BOLETÍN MENSUAL Boletín número 98. Junio 09 1.- Artículo del mes: LA NECESARIA ORIENTACIÓN 2.- Producto recomendado. ORDENADOR ALADIN PRIME. Pensado para el buceador deportivo.
3.- Ofertas del mes. 4.- Consejos prácticos: – –
PREVENCIÓN DE PROBLEMAS EN LOS OÍDOS FACTORES QUE INFLUYEN EN UNA MALA ADAPTACIÓN
5.- Especies: – –
Ficha nº 195: PEJEPERRO Ficha nº 196: TORDO PICUDO
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1.- ARTÍCULO DEL MES: LA NECESARIA ORIENTACIÓN
E
n la gran mayoría de las ocasiones en las que realicemos un
descenso, resulta necesario que el punto de ascenso a la superficie coincida con el lugar elegido para el comienzo de la inmersión. Ya sea una embarcación o cualquier punto en la costa, deberemos regresar al lugar donde nos esperan nuestras ropas y compañeros. Esto requiere que el buceador sepa cómo orientarse, algo que no siempre resulta fácil de conseguir cuando nos encontramos a varios metros de profundidad, en una zona totalmente desconocida. Alcanzar una zona desconocida no tiene porqué suponer ningún peligro, siempre y cuando se haya controlado perfectamente la inmersión pero ¿qué sucedería en caso de que nos encontremos con el mar picado, con corrientes o con mal tiempo? Sin duda resultará necesario, casi vital, que la costa o la embarcación se encuentre lo más cerca posible para poder alcanzarlos sin demasiadas dificultades.
LA NECESIDAD DE DÓNDE ESTAMOS
SABER
Tras una inmersión, resulta de vital importancia que seamos capaces de ascender por el mismo sitio por el que hemos descendido. Si se trata de una embarcación la necesidad es obvia (¿cómo regresar sino a la orilla cuando estamos en alta mar?), pero igualmente importante es cuando partimos de una playa, donde pueden estar esperándonos con nuestras ropas y material vario para poder volver a casa. Algunas veces esta orientación no es tan complicada: el mar está en calma, el día es claro y podemos ir tomando algunas referencias que nos sirvan de ayuda. Sin embargo esto no es siempre así (no mucho menos) y en numerosas ocasiones el mar puede presentar un estado en el que la visualización resulte complicada y nos lleve a una situación de cierto peligro.
CONSEJOS BÁSICOS DE ORIENTACIÓN Recogemos a continuación una serie de consejos básicos que deben tenerse en cuenta para orientarse bajo el mar: – Antes de la inmersión, preste mucha atención a las explicaciones dadas por el guía y por otros buceadores que conozcan la zona. – Practique el uso de la brújula o el compás. Más baje no tener ninguna duda sobre la información que nos ofrecen cuando nos encontramos allí abajo. – La primera referencia siempre debe tomarse cuando nos encontramos al lado del ancla de fondeo. – Intente tomar el máximo número de puntos de referencia. Éstos deberán ser claros (que no lleven a posibles confusiones) y estar correctamente tomados y recordados: la forma de una roca, un objeto extraño... son buenos puntos de referencia. – No se quede con la primera impresión de ese punto de referencia, cuando lo haya pasado, mire hacia atrás e intente recordar el aspecto desde ese punto de vista. Puede que parezca diferente desde ese ángulo y, si no lo tiene en cuenta, puede pasarlo por alto durante el regreso. – Tenga en cuenta que lo más fácil es seguir una pared submarina, ya que bastará con invertir la dirección para regresar al lugar. – Para evitar sobrepasar el ancla de fondeo de la embarcación sin verla, es importante que al inicio de la inmersión anotemos la cota a la que ésta se encuentra. En caso de que el fondeo esté demasiado profundo, marcaremos una referencia en la pared, a poca profundidad, justo a la altura de la embarcación. – Tenga siempre en cuenta la dirección de la corriente existente en la zona, es uno de los principales motivos que puede hacer que nos desviemos de la ruta que teníamos inicialmente fijada. – Considere también el movimiento de las olas. – Ayúdese de la luz solar, aunque no es algo preciso sí puede sernos de ayuda. – Tenga en cuenta el tiempo que ha empleado en bucear hasta el lugar donde inicia el regreso: el tiempo deberá ser muy similar. – Cuando la visibilidad o el estado de la mar no sean buenos, utilice el hilo guía (que deberá ser resistente, fácil de usar y de un color llamativo). – Si la visibilidad es buena, pero buceamos entre dos aguas, las referencias del fondo no existen y por eso conviene que mantengamos la atención fija en la brújula y también en el profundímetro (para advertir cualquier posible cambio de cota).
BRÚJULA VERSUS COMPÁS Tanto la brújula como el compás, cumplen la fundamental misión de orientarnos en nuestras inmersiones. El uso de la brújula (utilizando esta palabra en sentido genérico) resulta vital en cualquier inmersión, aunque la consideremos muy sencilla o sea en una zona en la que hemos estado mil veces y creamos conocer a la perfección. Pues bien, para que esto sea así bajo cualquier circunstancia, precisamos disponer de una brújula o de un compás ¿cuál elegir? Es una decisión personal que conviene meditar.
LA BRÚJULA DE INMERSIÓN Todos conocemos las utilidades de una brújula, sin duda uno de los elementos más importantes para la orientación terrestre y marítima. A través de la punta de su aguja imantada, la brújula nos señalará en todo momento el norte magnético de la Tierra, dato básico para poder trazar los diferentes rumbos a lo largo del mar y de la tierra. Pero ¿qué sucede cuando debemos orientarnos bajo el agua? Disponemos de la denominada "Brújula de inmersión", que nos ayudará a seguir un rumbo previamente fijado, localizar nuestra situación, determinar el lugar al que queremos llegar... resulta por tanto básica como elemento del equipo (sobre todo si no disponemos de referencias válidas). El problema se encuentra en saber cómo interpretar correctamente la información que nos da la brújula. Efectivamente, esto que tan sencillo nos parece cuando nos encontramos en la superficie, resulta sumamente difícil de conseguir bajo el agua; de hecho hay muy pocas personas que sepan realmente leer una brújula de inmersión. Existen también las denominadas "Brújulas de agua", una opción más barata y en consecuencia algo menos fiable. Dispone de una aguja pivotante cuyo extremo es atraído por el polo norte magnético; pero puede sufrir de forma más acusada los efectos de la presión al estar llena únicamente de aire. Para usarla adecuadamente deberemos en primer lugar girar el bisel hasta que consigamos que el rumbo deseado coincida con la línea de rumbo. Después sólo tendremos que mantener la aguja siempre sobre el norte del bisel. EL COMPÁS Podríamos decir que el compás es el elemento que surge como “sustituto” de la brújula ante la enorme dificultad para su utilización bajo el agua. Aunque genéricamente se le conoce también como “brújula”, lo cierto es que el compás es mucho más. La diferencia fundamental entre ambos es que el compás dispone de una pantalla de visión lateral que nos informará de forma directa sobre el rumbo a tomar en cada momento. Por lo tanto no es preciso girar nuestro eje para colocar la aguja magnética como deberíamos hacer con la brújula, proporcionándonos una lectura mucho más sencilla y rápida. Entre los diferentes compases que podemos encontrar en el mercado sin duda el más utilizado es el de “disco móvil”. Éste modelo dispone de un disco o placa flotante que incorpora una escala de rumbos. La lectura se realiza directamente observando la línea de rumbo (la que pasa por el centro de la brújula, alineándose con nuestro sentido de avance); lo cual resulta mucho más cómodo. Este tipo de compás está lleno de un líquido con el que se consigue reducir los efectos de la presión, lo que garantiza la fiabilidad de la aguja. Su cómoda lectura, su fiabilidad y su coste asequible convierten a este tipo de compases en los más utilizados en la actualidad. Por supuesto también disponemos de los modelos “digitales”, que ponen al alcance del buceador todas las novedades tecnológicas, lo que se traduce en una gran cantidad de prestaciones: almacenamiento de diferentes rumbos, copia del camino de vuelta, cronómetro... Ni que decir tiene que todo esto hay que pagarlo y que, por supuesto, para utilizarla convenientemente se requiere de cierta experiencia.
EL USO DE LA BRÚJULA Y/O COMPÁS Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de utilizar un compás o brújula es que la lectura siempre deberá realizarse con el aparato en posición horizontal, teniendo en cuenta que el máximo de inclinación que permite su consulta oscila entre los 20 y los 40º. Al superar este límite el disco se puede atascar, dando una lectura totalmente incorrecta. Conviene marcar en el bisel nuestro rumbo de regreso cuando aún nos encontramos en superficie, evitando en la medida de lo posible, la realización de cálculos bajo el agua. Tenga en cuenta que la orientación más sencilla se realiza siguiente un rumbo en línea recta a la ida, para después hacer una rotación de 180 grados, regresando por esa misma línea recta. Durante la inmersión deberemos mantenerla constantemente alejada de otros objetos metálicos, puesto que pueden provocar distorsiones en la aguja imantada. Conviene además que cada cierto tiempo comparemos nuestra brújula con otras, para garantizar así la correcta alineación. Hay que tener en cuenta que la lectura de la brújula puede resultar errónea cuando nos encontramos cerca de grandes masas de hierro (pecios, embarcaderos...); de hecho incluso algunos elementos del equipo pueden llegar a alterar esta lectura (un foco de inmersión que se encuentra demasiado cerca). En cuanto a su cuidado, sólo dos reglas básicas: – Evitar los golpes. – Lavarla con abundante agua tibia después de cada uso..
BUCEAR EN AGUAS TURBIAS Bucear en aguas turbias es siempre peligroso y, en consecuencia, nunca es recomendable que el buceador deportivo se arriesgue en una “aventura” de este calibre. Eso sin mencionar que es algo absurdo puesto que veremos realmente poco. Aún así, puede que nos veamos obligados a hacerlo o que simplemente las aguas se enturbien cuando ya habíamos dado comienzo a la inmersión. En caso de que esto suceda, existen una serie de “normas” que deben ser tenidas en cuenta para intentar controlar la situación en la medida de lo posible: – Para descender: hágalo siempre en posición vertical a lo largo del ancla y lo más lentamente posible. Hay que poner especial atención para no golpearse contra el fondo. – Bajo el agua: intente no perder el contacto visual con los compañeros. En caso de que las condiciones así lo recomienden, bucearemos cogidos de la mano o atados a un cabo. En caso de separación, se subirá a la superficie para encontrarse con el compañero. – Aunque puede que no nos ayude para ver, una luz potente puede servirnos como guía. – Nunca entraremos en un pecio o en una cueva. – Avanzamos con la mano, un bastón o un palo extendidos hacia delante, para evitar golpes contra cualquier roca o similar.
2.- PRODUCTO RECOMENDADO ORDENADOR ALADIN PRIME. Pensado para el buceador deportivo. Aladin Prime de muñeca es un ordenador de buceo para descompresión aire/nitrox fácil de usar y destinado al buceo deportivo. Fíjese en sus características: – – – – – –
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5.- CONSEJOS PRÁCTICOS PREVENCIÓN DE PROBLEMAS EN LOS OÍDOS Tenga en cuenta las siguientes consideraciones para prevenir los accidentes de oídos: Deberemos tener especial precaución y acudir al otorrino si tenemos tendencia a continuos resfriados, a alergias, exceso de cerumen, constantes dolores de oído, molestias cuando viajamos en avión, dificultad al respirar por la nariz… en general cualquier síntoma que tenga que ver con los oídos deberá ser consultado con el especialista antes de lanzarnos a bucear sin más. En general, antes de la temporada fuerte de buceo o antes de un viaje importante, convendrá realizar una visita al médico para asegurarnos de que todo funciona como debería. Poner especial cuidado en la compensación de los oídos durante los primeros metros de la inmersión. Mantener una higiene periódica de los conductos del oído externo. Evitar la inmersión si nos encontramos acatarrados o con sinusitis. No utilizar tapones de goma. Durante la inmersión, introducir agua en el conducto externo, de ninguna forma deberemos dejarlo seco. Compensar todo lo que haga falta, evitando en todo momento el dolor. En caso de que haga falta, subiremos unos metros para compensar ambos oídos. Al finalizar la inmersión, deberemos secar bien el oído, evitando humedades. En caso de que tenga la sensación de tener líquido retenido, echaremos dos gotas de alcohol boricado a saturación (consultar en la farmacia). Por último conviene saber que si es usted un buceador frecuente (sobre 100 inmersiones anuales), puede llegar a perder sensibilidad en sus oídos, aunque no padezca los problemas antes comentados.
FACTORES QUE INFLUYEN EN UNA MALA ADAPTACIÓN Por muy experimentados que seamos, por muchas inmersiones que llevemos a nuestras espaldas, en ocasiones sucede que no somos capaces de adaptarnos correctamente al agua. Por eso tanto si es usted un buceador experto como si se está iniciando en este deporte, conviene que conozca la existencia de determinados factores que pueden actuar en contra de una correcta adaptación. Dejando de lado todo aquello que tenga que ver con la climatología o el estado del mar, datos que deberán ser valorados por el propio buceador antes de realizar la inmersión, seg ún su nivel técnico; los otros factores que pueden llegar a influenciar sobre nuestra capacidad de adaptación son: – Un inadecuado estado de forma; nadie debería bucear si su estado físico no es el adecuado. Sin embargo muchas veces nos sobrevaloramos y pensamos que podemos hacerlo sin problema, de aquí vienen posteriores experiencias traumáticas. Sólo uno mismo puede saber si se encuentra o no en un estado correcto para bucear, pero ante la duda siempre es preferible dejarlo para otra ocasión. – Un inadecuado estado psicológico: aunque pueda parecer absurdo, todos los miedos, problemas afectivos, nervios, estrés… que sentimos en un momento determinado de nuestra vida, pueden emerger y resultar un auténtico riesgo durante una inmersión. Para poder disfrutar bajo el agua es necesario que nuestra mente esté clara y despejada, sin nada que pueda turbarla en el momento más inoportuno.
6.- ESPECIES Practique la pesca responsable. El mar es para el disfrute de todos los buceadores.
Y consulte la legislación vigente en su Comunidad.
FICHA 195: PEJEPERRO
FICHA 196: TORDO PICUDO
FICHA 195
PEJEPERRO NOMBRE CIENTÍFICO: Bodianus scrofa FAMILIA: Lábridos.
ALIMENTACIÓN: Con sus dos grandes caninos abre y escacha crustáceos y moluscos, que forman la base de su alimentación.
LOCALIZACIÓN: Su etapa juvenil la pasa a más de 50 m. de profundidad, para después moverse por fondos que suelen rondar los 10 m. (cuando no hay presencia humana, en caso de que ésta exista, suelen ir más al fondo). Sus hábitos, poco cambiantes, le hacen permanecer en un mismo lugar por mucho tiempo. Gran amante de fondos rocosos, escolleras naturales y, principalmente, desniveles en su profundidad. Su presencia suele asociarse a la del coral negro: si descubrimos una zona en la que éste se dé, tenemos un altísimo porcentaje de posibilidades de ver un pejeperro. Lo encontraremos en toda la región macaronésica: Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde.
CARACTERÍSTICAS: – – – –
Talla: puede alcanzar 70 cm. El macho puede doblar en tamaño a la hembra. Peso: puede llegar a pesar 10 kilos (aunque los ejemplares más habituales rondan entre de 1 a 3 kilos). Pez muy llamativo gracias a sus especiales colores: rojo vivo, junto con una línea azul en sus espinas superiores en los machos y naranja, verde y amarilla en las hembras. De su boca sobresalen dos grandes caninos (a los que debe su nombre).
CONSEJOS Y CURIOSIDADES: – – –
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Es el mayor de la familia de los lábridos. Es de tipo tropical, aunque destaca el hecho de que sobrevivió al enfriamiento de las aguas, evolucionando y adaptándose a las nuevas condiciones de temperatura. Al nacer, todos los ejemplares son hembras, pasando a convertirse en machos cuando así lo requieren las circunstancias, es decir, cuando el macho dominante desaparece, debe ser suplido por otro ejemplar y es ahí cuando se produce el “cambio”. Nunca están solos, si vemos un ejemplar lo más seguro es que su pareja ande cerca. Sin embargo, no son gregarios, por lo que resulta complicado ver más de una pareja en un mismo territorio (ya que, además, son sumamente territoriales y cada pareja defiende la zona de la que se considera “dueño”).
FICHA 196
TORDO PICUDO NOMBRE CIENTÍFICO: Symphodus rostratus. FAMILIA: Lábridos. ALIMENTACIÓN: Se alimenta de pequeños crustáceos.
LOCALIZACIÓN: Habita en fondos rocosos con algas y en praderas de Posidonia, pudiéndose encontrar desde en aguas superficiales hasta a una profundidad máxima de 20/30 m. Adaptan su color al fondo en el que se encuentran. Así, los ejemplares pardos se localizan en fondos rocosos, mientras que los verdosos están en praderas marinas. Resulta relativamente abundante en aguas del Mediterráneo y del Mar Negro.
CARACTERÍSTICAS: – – – – – – – –
Talla: puede alcanzar 13 cm. Cuerpo alargado. Cabeza prolongada y en forma de punta (a ella le debe su nombre). Boca provista de pequeños dientes. Cuerpo cubierto de escamas de tipo cicloide, de gran tamaño y fácilmente visibles. Su color de base es muy variable, con dos grupos diferenciados: ejemplares pardo grisáceos con tonos rojizos por un lado y ejemplares totalmente verdosos, por otro. Destaca una banda clara algo quebrada, desde la parte superior del hocico hasta la aleta dorsal. Cuerpo perfectamente adaptado a la natación.
CONSEJOS Y CURIOSIDADES: – – –
A pesar de sus “cualidades” físicas, este pez es incapaz de nadar a grandes velocidades. En muchas ocasiones podemos verlo con la cabeza orientada hacia abajo. Especie muy tímida y miedosa, huirá al mínimo signo de peligro.