Flores Para Lucifer / A Nuestras Decadencias Versión Digital

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FLORES PARA LUCIFER

PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE 2018 PUEBLA, MÉXICO



PRESENTA

FLORES PARA LUCIFER Héctor Miguel González Velázquez Primera Edición


Para Daniela Kárduba, James Douglas Morrison, Leopoldo María Panero y Federico García Lorca.

FLORES PARA LUCIFER Es una publicación independiente CARAMBOLA EDICIONES Puebla, México, 2018 carambola.ediciones@gmail.com Poemas por: Héctor Miguel Velázquez hectormgv.1712@gmail.com Diseño Editorial por: Luis Chinaski hernandez.luis.105@gmail.com La reproducción total o parcial de este material es libre, siempre y cuando los derechos de cada autor sean respetados y sin fines de lucro. ¡Haz Fanzine!


I (Manifiesto) La poesía es un acto de puro canibalismo el llamado “poeta” debe arrancar sus propias entrañas y con la sangre que brote, bautizar a los demonios que vayan naciendo sobre la superficie del papel Es entonces cuando los versos transmutan en el cuerpo y sangre del bardo agonizante listo para servir de alimento al lector y por este medio, alcanzar la apoteosis

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II ‌ Pero los canticos de Shiva no fueron suficientes para aplacar la furia de Kali ni evitar que envolviera el mar con su lengua y lo encerrara en el ojo de un åtomo

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III

Los habitantes muertos de la ciudad sin nombre inmolaron a sus hijos ante la efigie de Moloch esperando clemencia esperando escapar de la inminente comuniĂłn del rĂ­o Lete Los habitantes muertos de la ciudad sin nombre aullaron de terror al notar como sus carnes se llenaban de bubones y la ciudad gritaba al ver erguidos los estandartes de la gran democracia de los gusanos carroĂąeros

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IV

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Mesmerizado por el sonido de tu suave voz cristalina EchĂŠ un vistazo a tu alma desnuda y me consumiĂł el gran ojo lunar


V

Yo escuchaba la melodía de esplendorosas utopías entre la bruma de ambos mundos ciudades resplandecientes de áurea arquitectura Yo desperté entrada la mañana de vuelta en mi jaula de carne voces como agujas de sílex taladrando mi cerebro Repitiendo una y otra vez “El Paraíso es real pero tú nunca podrás entrar”

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VI

El gran macho cabrón los tambores vibrando por los pasillos de Mondragón el olor a bilis calcinada una miríada de insectos comiéndose mis intestinos los sátiros atravesando la luna con sus falos de pedernal La dama blanca presidiendo el aquelarre a la izquierda de Satanás

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Observo el mundo flotante los matices que destila esta ciudad de cenizas transparentes Y por los callejones voy como un gato declamando tu inmundo nombre de notas sordas que solo escuchan los tĂ­sicos en Suicide Street Ahora azoto mi cuerpo contra el limo que copula con las paredes Observo el mundo flotante y no me siento parte de ĂŠl Me identifico, mĂĄs bien con la orina que se filtra en las grutas de Malebranche

VII Flores para Lucifer | 11

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VIII

Sólo somos una colonia de ácaros anidando en las pestañas de un dios en coma flotando sin rumbo en el ano de la entropía

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IX

CĂşbreme con tu manto radiante de silencio y auroras boreales Y llĂŠvame de vuelta hacia aquel primer Ăştero de donde todos hemos salido

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X

Cuentan que los lama-serpiente que moran en Shambhala poseen los secretos para reducir el universo al tamaño de una canica blanca como morir en el Tíbet un día de primavera

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XI

Cabalga sobre la lluvia ma petite amie la luna tiene tu rostro aquĂ­ y cruzando el AtlĂĄntico

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XII

Tiernamente pasas tu lengua de seda sobre las llagas que la lepra ha dejado en mĂ­ trazando un escalofrĂ­o de placer coagulado en las regiones que El Creador tuvo miedo de nombrar

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XIII

Una pálida mano desgarraba el soto de arterias que crecía en espiral hacia los cielos buscaba el consuelo de un dios andrógino y encontró el beso de la sífilis que ahora trepa por sus piernas Un torrente de peonías enfermas impedía el paso de las auroras penitentes bajo el lecho de estrellas muertas a la espera de un encuentro entre las criaturas descarnadas que asolan a cada alma penando en el Gehena

Los cadáveres en escorzo burlándose de las cuatro letras que forman tu nombre

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XIV Mujer gitana te regalo esta canción este maite zaitut que cruzo el océano para caer rendido ante tu sonrisa esotérica que invita al delirio a una muerte lúdica fluida como gacela

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XV Los ángeles se estrellan contra la ventana como el granizo en Diciembre mi reflejo y sus lágrimas negras del otro lado del espejo cada noche y cada día la tragedia del primer respiro por milésima vez

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Cuando conocí a Jim Morrison sacudí su mano, nervioso Y él me sonrío Mientras abría mi tercer ojo

XVI Flores para Lucifer | 20


Tus huesos yacen tendidos en la oscuridad de los manglares sobre un lecho de turquesa donde eclosionaron nuevos planetas carcasas de ĂĄngeles caĂ­dos adoran tu plexo braquial

XVII Flores para Lucifer | 21

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XVIII Perdí mi sombra cuando caí como Ícaro por las vértebras de un sol negro vapores trepidantes quitándome el sueño el triste latido de tu recuerdo forma figuras en la espuma

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XIX Te amo al morir el dĂ­a cuando las plumas de la lechuza profanan el techo de la iglesia que arde en la colina Y te amo una vez mĂĄs entre los callejones de piedra mĂ­sticos como el primer homicidio cuando la sangre se mezcla con el semen

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XX Al final no quedรณ nada ya medianoches disecadas el llanto azul de cristales muertos Y el recuerdo de Aleister Crowley huyendo despavorido del millar de rostros reflejados en el fuego nocturno

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AquĂ­ concluye Flores a Lucifer

DirĂ­gete al final de este poezine para leer la siguiente historia

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AquĂ­ concluye A Nuestras Decadencias

DirĂ­gete al final de este poezine para leer la siguiente historia

A Nuestras Decadencias | 22

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XVI

Quisiera decirte que ya no te amo Que aborrezco amanecer a tu lado Que detesto tus sonidos cuando comes Que ya no aguanto tus movimientos constantes Que te odio Que eres lo peor Pero no puedo engañar este sentimiento que crece Y crece y crece No me abandona Cada día es más grande Como tu sonrisa Quisiera decirte que no te amo Pero me mentiría a mí misma Quisiera creerme el que no te amo Pero en realidad te amo Y lo que más me asusta es no saber qué hacer con este amor Donde ponerlo Como portarlo ¿Así se siente amar?

A Nuestras Decadencias | 21


XV

Somos el pasado reinterpretado La añoranza del futuro anhelante Acompañado del temor constante de quedarnos sin el otro Somos el presente integrado La desvalía del futuro inclemente Acompañado de la incertidumbre de ya no vernos Somos el tiempo Y nos perdemos en él A Nuestras Decadenciasr | 20

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XIV

Vivo entumida por los te amos en las mañanas Las miradas con besos furtivos Cada uno de tus alagos se pega a mi mente y me recuerda que eres tú Siempre has sido tú Quien me hizo cambiar la levedad por seguridad La inestabilidad por tus cálidos brazos

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XIII

Mareos constantes y ropa interior en las rodillas La muerte eterna de nuestras simpatías Ya no sonrías Solo desvísteme Consume entre tus dedos mis labios Entreteje con saliva un soneto eterno entre mis piernas Impregna con tu colonia mis hombros Degrada cada parte de mi cuerpo dejándola enrojecida Tírame del pelo y dime quien me ama Quien me quiere Quien me llena Quien me cuida

Rompe mis salidas y estrella mis ventanas Acaba con mis alianzas Cada grupo ya no es tuyo Devora todo a mi alrededor incluyéndome a mi A Nuestras Decadencias | 18

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XII

Tus dedos el fuego Mis piernas el incendio Nuestra cama los leĂąos Este amor el infierno A Nuestras Decadencias | 17


XI

También soy camisones sueltos y humo entre los dedos Destrozos internos y miedos Caídas completas sobre autobuses y mesas Destrucción etérea y esmaltes estridentes Jeans entallados y tennis mal amarrados Soy todo de lo que alguna vez te enamoraste Y ahora ya no puedes ver en escaparates. A Nuestras Decadencias | 16

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X

El temblor de los resortes que soportan un puente emocional La condición eterna de no concretar la pérdida de lo que eras y dejaste ir El Instituto Oaxaqueño de la habilidad verbal Los cabellos estirados y sueños perdidos Pulgares juntos desde la punta de un olvido La muerte se avecina y es nuestro futuro Las metas mueren y todo se marchita Como nosotros El amor se evapora en el último suspiro del café de las mañanas.

A Nuestras Decadencias | 15


IX

No quiero quitar la cara de tu almohada Ni olvidar a lo que sabes por las maĂąanas Busco permanecer aunque sea atada Me golpean tus indiferencias Tus miradas bajas y gestos muertos No quiero quitarme tus camisas Ni olvidar el calor de tu mano unida a la mĂ­a Pero ya no puedo contigo siendo la vĂ­ctima Con tus bromas hirientes Con tus sonrisas perdidas Con tus respuestas pasivo agresivas Me conmueves y desmoronas Ya no quiero ser la reina de tu corona.

A Nuestras Decadencias | 14

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VIII

Ser parte de la muerte El camino no fijado donde me muero Pero renazco del cólera De la guerra De la muerte De las tristezas pérdidas Donde muere cada una de nuestras añoranzas sin alcanzar Aquí descansa el futuro juntos en el que nos da miedo trabajar Porque estamos mejor solos Estamos mejor rotos Lejos, lejos del otro Donde nos destruyamos a la distancia de no vernos.

A Nuestras Decadencias | 13


VII

Volverme fuego y que me enciendas Ser sabanas y te refugies en mi Convertirme en cenizas y te deshagas de mi Pero soy el cenicero, donde buscas los restos de ti en lo que queda de mi.

A Nuestras Decadencias | 12

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VI

Quisiera morir en cada una de tus curvas Sufrir tus decadencias Estamparme en tus inclemencias Quisiera quebrarme las muĂąecas de tanto sostenerte Sentir tus dolencias Romperme contra tus demencias Quisiera ser tĂş para poder volver a ser yo.

A Nuestras Decadencias | 11


V

Compensaciones fĂ­sicas El rictus mortem entre las sabanas que nos cobijan Seguimos muertos Pero ahora cohabitamos el uno en el otro

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IV

La playa es mĂ­a Y yo de ella Nos volvemos viento Y las piernas son espuma marinera Mi sonrisa es viento y mis pies arena Cuando la marea suba, yo me irĂŠ con ella. A Nuestras Decadencias | 09


III

El abismo inseparable que divide nuestras manos Un asiento de taxi y se siente espacios irremediables Que tristeza Cuanta violencia ¿Dónde miras? Se te perdieron las esperanzas Cada una de nuestras añoranzas Nos dividimos cuando más unidos estamos ¿Cuánto dolor se soporta en una posible ruptura amorosa?

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II

Envuélveme luz neón Vomítame en una canción pop Volver a sentir lo que es tener corazón Caireles caídos desde la cúspide de mis hombros Olvídame Ya no me asombro Envuélveme luz neón Muéstrame quien es el mejor postor.

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I Mareos constantes y sentimiento de caída Vértigo normalizado La punta del rascacielos de mis penas Vacío en caída libre Así se siente la ausencia.

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A Rocko y Nymphéa y la entidad que crece entre ellos.

A NUESTRAS DECADENCIAS Es una publicación independiente CARAMBOLA EDICIONES Puebla, México, 2018 carambola.ediciones@gmail.com Poemas por: Karen Astrid Vera @neveramonet Diseño Editorial por: Luis Chinaski hernandez.luis.105@gmail.com La reproducción total o parcial de este material es libre, siempre y cuando los derechos de cada autor sean respetados y sin fines de lucro. ¡Haz Fanzine!



PRESENTA

A NUESTRAS DECADENCIAS Karen Astrid Vera

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