3 Caracol Azul Revista literaria estudiantil
Cuento • Poesía • Ensayo
El niño interior de Ramón Iván Suárez Caamal Carlos Martín Briceño y sus venganzas narrativas Algo malo sucede con las letras en Cancún
DIRECTOR GENERAL
Mauro Barea ASISTENTE EDITORIAL
Daniel Mejía Flores ILUSTRAN EN ESTE NÚMERO Javier Domínguez Hurricane Jadg facebook.com/Hjadg Maly Díaz facebook.com/clickerjam Valentina Valle Bocetos y pinturas de Michelle Cortazar® PORTADA
POETA INMORTAL EN ESTE NÚMERO
Sashi, Obra Pictórica de Michelle Cortazar Diseño: Mauro Barea
Ramón Iván Suárez Caamal
NARRADOR ESTELAR EN ESTE NÚMERO
Carlos Martín Briceño JÓVENES ESCRITORES EN ESTE NÚMERO
Zaire Gamboa Sac Nicte Aguilar Ángela Hernández Verónica Durán Fernanda Muñoz de Cote Daniel Mejia
Mauricio Olano Luis Alexis Canepa Luis Andres Mora Yatzil Leyva Ángel Augusto Uicab Jesús Emilio Fragoso
*Queda prohibida la reproducción total o parcial de los textos e imágenes presentados en la revista, sin el previo consentimiento de su respectivo autor. Esta es una Revista Literaria creada con el fin de motivar la lectura y escritura en los jóvenes, sin fines de lucro y desapegada a cualquier institución de cultura.
Elizabeth Hernández Gyselle Alejandro Fernanda Sabido Rubí Novelo
Alineación titular
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Editorial: Algo malo pasa con Cancún
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Michelle Cortazar 17
Ramón Iván y la poesía 19 Jóvenes poetas23 Dejemos que el destino se encargue
Habrás de engañar
Sin título
Poemas a mamá Rebeldía
Florecimiento del amor Abismo Poemas de la juventud iracunda
Ella Wonderwall Madre ¿Por qué mejor no me matas? Volver a volar
Vida mía
Silla vacía Antagonista
Noctámbulo Recuerdos perdidos
La venganza
de
Carlos Martín Briceño 47 Jóvenes narradores Carta de amor Ayer morí
Cómo ser perro Un hombre enamorado
Querido diario Aquí estoy Para una bella mujer La disputa
Sé quien eres Historias La muerte
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Zaire Gamboa
Daniel Mejía Gyselle Alejandro Mauricio Olano
Alexis Canepa Yatzil Leyva
Jesús Fragoso Sac Nicté Aguilar
Ángel Uicab Rubí Novelo
Nuestra alineación titular
Fernanda Muñoz de Cote
Luis Mora
Elizabeth Hernández
Javier Domínguez
Maly Díaz Fernanda Sabido
Vero Durán Ángela Hernández
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Algo malo sucede con las letras de Cancún Por Mauro Barea En la pasada XXXIV edición de la Feria Internacional del Palacio de Minería (2013), Quintana Roo fue el estado invitado de honor. ¿Cuántos libros de Cancún se presentaron ahí? La respuesta es uno: El colapso del tiempo (Niram Art Editorial, 2012). A final de cuentas, lo notorio es eso: solo un libro de Cancún tuvo vitrina en la agenda de un estado invitado a la segunda feria literaria más importante en el país después de la FIL Guadalajara. ¿Hay explicaciones para eso? ¿Qué llevó a Quintana Roo a tener solo un exponente literario de su ciudad más poblada y de mayor poder económico? ¿Qué sucede con la industria editorial aquí? Decir Cancún evoca imágenes en casi cualquier parte del mundo, pero algo malo pasa con su literatura. Este es un pequeño estudio sobre una problemática, que, como bola de nieve, sigue rodando en una pendiente hacia abajo, creciendo y sin aminorar su marcha, amenazando con sepultar en un alud a los que quieren escribir de su ciudad, de su estado. “Identidad cancunense”, un espejo que no nos devuelve el reflejo
Cancún se divierte con solo mirarnos. Juguetea y no se deja agarrar, es una traviesa pícara y lo sabe. La miramos a los ojos, nos intentamos buscar ahí y no dice nada de nosotros, nos pinta un signo de interrogación en la cara con una risita de descaro. ¿Por qué? Lo más fácil es decirle como habitante lo que salta a la vista: es un lugar donde trabajo, estoy en una oficina enclaustrado por horas, o lo más curioso, trabajo sobre Ella, sobre su arena, su playa, llevo bebidas con hielo a los camastros con presteza, ato arneses de tirolesas y finjo con sonrisa estándar que me interesa saber de dónde provienen los turistas que lanzo en serie desde cuarenta metros de altura, enseño cabriolas a los delfines actores y saco cientos de fotos diarias con caras, sonrisas, momentos que no son míos pero pasan por mis manos. Si le preguntamos a la ciudad por qué se ríe,
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quizá nos conteste —ya alcoholizada, un estado que no le es desconocido, cuando se dicen las cosas de verdad—: “me disfrazo de maya amigable, de charro o de cualquier otro personaje de la República Mexicana con la cual mi visitante pueda exteriorizar una empatía de por sí lejana, o lo que es mejor, pueda experimentar las mismas sensaciones que se viven en un circo, con un teatro gigantesco y sus graderías llenas, todo eso en el propio hotel donde ofrezco alojamiento con todo lo habido y por haber pagado de antemano y mis playas privadas donde no se convive con nadie más que con mis huéspedes: personas sin rostro, que se saben parte de un grupo por un brazalete de identificación ajustado a la muñeca. Y por la noche, bailo, sacudo el cuerpo hasta que amanezca y despierto en los brazos de quien me apetezca, los amaneceres en el Mirador son los mejores del mundo y es lo mejor de ser yo.” Esta entidad femenina, Cancún, no puede tener identidad mayoritaria: se vende al mejor postor, nadie puede fraternizar con un ente así, es parte de una realidad moral y los mexicanos somos expertos en aplicar la moralidad en situaciones así. Esa «identidad» resultante es tan flotante como su población, y estoy bastante seguro que por lo menos en varios decenios no pasará nada sociológicamente sólido con una ciudad cuyo principal motivo de existir sea alimentar al Turismo y que todos los esfuerzos de las instituciones sociales, gubernamentales y educativas (desde el nivel secundaria) estén encaminados en crear una sociedad que trabaje automáticamente para este fin, que vaya a gastar su dinero a la plaza, juegue fútbol, vea su cine hollywoodense y en familia si es posible, camine en el malecón y gaste más en cosas que quizá no necesita. Todo eso sucede dentro de una dinámica de subciudades divididas dependiendo de la clase social y adquisitiva, y algunas veces, por lugar de procedencia. Cabe señalar que han querido ponerle máscaras a nuestra ciudad, esa chiquilla incontrolable: un vestido de gala para recibir a los visitantes, a los presidentes y a los reyes; pero también se le pone un vestido viejo, maquillaje y zapatos para presentarla como un objeto de nostalgia, de amor a los orígenes que ya se fueron y que se niegan a superar: las mismas asociaciones de fundadores, pioneros y demás gente que se reúne en privado a celebrarse con un amor propio y de socios que pusieron la primera piedra de algo y que realmente vivieron mientras se trazaban
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calles, se rellenaban lagunas y se carecían de cosas. Se aplaude la intención que renuncia a morir aunque se fundamente en el pretérito; sin embargo, su organización es tan endeble y pretenciosa, y en unos casos meramente mercantil —no se hace más que evocar entre suspiros y fotografías y hablar hasta el cansancio de cuanto mejor era la calidad de vida en el pasado, de la educación y seguridad, la naturaleza que abundaba más— y que hoy al grueso de la población no le interesa en lo más mínimo. No permea en una sociedad polarizada, heterogénea (crisol de identidades si nos ponemos poéticos) porque a la gente le importa muy poco el origen de una ciudad a la cual se va a trabajar y a gastar su dinero, si se llega en plan aventurero o de padres solteros, etc. Un ente que se vende al mejor postor, alguien con la que no se empatiza. Las historias de la génesis de una ciudad —creada para el turismo— que se mezcla continuamente con los orígenes de cada persona que llega de fuera hace imposible el permeo incluso con la gente que lleva radicando aquí años o décadas, porque es difícil encontrar ciudadanos, habitantes que se identifiquen más allá del conocido cliché convertido en un chascarrillo constante de que son “orgullosamente cancunenses”. No voy a abarcar ampliamente el tema de preguntarse hasta dónde realmente empieza la tarea de saberse un cancunense, eso es demasiado subjetivo a estas alturas y con los precedentes ya sentados a la mesa. Pero si queremos empezar a bordear el tema, se puede empezar por el tema de defender causas comunes que atenten contra la integridad de la misma ciudad y sociedad. En este caso, son pocos los que han defendido causas realmente buenas, como la oposición a la deforestación y anunciado final del Ombligo Verde, una de las pocas zonas arboladas y protegidas de la ciudad y con la que el gobierno municipal quiso acabar en 2010. De hecho, personas que pertenecen a las asociaciones que acabo de mencionar fueron partícipes de eso, pero fue una victoria aislada, un triunfo de un puñado de gente que permaneció férrea hasta la resolución del caso. El grueso de la población ni se metió en el conflicto o lo ignoró, como sucede en la mayoría de los problemas públicos que competen a esta ciudad. La zona terminó convirtiéndose en una reserva ecológica protegida a pesar de que fue depredada en parte.
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Hay una cultura en Cancún: enorgullecerse del Turismo, del trabajo duro dentro de él y utilizar el tiempo muerto consumiendo
Aldous Huxley lo expone claro: «El retorno a la cultura. Sí, sí a la cultura. Pero no se consume gran cosa cuando se pasa uno las horas muertas leyendo libros.» Ciertamente esto es una máxima en la ideología institucional de Cancún. La cultura ha sido a través de la Historia como dependencia y como entidad propiamente dicha, un adorno institucional y última prioridad por no decir nula en la agenda de los H. ayuntamientos y gobiernos estatales. Sin embargo, la cultura del Turismo, presencia permanente, incluye el falso disfrute de la cotidianidad, el trabajo duro, y ese estrés necesario con el que se regresa al hogar y se intenta balancear prolongadas ausencias con el alcohol y ese frágil núcleo familiar esperando a diario. Y los niños: ni pensar en diversiones culturales para ellos. No malinterpreto: al referirme a “no hay” es que no hay programas sólidos que atraigan al grueso de la población infantil y sus familias, o se cobra por ello una cantidad que no corresponde con lo que se ofrece y termina sepultando las buenas intenciones. Hay pocos (y con decir pocos, 2 o 3 personas) que llevan la cuestión infantil con inteligencia y sobreviviendo por el amor al arte y su punch efectivo de trabajo. En cuestión literaria hay poco que decir en su relevancia: la Casa del Escritor de Cancún funcionó un tiempo y se esfumó sin que casi nadie recuerde su existencia. No se dispone de un fondo editorial efectivo en Quintana Roo, y al menos a nivel municipal, la misma respuesta es que no hay recursos para ello y las personas que trabajan en las dependencias de Cultura juegan al burócrata ilustrado e intentan sobrellevar una administración cultural que no se ha cansado de jugar ese mismo rol sin chiste a lo largo de los trienios. Los certámenes literarios se reducen a una sola publicación donde se llegan a transcurrir incluso años para que el apoyo llegue a los ganadores y puedan ver su libro impreso, y además, los «ganadores» generalmente terminan perdiéndose como escritores sin mayores proyectos ni continuidad literaria. Todo esto tuvo —y tiene hasta hoy— una losa increíblemente pesada sobre las letras cancunenses y ha provocado el panorama que veremos más adelante.
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La Historia en letras desde un periodista
Solo hay una persona que parece comprender la dinámica de la historiografía de Cancún en sus mayores vertientes, a través de un método experimental, teórico y de campo, y qué decir, periodístico: Francisco Verdayes Ortiz. Mientras otros se devanan exponiendo falsedades, versiones propias y egoístas del pasado difuso de nuestra ciudad creada ex profeso para el turismo, él consiguió lo que nadie aquí: mantenerse por una década ininterrumpida en una revista gratuita dedicada en su mayor parte a descubrir a través del acierto y error, de establecer verdades y desechar mentiras; bases que estableció para fundamentar una Historia sólida, ya no digamos homogénea y que sea aceptada por los que aún sobreviven la etapa de fundación y establecimiento de la década de los sesenta y setenta. Bajo esa premisa Cancún sobrevive en su corta Historia: Pioneros reúne el mayor acervo de información con datos que incluyen el antes y después del proyecto que tomó forma en una ciudad turística. Para añadir otra curiosidad y cerrar el tema histórico de la ciudad, su cronista «oficial» Fernando Martí, vive de ese cargo gracias a una publicación realmente buena que ilustra la historia documentada de la creación del Proyecto Cancún y sus inicios, acompañado de anécdotas y fotografías. Actualmente el sr. Martí es un empresario que no aporta nada en letras sobre esta ciudad, y si lo hace, resultan en pobres intentos que no le hacen ninguna justicia a Fantasía de banqueros de 1985. No sé si fue para reivindicarse tras la presión que tuvo de algunos grupos de Historia e Identidad para que abandonara el cargo, pero organizó una reunión de cronistas en 2014 —con el motivo del aniversario de la ciudad— y que no ha tenido mayor trascendencia hasta el momento para el mundo cronístico del municipio. Reproduzco lo que se comentó en esa reunión, en palabras del propio Martí: “En cuanto a Cancún en su 44 aniversario, veo a una ciudad muy dinámica y fuerte, con un horizonte sólido, con una vertiente turística que sigue permitiendo hacer un gran negocio, figurando siempre en el primer lugar de número de turistas que lo visitan y la derrama que generan”.
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Bajo esas palabras de un cronista, de alguien que debería tener una visión más amplia respecto a contar las historias que se viven en la ciudad a la que se representa, solo salen bocanadas de aire con cifras y no letras ni párrafos que representen algo, y el cronista termina identificándose claramente como parte de una maquinaria turística y política que funciona como ya explicamos en párrafos anteriores: sin el Turismo, Cancún no funciona, ahí el miedo básico de un empresario e inversionista, y del político que la maneja. Bajo estas premisas, Cancún intenta sobrevivir a su corta Historia, en letras. Las letras en Cancún: vergüenza internacional que no le importa
No estoy en contra en ningún momento de que la mayor prioridad de Cancún y Quintana Roo sea el Turismo. Sería insensato y torpe, porque el Turismo es el «petróleo» del estado y es como ya dijimos, su misión y objeto de ser en esta Historia de México y el mundo. Se acepta por los medios filosóficos, prácticos y de sentido común. Pero entrando con esa premisa de que el Turismo beneficia a Cancún, dejo la estadística en el rubro de letras. Hoy, el panorama se presenta más sombrío que nunca: en base a una investigación de la única revista literaria en la ciudad con suficiente historia y seriedad para permitírselo, Tropo a la uña, arrojó datos escalofriantes: de 2009 a 2013 solo hubo 28 libros publicados en Cancún, y como para mí es necesario avergonzar a esta veleidosa mujer de 44 años que ha sido maquillada lo más que puede, vestida de todas las banderas del mundo y con zapatos de baile relucientes porque tiene que estar muy presentable para recibir a todos los reinos y países, se desglosa en lo siguiente: · · · ·
11 libros de poesía 2 de cuento 6 de ensayo 9 novelas
En su mayoría son autopublicaciones o encargos particulares a la imprenta, y solo una novela editada fuera del país, la de un servidor. Lo increíblemente dispar es este pensamiento que he formulado por algún tiempo y que seguramente pondrá a pensar:
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Cancún es una ciudad reconocible en casi cualquier parte del mundo, es una ciudad internacional, ¿por qué sus letras no lo son? ¿Por qué la cultura se reduce a efectos decorativos y se divide de gran forma al ser turista y habitante? Cancún: su propio nombre de seis letras lo han hecho un triunfo de México, como expresara Antonio Enríquez Savignac, considerado uno de sus «padres», y es asombroso cómo esa palabra de dos sílabas en el mundo civilizado evoque imágenes de playas, palmeras, arena, sol y diversión desenfrenada, «vacaciones». Cancún vive bajo ese concepto por naturaleza, por concepción desde sus entrañas, esa es su misión y no se alterará jamás. Es aquí cuando entra el problema de las letras en una ciudad como Cancún: no se pueden respetar ni a sí mismas, no se pueden sostener y terminan quemando a quienes lo intentan: presentaciones para la familia y amigos del autor del libro, pedir favores para obtener espacios (como si esto lo fuera) a los pocos sitios culturales, esperar una respuesta titubeante que se transforma en silencio o negativas de las instituciones (y cobro en algunos casos, sí, cobro por presentar un libro) y tras la presentación, firmas y aplausos de un núcleo reducido adyacente al lector, para finalmente volver al vaivén de las olas de lo mundano. Ahí acaba el sueño de un libro publicado en Cancún, y de los escritores que lo permiten. Los conocidos literatos desconocidos
¿Dice algo el nombre de Alicia Ferreira a un cancunense promedio? ¿Qué tal Carlos Hurtado? ¿Rodrigo De la Serna? ¿No? No es para menos. Empezamos con la maestra Alicia Ferreira Aldaz, de origen uruguayo pero con residencia en esta ciudad desde fines de la década de los 80, reconocida en la Casa de la Cultura por sus incansables talleres literarios y promoción cultural, no tiene publicada su obra completa hasta el momento. Está considerada como una de las poetas más «férreas y consistentes» de Cancún y una autoridad en la materia. Pero su obra se resume en tirajes de 100, 250 y 500 ejemplares en ediciones artesanales o personales, lo que condena su gran figura a un anonimato casi absoluto y extremadamente local.
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No hay ningún reconocimiento oficial de parte de alguna institución de Cultura por su trayectoria; la escritora se ha visto mermada físicamente y a pesar de las dificultades pudo presentar una obra recientemente en 2014 titulada Noticias del pueblo, en una presentación donde encontramos también una edición independiente y de muy poco tiraje. La situación con Carlos Hurtado es un tanto similar: tras su éxito con Crónicas urbanas, columnas en diarios locales publicadas alrededor de la mitad de la década de los 90 con gran aceptación del público, coordinó y compiló Voces de ciudad joven (1995) donde se reúnen cuentos de 21 escritores que se afincaban en Cancún. Con esto se lograba un paso importante para la difusión de la de por sí incipiente literatura, y a pesar de sus deficiencias en edición, logró posicionar en ese entonces algo mejor lo que se escribía en el municipio. Su trabajo tuvo un punto culminante con la publicación de la novela Cancún todo incluido (2001), la primera novela que se dedicó exclusivamente a esta ciudad, con sus problemas actuales y basada en una realidad de sátira política y los problemas acuciantes de una ciudad que empezaba con los primeros estertores de crisis social, ecológica y política. Tuvo una difusión mayor por los temas tratados y reconocida por Juan Villoro. Sin embargo, tras esto, la producción literaria del maestro Hurtado se redujo a una novela sobre las relaciones en internet, Otra vez las margaritas (2009) y se logró una segunda edición de Cancún todo incluido en 2011 que pasó sin pena ni gloria por los estantes literarios de la ciudad. Hoy se halla retirado de cualquier actividad literaria. Rodrigo de la Serna escribió un libro que se divide en una investigación sobre fray Diego de Landa y una novela: El resplandor y la sombra (2009) y aunque esta edición fue apoyada por el fondo editorial del ayuntamiento de Solidaridad (Playa del Carmen) hay que señalar que la trama de la novela está centrada en diferentes líneas temporales de Cancún, en un ambiente que va desde la ciencia ficción y fantasía, un interesante cóctel que refleja varias etapas del inicio y crecimiento de esta ciudad. Actualmente De la Serna radica en Playa del Carmen y es periodista.
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Más estadísticas lapidarias. ¿Si no se lee, se escribe?
El periódico Novedades de Quintana Roo publicó en enero de 2014: “A nivel internacional la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), indica que en Alemania la población lee un promedio de 12 libros por año, es decir, en nueve años y dos meses y medio, un habitante de Quintana Roo logra lo que un ciudadano de dicho país europeo hace en 12 meses.” Quizá el problema de lectura no sea de las instituciones ni de los escritores, pero insto a involucrar al que escribe: tiene que hacerse parte del problema. En vista de lo anterior, y en eso hay que ser enfáticos, las letras en esta ciudad tienen su mayor mérito con base en esfuerzos independientes y en exclusiva del impulso que pueda darles el escritor en turno, al margen de un beneficio que se supone debería retribuir el Turismo —el petróleo de Quintana Roo— a la cuestión literaria. Como podemos comprobar hoy, en su gran mayoría estos esfuerzos han sido vanos, cortos, mochos o chatos, y eso parte del poco interés en una Historia, en una sociedad que no se puede identificar, y que no se inquieta por la cultura que pueda presentar: la ciudad donde radico, ¡un lugar paradisíaco! donde trabajo, como y me divierto. Hay algo que falta, ¿pero qué? ¿Qué pasa con los que presentan alguno de los anteriores síntomas? Evocan. Evocan imágenes de su ciudad de origen, lamentándose del clima de aquí, de las carencias, sin llegar realmente al fondo del problema de insatisfacción personal, eso que les hace falta para variar la rutina citadina; que si en el DF, Querétaro, Guanajuato o Guadalajara hay esto o lo otro y aquí no, y entonces se quedan abstraídos en una especie de existencia lineal, paralela pero fuera de lo que implique un contacto real con las calles que pisa, insensibilizando esa parte que incluye la identificación con Cancún y la cultura que pudiera ofrecer. Entonces termina absorbido por el modus vivendi del cancunense promedio, fuereño o nativo: prefiere ir a
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satisfacer necesidades básicas al supermercado, a las playas públicas y a las plazas, ver películas en una sala de cine o rentarlas, y encerrarse en una burbuja que lo proteja de la hostilidad del ambiente de trabajo, del Turismo y de las personas que se quieren meter a fuerza de buscar una identificación (¿Eres del DF? ¡Yo también!) y entrar a su círculo íntimo y de confianza —y en casos últimos, de la inseguridad—. A veces es todo lo contrario: la gente viene a hacer y a dejarse hacer, a probar nuevas cosas en el trópico insinuante y provocador de fantasías y promesas que se van alargando cada vez más en tonos masoquistas. Incluso, es difícil hacerse de amistades duraderas, de parejas y familias que duren el umbral de los 2 años críticos, además de tasas elevadas de suicidios y gente triste e inconforme de acuerdo a encuestas realizadas en 2013, pero ese es otro tema. Algunos prefieren satisfacer su curiosidad de exploración y se marchan cuando llega el hastío y aburrimiento, se termina el contrato laboral (siempre temporal, por cierto), la temporada baja de ocupación turística fue cruda o los asustan las rachas del primer huracán. ¿Letras de Cancún, en Cancún? Ya pueden aparecer las risas grabadas y que resuenan en ecos sobre los que intentan hacer algo en una ciudad así. No se puede tener una impresión más homogénea de Cancún si no se le da la oportunidad de contar sus historias, sus poemas, su narrativa. No se deja, no hay para ello.
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Para finalizar
En resumen, a la propia Cancún no le importa sonrojarse ante las risas de quienes piensan que aquí no se puede escribir, de que aquí no hay una cultura sólida de las letras; lo que le importa es que sus invitados paguen y disfruten, hagan lo suyo y se marchen sanos y salvos. Que pisen sus arenas, que se remojen en los turquesas de sus litorales y se lleven recuerdos comprados en la boutique más cercana. A Cancún se le perdona, se le da una palmadita de vez en cuando a la niña traviesa y se le sigue perdonando hasta el momento como una chiquilla malcriada. Y es crudo decir que tampoco a esta chiquilla le interesa lo que suceda con las letras a través de personas valientes, con buenas o malas intenciones, ignorantes o mercantilistas, en fin, todas con intentos de acaparar algo que al final se convierte en puñados de aire. A final de cuentas, las letras en este Cancún donde nací hoy se sostienen precariamente en una carpa que amenaza con caerse a cada momento, y cuando el último escritor o aspirante a serlo se canse de sostenerla, caerá en definitiva y ya no habrá rescate posible. Todos habremos emigrado ya.
Ondinas, sirenas y surrealismo
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Michelle Cortazar En este número nos acompaña Michelle Cortazar, artista plástico, muralista e ilustradora. Autodidacta y de gran imaginación, desde pequeña supo que su vida iba a estar dedicada al arte. Nació en la Ciudad de México dentro de un linaje familiar artístico, donde su madre y su bisabuela fueron influencias importantes. En su trabajo destacan sus influencias surrealistas y en seres mitológicos.
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Arte
“Ilusiones” - de la serie “Corazones” Técnica: acrílico sobre lienzo Medidas :20x25 cm
Su madre Cynthia Cortazar, fue quien la apoyó e introdujo a la pintura llevándola a exposiciones, y su bisabuela, Esther Suárez, concertista de piano, quien la inició en la música dandole sus primeras clases de piano y solfeo a una edad muy temprana por lo que más adelante entraría a estudiar Piano al Conservatorio nacional de Música en la Ciudad de México. A la edad de 10 años descubre el surrealismo y queda fascinada por esta corriente. Así es que va creando en su estilo esta fusión de mezclar la realidad con la fantasía y los sueños, estilo que hasta ahora ha ido desarrollando, incorporando en su arte creativo metáforas, elementos simbólicos y arquetípicos, permitiendo así que el espectador por sí solo encuentre elementos con que identificarse en la composición de la obra. Ella es Michelle Cortazar, ¡te invitamos a conocer su obra!
“Ondina” Técnica: acrílico sobre lienzo. Medida: 50x70 cm.
Ramón Iván Suárez Caamal
Poetas inmortales
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“La literatura, la poesía, las palabras, desde muy pequeños, nos ayudan a que nuestra vida adulta sea indudablemente más feliz”
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star en presencia del Maestro Ramón Iván es siempre una grata experiencia. Sencillo y con la humildad que lo caracteriza, por él han pasado innumerables generaciones de estudiantes y escritores en Quintana Roo a quienes ha formado con una gran labor dentro y fuera de las aulas. Originario de Calkiní Campeche y creador del himno de nuestro estado, el poeta continúa en su trabajo incansable, presentando poemarios que son considerados una joya en la poesía infantil, y de hecho, está posicionado como uno de los mejores en ese género en nuestro país. Su último libro ilustrado presentado, Cuna la media luna, presentado por primera vez en Cancún en febrero de 2014, fue galardonado por CONACULTA y el Instituto de Bellas Artes a través del Instituto Literario de Veracruz. Ramón Iván Suárez Caamal nació en Calkiní, Campeche el 14 de abril de 1950. Desde joven supo que su verdadera vocación era la enseñanza, por lo que estudió para profesor de educación primaria en la Escuela Normal Rural “Justo Sierra Méndez” de Hecelchakán, Campeche y para Maestro en Lengua y Literatura Españolas en la Normal Superior de México. Ha impartido talleres literarios a niños y adolescentes en la Casa Internacional del Escritor en Bacalar y los talleres “Diez puertas a la poesía” y “Escribir poesía para niños” a escritores de Bacalar, Chetumal, Cancún, Playa del Carmen y la ciudad de Campeche.
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Ramón Iván Suárez Caamal
Estos son algunos de sus libros. Su permanente cercanía con los pequeños le ha dado muchas satisfacciones, contando en su obra de poesía infantil: -Poemas para los pequeños, edición de autor, 1982. -Poemas para los más pequeños, Editorial Nave de Papel, 1995. -Una resortera para las palabras, ejercicios para talleres infantiles de poesía, Centro Cultural del Niño Yucateco e Instituto de Cultura de Yucatán, 1999. -Huellas de pájaros (Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños, 2010. Fondo de Cultura Económica y Fundación para las Letras Mexicanas, primera edición 2011). -Palabras para armar tu canto (Premio Internacional de Poesía para Niños, ciudad de Orihuela, España, 2011. Ayuntamiento de Orihuela y Faktoría K de libros de editora Kalandraka, 2012). --Cuna la media luna, Instituto Literario de Veracruz, 2013. -Un árbol florece sueño, Anadrio ediciones, 2013.
“No hay muchos poetas de este estilo, de eso me di cuenta, ahora ya va oreciendo el género, pero no como quisiéramos, la poesía para niños suele estar catalogada por debajo de la tradicional, como si fuera su hermano pequeño, pero tiene su complejidad dentro de su aparente sencillez”
Ramón Iván Suárez Caamal
En el reino de las esencias Guiándome por el olfato puedo ascender a lo inefable, a la invisible gracia de presentir sin tocar. Aspiro el mar antes de oírlo: la flor de su perfume. El infinito sabe a gozo, pero también la podredumbre avisa. Llueve y de la tierra surge un vaho que la lengua confunde con incienso y ámbar. Guardémonos de los sentidos que no son exactos, hay que trazar coordenadas visibles del musgo al terrón, de los pétalos a la mariposa, del hombre al deseo. Un mapa teje su perfume. Seamos iguales con la jerarquía del olor y el hedor. Como la música el perfume es un raro silencio. ***** Dile a esa flor que abra su perfume y me permita ver el rostro que le puso la lluvia. Díselo tú que eres su espejo. O si sabes las sílabas secretas de su nombre, deja que con tus labios bese la epifanía de su aroma.
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****** ¿Quieres escuchar los aromas? Sigue a las abejas desde su monacal hospicio hasta las campanas de oro de las silvestres catedrales del aire. Ensaya el zumbido del colibrí frente a la partitura de una flor… Tiemblen mis pestañas en las patas de las abejas: Veo, velo, vuelo, vuelvo con mi dote de oro. La luz me da la bienvenida. ******** Esencia y ausencia, así podemos llamar y amar el botón en el puño de la rama antes del conjuro de las abejas y la oración del colibrí. Ausencia y esencia: bálsamo de quien aún no viene pero está en la flor a la que ninguna llave viola sino el deseo de abrir deseándola.
“Salirnos del acartonamiento cotidiano, recuperar la capacidad para asombrarnos de cosas como el amanecer o atardecer, un grillo, un pájaro, la lluvia o un niño jugando, y preguntarnos cómo podríamos escribir sobre esos detalles, saliéndonos de todo lo serio y que nos ata a nuestras vidas diarias, como el trabajo. Esa, es la forma de conectarnos con nuestro niño interior”
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Jóvenes poetas
Ángela Hernández Dejemos que el destino se encargue
No entiendo al amor es algo simplemente complicado su sombra es demasiado grande para mí, como un zapato grande para mi pequeño pie. Ese amor que tanto daño te hizo, ahora me hace daño a mí, tus recuerdos salen a flote como aquellos globos que escapan de las manos. Supongo que debo atenerme a las consecuencias me aferro a ti como si cayera como en los sueños, en esos que sientes que caes pero la ventaja de estos, es que solo es un sueño Realidades diversas, que dañan a un débil corazón, no saber cómo responder a tanto dolor, ¿huir? No, simple te perseguirá ¿afrontarlo?, y morir en el intento
Jóvenes poetas
¿Quién podía soportar todo este dolor? No lo sé, tal vez solo Dios, ¡Ayúdame! Ayúdame a que amar no duela si te pido imposibles, solo mándame una señal, una señal que diga que me prepare, que me prepare a sufrir aún más. Escucho el susurro de tu silencio dime algo, pero no con tu silencio El agua que corre por el río tan abundante y feroz así corren las lágrimas en mi rostro ¿Qué esperanza queda? Es inútil piensas en una mañana, un mañana demasiado lejano, como la ausencia de tu corazón de tu cuerpo y el alma ¿Qué esperamos? ¿Hay posibilidades? No me des ilusiones, hagamos un trato, dejemos que el destino se encargue.
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Jóvenes poetas
Habrás de engañar… No eres igual, ¿qué es lo que te ha pasado?, no eres la persona madura que yo pensaba, o más bien, la que me hiciste creer que eras. ¿De qué te sirve tanta sabiduría y experiencia?, eres como un niño que no piensa lo que dice, además, tu actitud demuestra lo contrario, no te aferres al suelo, por un momento mira al cielo, y ruégale a Dios, que no solo cambie la estación. La rosa que me diste está ya marchita, negra, seca, sin vida, como cada palabra que sale de tus labios, igual que un tocadiscos que nadie usa. No intentes llamar mi atención, simplemente no te servirá de nada, ¡el tiempo vuela!, el segundero no se detiene, ¿qué es lo que piensas hacer?, ¡apresúrate! La arena ya termina de caer. Éste es el comienzo del fin, ¡silencio!, algo se acerca, nada, sólo es el crujir de las hojas, el tiempo se ha acabado, es hora de que yo me retire. Te deseo buena suerte, incluso éxito, pues a alguien más, habrás de engañar.
Jóvenes poetas
Yatzil Leyva Sin título
Cuando partí te lleve tatuado en mi pupila con la clara imagen de tu rostro que se fue bordeando por mis lágrimas Hoy, soy ave que vuela lejos de ti con sus alas unidad en la ausencia de un corazón que no es retorno y en la metamorfosis de mi alma mañana seré barco que navega en este mar seco intentando llevarse de olvido ¡oh! recuerdo hecho de olas y espuma me sigues por doquier te transformas en viento y me susurras y en el viaje que imparto la calma y agonía que por nombre te tiene a ti me detengo y en un momento he probado vino de tu boca con un amargo sabor a veneno partí, me marche huyendo y por castigo a mi cobardía me sigues en el viento Me sigues en el tiempo y en la metamorfosis de mi alma mañana serás recuerdo.
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Poemas a Mamá
Angel Augusto Uicab
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1 La quiero sí, la quiero porque fuimos uno por mucho tiempo porque el cuenco de sus manos fue mi cuna. La quiero como un tesoro aquí en mi pecho guardo los recuerdos cuando me llevaba de la mano cuando me llenaba de besos y me apretaba entre sus brazos La quiero porque lucha porque siembra y cosecha cariño porque se vale de sus pies y de sus manos porque una caída para ella es un impulso para seguir adelante. La quiero porque me mira y sus ojos me dicen: “te amo, mi niño, te amo”. La quiero el cielo lo sabe como mar inmenso como amanecer tierno como bello atardecer La quiero porque es parte de mí pero yo soy más parte de ella.
Jóvenes poetas
2 Mami tus ojos me dicen que me quieres hoy no te escribí un poema lo siento, no pude lee mis labios dicen: “te amo” mira mis ojos ¿Percibes el cariño? Hay un abrazo para ti aquí en mis brazos tómalo es mi mejor regalo mi corazón late en calma por estar contigo. 3 Corté con las tijeras de mis ojos este instante en el tiempo, el de la despedida. Medianoche, bajo el techo de cartón de la cocina, en el jardín durmientes rosas, y arriba, más arriba la luna. Mi madre se ha metido a mi alma por una mirada, se ha quedado en mi cuerpo en un abrazo. La he abrazado en mi mente mil veces, me he dicho que la abrazaré un millón de veces más, lo digo de verdad, no exagero. Mi madre es como sus rosas, amarilla, blanca, naranja, lila, roja, hermosa, aromosa, amorosa.
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Florecimiento del amor A Wendy
Llegas como el amanecer fresca y reluciente traes la esencia del jardín tus manos huelen a menta. Cuando veo tus ojos son dos solecillos que ríen sonrío contigo. Escucho las hierbas dormirse bajo tus pisadas tus manos le hacen cosquillas a los claveles las rosas te hacen reverencia. Las hojas secas el árbol muerto te ponen triste tus solecillos se esconden tras nubes grises por favor, no lluevas no soporto verte llover. Acuérdate del color de las rosas de los girasoles enamorados del sol de la margarita que adorna tu oreja de la ternura de los tulipanes. ¡Anda! Aparta las nubes grises que esos solecillos sonrían que se iluminen ¡Ven! Florezcamos.
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Daniel Mejía Rebeldía Contra el hambre matutina, la falta de dinero, las rutinas y los fieros espejismos del mediocre desempleo, contra las edades, la introversión, la dirección del viento, y la sobra de tristeza y la fe y el miedo, contra los accidentes viales, los semáforos en rojo, la plusvalía literaria, las ausencias repentinas, y tu semblante tierno y roto, contra tus destinos, tus pasados de noviembre, mis bajísimos instintos de querer a quien no viene, contra tu tardanza y mi absurda paciencia, contra los relojes y la timidez y la vasta inexperiencia, contra mis preguntas, y tu sentido del humor y de alegría, contra todos los pronósticos y el caos del mundo, la casualidad de conocerte fue un acto de rebeldía.
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Abismo En el fondo soy cauces, inercias; un fuego que se prolonga a inertes tormentas llenas de caos y libertad. Soy arenas movedizas; nómadas, soy una raíz plantada; cimiento de los árboles por donde deslizan sus cuerpos las serpientes. Soy un lago que corre y que se rompe al contacto con sus piedras, soy una cripta que riega epitafios. En el fondo soy catarsis ajenas, penas taciturnas, soledades oblicuas; un hecatombe de trémulas sombras. En el fondo soy sólo un abismo.
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Poema de la juventud iracunda Últimamente no he estado de humor para sobrevivir. El vértigo de pernoctar en cualquier hoguera suburbana, de condenar al olvido la inocencia por un puñado de pericia y de dinero, de reprocharme valentía y madurez, me consume; me convierte en parte del consumo habitual, terco y testarudo; plástico y fanfarrón. Por error, volví a traer el alma a la oficina. El olor a estrés comprimido en el último camión indolente de la medianoche me sobrecoge, y me guarda entre gente cansada y miserable, que se tatúa al reloj y al servicio de extranjeros y de las empresas trasnacionales. Yo, cómo todo joven arbitrario e inexperto, podría ofrecer unas líneas a un grito revolucionario y decir “y el gobierno…,” “y el falso izquierdismo hipermoderno”, “y el capitalismo…”, pero esta vez, mi tristeza va más allá de lo medible y lo contable, de las estadísticas y los censos. No quiero depender de un pedazo de plata, ni de una porción de papel, ni del fuego congelado, ni del bronce sin fin, ni del húmedo y negro tesoro nacional, no quiero que me inyecten la humildeza a base de leyes, de horarios fijados, de uniformes o decálogos, pero es nuestra naturaleza y hacerse la víctima es un acto de soberbia.
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Hace cinco meses que no escribo nada. Las letras, los crucigramas existenciales, la perpetuidad de la amistad, la ofrenda semanal a las fantasías han quedado en segundo plano. Podría decirse que llevo cinco meses intentando caer en una muerte natural, pues el suicido no es digno de los hombres ni de los caballeros. Y yo debo pertenecer algún tipo de intervalo entre estas dos insignias. El hombre de verdad muere de tuberculosis, de trabajo, muere de humildeza y de servicio. Nunca de ocio o de pecado. El ruido de la lluvia es todo el amor que ésta ciudad nos puede ofrecer. Me quedaré sentado frente a la ventana más próxima y el diluvio más hermoso, con mi sentido del humor y mi “irreverencia”, a seguir sobreviviendo a toda esta catástrofe universal.
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Jesús Emilio Fragoso Ella ¿Quién es ella? no te puedo responder esa pregunta, pero si hay algo que puedo decir sobre ella, y es que desde el primer momento en el que la conoces, en que tus ojos se fijan en ella, el tiempo se detiene, lento transcurre, como si no hubiera nada más a tu alrededor, ese momento, en el que ella te devuelve la mirada, y te das cuenta que ella llegó a tu vida por un motivo, llegó a tu vida para sacar la mejor y la peor parte de ti, sólo ella, nadie más. Ella, que con una simple sonrisa, te apuñala en el corazón, te tortura al borde de llegar a matarte, pero algo en ti quiere más, y no importa cuanto daño te haga, no quieres perderte ese hermoso instante en que su boca dibuje esa silueta de la cual darías todo por ser el motivo, y cuando menos te lo esperas, pierdes la cuenta de las fotografías que le has tomado, aún así, no te basta, pues lo único que quieres, es tenerla a tu lado, sólo a Ella, a nadie más. Ella, con su aroma tan único, que provoca sensaciones que no sabías que existían, ese aroma que te lleva a conocer mundos maravillosos, y anhelas tanto en ese momento, sostener su mano, para que te enseñe su mundo, su universo. Ella, la culpable de tus desvelos, el motivo por el cual la noche no es más que otro pretexto absurdo para pensarle, y cuando el insomnio se vuelve sinónimo de poesía, cada verso se transforma en su dulce melodía.
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Odias admitirlo, pero simplemente no puedes ir contra la corriente de tus impulsos, y sin darte cuenta, tus labios besan los suyos, y olvidas el motivo de tu existencia, olvidas quien eres, olvidas los problemas, olvidas que hay un mundo afuera, sólo importa ese instante, tú y ella, no crees lo que pasa, sólo suplicas al tiempo que se detenga, porque temes perderla al día siguiente, sólo te queda disfrutar ese instante, solamente tú y ella. Quieres odiarla y buscas todos los motivos posibles para no quererla, para no extrañarla, pero, ¿Cómo librarte de esa intrigante mirada? ¿Cómo no adorar esa sonrisa tan coqueta? ¿Cómo no admirar su cabello que baila al compás del viento? ¿Cómo no enamorarte de su inteligencia? diré que con el simple hecho de mirarla a los ojos, encuentras la paz que tanto buscabas en tu interior, sólo ella, la única capaz de controlar tus demonios. ¿Qué si quiero saber quien es ella en verdad? No, porque todo mundo cree conocerla por apariencia, todo mundo cree saber como tratarla, pero nadie se preocupa por saber sobre sus sentimientos, lo más fascinante de ella, es lo misteriosa que es, y no te cansas de conocerla todos los días, sólo sé que quererla es el más fino placer que puedas sentir, sólo ella, nadie más que ella…
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Elizabeth Hernández Wonderwall Suave color café acaramelado que baña tu mirada adornada con el brillo del amor encadenado que inunda cada parte de tu ser. La cobertura de tus cejas, celosas de los rayos de sol, que como fieles pilares los protegen cual madre al hijo. Deja bailar esas pestañas, mira que hasta las gotas de lluvia se detienen para recorrerlas lentamente y así admirar la longitud que reviste la poesía que son tus ojos. Cada grieta que conforma el paisaje de tu mirar, la forma en que interactúan con su exterior, como si hiciesen el amor con las luces, seduciendo al mismo tiempo al viento. Las sombras que perfilan su belleza natural, que maquillan y resaltan los detalles que son imposibles de ignorar. La profundidad de algo tan superficial. La hoja en blanco de cada historia. Un instante, un paisaje. El reflejo mas hermoso de la descripción de lo que los mortales llaman vida. Protagonistas de sueños, temas de canciones, inspiración de poetas, deleite de pintores… Tus ojos son perfectos caprichosos que con solo una mirada fija consiguen el temblar de un cuerpo firme, el suspirar de un ser sin aliento, un calor recurrente en quien solo posee frío.
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Se roban el tiempo egoistamente; una vez que acaparan tu atención toman control y juegan con todo cuanto se cruce en su camino. Son como niños curiosos que mueren por saber, que disfrutan de detalles y con su inocencia visten el mundo de un tierno tono fluorescente. Son esos amantes que separados se mandan besos, que abrazan el momento y convierten la nada en todo. Son abrazadores, son intimidantes, son suaves, pero salvajes; son fijos, pero perdidos. Son inquietantes, indescriptibles, inolvidables. Son apasionados, inocentes, tímidos, seductores. Son dulces, misteriosos, sofocantes. Son huracanes, terremotos, tormentas, oasis, paraísos. Son paz. Son refugio. Son letras. Son pura poesía, mi poesía.
Jóvenes poetas
Zaire Gamboa ¿Por qué mejor no me matas? Estábamos haciendo el amor, a mis ojos miraste, sonreíste sin explicación, y una lágrima derramaste. Me dijiste que me amabas, yo no dije nada, en llanto rompiste y yo me asustaba. ''No me quiero enamorar'', pude responder. Dijiste sin dejar de llorar, ''uno no elige querer''. ''¡YO DECIDO NO HACERLO! '', respondí a la defensiva. ''Solo no quieres ser lastimada'', dijiste mientras me iba. ''¿Por qué mejor no me matas? '', agachaste la mirada. ''Estás enamorado, tonto niño ilusionado''.
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Madre
Luis Alexis Canepa
Ella es abrigo cuando hay frío, ella es cobijo en la soledad, ella recibe menos de lo que con amor da. Su cariño sabe a lo divino, sus acciones al verdadero amar. Es el respeto bien ganado, es el significado de amar, es quien ha sacrificado al máximo, para ver al retoño de su cuerpo triunfar. Reprende, pero también comprende, castiga, evitando un mal. Ella llora, sufre, pero al final está de pie, al fin y al cabo es fuerte, al fin y al cabo es mamá.
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Volver a volar Verte aquél día fue volver a volar, observar tu sonrisa libre y sin ningún pesar. Tus ojos atentos, la felicidad en tu mirar, desde las primeras palabras tan interesante desde que te vi supe que podría ser especial. Desde aquel momento no te dejé de pensar, de una manera divina a mi mente lograste entrar. Quizá exagere, pero no podría subestimar esa sonrisa, esos ojos, ese mirar. Tomo estas hojas para poderme expresar, escribo estas estrofas para poder confesar. Pido cinco minutos de tu tiempo y atención Tan sólo un momento y sabrás quién soy yo. En ti está creerme, en tus manos tendrás la decisión. No todas las veces suelo ser romántico, normalmente callo y me vuelvo escándalo. Mi pasado me ha instruido y he logrado aprender, que si quiero algo bonito la sinceridad es el mejor aliado. Sin rodeos, sin metáforas; sin probar suerte con aliteraciones, me niego a la distorsión de mis palabras. Vengo armado de valor y animado por corazones, vengo a declararte mis mejores intenciones. Hola, permíteme me voy a presentar Yo soy aquél hombre que te hará soñar, soy quien con bellas palabras y sinceridad, te mostrará que puedes confiar, yo soy quien te querrá hasta el final. No necesitas de una promesa fiar, quiero que disfrutes conmigo, que te dejes llevar, enamórate a mi lado, siente el amor de verdad, te pido la oportunidad de conocerte deja que el tiempo nos diga cómo nos irá.
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Jóvenes poetas
Gyselle Alejandro
Vida mía Vida mía... tú no sabes que eres mi mayor alegría ¡Oh dulce aurora boreal! cuanto te he de extrañar, cuando en mis últimos momentos yo te he de recordar, ¡oh vida mía! tu te escapas en mis días, sin darle al alma mía, tiempo para guardar, te vas, y sin más yo solo te he de extrañar.
Jóvenes poetas
Verónica Durán
Silla vacía Veo una silla vacía a mi lado silla que solía pertenecer a alguien objeto sin vida que presenció gritos y peleas y calló lo que vivió aquel día, cuando perdí la inocencia. Silla que amó a su dueño tanto como yo. Amiga y compañera de años consejera en los malos ratos ahora que él partió, nos encontramos solas las dos. Pero, ¿cómo olvidar a alguien que se volvió parte de ti? Alguien que su olor dejó en la madera y en mi piel silla llena de recuerdos, que jamás olvidaré.
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Jóvenes poetas
Antagonista ¿Quién era ella? Aquella que pudo borrar la hoja de papel donde escribíamos nuestro amor. ¿Quién era aquel personaje antagónico que me logró destrozar? Ella, la que el nombre de “seducción” lleva mujer, que de tu corazón me sacó, corazón del cual dependía yo.
Jóvenes poetas
Noctámbulo Durante la noche es cuando más golpes recibo en mi mente crueles recuerdos disfrazados de furias disfrutan viéndome sufrir. Mientras el insomnio me mantiene despierta veo cuerpos torturados a lo largo de mi habitación cuerpos descuartizados y degollados, que intentan alcanzar su salvación. ¡Oh, desafortunado Orestes! Dime que panoplia usaste contra tus enemigas las Erinias crueles cazadoras de los inocentes soñadores aquellas quienes convierten la magia en tormento quienes son el peor miedo del noctámbulo noctámbulo que no sabría elegir entre el insomnio y los sueños sueños que son presas de los males que vivimos sueños que, en vez de hacerte olvidar, te hacen recordar todo aquello que tu corazón desea borrar.
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Recuerdos perdidos
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¿Recuerdas aquella persona que solías ser? Mira hacia atrás y recuerda. Mira el bello bosque del que vienes. Todo lo que describías todo lo que sentías. ¿Qué te hizo cambiar? Dejar de sentir y no poderte controlar. Voltea, ve aquel bosque lleno de fantasmas y demonios bosque de noches perpetuas, solitarias y silenciosas bosque lleno de magia bosque con estrellas infinitas. ¿Recuerdas esos besos? ¿Aquellos a quienes amaste? ¿Recuerdas aquel sentimiento? A la mitad del bosque fluye un río el Río del Olvido, así es como lo llaman. Ahí se encuentra el amor que perdiste junto con todos los sueños que tuviste. ¿Recuerdas las pesadillas? Aquellas que hablaban de muerte y exorcismos esas son las que más pesan las que hasta el fondo del río se encuentran. Por encima de este flotan tus anhelos anhelos que olvidaste y durante el camino tiraste. Voltea, ve. ¿No deseas tomarlos? Abandona el desierto de ahora, regresa al bosque donde vivías bosque lleno de magia y fantasmas. Tira al río todo el dolor, toma todos los sueños y que a tu vida devuelvan el color. ¿Recuerdas la persona que solías ser? Viaja a tu mente, viaja de regreso al bosque que solo tú conoces.
Carlos Martín Briceño
Narrador estelar
“
N
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“Escribo para rearmar mi pertenencia a este mundo, para sentir que mi vida tiene sentido.”
o confíes en nadie. Nadie, aparte de tu familia, tiene motivos para quererte”. Así con esas palabras textuales, mi madre solía prevenirnos a mis hermanos y a mi de la maldad humana. El mundo, bajo su perspectiva, estaba poblado de gente dispuesta hacernos daño, si las circunstancias eran propicias. Los buenos podían contarse con los dedos de la mano. Al tendero de la esquina, por ejemplo, un viudo solitario y de ojos permanentemente enrojecidos, no debíamos aceptarle nada gratis, ni siquiera un chicle motita o un puñado de charritos, pues detrás de aquella acción, quien sabe que oscuras intenciones se ocultaban… Treinta años, después estoy cierto que, de no haber sido por estos consejos, quizá nunca hubiera desarrollado esa suspicacia que me ayuda a narrar mis historias. Historias que surgen de lo cotidiano, de las relaciones de pareja, del horror al tedio, de ese mensaje universal que es el sexo, de situaciones anómalas dentro de vidas aparentemente tranquilas… Claro que la vida a cambiado y estos tiempos también facilitan las cosas, pues nunca, como ahora, el ser humano había vivido con tanta zozobra. Basta con abrir un periódico para darse cuenta de la incongruencia del comportamiento humano: cautivo de su propio egoísmo, en el afán de satisfacer su necesidad de permanencia en el planeta, el hombre continúa apostándole al exterminio de su entorno para sentirse protegido, sin darse cuenta de que está cada vez más solo.
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Carlos Martín Briceño
Mi pasión por la literatura me viene desde la niñez, gracias a los Reyes Magos que solían dejarme debajo de la hamaca historias de Salgari, Stevenson, Mark Twain, Dickens, May Alcott, Julio Verne y Conan Doyle en lugar de juguetes Lili Ledy. No olvido el Drácula de Bram Stoker-en versión completa de editorial Novaroque aún conservo y que leyera a los diez años y me obligara a dormir con un crucifijo entre las manos durante varias semanas. El cine, por otra parte, también ha sido un elemento esencial en mi formación literaria. No fueron pocas las ocasiones que en los años setenta entré al cine a mirar películas con clasificación para adultos siendo todavía un preadolescente: Fiebre del sábado por la noche, El francotirador, El exorcista, Taxi driver, La gran comilona… Alguien escribió que mis relatos son “cinematográficos” y que el lector va avanzando al leerlos como si llevara en los hombros una cámara en pleno proceso de filmación. ¿Por que escribo? Escribo para reafirmar mi pertenencia a este mundo, para sentir que mi vida tiene sentido. Mientras estoy escribiendo alguna historia me siento satisfecho. El proceso puede durar varios días, incluso semanas, pero al terminar, vuelvo a sentirme vulnerable y regreso a la urgencia del principio.
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Alguien escribió que mis relatos son “cinematográficos” y que el lector va avanzando al leerlos como si llevara en los hombros una cámara en pleno proceso de filmación.
Carlos Martín Briceño
Si alguien me preguntara a quienes considero mis maestros y la razón por la que se ganaron el titulo, comenzaría con algunos que no saben que lo son, ni se enterarán nunca: Edgar Allan Poe, por su descarnada visión de horror; Chéjov, por la perfecta descripción de sus personajes; Horacio Quiroga, por esa misteriosa exaltación de la naturaleza; Kaa, quien me enseñó que algún día todos vamos a correr la suerte de Gregorio Samsa; Borges, por sus universos paralelos; Bioy Casares, por su aristocrática fantasía literaria; Arreola y Rulfo, (los Juanes, pues), por esa mexicanísima universalidad de sus letras; Cortázar, García Márquez, Sabato, Carpentier, Onetti y Vargas L l o s a , p or ha b erl e d em o stra d o a Europ a qu e Latinoamérica también existe. No olvido a aquellos maestros que lo han sabido por que alguna vez se los dije-cervezas de por medio-, Agustín Monsreal, el primero que me empujara recorrer el sinuoso camino del cuento, y Rafael Ramírez Heredia, quien, con sus agudos puntos de vista me enseñó a mirar los textos desde una nueva perspectiva. Escribir, al igual que leer, bajo mi punto de vista, es una tarea solitaria, onanista. Sin embargo, debo reconocer que los talleres-siempre y cuando sean dirigidos por gente valiosa- ayudan a definir el estilo y a encontrar otros matices al trabajo. Soy un individuo solitario para escribir, para dejar que las palabras fluyan en el ordenador durante la madrugada, pero agremiado para compartir un buen tinto, una buena película, una conversación interesante, un saludable encuentro de cama. Un buen escritor jamás ha de sentirse completamente satisfecho con su labor, pues siempre existirá la posibilidad de mejorarla. Por eso conviene recordar las palabras de Jorge Luis Borges: yo publico para no seguir corrigiendo. Él es Carlos Martín Briceño, ganador del premio de cuento Max Aub en España en 2012, por Montezuma’s Revenge, una historia que definitivamente tiene que leerse.
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Cuento estelar
Carlos Martín Briceño
Se renta —
Q
uiere firmar el martes. La gringa se enamoró de la casa pero exige un clóset vestidor en la recámara. Llamé a una arquitecta… amiga mía… en una hora irá a verte.
Afuera, una mañana luminosa contrasta con el humedal de la casa semivacía. Es sábado, tiene la boca seca, plomo en los párpados y en la cabeza que se consume sobre los hombros. Anoche, como todo el mes, estuvo bebiendo hasta la madrugada. Después de colgar, abandona la aridez de la king size y se dirige al baño. Cierra los ojos y permanece quieto, como sostenido por los hilos finos del agua fría que cae a presión s o b r e s u p i e l . S e en j a b o na mecánicamente mientras mira, fijo, la cenefa de mosaicos de talavera que ella escogió para adornar las paredes del baño.
Se renta
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Azul, amarillo, flor; azul, amarillo, flor; azul, amarillo… repite bajo la regadera, en tanto esboza una mueca de ironía. Su vista alcanza las hojas marchitas de la buganvilla que crece junto a la ventana: desde que Loreto se marchó, nadie se ocupa del jardín. Tensa la mandíbula, comienza a soltar puñetazos contra la pared: las gotas que escurre se tornan rojas. La arquitecta resulta ser una rubia espigada más o menos de su edad. La recibe en la sala, donde ya no queda ningún mueble. Hay algo en ella que lo molesta. Tiene la piel bronceada y los huesos largos. Ese aire de seguridad que emana, la impertinencia cítrica de su perfume. Lleva el pelo recogido en una cola de caballo. Será porque se ha aparecido interrumpiendo su tercera cerveza, justo cuando se disponía a terminar de curarse la cruda. Grandes lentes oscuros le cubren buena parte del rostro. —Bonita casa. Entiendo que la va a rentar y necesita hacer unos arreglos de urgencia. —No se fije en el desorden.
Mientras camina, la mujer se despoja de los lentes y cruza los brazos sobre el pecho. Avanza por el pasillo con cuidado para no tropezar con los cuadros descolgados que se apoyan contra la pared. Recorre las estancias, entreabre puertas en los baños, se detiene en la cocina donde admira la campana forrada de mosaicos amarillos; asoma al patio y se toma un tiempo para observar el diseño de la alberca vacía; pasa los dedos sobre la superficie de cedro de los ventanales cerrados, imaginando, tal vez, cómo luciría la casa antes, cuando el jardín verdeaba, la cocina rezumaba olores de guisos y el sol bullía en las habitaciones.
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Cuento estelar
Al tiempo que apura el resto de su cerveza, él también inspecciona. Se fija en la redondez de las nalgas, en los senos que apuesta duros bajo la blusa de lino, en la tersura de las pantorrillas moldeadas, quizá, por el ejercicio. —Bonita casa —repite al cabo con voz tenue, pero lo bastante clara como para ser escuchada—. ¿Y exactamente qué necesita? —Pensé que doña Teresa le había puesto al tanto. —Bueno —titubea—. Algo me comentó —evade, tratando de ser amable. —¿Sobre el clóset? ¿O mis razones para largarme de aquí? —con la segunda frase, el tono del hombre se ha vuelto amargo. Ella guarda silencio y recuerda las advertencias de la corredora, como si eligiera con cuidado su respuesta: trátalo con pinzas, anda malhumorado, dolido. No desea perder al cliente, pero tampoco está dispuesta a soportar groserías. —Falta ver el dormitorio, pero si prefiere dejamos el trabajo para otra ocasión. El rostro del hombre se torna serio. ¡Son tan parecidas!, piensa. Con una sola frase he conseguido sacarla de sus casillas. Porque en el fondo, Loreto, la arquitecta… todas iguales, y no quería darme cuenta. Impasible, congelada la sonrisa, permanece varios segundos hasta que, con fingida docilidad, suelta: —Disculpe. No me siento bien. Pasé muy mala noche. Ella simula no escuchar. Observa la venda manchada que cubre la mano del hombre. —¿Se lastimó? —¡Ah!, esto —levanta la mano—. No es nada —ríe abiertamente como si el malestar de la cruda hubiera cedido, por fin, al efecto relajante de las cervezas. Casi puede imaginar un “atiéndase” o “cuídese” en la mente de la mujer y disfruta su pequeña victoria, suponiendo a la arquitecta interesándose por él. Y aprovechando ese instante de vulnerabilidad, por la simpatía momentánea que cree percibir, se atreve a contar detalles de su vida cotidiana hasta al punto de insinuar la infidelidad de Loreto.
Se renta
Al principio ella escucha con genuina atención, pero al darse cuenta del giro que toma la plática, se inquieta. Mira repetidas veces su reloj e interrumpe: —Se hace tarde. ¿Vemos la recámara para tener idea de lo que necesita? Flexómetro en mano, la mujer intenta dirigir la plática exclusivamente hacia la remodelación: las dimensiones, el espacio, el diseño… —Que armonice con el entorno, no rompa con el estilo de esta alcoba. A él nada de esto parece importarle. Cada vez que ella sugiere algo, se limita a encogerse de hombros con indiferencia, pero cuando explica con detalle lo que piensa hacer, el tipo corta: —Constrúyalo como se le pegue la gana. Odio esta casa. La atmósfera se ha enrarecido, y él nota con satisfacción cómo el temor empieza a transformar el semblante de su interlocutora. —No necesito pormenores —espeta, tajante. Pero el otro continúa: —Los roperos fueron idea suya; la decoró a su antojo; quería que la casa tuviera un aire del México porfiriano. Miles de caprichos cumplidos y total, se largó. Se fue con un inglés viejo, inteligentísimo según ella. ¡Imagínate! Vino aquí mismo a cenar. ¡A beberse mi tequila! La mujer no contesta. No se ha movido desde que su cliente empezó a hablar. con la mirada busca la puerta anticipando una partida urgente. —¿Por qué tan callada? —Tengo que irme. —Todavía no puedes irte. Me agrada conversar contigo —dice al tiempo que cubre con su cuerpo la puerta de la habitación—. No hemos terminado. Ella da signos de perder la compostura, estruja con fuerza el flexómetro que lleva en la mano, retrocede unos pasos, no deja de ver hacia la puerta y trata de salir por un lado. —Me esperan en el auto. —Sólo quiero que me escuches un momento. —¿Me permite pasar? —Un minuto… —¿Me permite? —¡Te digo que es sólo un momento!
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—¿Quiere hacer el favor de quitarse del camino? Me esperan —repite pausadamente, alta la voz, tratando de mantenerse firme, sin despegarle la vista de encima al tipo— en el auto. El hombre se le acerca, le impone la mirada como si la obligara a verlo de frente. Sonríe. Le llega un vaho de ese perfume que ahora reconoce exactamente igual al de Loreto: cítrico, cínico. “Igual de puta y mentirosa.” —¡Déjeme pasar, se lo exijo! Pero no hace caso, oye el ruego de la mujer como a lo lejos. Experimenta el agobio de los celos y el ritmo de su respiración se acelera. Hay calor en el rostro y las orejas. Tiene la sensación de que esto le está sucediendo a otro, que no es él quien se interpone entre la mujer y la puerta, sino alguien con los puños colmados de despecho. Una ola densa lo revuelca, entume sus sentidos, mientras escucha, desde algún lugar remoto, la súplica distante, inútil, de su Loreto.
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Luis Andrés Mora Dehara Carta de amor La luz comenzaba a entrar por la habitación. Axel Escobar, un joven de 17 años, era el que se encontraba dormido en su cama. Aquel resplandor había perturbado su sueño, pero aún así, ya era hora de que se levantase y se empezara a prepararse para ir a la escuela. Se puso sus pantuflas, y se dirigió a la puerta, porque ahí tenía puesto su calendario el cual revisaba todas las mañanas para preparar su mochila para el día, ya que no era el chico mas organizado de todos –como cualquier otro-. Un escalofrío recorrió su cuerpo quitándole el sueño al observar cuál era el día en que se encontraba. El sueño de varios, la pesadilla de otros: era Día de San Valentín. Pensaba que seguía dormido, así que se dirigió a su cama y procedió a recostarse. En ese mismo instante llegó su madre, quien irrumpió en su habitación abriendo la puerta.
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— ¡¿Todavía sigues dormido?! —exclamó su madre. Aquel grito hizo que pegara un brinco de la cama, cayendo en el suelo. Se arrastró hasta los pies de su madre—. No, por favor, no me hagas ir hoy a la escuela, ten piedad de mí —dijo Axel suplicando. —¿Por qué? —preguntó confundida su madre. —Hoy es 14 de febrero, será un mal día —dijo Axel. —No veo el problema, si tú tienes novia —dijo su madre. —Por esa misma razón —exclamó Axel. —Vamos, no seas cruel, si ella es hermosa —dijo su madre. —Pero no la conoces bien —dijo Axel. —Te aseguro que hoy será un gran día, no te preocupes —dijo su madre. Axel no tuvo otra opción que alistarse para ir a la escuela. Se puso su uniforme, desayunó y tomó su mochila. Él joven se encontraba saliendo de su casa, estaba a punto de despedirse de su madre, cuando escuchó una voz que dijo: —Buenos días cariño. Axel volteó a ver con miedo. Al observar a esa persona hizo que sintiera un escalofrió que le erizó la piel. Era Luna Olmedo, una hermosa jovencita rubia de la misma edad que Axel. Él joven regresó a ver a su madre con una mirada de "te lo dije". —Que les vaya bien —dijo su madre con una sonrisa, cerrando la puerta en el acto. Axel miraba incrédulo. Por que me haces esto, dijo en su mente él joven. La joven pareja caminaba en dirección a la escuela; no estaba tan lejos de la casa de Axel. El joven estaba distraído mientras que la chica se encontraba contándole lo que había hecho el día anterior. Cuando se dio cuenta, ya estaban agarrados de las manos, lo que hizo que se sorprendiera. Cuando llegaron a la escuela, lo único que podían ver era cosas relacionadas al día y chicas disfrazadas de corazones. Al menos no hay de que preocuparse, a nosotros nunca nos dan el día libre, dijo Axel en su mente. —Escobar, Olmedo, esperen un segundo —dijo una persona. Los jóvenes giraron a ver quien era, siendo aquella persona su profesor de matemáticas.
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—Que bueno que les encuentro —dijo—. Como sabemos que hoy es un día muy especial para los jóvenes, hemos decidido que no es necesario que tomen clases por este día, así que avísenles a sus compañeros. —Claro —dijo Luna al profesor, el cual se estaba yendo del sitio. Axel se encontraba petrificado por la noticia. Tiene que ser una broma, dijo en su mente. — ¿No crees que es una buena noticia?, así podremos pasar todo el día juntos —dijo Luna con alegría. —Claro mi amor —dijo nervioso Axel En ese instante se encontraban llegando Isaac García y Elena López, amigos de la pareja y compañeros de clase. —Hey, buenos días —dijo Isaac. —Buenos días —igualmente dijo Elena. —Buenos días —respondió la pareja. —Luna, unas amigas van a vender chocolates caseros y me pidieron que los probara antes de que los vendiera, ¿podrías acompañarme? —preguntó Elena. —Sí, por supuesto —dijo—. En un momento regreso cariño —se dirigió Luna a Axel. —Sí, aquí te espero —dijo Axel. Las chicas se iban alejando, platicando de cosas de chicas. — Y, ¿Cómo te va con ella? —preguntó Isaac con una voz pícara. —Muy mal —respondió Axel como si fuera a llorar. — ¿Por qué lo dices? —preguntó confundido Isaac. —Luna quiere que la acompañe a todos lados, siempre que quiere salir, me manda mensajes a cada rato y no deja que ninguna chica se me acerque —dijo Axel. —Bueno, eso se puede entender porque es tu novia —dijo Isaac. —Sí, pero también me ha sometido a ciertas revisiones que no puedo hablar en público... —dijo Axel perturbado. Un silencio dominó el ambiente siendo interrumpido únicamente por una brisa. —A todo esto, ¿por qué le pediste que fueran novios? —preguntó Isaac. —Yo no hice tal cosa, fue ella la que lo propuso —dijo Axel. — ¿Y por qué aceptaste? —preguntó Isaac.
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—En ese momento lo único que pensaba de ella era que era una chica muy hermosa y simpática, nunca me imaginaría que sería una novia psicópata. —Creo que estas exagerando —dijo Isaac. En ese instante, Luna se encontraba corriendo hacia Axel. La chica dio un brinco para abrazar a su novio, pero ambos terminaron en el suelo. Con alegría la exclamó: — ¡Quiero casarme contigo! — ¿EH? —sorprendido Axel, reaccionó con espanto. —A lo que se refiere Luna es que al medio día van a poner un pequeño puesto donde te puedes casar, claro de mentira —dijo Elena. Axel suspiró, relajado porque le habían explicado el asunto. —Sí, y para que pasé más rápido el tiempo vamos a ir al puesto de fotografías en pareja, carreras en pareja, comida en pareja... —decía Luna rápidamente. Axel volteo a ver a su amigo, quien sólo estaba sonriendo. Disimuladamente, Isaac comenzó a alejarse. Tú también, dijo en su mente Axel. Axel y Luna junto a sus amigos iban a cada uno de los puestos que había por toda la escuela. Primero fueron a uno que tenía un cartel que decía "Estudio Fotográfico". Era un sitio como si se tratase de emular una cabina de fotografías instantáneas. Los jóvenes entraron en grupo para tomarse unas fotos y después solo entraron Axel y Luna. En las dos tiras de fotografías Axel mostraba caras distinta: en la grupal se veía feliz y en la de pareja, no tanto. El segundo lugar al que fueron fue a "La Cafetería en Parejas", el cual era nada más que la cooperativa de la escuela, pero las mesas eran únicamente para dos personas, no necesariamente que fueran novios. Axel y Luna, se sentaron en la misma mesa, y sus amigos en otra, la cual se ubicaba en el otro extremo del lugar, separados por otras personas. Desde aquel sitio Isaac les saludaba a sus amigos. Luna levantó su brazo para responder al saludo de su amigo, sonriendo al mismo tiempo. Axel, asentó su cabeza en la mesa; lloraba internamente. El siguiente lugar al que fueron fue "La Zona Dulce". Eran puestos de caramelos y comida dulce ubicada en una de las canchas de la escuela. Luna le pedía a Axel que le comprara lo que se le antojara, pero para la desgracia de la cartera del pobre joven, a la chica le encantaban todas las cosas dulces.
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Después se dirigieron a "La Carrera del Amor", lugar ubicado en la cancha más grande de la escuela. Está competencia consistía en atar una pierna de la pareja de tal manera que corrieran con solo "tres piernas". La pareja compitió contra otras 4 parejas, ganando la carrera, ya que Luna era una chica muy atlética, lo que hacia que tuvieran cierta ventaja ante las otras parejas, aunque no fue únicamente con quien tuvo ventaja, ya que Axel, a media carrera dejó de seguirle el paso a Luna, terminando en el pasto y arrastrado hasta la meta. Con lo último que le quedaba de dinero a Axel se dirigieron hacia "El Concurso de la Suerte", donde había varios juegos en los que se podían ganar premios, los cuales podían ser entregados hasta de manera anónima para alguien especial. Axel participó en el juego donde se tiene que reventar globos, ganando un peluche a Luna, haciendo que la chica se pusiera muy feliz. Por último y ya siendo hora, se dirigieron a "La Boda de Ensueños", siendo Axel y Luna la primer pareja en participar. A la chica le pusieron un velo blanco y a él joven un smoking negro. La persona que simulaba al padre comenzó a hablar. Yo Axel, siendo consciente de mis facultades mentales, dejó mis videojuegos a mis primos, mi colección de historietas a mis amigos..., el joven comenzó a imaginarse una escena donde escribía su testamento. —¿En qué piensas? —preguntó Luna. —En nada —dijo Axel. —Entonces cual es su respuesta —dijo "el padre". —Ah, perdón —quedó en silencio unos segundos—. Sí, acepto —dijo Axel. La pareja se dio un beso, mientras los demás comenzaban a arrojar arroz. —Tal vez esto no sea real, pero estoy segura que un día nos casaremos —dijo Luna. —Ah, claro —dijo Axel sonriendo, ya que realmente sentía, aunque se un poco, felicidad, pero esas palabras de Luna le habían dejado algo de ansiedad. Esa misma noche, Axel estaba en su habitación con la iluminación apagada. Se encontraba sentado frente a la computadora, escribiendo a lo que él llamaba "No Diario", en donde todas las noches escribía lo que le sucedía en el día y cosas que le intrigaban.
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"Hoy no fue nada diferente a otro día, Luna hizo que la tratara como a una princesa, haciendo que quedará completamente pobre, ninguna chica se me acerco porque su culpa, terminé con el brazo raspado y me casé, aunque de mentiras, con ella y, a pesar de todo esto, la quiero, aunque tenga miles de defectos, también tiene virtudes, por lo menos una. La carta que me entregó aquella vez, ¿habrá sido una carta de amor?, hasta hoy no lo sé, pero ha hecho que me enamore de ella, eso creo...". Axel dejó de escribir por un momento, ya que se había cansado de teclear. Tal vez, aunque sea un poco, te quiero Luna, pensó el joven en el final de la frase que estaba escribiendo. En ese instante comenzaron a llegar varios mensajes a su teléfono: era Luna. Axel dejó caer su cabeza en el escritorio. El amor es un sentimiento difícil de comprender, dijo en su mente mientras lloraba internamente...
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Cómo ser perro
Fernanda Sabido
Ser perro es una cualidad que va más allá de aquellas que se nos han inculcado como las superiores desde que nacemos; va mucho más allá del superhombre de Nietzche o del concepto cómo Dios nos hizo a su imagen y semejanza; es por eso que si tu especie viste de traje y carga un maletín lleno de documentos “importantes” la mayoría del tiempo, no puede ser perro, ya que por lo general, tiende a condicionar su amor y amistad, engañar según le convenga y a vengarse a toda costa. Una de las cosas más importantes para ser perro, es estar dispuesto a que aquellos seres disque racionales con los que estarás mucho tiempo en el universo, te demuestren su cariño pocas veces al día, ya que por lo general, sólo buscarán un guardián en ti, en lugar de un amigo incondicional, etiqueta que suelen ajustar a quienes inclusive les echan el puñal en la espalda. Entre las ventajas que obtendrás, está la faena de que sólo beberás agua pura y limpia, sin rastro alguno de las dañinas sustancias que suelen alterar a dichos individuos, llegando incluso a destrozar la propia existencia. También cabe resaltar que entre perros, no interesa en lo absoluto lo que nos pudiera llegar a diferenciar unos a otros, como el tipo de croquetas que comemos, si tu pelaje fuese más largo que el mío o en qué tipo de caja brillante y sonadora remplaza la relación con los seres-nada-pensantes. Si te decides por ser un perro, no tendrás que preocuparte nunca por la falta de cosas innecesarias que se adquieren luego de estar 8 horas fuera sin hacer algo apasionante, al contrario, entenderás que con vivir y disfrutar es más que suficiente. Ah, y por cierto ¡no se nos juzga por nuestra necesidad de “intimidad afectiva”!
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Fernanda Muñoz de Cote Ayer morí Te conocí solo por un instante tan breve que supuse que te conocía de toda una vida, te vi pasar tan distante, tan lejano que solo quería tomarte de la mano para no dejarte ir, para que sintieras que tenías un hogar. Nuestras miradas no se cruzaron aunque intenté penetrarte con mi propia mirada. Lo hice hasta que sentí que mis ojos se salían de su lugar, no escuché tu voz pero me la imaginé. Me imagino tu voz como una voz cualquiera, nada fuera de lo peculiar, una voz que puede ser tan sencilla pero tan importante para uno que no quieres dejar de oírla. Tu nombre… era un silencio nulo solo deseaba ver tu rostro para ponerte un nombre que quedara con tu cara, con aquella belleza tan peculiar que tienes. Me enamoraste sin que me diera cuenta, me enamoraste en un instante. Al final de cuentas dicen que la vida es un instante, un instante que vale demasiado y por una extraña razón la dejamos pasar.
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La calle se quedó inmóvil cuando tu presencia tomo la acera repleta de gente, por un segundo le tuve envidia al suelo porque tus pasos guiarían hacia donde ibas a ir, mientras que yo me quedaba con la duda de adónde irías para no verte mas. Ayer morí por el hecho de no volverte a ver, morí porque cuando un hombre se enamora de una mujer como tú…se vuelve patético en el sentido de la palabra. ¿Morirías conmigo?, ¿dejarías tu vida por alguien que no conoces?, ¿cómo hago para volverme parte de tu vida?. Morí ayer… Pero morí por conocerte.
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Un hombre enamorado ¡Los hombres me dan lastima!; en verdad me das lastima, más lastima que una mujer acaba o una mujer golpeada. ¿Por qué?... ¿no lo sabes?. Los hombres durante tiempo dicen que son superiores a nosotras, más fuertes, más inteligentes, más morales, más religiosos e incluso alabamos a un hombre. Esperamos encontrar aquel príncipe que nos pintaron de azul, el cual no existe… ¿por qué azul?, ¿porque representa el color del hombre?. Nosotras no somos rosas ni ellos azules, ellos son carne, sangre y pena. ¿Por qué cuando una mujer habla mal de un hombre piensan que de seguro la lastimaron?. Yo tengo un padre, un tío, un primo, un abuelo y un hermano que amo, los amo a todos de una manera distinta. ¿Por qué por un hombre voy a odiar a un idiota por otros hombres que son respetables? ¡ Un hombre es patético en verdad!; ¡incluso mi padre!; él durante años ha sostenido la casa por sí solo sin ayuda de nadie pero cuando ve la sonrisa de mi fría madre parece que el esfuerzo que hace es tan fácil que lo sigue haciendo solo. ¡Un hombre me da pena, lástima, tristeza y risa! – incluso me estoy riendo de ellos en este momento-. Si un hombre fuma, toma, conduce, engaña, miente, hace una empresa…sigue siendo hombre sin importar lo baja que este su reputación sigue siendo un hombre respetable. Una mujer cuando hace todo lo mencionado es una miseria humana. Dicen entre hombres que ser un romántico es tendencia a una homosexualidad. Cuando escucho algo como eso, me quedo callada sin decir nada solo diciendo… “Nunca se ha enamorado aun”. ¿Por qué el titulo de un hombre enamorado?... la respuesta es simple. Porque quiero bajarle el ego, el orgullo al hombre, decirle que su peor miedo es caer bajo una mujer. Muchos se deben estar riendo en sus mentes por eso pero tengo ejemplos de que no miento. ¿Quieres escucharlos?
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El hombre inocente: Se enamora de su vecina, amiga del colegio, de la amiga de su hermana. Día a día la conquista con detalles tan tontos que sacan una sonrisa a una mujer pero con el tiempo se vuelve aburrido. El hombre joven: Le atraen personas desconocidas, amigas de sus amigas, una chica de alguna clase. La conquista con detalles más caros, con cartas, con sonrisas, con miradas. Su amor es duradero pero problemático. Hombre maduro: Conoce a una persona por el trabajo, por la escuela, la oficina. La conquista seduciéndola, llevándola al altar, diciéndole un te amo tan mundano que se vuelve un final. El hombre infiel: Él cree que está jugando con dos o más mujeres a la vez pero esta tan enculado por una que le compra todos sus caprichos y tiene que vivir del sexo y de la atención de la mujer. ¿Patéticos no creen? Yo sí y mucho, me dan pena vuelvo a decir. Solo digo que no está mal enamorarse, pero dejen de decir que son superiores a nosotras o que amar es una tendencia prohibida entre ustedes. Porque solo lo que tienen es miedo… miedo de depender de la verdad humana.
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Querido diario Querido diario: Hoy fue un día normal, ya sabes como es mi vida, sin aventura, sin emociones, ni cosas que sobresalir. Aburrido como todo lo que escribo. ¡Miento! Hoy me pasó algo muy fantástico, en verdad muy fantástico, tan genial que creo que mis padres lloraron de felicidad, aunque mi madre se quedo conmigo durante cuatro horas en la sala abrazándome y diciéndome lo mucho que me amaba y que íbamos a salir adelante, honestamente no comprendo el porque lo hace, el porqué sus lagrimas brotaron de esa manera. Mi padre pasó como cinco veces delante de mi puerta, solo se quedaba ahí mirándome a los ojos sin decirme nada, solo me miraba. Mi hermana Karen que usualmente está ocupada por su novio o por estar leyendo un libro viejo de alguna biblioteca publica, se acercó a mí con lentitud para contarme un cuento como cuando era niño, me dijo que me amaba y que un día en mi honor iba abrir un lugar con mi nombre, Brandon. Lo dijo como un pequeño susurro. Diario, me acuerdo cuando mi abuela te dio como regalo de cumpleaños numero 8, yo deseaba un carro o un juguete de acción pero en cambio me dio un viejo cuaderno que tenia en su casa, ella deseaba que algún día uno de sus ocho nietos fuera escritor o un poeta… Yo no soy ninguno de los dos.
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Querido Diario: Han pasado ya cuatro semanas desde que la noticia que me cambió la vida se hiciera más grande, hoy vino el hermano de mi papá cosa extraña porque siempre prefiere perderse una reunión familiar que un buen partido de fútbol o eso es lo que nos dice. Mi madre no deja de besarme cuando puede o abrazarme, e incluso no ha ido a trabajar durante estos días y nos hemos quedado en casa viendo películas que me encantan. Mi hermana trajo a Noel a la casa para que viéramos unas cuantas caricaturas. Noel me da miedo en ocasiones: se viste siempre de negro y cuenta historias tenebrosas sobre monstruos o fantasmas que no me hacen dormir pero en vez de contarme una de esas historias decidió contarme que cuando era niño el deseaba con tocar el cielo, mi hermana lo miró con mucha furia que incluso se pelearon pero cuando Karen nos dejó solos me dijo: cuando puedas toca el cielo por mi. Por una razón se lo prometí. Querido Diario: Llevo seis meses visitando al doctor, ya no me gusta ir como al inicio, porque ahora siempre que me ve parece estar muy preocupado o triste, me dice que soy un niño fuerte pero no lo entiendo. Mis padres pasan más tiempo en casa que en otro lado. Karen decidió terminar con Noel porque dice que no tiene tiempo para pensar en un novio o en revistas; en vez de eso ahora pasa más tiempo conmigo que con sus amigos.
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He descubierto que mi padre llora en las noches en su oficina y dice mi nombre con un tono muy bajo, cosa que en verdad me asusta porque….normalmente el siempre grita o habla muy fuerte, es raro oír su voz muy leve. Las cosas en la escuela han cambiado igual, mis compañeros me miran raro, se alejan de mí e incluso ya no quieren que juegue con ellos fut, dicen que me voy a lastimar o cosas por el estilo. Mi mejor amigo Andrés ya no es mi mejor amigo, comenzó alejarse tan repentinamente que ahora solo me mira entre clases mostrándome una sonrisa. Mi maestra se queda conmigo en los recreos mostrándome cosas extrañas como: hacer origami, muñecos de plastina, libros con imágenes raras e incluso dice que ahora somos mejores amigos pero yo no quiero a mi maestra como mi mejor amiga, yo quiero a Andrés como mi mejor amigo. Pero no creo que eso vuelva a pasar. Querido Diario: ¡FESTEJARON MI CUMPLEAÑOS!; ¿¡te das cuenta de la gravedad del asunto!?. Mi cumpleaños es hasta enero 19 y estamos en noviembre 22 ¿por qué hicieron algo como eso? ¡Estoy muy enojado! Mi mama dice que era necesario que lo festejáramos antes porque así lo iba disfrutar mas pero mi primo Kevin me dijo que no me lo iban a festejar en enero porque me iba a ir… ¿¡a donde me voy a ir!? ¡Kevin siempre miente!. No puedo creer que me hayan hecho algo como eso, todas las personas me decían: ¡Felices 10 años Brandon! ¡PERO AUN TENGO 9! Lo único bueno de mi fiesta….fue que Andrés estuvo ahí e incluso me trajo un balón y cuando nadie se dio cuenta me tomó de la mano para decirme algo que llevo escuchando durante estos días: “te voy a extrañar”. ¿Adónde piensan llevarme? Diario Hoy confronté a mi madre diciéndole si pensaban deshacerse de mí, ella no dijo nada solo se puso a llorar frenéticamente, no dejó de llorar por un buen rato, tanto que me hizo llorar a mí también, no dejaba de gritar ¡Te amo Brandon, te amo! ¿Qué le pasó? No lo comprendo.
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Mi padre cuando llego a casa me dijo que no se querían deshacer de mi, que jamás harían algo como eso, que ellos me aman y si pudieran les gustaría quedarse siempre conmigo pero que no podían hacerlo. Mi hermana llegó muy tarde a la casa hoy, me dio un collar que tenia una cruz de plata, cuando me la dio sus palabras fueron que iba a ser inmortal como yo. Querido Diario: estamos en navidad pero no hay cena, ni regalos, ni juguetes, luces ni nada. Solo estamos nosotros como familia en un cuarto. Mi mamá está llorando mientras papá solo me mira con los ojos rojos y Karen esta a mi lado acostada diciéndome lo mucho que me ama. Mi cuerpo me pesa… ¿te cuento un secreto diario? La noticia que tenia que era genial la verdad es que no lo era… tengo un problema en el corazón. Se va a detener en un cualquier momento, pero era genial saber eso porque la gente que mas amo se quedó conmigo… cuando antes no tenían tiempo. Andrés vino en la mañana y se disculpo mucho por alejarse. Estoy un poco triste porque no voy a poder viajar, tener mi primer beso como mi hermana, o una novia... lo bueno es que no tendré un trabajo, pero tengo miedo porque no los voy a volver a ver, es más, ni sé adonde iré. Diario, me voy a dormir. Gracias por ser mi amigo escrito. Te quiere, Brandon.
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Aquí estoy
Rubí Novelo
Aquí estoy, ¿qué no me ves? No importa si me tienes de frente, me siento invisible ante ti. Me regalas esa sonrisa radiante y una mirada que apuñala mi alma una y otra vez con la daga de la pasión. No lo sabes, no te das cuenta… o tal vez sí. Me estoy enamorando de ti, me estoy enamorando de alguien a quien no puedo enamorar, a quien no puedo tener. Estoy hecha de letras, de momentos, de dolor y cicatrices… vengo a mostrarte el total de lo que me conforma. Puedo amar, amar como nadie, como nunca y tú me das las ganas de volar sobre el cielo, incluso volar más allá de las galaxias. Podría volar hasta el sol y quemarme en él, su calor jamás se igualaría con la pasión que has sembrado en mí. Esa pasión que has sembrado son semillas que no terminan de germinar, las riegas por instantes, instantes en los que a los tulipanes les dan ganas de florecer e ir en busca de tu sol, pero es ahí cuando te escondes en algún anochecer y sólo dejas que te contemple como luna. Tengo un par de ojos que se mueren por contemplar tu belleza y tu fortaleza, unas manos que mueren por sostenerte y llenarte de calidez, una nariz que muere por oler tu esencia y una boca que anhela por besarte dulce y, después, salvajemente. Te invito un helado, para que te parezca divertido o un café para parecer madura… tal ve z u n c ig a r r i l l o pa r a fumarnos el tiempo que desperdiciamos sin actuar frente a frente.
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Llévame a un bosque desconocido para descubrir lo que se esconde tras los arbustos, para mostrarme la magia. Llévame al cielo e intenta convencerme de que no eres un ángel. Llévame contigo, adónde quieras, a lo desconocido. Bailemos bajo la lluvia, embriaguémonos de risas, devoremos poesía en la cena. Haz que estas letras calmen un poco sus ansias o haz que creen más de ellas. Actúa, sorpréndeme. Corramos en la arena, riéndonos de algo que no entendamos, tómame la mano sin miedo, mírame fijamente como sólo tú logras hacerlo. Sólo tú logras mirarme fijamente a los ojos. ¿Cómo no enamorarme en 7 meses de todo esto? De ti. No sé cómo mantenerme de pie con todo esto, estoy jadeando. ¿Qué me has hecho? Eres la droga más adictiva y, aunque sé que eres tóxica, quiero seguir consumiéndote. Aquí estoy, en silencio, siguiendo con el papel de tu amiga. Aquí estoy, en silencio, enamorándome de ti.
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Para una bella mujer -Eres gorda. -Tu cara es horrible. -Nadie se fijará en ti. Ahí empezó el martirio, sola cavarías tu tumba, sola te echarías a ella. Preferiste oír el extraño mundo que mirar lo hermosa que eres. Empezaron las dietas, los castigos a tu cuerpo. Todo tan inocente. Primero dejaste algunos alimentos, tu alimentación era más que saludable, si violabas una regla un pequeño corte. Te Mirabas al espejo, aún no era suficiente; necesitabas más. Ansiabas satisfacer las reglas de la estúpida sociedad.
-Soy un asco, estoy gorda, mi cara es asquerosa. El mundo dejó de torturarte. Pero ahora tú eres quien te tortura. Eliminas el desayuno, dejas más de la mitad de tu raquítica ración de comida, por las noches metes la mano a la garganta, avientas lo malo por el retrete. Entre sueños te has levantado por un trozo de pan y leche. -Es demasiada grasa ¿qué hice? Tomas la navaja un corte más grande. Te llenas la cara de cremas, ya no comes casi
Sac Nicté Aguilar
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nada, tu alimento es tan solo agua, tus piernas están flageladas, tu rostro demacrado, conoces la depresión. Vas matándote tan sólo por un estúpido estereotipo televisivo, visual... Crees que ser delgada te hace bella, que un cutis reluciente da felicidad, piensas que ser más alta haría que te admiren más; unos pechos más grandes llamarían la atención... Olvidaste mirar lo bella que ya eres. Que tu cuerpo, tu rostro fue esculpido por los mismos ángeles; ignoraste que tu belleza la tenías desde que llegaste a mundo. Decidiste volverte un estereotipo que la ignorancia de este mundo ha creado. Depresión Bulimia Anorexia Cutting Soledad Son esos ahora los nombres de tus grandes amigos. ¿Podrías mujer, ver lo bella que eres? Tan solo por ser mujer lo eres, tus curvas naturales, tus delicados rasgos, tu piel suave, tu estatura exacta. Un ser perfecto y bello. No oigas lo malo, toma lo bueno. -Que linda se ve con ese vestido. -Le asienta muy bien ese peinado. Busca los buenos comentarios y amate, amate y cuídate. Empieza tú y demuéstrale después al mundo lo preciosa que eres. ¡Brilla! ¡Amate! ¡Cuídate!
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Mauricio Olano
La disputa La disputa, en francés “La dispute” es una frase que encontré hace ya algún tiempo. He leído varias notas, he visto muchas imágenes donde hacen referencia a esta frase. Para mí esta frase significa millones de cosas las cuales, lo más seguro nunca terminaría de decir – estoy exagerando- en fin, donde le veo más sentido es al hecho de rendirse o seguir luchando. He ahí “La dispute”. Siempre que recuerdo esta palabra, me pongo en el escenario de un acantilado (es una de las imágenes que encontré) porque significa que si dejo de luchar, pelear, que si me rindo voy a saltar, caer al frío mar, con sus olas chocando constantemente contra las rocas, esperando a ahogarme con todos los malos momentos, todos los malos recuerdos, esperando a que cada una de mis lágrimas se combinen con el agua salada del mar. También significa que si volteo al otro lado del precipicio, tan solo un segundo me topare con todos mis demonios, monstruos, miedos esperando por mí, esperando a que los confronte como he estado haciéndolo estos últimos meses, mostrando vulnerabilidad, mostrando cada una de mis fortalezas y debilidades. Me contaron, que hacer todo esto significa ser una persona valiente, pero que pasa si estoy exhausto de serlo – constantemente lo estoy pensando- de sentir este miedo profundo a que me golpeen, que pasa si solo decido rendirme y caer en el acto. “He aquí mi disputa”.
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Sé quien eres Sé el animal que quieras ser, se lo que en verdad eres, vive cada día como si fuera el ultimo, como las salvajes fieras que en realidad somos. Disfruta todas las cosas que hagas sin arrepentimiento alguno puesto que solo se vive una vez.
Historias Nosotros, siempre tenemos la opción de ignorar los eventos que nos han sucedido, que hemos vivido o que nos han marcado de diferentes formas. Podemos pretender que no están ahí esperando a que los volvamos a recordar y tenerles miedo a revivirlos. Pero también tenemos la opción de confrontarlos, levantar la cabeza y mostrarles la cara, superarlos y al final seguir adelante con nuestra vida y contar estas increíbles historias. Aprender de ellas y usarlas cuando más nos hagan falta, es lo que nos permite crecer.
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La muerte La muerte es el principio de la inmortalidad, por Maximilien Roberspierre. La muerte como muchos, le tenemos un miedo profundo e inexplicable, no sé si se deba a que no tenemos idea de qué es lo que sigue, que es lo que se encuentra en el otro lado, o que simplemente queremos ser recordados por las personas que nos rodean. Pienso que Maximilien Roberspierre, quiso decir que cuando alguien muere es cuando más logra o logramos que las personas nos recuerden. No importa las acciones que hicimos en vida o cuántas personas nos llegaron a conocer, sino que simplemente somos recordados por toda la eternidad ya que estamos muertos.”