Letras 31 de enero de 2015

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[ Letras ] DE CAMBIO

SUPLEMENTO DE CULTURA DE CAMBIO DE MICHOACÁN | NUEVA ÉPOCA | COORDINADOR: VÍCTOR RODRÍGUEZ MÉNDEZ | 31 DE ENERO DE 2015 |

Una Gloria sin gloria Sobre el biopic de su vida

La victimización como acto de redención

PORROBERTOPONCE |PAG.2

PORFAUSTOPONCE | PAG.3

José Emilio Pacheco: Pasión por la historia PORJUDITH AMADOR TELLO | PAG.4

El gran negocio de las películas piratas PORMANUELLÓPEZMICHELONE | PAG. 6

W.A. Mozart: El genio de la vida tormentosa POR SARAI CABRAL | PAG. 7

Charlie CREACIÓN PORNEKTLIROJAS| PAG.8


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Gloria Trevi A propósito de la biopic histórica sobre su vida PORROBERTOPONCE

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randes expectativas provocó el estreno nacional de la película Gloria, del cineasta suizo Christian Keller, cumpliéndose en buena medida lo esperado de esta “biopic histórica” con las actuaciones magistrales de Sofía Espinosa como una predecible Gloria Trevi y Marco Pérez en el papel de un soberbio Sergio Andrade, quien a mi parecer es quien roba la pantalla. (Ver tráiler: https://www.youtube.com/ watch?v=nq7dXbrxkbA) Musicalmente, Gloria no está a la altura de lo que desearían ni el público ni los fans de tan popular cantante regia que conmocionó multitudes a finales del siglo pasado. Como si las canciones de la Trevi hubieran surgido casi por generación espontánea, al igual que los arreglos de un Andrade de talento cuasi fantasmagórico, en mero ejercicio mecánico de baja creatividad. Se entiende, porque el filme Gloria no contó con ningún supervisor musical. Las alabanzas hiperbólicas desgranadas por la prensa en torno a las virtudes de la cinta y su guión elaborado por Sabina Berman han minimizado al menos un par de fuentes sustanciales de primera mano: se trata de los libros escritos

La cantante Gloria Trevi.

tanto por Gloria Trevi con su biografía de puño y letra, así como las Revelaciones de Sergio Andrade (Editorial Planeta. 217 páginas), “una inquietante colección de historias eróticas, poemas y un alegato contra el linchamiento”, escritas en la cárcel de Brasilia en julio del año 2002. La intención de neutralidad omnisciente por parte del director al mostrar una historia con supuesta objetividad, pero que en sí misma ya era sensacionalmente atractiva y gozaba de vasta documentación, sale sobrando con un afán extra de preservar la sobriedad del relato fresa por encima del fuerte erotismo de cada uno de los personajes involucrados en el tema. (Ver https://www.youtube.com/ watch?v=d9x9ewWPwkg) Más allá del romance, la pasión o la busca de amor verdadero, en Gloria no se enfatiza un aspecto fundamental de la relación entre la protagonista (Gloria Trevi) y el antagonista (Sergio Andrade): su vínculo aprendizaje/ enseñanza o de alumna/maestro. Y éste es el mero corazón que debiera permear cualquier libreto que se digne en respetar lo sucedido entre la mancuernota de Gloria Trevi y Sergio Andrade. Porque si ella era una chica provinciana que

llegó a México no para ser universitaria sino “para partirse la madre” como ella misma afirmaba, él fue su mejor profesor de toda su vida y quien le abrió las puertas a la alta cultura por tratarse de un tipo muy culto, bastante leído y con amplios conocimientos de arte universal. Recordemos lo que escribe Andrade en “Una dura lluvia” (alusión a la rola “A hard’s rain gonna fall”, de Bob Dylan) en Revelaciones: “De hecho nuestra vida era muy tranquila. La gente se habría sorprendido si la hubiese conocido ‘desde dentro’. Salvo en el terreno sexual (y a decir verdad, también en lo sexual, considerando que eran prácticas privadas, íntimas, con mutuo consentimiento, que daban placer y no causaban daño a nadie), y contra todo lo que se diga y se haya dicho, nuestra vida era un ejemplo de normalidad, propiedad y buen comportamiento. “Nos dedicábamos a jugar y a hacer deporte, visitábamos museos, sitios turísticos, lugares históricos, iglesias, catedrales, estudiábamos, practicábamos música, leíamos y declamábamos poesía, cantábamos, bailábamos, hacíamos días de campo, hacíamos el amor (mucho), asistíamos a espectáculos (conciertos, circo, carnaval).


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“Platicábamos, jugábamos ajedrez y chinazo, andábamos en bicicleta, en lancha, hacíamos competencias, patinábamos, paseábamos en moto y cuatrimoto por las playas, y en jeep, organizábamos festejos, cocinábamos, hacíamos el quehacer, arreglábamos la casa, comíamos, pasábamos el tiempo tocando instrumentos, discutiendo, peleando y resolviendo nuestras diferencias (nuestros “problemas lógicos de pareja”) como cualquier grupo de personas, viajábamos, íbamos mucho al cine, a restaurantes y cafeterías, comíamos pasteles y helados, íbamos de compras, veíamos televisión y películas en video (de hecho hacíamos maratones de películas de video y no pornográficas, como se ha hecho creer). “Comíamos muchas pizzas, ensayábamos, montábamos números a voces, a capela como ‘El niño del tambor’, ‘The way you look tonight’, ‘Jingle Bells’, ‘Santa Claus is coming to town’, motetes de Orlando di Lassus, etcétera. Buscábamos casas para comprar o rentar, caminábamos, íbamos a la playa, nadábamos en albercas, íbamos a los mejores hoteles en cada lugar, desarrollábamos ejercicios, montábamos coreografías, comprábamos o inventábamos y tocábamos nuevos instrumentos.” Un ejemplo de cómo el guion desperdicia oro puro ocurre cuando Andrade y la Trevi cenan con el director de TV Azteca Ricardo Salinas Pliego. Ese encuentro es narrado por ella en su biografía con pelos y señales; pero en la película el suceso es mutilado y se cuenta a medios chiles. ¿Censura, puerilidad, recato disfrazado? Para entretener a los adolescentes en la película, el cineasta añade un cambalache de candor visual por escatología kitsch, llenando excusados con pintura colorada a fin de eludir cachonderías. Las pocas veces que me reuní con Sergio Andrade fueron gracias a la mediación de nuestro amigo cineasta Sergio García, director de “Nuestro ángel de la guarda sobre ella” (www.proceso.com.mx/?p=168691). Siempre comprobé los tremendos conocimientos musicales del representante de la Trevi, sus amplios intereses literarios y la enorme cultura del personaje. Bien, todo ello resulta más que opaco en Gloria, lo cual convirtió las grandes expectativas que había motivado el estreno de la película, en grandes decepciones. Sobre todo, musicales. Personalmente, me interesé por Gloria Trevi en 1992 cuando me hallaba en tierras tamaulipecas organizando el homenaje al rockero rupestre Rockdrigo González a ocho años de su fallecimiento, y estando hospedado en un hotel de Ciudad Victoria la vi salir por televisión afirmando que ella deseaba ser “presidenta de la república”. Al poco tiempo la entrevisté y justo al momento cuando me encontraba cuestionándola acerca de sus influencias musicales, sus cineastas predilectos, los pintores de su preferencia, Gloria se desinfló y me suplicó: “Por favor, apaga tu grabadora… Te voy a pedir un gran favor, Roberto Ponce. Quiero que me eches la mano, ayúdame a cuidar mi imagen con mis fans. Yo no sé nada de lo que me estás preguntando. No he leído poesía, no sé quién es Octavio Paz, no voy a los museos ni oigo música clásica. En pintores ando con puras erres, y no me refiero a Rubens, Rembrandt o Rafael, sino que ando regular, apenas y conozco de pintura. Ora sí, enciende la grabadora, gracias”. “Yo no vine al De Efe para estudiar, sino para romperme la madre, a romperme la madre y a romperme la madre.” Gloria Trevi merecía más gloria en la cinta Gloria y muchas menos escenas descafeinadas. Quizá la mejor película sobre ella debería filmarla el propio Sergio Andrade. ¿Por qué no?

FOTOS: CUARTOSCURO

Gloria: la victimización como acto de redención RESEÑA ::SobrelapelículasobrelavidadeGloriaTrevia.POR FAUSTO PONCE

L Musicalmente, Gloria no está a la altura de lo que desearían ni el público ni los fans de tan popular cantante regia que conmocionó multitudes a finales del siglo pasado

a cinta Gloria (México, 2014), que es- quedan reflejadas como brujas malas de cuento boza el ascenso y caída de la cantante de Cachirulo, de manera injusta). Por supuesto, el villano principal es nada Gloria Trevi, deja mucho que desear: es aburrida, desabrida y posee una falta de más y nada menos que Andrade, un monstruo consistencia en el comportamiento de de principio a fin, maltratador, machista (…) y su clan está compuesto de unas chicas inocenlos personajes. Gloria, de Christian Keller con guión de tes que cayeron en sus redes. Sólo él y nadie más será el culpable de los horroSabina Berman, comienza res que pasarán durante el desacuando Sergio Andrade (Marrrollo de la historia. co Pérez), Gloria Trevi (Sofía Independientemente de si así Espinosa) y Mary Boquitas fueron o no las cosas, los perso(Tatiana del Real) son deteninajes no resultan verosímiles: no dos en Brasil en el año 2000, hay los argumentos, ni los suceacusados de abuso sexual a sos necesarios para hacernos menores. De ahí, nos vamos creer que tanto Gloria como para atrás, al primer encuenMary Boquitas pueden salir sin tro entre Gloria y Sergio Anraspones de por medio. Curiosadrade, durante una audición mente, las actuaciones de los pro(que, podemos presumir, es tagonistas resultan estupendas; para formar parte del grupo las inconsistencias se deben más Boquitas Pintadas). a un error de guión o de direcPor un lado, tenemos a ción que de otra cosa. Gloria, una niña inocente, con Quizá por eso Sabina Berman talento inusual, energía desSofía Espinosa, intérprete se deslindó de la cinta, puesto que bordada y hambre de triunfo; de Gloria Trevi. la producción tomó la decisión de y por el otro a la mente maesmodificar la versión final de la tra, un productor de pop con historia para que resultara más destellos de genialidad musical, ambición, locura y monstruosidad. Estos amable para la cantante. Al final, Gloria no es una historia conmorasgos de personalidad se combinarán para generar un boom mediático y, como se mues- vedora donde se muestra el lado humano de la tra en la cinta, un mundo de poder y perver- intérprete, con sus posibles horrores y virtudes. Es una bella postal que homenajea a la sión. De entrada, la película retrata a Gloria Tre- artista y la redime; es decir, una cinta que sólo vi como una víctima cuyo único “pecado” fue tiene interés para los fans que desean ver a su enamorarse y querer triunfar como cantante, artista reivindicada, pero no funciona como y todo auspiciado por su inocencia. Situación una historia de calidad que pueda aportar al que, más allá de su certeza, en la historia que mundo de la cultura pop, al que pertenece vemos no resulta verosímil (sin mencionar los Gloria… al mismo que hizo estremecer cuando estereotipos en los que encuadra a la cantante el país escuchó por primera vez la canción “Dr. Aline y a la periodista Paty Chapoy, quienes psiquiatra” en 1989.


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JEP: Pasión por la historia RESEÑA ::Aunañodelamuertedelescritorypoetamexicano.PORJUDITHAMADORTELLO

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n una de las últimas conferencias magistrales que José Emilio Pacheco ofreció en la sede de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en Tlalpan, el escritor y poeta recorrió a través de personajes, fechas, datos y hechos la historia política, social, económica y cultural del siglo XIX, en el marco del diplomado México Decimonónico de esa institución. La historia fue otra de las grandes pasiones del autor de Las batallas en el desierto, Los elementos de la noche y El principio del placer, por citar sólo unos ejemplos de su vasta obra. De ello dio cuenta muchas veces en su columna “Inventario” publicada en el semanario Proceso desde su fundación, donde lo mismo desentrañó la biografía de célebres o poco conocidos personajes históricos que pasajes de la historia nacional y universal y se permitió jugar inventando hechos que parecían reales de tan bien narrados.

José Emilio Pacheco.

Como la vez en la que se burló, haciendo gala de su conocimiento histórico, del entonces senador Lisandro Lezama, quien al imponer la medalla Belisario Domínguez 1999 al escritor Carlos Fuentes, recordó que el senador por Chiapas en 1913 “¡había sido víctima del Chacal Venustiano Huerta!”. “¿O habrá dicho Victoriano Carranza?”, jugó Pacheco, quien tituló ese lúdico “Inventario”, del 16 de octubre de ese año, como “Don Venustiano Huerta, ‘El Chacal de Cuatro Ciénegas”. Uno de los temas a los cuales dedicó muchas páginas el escritor fue la matanza de Huitzilac de 1927, en la cual se asesinó al general Francisco Serrano, entonces aspirante a la presidencia, que ocupaba entonces Plutarco Elías Calles, a quien sucedió Álvaro Obregón. Equiparó el hecho en alguna ocasión con el cuento Rashomón publicado en 1917 por Ryunosuke Akutagawa, quien se suicidó en 1927, refirió el autor en Inventario del 25 de septiembre

de 1999. Es la historia de un crimen en un bosque en el cual “jamás sabremos qué sucedió realmente”. Y así ocurrirá, se entiende en su texto, en los hechos similares que van de Moctezuma a Ruiz Massieu: “Rashomón de Manuel Buendía; Rashomón del cardenal Posadas; Rashomón de Colosio; Rashomón de Ruiz Massieu, más intricado ahora por el suicidio de su extrañísimo hermano, un personaje al que ningún autor de ficción podría inventar ¿Necesitamos a estas alturas volver al Rashomón de Huitzilac?” Y se responde: “Tal vez sí porque la utilidad de la historia como advertencia para el presente hace que Huitzilac nos recuerde cómo la ambición de poder convierte en odio asesino los afectos más firmes, las amistades que parecían indestructibles; cómo la violencia verbal precede a la violencia material, y cómo las campañas basadas en injurias pueden tener desenlaces funestos.” Para el etnólogo Sergio Raúl Arroyo, ex director del INAH, en la obra de José Emilio Pacheco convergen de manera indisociable la literatura y la investigación histórica. “Es un hombre de una convergencia privilegiada. En su obra se entrecruza la historia de México y la historia del mundo. Pienso en Morirás lejos, por ejemplo, que va de la historia de la caída de Jerusalén, con Flavio Josefo, al Totenbuch que describe a los alemanes del presente, su presente literario.” En esa convergencia, que a decir suyo, está presente en forma continua en la obra de JEP (como firmaba sus “Inventarios”), radica la universalidad de su trabajo. Entrevistado al asistir al homenaje de cuerpo presente que se rindió a José Emilio Pacheco el 27 de enero del año pasado en el Aula Magna de El Colegio Nacional en el Centro Histórico de la ciudad, el etnólogo recuerda que recibió clases del poeta: “Fue mi maestro dentro del INAH. Nos daba un seminario que en realidad era sobre todos los temas, literatura, arte, historia.” Ahí llegó a decir una frase que el etnólogo sigue teniendo presente y le parece “importantísima”: “Dijo: Solamente hay una virtud más escasa que el talento, es la persistencia. Y me parece, justamente, que esa persistencia está presente en su obra. Si uno revisa obras vitales, claves, capitales, como Morirás lejos —precisamente— esa persistencia atraviesa toda la obra: La persistencia de la cultura, la persistencia de las constantes de la historia, la persistencia de los humanos y la pequeña historia de los humanos, enfrentados a la gran historia de las sociedades y del mundo, es algo que está siempre presente.” Agrega el también curador de exposiciones que en Pacheco se resumen las visiones y perspectivas de una generación de escritores y literatos de mediados del siglo pasado que “encuentra en José Emilio uno de sus personajes capitales: “Yo creo que es realmente uno de los escritores claves para entender –como él dijo a propósito de Walter Benjamín— un gran momento, el enorme momento de la historia de México.” —Muchos de los “Inventarios” eran… —De historia, ¡claro! —termina la pregunta. “La erudición de José Emilio era algo apabullante, sabía absolutamente de todo, nos platicaba desde la historia de algún personaje extraño un poco extravagante, de aspectos culinarios, sabía todo.” Y relata que llegó a preguntarle en una comida entre amigos, de qué no sabía pues era más fácil que respondiera eso, pues conocía de todo, aun-


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que consideraba que había siempre un fragmento de la realidad por descubrir o redescubrir. “Por eso estos constantes descubrimientos, esos redituables, en términos literarios, redescubrimientos de la historia que hace él a través de la literatura, porque hay textos que son totalmente fieles, pero también hay reinvenciones de la propia historia que son las visiones en donde se permea la historia con la mitología, es otro de los grandes temas que están presentes en la historia de José Emilio: La mitología y la memoria, como una forma de abordar el pasado, pero también dejando vivos los sentimientos, y hay otro aspecto que es un poco más duro que es el que tiene que ver con la erudición de la historia.”

Amor y dolor urbano El etnólogo comenta también que la Ciudad de México, con sus edificios y paisajes ha sido protagonista de la obra de Pacheco. Así, por ejemplo, escribió un poema para el Museo Nacional de Antropología, publicado en la revista M Museos de México. Al respecto la maestra Cristina Barros menciona que además de que la unía una amistad tanto con José Emilio Pacheco como con su esposa Cristina, a quienes considera personas de “gran coherencia y congruencia”, hubo coincidencia en los temas de la ciudad: “Una ciudad a la cual quiso tanto y que hemos abandonado, que requeriría esa mirada amorosa que José Emilio tenía, para que volvamos a encontrar sus calles, sus sabores, sus caminos, su vida.” —¿Se pierde una voz crítica en el tema del deterioro de la ciudad? —¡Claro! se están perdiendo voces críticas y es una tristeza porque ahora hacen más falta que nunca para entender que esta ciudad debe ser rescatada a través de amarla y de la cultura. Es una ciudad hermosa que tiene muchísimo que dar pero a la que siempre estamos vituperando, con la que siempre nos estamos enojando, cuando tiene mil rincones por descubrir, mil cosas hermosas que darnos todos los días y finalmente —antes de que acaben de destruirlo— un tejido social que nos sostiene a todos, en sus barrios, en sus pueblos, en sus colonias. Tras recordar que Pacheco preguntó hace tiempo en la presentación de la colección Letras Mexicanas si “nos atreveríamos a ver a los ojos” a los hombres y mujeres del siglo XIX que construyeron el Estado mexicano y sus instituciones, reitera: “Qué lástima y que tristeza que se pierdan voces como la de José Emilio, que nos hacen tanta falta para enfrentar tiempos difíciles, tiempos en los que la visión de país se ha perdido, en los que ya no hay un nacionalismo sino que el país se entiende como un botín para unos cuantos. Eso es verdaderamente lamentable y creo que a él le dolía mucho esa situación. Tanto él como Cristina han sido personas conscientes y siempre han participado en las causas más importantes con una claridad en su postura que es ejemplar y que muchos deberían de seguir.” El señalamiento sobre el deterioro urbano, unía a Pacheco con el también poeta David Huerta, quien llamó a la ciudad un “amasijo de fealdades”. Sin embargo, dice Huerta en entrevista que desconoce lo que opinaba José Emilio sobre lo que ocurría en el Distrito Federal luego de 1997, cuando llegó Cuauhtémoc Cárdenas a la jefatura de gobierno: “La política en la ciudad, a pesar de todo, cambió para bien. Hay leyes en la ciudad, medidas democráticas, una asamblea que más o

menos nos representa, pese a los problemas de corrupción, en fin. Pero sí, efectivamente a mí me gusta mucho las ciudad y a José Emilio también, por eso le dolía tanto.”

Compañero y amigo La comunidad académica de la DEH del INAH expresó su pesar por la muerte del poeta, escritor e investigador José Emilio Pacheco en su página web de investigadoresinah.com.mx. Por su parte, su colega el historiador Saúl Escobar escribió un texto en el cual lo evoca: “Fue mi compañero de trabajo hasta el domingo (27 de enero, día en que el poeta falleció)… Aunque en el caso de José Emilio, ser compañeros de trabajo no se reflejara exactamente en esa imagen común de llegar por la mañana y verlo en su cubículo leyendo un libro, escribiendo en la computadora o platicando con los demás profesores, JEP era un verdadero compañero de trabajo o aún más, un amigo del trabajo que, cuando lo veías, te saludaba con amabilidad, afecto y te preguntaba cosas de tu vida académica: ‘Supe que

publicaste esto y aquello… o que diste una conferencia, o que estás trabajando en el tema x o x’. Y lo decía para animarte o para dar a entender que seguía tu trabajo con interés.” Y recuerda que cuando la DEH estaba en el Castillo de Chapultepec y no en Tlalpan, Pacheco impartió entre sus compañeros un curso de redacción, siempre con la advertencia de que hacía sugerencias para decir de una u otra manera las cosas, pero podía no tener razón. Lo importante de “aprender a escribir era evitar caer en dos extremos: ensucir el lenguaje con palabras que no se oyen bien o que pretenden suplantar otras que suenan correctamente. Criticaba mucho la tendencia a convertir en verbos los sustantivos o inventar nuevos”, como publicitar y ofertar, “pero también rechazaba un cierto afán de hablar o escribir perfecto”. Al asistir al homenaje a Pacheco en El Colegio Nacional, la actual directora del INAH María Teresa Franco, dijo que José Emilio Pacheco es “un hombre del INAH”. Más allá de los discursos oficiales, lo cierto es que son tangibles las aportaciones de José Emilio Pacheco al estudio de la historia.


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El gran negocio de las películas piratas COMPUTACIÓN ::PORMANUELLÓPEZMICHELONE

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or donde vivo hay una cantidad de puestos -casi uno pegado al otro- donde venden películas piratas. Llaman la atención los títulos de las mismas, las cuales son, por una parte, las películas que hoy en día están en cartelera. Hay además, películas un poco más antiguas y los clásicos del cine internacional. Si uno se adentra dentro del puesto en cuestión puede ver entonces todos los títulos de películas porno que uno no hubiese imaginado ni en sus más perversos sueños. La cantidad de títulos en total -podríamos decir- equivale a una buena cantidad de años de todo el cine que se ha filmado en el planeta. “¿Cuánto cuesta una película pirata de las que está en cartelera?”, pregunté. “Diez pesitos, patrón”, me dijo el dependiente. Y entonces me atreví a comprarle una. Le pregunté al vendedor: “¿Se ve bien?”. Respuesta: “Sí, si no, se la cambio”. Me fui con una película “pidata” que viene sellada en una bolsita transparente de celofán. Dentro de ella viene un DVD y una portadilla a color con la carátula oficial de la película. En el reverso de la portadilla vienen los créditos de la película, la empresa productora, etcétera. Es increíble la manera en que en este país se distribuyen los contenidos de forma pirata, porque además de todo, lo hacen en plena luz del día enfrente de la autoridad.

Un DVD cuesta un par de pesos si se compra al mayoreo. ¿Cuánto puede salir la portadilla a colores y la envoltura de celofán? ¿Un peso quizás? Es decir, que más o menos el vendedor se lleva siete pesos de cada diez que vende, un 70% de ganancia. Nada mal, pero para que sea negocio debe vender mucho… Y probablemente lo haga. Pero ¿cuál es la calidad del contenido pirata adquirido? Bueno, probablemente dependa del tipo de película que haya comprado. La que yo adquirí, al ponerla en el reproductor de DVD aparece mostrando un menú de acciones. Le pedí entonces que le diese “play” a la película y oh sorpresa. Sí, es la película de la cartelera, pero está grabada directamente del cine. Vamos, se ven las siluetas de las personas que entran al mismo, con sus palomitas y refrescos. Es hasta gracioso. Para colmo, quien filmó la película desde su butaca, no muestra en ocasiones la parte completa de la pantalla. No sé si esto es porque se distrajo o porque no se da cuenta que solamente filma un pedazo de la pantalla en el cine. Resultado final: diez pesos mal gastados porque lo importante, la reproducción del contenido pirata, resultó que no es de un original de DVD, sino de un “vivales” que grabó el filme sin la mínima calidad. Y sí, ya sé que alguien me dirá que eso me pasa por comprar películas piratas. En realidad no es mi costumbre, porque a mí me gusta ir a la sala de

cine y ver en la enorme pantalla la cinta que quiero ver. Mi experimento -al menos con esta película que adquirí- no resulta un peligro para quienes trabajaron en ese proyecto que ahora se muestra en las salas cinematográficas, porque la calidad de la película “pidata” es deplorable. Pero más allá de eso, pienso que el mercado pirata cumple con un reclamo social. Mucha gente, que vive literalmente al día, ni siquiera puede ir al cine porque éste es tan caro como un salario mínimo al día (sin contar refrescos, palomitas, transporte) y si lo pensamos, el cine sigue siendo una de las diversiones más baratas en nuestro país. Una película de diez pesos es la sexta parte de una entrada al cine. Con el resto de lo que cuesta la entrada, el comprador puede comprarse su coca cola y sus palomitas de microondas. Sí, pero de nuevo es engañado, porque le dan un producto lamentable que no vale siquiera esa sexta parte de su salario mínimo. Por ello lo ideal es no comprarles a estos personajes que tienen un infinito catálogo de películas, porque no sabemos ni la calidad que venden. Lo mejor es en todo caso ir al cine o quizás comprar el DVD en una tienda comercial que finalmente garantiza lo que vende. “Lo barato sale caro”, dice un amigo, y esto parece pasar con todos estos puestos piratas. ¿O alguien tiene una buena experiencia con este tipo de vendedores?


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El genio de la vida tormentosa ARTÍCULO ::Secumplen259añosdelnacimientodelgeniomusicalWolfangAmadeusMozart.PORSARAICABRAL.

A

través de diez frases recordamos al compositor, nacido hace 259 años Mozart bien pudo ser el personaje de una novela: niño prodigio y joven inquieto e irreverente. Enamoradizo, juguetón y sensible. Su matrimonio con la hermana de una mujer que lo despreció es un dato que no pasa desapercibido para los curiosos. Los problemas económicos que padeció hasta su muerte, a los 35 años, alimentan el mito del gran músico, sufrido y pobre. En los años 80, la película Amadeus (adaptación de la obra teatral de Peter Shaffer) ayudó a popularizar su imagen. La banda sonora de la cinta, dirigida por Milos Forman, se mantuvo durante meses en la lista de los discos más vendidos en Estados Unidos, cuenta H. C. Robbins Landon en 1791: El último año de Mozart (Siruela). “Sólo como una fábula” han calificado los especialistas al filme ganador de ocho premios Oscar. El largometraje explican exagera el carácter del compositor y explota la falsa teoría de que fue envenenado por un colega suyo, Antonio Salieri. Sin embargo, es innegable que fue un medio más para difundir su música. Se han hecho tratados enteros dedicados a la personalidad y legado de quien fue inmortalizado como un joven genio, pues una gran parte de sus obras fueron escritas por un niño o adolescente, remarca Miguel Muñoz en su libro Wolfgang Amadeus Mozart, donde recrea su vida gracias a la abundante correspondencia que intercambió con su familia y personajes de diversos ámbitos de su época. Pero, ¿cómo era Mozart? ¿Qué pensaban de él quienes lo conocieron? Estas diez frases esbozan al compositor, de quien hoy se cumplen 259 años de su nacimiento: 1. “Me preguntaba diez veces al día si le quería; y si bromeando le respondía que no, las lágrimas brillaban en seguida en sus ojos”. Andreas Schachtner, trompetista y amigo de la familia Mozart, en un testimonio sobre su infancia. 2. “Era un hombre pequeño, muy delgado y pálido, con profusión de finos y hermosos cabellos de los que estaba muy orgulloso. Tenía buen corazón y siempre estaba dispuesto a ayudar; pero cuando tocaba era tan susceptible que, si se hacía el menor ruido, se paraba inmediatamente”. O’Kelly, un cantante al que Mozart había recomendado no ser compositor. 3. “Mi hermano fue un niño hermoso, pero una desgraciada enfermedad de viruela desfiguró un tanto su delicado rostro, y tras su llegada de Italia, la languidez de su piel le alejó aún más de esos rasgos originales”. Nannerl Mozart. 4. “Habrás podido ver por esta carta que cuando Wolfgang hace nuevas amistades, en seguida quiere darles su vida y sus bienes. De cuando en cuando le hago alguna reflexión sobre lo que no le conviene, pero no le gusta”. Su madre, Ana María. 5. “El verdadero genio sin corazón es un contrasentido. Porque ni una inteligencia elevada, ni la imaginación, ni las dos juntas hacen al genio. ¡Amor! ¡Amor! ¡Amor! He aquí el alma del genio”. 6. “Las personas nobles no deben casarse ni siguiendo sus gustos, ni por amor, sino solamente

Busto del mítico músico Mozart.

por el interés. Pero nosotros, pobres gentes del pueblo, no solamente estamos obligados a tomar una esposa a la que amemos y que nos ame: podemos y queremos tomar una que sea así”. 7. “Si tuviera que casarme con todas las que he tonteado, tendría doscientas mujeres”. 8. “Dadme el mejor piano de Europa, pero con oyentes que no comprendan nada, o que no quieren comprender, y que no sientan conmigo lo que

toco, y perderé toda alegría”. 9. “A veces no encuentro en las cosas ningún sentido. No siento alegría por nada. Lo que me reanima ante todo es que, si no siempre puedo hablar, al menos puedo pensar como quiero”. 10. “¡Tengo un deseo inexplicable de escribir de nuevo una ópera. Soy más feliz cuando tengo algo que componer. Es mi única alegría y mi pasión”.


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CREACIÓN

Charlie Nektli Rojas


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