MASTER EN GESTIÓN DE PROYECTOS DE BIOCONSTRUCCIÓN
“La bioconstrucción como herramienta regenerativa para la producción de Vivienda adecuada” PROYECTO FINAL AUTORA
Candela Rebora TUTORA
Carmen Espinosa Rufat
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La bioconstrucción como herramienta regenerativa para la producción de Vivienda adecuada. Resumen En el marco de la pandemia COVID-19, la emergencia habitacional se ha visto agravada a causa del impacto desigual en barrios populares vulnerables. Desde la perspectiva del extractivismo urbano, se posiciona a la vivienda como un objeto mercantil y, en contraposición, aparecen nociones reflexivas y sensibles que consideran a la vivienda como un sistema abierto interconectado con otras escalas. A partir de esto, como objetivo se propuso analizar a la bioconstrucción como una herramienta regeneradora clave para la producción de vivienda adecuada planteada por la ONU, haciendo foco en la Habitabilidad y la Adecuación cultural, mediante la exploración de un prototipo de vivienda en el Litoral argentino que se articule con las referencias, tanto ambientales como socioculturales, encontradas en la región. En el prototipo de vivienda presentado, el elemento HABITABILIDAD se reflejó en el análisis de arquitectura bioclimática, de normas locales y de regiones bioclimáticas. En cuanto al elemento ADECUACION CULTURAL, se hizo hincapié en técnicas apropiadas referenciando a la vivienda tradicional; sin dejar de lado la capacidad modular y de fácil ensamble. Durante el desarrollo del trabajo se pudieron reconocer algunas semejanzas entre Bioconstrucción y Diseño regenerativo, ambos componen el concepto de ARQUITECTURA REGENERATIVA, que alberga nociones en común como la perspectiva sistémica, la democracia participativa, la innovación transformadora y la alfabetización socioambiental. La bioconstrucción es una herramienta regenerativa clave y conjuntamente con el modelo exportable propuesto pueden funcionar como una herramienta que responda beneficiosamente a otras regiones, adaptándose a referencias y problemáticas locales. Se encontraron semejanzas entre el prototipo propuesto y el modelo tradicional de vivienda regional. Este es un caso de estudio que puede replicarse apuntando a encontrar referencias de diseño bioclimático locales y técnicas apropiadas sin dejar de lado las ecotecnologías emergentes y la posibilidad de sistematizarse en un diseño modular de fácil montado. El prototipo generado es una respuesta preliminar experimental que requerirá de múltiples ajustes. Se requerirá de una etapa de evaluación del resultado, tanto en términos espaciales y constructivos, como financieros para observar si realmente puede considerarse como una alternativa factible. Palabras clave: VIVIENDA ADECUADA- BIOCONSTRUCCION- ARQUITECTURA REGENERATIVA
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Índice 1. INTRODUCCION …………………………………………………………………………………….5 _____________________________________________________________________________________ 1.1.
Introducción………………………….…………………………………………………………..7
1.2.
Objetivo………………………………………….……………………………………………….9
2. REVISION DE LITERATURA ……………………………………………………………………….10 _____________________________________________________________________________________ 2.1.
Vivienda y Habitar………………………………………………………………………………12
2.1.1.
Reflexiones en torno a la vivienda……………………………………………………………..13
2.1.2.
Registro de los primeros asentamientos regionales…………………………………………14
2.1.2.1. Vivienda del pueblo charrúa…………………………………………………………………...14 2.1.2.2. La vivienda Culata Jovai……………………………………………………………………….16 2.1.2.3. El rancho, la vivienda del gaucho argentino………………………………………………….17 2.2.
Reflexiones en torno a vivienda adecuada…………………………………..……………….19
2.2.1.
Vivienda adecuada según la ONU…………………………………………………………….19
2.3.
Nociones sobre la Bioconstrucción…………………………………………………..……….21
2.3.1.
Hábitat sustentable ………………………………………………...………………………….22
2.4.
Cultura regenerativa………………………………………………………….………………..23
2.4.1.
La labor regenerativa de los actores intervinientes……………………….…………………24
2.4.2.
Herramientas para la regeneración…………………………………..……………………….25
2.4.3.
Pensamiento de Tres horizontes………………………..…………………………………….26
3. PROTOTIPO DE VIVIENDA ………………………………………………………………………..29 _____________________________________________________________________________________ 3.1.
Prototipo de Vivienda Regenerativa para el Litoral argentino………………………..……..31
3.2.
Modelo analítico exportable …………………………………………………………………..50
4. DISCUSION GENERAL…………………………………………………………………………..…52 _____________________________________________________________________________________ 4.1.
Bioconstrucción + cultura regenerativa, concepto enlazado (gráfico y párrafo) ……….…54
4.2.
Vivienda tradicional + nuevo prototipo, semejanzas evidentes esquemáticas ……………57
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5. CONCLUSION ………………………………………………………………………………………60 _____________________________________________________________________________________ 6. BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………………….……..63 _____________________________________________________________________________________
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1.1.
Introducción.
El extractivismo urbano posiciona a la vivienda como a un objeto meramente mercantil y la especulación inmobiliaria la convierte en una especie de commodity, donde el inmueble pasa de ser un bien de uso para convertirse en un bien de cambio (Svampa & Viale, 2020). En el marco de la pandemia COVID-19, la emergencia habitacional se ha visto agravada a causa del impacto desigual en barrios populares vulnerables, donde se multiplican los contagios debido a un déficit estructural de vivienda adecuada y acceso a servicios básicos. LA VIVIENDA puede considerarse como una unidad celular donde se desarrollan funciones humanas vitales, uno de los escenarios de interacción más importantes, que aloja tanto actividades de despliegue individual como colectivo. La vivienda como espacio sociocultural tiene el poder de viabilizar la cohesión social y promover una relación intrínseca entre el individuo y su medio. La vivienda urbana como la vivienda rural comparten significados comunes, aunque posean características particulares. La vivienda urbana es una unidad celular (individual o colectiva) que desarrolla y delinea el espacio urbano. En cambio, la vivienda rural delinea las redes del tejido social entre comunidades rurales. EL DERECHO DE LA VIVIENDA ADECUADA se ve amenazado por programas institucionales y políticas públicas que promueven hogares inhabitables, imponen formas de habitar homogéneas y favorecen indicadores cuantitativos de vivienda sobre la calidad de vida. La ONU ha definido a la Vivienda adecuada como “el derecho de toda mujer, hombre, joven y niño, a tener y mantener una comunidad y hogar seguros donde vivir en paz y con dignidad”. El complejo concepto de vivienda adecuada se reconoce como un derecho humano central, que en múltiples casos es violado y afecta de manera desigual a hombres y mujeres, dados los roles de género dominantes y el desequilibrio de poder. En 1991 el Comité de la ONU sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR) ha identificado siete elementos esenciales del derecho a la vivienda adecuada: • Seguridad jurídica de la tenencia de la vivienda • Disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura. • Asequibilidad • Habitabilidad • Accesibilidad • Ubicación • Adecuación Cultural. Dentro de los 7 elementos esenciales para la vivienda adecuada, la Habitabilidad y Adecuación cultural serán nuestras coordenadas en la conceptualización de la vivienda adecuada. 7
LA HABITABILIDAD garantiza la seguridad física de sus habitantes y proporciona un espacio confortable, contempla la existencia de un hábitat seguro para desarrollar la vida y dar protección contra agentes naturales externos como frío, calor, lluvia, viento u otras amenazas de salud y riesgos estructurales. LA ADECUACIÓN CULTURAL es un elemento que garantiza la expresión de identidad y diversidad cultural de las comunidades dentro del contexto o región particular. Una vivienda adecuada culturalmente debe considerar las necesidades y prácticas sociales, recreativas, estilos de vida, uso de los espacios, uso del tiempo o actividades productivas que emerjan del momento histórico especifico en el que se formaliza. Las ecotecnologías emergentes deberán reflejar el desarrollo sin condicionar creencias y dimensiones culturales.
Figura 01. Mujeres pintan sus casas cada año debido a que la temporada de lluvia lava los muros en el pueblo de Siby, Mali. Fuente. Inventario de fotografías de Carine Ouvry-Bormans
Las malas prácticas arquitectónicas y el uso de materiales-tecnologías industrializadas promueven "Mal desarrollo" de las comunidades y generan un impacto negativo en el medio que nos rodea.
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El mal desarrollo puede referirse a la violación de la integridad de sistemas orgánicos interconectados e interdependientes, que promueve procesos de explotación, desigualdad, injusticia y violencia (Svampa & Viale, 2020). El mall desarrollo arruina estilos de vida sanos, agudiza la miseria y menosprecia las necesidades básicas humanas para solo enfocarse en la producción de mercancías (Shiva, 1995: 19-75). “El mal desarrollo es mal desarrollo en pensamiento y acción. En la práctica, esta perspectiva fragmentada, reduccionista y dualista viola la integridad y armonía del hombre con la naturaleza, y la armonía entre el hombre y la mujer” (Shiva, 1995: 19-75). LA BIOCONSTRUCCIÓN persigue minimizar los impactos de la industria de la construcción como una práctica saludable y reguladora a favor de un hábitat saludable. Mediante una relación holística del ser humano con su entorno, posiciona a la sociedad y al medio ambiente como actores esenciales de la nueva cultura arquitectónica propia de una sociedad que trabaja en comunión con las técnicas constructivas tradicionales junto con las ecotecnologías emergentes, las necesidades del individuo y en un territorio específico. Es fundamental el análisis de nuestro campo disciplinario, para identificar el impacto de la producción de hábitat a partir de tres ejes: sociocultural, económico y ambiental. Estamos atravesando la era del ANTROPOCENO, lo que se designa como un nuevo periodo histórico donde hemos atravesado un umbral peligroso de consumo energético y se manifiesta mediante el calentamiento global y las consecuencias de la crisis climática (Svampa & Viale, 2020). En la actualidad pensar en sostenibilidad ya no es suficiente, necesitamos pensar y desarrollar una cultura regenerativa. (Wahl,2016). Es evidente la necesidad de restaurar el mal desarrollo generado mediante una transformación radical para favorecer el devenir de generaciones futuras.
1.2.
Objetivo
Desde la perspectiva del extractivismo urbano, se posiciona a la vivienda como un objeto mercantil, estético y formal que solo genera utilidades. En contraposición, aparecen nociones más reflexivas y sensibles que consideran a la vivienda como un sistema abierto, interconectado con otras escalas, con su territorio y con las actividades productivas o culturales que se realizan y que muchas veces influyen sobre el espacio- forma. A partir de esto, como objetivo se propone: Analizar a la bioconstrucción como una herramienta regeneradora clave para la producción de vivienda adecuada planteada por la ONU, haciendo foco en la Habitabilidad y la Adecuación cultural, mediante la exploración de un prototipo de vivienda en el Litoral argentino que se articule con las referencias, tanto ambientales como socioculturales, encontradas en la región.
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2.1.
Vivienda y Habitar.
En la actualidad, si nos preguntáramos de qué hablamos cuando hablamos de vivienda, sin duda, estaríamos frente a un concepto de índole interdisciplinar, colmado de complejidades y multiplicidad de enfoques o lenguajes. La problemática habitacional que enfrenta la sociedad podría considerarse como problema y como solución. Esta problemática puede resolverse como una actividad económica privada, mediante la práctica profesional de un arquitecto responsable que se centra en la tecnificación de la vivienda y su calidad de diseño; como cooperativismo, que apunta a favorecer la accesibilidad mediante la agrupación de personas sin fines de lucro; o como intervencionismo estatal, mediante una acción planificada y racional de políticas públicas, programas o planes habitacionales gubernamentales. La definición del verbo ‘Habitar’ puede considerarse como la búsqueda hacia la plenitud que llama al construir, cultivar o edificar, como una expresión del ser con los otros, vinculados a los demás y en ese poblar se traducen ambos en una tarea societaria. ‘Habitar’ reflexivamente significa construir espacios vitales, construir sentidos desde los afectos, desde el cuidado y el abrigo. El habitar siempre es colectivo e incluye lo político como acción que incide directamente en el potencial creativo y trasformador (Blanco Latierro, 2015) Retomando la definición de vivienda desarrollada en la publicación ‘Aspectos teóricos de la vivienda en relación con el Habitar’ de Ana María Rugiero Pérez, se puede encontrar una sistematización de la misma que da lugar a seis enfoques: Como valor social, que interpreta y lleva implícito un sentido de solidaridad u anhela que se cumplan los principios de equidad y oportunidad para todos, como un engranaje de la vida en sociedad y no como un gesto de caridad que rebaja la dignidad de los afectados. Dependiendo del contexto donde se emplace la vivienda, las soluciones habitacionales deberían ofrecer una gama de alternativas; Como objeto que provoca una inmediata representación esquemática o abstracta. Mas allá de considerarse como un aspecto material de la cultura, también acarrea consecuencias sobre la vida social, siendo un soporte material para la actividad humana. Es una estructura física que funciona como abrigo, que satisface necesidades biológicas y sociales de un grupo familiar. Para que deje de ser un mero objeto se requiere de una referenciación a las múltiples variables que lo componen, ya sean económicas, sociológicas y arquitectónicas. Por lo tanto, para considerarse una vivienda las variables costo, diseño, tecnología, estilos de vida, identidad o pertenecía son fundamentales. Como satisfactor de necesidades, de necesidades básicas o primarias, fundamentales, biológicas sociales y humanas o del grupo familiar. Esta última, hace referencia al desarrollo personal, de 12
identidad, privacidad, intimidad, mientras que las sociales involucran al grupo familiar, vecindario, comunidad, otorgando sentido de pertenencia e interrelación. La vivienda es satisfactor de una sola necesidad que es la de subsistencia, lo que deja en manifiesto que la vivienda es una necesidad en sí misma. Como proceso, la vivienda como construcción vernácula típica responde a procesos de generación de un diseño y de una dinámica constructiva-tecnológica, ligada a la tradición. La vivienda como objeto no hace referencia a un producto terminado, más bien puede relacionarse a un organismo vivo, que está en un constante proceso de transformación y evolución. Como sistema, a partir de una perspectiva holística o un enfoque sistémico, la vivienda podría considerarse como un sistema dinámico que cuenta con elementos conjugados y articulados armónicamente que proponen respuestas diversas, simultaneas, y complementarias, que se retroalimentan. La familia, vecindario y comunidad funcionan como un sistema social que se sitúa en un tiempo y espacio específico (terreno, infraestructura de urbanización, servicios, equipamiento social y comunitario) para dar lugar al proceso sistémico de la vivienda en sí. Es vital contar con una vivienda como sistema abierto capaz de acoger nuevos problemas y modificarse continuamente sin perder ninguna de las ventajas de la ordenación sistemática. Como género de vida, o estilo de vida. Por lo cual, la subjetividad de la arquitectura se adapta a un cierto estilo de vida y todas las formas de expresión de la propia existencia. La vivienda como expresión humana se adecúa a conductas y tareas que definen el desarrollo del vivir y habitar. (Rugiero Pérez, 2000) 2.1.1.
Reflexiones en torno a la vivienda.
La vivienda vernácula, una caverna, por ejemplo, puede ser consideraba como un cobijo primigenio, rustico o elemental pero no puede vincularse al campo de lo dado naturalmente, como lo es el sol o el aire, por lo tanto, posee ausencia de lo natural y podría verse la presencia de lo artificial, ya que es objeto creado por el hombre, que lo direcciona a cumplir sus expectativas o aspiraciones, La vivienda refleja el El ser, el habitar y el construir, es un signo de humanidad, fue imaginada y concebida de forma previa, sin ser solo un objeto meramente utilitario sino un reflejo de las capacidades y anhelos del hombre o de un grupo humano. La vivienda también significa lo tridimensional, el volumen y el espacio interior. El volumen hace referencia a sus límites, a su geometría, a su irrupción en el entorno, que automáticamente limita
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un espacio interior y otro exterior, el ser humano se aparta del medioambiente, intenta controlar las variaciones adversas del exterior, como lo es el sol, la lluvia o el viento. Además, la vivienda simboliza la protección, el deseo de bienestar, lo seguro y lo perdurable. El hombre aspira a un bienestar físico, buscando evitar que agentes exteriores afecten su accionar y desarrollo. La solidez, la estructura y la materialidad de la vivienda releja lo perdurable, lo permanente. Las áreas con funciones específicas, como dormir, cocinar o asearse, organizan los hábitos del ser humano en conformidad con sus necesidades básicas. La vivienda refleja la centralidad, las costumbres, la territorialidad, la privacidad e intimidad. La centralidad como base de permanencia y de dominio. La ocupación y uso de los espacios, muebles, objetos o símbolos determinan las costumbres. En tanto, territorialidad se refleja en diferenciación por sexo, por edad o jerarquía. La vivienda significa lugar ordenado y jerarquizado dotado de espacialidad que, tanto para sus habitantes como para los ajenos, se abre simbólicamente desde lo privado, ya que posibilita el constante encuentro entre el medio ambiente, propios y ajenos a esa vivienda. (Rugiero Pérez, 2000) 2.1.2.
Registro de los primeros asentamientos regionales.
2.1.2.1. La vivienda del pueblo charrúa. Los charrúas fueron los primitivos pobladores de la ribera norte del Río de la Plata. En la época colonial, los distintos grupos indígenas “emparentados” con los charrúas (tales como los bohanes, minuanes o guenoas), quedaron finalmente fusionados debido a las constantes corridas, así como la construcción de fortalezas en la costa del Río de la Plata, que obligaron a que estos grupos se alejaran de la costa hacia el norte ocupando territorios despoblados. En cuanto a su destino, se considera de carácter doméstico, una vivienda familiar que se aleja de la vivienda colectiva, ya sea de carácter simple o múltiple, y dejando sin consideración a la choza sagrada para los ritos funerarios. La vivienda charrúa se encontraba próxima a los lugares donde se les asegurara su alimentación, tales como los ríos y arroyos. Al tratarse de un pueblo nómade, la vivienda debía portar la virtud de ser de fácil armado o traslado. Los registros que aparecen de la primera vivienda charrúa la describen estructurada en torno a cuatro postes hincados en tierra sobre las que se les colocaba travesaños horizontales. La obra se complementaba con laterales de esteras de juncos para protegerse del frío, viento y lluvia.
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Figura 02. Vivienda charrúa cuadrada de techo plano y revestimiento de juncos. Fuente. Petit Muñoz, Eugenio: La vivienda charrúa /Eugenio Petit Muñoz.Montevideo: FHC, 1950
Con la conquista europea, emerge un modelo de vivienda "mestizada”, se introduce el uso del cuero de ganado europeo para la cubierta de techo fue introducido. Este modelo, a pesar de no ser la típica vivienda ni la vivienda primitiva, se ha dado como representativa de la vivienda charrúa, que además fue la que predominó tiempo después en la región habitada por el pueblo del charrúa. Con la llegada del pueblo europeo, también llega el ganado vacuno y caballar, así surgen las “tolderías”, donde se reemplazan las esteras por cueros. Los techos comienzan a armarse en ramas arqueadas cubiertas por cueros de gran tamaño. (Petit Muñoz, 1950)
Figura 03. Prototipo cupliforme alargada con techo semicilíndrico y cubierta con cuero vacuno Fuente: Petit Muñoz, Eugenio: La vivienda charrúa /Eugenio Petit Muñoz. Montevideo: FHC, 1950
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2.1.2.2. La vivienda Culata Jovai En relación a los primeros asentamientos regionales, podemos distinguir el prototipo de vivienda llamado “CULATA JOVAI” como un claro ejemplo de la arquitectura bioclimática local aplicado instintivamente, registrado en las regiones del noreste argentino y en Paraguay. Culata Jovai se denomina a un rancho con techo de paja, que cuenta con un cuerpo central que se encuentra totalmente abierto hacia el este y oeste. Allí se reciben a las visitas, siendo comedor, cocina y despensa. En cada extremo hay una habitación en forma de media luna (al menos en los primeros registros de uso técnicas de construcción más rudimentaria). La vivienda posee una puerta que da al galón y una ventana. Ambas sirven de dormitorio en las noches de lluvia o de intenso frío. Estamos frente a otro ejemplo de vivienda mestiza, primitiva y rudimentaria, en la que se mezclan armoniosamente los elementos del tapyi (choza nativa) autóctona y de la casa peninsular (Sánchez Quell, 1981)
Figura 04. Fotografía de grabado publicado en el libro Paraguay Fuente. Ilustrado de Milda Rivarola.2016
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El historiador-genealogista paraguayo, Eusebio Velázquez Nielsen plantea que el prototipo de vivienda es un diseño traído por los caballeros castellanos durante la época de la conquista y que luego se fue fusionando y tomando características propias de la población y sus costumbres. Los materiales utilizados han sido el barro, adobe, cañas de tacuaras, hasta llegar a los ladrillos pasando por la madera. En cuanto a la cubierta de techo, se utilizaron palmas y paja hasta la aparición de materiales industrializados. En las construcciones laterales, se llevaba a cabo la vida íntima y en el centro, libre de paredes, donde el viento podía refrescar los tórridos días de calor, se desarrollaba el área “social”, donde la familia se reunía o recibían a algún visitante. La cocina, generalmente, estaba en la parte posterior, bajo un alero que funcionaba como extensión del cuerpo principal y finalmente, el sanitario, siempre apartado de la casa. La construcción de la Culata Jovai sigue un proceso inverso que en Europa: no se comienza por la pared, sino después de terminado el techo. De acuerdo a la disponibilidad de materiales o el poder económico de la comunidad, este proceso favorece la planificación y etapabilidad en la construcción, ya que se la puede ir construyendo por etapas. En la actualidad, este modelo sigue vigente, sobre todo en las comunidades rurales y en las comunidades guaraníes del Alto Paraná, por su simpleza, funcionalidad y practicidad. La vivienda “culata jovai” es todo un patrimonio arquitectónico de la sociedad primigenia de América del Sur. 2.1.2.3. El rancho, la vivienda del gaucho argentino. En la región pampeana argentina también podemos encontrar el prototipo de rancho, que es la vivienda típica y primitiva del gaucho argentino. Este fue quizás el primer hogar que tuvo el gaucho y marcó el comienzo de una nueva etapa de conquista de tierras por parte del criollo. Los ranchos eran construcciones sencillas que no necesitaban de la ayuda de un gran personal, ni planos ni arquitectos para construirlos. En los territorios de la Región Pampeana, haciendo frente a los vientos predominantes y ocasionalmente protegidos por arboledas, se construyeron estas viviendas de baja altura, con amplios aleros y techos en pendiente.
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Figura 05. Materialidad y técnicas utilizadas en la vivienda del gaucho argentino Fuente. El rancho la vivienda del gaucho argentino. (20 de enero del 2020). El arcón de la historia
La mayoría de los ranchos tenían paredes de tierra cruda y techo de paja o juncos. En los territorios de la pampa, azotados por vientos y lluvias, no había más elementos que tierra y pastos para construir. Estas viviendas eran bajas, con un amplio alero y techos en declive (E). Algunas veces disponían de una “ramada” (F), generalmente utilizadas en las pulperías para cobijo de sus clientes. En zonas serranas, como había piedras para construirlos, se las utilizaba para levantar paredes (G), uniéndolas con una argamasa que se hacía con una mezcla de paja y estiércol de caballo. El techo tenía un declive menos pronunciado, aunque también era de paja.
Figura 06. Paredes quinchadas. Fuente. El rancho la vivienda del gaucho argentino. (20 de enero del 2020). El arcón de la historia
En zonas de pajonales, las paredes eran “quinchadas” (de “quincho”, palabra derivada del quichua “kencha”, que significa “pared de ramas”). Era una trama o tejido hecho con ramas, juncos, paja, etc., con el que se levantaban paredes y techos. Iba “cocida”, es decir, sujeta a una armazón de cañas o troncos de madera (H). (El rancho la vivienda del gaucho argentino, 2020). 18
2.2.
Reflexiones en torno a vivienda adecuada
La vivienda puede considerarse como una unidad celular donde se desarrollan funciones humanas vitales, uno de los escenarios de interacción más importantes, que aloja tanto actividades de despliegue individual como colectivo. La vivienda como espacio sociocultural tiene el poder de viabilizar la cohesión social y promover una relación intrínseca entre el individuo y su medio. La vivienda urbana como la vivienda rural comparten significados comunes, aunque posean características particulares. La vivienda urbana es una unidad celular (individual o colectiva) que desarrolla y delinea el espacio urbano. En cambio, la vivienda rural delinea las redes del tejido social entre comunidades rurales. Desde un enfoque físico-espacial, la vivienda es un bien con localización fija donde el individuo desarrolla funciones básicas de descanso, alimentación, convivencia, reproducción, estudio, entre otras. Involucra la aplicación de conocimientos constructivos y de diseño, a la vez que permite el acceso a las infraestructuras y equipamientos públicos en los asentamientos humanos. Un ideal de vivienda adecuada anhela ser asequible por cualquier individuo, sin limitantes de condición social, económica o ideológica e implicaría que sus elementos materiales sean suficientes, de calidad, de diseño, con una apropiada ubicación, dotada de servicios e infraestructura; estando emplazada en un entorno saludable, con condiciones físicas, espaciales, higiénicas y satisfactorias para sus habitantes, además de contribuir con la actividad productiva y la cultura de sus habitantes. Así también, los asentamientos, barrios o comunidades donde se sitúan las viviendas tendrían que responder armónicamente con la gestualidad humana de sus habitantes, bajo un ordenamiento territorial que responda a criterios de crecimiento urbano sustentable. El emplazamiento de las viviendas y sus entornos tendrían que posibilitar el bienestar humano y comunitario, además de facilitar su organización social, las relaciones saludables, las redes de apoyo vecinal y la cohesión social. Es fundamental que sea un escenario que posibilite tanto las condiciones internas adecuadas como un entorno (barrio o comunidad) digno, además de contribuir a que sus habitantes disfruten del derecho a la ciudad o del acceso a la tierra en el caso de la ruralidad. 2.2.1.
Vivienda adecuada según la ONU
La ONU ha definido a la Vivienda adecuada como “el derecho de toda mujer, hombre, joven y niño, a tener y mantener una comunidad y hogar seguros donde vivir en paz y con dignidad”.
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El complejo concepto de vivienda adecuada se reconoce como un derecho humano central, que en múltiples casos es violado y afecta de manera desigual a hombres y mujeres, dados los roles de género dominantes y el desequilibrio de poder. En 1991 el Comité de la ONU sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR) ha identificado siete elementos esenciales que debe tener una vivienda para ser considerada adecuada: • Seguridad jurídica de la tenencia de la vivienda. Independientemente de la forma de la tenencia (propietario, alquiler, cooperativa, asentamiento informal, etcétera), se deberá tener algún nivel de certeza jurídica de la posesión de la vivienda que garantice protección legal contra el desalojo forzoso, el hostigamiento y otras posibles amenazas. • Disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura. Se refiere a los servicios para la satisfacción de necesidades básicas de salud, seguridad, comodidad y nutrición (agua potable, instalaciones sanitarias adecuadas, energéticas para la cocción de alimentos, calefacción y alumbrado, conservación de alimentos, eliminación de residuos y servicios de emergencia). • Asequibilidad. Los gastos económicos derivados de la residencia en la vivienda no deberán dificultar la satisfacción de otras necesidades básicas. • Habitabilidad de la vivienda. Implica la existencia de elementos estructurales y de diseño que garanticen la protección de sus ocupantes ante las inclemencias del medio ambiente y las amenazas a la salud, así como la suficiencia del espacio. • Accesibilidad. Se entiende como tomar en consideración las necesidades específicas de los grupos desfavorecidos y marginados con la finalidad de atender su problemática particular y concederles cierta prioridad en el acceso a la vivienda. • Ubicación. La vivienda debe estar en un sitio que garantice el acceso, por cualquier vía, al empleo, servicios de salud y educativos, y no encontrase en zonas contaminadas o peligrosas que pongan en riesgo la salud de sus residentes. • Adecuación cultural. Apunta al respeto de la expresión de la identidad cultural y diversidad de los residentes en la construcción o modernización de la vivienda. Dentro de los 7 elementos esenciales para la vivienda adecuada, el prototipo propuesto hará foco en la Habitabilidad y Adecuación cultural, coordenadas fundamentales en la conceptualización de la vivienda adecuada Intentando abordarlas desde la pedagogía de la bioconstrucción como herramienta regenerativa. La Habitabilidad garantiza la seguridad física de sus habitantes y proporciona un espacio confortable, contempla la existencia de un hábitat seguro para desarrollar la vida y dar protección
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contra agentes naturales externos como frío, calor, lluvia, viento u otras amenazas de salud y riesgos estructurales. En cuanto a la adecuación cultural, la vivienda debe reflejar la expresión de identidad y diversidad cultural de las comunidades dentro del contexto o región particular. Las ecotecnologías deben acompañar el desarrollo sin condicionar creencias y dimensiones culturales. Una vivienda adecuada culturalmente debe considerar las necesidades y prácticas sociales, recreativas, estilos de vida, uso de los espacios, uso del tiempo, formas de movilidad o actividades productivas que emerjan del momento histórico especifico en el que se formaliza. Se considera relevante fomentar la participación de las personas en las decisiones relativas a la producción de la vivienda, de tal forma que sus necesidades culturales e identitarias sean incluidas (Coneval, 2018). 2.3. Nociones sobre la Bioconstrucción. La palabra bioconstrucción hace referencia a los sistemas de edificación aplicados a viviendas, refugios u otras construcciones, realizados con materiales de bajo impacto ambiental o ecológico, reciclados, reciclables o extraíbles mediante procesos sencillos. La bioconstrucción es una práctica respetuosa que persigue la minimización de impactos generados por el uso abusivo de recursos renovables o no renovables y de sistemas industrializados, y de este modo, favorecer los procesos evolutivos de todo ser vivo y así, garantizar el bienestar de generaciones futuras. La Bioconstrucción aparece intrínsecamente relacionada a la Permacultura, que es un concepto acunado por los ecólogos australianos David Holmgren y Bill Mollison, en 1978. Ellos definen a la permacultura como la filosofía de trabajar con, y no en contra de la naturaleza, luego de una observación prolongada y reflexiva. Además de considerarla como una práctica que genera paisajes conscientemente diseñados que simulan o imitan los patrones y las relaciones observadas en los ecosistemas naturales. La permacultura como método sistémico se basa en 3 éticas: El cuidado de la tierra, El cuidado de las personas y El cuidado de los recursos, distribución o repartición justa. Si pensamos en arquitectura construida bajo criterios de bioconstrucción en un contexto permacultural, indefectiblemente la vinculamos a materiales alternativos de bajo impacto ambiental, trabajos cooperativos y recuperación de sistemas constructivos ancestrales. Un edificio bioconstruido debe comportarse como un ser vivo (funcionar con las leyes de la naturaleza, integrarse en ella, manejar conocimientos de biología, física, botánica, química, geología y geobiología), como la tercera piel del individuo (que requieren de un manejo de nociones de
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fisiología, medicina, psicología, sociología y debe procurarnos cobijo, abrigo, salud) y debe estar realizado con técnicas constructivas integradas en el entorno, paisaje y sociedad donde se implanta. Para ello se requieren conocimientos de bioclimática, técnicas constructivas actuales y vernáculas, ordenación del territorio y urbanismo, arquitectura e ingeniería de la edificación. 2.3.1.
La bioconstrucción y el hábitat sustentable.
La bioconstrucción es una práctica que está inmersa una trama rica, compleja y diversa que podemos denominar hábitat. “El hábitat no es solo la casa sino el entorno, es el lugar donde se vive. El hábitat se tiene que transformar para sentirse como un lugar de convivencia, de complementariedad, de intercambio, de disfrute, en un espacio lúdico y político” (Enrique Ortiz). Las malas prácticas arquitectónicas y el uso de materiales o tecnologías industrializadas promueven "Mal desarrollo" de las comunidades y generan un impacto negativo en el medioambiente. Para identificar su impacto y enfocarnos en la producción de un hábitat sustentable es fundamental regirse bajo el eje sociocultural, el económico y el ambiental vinculados de manera tolerable, viable y equitativa.
Figura 07. Esquema Hábitat sustentable y sus ejes de aplicación. Fuente: Imagen de elaboración personal.
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El eje ambiental se enfoca en el vínculo de respeto con la naturaleza para restablecer el equilibrio perdido entre entorno humano y entorno natural. Para ello se intenta dar lugar a edificaciones que partan desde el diseño bioclimático aspirando a la eficiencia y autosuficiencia energética. El empleo de la arquitectura bioclimática mejora la relación humano-naturaleza, el conocimiento territorial, el manejo adecuado de los bienes naturales. Además, colabora en la mitigación de los efectos del cambio climático y se disminuye el gasto energético. También se aspira a el reconocimiento de los materiales ya sea biodisponibles o industrializados, contemplando el ciclo de vida de los mismos, así como la minimización del consumo de agua y de residuos en la fase de obra. Se prevé la máxima prolongación de la vida útil de una construcción. Ante los riesgos de catástrofes naturales debemos asegurar la solidez de las edificaciones emparentadas adecuadamente a un contexto donde se favorezcan los procesos naturales. El eje sociocultural se enfoca en devolver al individuo tanto la responsabilidad como la autonomía para vivir de forma armoniosa y sostenible. Promover una individualidad entendida desde la filosofía de justicia social, cooperación, diálogo e intercambio. Por lo tanto, valerse de las nuevas técnicas constructivas fundiéndolas con la cultura socio-constructiva local, siendo un espacio propicio para que florezca la cohesión social. Ante este contexto es fundamental aproximación a los nuevos modos de habitar y sus dinámicas, como el co-housing o las eco aldeas. Las dinámicas o estructuras sociales deben ser capaces de desarrollar todo potencial físico, psicológico, emocional, espiritual y social de sus habitantes a partir de reconocer el desequilibrio estructural entre hombres y mujeres, dados los roles de género dominantes y valorando las tareas de mantenimiento del hogar y la vivienda, tareas de cuidado tradicionalmente realizadas por mujeres. En cuanto al eje económico, se enfoca en la filosofía del compartir y disfrutar en lugar de acumular bienes materiales. Al reconocer el mal accionar del capitalismo que agrava la situación actual en cuanto a la crisis climática, tanto las comunidades, organizaciones, empresas y gobiernos deben abordar las causas estructurales y sistémicas buscando oportunidades disruptivas o modos de relacionarse y negociar que aporten a una transición que se manifieste económica y culturalmente viable.
2.4. Cultura regenerativa. Cuando narramos una cultura humana regenerativa nos referimos a aquellas que presentan una conducta saludable, resistente, adaptable y consciente de los cambios del planeta. El concepto de
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resiliencia está estrechamente relacionado con una cultura humana regenerativa, en el sentido de la habilidad de recuperar funciones básicas vitales y reponerse de cualquier clase de desajuste o crisis.
¿Pero que es regenerar? Regenerar significa poner una cosa deteriorada o gastada en buen estado, o hacer que una persona abandone hábitos o conductas que se consideran perjudiciales moralmente o; someter una sustancia o un material a un proceso de purificación para que se pueda reutilizar. En verbo pronominal, regenerarse se dice de abandonar hábitos o conductas que se consideran perjudiciales. 2.4.1. La labor regenerativa de los actores intervinientes. En la actualidad es necesario que proyectos arquitectónicos- urbanísticos se vinculen con el medio ambiente circundante en todas sus esferas, donde los triunfos se midan cualitativamente en bienestar del ecosistema y usuarios. El nuevo concepto de arquitectura regenerativa deberá cambiar el enfoque en las etapas proyectuales para desarrollar la capacidad colectiva de cambiar hábitos perjudiciales para recuperar conductas acordes con el ejercicio respetuoso de la profesión e intervención del territorio, dando lugar al respeto ciclos vitales naturales de ecosistemas, luego de haber sufrido una alteración negativa causada por la intervención humana.
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Figura 08. Cultura regenerativa y sus campos de acción. Fuente: Elaboración personal basada en cuadro de Cultura regenerativa de Cristhian Dahl
Para accionar como profesionales responsables, debemos transicionar desde las conductas erróneas que hemos cometido para trasmutar a un camino regenerativo de reciprocidad y concordancia con la vida. Para adquirir el compromiso de evolucionar a un bien mayor se deben comprender las condiciones bioculturales locales y reflexionar sobre el accionar individual y colectivo en territorios específicos para replicarlos en otros espacios de acción. Romper este paradigma implica crear una narrativa regenerativa, hacerse nuevas preguntas, cuestionarse el proceso creativo de diseño y la estructura del propio relato para impulsar la regeneración sociocultural, ambiental y económica. 2.4.2.
Herramientas para la regeneración
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La perspectiva sistémica, como herramienta fundamental para la regeneración, conecta y fortalece al planeta y su vitalidad para que pueda florecer en diferentes escalas, desde lo local hasta lo regional y lo global. Las relaciones e interacciones sistémicas fomentan la diversidad, la calidad y abundancia en múltiples escalas. Es importante hacer foco en la salud de sistemas completos para regenerar la vitalidad, nutrir y regenerar el patrón de interdependencias socio ecológicas que apoyan la salud humana y planetaria. Otra herramienta beneficiosa es la apertura a la democracia participativa, que dependerá de una sociedad dotada de responsabilidad socioambiental y constante búsqueda del aprendizaje y compromiso con generaciones futuras. Ante estos cambios de paradigmas, los grupos humanos fortalecidos podrán optar por la regeneración en lugar de la explotación para prosperar juntos, cambiando la perspectiva relacional para dejar de verse como individuos para comenzar a verse inmersos dentro de un sistema complejo de comunidades con múltiples escalas. Las redes multidisciplinarias, el conocimiento y la tecnología a disponibilidad de todos son catalizadores en la creación de sistemas regenerativos que favorecen procesos de fortalecimiento de comunidades que buscan mayor autosuficiencia adaptadas a la singularidad del lugar y a una escala adecuada. Tanto la conciencia colectiva, las conversaciones a escala comunitaria y la toma de decisiones consensuadas son poderosas herramientas de transformación cultural para la creación sistemas que colaboren en la mitigación del cambio climático mediante la restauración de funciones vitales de los ecosistemas y que fomenten la solidaridad, la cohesión comunitaria y la resiliencia. La innovación transformadora aplicada al rediseño de hábitats requiere de procesos disruptivos de cuestionar todo lo preestablecido para responder sabiamente al cambio, saber cuándo persistir, cuándo adaptarse y cuándo fundamentalmente transformar. Cuestionarse y preguntarse es una práctica que nos invita a remediar acciones que realizamos a diario de manera responsable. Reexaminar la relación con la naturaleza es necesario para sembrar patrones regenerativos que favorezcan economías circulares y regionales en apoyo a las comunidades y sus ecosistemas. La educación para la alfabetización ecológica y social es fundamental en el desarrollo de una conciencia regenerativa colectiva capaz de aprender a transformarse continuamente. Siendo la respuesta que se anticipa a cambios inevitables y pueda guiar a la acción sabia frente a la toma de decisiones sobre qué tecnologías emplear o a qué escala. Esta sabiduría colectiva deberá adaptarse a las condiciones únicas y a las practicas locales de una cultura y lugar en particular. 2.4.3.
Pensamiento de Tres horizontes.
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Los miembros de la IFF (Intenational Future Forum) desarrollaron los "Tres Horizontes" o "Pensamiento de Tres Horizontes" que es un método para dar sentido, facilitar la transformación cultural, la exploración de la innovación y la acción inteligente frente a incertidumbre que se genera entorno al cambio climático, todo lo que implica y traerá aparejado. El marco "Three Horizons" es una herramienta de pronóstico que puede ayudarnos a estructurar nuestro pensamiento sobre el futuro de manera que impulse la innovación para facilitar la transición hacia culturas regenerativas. Estamos transicionando entre Horizonte 1 y Horizonte 3. Esto significa que sostener un mundo de Horizonte 1 (un mercado funcionando desmedidamente como lo hace en la actualidad) no será posible por mucho tiempo más. El Horizonte 2 intenta identificar ideas de innovación concretas mediante una transición paulatina hacia la cultura regenerativa del Horizonte 3, que es el momento donde las innovaciones se vuelven más efectivas y concretas que las prácticas existentes y se comienzan a reemplazar aspectos establecidos del mercado a cambios e innovación disruptiva.
Figure 09. Tres horizontes aplicados a la transición hacia una cultura regenerativa. Fuente: Esquema de elaboración personal representativo adaptado de www.bit.ly/DRC229.
La metodología de los 3 horizontes funciona como una herramienta de pensamiento para el inicio de la creación de culturas regenerativas capaces de transformarse sistémicamente mediante
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respuestas innovadoras, disruptivas y adecuadas a un contexto socioambiental dañado, pero en constante dinamismo. Frecuentemente se confunde el diseño, con una visión estética y superficial. Al observar la naturaleza podemos entender que se abstrae de esas nociones porque su misión es crecer, evolucionar, adaptarse y complejizarse. Diseño también implica la alteración en el funcionamiento de los procesos naturales y el mantenimiento de la integridad esencial de sus capacidades regenerativas. (Wahl,2016). Como actores sociales para la transición, será fundamental la evaluación de propuestas en clave regenerativa y restaurativa, que purifiquen la preexistencia de diseños irresponsables y estilos de vida de consumo desenfrenado. Las relaciones humanas no quedan exentas de esta necesidad de regeneración, ya que tenemos un modelo de desarrollo basado en la individualización, se vive acinados en ciudades y más conectados por la tecnología. La arquitectura ha sido cómplice en esa excesiva individualización de la sociedad y ha atomizado a sus habitantes. Un edificio que nos cuida, enfocado en la salud de las personas que lo habitan, que purifica el aire contaminado que respiramos a través de la ventilación y sus materiales absorben componentes tóxicos del aire, o que no generan impacto electromagnético, es parte del cambio de paradigma. Los edificios deben entenderse como organismos vivos, autosuficientes y que posibiliten la construcción de relaciones de apoyo y cuidados; que produzcan energía, que depuren el agua, que introduzcan biodiversidad, que absorban CO2 y que puedan producir un impacto positivo. Por lo tanto, aparecen los seres humanos cooperando en el cuidado y mantenimiento para que estas edificaciones que se brindan como escenario de vida funcionen adecuadamente.
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3.1.
Prototipo de Vivienda Regenerativa para el Litoral argentino.
El prototipo de vivienda regenerativa partirá del elemento HABITABILIDAD que se verá reflejado en el análisis de arquitectura bioclimática, su interacción con los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra, donde se resolverá la sectorización, análisis solar y de vientos, cosecha de agua de lluvia, incluyendo la interpretación de normas locales y de las regiones bioclimáticas. En cuanto al elemento ADECUACION CULTURAL, se hará hincapié en técnicas apropiadas referenciando a la vivienda tradicional; sin dejar de lado la capacidad modular y de fácil ensamble. Arquitectura bioclimática La arquitectura bioclimática vincula 3 protagonistas: el medioambiente, los habitantes y el espacio construido que si se vinculan respetuosamente mediante una relación multilateral adecuada se podría favorecer a un proceso beneficioso.
Figura 10. Arquitectura bioclimática y sus protagonistas. Fuente: Elaboración personal.
La arquitectura bioclimática es una ciencia muy antigua, en la cual, nuestros antepasados solucionaban problemáticas de climatización adaptándose a las condiciones del lugar, con resoluciones sencillas y muy racionales
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La arquitectura bioclimática propone hábitats humanos donde se contemplen las condiciones climáticas del entorno circundante tomando sus aspectos positivos para que los espacios interiores y las personas que los habiten gocen de condiciones de confort higrotérmico respecto de la variabilidad climática exterior sin hacer uso de acondicionamiento artificial del aire interior o que mediante estrategias pasivas o ecotecnologías se puedan resolver estas demandas generando una huella ecológica de menor impacto. Una casa bioclimática propone una visión holística donde los elementos que componen el proyecto trabajen como un todo, donde las estructuras, morfología, instalaciones, cerramientos, captación solar, protección y acondicionamiento acústico, iluminación y orientación desempeñen una misión bioclimática y ambiental sin necesidad de recurrir, o minimizando el uso, de sistemas convencionales de climatización. Biorregiones y confort de acuerdo a Normas IRAM En Argentina existe la Normativa IRAM que normaliza y certifica sobre el acondicionamiento térmico de edificios e indica las mínimas condiciones admisibles para la habitabilidad y el confort en la República Argentina: son las Normas IRAM 11549 (1993), Normas IRAM 11601 (1996), Normas IRAM 11603 (1996), Normas IRAM 11604 (2001), Normas IRAM 11605 (1996), Normas IRAM 11625 (1991), Normas IRAM 11630(2000) y Normas IRAM 11659-1 (2004). El confort se puede definir como el estado físico y mental de las personas que se expresa mediante bienestar o satisfacción por el ambiente circundante. “El estado de completo bienestar físico, mental y social de las personas y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (OMS sobre Salud) El confort higrotérmico se vincula a la sensación de confort o bienestar a determinadas temperatura y humedad, según distintas variables físicas, psicológicas y culturales. Existen diferentes herramientas básicas que ayudan a definir los niveles de confort a distintas temperaturas y humedades como el diagrama psicrométrico de Givoni.
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Valores de confort higrotérmico recomendados por las Normas IRAM 11659-1 (2004): Niveles de confort en VERANO
Figura 11. Niveles de confort en VERANO. Fuente: Normas IRAM 11659-1 (2004)
Niveles de confort en INVIERNO
Figura 12. Niveles de confort en INVIERNO. Fuente: Normas IRAM 11659-1 (2004).
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La bioconstrucción en combinación con estrategias bioclimáticas pasivas y aprovechamiento del comportamiento térmico de sus materiales, podría generar grandes ahorros de energía en las viviendas. Teniendo en cuenta que un ahorro energético significa impactos benéficos en un sentido ambiental, social y económico. En Argentina casi el 30% del gasto energético total es residencial, de este porcentaje el mayor consumo refiere a climatización, que varía ampliamente de acuerdo a las regiones del país con sus características climatológicas particulares.
Figura 13. Regiones de Argentina tomada de internet.
Las normativas IRAM clasifican el territorio argentino en 6 grandes zonas bioclimáticas y brinda recomendaciones para trabajar el comportamiento térmico mediante estrategias pasivas. Estas definiciones se utilizan de manera básica y genérica en los proyectos, teniendo en cuenta la posterior profundización y desarrollo de estrategias más específicas de acuerdo a características particulares del lugar, tanto en aspectos ambientales como socioculturales. Por lo tanto, es sumamente importante tener en cuenta que en la arquitectura vernácula se encuentran las referencias y soluciones bioclimáticas más convenientes para cada lugar. 34
El denominado ‘litoral argentino’ abarca tres diferentes zonas bioclimáticas y nomas IRAM define sus respectivas recomendaciones. Para Zona I muy cálida / Zona II cálida se recomienda: Ventilación cruzada. Colores claros en paredes exteriores y techos. Aislación térmica en muros principalmente E y O, y techo. Orientación del eje mayor de la vivienda, preferentemente E-O. Proteger superficies de incidencia solar, para ventanas, si es posible, no orientarlas E u O, minimizar su superficie. Para Zona III templada cálida se recomienda: Subzona IIIa: viviendas agrupadas (gran amplitud térmica). Inercia térmica. Protección solar en la orientación Oeste. Colores claros exteriores. Protección de radiación solar a las aberturas. Subzona IIIb: tiene menor amplitud térmica que la subzona a, por lo que valen las mismas recomendaciones menos las de amplitud térmica.
Figura 14. Clasificación de zonas bioambientales de Argentina. Fuente: Mapa en base a Normas IRAM 11603 (1996, p.38).
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Esquema inicial. Partiendo de una orientación norte, se delinea un volumen que favorece la ventilación y posee características de regulación de temperatura y humedad. Esto permitirá alcanzar una vivienda fresca en temporada de calor y cálida en invierno. Las aberturas en los muros, ubicadas estratégicamente, permiten una ventilación cruzada de sur a norte y evitan el asoleamiento directo de los locales habitables.
Figura 15. Esquemas iniciales de elaboración personal
Mediante la radiación diaria del ciclo anual se recolecta la energía solar recibida por unidad de tiempo /superficie mediante la instalación tanto de colectores solares (agua caliente de uso doméstico) como de paneles solares fotovoltaicos (electricidad). El esquema muestra los distintos elementos intervinientes en la vivienda, como un sistema complejo que muestra convivencia energética e integración con los ciclos naturales de manera holística y la interacción de los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra.
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Figura 16. Esquema inicial de elaboración personal.
El elemento fuego viene dado por a energía del sol es captada a través de paneles y colectores solares que utilizan un sistema de control inteligente, el cual asegura el consumo eficiente en cada uno de los espacios del hogar. La orientación norte es una característica primordial que permite la captación solar y el reconocimiento de su trayectoria solar. Por lo tanto, la posición del sol respecto de la tierra y los correspondientes solsticios requieren de estrategias específicas para obtener el mejor rendimiento:
Paneles solares fotovoltaicos
Invernadero
Galería
Pérgola con vegetación.
Iluminación natural a partir de aventanamiento estratégico
El elemento aire viene dado por medio de un sistema pasivo de ventilación cruzada, que logra proveer de oxigenación y estabilidad térmica a los habitantes del hogar a partir de:
Ventilación cruzada a partir de aventanamiento estratégico
Invernadero rebatible
Edificio elevado del suelo.
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Elemento agua viene dado por un sistema casi cerrado de recirculación de agua. El agua es cosechada mediante la pendiente de la cubierta de techo, mediante un bajante vertical es almacenada en un taque de reserva de agua a nivel de piso. Este tanque alimentara a los artefactos de la vivienda, las aguas grises se direccionarán a un sistema de depuración de aguas grises que servirá para el regado de los huertos y jardín. Elementos intervinientes:
Captación agua de lluvia. Almacenamiento en tanque se reserva a nivel de piso.
Sistema de depuración de aguas grises
Humedal o biopiscina.
Elementos tierra se ve representado mediante la paja, que funciona como aislante, y el barro, como masa térmica. Ambos materiales forman parte estratégica del sistema de reserva de calor.
Muros de tierra y cubierta de techo vivo.
Técnica de quincha y paja alivianada para muros.
Invernadero, huerta y árboles frutales en función de una soberanía alimenticia.
Figura 17. Planta baja del prototipo de vivienda. Elaboración personal.
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Análisis solar A partir del análisis e interpretación de las sombras arrojadas por la vivienda propuesta, se puede apreciar la proyección y recorrido de la sombra arrojada. Inicialmente se analiza la sombra proyectada en el hemisferio sur en la provincia de Entre Ríos, Argentina para la estación de invierno, en el mes de junio a las 9am y junio a las 3pm (superior) y para la estación de verano de Diciembre 9am y 3pm (inferior). Para beneficiarnos de la posición del sol es sumamente importante la consideración del cambio de posición que va asumiendo durante el año y debemos comprender su trayectoria a lo largo de las estaciones. Para ello, es importante conocer la rotación y traslación de la Tierra, y de esta manera entender el movimiento cíclico del sol que recibimos a diario y entender la sucesión de amaneceres, atardeceres, solsticios y equinoccios. La inclinación de la Tierra sobre su propio eje produce que lo días y las noches no duren lo mismo, y que los rayos inciden con distintos valores angulares en distintos días y épocas del año.
Figura 18. Análisis solar. Imagen de elaboración personal realizada a partir en Revit.
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Sectorización La sectorización está íntimamente ligada al análisis solar. A partir del mismo, pudimos descifrar cuales son las posiciones óptimas para cada tipo de calidad espacial que aspiremos. Los espacios de estancia y permanencia como el ESTAR-COMEDOR y DORMITORIOS se ubicarán en orientación NORTE y ESTE siendo beneficiados por la incidencia solar. Además, se incluye una GALERÍA y una PÉRGOLA en orientación NORESTE para proteger durante verano, donde las temperaturas extremas y los rayos del sol inciden con mayor ángulo. Para estaciones invernales, el INVERNADERO y GALERÍA funcionan como espacios captadores de temperatura. En cambios los espacios húmedos de limpieza, aseo y de poca permanencia como la COCINA, LAVADERO Y BAÑO se presentan a orientación SUR y parte al oeste funcionando como barrera ante la orientación menos propicia en el hemisferio sur.
Figura 19. Esquema de sectorización. Imagen de elaboración personal.
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Las tecnologías y su vinculación territorial En Argentina se registran una serie de sistemas constructivos que han sido históricamente utilizados para la construcción del hábitat humano. Se considera que las técnicas tradicionales poseen una profunda vinculación con la transmisión ancestral de saberes y se reproducen sabiamente en ciertas zonas del país con ciertas características bioclimáticas, por lo tanto, es importante su consideración para efectuar los cambios necesarios de acuerdo a tecnologías actuales. En la región del litoral argentino se encuentran registros de que las técnicas de cerramientos con tierra y entramados más utilizadas son la quincha y sus múltiples variedades de pajas y ramas, el chorizo, pirca de piedra, mampostería de adobe, tapia y el palo a pique. Asimismo, las técnicas de cubierta más utilizadas son los enquinchados de paja, guayado, torta de barro liviana, torta de barro pesada, de tejuelas de palma o de maderas.
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Figura 20. Tipologías de vivienda natural en Argentina (1969). Tipos de cubiertas Fuente: Mapa elaborado en base al mapa 5 del Instituto de Investigaciones de la Vivienda (1969).
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Figura 21. Tipologías de vivienda natural en Argentina (1969). Sistemas estructurales y materiales de cerramiento. Fuente: Mapa elaborado en base al mapa 6 del Instituto de Investigaciones de la Vivienda (1969).
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Sistemas Constructivos de entramados o técnicas mixtas En Latinoamérica no aparecen mayores variantes en los sistemas constructivos de entramados o técnicas mixtas, ya que existe un patrón que consiste en el entramado como base y luego un relleno en las paredes en el que se utiliza la tierra como material principal. En la Argentina se registra la técnica del estanteo-quincha, con entramado de madera rústica montada sobre horcones, y con las sujeciones de los listones horizontales a los pilares por medio de tientos de cuero, alambre o clavos y con un revoque de tierra con cal. La quincha es un sistema constructivo que actualmente sigue siendo utilizado y que, con el apoyo de innovaciones, permite ofrecer en zona sísmica condiciones de seguridad mayores que otros sistemas (Viñuales, 2017) Este sistema constructivo se extendió históricamente a lo largo de la región del Litoral e inclusive es una tecnología utilizada en la actualidad por la simpleza en su ejecución y por posibilitar la autoconstrucción.
Elección de la técnica La evidencia histórica y científica demuestra las cualidades y brinda razones suficientes para elegir las técnicas de entramado en esta región especifica. Los principales componentes son tierra, paja y madera que, si funcionan en sinergia, son materiales inocuos para el medio ambiente, ignífugos, accesibles, biodegradables, resistentes a las diferentes condiciones climáticas, y capaces de aislar tanto térmica como acústicamente. El prototipo propuesto contempla la utilización de bastidores modulares prefabricados en taller de madera eucaliptus aserrada disponible en la industria maderera regional de sección 1x6”, que se instala en obra y luego recibe el entramado secundario doble montado in situ a 45 º para dotar a la estructura de características antisísmicas.
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Figura 22. Arquitecturas de Tierra en Iberoamérica, Graciela María Viñuales (compiladora) Célia M. Martins Neves, Mario o. Flores, L.Silvio Ríos
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Figura 23. Detalle ampliado de la uno de los paneles que constituyen la vivienda propuesta.
Figura 24. Fotografias personales tomadas en un taller dictado por Jorge Belanko, Marzo 2020, Nueva Zelanda.
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Diseño Modular y estructura La vivienda se estructura en base a un sistema de panelería y fácil ensable que permite una construcción modular, rápida y sencilla. La cubierta de techo es parte de la envolvente de un edificio, es considerada la quinta pared y representa la barrera horizontal que lo protege de los fenómenos meteorológicos como la lluvia, nieve, vientos y variaciones de temperatura, etc. Se proponen dos tipos de cubiertas con diferentes cualidades: La cubierta de mayor desarrollo será de chapa con aislación térmica de paja y barro relleno in situ. La estructura será articulada mediante cabriadas y vigas en ambos sentidos. Se decide la chapa de zinc como materialidad para favorecer el fácil escurrimiento para la cosecha de agua de lluvia. Las aguas serán dirigidas hacia una cisterna que alimentará la cocina, baño y lavadero de la vivienda. La cubierta de menor desarrollo será verde o techo vivo con orientación sur y será preparada con diversas capas de impermeabilización, drenaje y sustrato, que permiten el crecimiento de vegetación. Se destacan algunas características y beneficios que ofrece este tipo de cubierta como la mejora del aislamiento térmico y acústico de los edificios, ya que amortigua naturalmente temperatura y humedad lo que permite el ahorro energético en climatización. Además, colabora en el embellecimiento del paisaje aportando vegetación mientras filtra parte del escurrimiento de aguas pluviales aliviando los caudales de drenaje y reduciendo la probabilidad de inundaciones. Las vigas en ambos sentidos fijadas a las cabriadas de madera se extienden delineando la galería. Una estructura que se equilibre entre rigidez y flexibilidad con fijaciones verticales y horizontales es sumamente beneficiosa para regiones de sismos. En cuanto a la madera, en Argentina la superficie de bosques nativos decreció exponencialmente y para los bosques implantados (principalmente coníferas y eucaliptos) su superficie está por encima de los 1,25 millones de hectáreas. Si bien la madera es uno de los materiales más antiguos que la humanidad ha utilizado para la construcción, en el territorio argentino su uso es relativamente reducido. La explicación está vinculada a aspectos culturales más que a cuestiones técnicas o económicas. La especie maderera seleccionada para el prototipo es Eucalystus grandis, que es la madera implantada en la zona que, si bien existen una serie de ensayos y estudios sobre su durabilidad, deberán tomarse medidas de protección ya sea por diseño y/o por tratamiento protector. Los paneles de muros son diseñados y prefabricados con antelación, se montan y luego se agrega la estructura secundaria que funciona como entramado de madera que recibirá la mezcla de paja, tierra y aditivos.
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Los pilotes de hormigón armado y el entramado de vigas de piso de madera se elevan evitando de este modo las humedades ascendentes desde la tierra.
Figura 25. Axonometría despiezada mostrando elementos constitutivos del prototipo. Fuente. Elaboración personal.
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Figura 26. Imagen 3d frontal exterior. Fuente. Elaboración personal.
Figura 27. Imagen 3d lateral exterior. Fuente. Elaboración personal.
Más que una Vivienda inteligente, proponemos un espacio construido de carácter regenerativo que se encuentre conectando intrínsecamente con el entorno donde se implanta y con las personas que desarrollarán su vida allí.
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3.2.
Modelo analítico exportable.
En este apartado se presenta un modelo analítico que permite visualizar de manera integral los elementos o condiciones que tendría que considerarse para la materialización de un prototipo de vivienda adecuada bajo parámetros de Bioconstrucción como herramienta regenerativa. Incluye tanto los elementos planteados por la ONU-Hábitat (habitabilidad y adecuación cultural) como algunos otros relevantes como el diseño bioclimático o las Normas locales que nacen a partir de la bioconstrucción.
Figura 28. Modelo analítico exportable para prototipo de vivienda adecuada a partir de la bioconstrucción con características regenerativas. Fuente. Elaboración personal.
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El modelo comprende múltiples dimensiones y se puede afrontar desde el prototipo de vivienda adecuada (en la parte superior) como desde la bioconstrucción y cultura regenerativa (parte inferior). Alcanzando el elemento habitabilidad significaría que se han analizado las variantes de diseño bioclimáticas, la sectorización adecuada, el análisis solar, análisis de vientos y cosecha de agua. Y obteniendo la adecuación cultural significaría que se analizaron las cuestiones preestablecidas acuerdo a la región, se analizan las nomas locales, regiones bioclimáticas, técnicas apropiadas al lugar y un breve análisis de la vivienda tradicional, como se realizó en la revisión de la literatura del proceso de este trabajo. La selección de técnicas apropiadas para la región se relaciona intrínsecamente con la posibilidad de generar un diseño modular, que fue otro de los puntos a los cuales aspiramos. La técnica elegida se podría adaptar a cuestiones vinculadas a un diseño modular, de fácil ensamble y trasportable, si se requiere. En ellas se integraron los distintos elementos que se consideraron para desarrollar el prototipo y se puede considerar un modelo analítico exportable a otras regiones.
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4.1.
Arquitectura regenerativa: Bioconstrucción + cultura regenerativa.
El concepto de sustentabilidad ya no es suficiente un mundo en colapso socioambiental, no alcanza con ser sustentables y tampoco sabemos qué es lo que buscamos sostener. Irrumpe la regeneración, como palabra clave, para intervenir y adaptarse a diferentes ámbitos de acción. Podemos reconocer algunos conceptos en común y semejanzas entre bioconstrucción y diseño regenerativo. Podemos considerar que ambos conceptos enlazados componen un nuevo concepto de arquitectura regenerativa. De acuerdo a lo mencionado anteriormente se puede interpretar que la bioconstrucción y la cultura regenerativa se vinculan mediante puntos en común como la perspectiva sistémica, la democracia participativa, la innovación transformadora y la alfabetización socioambiental.
Figura 29. Imagen ilustrativa de acercamiento a una arquitectura regenerativa. Fuente: Esquema de elaboración personal.
Un factor común es acudir a una perspectiva sistémica como un patrón que interviene a varias escalas entrelazadas entre si con el fin de proteger la biodiversidad y enriquecer los ecosistemas. Este se ve reflejado claramente en ambos conceptos,
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Figura 30. Modelo del sistema mundial IFF, Hodgson (2011) con el permiso del autor.
La democracia participativa y la cooperación entre redes multidisciplinarias que sitúan al hombre en el centro de la toma de decisiones y elegir el camino de la regeneración y la cooperación creará un mayor nivel de bienestar y los procesos se tornan más significativos y satisfactorias Ante estos cambios de paradigmas, los grupos humanos fortalecidos podrán optar por la regeneración en lugar de la explotación para prosperar juntos, cambiando la perspectiva relacional para dejar de verse como individuos para comenzar a verse inmersos dentro de un sistema complejo de comunidades con múltiples escalas. Las redes multidisciplinarias, el conocimiento y la tecnología a disponibilidad de todos son catalizadores en la creación de sistemas regenerativos que favorecen procesos de fortalecimiento de comunidades que buscan mayor autosuficiencia adaptadas a la singularidad del lugar y a una escala adecuada. Tanto la conciencia colectiva, las conversaciones a escala comunitaria y la toma de decisiones consensuadas son poderosos herramientas de transformación cultural para la creación sistemas
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que colaboren en la mitigación del cambio climático mediante la restauración de funciones vitales de los ecosistemas y que fomenten la solidaridad, la cohesión comunitaria y la resiliencia. La innovación transformadora aplicada al rediseño de hábitats requiere de procesos disruptivos de cuestionar todo lo preestablecido para responder sabiamente al cambio, saber cuándo persistir, cuándo adaptarse y cuándo fundamentalmente transformar. La bioconstrucción intenta dar respuestas transformadoras a la relación holística del ser humano con su entorno edificado y busca el balance entre la cultura arquitectónica propia de una sociedad, con las técnicas constructivas tradicionales junto con las emergentes, las necesidades del individuo y el medio ambiente en el que se construye. Si la sociedad trabaja en comunión con las técnicas constructivas tradicionales junto con las ecotecnologías emergentes mientras se busca que la competitividad del tejido empresarial cree nuevas soluciones, estaríamos frente a respuestas de innovación transformadora adecuadas. Por último, la educación para la alfabetización ecológica y social es fundamental en el desarrollo de una conciencia regenerativa colectiva capaz de aprender a transformarse continuamente. Siendo la respuesta que se anticipa a cambios inevitables y pueda guiar a la acción sabia frente a la toma de decisiones sobre qué tecnologías emplear o a qué escala. Esta sabiduría colectiva deberá adaptarse a las condiciones únicas y a las practicas locales de una cultura y lugar en particular.
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Figura 31. Reformulación de la imagen de Cultura regenerativa y sus campos de acción Fuente: Elaboración personal.
4.2.
Vivienda tradicional + nuevo prototipo, semejanzas.
La arquitectura bioclimática puede considerarse una ciencia muy antigua, en la cual, nuestros antepasados solucionaban problemáticas de climatización adaptándose a las condiciones del lugar, con soluciones sencillas y muy racionales. El prototipo propuesto manifiesta semejanzas con el modelo tradicional de vivienda regional previamente analizados.
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En relación a la vivienda Charrúa se tomaron los conceptos del fácil armado y montaje. Como recurso principal, se repiten las grandes cubiertas de techos aparecen a modos de protección ante la lluvia el pueblo ante un pueblo nómade que se movilizaba en busca de alimentos, por lo tanto, no se requería de una estructura fija.
Figura 32. Amplias cubiertas de techos, protección tanto lluvia como vientos Fuente: Elaboración personal
En cuanto a la vivienda llamada el Rancho del gaucho también se considera el recurso de los amplios aleros y techos para protegerse del sol, vientos y lluvia. En cuanto a la técnica utilizada, se ve reflejada en la utilización de la Quincha, dentro de las técnicas mixtas de entramado.
Figura 33. Área protegida por alero. Muros de quincha bajo cubierta de techos. Fuente: Elaboración personal
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En cuanto a la dinámica de las viviendas Culata JovaI se toman los conceptos de espacios semicubiertos de transición, cuerpo central abierto, servicios al sur y cocina parte posterior.
Figura 34. Amplias cubiertas de techos, protección tanto lluvia como vientos Fuente: Elaboración personal
Figura 35. Comparación de espacios de transición y circulación entre el prototipo propuesto y la vivienda tradicional Fuente: Elaboración personal
En cuanto al proceso constructivo y su etapabilidad, se considera la realización del techo en primera instancia para proteger el cerramiento de muros de tierra, a la inversa de cómo se realizaba en Europa.
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Tal como se planteó a lo largo de esta presentación, el objetivo de este proyecto es generar una propuesta arquitectónica de carácter habitacional que actúe como una alternativa viable para abandonar nociones que posicionan a la vivienda como un objeto mercantil para comenzar a verla como un sistema abierto, interconectado con otras escalas y con su territorio. En conjunto con las características del prototipo, lo que interesaba plantear aquí era la evaluación de la bioconstrucción como una herramienta regeneradora clave para la producción de vivienda adecuada planteada por la ONU, haciendo foco en la Habitabilidad y la Adecuación cultural, proponiendo la exploración de un prototipo para el Litoral argentino. Este es un caso de estudio que puede replicarse para iniciar otros casos que apunten a encontrar referencias de diseño bioclimático locales y técnicas apropiadas sin dejar de lado las ecotecnologías emergentes y la posibilidad de sistematizarse en un diseño modular de fácil montado. La bioconstrucción es una herramienta regenerativa clave si es explorada adecuadamente y conjuntamente con el modelo exportable pueden funcionar como una herramienta beneficiosa que responda ante otras regiones, adaptándose a referencias y problemáticas locales. El prototipo generado emerge de este proceso y es una expresión de las expectativas de búsqueda personales y al mismo tiempo una respuesta preliminar experimental que requerirá de múltiples ajustes. Se requerirá de una etapa de evaluación del resultado, tanto en términos espaciales y constructivos, como financieros para observar si realmente puede considerarse como una verdadera alternativa factible.
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El rancho la vivienda del gaucho argentino. (20 de enero del 2020). El arcón de la historia.https://elarcondelahistoria.com/el-rancho-del-gaucho-argentino/ H. Sánchez Quell en su libro Arquitectura, vestimenta y costumbres asuncenas, del año 1981. CONEVAL - Estudio diagnóstico del derecho a la vivienda digna y decorosa 2018 Flores, M.O. (2003). Técnicas de entramado. En G.M., Viñuales (Ed.), Arquitecturas de Tierra en Iberoamérica (37-53). CYTED. Petit Muñoz, E. (1950). La vivienda charrúa. FHC. Rugiero Perez, A.M. (2000) Aspectos teóricos de la Vivienda en relación al Habitar. Boletín INVI nro. 40, 15. 67-97. Svampa, M., & Viale, E. (2020). El colapso ecológico ya llegó: Una brújula para salir del (mal) desarrollo. Siglo XXI Editores. Viñuales, G. M. (2013). Actualidad de la arquitectura vernácula. Red AVI. Wahl, D. C. (2016). Designing regenerative cultures. Triarchy Press.
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