Fertilización anticipada en soja

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La fertilizaciĂłn mĂĄs rentable en soja comienza en otoĂąo y termina en verano.


El continuo deterioro de los suelos junto con los mayores techos de producción de soja han provocado la aparición de deficiencias nutricionales que limitan el rendimiento. En un principio el nutriente limitante fue el fósforo, luego a comienzos de la década del 90, F. Martínez (INTA Casilda) encontró respuestas a azufre en el sur de Santa Fe. Este tipo de deficiencias se generalizaron a lo largo de prácticamente toda la región productiva de la Argentina. En las últimas campañas se encontraron deficiencias a nutrientes menos “tradicionales” siendo el Boro el que presentó mayores magnitudes y frecuencias de respuesta. Mientras que hace 10 años la discusión giraba alrededor de la necesidad o no fertilizar la soja con P y S, hoy la discusión se centra en cómo poder aplicar todos los nutrientes que limitan la producción y hacerlo de la manera y en la cantidad necesaria.

Muchas veces las dosis correctas son muy elevadas y afectan otros procesos productivos como la siembra o aplicación adecuada del fertilizante. En línea con esto Bunge Argentina y Fertilizar Asociación Civil comenzaron hace 3 años una red de ensayos en lotes bajo monocultivo de soja en los cuales se buscó por un lado, cuantificar la respuesta a mayores dosis de P y por otro analizar diferentes formas de aplicación de estas mayores dosis, que no dificulten la siembra del cultivo. En este sentido se probaron 2 dosis de P, una dosis baja normalmente utilizada en la zona y una dosis de reposición que se aplicó de 3 maneras diferentes: todo anticipado en invierno; 70% anticipado y 30% a la siembra y todo a la siembra. Las aplicaciones anticipadas de P (dosis altas) tuvieron aún mayores resultados respecto a las mismas dosis aplicadas a la siembra (Figura 1). Cabe aclarar que en todos los casos se realizaron aplicaciones de 20 kg de S de modo que este nutriente no limite la producción de soja.

Ahora el otoño también es temporada para la soja. Es el momento para aumentar su rendimiento. Conclusiones de la red de ensayos: Las dosis adecuadas de P generaron una respuesta superior a 550 kg/ha o 14% respecto a las dosis normalmente utilizadas, a la vez que nivelaron el balance de nutrientes, frenando de esta manera la caída en los niveles de fósforo y azufre de los suelos. Otro punto interesante que se desprende de esta línea de investigación, es el ya conocido efecto acumulado que tiene una correcta fertilización en la productividad del suelo. En la figura N° 2 vemos como la diferencia entre los tratamientos de alta y baja dosis de P aumenta a lo largo de los años. Mientras que en la primera campaña esta diferencia rondaba el 6% en la última campaña alcanzó un 14% y la diferencia contra el testigo pasó de un 18% a un 26%.

• La soja presentó respuestas significativas al agregado de mayores dosis de P. • Las dosis de P de reposición aumentaron el rendimiento en el orden de los 550 kg o 14% respecto a las dosis usualmente utilizadas. • Dichas respuestas son rentables. • Se corroboró un efecto acumulativo a las dosis de reposición de P y S. • Existe más de un 15% de potencial extra de producción accesible a través de la utilización de dosis adecuadas de P y S. • Las aplicaciones anticipadas de P presentaron igual o mejor comportamiento que las aplicaciones a la siembra con las ventajas logísticas de separar la fertilización de la siembra. • Es factible producir soja mejorando el margen económico y el balance de nutrientes.


Fertilización complementaria.

kg/ha

El Boro es un elemento susceptible de ser lavado, muy ligado a la materia orgánica. Dentro de la planta está relacionado directamente a la floración y fijación de flores. Es un elemento poco móvil dentro de la planta razón por la cual necesita ser aplicado cerca de floración de manera que la planta lo utilice en la fijación de un mayor número de flores.

4.500 4.000 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 0

100%

112%

140%

128%

120% 100% 80% 60%

Testigo

Dosis usual

Dosis de reposición a la siembra

Respuesta

40%

786

697

186

Rendimiento

Desde la campaña 2006 Bunge Argentina viene desarrollando FoliarSol B; un producto totalmente compatible con otros agroquímicos que permite aplicar Boro en el momento en el cual el cultivo lo necesita (floración) de manera

124%

20%

Rendimiento relativo

Tal como se mencionó anteriormente el Boro es el 3er. nutriente que limita la producción de soja en la Argentina.

Respuesta a diferentes dosis de P en soja-soja. Promedio de 12 sitios en 3 campañas.

0%

Dosis de reposición anticipada

Rendimiento Relativo

Figura N° 1: Respuesta a diferentes dosis y formas de aplicación de P en monocultivos de soja. Promedio de 12 sitios en 3 campañas. Dosis utilizadas: dosis usual 8-15 kg p/ha; reposición (25-30 kg p/ha) esta última aplicada de 3 maneras diferentes; todo anticipado en invierno, 70% anticipado y 30% a la siembra y todo a la siembra. Fuente: G. Ferraris, L. Ventimiglia, F. Salvagiotti y G. Espósito.

Efecto acumulado de diferentes dosis de P 16%

150% 130%

14%

14%

12%

12% 10%

110%

8% 90% 6%

70%

121%

118%

6%

126%

4% 2% 0%

50% 1er. año Testigo

2do. año

Dosis usual

3er. año

Dosis reposición

Diferencia dosis usual - reposición

Figura N°2: Efecto acumulativo de una fertilización adecuada en soja. Fuente: G. Ferraris, L. Ventimiglia, F. Salvagiotti y G. Espósito.

sencilla sin la necesidad de sumar aplicaciones.

Rendimiento y respuesta promedio en 42 sitios en 7 campañas

En la figura N° 3 podemos ver los resultados

4.000

obtenidos.

3.000

tas positivas aún en campañas “secas”. Dichas

a la planta por flujo masal, de manera que al

kg/ha

B en el suelo. El Boro es un nutriente que ingresa

2.500 2.000 1.000 500

disponibilidad y el ingreso del B a las plantas se

0

ve reducido, induciendo una respuesta al agregado de B por vía foliar. Martín Díaz Zorita ha encontrado respuestas superiores a los 50 kg/ ha (costo promedio de la tecnología) en el 75% de los casos en los que aplicó B en R1.

108% 106%

100%

108%

Compatible con todo tipo de agroquímicos.

1.500

secarse los primeros centímetros del suelo, la

110%

104% 102% 100%

3.276

3.502

FoliarSol B Testigo Rendimiento - Respuesta kg/ha

226

98%

Rendimiento relativo

Un punto a destacar es la obtención de respuesrespuestas se explican gracias a la dinámica del

Rendimiento relativo

3.500

96% 94%

Figura 3. Rendimiento relativo promedio de FoliarSol B con y sin fungicida en distintas localidades de la región pampeana. Resultado de 42 sitios en las campañas 2006 - 2013. Momento de aplicación: R2-R3. Fuente G. Ferraris, L. Ventimiglia, F. Piatti, G. Prieto, M. Zamora, H. Fontanetto, F. Salvagiotti, M. Díaz Zorita y propios.


Plan de fertilización de Bunge para soja. De acuerdo a los resultados obtenidos en esta red de ensayos, queda demostrado que se puede aumentar la producción de soja en más de un 15% de manera rentable, manteniendo y aumentando la fertilidad de los suelos. Para esto es necesario plantear la fertilización de soja desde un punto de vista estratégico.

• Realizar aplicaciones anticipadas de P y S (otoño) de manera de separar la fertilización de la siembra y permitir una adecuada difusión del fósforo en el suelo a la vez que se aprovechan tiempos ociosos, ventajas comerciales y contrafletes a puerto. • Luego de una adecuada fertilización de base con fósforo y azufre (SPS Ramallo) a partir de R1 realizar una fertilización complementaria con FoliarSol B que permita fijar un mayor número de flores.

SPS y FoliarSol B. La fertilización ideal para maximizar el rendimiento en soja.

Consulte a nuestro equipo técnico a través de la página web: www.bungeargentina.com

rldesign | marzo 2014

• Aplicar dosis de P y S que equiparen la extracción por parte de los cultivos de manera de frenar la caída en los contenidos de nutrientes en los suelos.


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