De herencia anglosajona, a mitad de camino entre el desayuno y el almuerzo tardío del fin de semana, el brunch se impone en Buenos Aires como un momento del día. Sobre la mesa, cada lugar le da su toque según su estilo, que muchas veces mezcla opciones más sofisticadas con productos frescos y simples, que marcan el regreso definitivo a la cocina casera.