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Lunes 19.09.11 IDEAL
GRANADA
Cuando viajar es accesible Ciudades como Nueva York o Amsterdam son, en la actualidad, los lugares donde las personas con discapacidad física pueden manejarse mejor por sí solas Hacer turismo se convierte para cientos de granadinos en una aventura, a veces, bastante arriesgada
:: NOELIA S. LORCA GRANADA. En la maleta un par de mudas, no hace falta más. Y en la mochila, además de toda la documentación necesaria para salir fuera, todas esas ganas acumuladas que tiene uno cuando se va de viaje. Pero, ¿qué pasaría si cuando se llega a tan deseado destino no podemos visitar monumentos, desplazarnos por el sitio en transporte público o movernos por la habitación del hotel con facilidad? Seguro que nunca se han hecho
esa pregunta porque no se habrán encontrado con tantos problemas. Sin embargo, para miles de personas en la provincia y fuera de ella, el viajar y hacer turismo se convierte en una aventura, en ocasiones, bastante arriesgada. La principal causa de ello es que la mayoría de las ciudades no están adaptadas a las necesidades de este colectivo. Escalones demasiados elevados para pasarlos con una silla de ruedas, empedrado, baños de hoteles y restaurantes sin acondicio-
nar o monumentos a los que no pueden entrar, son obstáculos a los que tienen que enfrentarse cada vez que deciden poner rumbo a un determinado lugar. Veinte años viajando dan para mucho. Y si no que se lo pregunten a Alfonso Huertas, que a sus 49 años y en silla de ruedas desde su infancia, ha recorrido media Europa y España entera. Francia, Inglaterra, Italia, Berlín, Bruselas e, incluso, Nueva York han sido destinos que a los que no se ha resistido. «Me encan-
ta viajar. Para mí salir fuera de casa ya es viajar. Desde que hice mi primer viaje en los 80 a Moscú, ha habido una evolución significativa a la hora de hablar de accesibilidad en el turismo. De hecho, este concepto no se ha hecho realidad hasta hace unos años». De este modo, asegura que el 50% de las zonas urbanas se pueden visitar sin dificultad, pero solo el 30% de las áreas rurales. «Han sido numerosas las ocasiones en las que me he tenido que quedar fuera porque no podía entrar a un sito para verlo. Siempre he viajado acompañado, ya que nunca sabes con lo que te puedes encontrar. Sí me ha pasado que en la página web de algún establecimiento ponía que estaba acondicionado y cuando llegaba me encontraba con todo lo contrario», cuenta Alfonso a la vez que señala que en su maleta siempre lleva, como elementos indispensables, los arreglos de su silla de ruedas y la ayuda técnica móvil para ducharse.
Problemas más comunes
Alfonso Huertas, con el puente de Brooklyn al fondo :: IDEAL
Por su parte, Pilar Martínez, también en silla de ruedas desde pequeña, recalca que echan en falta puntos de información de accesibilidad cuando llegan a un destino. «Pasas un rato bastante desagradable cuando llegas al sitio y compruebas que no hay nada de lo que ponía en la página web. Hay que cargar la maleta, aparte de con todo lo que nunca puedes dejarte en casa y, con un poco de paciencia, enfrentarte a este tipo de situaciones que llegan a amargarte si no te lo tomas con filosofía. En mi caso particular, ha habido veces que no me he podido duchar porque el baño no estaba adaptado, por eso, entre mi equipaje nunca falta un bote de jabón sin agua. Por si las moscas», comenta Pilar entre risas. Tanto uno como la otra, coinciden en que los principales problemas con los que se ha encontrado son en el transporte público, instalaciones de hoteles y restaurantes o visitas a los edificios más emblemáticos y museos del lugar. «A parte del coche propio, el medio de transporte más accesible es el avión y el tren que, en los últimos tres años, ha experimentado un enorme desarrollo, puesto que puedes viajar por toda España solo si quieres. Hay un servicio de ayuda al viajero con discapacidad. Y en el caso del avión, AENA obliga a que los aeropuertos tengan personal para atendernos. El 30% de la población española necesita accesibilidad en el turismo, incluyendo en esa cifra no solo a discapacitados, sino también a mayores», aclaran ambos. El acceso y movilidad en los baños de locales y alojamientos también pueden llegar a convertirse en una odisea. «El cuarto de baño pue-