ser fatales. Se dan fundamentalmente cuando dejamos a nuestras mascotas en vehículos (una mascota encerrada en un vehículo al sol puede morir en sólo 20 minutos) o cuando realizan excesiva actividad física continuada y sin beber. Otras causas también pueden ser la falta de sombra para las mascotas que tienen su casa en el exterior y la falta de agua limpia y potable. Uno de los primeros síntomas del golpe de calor es un jadeo constante y aumento del ritmo cardíaco. Si le ocurre esto a su mascota llévela a un lugar fresco, debemos bajar la temperatura del animal inmediatamente vertiendo agua fresca sobre su cuerpo y sus extremidades. Pásele una esponja mojada por la cara para refrescarlo y facilitarle la respiración, puede cubrirlo con una toalla mojada e ir salpicando la misma con agua fresca NO FRÍA, durante un rato, y mojar en especial cabeza y cuello, déjelo que beba toda el agua que quiera. Acudir al Médico Veterinario, evitando que se agite aún más.
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BLOQUEOS RESPIRATORIOS Cuando de pronto un perro o gato se pone a toser violentamente y parece que se dificulta la respiración, es posible que haya tragado un objeto que obstruye su garganta, lo que es sumamente angustioso, tanto para el perro como para quienes lo observan. El objeto puede ser un bocado de comida, un juguete o cualquier otra cosa. Este bloqueo es sumamente peligroso pues se interrumpe la respiración, por lo que hay que actuar de inmediato para salvar la vida de la mascota, desde luego tomando las debidas precauciones para evitar ser mordidos. En el caso del gato puede ser una bola de pelos, la cual produce tos por un corto tiempo y luego expulsa el bollo, no suele provocar demasiados problemas. La situación ideal es que intervengan dos personas, una sosteniendo con firmeza al animal e inmovilizándolo entre sus piernas mientras con las manos abre lo más posible su boca, mientras la segunda persona trata de localizar el objeto atorado y removerlo, ya sea con sus dedos o usando unas pinzas. En el común de los casos, el objeto puede ser visto, pues se trata de algo tan grande que sobresale en la boca; pero también es frecuente que el objeto se encuentre insertado en la tráquea y no se le pueda ver, por lo que habrá que intentar otros métodos; si se trata de un perro grande, se puede utilizar la llamada.
“MANIOBRA DE HEIMLICH” Colocar al perro parado sobre sus patas delanteras, mientras la persona se coloca detrás, abrazando fuertemente el pecho del perro, liberando un brazo, se presionará fuertemente justo debajo de las costillas y se repetirá esta operación varias veces, hasta que el objeto sea arrojado. Si el perro está inconsciente y es difícil realizar esta maniobra, se puede intentar con el perro acostado de lado, presionando fuertemente con una mano sobre las costillas y la otra debajo, tratando de producir un efecto de “fuelle”, que la presión del aire de los pulmones tienda a desalojar el objeto. Si es un perro pequeño, se puede intentar sosteniendo al perro de sus patas traseras y poniéndolo boca abajo, lo que tiene la ventaja de que se aprovecha la gravedad.
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AHOGAMIENTO A muchos perros les gusta el agua o incluso nadar, pero no son capaces de discernir los peligros a los que se exponen, por lo que no es raro que se coloquen en situaciones de riesgo, sobre todo en el mar, donde pueden ser arrastrados por el oleaje. Tampoco es raro que una persona se ahogue al intentar salvar un perro que se encuentra a merced de las olas, por lo que en este caso lo primero que tenemos que hacer es evaluar nuestro propio riesgo y actuar con cuidado, pues el perro puede encontrarse demasiado cansado y asustado, por lo que es necesario evitar que se apoye en nuestro cuerpo, acercándole un material flotante al que pueda asirse en primera instancia. En gatos es más raro los casos de ahogo, pero pueden suceder en gatitos de corta edad o de poco desarrollo físico que caigan en bañeras o piscinas. Si el animal ha tragado demasiada agua, sus pulmones ya tienen un contenido, por lo que la primera medida es
tratar de que expulse esa agua. Si se trata de un perro pequeño o un gato, se lo agarra de las patas traseras y se lo deja colgando cabeza abajo, sacudiéndolo para que el agua salga por gravedad. Un perro grande tendrá que mantenerse acostado, pero la operación es la misma, levantándolo de los cuartos traseros para que su cabeza quede por lo bajo y expulse el agua. Si como resultado de esta operación el animal no comienza a toser, es probable que la respiración se haya interrumpido, así que tenemos que constatar su respiración y ritmo cardíaco, colocando al perro o gato de costado y procurando que su cabeza quede más abajo de su cuerpo. Si el corazón sigue funcionando, pero no existe respiración, el único método viable es practicarle las respiraciones del RCP, y si tampoco hay latidos habrá que realizarle el RCP completo.
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CAMILLAS DE EMERGENCIA Para trasladar a un animal herido lo mejor es tratar de moverlo lo menos posible. Si tenemos una tabla a mano podemos usarla a modo de camilla, así la mascota quedará lo más recta posible, sobre todo en caso de lesiones de la columna. También se puede usar una manta que sea del tamaño o más grande que el animal herido. Se coloca al costado del animal luego lo sujetamos por el cuello y cuartos traseros y lo arrastramos con cuidado encima de la manta procurando moverlo lo menos posible. Con la ayuda de otra persona se levanta la manta por las esquinas tratando de mantener al animal lo más estable y recto posible. Otra opción es hacer una camilla de varas y chaquetas o camisas. Se hace uso de dos prendas abrochadas al revés, con las mangas por dentro. Se pasan las varas a lo largo de las mangas, quedando formada una camilla. También se pueden usar palos de escoba si se tienen a mano. De esta forma se improvisa una camilla en la que se puede trasladar al animal con el menor movimiento posible y de forma bastante segura.
GUSANERAS Las heridas abiertas tanto en perros como en gatos, son sumamente atractivas para las moscas, que depositarán larvas en ella. Las larvas se comen todos los tejidos que encuentren a su paso, y sus heces infectan la herida. Es muy característico el olor a podrido que producen las gusaneras. Las larvas siguen comiendo sin detenerse, pudiendo perforar cavidades y órganos. Pueden producir una sepsis general si el estado del animal está deteriorado, poniendo en riesgo su vida. Frente a una gusanera: tener a mano un pote con alcohol donde iremos depositando los gusanos que sacaremos con pinzas (pinzas de consultorio, o pincitas de depilar también sirven), gasas, o nuestras manos (¡GUANTES POR FAVOR!). Puede usar algún producto comercial “matagusanos” luego mientras saca las larvas, va lavando la herida con agua oxigenada. ¡NO PONER ALCOHOL EN LA HERIDA!!! Repetir estas dos acciones (extracción de gusanos y lavado) hasta que vea que no queden más gusanos y la herida esté limpia. Rapar los pelos alrededor de la herida, que complican la cicatrización. Colocar alguna crema cicatrizante que le haya recomendado su Médico Veterinario.
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HEMORRAGIAS El flujo de sangre puede ser interno o externo. El primer caso se produce por daños a los tejidos u órganos internos, y el segundo por heridas que van de la piel hacia adentro. Las hemorragias son tan peligrosas como sea la pérdida de sangre y el tipo de la misma (interna o externa), pero cuando es evidente un flujo rápido que no se contiene por sí mismo, es urgente actuar, aplicando compresas para detener el flujo lo más posible. Lo ideal es una venda suave de las que venden en la farmacia, pero en casos de urgencia habrá que echar mano de cualquier material que sirva. Antes de intentar el vendaje hay que procurar reducir el flujo de sangre, cerrando la herida con los dedos y presionándola durante unos dos minutos, para propiciar que se produzca una precicatrización, en cuanto vemos que la herida se queda pegada unos instantes, procederemos a taparla con una gasa y vendar la zona para sujetarla pero sin apretar tanto que se detenga la circulación, si no tiene gasa con la que tapar la herida, una toalla sanitaria de uso humano también servirá provisionalmente. No use algodón, se pegará en la herida y será más difícil de retirar. Si la herida no produce precicatrización mantenga la presión con la compresa hasta llegar al Médico Veterinario. Si la hemorragia es en alguno de los miembros la presión debe realizarse entre la ubicación de la herida y el corazón. SI USTED NO SABE HACERLO NUNCA APLIQUE UN torniquete corre el riesgo de dañar vasos sanguíneos o nervios del miembro por debajo de la ubicación del torniquete. Con las compresas debe bastar para el tiempo que nos tome llegar al Médico Veterinario. Las orejas del perro son muy sensibles y fácilmente
se producen sangrados a causa de pequeñas heridas. En el caso de que el perro se encuentre sangrando de una oreja, habrá que colocar una gasa sobre la zona afectada y presionar por unos dos minutos, para producir la unión del cartílago e iniciar el proceso de cicatrización, procurando que la cabeza del perro se encuentre hacia arriba para que exista menos irrigación en la oreja afectada. Si el sangrado procede de una herida en la lengua o cualquier parte de la boca es difícil aplicar una presión directa en un perro consciente, pues él no lo permitirá e incluso puede mordernos. En este caso es preferible mantener baja la cabeza del perro para evitar que trague sangre y llevarlo de inmediato al Médico Veterinario, donde seguramente tendrá que ser anestesiado para proceder a su curación. Si la sangre proviene de la nariz, no se debe apretar las cavidades nasales o taponarlas, se puede humedecer una tela con agua muy fría y colocarla sobre el puente de la nariz lo que pudiera detener la hemorragia ya que el frío produce una vasoconstricción. Si la hemorragia procede de una herida interna las compresas de agua fría no servirán y el perro deberá ser atendido inmediatamente por el Médico Veterinario. Si el sangrado es por los ojos, el procedimiento de los lienzos fríos puede ser muy efectivo, si se trata de ruptura de vasos capilares. Si se rompe una uña de raíz seguramente sangrará bastante, pero no es una herida grave, limpiar la herida y vendarla para llevar al perro al Médico Veterinario.
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CONSEJOS IMPORTANTES Durante la situación de emergencia es muy importante que permanezca tranquilo. Ante cualquier accidente, grave o leve, lo mejor es contar hasta diez (hasta cinco si es muy grave), tranquilizarnos, desempolvar el sentido común y desterrar los actos heroicos. Valore el estado de su mascota: si respira, si está consciente, si sangra, dónde tiene heridas, si puede tener algo roto, si se mantiene en pie... Antes de actuar verifique si su mascota se deja tocar. Como norma general y resumen, debe intentar mantener a su mascota tal y como la encuentre, trasládela sin movimientos bruscos y no intente “colocar” ni “quitar” nada.
BOTIQUÍN DE EMERGENCIAS Termómetro (para temperatura rectal). Crema para quemaduras. Gasas estériles. Algodón. Vendas. Agua oxigenada. Pinzas.
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