Boletin n9 Calcuta Ondoan Dic14

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calcuta

ondoan Nº9 Diciembre 2014

RELATO DE UNA VISITA A INDIA

DIARIO DE VIAJE En apenas 15 días me toca recorrer diferentes lugares de India donde tenemos presencia. Hemos programado un buen número de reuniones con las y los responsables de las Organizaciones a las que Calcuta Ondoan apoya en Bengala Occidental, Kerala, Madhya Pradesh y Karnataka. Reuniones de seguimiento de los proyectos implementados y reuniones de planificación de cara a nuevos proyectos para 2015 y 2016, hablamos de planes estratégicos, de indicadores, de alianzas entre diferentes ONGs y movimientos sociales indios, de protocolos de evaluación…, reuniones por lo tanto importantes y necesarias pero otras citas me aguardan en este viaje, personas sencillas, anónimas para la mayoría, pero que tienen para nosotros más importancia que los directores de los proyectos. Sino fuera por ellas y con ellas nada tendría sentido. Por lo tanto, entre reunión y reunión necesito encontrar un espacio para compartir tiempo, experiencias, un vaso de té y una conversación de tú a tú, con las verdaderas protagonistas, las personas que no solo son beneficiarias de los proyectos de Calcuta Ondoan sino que forman las raíces, el tronco, la sabia, las ramas y quienes con nuestro apoyo, y su esfuerzo hacen brotar los frutos y mejorar sus vidas, las de sus familias y las de sus comunidades. Entre todas y todos trabajamos por una sociedad más justa. Somos muy conscientes que en India y en el mundo crecen las injusticias, la pobreza, la marginación. Somos una organización

pequeña, donde mucha gente pequeña colaboramos para tratar de mejorar la vida de unas pocas personas. Como decía Madre Teresa apenas representamos una pequeña gota en el océano, pero si no estaríamos allí, esa gota faltaría…. Recorriendo y conviviendo en las aldeas, los barrios marginados de las grandes ciudades, visitando a los enfermos en sus casas, manifestándome con ellas por sus derechos en las calles de Delhi, me empapo de esa energía que me anima a seguir trabajando por y con las personas más desfavorecidas de India, quisiera además contagiaros esa energía y transmitiros la fuerza y el agradecimiento de tantas y tantas personas.

Indore, slum de Saley Nagar Hace ya diez años que apoyamos a la organización Vishwas en su labor con personas enfermas de SIDA y sus familias. El destino quiso que nos cruzáramos con ellas cuando su proyecto no era más que un sueño nacido de la cruda realidad de sufrimiento con la que se cruzaban cada día en las calles y hospitales de Indore. La ayuda de Calcuta Ondoan y Caritas Gipuzkoa fueron las primeras en llegar para comenzar el proyecto, siempre me lo recuerdan agradecidas cuando estoy con ellas, y yo siempre les recuerdo que el entusiasmo y amor por esas personas desahuciadas me impactó y nos llegó al corazón. Confiar en ellas y apoyarlas en ese momento fue una de las cosas más bonitas que hemos hecho.


Con el paso del tiempo el proyecto se fue consolidando y ha recibido incluso varios premios y reconocimientos del Gobierno de India. Valoro muchas cosas de este proyecto pero una de las más importantes es que a día de hoy la mayoría del personal contratado son personas seropositivas que fueron en su día ayudadas por Vishwas y ahora no solo son capaces de sobrevivir gracias a la medicación sino que tienen un trabajo digno por el cual sus vidas merecen la pena ser vividas y tienen un sentido, ya que además están ayudando a terceras personas. Muchas de estas trabajadoras se dedican a dar apoyo emocional a las personas cuando son diagnosticadas de SIDA. Sr. Stella, la coordinadora del proyecto, me cuenta: “El impacto emocional que recibe una persona al ser diagnosticada es terrible, en muchas ocasiones a modo de defensa, surge la negación, y siguen su vida como si no les hubieran diagnosticado, con lo que supone para su deterioro físico, y con un alto riesgo de contagio a otras personas. Hace unos años conseguimos que el Gobierno se haga cargo de la medicación, pero si no hay una implicación y un apoyo emocional no hay nada que hacer, esa es nuestra labor principal, estar con ellos en el proceso, el SIDA no solo les arrebata la salud, se lo quita todo, poco a poco logramos que recuperen la esperanza, que consigan un trabajo digno, que encuentren un motivo por el que vivir ”. Los trabajadores realizan visitas a domicilio para estar cerca de estas personas y de sus familias, estar cerca de sus problemas, de sus miedos, de sus angustias, y de sus esperanzas… y están cerca, tan cerca, que comparten la misma enfermedad, por eso les comprenden y por eso empatizan con ellas y con ellos mejor que nadie. Y se implican… se implican mucho más allá de lo que les exige su contrato de trabajo, porque saben cómo se sienten, sobre todo al principio, porque han pasado por ello… Nos dirigimos al slum de Saley Nagar, un suburbio donde cientos de familias viven entre basuras, hoy se ha organizado una campaña de detección del VIH. En una esquina se monta una mesita, un cartel anuncia que se realizan test rápidos de detección del SIDA. La gente conoce a Vishwas, confían en ellas, no en vano llevan muchos años ayudándoles, jóvenes y mayores se acercan y tras un pinchacito en el dedo y unos minutos les espera el resultado. Se guarda la confidencialidad, afortunadamente hoy no se da ningún caso positivo, pero la semana pasada se detectaron 7 de entre 800 personas testadas. La lucha contra la propagación del SIDA no puede parar, la detección precoz marca la diferencia, no

solo para el enfermo sino para sus parejas. Tras pasar un rato en el slum nos montamos en el vehículo. Mi vuelo a Calcuta sale en unas horas. De camino al aeropuerto Jamal, el trabajador que me acompaña, me pregunta si podríamos parar un momento, casualmente ha visto al otro lado de la carretera a Kanak, un chico de 19 años al que la semana pasada diagnosticaron de SIDA, desde entonces llevan varios intentos de contactar con él, pero no les coge el tfno, no le encuentran en su casa…, no quiere desaprovechar la oportunidad. Para el coche en el arcén y cruza la carretera, hablan durante más de 15 minutos… Finalmente los dos vienen al coche. Parece que le ha convencido, y mañana pasará por el centro para hacerse más pruebas y poner en marcha el protocolo de intervención con él y su familia. Se le ve frágil, asustado, pero también confiado. Le doy la enhorabuena a Sr. Stella, contar con personas como Jamal en el equipo marcan la diferencia.

Nueva Delhi, en la unión esta la fuerza. El 2 de diciembre algo se movía en Delhi, miles de personas acudieron desde diferentes puntos del país para unir sus voces y manifestar su disconformidad con las nuevas políticas de recortes sociales del Gobierno Indio. Desde Gujerat, Rajastan, Mumbai, o Calcuta llegaban a la estación de tren de Delhi activistas y defensores de derechos humanos para reclamar unidas una vida digna y unos derechos que el Gobierno debe cubrir. Casi tres días les llevó a 200 mujeres de la campaña por el derecho a la alimentación que apoyamos realizar el viaje en tren desde Calcuta hasta la capital. Una marea humana, que representaba la gran diversidad y riqueza cultural del país recorrió la ciudad gritando sus slogans. Para mí fue una experiencia muy gratificante el poder compartir con ellas ese momento, y ver a las gentes sencillas venidas de aldeas y ciudades remotas como se movilizaban para reclamar pacíficamente sus derechos. Al llegar al punto de encuentro los representantes de movimientos sociales tuvieron su oportunidad de compartir sus puntos de vista y sus reclamaciones, más tarde varios grupos nos encaminamos al Parlamento para exigir el cumplimiento de las leyes que protegen los derechos de las personas más vulnerables y para que los recortes que se plantean no se lleven a cabo ya que la vida de millones de personas depende de ello.


Anjenjo, una aldea de pescadores en la costa de Kerala. Tras una maratoniana reunión con las organizaciones Trivandrum Social Service Society y Sakhi donde ultimamos detalles sobre un nuevo proyecto que queremos poner en marcha a finales de 2015 vamos recorriendo la costa y parando en varias aldeas donde desde hace varios años Calcuta Ondoan apoya a miles de mujeres a través de la Federación de Vendedoras de Pescado. En la aldea se palpan las diferencias a simple vista, algunas casas se ven robustas, recién pintadas, familias sentadas en un sofá cenan y charlan viendo la televisión, los niños hacen los deberes… unos metros más allá esta la arena de la playa, sobre ella son muchas las personas que han construido sus casas de hojas de palma trenzada, chozas que cada año son prácticamente destruidas por las lluvias y las mareas vivas. Hay mucha suciedad, plásticos, basuras, y excrementos… un 26% de los hogares siguen sin baño en esta aldea… En los últimos años hemos facilitado ayudas para que más de 200 familias cuenten con ello, pero todavía queda mucho por hacer. Una anciana sale de una de las chozas, no tiene puerta, por lo que se ve el interior… dos espacios. Sobre la pared las fotos del marido y una hija fallecidos gozan del privilegio de unas flores de plástico y una barrita de incienso encendida. Le saludo con respeto y me devuelve una sonrisa. Resulta ser una de las vendedoras de pescado de la Federación, a sus 76 años sigue en activo, no le queda más remedio, tiene que cuidar de sus tres nietas, su hija falleció y ella se ha hecho cargo de ellas, les ha dado estudios a todas ellas… pero ella sigue “viviendo” en esa choza. Hablamos un rato por medio de un intérprete ya que ella solo habla malayalam. No sé por qué pero siento una necesidad imperiosa de quedarme allí, seguir charlando sin prisas y conocer al menos un poco a esta valerosa mujer…

Enseguida saca una esterilla y algo para comer, un pescado fresquísimo asado con una acertada combinación de especias. Lo sacan envuelto en una hoja verde de platanero, para que se conserve fresco y caliente. Charlamos durante varias horas, durante las cuales descubro que cada día se levanta a las 3 de la mañana para realizar sus rezos durante una hora, luego se acuesta de nuevo y se vuelve a levantar a las 6, se acerca al puerto para comprar el pescado recién traído, compra unos 30 kilos, y en un rickshaw se desplaza a su lugar de venta, donde permanecerá hasta que lo haya vendido todo, o casi todo…, en eso ha logrado una mejora. Hace algo más de un año con la ayuda del proyecto se compraron varias cámaras frigoríficas donde poder conservar el pescado de un día para otro, de esa manera pueden comprar más cantidad cuando el precio es más bajo y no arriesgarse a perder si no se vende todo ese mismo día. Ya está oscureciendo y a lo lejos en la mar, los pescadores tratan de extraer su sustento diario, permanecerán allí toda la noche, algunos tienen barcas con motor y redes pero muchos de ellos siguen jugándose la vida en inestables barcazas que no son sino dos cocoteros cortados, vaciados y unidos por cuerdas, un remo y unos anzuelos… sus ancestros pescaban de la misma manera… pero ahora tienen que adentrarse más adentro, pues los grandes pesqueros, muchos de empresas japonesas están arrasando con la pesca.

“Hace dos años”, me cuenta indignada pero sin dejar de sonreír, “salimos a protestar y bloqueamos la carretera, ya que entre los pescadores existe una ley no escrita, que consiste en no pescar los peces pequeños para que siempre haya que pescar”, “pero los grandes barcos no respetan esa ley, utilizan enormes redes de arrastre e incluso destrozan el fondo marino, por lo que los pescadores tradicionales no tienen que pescar…”, “me detuvieron y estuve dos días en prisión… por defender las crías de pescado y nuestro modo de vida… Es esto justo?” “Pero no me arrepiento, desde que estamos unidas en la Federación somos muchas, y no tienen más remedio que escucharnos, cada vez tenemos más fuerza y desde la municipalidad hemos conseguido algunas cosas, antes para ellos ni existíamos…” La mujer, que por cierto se llama Savarna, y cuyo nombre significa Hija del océano, me mira a los ojos y me dice “antes me sentía sucia y marginada por dedicarme a vender pescado, pero ahora me siento orgullosa” las mujeres que se han unido a la tertulia, asienten, mientras sonríen. Al rato la mujer me trae una almohada y una tela, “hoy la noche se presta a dormir en la playa, estarás mejor que en la choza donde hace calor”, me dice con una sonrisa. Así pues, cubierto por un manto de estrellas paso esa noche como muchos otros, acunado por el sonido de las olas y las luces de los pescadores meciéndose en alta mar.

Calcuta Ondoan ONGD, es una asociación declarada de utilidad pública, nacida en Gipuzkoa en 1999. Apoyamos proyectos de ayuda humanitaria y de desarrollo para la promoción integral de personas y grupos en India, respetando siempre su identidad como persona y como pueblo, su religión y fomentando los derechos humanos y la equidad de género. Promovemos en nuestro entorno una conciencia crítica y comprometida sobre las causas, consecuencias y corresponsabilidad en situaciones de exclusión, injusticia y empobrecimiento en los países del Sur. De la isma manera, fomentamos desde un enfoque positivo, la solidaridad, la riqueza de la diversidad cultural y el respeto hacia lo diferente. Figura inscrita en el Registro de Asociaciones del Gobierno Vasco con el número AS/G8501/2001, N.I.F. G-20696175. Forma parte de la Coordinadora de ONGD de Euskadi y de la Plataforma Pobreza Cero, y en 2009 fue declarada de Utilidad Pública (decreto 36/2009).


AGENDA

EL VOLUNTARIADO de Calcuta Ondoan está compuesto por un grupo de personas de todas las edades activas y comprometidas sin las que nuestra labor no sería posible. ¡Anímate y participa!

Enero-Marzo

Abierta la matricula para el 9º curso de cooperación al desarrollo Un año más las ONGD guipuzcoanas Adsis, Alboan, Calcuta Ondoan, Caritas, FISC, Intered, Manos Unidas, Misiones Diocesanas, Proclade Yanapay y Fundación Tau nos unimos para ofrecer un interesante curso de introducción a la cooperación al desarrollo.

Programa del Curso: 31 de Enero: • Presentación. • Análisis de la Realidad. • Perfil del voluntariado. Actitudes para el cambio. 7 de Febrero: • Criterios de juicio que nos mueven a actuar. • Medios de comunicación y desarrollo.

Dirigido a:

21 de Febrero: • Cooperación al desarrollo. • Agentes e instrumentos de cooperación.

Personas interesadas en las relaciones Norte-Sur. Mayores de 18 años.

¿Dónde?: Instituto Superior de Ciencias Religiosas de San Sebastián. Pio XII

7 de Marzo: • Decrecimiento. • Economía solidaria: Comercio Justo / Fiare / GoiEner / Grupos de consumo.

Horario:

Sábados de 10h - 14h / 15:30h - 18:30h

Matricula: 60 euros.

14 de Marzo: • Género y desarrollo. • Educación para el desarrollo.

Inscripciones:

Del 12 al 27 de enero pio12snsn@euskaltel.net

21 de Marzo: • Y yo ¿qué? • Evaluación y conclusiones.

Más información en www.calcutaondoan.org

Nombre y Apellidos Dirección Población C.P. Provincia DNI Tel. E-mail Domiciliación de recibos en banco o caja Ruego se sirvan adeudar con cargo a mi cuenta la cantidad de Con la siguiente periodicidad:

Calcuta Ondoan ONGD c/General Jauregui 16, bajo 20003 Donostia-San Sebastián Tel. 943 431 849 info@calcutaondoan.org www.calcutaondoan.org

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De mi cuenta Aportación única mediante transferencia a la cuenta de Calcuta Ondoan: 0128 0340 16 0504003553 (Bankinter) 2100 3664 50 2200116057 (La Caixa) 2095 5008 22 1062572119 (Kutxa) Adjunto cheque

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Por tu aportación podrás acceder a beneficios fiscales, ya que somos una asociación declarada de utilidad pública, por lo que puedes desgravar un 30% en el IRPF, de tus cuotas o donativos. Importante indica tu NIF o DNI al realizar tus aportaciones.

D.L. SS-225-2013

BAZKIDE-LAGUNTZAILE HARPIDETZA SUSCRIPCIÓN COLABORADOR/A

Edita: Calcuta Ondoan

El curso se realizará en castellano. Cada participante traerá su comida, para luego compartirla.


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