El Camino de un Mándala Camila Olguín Rojas
Para poder canalizar la idea de este proyecto y no estar divagando, tuve que reflexionar sobre cuál sería la idea final. Ésta se basaría en el querer ayudar a los demás por medio del Arte Terapia. Para poder ayudar a los demás, primero debo conocerme a mí. El llegar dentro de mí, lo genera mi centro. Y al encontrarme podré encontrar a los demás. Siendo así, podré llegar al otro con vocación de educar y ayudar a demostrarse a través del arte terapia. Una forma en la cual uno puede llegar a su propio centro es a través de los mándalas. Los mandalas que haré serán tipo collage, mezclando diferentes elementos, con la idea de hacer varios, uno cada día, de manera que queden a modo de registro, al igual que una bitácora, con elementos, formas y colores distintos, también presente en el lugar donde me encuentre. Finalmente los mandalas serán analizados de tal manera que realice un análisis de mi, para un mayor
conocimiento
de
las
diferentes
percepciones que poseo. En la medida que yo conozco lo que soy y/o como me veo en la sociedad, lograré mi meta de influir en ella. El proyecto traducido constará de una secuencia de imágenes fotográficas (30 x 30 cm. aprox.) sacadas de los mandalas realizados en diferentes instancias y lugares; y a su vez irán cada uno con una descripción individual y finalmente un total análisis del trabajo realizado.
Esquema:
En este esquema podemos apreciar cómo será la estructura de fondo negro. En los cuadrados blancos irán las imágenes de los mandalas. Debajo de cada imagen irá una descripción del lugar y el significado de éste. En el lado cercano al marco izquierdo se pondrá a lo largo un análisis escrito del significado de la obra realizada.
Mandalas creados:
Para poder realmente llevar a cabo este proyecto debí investigar el significado del mandala, sus colores, formas e interpretación y por supuesto el como uno logra meditar a través de ellos y la función terapéutica que tienen como finalidad. En si el El Mandala es una herramienta para conectarse con el Universo, con la esencia de la vida… y también nos puede llevar al encuentro de nuestras más desconocidas características personales. Mandala (Sánscrito: "círculo") para los hindúes y para el budismo tántrico es un diagrama simbólico usado en ritos sagrados y como un instrumento de Meditación. El Mandala es básicamente una representación del Universo, un área consagrada que sirve como receptáculo para los Dioses y como punto de unión de las fuerzas universales. En la cultura occidental, fue Carl G. Jung, quien los utilizó en terapias con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos. Según Carl Jung, los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. Afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subconsciente colectivo. Con lo que respecta a la meditación con los mandalas representa el área sagrada dentro de la que pueden surgir experiencias espirituales. La relación que se establece a través de la contemplación de la geometría del Mandala incita a un estado de meditación que ayuda a explorar los rincones de la psique. Los Mandalas se describen como diagramas del cosmos en un sentido externo y -en un sentido interno- como guías hacia prácticas de meditación. Para meditar con tu Mandala, basta con ponerlo en frente de ti, a la altura de tus ojos a una distancia de aproximadamente 80 cm. En un ambiente tranquilo, en completo silencio o con música relajante. Fija tu mirada en el centro del mismo pero a la vez observando el "todo", intentando pestañear lo menos posible (con la vista algo fuera de foco). Deja que tus pensamientos fluyan sin aferrarte a ellos. La persona que está meditando tiene que situarse en el centro del Mandala pensando que se relaciona integralmente con el intrincado diseño del Universo. Al cabo de dos o tres minutos podrás observar cómo los colores y las formas comienzan a "brillar"; al continuar unos minutos más, empezarás a sentir cómo la energía actúa en todo tu cuerpo, incluso alterando estados de conciencia. Verificarás una purificación directa a través del lagrimeo de tus ojos, debido a la fuerza de los intensos colores y de las formas.
El tiempo para meditar con tu Mandala es relativo; los efectos terapéuticos comienzan a producirse casi inmediatamente desde que tenemos un contacto visual profundo con el mismo. Sería conveniente meditar unos quince minutos diarios; cuanto más tiempo, mejores resultados dará. Con esta Lectura podras detectar bloqueos, traumas, miedos, memorias kármicas para liberarlas y sanarlas. El mandala es un instrumento terapeutico de gran valor. Es una representación gráfica de nuestro mundo interno. Refleja en él aquellas cuestiones que por ser sub conscientes aun no hemos podido reconocer y sanar. Refleja el caos interior. Beneficios de dibujar o pintar mandalas 1) Comienzo de un trabajo de meditación activa. 2) Contacto con tu esencia. 3) Te expresarás mejor con el mundo exterior. 4) Ayuda a expandir tu conciencia. 5) Desarrollo de la paciencia. 6) Despertar de los sentidos. Es probable que comiences a ver lo que está a tu alrededor con otros ojos. 7) Empiezas a escuchar la voz de tu intuición. 8) Te aceptarás y te querrás más. 9) Te curarás física y psíquicamente. Formas y sus significados Los mandalas no son simples dibujos de colores. Todos los elementos que en ellos se integran tienen un significado. Conoce algunos de los más utilizados: Círculo: movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo. Corazón: sol. Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión. Cruz: unión del cielo y la tierra. Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente. Cuadrado: procesos de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio. Estrella: símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación. Espiral: vitalidad. Energías curativas. Búsqueda constante de la totalidad. Hexágono: unión de los contrarios. Laberinto: implica la búsqueda del propio centro. Mariposa: autorenovación del alma. Transformación y muerte. Pentágono: silueta del cuerpo humano. Tierra, agua, fuego. Rectángulo: estabilidad. Rendimiento del intelecto. La vida terrenal. Triángulo: agua, inconsciente (hacia abajo); vitalidad, transformación (hacia arriba); agresión hacia uno mismo (hacia el centro)
La construcción de un mandala Los mandalas, y la construcción de un mandala en sí, es una "meditación activa", un instrumento de contemplación, concentración y relajación. Representan el mapa del cosmos: una pequeña muestra totalizadora de la proyección geométrica del mundo. Es esa porción del universo que ocupa nuestro ser, nuestra esencia. Desde el punto de vista psicológico, tiene una función lúdico-terapéutica. No tiene un objetivo explicito, la libertad en la creación va revelando imágenes de la organización interior de la persona, consciente o inconscientemente. Su creación no exige habilidades intelectuales especificas, es una respuesta instantánea, son ejemplos y símbolos cuyo propósito consiste en entender "intuitivamente" las posibilidades infinitas del subconsciente humano. Básicamente es hallar la sabiduría a trabes de figuras geométricas que combinadas, instintivamente, y con la magia y la vida de los colores, representan nada menos, que nuestro interior. Un mapa que devela el camino sutil hacia nuestro propio centro, el punto a partir del cual se desarrolla nuestro propio universo. El estilo y significado de cada mandala se explica según la época y la comunidad que lo realiza, pero todos hablan de un orden circular con un centro definido. Existe un punto central, la irradiación de ese punto, él circulo que envuelve al centro y él limite exterior. Estos son los componentes básicos y comunes del mandala. Desde el punto de vista espiritual, son centros energéticos de equilibrio y purificación que colaboran con la transformación del entorno y de la mente de quien medita en ellos. Es un poderoso instrumento para crear, contener, entender y preservar el propio espacio sagrado. La inspiración Se habla de inspiración como una cualidad que surge, en ocasiones, de forma espontánea, pero que también puede ser preparada previamente. Así, el artista, para inspirarse, busca estímulos lo suficientemente variados e importantes como para impactar a sus sentidos. En la creación de un mandala, la inspiración mas certera es la que brota de nuestro propio interior. Unos minutos de contemplación, meditación, calma, un ambiente tranquilo y cómodo son mas que suficientes... con la practica y el entendimiento de que todos, absolutamente todo poseemos talento, se asume la innecesidad de altares sofisticados y herramientas mágicas para comprender que las diferentes realidades de todos los días, son también una expresión divina, hallando en cada una de ellas, la esencia misma de cada uno de nosotros. Descubriendo un grado de integración con el "todo", impulsados en dirección a esa totalidad... descubrimos el aspecto divino o elevado de todo lo que nos rodea... el artista deja incubar en su subconsciente estos elementos dejando surgir la posibilidad de plasmar la belleza en un trabajo artístico o plástico. Todo lo que hacemos en nuestra vida a nivel físico y concreto, tiene sus repercusiones en planos mas sutiles y elevados, y viceversa. Así la creación de un mandala es un simple dibujo para el ojo racional, mientras que para lo
sutil, para la intuición, es un mapa que traza el camino a seguir hacia el auto conocimiento profundo, entendiendo incluso, aspectos imposibles de poner en palabras. La creación de un mandala, es un ida y vuelta entre lo sutil y lo concreto. La inspiración que nos impulsa a su creación, impulsará nuestras actividades y estará viva en todo lo que se constrsuya. La meta se alcanza con cada mandala terminado, que paradójicamente, simboliza el comienzo de un camino. Se alcanza entonces un grado elevado de conciencia, en donde todos los seres y todo lo que nos rodea, brillan con la magia de lo único, hallando en el universo la esencia de nuestra alma. La creación Un mandala posee tres partes básicas: el punto central, la irradiación de ese punto y el limite circular exterior. El dibujo de un mandala actúa directamente sobre la psiquis unificando por su centro y equilibrando por su ámbito; atrae la vista hacia el punto central o bindu, hacia la unidad, hacia lo divino, hacia nuestro propio centro. En la creación de un mandala se buscan referentes instantáneos que den a la luz los contenidos inconscientes del alma, ya sea para desarrollar nuestras fuerzas, para la autocuración, o para encontrar y generar armonía, paz y equilibrio interior. La libertad en la creación se extiende a los materiales: piedras, arena, tizas de colores, acuarelas, acrílicos, en maderas, hojas, metales, etc Durante la creación es imprescindible estar en contacto con nuestro interior y escuchar atentamente la información que de allí nos llega. Mas allá de las capacidades artísticas que cada uno posea, es cuestión de sinceridad, de aceptación, de crear con las bases puestas en el amor y el bienestar buscado. De esta forma el resultado será un sincero reflejo de nosotros mismos. El hecho de crear un mandala y observar sus formas y sus colores, es información directa para el creador, se establece una conexión con los aspectos profundos e internos, conscientes o inconscientes, expresando la bellaza, la alegría, inclusos malos momentos, ofreciendo una solución, una ayuda para el entendimiento y la comprensión intuitiva. Dibujando mandalas, creamos nuestro propio espacio sagrado, dejando fluir las energías de forma libre y natural. Al observar un mandala buscamos que nos centre, nos armonice, que nos otorgue paz y bienestar, que estimule nuestras ideas y despierte la creatividad, que nos oriente hacia un objetivo constructivo. La principal regla en la creación de un mandala es dejar fluir. Dejar fluir la imaginación, la creatividad, las energías, actuar de forma libre e intuitiva.
Es aconsejable que el dibujo no sea ni demasiado grande ni demasiado pequeño, establecer de ante mano cual será del derecho del dibujo y moverse a partir de allí, dibujar, trazar, pintar en el sentido de las agujas del reloj ya que ese es el sentido en el que fluye la energía, es sumamente importante actuar de forma espontánea, sin preconceptos, evitando la excesiva información que condicione el trabajo. Buscar un significado racional a lo que sin duda no lo tiene, puede truncar el valor esencial del mandala. La creación en sí, conlleva gozo y entusiasmo, si por el contrario despierta desgano y mal humor, no es el momento o el tipo de trabajo indicado. La sensación debe ser agradable. La concentración y el disfrute van de la mano. Cuando el subconsciente (puesto en marcha en la creación de mandalas) se encuentra en un ritmo de actividad adecuada, en ningún momento la persona se aburre. Basta con que vuelva la mente un poco sobre si misma, para que infinidad de maravillosas sensaciones broten de lo mas profundo. Colores, formas y números Cada vez que se comience a realizar un mandala, hay que empezar de cero. El momento presente es el que cuenta y no lo que sepamos de colores y formas. Hay que dejar que los colores, las formas y los números hablen a trabes de nosotros. Si bien existe una simbología básica, hay que tener en cuenta los aspectos subjetivos que hacen a cada persona. Así lo que para algunos es hermoso para otros no. Por esta sencilla razón, el mejor análisis y la interpretación mas certera, es la que uno realiza con la simple observación del mandala. Cada color posee un aspecto positivo y un aspecto negativo, por eso es esencial la auto observación y el estudio detallado del momento en el que se realiza un mandala. El estudio objetivo de nosotros mismos equivale también a aceptar, aquellos aspectos propios, que tal vez no nos gusten. El mandala es una especie de reflejo interior. La posibilidad de cambio esta siempre presente. Se trata de mirar con los ojos del alma. Los colores hablan. Vibran con una frecuencia determinada. Cuando un color es integrado a otro, son como las notas musicales que juntas producen una sinfonía. Su complejo mensaje llega de forma instantánea a nuestra comprensión intuitiva. La mejor lectura de un mandala se lleva a cabo con las "sensaciones" que este despierta en quien lo observa. Tabla de propiedades de los colores: En la siguiente tabla vamos a resumir, para los principales colores, qué simbolizan, así como su efecto psicológico o acción terapéutica, tanto en positivo, como en negativo:
Color
Significado
Su uso aporta
El exceso produce
BLANCO
Pureza, inocencia, optimismo
Purifica la mente a los más altos niveles
---
LAVANDA
Equilibrio
Ayuda a la curación espiritual
Cansado y desorienrtado
PLATA
Paz, tenacidad
Quita dolencias y enfermedades
---
GRIS
Estabilidad
Inspira la creatividad Simboliza el éxito
---
AMARILLO
Inteligencia, alentador, tibieza, precaución, innovación
Ayuda a la estimulación mental Aclara una mente confusa
Produce agotamiento Genera demasiada actividad mental
ORO
Fortaleza
Fortalece el cuerpo y el espíritu
Demasiado fuerte para muchas personas
NARANJA
Energía
Tiene un agradable efecto de tibieza Aumenta la inmunidad y la potencia
Aumenta la ansiedad
ROJO
Energía, vitalidad, poder, Usado para intensificar el metabolismo del fuerza, apasionamiento, cuerpo con efervescencia y valor, agresividad, impulsivo apapasionamiento Ayuda a siperar la depresión
Ansiedad de aumentos, agitación, tensión
PÚRPURA
Serenidad
Útil para problemas mentales y nerviosos
Pensamientos negativos
AZUL
Verdad, serenidad, armonía, fidelidad, sinceridad, responsabilidad
Tranquiliza la mente Disipa temores
Depresión, aflicción, pesadumbre
AÑIL
Verdad
Ayuda a despejar el camino a la consciencia Dolor de cabeza del yo espiritual
VERDE
Ecuanimidad inexperta, acaudalado, celos, moderado, equilibrado, tradicional
Útil para el agotamiento nervioso Equilibra emociones Revitaliza el espíritu Estimula a sentir compasión
Crea energía negativa
NEGRO
Silencio, elegancia, poder
Paz. Silencio
Distante, intimidatorio
Tabla de sensaciones: Ahora vamos a plantear el ejercicio inverso: supongamos que estamos diseñando un nuevo sitio web. Y supongamos que en determinadas situaciones queremos sugerir, promover determinados sentimientos entre nuestros visitantes. En la siguiente tabla esquematizamos como: Sensación
Colores
Calidez, tibieza
Colores tibios asociados al fuego: Marrón, Rojo, Naranja, Amarillo
Fascinación, emoción El amarillo dorado deja una sensación perdurable, brillante, fuerte.
Sorpresa
El granate, sorprende por poco usado.
Feminidad
La variedad de tonos alrededor del rosa y lavanda
Dramatismo
Verde oscuro, poderoso.
Naturalidad
Sutiles tonos de gris y verde
Masculinidad
Marrones, piel curtida y azules
Muestras
Juvenil
Colores saturados, brillantes, extremos, con el máximo contraste
Serenidad
Sombras frescas, del violeta al verde
Frescura
Tonos neutros de azul violeta y gris
La creación de mandalas, la meditación en ellos y la simple observación, representan una puerta que se abre generosa hacia nosotros mismos ampliando la perspectiva del universo en su totalidad.
"Solo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio corazón. Porque quien mira hacia fuera sueña Y quien mira hacia dentro despierta" Carl Jung.