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MARÍA FONT

María Claudia es escritora egresada por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), actualmente, estudia periodismo. Ha publicado los poemarios Blue tragedy o el panfleto del gatito negro (2018) y Aprendiendo a enterrar a los muertos (2019). Ella aceptó la entrevista para hablar de su nuevo poemario.

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¿Cómo nace este poemario?

Estaba con mi amiga Miluska Benavide, estábamos hablando acerca del tema del hambre y como este tema había inspirado a poetas tan importantes como Vallejos y otros en Francia, la conversación duró tres horas, agregó, luego, llegue a mi casa y empecé a escribir de tirón casi la primera parte, que es hasta Hambrien. Ahí las ideas salen y empieza volar, tome papel y lapicera e iba escribendo.

Me comentabas, antes de iniciar la entrevista, que le diste un vuelco total a tu poemario. Coméntanos sobre esa anécdota. Sí, creo que a todo escritor le suele pasar algo así. Cuando fui avanzando más en el poemario me di cuenta de que estaba muy centrado también con el tema de nostalgia, entonces sentía que era una nostalgia muy noventera, por decirlo así, porque hay poemas donde habla acerca de las tiendas de casete, que ya no están; o las cámaras con rollo Kodak, porque son con las cosas con las que yo crecí, también recuerdo los chicles que explotan en tu boca porque era parte de la cultura cuando salías del colegio y comprabas eso. También hablaba sobre el tema del cambio de nombres, eso del poema “Manifiesto” que es “Magno” o “El día que decidimos no pagar la renta”, era una burla un poco a los manifiestos que se han hecho durante muchos años, en los 80, sobre todo muchos grupos de poetas, era un manifiesto sobre las problemáticas de las mujeres, también recuerdo que las mujeres que hemos nacido en los 90 nacimos con la idea de que el fin del mundo era el 2000, por ello, también habla mucho sobre el fin del mundo en su nuevo poemario y subraya que está marcado con eso.

¿Cómo fue el proceso de publicar este poemario?

En un principio, muchas personas me decían que era muy fuerte y no se entendía, decidí tenerlo guardado en un cajón. En el 2020, lo saqué de forma autogestiva con una editorial cartonera, luego, vino la pandemia y ese dinero fue destinado para otras cosas. Cuando las cosas se ponen bien, se lo mandó a Claudia, una amiga cercana, la cual le respondió con una aprobación, le gusta la propuesta, empezaron a trabajar y terminó saliendo. Fue una locura todo ese proceso de verificar todo, diseñarlo y sacar varios.

Dentro del proceso, ¿Qué te hizo feliz?

Lo que más le enorgullece es que el poemario no tuvo muchos cambios; más bien, me termino gustando mucho el trabajo a nivel de diagramación e ilustración que se hizo. Este sueño se hizo posible gracias a Claudia y su editorial Hipatia.

Para que las personas se vayan enterando sobre tu poemario, ¿De qué trata? ¿Qué temas aborda?

Habla acerca de cómo es Lima como sociedad con visión machista de los noventas. Ser joven y vivir en Lima es sobrevivir, por eso menciona que al final terminó cambiando de “Hambre” a “Manual de Supervivencia”, resaltando la época de mayor supervivencia, la generación que me tocó vivir. Mis amigas de esa época, se identifican con el poemario, es penoso el sentir que vives en modo supervivencia. Por otro lado, siento que al sentirse identificadas, ya lo vuelven más personal y eso busca un escritor. Al final, la poesía es eso, tiene que servir para conectarse con la realidad y hacer que las personas se conecten con los versos y que no es solamente un libro para ponerlo en un librero y que se llene de polvo.

¿El manual está hecho solo para las chicas de los 90”s? Yo creo que realmente no es un poemario que escribí solamente para mujeres de los 90, creo que sí cualquier mujer, hombre, diversidad que se pueda sentir identificado o llamado, ya sea por la portada, por los interiores, porque tiene una canción de Taylor Swift interpretada, si les gusta entonces que lo disfruten, es lo principal con la poesía para mí, que se disfrute y que hable de su tiempo porque, sino, no sé para qué sería, en lo personal, pienso un poco así. Si la poesía no es un libro, tampoco es un plan lector o algo de ese tipo, al menos yo lo veo por ese lado.

¿Qué esperas de las personas que leerán tu último poemario? Me gustaría que alguien cuando lea este poemario encuentre realmente algo que sienta, que es parte de esa persona, que mis poemas puedan trascender no solamente a la publicación, que puedan ser como que dialogantes con las otras personas. Se entiende que no solamente escribo de un tema en específico y nada más eso, creo que cada quien puede tomar la posición que desee la verdad porque todos los libros tienen diferentes lecturas, pero cuando escribí este poemario, pensaba mucho en las niñas, digo niñas, pero somos jóvenes, somos jóvenes adultas, no digo niñas de 25 años porque estoy un poco disociada a mi edad, pero yo pensaba mucho en eso, en cómo la estábamos pasando en ese momento las mujeres adultas de 25, veintitantos años porque nosotras en esa época pensábamos como que tener 30 era el fin del mundo si no habías cumplido con cierto régimen de cosas y me gustaría muchísimo que estas mujeres a las que vi superarse, crecer y cumplir sus metas pudieran encontrarse en estos poemas.

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