Diocesana de Zaragoza Suplemento semestral de Iglesia en Aragón
Junio 2018
Gracias por tu compromiso Ser solidario hoy día es tener una mirada atenta y rápida, ofreciendo al “otro” lo mejor de nosotros. Compartir es vivir, y es una oportunidad para encontrarnos como personas y dar sentido a nuestra vida. Y nuestra vida tiene sentido en la manera en que la de los demás también la tiene.
Por ello, nuestro compromiso consiste en acoger y acompañar a personas excluidas, marginadas, desesperadas y ayudarles a recobrar la confianza en sí mismas y en sus potencialidades. Nuestro compromiso consiste en promover un modelo de vida alternativo que no genere desigualdades e injusticias, inequidad, destrucción medioambiental, guerras, desplazamientos, etc. Este año la comunidad cristiana de Zaragoza quiere reconocer, en la festividad del Corpus, el compromiso de socios, voluntarios y técnicos, que se identifican con la misión y visión de Cáritas y hacen de ella el hilo conductor de sus vidas, contribuyendo a crear un mundo mejor en el que todos tengan cabida. Carlos Gómez Bahillo Director
Actos con motivo del día de la Caridad La Eucaristía conmemorativa de la festividad del Corpus Christi tendrá lugar el sábado, 9 de junio, a las 18:30 h. en el Templo de Santa María Madre de la Iglesia (C/ Amsterdam, 2. Barrio de La Almozara). Estará presidida por el arzobispo de Zaragoza, don Vicente Jiménez Zamora. Posteriormente habrá un acto de agradecimiento a todos los agentes: voluntarios, socios, donantes y trabajadores por hacer posible la labor de Cáritas en la diócesis de Zaragoza. Porque el COMPROMISO de TODOS MEJORA EL MUNDO.
Comprométete, ¡ganas el que tu vida tenga sentido! El director de una de las Cáritas diocesanas españolas recibía las felicitaciones por su nombramiento. Y una persona le preguntó que cuánto cobraba por esto. Él le dijo que nada, que lo hacía sin cobrar. El interlocutor le contestó: “Pero que bueno es usted. Así tendría que haber muchos y el mundo sería mejor”. El director comentó, que antes de decir la palabra “bueno”, se detuvo un momento. Tal vez iba a decir en su lugar “tonto”, pero por educación, no lo dijo. Hay un refrán, que es la sabiduría popular en píldoras, que dice: “Donde no hay ganancia, la pérdida está segura”. Y luego están los malpensados que insinúan: “Pues algo sacará, porque si no, no estaría ahí”. Vivimos en la cultura de la “ganancia”, del “aprovecharse”. Un sacerdote amigo dice que la iglesia se llena cuando se da algo, aunque sea ceniza. Nos fijamos en las rebajas. “Mira lo que he comprado por este dinero”. “Oferta 2x1”. “Llévese dos y pague el de menos precio”. Y así podríamos seguir con frases publicitarias que todos conocemos como el famoso eslogan: “Yo no soy tonto”. Y es que las matemáticas que mejor hemos aprendido son las de sumar y las de multiplicar. Y la resta y la división, bastante menos.
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Y en esto de la caridad y el compromiso prima la resta y la división, y no la suma y la multiplicación. Porque se conjuga el verbo compartir. Es el perder para ganar, lo que Jesús dice: “El que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la hallará”. (Mt 16,25).
Pierdes tiempo, dinero, comodidad, descanso… pero ganas el que tu vida tenga sentido, la alegría de hacer el bien, más hermanos y hermanas, el ser prolongación del amor de Dios, asemejarte al “Maestro”, que pasó por la vida haciendo el bien… Tu compromiso mejora el mundo, aunque te puedan decir “tonto”. No te importe. Gonzalo Gonzalvo Ezquerra. Consiliario
La colecta de nuestras parroquias del sábado 2 y domingo 3 de junio es a favor de Cáritas ¡GRACIAS POR TU COLABORACIÓN!
“Un sacudón en nuestra modorra” Tropecé con estas palabras tan expresivas hace unos días al leer la última exhortación apostólica GAUDETE ET EXSULTATE del papa Francisco. De qué manera tan gráfica nos está señalando seguramente uno de los síntomas más preocupantes de nuestra sociedad. Vale la pena escuchar algo más esta descripción: la costumbre nos seduce y nos dice que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación. A causa de este acostumbrarnos ya no nos enfrentamos al mal y permitimos que las cosas “sean lo que son”. Pero dejemos que el Señor venga a despertarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, a liberarnos de la inercia. Desafiemos la costumbre, abramos bien los ojos y el corazón, para dejarnos descolocar por lo que sucede a nuestro alrededor. Es decir, el Papa nos sitúa ante la exigencia del compromiso transformador que señala la Campaña de Cáritas bajo el lema “Tu compromiso mejora el mundo” No podemos resignarnos a que las situaciones de injusticia sigan porque sí. Es preciso que salgamos de nuestros espacios de confort y de instalamiento en los que nos sentimos cómodos y bien aposentados. Conviene, en consecuencia, que iniciemos caminos. El punto de partida de todo compromiso
es la concienciación, no sentirnos indiferentes ante las diversas situaciones injustas que ocurren a nuestro lado, entendiendo “nuestro lado” en el sentido más universal posible. La invitación al compromiso es, en definitiva, una llamada al inconformismo. El camino de compromiso debe superar continuos obstáculos que a modo de excusas nos autoimponemos, o nos imponen, tratando de convencernos de que muy poco o nada podemos hacer para generar expectativas y realidades de una vida más humana y justa. Comprometernos sí, en las pequeñas cosas de cada día, en estilos de vida más austeros, más sencillos, más respetuosos con la conservación de la naturaleza, compromisos personales referidos a la revolución de la ternura, a la honradez, a testimonios de vida de mano tendida, a la denuncia profética cuando corresponda.
Comprometernos desde el Evangelio no es una decisión asumida por motivos ideológicos o intereses políticos, sino por coherencia con la determinación de seguir a Jesús. No podemos ya los cristianos dejarnos llevar por la somnolencia, el sopor o el aturdimiento. Nos lo recuerda también Francisco en la misma exhortación citada: “En medio de la tupida selva de preceptos y prescripciones, Jesús abre una brecha que permite distinguir dos rostros, el del Padre y el del hermano. No nos entrega dos fórmulas o dos preceptos
más. Nos entrega dos rostros, o mejor uno solo, el de Dios que se refleja en muchos. Porque en cada hermano, especialmente en el más pequeño, frágil, indefenso y necesitado, está presente la imagen mismo Dios”. Para luchar contra las injusticias reflejadas en estos rostros de los hermanos sufrientes, necesitamos este SACUDÓN generador del COMPROMISO TRANSFORMADOR del mundo al que nos invita Cáritas en su Campaña de Caridad. Ramón Sabaté Ibarz Voluntario responsable de Animación Comunitaria
¿Cómo puedo colaborar con Cáritas? Participando como voluntario en los equipos de Cáritas parroquiales, programas o proyectos, compartiendo tu tiempo y habilidades junto a otras personas en favor de los últimos. Inscribiéndote como socio, aportando una cuota mensual, trimestral o anual. Gracias a sus socios Cáritas puede desarrollar y sostener proyectos con compromiso de continuidad en el tiempo. Colaborando como punto selecto al ofrecer información
publicitaria de Cáritas en tu empresa u oficina.
contenedores rojos distribuidos
Colaborando puntualmente con aportaciones económicas en colectas parroquiales, en la sede de Cáritas o con ingreso en la cuenta corriente.
Más información y listado
Disponiendo de testamento en forma de legado y/o donando en vida parte de tus bienes o derechos para el sostenimiento de las actuaciones de Cáritas. Colaborando con A TODO TRAPO Zaragoza con la entrega de ropa usada en los
solidarios de LA ARTESA
a lo largo de toda la diócesis.
de contenedores en: www.fundacioncaritaszgz.es
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Regalando solidaridad: adquiriendo productos y publicitándolos entre nuestras familias y amistades. Comprando en la tienda LATIDO VERDE ejercerás un consumo responsable y apostarás por la inserción laboral.
Creando conciencia: leer, escuchar, participar y compartir en tu círculo cercano y a través de las redes sociales, el mensaje y las actividades de Cáritas.
«Les agradezco tanto, en nombre de toda la Iglesia, lo que hacen por los últimos. Los aliento a proseguir en esta misión. (…) Confiando en el poder del Evangelio podemos contribuir verdaderamente a cambiar las cosas o al menos a mejorarlas. Podemos reafirmar la dignidad de cuantos esperan una señal de nuestro amor y proteger y construir juntos “nuestra casa común”». MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO, DEL 17 DE NOVIEMBRE A LAS CÁRITAS DE TODO EL MUNDO