24 - CRÓNICAS
BUSH IN ACTION - Domingo 25 de Octubre de 2020
SEBASTIÁN ESPINOZA e I. ARAYA Fotos de SEBASTIÁN FRITIS Desde Taltal
N
o recuerda bien hace cuántos años fue. Contrastando testimonios, debe haber sido entre 1989 o 1990. Pero Carlos Reyes, quien trabaja actualmente en la municipalidad de Taltal, pasea por el muelle recordando el día en que, cuando estaba pescando junto a su primo cerca del sector de La Puntilla, vio un ovni. Era de noche, pasadas las 8, recuerda. “Vi un objeto en forma de plato sobre mi en mi bote”, dice. Pensó que hasta ahí no más llegaba. Un objeto grande y poco luminoso que se quedó sobre sus cabezas, lejos de la costa. Carlos, hombre de mar, que en sus manos y su rostro se muestran cuanto tiempo le ha dedicado al trabajo, su voz áspera y golpeada, relata con detalles lo ocurrido, uno de los momentos más fuertes que le toco vivir en su vida. Él acostumbra a salir a buscar congrio al mar, uno de los manjares de nuestras costas. “En el mar tormentoso de Chile vive el rosado congrio, gigante anguila de nevada carne”, apuntó Pablo Neruda en 1971. El congrio es casi patrimonio de Taltal: es uno de los pescados más pedidos por la gente que vive ahí o los turistas que buscan comer sus grandes atractivos gastronomicos. Esa noche había ido a un lugar secreto donde encuentra grandes especímenes. Siempre saca buena pesca ahí. El día desde un comienzo estuvo extraño, recuerda. “Se sentia una especie de pesades en el aire, una tarde nublada y muy fria”, detalla. Un clima así es muy poco común
OVNI. Pese a que no recuerda la fecha exacta, Carlos Reyes no olvida el día en que, pescando, se topó con un platillo volador en la noche. para el verano taltalino, que por sus climas y sus playas hermosas, lo hacen perfecto para veranear. A eso de las 22:00 en pleno altamar, se siente algo extraño. Carlos le habla a su primo para decirle si el igual sentia lo mismo, cuando gira y lo ve, se da cuenta que está pasmado. No reaccionaba. Lo vio fijamente mirando al cerro, él gira y ve un platillo de unos 20 metros, de
color gris brillante y con luces, el cual se mantenía estático a una distancia de unos 100 metros sobre en donde estaban ellos. Carlos, como era la persona más adulta, trató de calmar a su primo, el cual no paraba de decir que iban a morir. “Hasta acá fue todo”, repetía. Carlos tratando de calmar a su primo, le dice que levante las redes y el ancla para irse. Cuando el platillo se mueve