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N° 002 – Septiembre 2013 –SANTIAGO – CHILE
Editorial Mucho se habla acerca de los peligros del BDSM. Para aquellos que lo practicamos no nos es ajeno los diversos riesgos que puede involucrar. Muchos de los que recién se inician, sienten curiosidad o simplemente lo ven desde afuera, sienten un enorme miedo por su bienestar físico y psicológico. ¿Cómo se puede garantizar el bienestar de los participantes? ¿Por qué se separa el BDSM de una violación? Aunque parezca una identificación extrema, para muchos no hay una clara diferencia entre una violación y una sesión.
Un poco de historia La necesidad de dar garantías en estos aspectos, de separar las practicas de dominación de algo que puede ser considerado mero abuso, llevo a David Stein en 1984 a hacer conocidas las siglas SSC. Antes de Stein, fue la revista DungeonMaster en 1979 la que impulso dos aspectos fundamentales del SSC; ellos describían el objetivo de su publicación como Safe and Sane (seguro y sensato). Basándose en estos puntos, es que David Stein establece años más tarde la sigla completa Safe, Sane and Consensual (seguro, sensato y consensuado) como guía en la agrupación GMSMA (Gay Male S/M Activist). El mismo Stein describe que, lo que tenía en mente al momento de plantear el SSC era “distinguir la clase de sado que yo quería hacer, del abuso criminal o del comportamiento autodestructivo neurótico que la gente asocia normalmente con el sadomasoquismo”.
El SSC como código ético Como decíamos, el problema fundamental es separar una sesión BDSM de una violación. El SSC es, de alguna forma, el garante de que el comportamiento dentro de una sesión no sea una violación. Para entenderlo a profundidad, debemos entender cada parte del acrónimo. - Safe (seguro): se debe tener conocimiento sobre lo que se está haciendo, y cómo se está haciendo. De la misma manera, se debe saber cómo reaccionar en caso de algún accidente. Abundan casos de personas atrapadas en incendios, por no tener los materiales necesarios para soltar las amarras.
- Sane (sensato): es de suma importancia saber diferenciar entra la fantasía y la realidad, y
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no dejar que nuestro juicio se nuble. Idealmente, no se debe consumir drogas o alcohol; y debemos siempre apegarnos a la experiencia de cada uno de los participantes. - Consensual (consensuado): quizás el componente clave dentro del SSC, es el consenso. Todos los participantes deben estar de acuerdo con lo que se hará dentro de la sesión, tanto en forma como intensidad. Así mismo, el acuerdo generado se puede ir modificando si los participantes lo consideran necesario.
La ética generada por estos tres componentes, pero principalmente por el consenso, nos permite una guía que: i) nos hace responsables de nuestras acciones, ii) nos fuerza a estar atentos en todo momento de lo que ocurre, iii) aprender y saber lo que haremos. Es necesario hacer hincapíe en este último punto, pues el conocimiento de las practicas – de forma previa a su ejecución – es esencial para limitar los riesgos de accidentes o consecuencias indeseadas. El consenso es el garante de que nuestras practicas no sean consideradas abuso. Tener siempre en mente los peligros que puede acarrear una practica, nos prepara para sobrellevar los accidentes que pueden ocurrir.
En este número se han reunido distintas practicas, las cuales serán abordadas desde el SSC. Si bien sabemos que no es el único código de comportamiento que hay dentro del BDSM, si creemos que el SSC constituye una base firme (además de ser un gran logro para la comunidad el que se haya establecido).
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El scat como práctica BDSM Por Ama Termita y Nicolás Dom.
Dentro de muchos ámbitos, el scat ha sido considerado como una practica extrema y relegada. Incluso dentro del mismo BDSM, es normal encontrar opiniones en contra de esta practica: el mero hecho de proponer el scat como tema, genera polémica. Lo que no se puede negar, es que es practicado dentro del BDSM, y como tal queremos exponerlo; de esta forma entregar ideas sobre los cuidados que se deben tomar antes de incorporar el scat a las sesiones. ¿Qué se entiende por scat? Usualmente, el scat es definido como la manipulación y/o ingesta de heces, y también es conocida como “lluvia marrón”. Quienes lo practican, disfrutan de distinta forma: a algunos les gusta la sola sensación de sentir el excremento sobre sus cuerpos (coprofilia), otros prefieren comerlo o tenerlo en sus bocas (coprofagia), y por supuesto, están quienes disfrutan defecando sobre otros.
Preaparación y precauciones Como es de suponer, la practica del scat conlleva varios riesgos (hepatitis A y B, neumonía y parásitos) que se deben tomar en consideración. A diferencia de la orina que es estéril (exceptuando la orina matutina), las heces contienen una alta carga bacterial; es por esto que se deben tomar una serie de precauciones: - Heridas: siempre estar atento a cualquier herida en la zona a defecar. El contacto de las heces con la herida puede generar una infección grave. - Ojos: por la misma razón que la anterior, evitar la zona de los ojos. - Comida: una forma de bajar las probabilidades de contraer parásitos en caso ingesta del material fecal, es evitando el consumo de carne (el contagio de parásitos se da, principalmente, mediante el consumo de carnes rojas). - Vacunas: es ideal que los participantes involucrados se encuentres inoculados contra la hepatitis (A y B).
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Disclaimer: si bien los editores de la revista estamos, de una u otra forma, ligados al área salud, no somos médicos. Los consejos dados acá no garantizan una practica 100% segura, por lo que pedimos ser cautelosos con esta practica. Scat y el BDSM Para muchos, la lluvia marrón no califica como una practica BDSM, debido a los altos riesgos que implican. Aún así, es innegable el alto nivel e humillación que infringe sobre alguien; por supuesto, esto también puede variar de sumiso en sumiso.
Podemos tomar la practica como algo que porta en sí la humillación, pero no son pocos los sumisos que ven en esta practica un premio. Para ellos, el scat encierra la posibilidad de recibir algo preciado de sus amos, y para convertirse en buenos perros y perras.
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Quiero amarrar, ¿qué cuerda usar? Por NawaSensei (Bondagechile) Iba a escribir sobre la historia del Kinbaku, su descendencia japonesa y la importancia de su cultura en el arte de las cuerdas, pero creo que existe bastante material al respecto y hay cosas más prácticas que considerar. Una de las preguntas más frecuentes que me hacen es ¿Qué cuerda debo usar?, trataré de contestar esta pregunta dependiendo de los resultados que quieran obtener, de la seguridad, de la experiencia que se tenga y del uso que se le quiera dar. Partamos de lo más básico. Existen 2 tipos de entramado (tejido), el trenzado y el cordón.
Cuerda de algodón trenzado. Trenzado: Como pueden ver en la imagen, son 2 cuerdas entrelazadas que solo están unidas por la fuerza que ejercen contra de sí mismas. Estéticamente se ven muy bien, pero no son muy prácticas y pueden ser un poco complicadas de manipular si no se tiene mucha experiencia. Por no estar unidas con nada, es fácil que al lavar o que con el constante uso y el mantenimiento poco adecuado, las fibras se separen. Lo otro a considerar es que la superficie no es lisa, por ende las marcas son mucho más marcadas y profundas, nada de qué preocuparse, pero si las marcas son un problema, estas no son tus cuerdas.
Cordón de algodón. Cordón: El cordón son fibras tejidas entre sí, con un entramado mucho más minucioso. Al
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contrario del trenzado este entramado es mucho más estable y versátil, no se desarma al lavar y al tener una superficie más lisa genera menos marcas en el cuerpo. Este tipo de entramado es recomendado para usuarios con cualquier nivel de experiencia. Los materiales Existen diversos materiales en cuerdas, con sus respectivas ventajas y desventajas, aunque hay ciertos materiales que no son adecuados bajo ningún concepto. Podemos categorizar los materiales en 2 grupos, Naturales y Sintéticos. Naturales: Su materia prima es de fuentes y fibras naturales sin procesos muy extensos. Son materiales de mucha versatilidad, resistencia, pero su principal característica es que por ser de material natural son muchísimos amigables con el cuerpo por ser materiales nobles. En términos de seguridad son la mejor opción ya que son materiales estables en su construcción y en su destrucción, por ejemplo no son inflamables como los materiales sacados del petróleo, como el plástico. En esta categoría podemos mencionar los 2 más usados. Algodón: La fibra más noble para con el cuerpo. De resistencia muy buena, gran versatilidad, se puede lavar sin problemas. No necesita de mayores tratamientos para su uso. Por lejos la mejor opción para cualquier tipo de experiencia. Yuste o Cáñamo: Fibra natural sacada de la planta del cáñamo. Es una de las más usadas en el Bondage Oriental. Excelente resistencia y versatilidad. La gran diferencia con el algodón tiene que ver con que su textura es mucho más rustica y sin un tratamiento adecuado puede generar abrasiones en la piel. Sintéticos: La materia prima de estos materiales son diversos, aunque la mayoría de ellos tienen como base el petróleo, siendo su construcción no muy amigable con el cuerpo y su destrucción muy peligrosa, por ejemplo en el juego con velas, es cosa de que supere la temperatura de estabilidad para que se derrita, generando quemaduras en la piel. La ventaja que tienen es que son bastante más baratos, pueden encontrarse en infinita variedad de colores y combinaciones. No entraré en muchos detalles ya que las características son muy similares, pero podemos mencionar el polyester, polipropileno (plástico), goma, etc. Para serles franco, no recomiendo el uso de estos. Otros Materiales Hay muchos que por la adrenalina del momento usan cualquier elemento para atar, pero hay algunos materiales que no hay que usar bajo ningún concepto. Metal o alambre: El uso del metal para restringir el movimiento es usado en esposas, cadenas, grilletes, etc. pero en el uso en sí de bondage no es recomendado. Las posiciones son bastantes exigentes, generando alta tensión en las zonas donde se usa, pudiendo generar lesiones graves. Bajo ningún concepto usar alambres, el peligro de corte y estrangulamiento es altísimo. Cables eléctricos: ¿A quien no se le ha ocurrido usar el cable de poder del PC o el de teléfono? Puede parecer buena idea, pero no lo es. Por lo Gral. estos cables están recubiertos de plástico o goma siendo muy inestables. Con un par de movimientos una
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atadura simple puede transformarse en un gran problema al apretarse más de lo esperado. El uso de materiales como pañuelos y telas no los considero, a pesar de que hay una corriente del Bondage llamada Scarf Bondage, por ser más su uso como fetiche como práctica en sí de inmovilización, me enfoqué solamente en lo relacionado al juego de cuerdas. Los diámetros Otra pregunta frecuente es el grosor de la cuerda. Dependerá exclusivamente del resultado que se quiera y el uso que se le dé, aunque hay que considerar lo sgte. A mayor diámetro la fuerza o la presión es ejercida en una zona más extensa, por ende es repartida de mejor manera pero se pierde versatilidad. A menor diámetro, lo contrario. Es por esto que cada uno debe encontrar el diámetro adecuado para cada uso. Por ejemplo si se va a suspender a alguien es necesario tener un diámetro mayor a una atadura en una silla. A pesar de esto puedo hacer algunas recomendaciones: 4mm a 6mm: Recomendable para zonas del cuerpo con más grasa (muslos, glúteos, etc.). Este diámetro sirve para ataduras estéticamente más elaboradas, por la versatilidad que entrega. No recomendable para ataduras complejas o de posiciones incomodas. 6mm a 10mm: Recomendable para todo tipo de uso y tiempo de experiencia. Es posible generar la mayoría de las ataduras y es posible usarla en cualquier parte del cuerpo. No recomendable para suspensiones. 10mm o más: Exclusivamente para suspensiones por requerir que la presión sea repartida de forma más uniforme.
Este articulo solo pretende ser una guía obtenida por mi experiencia, por lo mismo expongo lo que considero más importante a tratar y probablemente quedan fuera algunas cosas. Cada quien generará sus propias preferencias.
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Tengo que confesar Por Ivanna Tesla Ilustraciones por MisterEye
Tengo que confesar que el sábado pasado fui atada por dos maestros en una junta. Admito que en primera instancia me encontraba nerviosa, un poquito ansiosa también. No quería que se notara mi ansiedad... Respiré profundo. Comenzó por explicar sobre las normas de seguridad a la hora de atar a otra persona; habló sobre los tipos de cuerdas, tijeras y conceptos básicos de seguridad. Escuchaba atentísima, sentía que no quería perderme ninguna palabra.
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Comenzó la demostración: Mientras las cuerdas se deslizaban, me sentía en una especie de parálisis autoimpuesta... No quería moverme, no quería entorpecer el trabajo de esas manos. Sentía que la cuerda se iba deslizando. El maestro me movía de un lado a otro para ir mostrando los diferentes nudos y las diferentes formas de hacerlo. Me sentía como una muñeca sin voluntad... Una muñeca feliz de ser manipulada al antojo de un tercero. El primer nudo fue en el pecho -y más allá de estar ruborizada- no había signo aparente de lo que me sucedía. El maestro anunció que el segundo nudo pasaba por entremedio de mis piernas y no pude disimular mi sonrisa. La cuerda fue bajando y mi "ansiedad" (que a estas alturas ya había identificado plenamente como excitación) iba incrementando. La temperatura en mi fue subiendo y temí por un instante mojar la cuerda. Ese sentimiento "ansioso" no era agitador, sino que profundo, íntimo e introspectivo. Cuando recién lo estaba procesando fue hora de soltarme y me sentí profundamente vacía sin las cuerdas alrededor. Conforme fue pasando el tiempo se dio la oportunidad de ser atada por las manos de otro maestro. Accedí feliz. Nuevamente, esta "ansiedad" volvió. La soga pasaba por mi cuerpo anulando mi voluntad de querer moverme. La rigidez de la cuerda y su tensión me amarraban al mismo tiempo que físicamente, psicológicamente. Me fui dejando fluir y sentir. Cada movimiento de la cuerda, una caricia inmovilizadora. Estaba amarrada de brazos y torso. Había un grupo de gente mirando, pero al igual que la vez anterior, simplemente olvidé que existían. El segundo maestro me preguntó si quería ser desatada, pero yo no quería. Me sentía más ad-hoc, más yo con las cuerdas que sin ellas, que simplemente no quería desprenderme de esa sensación maravillosa. Luego siguió con más nudos y quedé inmovilizada en una tarima, completamente entregada a su voluntad. No sé si eran las cuerdas las que me extasiaban: como si cada segmento de la cuerda se aferraran a mi para no dejar que me moviera... O si era el que me encontraba en una postura sumamente vulnerable o si era el hecho de que me sentía servil o si mi excitación se debía a que en ese minuto mi placer era netamente generarle placer al otro. Tal vez fueron todos esos factores. No lo sé. Lo que tengo claro es que descubrí algo de mi, algo que sentía, pero que no había podido verificar totalmente. Cuando las cuerdas me abandonaron volví a sentir que me faltaba esa tensión en el cuerpo, pero me acompañaba un sentimiento de profundo agradecimiento. Hasta hoy, me siento honrada de haber sido atada por esas personas y por haber sido parte del arte del encordamiento.
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Fustazo Apreciados lectores: Con mucho agrado le presentamos una nueva sección. Todo escrito/columna/ensayo de opinión será publicado en esta sección. Si desea que su opinión sea leída, la puede enviar a nuestro correo cadenadesumision@gmail.com Las Opiniones Vertidas en Esta Sección son de Exclusiva Responsabilidad de Quien lo Emite y No necesariamente representa la opinión de los editores de cadena de sumisión.-
La baja autoestima Por Ladhy Missangre Existen muchas cosas que me preocupan dentro del BDSM, entre ellas la baja autoestima que tienen algunos amos y sumisos. He conocido muchas personas que tienen un pésimo concepto de si mismos. Personas se sienten como como si fueran la última mierda de la tierra. Personas que no notan que son estupendas e interesantes, siendo que solo ven sus defectos, y no saben que todos tenemos defectos. Aunque también lo veo en mi mundo vainilla. Mujeres que quieren ser más voluptuosas que recurren a cirugías, que son víctimas de publicidad que solo conlleva a metas falsas e inexistentes. Personas que no se dan cuenta que las imágenes que nos venden son trucadas gracias a la tecnología photoshop(c). No hay que olvidar que el anterior modelo de belleza era la mujer plana, con peinados cursis y sin escote. ¿Qué harán con sus prótesis cuando la moda vuelva a rotar? ¿Cómo borrar un tatuaje de moda que ya no esté a la moda? Del mismo modo, existen “amos” inescrupulosos que permiten que su sumiso se sienta así. Algo que me llama la atención es que si una sumisa destila entrega es “mala” o una sumisa “fácil”. Que amos comentan barbaridades contra sus sumisas, y al final de la relación, la única culpable es la sumisa por ser “fácil”. Un patrón de conducto generalizado entre amos y amas; sumisos y sumisas. ¿por qué autoestima y sumisión son conceptos opuestos? Me he encontrado con sumisos “novatos”, les prevengo de los caminos difíciles que se puedan encontrar. Para mi gusto, un amo no es un árbol donde esconderse de sus miedos, ni un “hada madrina” que solucione sus problemas. El BDSM tampoco es como lo muestran en una película porno, que estamos todo el día con un látigo dando órdenes por la calle o que nosotras tenemos sexo todo el día y si es que no ocupamos a un sumiso de esa forma es que no somos dominas. Nada más errado, una domina será y hará lo que le plazca con sus propiedades, y por qué no decirlo, si el deseo de ella es que él le sirva de
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forma sexual. Una relación D /s es consensuada, para ambos ha de haber placer, pero para algunos el mayor placer o su mayor objetivo es bajar la autoestima (no muy alta que digamos) de sus sumisos, porque para algunos el hecho de tener el control sobre otra persona es sinónimo de abuso. Yo sinceramente no lo entiendo. Considero que también hay una alta gama de personalidades posesivas, dependiente y manipuladoras, tanto como en el mundo vainilla y en el BDSM IDIOTAS y titiriteros Un sumiso con una buena autoestima da bastante beneficios a los dominantes. No hay valor ni éxito que una marioneta se entregue si no hay pasión ni voluntad. Un robot sin vida propia. Que no sepan contestar. De qué sirve tener sumisos así: la falta de entrega, una falla importante y trascendente en una relación D/s El término dominar es mucho más amplio que dar órdenes que se cumplan, tampoco es convertir a los sumisos a la mínima expresión: es ensalzar y enorgullecer al sumiso por quién es. Siempre he creído que un sumiso es el reflejo puro de su amo. La pregunta que debemos volver a hacernos es, ¿por qué algunos amos/as permiten que esto pase? ¿Por qué razón algunos prefieren a personas rotas? Por qué se empeñan en ningunear sus posesiones? Los motivos son diversos, ya que un amo puede creer que su sumiso sea más inteligente. Creo que la causa cardinal es que -como indiqué- es mucho más fácil manejar marionetas que a personas de verdad. Estos seudoamos buscan un polvo fácil. Que la sumisa solo abra las piernas y no piense ni hable y ni siquiera pregunte: disfraza una “sesión BDSM”. Estos “amitos”, además de tontos, son cortos de vista; una sumisa es más que un par de agujeros en donde meterla. Siendo que puede ser como un reposa pies, masajista, preparadora de baño caliente, una persona que se entregará al 100%. Algo que se da tácitamente en base a su propia autoestima. Aunque a estos seudo amo poco les importará la entrega y el amor de su sumiso, cuando no hay ni superación ni retro-alimentación. En resumen, y para cerrar el tema el que una/o sumisa/o tenga el valor de entregarse a ti, es para crecer, para superarse como ser humano y persona integral. Con estas palabras no pretendo ni es mi intención causar burla o menospreciar a nadie: solo abrir los ojos de quienes puedan sentirse abatidos y menospreciados; excelentes personas que puedan sentirse con ganas de abandonar el camino BDSM que no es para nada un camino fácil, pero siempre trae más alegrías que tristezas.