Tienes una mirada tan penetrante, que desnudas mi cuerpo, mi alma y mi ser en un instante. Me llevas a un lugar donde se detiene el tiempo, y tus labios tienen la llave que me muestra lo fabulosa que eres, la dulce ternura de tu mirada, tus caderas hechiceras, tu belleza sin igual. Me siento en un mágico sueño, donde tú decides cómo terminará esta exquisita fantasía en la cual estoy encadenado. Soy un fugitivo, perdido e hipnotizado por tu dulce aroma, tus jugosos labios, tu silueta de princesa y sirena a la vez. Soy un borracho por el deseo, del embriagador sonido de tu melodiosa voz, que me transporta al lugar que mejor te parezca: al cielo, al infierno, a cualquier sitio. Espero que todo este sentimiento sea visto como algo bueno, agradable y amistoso. No pretendo acosarte, molestarte o llenarte de problemas. Sólo quiero que se dibuje una hermosa sonrisa en tu piel delicada, provocarte una risa sincera e iluminada todos los días, que la lleves a cualquier lugar donde vayas. Seas alegre, dichosa de la vida por tener todo lo que tienes y por tu forma de ser. Hermosa chica, quiero llegar algún día ser la persona por quién suspires, al que pienses, que llames, que quieras, que ignores a veces, con el cual discutas o peleas, ser tu apoyo en las dificultades y animarte a seguir adelante. Mostrarte los defectos con cariño y respeto para ayudarte a mejorarlos. Ser tu confidente, amigo, tu apoyo incondicional, meter las manos al fuego por ti. Que confíes plenamente en mí, que no dudes de mi amor y mi cariño. Que ni el tiempo ni la distancia serán obstáculos para que mi corazón siga latiendo tan fuerte por tus hermosas miradas, algo desafiantes y temerarias cada vez que discutimos, me ignoras o te hago enojar. ¿Sería un delito decirte lo hermosa y Preciosa que te ves? Quisiera algún día caer preso de tus labios hermosos, tus ojos hechizantes, tus sensuales caderas y perderme en tus maravillosos besos, llenos de pasión, deseo y un éxtasis sin igual. Es una droga mágica, que cura todos mis males, pesares y amarguras. Nada se compara con tu mirada angelical, aquella que me deja sin voz ni aliento, donde el tiempo Pareciera detenerse en un instante fugaz, en el cual me pierdo y tu dulce voz es mi guía y mi salvación. Ser tu prisionero las horas que decidas, que todo lo demás pierda sentido y tus besos infinitos, cargados de dulzura y cariño, sean mi único consuelo y descanso, mi equilibrio perfecto.
Si algún día te vas, recuerda que siempre me fascinó tu cuerpo, tus labios hermosos y nunca me arrepentiré por haberlos besado. Tu cuerpo exquisito me impulsó a querer acariciarlo y llenarlo de besos y caricias cálidas. In ****** "Tu piel encajaba sutilmente con el terciopelo suave de las cortinas que adornaban el cuarto donde tu sublime cuerpo reposaba, luego de una agitada noche de lujurioso y placer desenfrenado" Luego de un viaje exótico y sin igual, aquella dama suspiraba y deseaba volver a repetir aquel torrente de emociones de emociones que había experimentado la noche anterior. De todos sus amantes, ninguno había logrado llenarla tanto y hacer que se mojara tan fácilmente, como el que tuvo entre sus brazos y al que llenó con sus deliciosos besos, sus suaves caderas y labios carnosos. Perdió el control de su cuerpo, porque el poder de aquel hombre la dejaba hipnotizada y desarmada ante lo que aquel amantes quisiera hacer.