BEGOÑA LÓPEZ

egoña López, madre de Manuela de 22 años, Nicolás de 19 y Emilia de 12, describe su experiencia como madre como algo maravilloso. Ha tenido la bendición de ser madre joven de sus dos primeros hijos y un poco más madura de su tercera. Cada uno de ellos tiene una personalidad única, lo que ha presentado retos diferentes en su crianza. Una de las mayores alegrías de Begoña es el vínculo emocional que ha construido con cada uno; ver cómo se desarrollan como personas de bien es una fuente constante de felicidad para ella y su esposo.

En cuanto al equilibrio entre las responsabilidades como madre y sus metas personales, Begoña cuenta que ha trabajado y emprendido a lo largo de su vida. Durante la infancia de sus hijos, tuvo la suerte de trabajar medio tiempo y tener así el espacio para dedicarse a ellos. Ahora, que solo tiene a su hija menor viviendo en casa, ha asumido el desafío de llevar adelante la empresa familiar. Para ella, es esencial mostrar a sus hijos que las mujeres pueden cumplir sus metas personales y profesionales sin descuidar su rol de madres.

En cuanto a los valores, Begoña ha inculcado a sus hijos la confianza en sí mismos, el deseo de superarse constantemente, la capacidad de enfrentar desafíos y no rendirse fácilmente, la responsabilidad, el respeto hacia los demás, la gratitud hacia Dios, y la humildad y honestidad en sus acciones. Estos son pilares fundamentales en la formación de sus hijos.

“He crecido en una familia donde mis padres nos han dado todo el amor del mundo y he tenido una niñez muy feliz. Soy privilegiada de contar con ellos hasta ahora. La influencia que me dejan es el respeto que nos debemos entre todos, la convicción de confiar siempre en Dios y que la educación es la mejor herencia”, detalla al conversar sobre las propias experiencias como hija en su enfoque de la maternidad.

Para Begoña saber que sus hijos son felices “es lo que me hace más feliz”. Comparte un consejo para las nuevas madres: “Que confíen en ellas y su sexto sentido”. n