De subventione pauperum, es decir, sobre el socorro de los pobres, es un texto que responde a la conciencia social de la época. La primera parte de este libro está dedicada a presentar la cuestión de la pobreza en términos que, dejando de lado el nuevo estilo sobrio y claro,
no difieren excesivamente de las posiciones medievales. El pecado
original explica la existencia de la miseria una vez más.
Pero, en la segunda parte, Vives arremete la cuestión del socorro
de los pobres con argumentos interesantes. En primer lugar,
parte de una definición no dineraria de la limosna, como acción
en favor del menesteroso, no como dádiva de unas monedas. Por
otra parte considera que la beneficencia es incompatible con el
lujo de quienes invierten su fortuna en obras tan pías como suntuosas
y vanas: capillas, complicados sepulcros, etc. Su moral es
la de la acción eficaz hacia el pobre, al que hay que dar trabajo
y no limosna (en el sentido corriente de esta palabra).