SALIDA CULTURAL

EXCURSIÓN A LA LAGUNA DE LA SOLANA, GILGARCÍA Y BARCO DE ÁVILA 15 JUNIO 2021

Diez de la mañana, cielo azul y despejado. Los participantes de la 1ª fase del centro, junto educadores y monitores salen de excursión como parte del proceso de rehabilitación. Distribuidos en dos coches llegan a la Sierra de Gredos, con alegría y entusiasmo por conocer el lugar. Desde el punto de partida de una ruta de senderismo, y cada uno a su ritmo, comienza la subida a la laguna. Antes, un pequeño almuerzo para subir con fuerzas. El camino se hace entre bromas, ánimos y compartiendo esfuerzos. Una vez arriba los valientes se bañan y los demás miran. Pocos metros más arriba a nuestra vista se encuentra un punto geográfico donde confluyen las provincias de Cáceres, Ávila y Salamanca. De ahí al campamento de Gilgarcía donde, en armonía y colaboración, hicimos una paella. Se montó la mesa y se rodeó de comensales ¡Que aproveche! No cesaron los comentarios de alegría, de interés en conocernos y compartir nuestras experiencias de vida. Sobremesa con café y concierto improvisado bajo unas gotas de lluvia, muy adecuadas para unir más el grupo y seguir disfrutando. Sobre las cuatro y media nos plantamos en Barco de Ávila, recorremos sus calles viendo algunos de sus edificios como el Ayuntamiento, cárcel Antigua, iglesia, castillo… Aún quedó tiempo para un helado antes de regresar a nuestra ‘Roma chica’. Un día plagado de sensaciones como alegría, afecto, comprensión, buen humor y compañerismo. Y en la retina el mundo a través de la naturaleza.

Dani A. y Salva

EXCURSIÓN A TORMELLAS Y NAVALONGUILLA (ÁVILA) 14 JULIO 2021

En la mañana de un caluroso día de julio, los componentes de la primera fase del centro de día, junto a educadores, monitores y voluntarios, salen a pasar un día al entorno de la Sierra de Gredos. Primera parada en la garganta de los caballeros: almuerzo y baños, partidas de cartas y alguna siesta vespertina. Llegada la hora de la comida nos dispusimos a prepararla entre todos, colaborando, gastando bromas y con más hambre que el perro del Lazarillo. Durante la comida y la sobremesa, la tertulia nos hizo compartir y conocer de nuestras vidas y experiencias. Llegada la hora de tomar café, unidos y con fuerzas, recogimos el campamento, subimos a los coches y nos fuimos a Navalonguilla, donde sentados alrededor de la mesa de un bar, tomamos el citado refrigerio. A pocos metros había otra zona de baño, la cual fue bien aprovechada por el grupo. Hasta los más frioleros remojaron los pies, otros nadaban o buceaban y otros se lo pasaban pipa. La hora del regreso se acercaba y, entre bromas y gracias, nos fuimos secando y encaminando hacia los vehículos. Sin duda una estupenda experiencia integrada en nuestro proceso de rehabilitación. En un lugar único para crear lazos de unión, fraternidad, complicidad y cómo no, donde lo más importante fue el buen ambiente, el respeto mutuo, bien mezclado con cariño, comprensión y compañerismo.

Dani A. y Salva