Letras 31 de octubre der 2015

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[ Letras ] DE CAMBIO

SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN | NUEVA ÉPOCA | COORDINADOR: VÍCTOR RODRÍGUEZ MÉNDEZ | 31 DE OCTUBRE DE 2015 |

A 40 años de Gazapo POR JOSÉ AGUSTÍN | PAG. 3

Gracias, Gustavo Sainz, gracias Revisitando al escritor POR ARTURO TREJO VILLAFUERTE | PÁG. 2

La cultura y el secretario Aurelio Nuño Mayer POR EDUARDO CRUZ | PAG. 4

Diez biografías de México POR ARMANDO PONCE | PAG. 7

Alrededor de la violencia POR ESTEBAN MARTÍNEZ | PAG. 6

Maestro de la novela negra POR JUAN CEREZO | PAG. 7

Un dandy y un sicario POR COLUMBA VERTIZ | PAG. 8


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Gracias, Gustavo Sainz, gracias Revisitando al autor mexicano de la Literatura de la Onda POR ARTURO TREJO VILLAFUERTE Para Ignacio Trejo Fuentes y Fernando Reyes.

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enía yo más de 17 años pero menos de 20. Acababa de llegar desde la Preparatoria Nueve (“Allá por el rumbo del norte/ donde vive la gente decente,/ arriba, arriba,/ la prepa de Insurgen-tes”, “Vino, mujeres y mota de Insurgentes llegó la flota”) a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional, donde nos encontramos con un conglomerado de sujetos igual a nosotros: inquietos, anarquistas, singulares, inteligentes y muy creativos. Creo que nunca volverá a suceder eso en toda la historia de Ciencias Polacas y Socialistas, porque hay oportunidades que son únicas e irrepetibles y sabemos que el talento no se da en macetas y esa fue una de esas ocasiones excepcionales, estoy casi seguro, y mientras no se demuestre lo contrario así lo creo. Fuimos nutridos intelectual y vitalmente por maestro chilenos, argentinos, bolivianos, uruguayos, haitianos, brasileños y muchos muy buenos maestros mexicanos entre quienes se encontraban René Avilés Fabila, Guillermina Baena, Fernando Benítez, Susana González Reina, Hugo Gutiérrez Vega, Miguel Ángel Granados Chapa, Enrique Atonal, Froylán M. López Narváez, Emilio García Riera, Jorge Ayala Blanco, y muchos más que ahora se me escapan de la mente, pero uno de esos catedráticos formadores y mentores que sobresalía por su generosidad y espíritu siempre abierto era Gustavo Sainz, a quien se le conocía también como Gazapo Sainz, por su primera novela, Sainz Fiction, por los verbos que se echaba en clase, donde él decía que conocía a todo mundo, y luego lo comprobamos, supimos que sí. Pero la primera vez que nos enteramos que era maestro de Ciencias Polacas fue por una bronca que traía con los fascineros que venían de la Preparatoria Cuatro: Gustavo García, Rafael Vargas, Miguel Ángel Morales, Roberto Diego Ortega y otros quienes comenzaron a pegar por toda la Facultad unos carteles donde señalaban defectos del maestro Saínz, con quienes apenas comenzábamos a tener clases y todavía no lo conocíamos a fondo. Lo cierto es que nos cayó muy gorda la actitud de esos sujetos —que finalmente terminaron siendo nuestros grandes amigos: si no puedes con el enemigo ¡únetele!, si no puedes con los bárbaros ¡úneteles!—, y casi los retamos a un duelo. Nosotros los de la Preparatoria Nueve no éramos machos pero sí éramos muchos, además de que se nos unieron los y las de Prepa Seis, Cinco, Dos y algunos provincianos con los que formamos un fuerte contingente que le quería partir su maraca a esos arrebatados tipos. Lo cierto de todo esto es que fuimos todos muy civilizados, discutimos pero nunca nos peleamos, y crecimos intelectual y físicamente como hermanos entre todos los que coincidimos en esa generación, otra hacia arriba y la que nos seguía. Ahí estaban Ángeles Mastretta, Javier González Rubio, David Martín del Campo, todos ellos ahora novelistas de renombre y con varios títulos publicados. Con menos años que nosotros estaba Javier Córdoba —compañero

El escritor mexicano Gustavo Sainz.

mío desde la Secundaria 93 de San Pedro el Chico—, Joel Piedra —el primer desaparecido poético que conocimos—, Emiliano Pérez Cruz, Víctor M. Navarro, Josefina Estrada, Enrique Aguilar, Ernesto Martínez Elorriaga y muchos otros más. Las clases de Gustavo Sainz —Literatura y Sociedad I, II, III y IV, Técnicas de Periodismo Gráfico y otras tantas materias que abordó— nos marcaron por muchas razones: eran muy buenas y divertidas en la medida en que siempre nos proporcionaba mucha información sobre los temas que trataba, además de llevarnos los libros de los autores ahí mencionados, tanto nacionales como extranjeros. Luego conseguía los libros en las editoriales y los vendía a precios de costo, además de que más tarde invitaba a los autores para que nos firmaran nuestros ejemplares, así conocimos entre tantos otros a José Agustín, Alberto Dallal, Jorge Arturo Ojeda, Roberto Páramo, Tomás Mojarro y Elena Poniatowska.

Dentro de esa misma dinámica propició un encuentro entre el naciente Taller de Poesía Sintética de la FCPyS y los miembros de La Máquina Eléctrica Editorial —Raúl Renán, Carlos Isla, Antonio Castañeda, Miguel Flores, Francisco Hernández, Guillermo Fernández—, la cual fue muy provechosa ya que de ahí salieron tres libros: Espolón de proa de Joel Piedra, Tiro al blanco de Juan Manuel Asai, y Mester de hotelería de quien esto escribe. Además de que gustaba mucho regalar libros y revistas. Me acuerdo del libro de poemas Ese puerto existe de Blanca Varela, el cual fue un obsequio de Sainz. Otras de las materias que también impartía Sainz era Publicidad y Propaganda; entonces para hacernos ver la importancia de las imágenes, nos invitaba a la vieja Cineteca Nacional de Calzada de Tlalpan para ver ciclos completos de películas que no eran frecuentes en las carteleras comerciales de aquel entonces como todas las cintas de Woody Allen, Pier Paolo Pasolini y una que me llamó mucho la atención y me impresionó: Vieja dama indigna, donde un chavito de 14 años se enamora de una mujer de casi 60 años y viven una serie de aventuras y avatares, entre otros lo sexual. Y todo esto de lo que disfrutábamos en las jornadas matutinas de la Cineteca Nacional era completamente gratis. También en sus clases siempre había información de cultura, literatura, discos y, sobre todo, las novedades editoriales, ya que nuestro maestro estaba en el centro mismo del quehacer librero de ese entonces, además de que ya era un veterano fundador de muchas revistas y publicaciones, donde había apoyado a varios miembros de su generación y más jóvenes como lo eran José Agustín e Ignacio Solares. En esa misma época Sainz nos presentó a Máximo Simpson, quien a su vez nos presentó a Stella Calloni y a Elena Jordana, con quienes hicimos una amistad entrañable y también


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nuestro primer libro colectivo: Doce modos. Por esos mismos años Gustavo fue nombrado coordinador de la Carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva y nunca como en ese entonces surgieron publicaciones, libros, guiones y tantas cosas más. De ahí surgió el periódico Tintero realizado por varios compañeros de mi generación, sobresaliendo el ahora director de cine José Buil. Igual nació Sitios, la publicación del Taller de Poesía Sintética que Gustavo siempre apoyó y por lo mismo se pudo organizar el concurso de cuento y poesía del XXV Aniversario de la Facultad y el Gran Premio Cheverny de Poesía, ambos actos sumamente concurridos y que propiciaron el acercamiento entre todos los sujetos que escribían en ese momento en la escuela: Patricia Felguérez, Carlos Barrera, Ana Luis Solís, Fernando Figueroa, Hortensia Moreno, Juan Manuel Asai, Margarita Yépez, José Javier Navar, Alma Lilia Goyner, Javier Córdoba, Joel Piedra, entre tantos otros. Pero precisamente cuando ya tenía entre 18 años pero menos de 20, además de que ya me había tocado la flecha que me mandó Cupido, colaboraba en las páginas de Cultura de El Sol de Toluca, gracias a la generosidad de la maestra Guillermina Baena, y ya trabajaba en la Subsecretaría de la Presidencia en la Dirección General de Cine, Radio y Televisión donde hacíamos análisis de contenido y monitoreo de la publicidad y propaganda oficial, al lado de ni más ni menos que Carlos Velo —quien dirigió la primera versión de Pedro Páramo con John Gavin e Ignacio López Tarso en los papeles principales— y donde yo ya había tenido de jefe a El Güero Landeros y a Fausto Zapata Loredo. Andaba en esos pasos a finales de 1976 y me iban a nombrar jefe de oficina con un buen sueldo, cuando supimos que a nuestro maestro Gustavo Sainz, le acababan de nombrar director de Literatura del INBA. Lo felicitamos muy cordialmente y entonces me comentó que me invitaba el sábado a desayunar en su departamento de Nazas 77, el cual ya conocía porque en otras ocasiones ya había estado ahí. Me presenté a la hora citada y Gustavo me hizo una de las tantas proposiciones indecorosas que me ha hecho a lo largo de mi vida: que si quería irme a trabajar con él al INBA: me ofrecía un ambiente cordial, trato con escritores y un sueldo mucho más bajo del que yo ya recibía en la Subsecretaría de la Presidencia. El dinero es importante en las novelas de Balzac pero también afuera de ellas, aunque ante esta proposición ni siquiera lo pensé: el lunes estaba renunciando a una posible y larga carrera burocrática para sumarme a una loca aventura literaria, la cual duró casi cinco años hasta que el escándalo de un libelo alcanzó a Gustavo —yo había renunciado unas semanas antes. Sin ninguna duda y desde su puesto de Ciencias Políticas de la UNAM y del INBA, directa o indirectamente, Gustavo ayudó a la formación y el crecimiento de muchos individuos, autores, músicos, fotógrafos, diseñadores y artistas; puedo mencionar sin temor a equivocarme a algunos de ellos: Elías Nandino y su Taller de Literatura, Lázaro Blanco, Pedro Meyer, Armando Villagrán, José Antonio González y Arriaga, Leonardo García Tsao, Gustavo Montiel, Raúl Rodríguez Cetina, Alejandro Sanciprián, Arnulfo Domínguez Cordero, Acela Gavilán Cedeño, Consolación Salas, Fermín Aguilar, Carmen Morales, Lucía Felicidad, René y César Delgado, Susana Charaud, Luis Vázquez Márquez, Enrique Vera, Arnulfo Rubio, Rolando Isita, Alejandro de la Garza, Andrés de Luna, Arturo Mena, Luis Acevedo Pesqueira, Carlos Daniel Gutiérrez, Guadalupe Hoyos Albiter, Alfonso Rodríguez Tovar, José Nemorio Mendoza, Armando Buendía, Carmen Sifuentes, Carmen Plaza e Ignacio

A 40 años de Gazapo RESEÑA :: POR JOSÉ AGUSTÍN En el año 2005, cuatro décadas después de publicarse la novela Gazapo del recientemente fallecido escritor Gustavo Sainz, su amigo de la juventud y colega de la llamada “Literatura de la Onda”, José Agustín, publicó una remembranza sobre aquel texto original. En su blog de Internet, el 22 de noviembre de 2005, Gustavo Sainz reprodujo aquellos recuerdos de José Agustín, intitulados “A 40 años de Gazapo: José Agustín”, que a continuación reproducimos para nuestros lectores y en los cuales, el autor acapulqueño de La tumba y De perfil llama a su “cuaderno” con juegos de palabra cálidos e imaginativos como “Gus Sainete”, “Sanx-Sainz”, “Sainzano” o “Sainz Friction” (http://gustavosainz.blogspot.mx/2005/11/ 40-aos-de-gazapo-jos-agustn.html).

ROBERTO PONCE

Del “blog de Gustavo Sainz” n la primera mitad de los años 1960 Vicente Leñero ganó el premio Biblioteca Breve con Los albañiles, y en muchos sentidos preludió lo que vendría en 1965: la publicación, casi simultánea, de dos libros antitéticos pero complementarios, revolucionarios y fundacionales de la novela en México: Gazapo, de Gustavo Sainz, y Farabeuf o La crónica de un instante, de Salvador Elizondo, ambas editadas por la Serie del Volador de Joaquín Mortiz. Hasta donde sé (pero si la riego ahí está el plumil corrector de Sainz), aunque Gazapo se publicó en ese año en realidad había sido terminada antes; se llamaba Conejo extraordinario, pero ese nombre se cayó cuando apareció Corre, Conejo, de John Updike, y entonces Saint-Sainz salió con el raro y afortunado título Gazapo, conejo joven, pero también taimado, embustero; en todo caso el joven de la barbita llevó su agazapada novela a Joaquín Mortiz, donde la aceptaron. Pero en aquella época, más que ahora, los editores solían tomarse todo el tiempo del mundo y los libros aparecían a los dos, tres o cuatro años de la contratación. Así ocurrió con Gazapo y Farabeuf, por lo que, al menos una vez, si no es que más, Gustavo sensatamente aprovechó esa lentitud capri-

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El escritor en su época de Gazapo.

chosa para hacer cambios y correcciones, y así lo que apareció en 1965 ya no fue el manuscrito original. Yo mismo tengo una de las versiones de Conejo extraordinario, con collages de Gustavo en la portada. La dedicatoria, típica de Sainz Fiction, es de letra muy limpia que abre veredas de rumbos sinuosos a lo largo de la página y puede continuar en las siguientes. La novela de Sainz tuvo un éxito instantáneo. Hasta la fecha tiene muy buenas ventas. Pero entonces era algo distinto en todos sentidos. La portada con la foto de la conejita difuminada por una pantalla abría el mundo adolescente, durísimo, muchas veces cruel. Un túnel oscuro y larguísimo que se hace fácil por la vitalidad e inconsciencia que a esa edad se derrama, y por los amigos, apoyo decisivo en el proceso de crecimiento de Menelao: salir desdramatizadamente de la casa, o más bien hacinado departamento, del padre, un taxista desdibujado, donde se quedan las tías, una evangélica y otra católica, la abuela senil y las espiadas a la linda Gisela al bañarse. Menelao se va a vivir al departamento polvoriento de su mamá, que nunca aparece pero que le debe a medio mundo, el escenario fonqui de la seducción sin prisas de Gisela, “historia de amor” y eje de la novela. Como sublíneas están los intentos de seducción de Vulvo a Nácar, una chava que nadie ve y sólo existe a través de lo que él cuenta; y la relación, mucho menos desarrollada, de Mauricio y Bikina. Qué nombrecito. Esto subraya la importancia del amor en el proceso de crecimiento e independencia, pues la pareja ahora proporciona el apoyo emocional que daban los padres, además de que erotiza toda la novela a través de los accidentes de la conquista de Vulvo y de la paciencia amorosa de Menelao, quien quisiera eternizar cada instante. A Vulvo le encantaría cogerse a Nácar lo más pronto posible, pero Menelao no tiene ninguna prisa en poseer a Gisela. Mauricio, por su parte, no se anda con cuentos eróticos y se acuesta con Bikina cada vez que puede. Lo que ocurre siempre es muy relativo. A veces, rashomonianamente, es una versión que después alguien cuenta de otra manera; o se trata de grabaciones o diarios hechos por Menelao, Gisela o alguno de los metiches perso-


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Gracias, Gustavo...

Gustavo Sainz.

Trejo Fuentes, entre tantos otros que hicieron trabajos con Gustavo o recibieron clases o apoyo de él. Y no se diga de su obra literaria, donde ha experimentado y ha mostrado que es, sin ninguna duda, uno de los narradores más dotados de su generación y uno de los escritores más sólido de la literatura hispanoamericana, como lo demuestra con sus novelas y trabajos narrativos desde su ya famosa Autobiografía, publicada en 1966, Gazapo, La princesa del Palacio de hierro, Compadre Lobo, Obsesivos días circulares, pasando por La Muchacha que tenía la culpa de todo, Fantasmas Aztecas, Retablo de inmoderaciones y heresiarcas, A la salud de la serpiente, Paseo en trapecio, A troche y moche, Batallas de amor perdidas, y su más reciente y excelente novela: El tango del desasosiego. Aquí citaré a Alejandro Jodorowsky (Psicomagia. Ed. Siruela; México, 2006. 356 pp.), quien también recibió en algún momento apoyo y solidaridad de Sainz, que hace un muy buen apunte sobre la amistad: “La amistad ‘imbécil’ es encontrarse para decir cosas no para hacer cosas. Nos decimos cosas cacareando como en un gallinero. Nos educamos hablando, no haciendo cosas. Por eso el refrán ‘Del dicho al hecho hay mucho trecho’. Nos pasamos la vida diciendo ‘Tú me has dicho eso’, ‘Retira inmediatamente lo que has dicho’. Es muy infantil, es el infantilismo de una educación verbal, donde sólo las palabras significan algo. Y la creatividad en este estado es nula. Un mundo donde solamente hay palabras es un universo donde no hay creatividad. Las palabras resultan histéricas cuando son tomadas como un lenguaje donde el objeto son las mismas palabras. La creatividad se da fuera de las palabras. Cuando el poeta trabaja esencialmente con palabras, entonces éstas explotan. Son dispersadas, rotas.” Y desde siempre, desde el lejano año de 1973 cuando lo conocí y traté por primera vez a mi querido maestro y amigo Gustavo Sainz, lo sé, lo he comprobado, que ha sido y es un hombre de palabra(s) que se vuelven hechos, de proyectos que se aterrizan y se vuelven realidades. Por lo narrado anteriormente, por todo ello y más, por todo lo que nos dio y nos sigue dando, sólo me queda decirle con todo el corazón: gracias, Gustavo Saínz, muchas gracias. Y celebrar cordialmente sus primeros 70 años de vida. * Chapingo, México-Iztapalapa, Bondojito, D.F.-Centro Histórico de la Ciudad de México, mayo del 2010.

Las palabras resultan histéricas cuando son tomadas como un lenguaje donde el objeto son las mismas palabras

A la derecha, tres ediciones de Gazapo, la obra más reconocida de Gustavo Sainz.

A 40 años de Gazapo najes; si no, se trata de una narración de cuarta o quíntuple generación, pues alguien cuenta lo que contó otro a quien se lo transmitió uno que lo oyó de un testigo presencial pero distraído y lejano de los acontecimientos. Las cosas ocurrieron así o quizá no. Quizá ni siquiera tuvieron lugar, puras fantasías muy elaboradas. El tiempo entonces se desarticula, va y vuelve, se repite, pierde linealidad, tiende a lo circular, concéntrico, al eterno retorno, y difumina los bordes de la realidad y la ficción. Esta relatividad crea el espacio mítico, el notiempo, el del rito de iniciación que se repite inexorable, consciente o no, de hecho casi siempre inconscientemente, en todo joven de esa edad en cualquier parte del mundo y de cualquier época. Además de la estructura no-lineal y de la relatividad de lo narrado, el lenguaje es gran protagonista. Gus Sainete es experto en el habla coloquial, precisamente porque no la evade sino que la maneja con precisión y la vuelve intensa materia literaria. La narración, cool, contenida, es rica en detalles; de todo se narra lo indispensable, pero con una veracidad llena de “sabor”. Abundan los cortes abruptos, las elipsis y la ambigüedad; pero cuando es necesario, Sanx-Sainz se detiene y se toma todo el tiempo del mundo. Además, los nombres son muy divertidos, como Tricardio, Madhastra, Mochatea o Menelao-Menelado-Melenas— Melameas-Melachupas—Melancétera. Y Bikina. O Vulvo, nombre increíble, de alguna forma transgresor y retador, como Sarro en Obsesivos días circulares. Sarro. Carajo. Son parte de los detalles que enriquecen, como la riqueza de albures, muchos buenísimos, Medallas el Hojalatero, ¿sabes remar? pues vete remando a la chingada, el Pelón me preguntó que cuándo vas a darle sus Ovaciones y su mascada, ¿sabes remar? pues remámame los huevos, huele a pedo, no, a cosaco; sí, yo soy el que entierra la vela, es más largo que un entierro, entierro de ciegos Sainzano es rey. Todo esto crea la credibilidad, naturalidad y autenticidad del relato, cuya estructuración y las infinitas versiones matizan continuamente; parece algo sencillo pero no lo es para nada. A esa capacidad e inventiva de ordenar con precisión los materiales, se añade un estilo que fusiona economía y contención, fluidez y amenidad, rigor y soltura. Sainz no es copista o taquígrafo de “lo real”; al contrario, transmuta el habla oral en una inteligente y provocativa expresión literaria. La escritura, limpia, económica, pulcramente vigilada, busca y obtiene el lenguaje justo, y así a la vez da humor, ironía y diversión en grande. Gazapo encuentra un raro equilibrio entre lo real y lo imaginario. Es compleja, elaborada, artística, y a la vez natural, auténtica, disfrutable. Con el tiempo, esta novela, como pilón o

bonus track, ahora reconstruye una época, la ciudad de México de fines de los cincuenta y principios de los sesenta; los paseos por gran parte de la capital crean una atmósfera de eternización del momento, como en Farabeuf pero de una manera muy distinta; por eso el libro termina diciendo: “De esa época conservo algunas fotografías.” Además, Gazapo fue parte del raro fenómeno de una narración de la juventud desde la juventud misma, con la correspondiente autenticidad, cambios de temas, lenguaje, tono, situaciones y de la concepción de la literatura misma. Como La tumba (1964) y De perfil (1966), o Pasto verde (1968) y El rey criollo (1970), de Parménides García Saldaña, Gazapo fue una novela generacional que expandió el núcleo de lectores en beneficio de la cultura en México. Sainz Friction, bastante consciente de lo que hacía, planteaba sus puntos de vista firme o incluso belicosamente. Desacralizó a la cultura, la actualizó y la hizo más ágil e inteligente. Conocía el medio y sabía cómo darle empujoncitos a su novela, así es que nunca rehuyó ninguna forma de promoción o de publicitación al margen de los mecanismos del establishment. Todo eso convirtió a Gazapo en un fenómeno especial, muy importante en el inicio de “la nueva sensibilidad”. En 1968 la juventud tuvo tal peso en la vida nacional que Revueltas abjuró el dogma del proletariado como vanguardia de la revolución. Esa vez, al igual que en Francia, Checoeslovaquia o Estados Unidos, los estudiantes fueron “la descubierta” de una creciente satisfacción universal y de un llamado a la humanización. Como decía Fereydoun Hoveyda, las cuarentenas son críticas, puntos decisivos, pero en sus cuarenta años Gazapo sigue entera, viva, tierna y divertida, desafiante y cordial, estimulante y vía de reflexión; se ubica y documenta los tiempos del desarrollismo, el sueño mexicano de “en la paz todo es posible”, el de “De esa época conservo algunas fotografías”. Pero sigue siendo esencial el tema del paso de un joven que se separa del núcleo familiar para vivir por sí mismo, frecuentemente con la ayuda del amor; es lo eterno, arquetípico, clásico, aunque Menelao no parece tener relación simbólica con el de Homero. Gazapo, además de recrear y fijar con énfasis el tiempo, reinventa el mito del ritual de iniciación a la madurez desde dentro, en medio de su condición sagrada y su cotidianeidad, lúdica y dionisiacamente como en Eleusis, con humor, ingenio, inteligencia, malicia y pequeños toques de perversidad. Y mexicanidad. En Gazapo el tema del fin de la adolescencia es impecable, natural, divertido, veraz y eficaz. No dudo que esta novela seguirá vigente durante mucho tiempo. Es un auténtico clásico de la literatura mexicana.


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La cultura y el secretario Aurelio Nuño Mayer ARTÍCULO :: POR EDUARDO CRUZ VÁZQUEZ

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asta donde puede verse, la reacción de la comunidad cultural al nombramiento de Aurelio Nuño Mayer en la Secretaría de Educación Pública (SEP) no se ha hecho notar. Sorprende que incluso a nivel de las redes sociales no se haya generado barullo. Ni un meme. Ni una sola pregunta o emplazamiento al nuevo secretario, mucho menos el repaso de los numerosos pendientes que se tienen en el subsector de cultura y arte. Hay que señalar que el secretario saliente, Emilio Chuayffet, se fue como llegó: sin el tema en su agenda, en constante conflicto con el titular del ramo (Conaculta), Rafael Tovar, quien aguarda su ratificación. Para quien acumula ya casi once años en el cargo, tras un inicio a distancia de Los Pinos, con un apoyo clave en José Carreño, titular del Fondo de Cultura Económica, la vía hacia el fin de sexenio no tiene sobresaltos. Lo que veremos pronto es si Nuño Mayer estima que la estela de pendientes en el ámbito cultural puede resolverse. No deberá resultar sorprenderte si decide que no hay soluciones, que lo que queda es dejar correr y que dicho paquete sea parte de la herencia al siguiente secretario de la SEP. Si toma la ruta de enfrentar los problemas, además de envolverse en el típico “encuentro con la comunidad cultural”, tendrá que ofrecer sus monedas de cambio. Y no menos importante, indicar si en la inercia o en la promesa de cambio será con el mismo equipo del Conaculta, con uno parchado o de plano con otro. Es evidente que un hombre tan informado como el ex Jefe de la Oficina de la Presidencia, tuvo horas de más para cavilar lo que será su sello en los años que le tocan al frente de la SEP. Y que por lo que refiere al ámbito cultural, tiene los siguientes desafíos: 1. Intentar disolver de alguna forma la lejanía entre la comunidad cultural y el presidente Peña Nieto. Que si no habrán de apoyar su gestión, que al menos sean más benevolentes. 2. Crear un vehículo de comunicación eficaz y eficiente de los trabajadores de la cultura con su gestión. Si no, serán uno de sus bastiones en sus planes a futuro, que no lo obstaculicen. 3. Atender la visión sectorial que la cultura merece. Tanto por lo que puede darle esta mirada en el conjunto de su proyecto y aspiraciones, como por la urgencia de vincular los procesos culturales a los económicos y productivos. En el sector público hay un liderazgo vacante para impulsar a los emprendedores y empresas culturales. 4. Impulsar la ley de cultura y abatir el rezago de la reglamentación del 4º Constitucional. Nuño puede operar para conciliar los dos proyectos existentes (uno del PRI y otro del PAN), para ofrecer certeza a los trabajadores sindicalizados —quienes son el principal escollo— y para que el diputado César Camacho se comprometa a convertir el asunto en prioridad. 5. Revisar los compromisos presidenciales, los componentes culturales del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa Especial de Cultura y Arte. Es de suponerse la coherencia programática, para tratar de reducir el impacto de la estrechez presupuestal, sea o no con presupuesto base cero. Uno de los más graves problemas del primer trienio del sexenio, fueron los constantes recortes

El poeta, de Fernando Botero. Abajo, Aurelio Nuño Mayer .

de recursos al subsector. Aunado a ello, la deficiente entrega de lo autorizado, sobre todo en virtud de la mala relación Chuayffet-Tovar. La insolvencia del terceto SEP-Conaculta-SHCP, ha causado enormes daños a las instituciones y sus beneficiarios. 6. Intervenir en lo que suceda con el apartado de los célebres “recursos etiquetados”. Este diálogo con el Congreso, particularmente con los diputados, es esencial para atajar en lo posible el clientelismo y la transa. 7. A días de asumir la SEP, uno de los frentes más delicados que merecen su pronta atención está en el Canal 22. Todo indica que debe optar

por rediseñar el rumbo de la televisora con un nuevo director. Pese a la urgencia, será recomendable que si habrá ajustes de funcionarios en el Conaculta, se enteren en una sola exhibición. Esto y más espera al secretario Aurelio Nuño Mayer. Para la sociedad, es parte de una perspectiva de mayor alcance, lo que llamamos la reforma cultural. Vienen días de espera. En poco tiempo sabremos a qué atenernos. Periodista cultural, fundador del Grecu (Grupo de Reflexión de Economía y Cultura) en la UAM-Xochimilco.


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Alrededor de la violencia CARTAS APÓCRIFAS :: POR ESTEBAN MARTÍNEZ

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eñores Proteo, Bartolo Peregrino y Cándido Buenafé, firmantes de cartas a este buzón: siento informárselo, pero no coincido con sus opiniones expresadas en las mismas, pues ustedes, queriendo o sin querer, con ellas apoyan la teoría de que la agresión, madre de las más atroces violencias, está forma parte de la sangre de toda humana criatura, por lo que es imposible escapar a la misma y no nos queda más remedio que sucumbir a sus impulsos, por lo que somos peor que los animales, que, por regla general, no matan ni torturan a sus semejantes, ya que su agresión natural se resuelve en un ritual en el que el más débil, la mayoría de las veces, opta por la huida, dejando el campo libre a su rival. Igualmente, tampoco estoy de acuerdo con sus pensares cuando afirman que no hay que dejarse llevar por el pesimismo, padre del desaliento y la apatía, ya que la agresión y la violencia han servido y sirven para imponer y mantener la ley y el orden en las distintas sociedades que han formado y forman los naturalmente agresivos y violentos humanos. Servidor, muchos menos comparte la idea de Cándido Buenafé: que la globalidad en la que nos movemos “es el mejor de los mundos”, por ser una de las etapas más revolucionarias de la humanidad, pues en ella, gracias a os avances de la ciencia y su aplicación a la producción de bienes, de mercancías, nos ha liberado de tareas penosas, han aumentado las horas de ocio y con ello nos ha dado al mismo tiempo más libertad de la que nunca antes gozamos los humanos. Y el colmo, alaba y expresa su admiración por la clase que la ha venido estructurando de manera principal desde hace poco más o menos 250 años: los capitalistas, dueños del dinero, fábricas, empresas comerciales, grandes terratenientes, medios masivos de comunicación, etcétera, etcétera. Muy señores míos, Proteo, Bartolo Peregrino y Cándido Buenafé, servidor no ignora que sus opiniones tienen una buena base, las teorías de señalados estudiosos del tema: Robert Ardrey, Desmon Morris, Karl Lorenz y sus muy numerosos seguidores… pero siento decirles que están equivocados… sí… en el sentido de que no son los poseedores de la verdad absoluta… ya que en poco o en nada han tomado en cuenta a la teoría sustentada por Berkowitz y Montagu, para los cuales el comportamiento agresivo sería parte del aprendizaje, pues la etología confirma que la agresión no tiene un sentido peyorativo, ya que por lo general, no significa violencia, y raramente implica daño. Esos últimos científicos citados y sus partidarios, argumentan en favor de su tesis que si todos los animales vivientes, incluidos los humanos, en realidad fueran entes en guerra constante con otros de su contorno, prevalecería el más agresivo, el más fuerte, con lo que el poder sería igual a la ley, al derecho, con lo que pocos de los otros seres vivientes sobrevivirían, y menos los humanos, tan indefensos en sus inicios; afortunadamente ningún ser vivo se encuentra en tan extrema situación, pues, por regla general, forman parejas más o menos duraderas o viven en rebaños o constituyen bandadas, cardúmenes, piaras, jaurías, manadas… y otros, como los insectos, llegan a vivir en hormigueros, en enjambres… y hay que tener en cuenta que toda asociación requiere cooperación, por débil y efímera que sea… por lo que se puede decir que la agresión, aunque muy extendida, no es una regla invariable de comportamiento. Si no se ignora que, tanto en los animales como en los humanos, ni la agresión innata, instintiva es la verdad absoluta… ni tampoco lo es la del instinto de cooperación… e igualmente, insiste, no

se ignora que la agresión, mayoritariamente, entre los animales, se resuelve en rituales en los que no se llega ni a la tortura y mucho menos al asesinato premeditado… ¿cómo explicarse los atroces niveles de brutal violencia de que es capaz la criatura humana, hecha a imagen y semejanza de Dios?... ¿y cómo es que la globalidad en la que respiramos, vertebrada y regida por los mejores… según dicen tantos… o sea los capitalistas, los dueños del dinero, fábricas, corporaciones de mercados, medios de comunicación, etcétera… que nos han dado y nos dan tantos satisfactores, ocio para disfrutarlos y libertad para elegir los que más nos acomoden como nunca antes lo hizo otra clase dirigente, siguen dándose esos niveles de atroz y brutal violencia? Usted, causal lector de la presente que nos ha seguido hasta aquí, ¿puede hacerlo? ¿Qué me contesta? Con el sincero deseo que Dios le asista en ese intento. JUAN D’UDAKIS

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Más sobre la violencia Pues sí, estimado lector de la presente, a servidor le ha sorprendido que las cartas a este buzón, firmadas por Proteo, Bartolo Peregrino, Cándido Buenafé y Juan D’Udakis, en las que reflexionaron sobre la agresión, genitora de la violencia, terminaran de manera directa o sesgada, admitiendo y hasta justificando a las mismas, argumentando que ellas han servido y sirven para establecer la ley y el orden en las sociedades integradas por los naturalmente agresivos… según ellos… humanos… con lo que, sabiéndolo o sin saber… socializan la agresión y la violencia. Por esto, a servidor no le ha sorprendido que los autores de dichas cartas igualmente coinci-

dieran, de manera abierta o ambigua, en que la globalidad en la que nos movemos y nos mueven, es el mejor de los mundos, por ser una de las etapas más revolucionarias en la historia de la humanidad, pues en ella, gracias a la ciencia y a la técnica, se ha liberado a la humana criatura de las tareas penosas que tenía que realizar en el pasado, se le han aumentado las horas de ocio y se han puesto a su disposición comodidades y satisfactores para sus necesidades y se le ha dado más libertad de la que nunca gozó para elegir lo que más le acomode. Y dice servidor: siempre que tenga dinero suficiente para pagarlo… ¿o no es así?... tampoco sorprendió al de la firma que, consecuentes con ese pensar, que igualmente sostiene que la vida es mejor en estos tiempos que en cualquier época de la historia, pues hay gente más rica y menos que viva en absoluta pobreza y la gente vive más tiempo y ya no es algo rutinario que los padres vean morir a uno de cada cuatro de sus hijos, como señala, por ejemplo el premio Nobel de Economía Angus Deaton. Consecuentes con esos pensares, repite servidor, no le sorprendió que los firmantes de las mentadas cartas terminaran por alabar, de expresar su admiración por la clase que, desde hace dos siglos y medio, es la que, mayor y de manera más determinante, ha vertebrado y dirigido esta globalidad en la que respiramos: la capitalista, la de los dueños del dinero, fábricas, empresas comerciales, grandes terratenientes, medios de comunicación, etcétera. Lástima que tan optimista visión, la que cree que se vive en el mejor de los mundos y que nos gobiernan los mejores, los que triunfan en la lucha por la vida, sea desmentida por los hechos, los cuales muestran, demuestran y confirman que si es verdad que en la globalidad de hoy hay más millonarios, lo contrario, la desigualdad, también lo es y en mayor grado que antes, ya que el 1% de la población global controla 48% de la riqueza


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existente, y la inestabilidad de los mercados ha propiciado que la riqueza haya aumentado en los países más desarrollados… y se haya estancado y hasta disminuido para los de menores ingresos. A lo que hay que añadir y no olvidar que un ser humano, que no tiene oportunidad a la educación, es un ignorante y no es libre; en ser humano que no tiene seguridad en su trabajo, no es libre; un ser humano que no gana lo suficiente para adquirir los alimentos necesarios para recuperar las energías consumidas en ocho horas o más de trabajo, no es libre, por lo que puede decirse que la globalidad en la que respiramos, que se nos ha vendido y se nos vende como el mejor de los mundos posibles. Sigue siendo un sociedad global, sí, pero tan clasista o más que las del pasado, una sociedad de unos pocos privilegiados y millones de jodidos… en el que, según el Premio Nobel de Economía antes mencionado… la realidad existente es que en la globalidad que se considera el mejor de los mundos “millones siguen padeciendo los horrores de las carencias y muerte prematura, pues el mundo sigue desigual”… por lo que servidor pregunta: ¿no es por eso que se sigue dando en el mismo la agresión y la violencia? Todo lo anterior lleva a servidor a pensar que los firmantes de las mencionadas cartas o son escribas de la ideología llamada “la visión empresarial de la historia”… o bien ingenuos compañeros de viaje… como tantos lo fueron en el pasado del denominado “comunismo real”… que pena, pues, en cualquiera de los dos casos, no hacen más que apoyar y robustecer la ideología de las élites del poder, que en todo tiempo y lugar, de una u otra manera, no han hecho más que utilizar el darvinismo social, con el cual han justificado e incluso legalizado las guerras de rapiña imperialistas, la explotación de los pueblos coloniales, cultivar el odio a los otros y las desigualdades de las personas en la sociedad… aquí, servidor hace otra pregunta: estimado lector de la presente, ¿juzgue usted qué en esta globalidad en que nos movemos ocurre lo mismo… o no? ¿Qué me contesta? Su seguro servidor para lo que guste y mande. LIGORIO D’REVUELTAS.

Diez biografías de México RESEÑA :: ARMANDO PONCE

L

a doctora en historia, investigadora y catedrática de la UNAM, Gisela von Wobeser, supuso que era el momento preciso para poner en el cartel de la actualidad el registro de algunos de los personajes fundamenta-les del país, y acertó con Vidas mexicanas. Diez biografías para entender a México. Dos instituciones la respaldaron: la casa editorial Fondo de Cultura Económica y la Academia Mexicana de la Historia, esta última que presidiera en 2003. Y es que a su ya intensa y prolífica labor para rescatar el periodo novohispano (baste citar su primer libro, La formación de la hacienda en la época colonial, de 1983), la egresada en historia por la UNAM (fue secretaria dos veces de su Instituto de Investigaciones Históricas) entregó una recopilación de trabajos que no tiene desperdicio, ni por los biografiados ni por los biógrafos: “Marina Malintzin, indígena emblemática (siglo XVI)”, por Antonio Rubial García; “Antonio Valeriano de Azcapotzalco, filólogo políglota (siglo XVI)”, por Miguel León-Portilla; “Sor Juana Inés de la Cruz, poeta (siglo XVII)”, por Mercedes de la Garza; “Miguel Hidalgo y Costilla (siglo XVIII)”, por Carlos Herrejón Peredo; “Antonio López de Santa Anna, villano decimonónico (siglo XIX)”, por Josefina Zoraida Vázquez; “Ramón Corona, campeón de la lucha contra el conservadurismo y la intervención extranjera (siglo XIX)”, por José M. Muriá; “Venustiano Carranza, el único Don de la Revolución (siglos XIX-XX), por Javier Garciadiego; “Álvaro Obregón, caudillo triunfador de la Revolución (siglos XIX-XX), por Álvaro Matute Aguirre; “Frida Kahlo, pintora (siglo XX)”, por Gisela von Wobeser; y “Octavio Paz. Y el mantel olía a pólvora (siglo XX)”, por Enrique Krauze.

Son estos destacados integrantes de la Academia Mexicana de la Historia, quienes de acuerdo con los editores “formulan (en este volumen) otra visión de nuestro devenir histórico, lejos de versiones maniqueas que convierten en héroes y villanos a ciertos personajes del pasado”. Para la antologadora, hoy “nos parece inadmisible la ‘historia oficial’, la llamada ‘historia de bronce’ que interpretó el pasado a partir de la actuación de un puñado de hombres, exaltados como héroes o denostados como villanos, sin valorar de manera objetiva sus aciertos y errores y sin tomar en cuenta sus circunstancias históricas”. De ahí la urgente tarea de “reescribir las biografías de los ‘héroes’ y antihéroes’ de la historia de México, a la vez que se impone la necesidad de resaltar nuevas figuras del acontecer histórico”. El libro en su disección de biografías –dice Von Wobeser en la Introducción– “muestran la diversidad étnica y cultural que caracteriza a los mexicanos, integrada por las distintas culturas indígenas, la española, la arábiga y la judía, entre otras, a las que se suman la de los inmigrantes europeos, asiáticos y americanos”. Resalta ella que de los elegidos (“responsabilidad de los propios autores”), tres han alcanzado la celebridad internacional: Sor Juana, Frida y Paz (sin mencionar, desde luego, a aquellos que la han conseguido si bien no están incluidos). Pero los diez personajes, y los diez textos —relativamente breves— valen la pena. Prepárese para una lectura disfrutable en formato de “libro de bolsillo” (291 páginas) que, como concluye la contra-portada, “contribuye a una nueva comprensión de la historia de nuestros días”, ya que como antes había asentado Von Wobeser, “cada época reescribe y reinterpreta el pasado”.

Maestro de la novela negra ARTÍCULO :: Acerca de Henning Mankell, recientemente fallecido. POR JUAN CEREZO

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enning Mankell es el gran patriarca de la literatura policiaca escandinava, uno de los maestros de la novela negra contemporánea. En nuestro país su serie protagonizada por Wallander fue pionera en lo que ha acabado siendo una categoría del género criminal: la novela nórdica. Ha vendido más de 40 millones de ejemplares de sus obras en el mundo Mankell destaca por su infalible capacidad de observación, tanto en cuestiones sociales candentes e incómodas como en los tipos humanos que pueblan sus novelas. Es un gran creador de atmósferas, de la estirpe del mejor Simenon. Y tiene un talento único para crear personajes indelebles, como el protagonista de su serie, Kurt Wallander, el inspector gruñón pero honesto, desastrado pero profesional, solitario pero dotado de certera intuición psicológica para descubrir los secretos que la gente oculta. Es decir, un personaje que, con todos sus problemas personales, es de una humanidad desarmante. Como muchos de los que le rodean o con los que se encuentra. Y por ello sus historias dejan poso, largo recuerdo, porque hablan de dramas humanos de la Europa contemporánea. Como dice en Arenas movedizas, sus emotivas memorias, si los escritores se dividen entre los que iluminan y los que ocultan, él siempre ha perseguido en sus obras desvelar lo que los algunos están empeñados en enterrar o esconder: “Escribir es iluminar con una linterna

los rincones de penumbra.” Autor poliédrico, ha demostrado su talento narrativo no ya en thrillers internacionales, que han sido best sellers globales, como El chino, El cerebro de Kennedy, sino también en subyugantes historias íntimas y familiares como Profundidades o Zapatos italianos, que tendrá continuación en su recién acabada Botas de lluvia suecas, en su serie africana, con títulos como Comedia infantil o Hijo del viento, en novelas sociales que hablan de inmigración e indocumentados, como Tea Bag, o en sagas femeninas como Daisy Sisters o Un ángel caído. En buena medida, la validez y credibilidad de sus historias se deben a la coherencia de su actitud cívica, a su compromiso social: pasa la mitad del año con África (tiene un pie en la nieve y otro en la arena, suele decir), y dirige en Maputo, Mozambique, el teatro Nacional Avenida. Montó una editorial con su editor, Leopard, en la que publica a muchos autores del tercer mundo. Participó en la escuadrilla que quiso romper el bloqueo al pueblo palestino. En sus colaboraciones en prensa deja clara su denuncia de las injusticias y los abusos de una sociedad, la sueca y la occidental, demasiado segura de sí misma y no tan perfecta como nos tranquilizaría pensar. Juan Cerezo es el editor de Tusquets, sello que edita a Henning Mankell.


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Un dandy y un sicario RESEÑAS :: Cine y televisión. POR COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE

El Dandy, en TNT Series La nueva serie El Dandy, que se estrenó este viernes 26 en el canal TNT Series, se ubica en la Ciudad de México y es contada desde el punto de vista de un agente que trabaja para los capos en las calles. Escrita por Larisa Andrade (Camelia La Texana y Los simuladores) y Rodrigo Ordóñez (Camelia La Texana y Dos Lunas) la serie es dirigida por Mauricio Cruz y Chava Cartas, mientras que Daniel Ucrós y Gabriela Valentán son los productores ejecutivos. Los temas principales son la amistad, la traición y el combate al crimen organizado que se desarrollan en la acción y el drama. Los protagonistas son los mexicanos Damián Alcázar, Alfonso Herrera e Itahisa Machado. TNT Series desea sorprender al público con producciones que forman parte de una estrategia regional de la familia TNT, que comenzó a principios de este año con el proyecto, también mexicano, Señorita Pólvora. Se proyectará de lunes a jueves a las 22:45 y los viernes se ofrecerá un resumen semanal a las 22:30 horas. Quienes deseen ser seguidores de El Dandy podrán hacerlo en Claro Video cada viernes a partir del 30 de octubre. Habrá cuatro nuevos episodios semanales de la nueva teleserie, tan sólo unos días después de su estreno en el canal. Así, los seguidores de la nueva producción podrán ponerse al día en la plataforma de internet Claro Video de toda la acción de esta historia en el momento y lugar de su preferencia. Lo sorprendente es que la serie la conforman setenta episodios. La historia está basada en la película estadunidense Donnie Brasco (1997), que trata sobre la vida de Joseph D. Pistone, un agente encubierto del FBI. Será interesante ver cómo la “mexicanizaron” y el lenguaje que utilizaron, ambos elementos podría ser un acierto para toda Latinoamérica. TNT Series le ha apostado mucho a ver la publicidad que ha montado. Es un proyecto muy ambicioso y por eso estará bajo la lupa. Los personajes son José Montaño (Herrera), docente penalista muy inteligente e intachable y padre ejemplar, contratado por la Procuraduría General de la República (PGR) para participar en un programa de operaciones policiacas estadunidenses encubiertas. Su trabajo es infiltrarse en diversas bandas del crimen organizado y cárteles de drogas más importantes de la capital. Bajo el nombre falso de Daniel El Dandy Bracho y de la mano de su prodigiosa memoria y su audaz psicología, se interna en la misión de identificar quién es quién en una banda de narcotraficantes que opera en la Zona Rosa de la ciudad, con para reunir pruebas contundentes y armar un irrefutable expediente criminal. La serie comenzará su proyección justo cuando las autoridades del Distrito Federal han tratado de negar que en la Ciudad de México haya cárteles del crimen organizado. Como ya es sabido, la realidad supera a la ficción. Para seguir con El Dandy, en la serie se ve a Daniel, al interior de la banda, donde desarrolla una estrecha empatía y amistad –en un ambiente donde los amigos no existen–, con Juan Antonio Ramírez alias El Chueco (Alcázar), un criminal de segunda que se revela como un hombre leal y perdedor dentro de la profesión delictivas. Éste se transformará en lo más parecido a un padre para El Dandy, quien creció custodiado por una tía en un barrio bravo, acercándose peligrosamente a descubrir su verdadera identidad.

Cartel promocional de El Dandy. Abajo, Sicario.

Cuanto más se involucra Daniel en la mafia, más se desvanece la imagen de sus hijos y de su esposa Leticia Albarrán (Machado), con quien mantiene una relación muy apasionada basada en la confianza y alejada de los secretos. Conforme pasa el tiempo, más se apodera de él su nueva vida de policía, donde tendrá grandes tentaciones que podrán acabar con su integridad. En la serie también actúan Aleyda Gallardo, como Fidela; Gabriela Roel, como María Luisa; Dagoberto Gama, como El Negro, y Oliver Avendaño, como El Richi, entre otros. TNT Series es un spin-off de TNT. Llega a toda Latinoamérica y Brasil y ofrece a la audiencia contenidos de ficción y series para sus 33.6 millones de abonados, desde nuevas temporadas, series exclusivas y emblemáticas en su género, hasta producciones originales, series exitosas en el prime time americano y títulos nunca antes vistos en Latinoamérica. Las estrellas del cine así como los productores, guionistas y directores más aclamados son parte de esas historias. En México TNT Series se puede ver en las frecuencias 221 (Sky), 242 (Izzi DF), 410 (Dish), 186 (Megacable) y 234 (IzziMonterrey).

Violencia en Ciudad Juárez Sin habérselo propuesto, la película estadunidense Tierra de nadie: Sicario, del director canadiense Denis Villeneuve, revela cómo operan en la República Mexicana –como si fuera su casa y sin que nadie los controle– el Buró Federal de Investigaciones (FBI, sus siglas en inglés) y la Administración para el Control de Drogas (DEA). El filme de ficción, que se estrenará en México el próximo viernes 30, es protagonizado por Benicio del Toro y Emily Blunt. También participan Jon Bernthal, Jos Brolin y Victor Garber. La cinta, llena de misterio, cuenta la historia de Kate, una agente del FBI que no tiene la menor idea de dónde se ha metido. Como se ha publicado en diversas ocasiones en la revista Proceso, el filme muestra, sin proponérselo, cómo la Oficina Binacional de Inteligencia (OBI) –con operadores de todas las agencias federales de espionaje de Estados Unidos, como la Agencia de Inteligencia Militar (DIA), la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la DEA– viola la soberanía de México. No obstante, los creadores de la historia no se dan cuenta de esa situación; por el contrario, utilizan a esas instancias para acabar con un capo mexicano y se creen los “salvadores”. La película también muestra la violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua, hecho que molestó al alcalde de esa ciudad fronteriza, Enrique Serrano Escobar, quien anunció en medios impresos de El Paso, Texas, y en The New York Times, que demandará a los productores de la película. Y es que para Serrano, “el contenido de la cinta perjudica la imagen de la urbe”, que llegó a ser considerada la más violenta del mundo entre 2008 y 2010, en plena guerra del crimen organizado. “Exigimos respeto, porque hemos superado muchas dificultades para reivindicar el valor e imagen de nuestra Ciudad Juárez”, señaló en un escrito. En contraparte, los ciudadanos han señalado que no se cambia la opinión sobre una ciudad con una película, ni se mejora con una campaña. “Para que haya un cambio en la percepción es necesario que la realidad cambie”, destacó el presidente de la organización civil Plan Estratégico de Ciudad Juárez, Sergio Meza.


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