La Bienal de Fotografía, que se configura como una de las exposiciones más importantes del país, en la muestra de su decimonovena edición se propone como una craqueladura del muestreo parcial de la producción fotográfica y de aproximación contemporánea a la imagen en México. Bajo la curaduría de la gestora cultural, escritora y curadora, Lorena Peña Brito, las veinticinco obras seleccionadas por el jurado se presentan en tres lecturas simultáneas: La veladura y el fantasma; Redes. Nudos y Territorialidades convulsas, con la intención de descubrir las obras de distintas maneras y entrar en sus indagaciones desde diversos puntos.