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El reto del gobierno de transición es restaurar la paz y la confianza para atraer inversión
• La violencia está afectando gravemente al país, especialmente a los más pobres, paralizando a la minería, el turismo y el agro.
• Con el programa Con Punche Perú el ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, está haciendo lo que se puede hacer en un contexto como el actual.
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Ingeniero Indacochea, ¿qué perspectivas tiene el Perú para el 2023 en el contexto de un gobierno de transición y dentro de una coyuntura política y social de violencia?
- Las expectativas se fueron al suelo con el gobierno del señor Castillo. En el gobierno de transición y emergencia de la señora Dina Boluarte, lo que está afectando gravemente es la inestabilidad: paralización de actividades, bloqueos de las vías nacionales y una violencia inaceptable con afectación de las infraestructuras estratégicas.
En el mes de diciembre, según información del MEF, las ventas cayeron S/. 16,500 millones, cifra que corresponde a operaciones de empresas que hacen todo en el mes de diciembre (Navidad) y el resto del año están paralizadas.
El efecto de arrastre afectó, principalmente, al turismo. Machu Picchu tenía alrededor de 5,000 visitantes por día, hoy escasamente llegan 80 a 100 visitantes. El 85% de las reservas han sido canceladas, difícilmente se podrán recuperar. Hay que tener en cuenta que en Cusco el 60% del empleo lo genera el turismo.
El problema para el Perú se complica cuando algunos gobiernos, como Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, recomien- dan a sus connacionales no visitar al Perú por los conflictos violentos.
¿Qué otras zonas del país son afectadas en el sector turismo?
- En Puno, la Fiesta de la Candelaria, prácticamente se ha cancelado y este es uno de los grandes atractivos turísticos. En Tacna, la visita de los chilenos, que es muy fluida ya sea por turismo o en demanda de servicios de salud, también se ha paralizado. En Paracas (Ica) se esperaba 50,000 visitantes en diciembre y solo llegaron alrededor de 12,000 y la ocupación está solo al 30%. Esta paralización violenta está afectando a todo el circuito turístico del sur. También la agricultura y la minería han sido muy afectadas …
- Para la agricultura el cierre de vías ha sido mortal. No pueden cosechar, no pueden procesar las plantas y no pueden sacar sus productos a la costa para el mercado nacional, menos para exportar. El Puerto de Matarani tiene grave afectación.
El gobierno del señor Castillo no brindó ningún apoyo a la minería, no pudo o no quiso resolver los conflictos alrededor de las operaciones, pero sí quiso cobrar mayores impuestos al sector.
Cuajone fue bloqueado y sin agua durante más de dos meses, Las Bambas, perdió más de un año, desde que empezó a producir, Antapaccay ha sido asaltada y dos campamentos mineros fueron incendiados en Ayacucho.
Este es el triste panorama que estamos reflejando a los ojos del mundo, ningún inversionista sensato podrá venir a trabajar en el Perú. Y esto sucede, precísamente, en momentos en que los precios de los commodities mineros están excepcionalmente altos en el mercado internacional. El gobierno ha presentado el programa “Con Punche Perú”, ¿cuál es su opinión, Ing. Indacochea?
- Este programa está basado en medidas de corto plazo, con gasto público, orientados a relanzar algunas inversiones paralizadas, focalizar la ayuda para que llegue a estratos que realmente lo necesitan y está bien que se orienten a comedores populares y ollas comunes. El programa también incluye brindar asesoramiento a los gobiernos regionales y locales para que inviertan -e inviertan bien- el presupuesto que tienen.
El problema del Perú no es falto de dinero, sino corrupción e ineficiencia. El ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, un economista calificado y de trayectoria, está haciendo lo que se puede hacer en un contexto como el actual.
¿Con este programa se podrá generar empleo digno?
- El Estado no genera un empleo digno, sino empleos precarios y temporales. El generador del empleo por excelencia es el sector privado a través de la inversión. Pero ese es, precisamente, nuestro problema: el señor Pedro Castillo destruyó la confianza que el país había construido con esfuerzo llegando a ser destino de las inversiones.
Esperemos que el gobierno de la señora Boluarte logre generar nuevamente esa confianza a la que todos los peruanos debemos aportar y no seguir destruyendo al país con agitación y violencia.
No olvidemos que más de 10 millones de peruanos se encuentran en pobreza, una informalidad que ya supera el 80%, además una crisis alimentaria muy severa que posiblemente se agudizará porque los agricultores no sembraron como años anteriores por falta de fertilizante. Sin embargo, la agroexportación aún sigue siendo fuerte.
- La agroexportación es un sector exitoso, el Perú se ha posicionado como el primer productor mundial en algunos productos como arándanos, espárragos frescos, en uva ya le superamos a Chile. Nuestro primer comprador de palta es Rusia que hoy, por el conflicto con Ucrania, esa exportación se ha limitado.
La agroexportación es el segundo sector en la captación de divisas después de la minería, pero este sector también está siendo afectado por este bloqueo de carreteras. Algunos analistas extranjeros ven con preocupación la violencia que se ha desatado en el Perú, pero aún siguen admirando la fortaleza macroeconómica del país, ¿cuál es su comentario, ingeniero?
- En esto hay que tener cuidado, lo que estamos haciendo es consumir lo que hemos ahorrado durante más de 20 años. Cómo será de exitoso el programa económico que hemos mantenido más de 20 años, y nos ha costado a todos, que hoy estamos viviendo a costa de él. Pero esto tiene un límite. ¡También se acaba!
Ganar la confianza y mejorar la calificación crediticia demanda tiempo y se puede perder en cuestión de días; recuperarla cuesta mucho. La herencia de Pedro Castillo significa para el Perú una nueva década perdida.
La única manera de salir del hoyo es impulsando la inversión, generar puestos de trabajo e incrementar el consumo. Pero eso solo se logra sobre la base de la confianza; y la confianza no lo lograremos con un país dividido, donde imperan odios y rencores y donde los reclamos se hacen con violencia, con sangre y destrucción. Acaban de asumir nuevas autoridades subnacionales y ya es conocido que demoran mucho tiempo en “aprender”, ¿qué hacer para acelerar los proyectos?
- Mi recomendación es que se recurra a la modalidad de “gobierno a gobierno” para ejecutar las obras. Tenemos el ejemplo de “La Reconstrucción con Cambios” del norte que no avanzaba, pero hoy con la cooperación de gobierno a gobierno con el Reino Unido está caminando.
Capacitar a la gente es importante, pero demora y las poblaciones ya no esperan más. Hay que actuar ya.
Tenemos otro problema grave a nivel del gobierno central, los gobiernos regionales y municipalidades: la corrupción y el desmantelamiento de los cuadros del Estado. A los profesionales competentes que quedaban los retiraron para cambiarles por personas incompetentes y corruptas. El sector público fue convertido en un botín para Pedro Castillo y su gente.
Finalmente, ¿cuál es su invocación para el gobierno y para todos los peruanos?
- La invocación para la presidenta Boluarte es que tome decisiones más firmes, su principal reto en estos momentos es parar la ola de violencia con las armas de la Constitución y las leyes. No hay otra alternativa que proteger el bien común frente a la destrucción que pretende generar el vandalismo.
Todos los peruanos amantes de la paz, la armonía y la concordia debemos colaborar en recuperar el orden para lanzarnos a reconstruir el país que tiene tantos recursos y posibilidades, que no los aprovechamos cabalmente, por distraernos en enfrentamientos, odios y rencores que han imperado en los últimos años y se han agudizado estas últimas semanas.