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RESUMEN EJECUTIVO
Ilustración 5. Manglar de cuenca en West End, Utila, Departamento de Islas de la Bahía, Honduras. Foto: Equipo del INF Manglar de cuenca
El manglar de cuenca se establece en las partes interiores del ecosistema, usualmente detrás de los manglares ribereños o de borde. Se desarrollan en zonas donde el intercambio mareal es menor y la renovación del agua es mucho más lenta, de manera que el oxígeno es limitado. Estas áreas se caracterizan por altas concentraciones de salinidad (>30 ppm). Aquí predomina el mangle negro (A. germinans y A. bicolor) provisto de neumatóforos (i.e, raíces con geotropismo negativo) que le permiten un mayor intercambio de oxígeno con la atmósfera. También se encuentra el mangle blanco (L. racemosa; zonas con mayor aporte de agua dulce), que en algunas ocasiones también puede desarrollar neumatóforos. En algunos lugares se puede establecer el mangle rojo (R. mangle) (Amador Lorenzo, 2010) (Ilustración 15).
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Ilustración 6. Manglar de Islote en La Brea, Nacaome, Departamento de Valle, Honduras. Foto: Equipo del INF Manglar de islote
Los manglares de islote se caracterizan por estar en constante exposición al intercambio mareal, por presentar suelos más fangosos, y por la presencia de mangle rojo (R. mangle). En Honduras, las alturas de los árboles no son mayores a 10 m (Venemedia Comunicaciones, 2015). Estos manglares se desarrollan de manera aislada a la línea de costa (Ilustración 16). Manglares Enanos
Los manglares enanos se pueden desarrollar sobre sustratos de roca caliza o de origen coralino. En áreas con poco aporte de nutrientes o regiones expuestas a condiciones ambientales como bajas temperaturas, altas salinidades o vientos muy fuertes. Estos manglares en Honduras no sobrepasan los 4 metros de altura, y presentan un desarrollo diferente al resto de los otros tipos ecológicos de manglar. Es decir, los manglares están ramificados en varias direcciones en sentido horizontal a la superficie (Prahl, 1990). Los manglares enanos se encuentran en la Isla de Utila en el departamento de Islas de la Bahía (Ilustración 17)
Ilustración 7. Manglar enano en La Laguna, Utila, Departamento de Islas de la Bahía, Honduras. Foto: Equipo del INF
IMPORTANCIA DE LOS ECOSISTEMAS DE MANGLAR
Los manglares constituyen uno de los hábitats más productivos y valiosos del mundo. Estos ecosistemas son vitales para las comunidades costeras que en ellos habitan. También los ecosistemas de manglar brindan una gran variedad de bienes y servicios ecosistémicos (Ilustración 8) entre los que destacan (Secretaría de la Convención de Ramsar, 2006):
• Regulación hídrica (recarga de acuíferos y filtro de agua). • Protección contra tormentas y otros eventos meteorológicos.
• Mitigación al incremento del nivel del mar.
• Estabilización de la línea de costa y control de erosión costera.
• Retención, asimilación y transformación de nutrientes.
• Retención de sedimentos, carbono y contaminantes.
• Estabilización de las condiciones climáticas locales, particularmente precipitación y temperatura.
• Hábitat para una gran diversidad de especies de peces, crustáceos, moluscos, mamíferos, reptiles, anfibios y aves, algunos de ellos en peligro de extinción.
También los manglares tienen un valor social y económico relacionado a (Secretaría de la Convención de Ramsar, 2006):
• Abastecimiento de agua (cantidad y calidad).
• Mantenimiento de las pesquerías (ej., alrededor del 75% de especies de pesca comercial pasan parte de su ciclo de vida en los manglares o dependen de ellos para su alimentación (PNUMA, 2019)).
• Recursos maderables y no maderables (ej., recursos para la construcción, leña, carbón, forraje, miel y plantas medicinales).
• Recursos energéticos, como turba y materia vegetal.
• Recursos de vida silvestre.
• Transporte.
• Posibilidades de recreación y turismo
Más de 100 millones de personas en las zonas tropicales y subtropicales del mundo viven cerca de los ecosistemas de manglar, de éstas, cerca de 30 millones son de América Latina y el Caribe. Para estas poblaciones humanas los manglares constituyen el principal medio para la obtención de alimentos, recursos e ingresos.
Así mismo, el resto de la población se beneficia de los diferentes bienes y servicios ecosistémicos de los manglares (Ilustración 8) (Banco Mundial, 2019). Por ejemplo, sin la presencia de manglares en el mundo, cerca de 18 millones de personas podrían sufrir impactos por inundación. Dichos impactos causarían daños a la propiedad de alrededor de $82,000 millones de dólares.
Ilustración 8. Servicios ecosistémicos de los mangalres Fuente: Adaptado de (PNUMA-WCMC, 2014)