La alfarería es un fenómeno universal, que surge cuando las sociedades alcanzan tres procesos: el sedentarismo, el cultivo y la ganadería como medio principal de subsistencia, esto se asocia con el aumento de asentamientos, mayor diferenciación social, nuevas redes de interacción y de relaciones sociales. Las características medioambientales son un factor importante para entender la naturaleza del poblamiento humano durante el inicio del desarrollo agrícola y alfarero en la zona central (300 a.C. 900 d.C.) Si bien es cierto que las grandes unidades morfológicas y del relieve de la zona central no han cambiado sustancialmente en los últimos 2000 años, son las pequeñas variables del paisaje (causadas por cambios en el clima, vegetación o topografía) las que explican la conducta del hombre. En la zona central se configuran tres unidades morfológico-medioambientales que presentan recursos y posibilidades diferentes para el asentamiento humano:
Complejo Productor de Valle Se incluyen todos aquellos sectores de valle, rinconadas, zonas de transición y planicies que se localizan en tierras planas de altura media o baja y que tienen condiciones para el cultivo vegetal. La agricultura, en la mayoría de los casos, exigió el riego artificial, hecho que constituyó la principal barrera para el hombre temprano, se destacan por este motivo, los ámbitos de rinconada ya que constituyen espacios óptimos para el aprovechamiento del agua bajo condiciones de veranos secos. Estudios arqueológicos demuestran que las franjas de transición entre dos formaciones vegetacionales (ecotono) fueron los lugares preferidos para el asentamiento humano, por la mayor variedad de recursos florísticos, faunísticos y de agua que ofrecían.
Quintay, 1990-2000 Archivo Patrimonial MAACas
Complejo Productor Litoral Las planicies costeras corresponden a terrazas marinas de alturas variables de entre 7 y 35 km. de amplitud, cubiertas de matorral bajo costero. La franja litoral adyacente ofrece una gran cantidad y variedad de recursos alimenticios: el litoral arenoso, el litoral rocoso y el sustrato marino. En el ámbito litoral se presentan dos hábitats que fueron densamente poblados ya que ofrecen gran variabilidad de recursos silvestres. Uno es el ámbito lacustre-litoral formado por lagunas cercanas al mar como El Peral, Matanza, Bucalemu con abundantes recursos vegetales (totora, juncos) y animales (coipo, garza, tagua, rana, peces de agua dulce). El otro es el ámbito de desembocadura de ríos y esteros que suman a los recursos del litoral, las terrazas aluviales aptas para la agricultura y se constituyen en vías naturales de desplazamiento hacia el interior.
Complejo Productor Cordillerano La Cordillera de los Andes posee cumbres que tienden a disminuir hacia el sur. Tiene macroformas planas que tienen gran interés humano, porque allí se establecen los pastizales de verano. La Cordillera de la Costa aparece como una montaña asimétrica con formas andinas en Valparaíso y Santiago (alturas de más de 2000 msnm) que disminuyen abruptamente hacia el sur. Muchos de sus valles son altamente fértiles en términos agrícolas y en recursos silvestres para la recolección. La vegetación es de bosque esclerófilo y probablemente laurifolio, como se aprecia actualmente en las quebradas, con aportes de frutos de alto valor nutritivo como el peumo, quillay, molle, boldo y maitén entre otros.
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En chile Central la alfarería data de hace unos 2.300 años atrás, época en la cual los antiguos habitantes de los valles adquirieron dos conocimientos sustanciales: reconocer la plasticidad de la arcilla y experimentar la transformación que sufre ésta al contacto con el fuego. Este aprendizaje se basó en varias experiencias de ensayo y error en las cuales se exploraron distintos usos de las arcillas. Los primeros alfareros del valle central de Chile, surgen hacia el 300 a.C., se caracterizan por una fuerte variabilidad cultural expresada en diversos grupos que desarrollan estrategias de subsistencia, costumbres funerarias y tradiciones tecnológicas claramente diferenciadas.
Cap.1º-Prehistoria del Valle
Cultura Bato 2.a
Culturas Agroalfareras Período Agroalfarero Temprano Los primeros grupos alfareros se conocen como Tradición Cultural Bato (300 a.C 800 d.C). Estos grupos surgen en sus inicios con una fuerte presencia en la zona costera entre los ríos Petorca y Aconcagua, y hacia el 400 d.C. se distribuyen tanto en la costa como en el interior.
Tembetás (Quintay) MAACas
Tienen una alta movilidad y constituyen pequeños grupos de personas emparentadas. Incorporan a sus actividades cotidianas el uso de la alfarería y consumo de plantas cultivadas, probablemente obtenidas como intercambio con los grupos horticultores. Desarrollan una alfarería destinada al autoabastecimiento. La forma característica de enterramiento de esta cultura correspondía a depositar a sus muertos bajo el piso de la choza en que habitaban o en lugares adyacentes a éstas. El cuerpo era puesto decúbito ventral, con las piernas hiperflectadas, posiblemente envueltos con pieles a modo de un fardo sobre acumulaciones de piedras. Cada familia enterraba a sus difuntos aisladamente con sus respectivas ofrendas aunque esto no era muy común, constituidas por objetos de uso cotidiano, alimentos y adornos corporales.
Tembetás (Quintay) MAACas
“Señor de Quintay” MAACas
Punta de Flecha (Porvenir) MAACas
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Cap.1º-Prehistoria del Valle
Cultura Llolleo 3.a
Culturas Agroalfareras Período Agroalfarero Temprano Hacia el 300 d.C. surge otro grupo alfarero conocido como Complejo Cultural Llolleo (300 d.C 800 d.C, esta población se encuentra asentada en la costa y en los valles del Aconcagua, Maipo-Mapocho y Cachapoal. Habrían conformado comunidades más numerosas y sedentarias. No abandonan la caza y recolección, pero el cultivo de plantas como la calabaza, el maíz, poroto y quínua se volvieron fundamentales para su subsistencia.
Pieza de cerámica (Curacaví) MAACas
Su alfarería alcanza una gran homogeneidad regional y refleja aspectos importantes de la vida, denotando a la vez, un grado de especialización artesanal que implica labores diferenciadas en la organización del trabajo. Los Grupos Llolleo no tenían sectores especiales para depositar a sus difuntos, sino que eran sepultados en las mismas áreas de habitación. Practicaban entierros concentrados donde la posición de los cuerpos era generalmente decúbito lateral flectado, con excepción de los infantes a quienes se los entierra en urnas de cerámica. Las ofrendas corresponden principalmente a vasijas cerámicas
Urna Funeraria San Antonio (San Antonio) Museo Municipal de Ciencias Naturales y Arqueología de San Antonio
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Cap.1º-Prehistoria del Valle
Cultura Aconcagua 4.a Culturas Agroalfareras Período Agroalfarero Tardío Hacia el 900 d.C. se producen importantes cambios culturales, posiblemente por la llegada de nuevas poblaciones al territorio o bien por la trasformación radical de los modos de vida y creencias de las poblaciones locales. Esta población conocida como Complejo Cultural Aconcagua (900 d.C 1450 d.C) ocupó la costa, valles y precordillera, ubicando sus principales asentamientos al interior de los grandes valles. Estas comunidades cultivaban porotos, maíz, zapallos, realizaban actividades de caza (guanaco, aves, y animales pequeños) y recolección (algarrobo y frutos silvestres). Complementando los recursos del valle con la costa y precordillera. Las vasijas con sus decoraciones se transforman en objetos utilizados en intercambios rituales y como transmisores de códigos culturales, la que caracteriza por una gran variabilidad. Este grupo sepultaba a sus muertos en cementerios, es decir áreas especiales y reservadas para acoger a los difuntos las que se ubicaba en lugares cercanos a las áreas de habitación. Los cuerpos eran depositados individual o colectivamente en posición decúbito ventral extendido con orientación recurrente hacia el NE. Las ofrendas, eran principalmente vasijas de cerámica, ajuares y objetos personales. Los cementerios Aconcagua constituyeron un importante espacio social y sagrado y que se caracterizaba por los montículos de tierra o túmulos que identificaban cada sepultura.
Flauta Aconcagua (La Viñilla) MAACas
Olla de cerámica (Quintay) MAACas
Flauta Aconcagua Del libro “Con mi humilde devoción” de Claudio Mercado
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Cap.1º-Prehistoria del Valle
Cultura Inka 5.a
Culturas Agroalfareras Período Agroalfarero Tardío
Aríbalo (Quintay) MAACas
El Tawantinsuyu, nombre dado por los inkas a su imperio, comprendía cuatro grandes provincias o suyus que dividían el territorio a partir de su capital, el Cusco. Hacia el norte estaba el Kuntisuyu, hacia el este se encontraba el Antisuyu, hacia el oeste el Chinchasuyu, mientras que al sur, los territorios que actualmente comprenden parte de Bolivia, el noroeste de Argentina y Chile hasta más al sur del río Maipo, formaban el Kollasuyu. En las primeras décadas de 1400 llega el Inka a Chile Central. El aporte más importante para el desarrollo regional fue la introducción de cultivos y el sistema de terrazas para la labranza, además de una importante red vial, tambos, centros administrativos, fortalezas y santuarios de altura. La lengua y las creencias inkaicas se difunden pero sin reemplazar las costumbres tradicionales de esta zona. Los contextos cerámicos y los patrones decorativos de los asentamientos inkas aparecen independientes de los contextos locales y corresponde a la alfarería denominada Diaguita-Inka proveniente del norte chico. Este grupo presenta diferentes patrones mortuorios como túmulos o patrón abovedado. Enterraban a sus muertos de manera individual o en grupo en cementerios y se caracterizan por la presencia de abundante ajuar u ofrenda funeraria, principalmente compuesta por cerámicas de carácter Inca Local. Puco (Quintay) MAACas
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Jarrón Cerámica (Quintay) MAACas
Vaso Cerámico (Quintay) MAACas
Cap.1º-Prehistoria del Valle
El Hallazgo de Quintay 6.a Tumba Bato, 1993 Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
Entre los meses de enero de 1993 y marzo de 1994 se realizaron los rescates de las piezas que se descubrieron gracias a los trabajos de remoción de tierra para la construcción del Complejo Turístico Santa Augusta, de la Empresa Manureva. Al proceder la excavación quedaron expuestos restos de osamentas humanas, las cuales constituían la existencia de más de un cementerio y sitios habitacionales que revelan la ocupación del territorio en diversos períodos, cuyo contexto arqueológico permitió adscribirlo al Complejo Cultural Bato, Aconcagua e Inka Local. El hallazgo consistió en 7 individuos, tanto niños (2) como adultos (7) de ambos sex os . El individuo que está en exposición en el Museo Arqueológico y Antropológico de Casablanca fue encontrado en este Hallazgo Arqueológico, específicamente en la playa grande de Quintay el año 1994 y corresponde a un individuo adulto (30 40 años) de sexo masculino perteneciente a la Cultura Bato (300 a.C. 500 d.C.). La posición en que se encuentra se denomina decúbito ventral hiperflectado (está boca abajo con los pies sobre los glúteos, los brazos están doblados hacia el pecho); en este sentido, cabe destacar que en este hallazgo no existe un mismo patrón enterratorio, sino que todos los restos humanos encontrados se encuentran en posiciones diversas. El procedimiento de su excavación logró recuperarlo in situ, es decir tal cual se encontró en el hallazgo incluyendo el sedimento arenoso en el que se encontraba. El día 9 de mayo de 1995, se realizó un nuevo rescate arqueológico en el Fundo Santa Augusta, en el cual se extrajeron 22 individuos perteneciente a la Cultura Bato, los cuales fueron derivados al Laboratorio de la Universidad de Chile para su análisis. En la zona comprendida por el eje costero Quintay-Tunquén, lugar privilegiado por las investigaciones arqueológicas ha sido posible rescatar la presencia de asentamientos humanos desde 2500 años a.p., pertenecientes a la cultura Bato, Complejo cultural Aconcagua, 800 años D.C. e Inca local, con 560 años a.p. pudiéndose establecer un corte estratigráfico que testimonia mas de 2.500 años de ocupación y presencia indígena, manifestadas a través de complejos patrones de asentamiento, desplazamientos y rituales funerarios, destacando el enterratorio del Señor de Quintay, perteneciente a la Cultura Bato con dataciones estimadas de 2000 años a.p. y el Enterratorio de la cultura Inca local en las dunas de Quintay, destacado por corresponder, por el momento, al único entierro de la cultura Inca presente, en la zona del Litoral Chileno.
Grupo Excavación, 1993 Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
Producto de los variados patrones de ocupación del espacio por parte de los pueblos originarios de esta región de Chile, es posible encontrar la presencia de asentamientos temporales y permanentes, al interior del Valle de Casablanca, testimoniando la presencia de estos pueblos desde la cordillera al mar, de norte a sur y viceversa.
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Casablanca His toria
Patrimonio
Segundo CapĂtulo S i g l o X V I
Índice Nº Ficha 1. Toponimia
7.a
2. Siglo XVI Introducción
8.a
3. Siglo XVI 1536-1541
9.a
4. Siglo XVI 1546-1548
10.a
5. Siglo XVI 1553-1555
11.a
6. Siglo XVI 1565-1585
12.a
7. Siglo XVI 1589-1597
13.a
Bibliografía General de Referencia
Cartas de Pedro de Valdivia al Emperador Carlos V, Primer Libro del Cabildo de Santiago 1541-1557. En: Tomo I Colección de Historiadores de Chile y de Documentos relativos a la Historia Naciona (1941). Santiago, Imprenta del Ferrocarril Concha, Manuel (1871). Crónica de La Serena. Desde su fundación hasta nuestros días. 1549-1870. La Serena: La Reforma
Keller, Carlos (1960). Los Orígenes de Quillota. En: Boletín de la Academia Chilena de Historia Nª 61. Santiago. Extraído el 3 de julio de 2009 desde http://www.centroestudios.cl/biblioteca/losorigenesdequillota.pdf
Lorenzo, Santiago (1983). Orígenes de las ciudades chilenas. Santiago: Andrés Bello Mansilla-Villena, Heriberto et Al. (1990). Casablanca: Evolución Histórica. Valparaíso: Gálvez/ Municipalidad de Casablanca Mensura General de Tierras de Ginés de Lillo 1602-1605. En: Tomo XLVIII Colección de Historiadores de Chile y de Documentos relativos a la Historia Nacional (1941). Santiago, Imprenta Universitaria Mensura General de Tierras de Ginés de Lillo 1602-1605. En: Tomo XLIX Colección de Historiadores de Chile y de Documentos relativos a la Historia Nacional (1942). Santiago, Imprenta Universitaria Ruiz-Tagle, Carlos (1982). Antología de Casablanca. Santiago: Antártica/Municipalidad de Casablanca Salazar, Mercedes et Al. (1997). Quintay en el Tiempo. Santiago: Universidad Nacional Andrés Bello- Escuela de Ingeniería en Acuicultura
Silva, Fernando (1962). Tierras y Pueblos de Indios en el Reino de Chile: Esquema histórico-jurídico. Santiago: Universidad Católica de Chile, Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales Torres, Belarmino et Al. (1953). Casablanca 1753-1953.. Santiago: Imprenta Carabineros de Chile
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Cap.2º-Siglo XVI
Toponimia 7.a
El actual Valle de Casablanca recibió diversas denominaciones por partes de los indígenas que habitaban el territorio, diferencias que también evidencian la relación intercultural que se vivía en esta zona, con un marcado bilingüismo. Carlos Keller, en su texto “Los Orígenes de Quillota”, expone la siguiente información: - Acuyo: palabra de origen Quechua que significaría “arena”, denominación propia de los indígenas que habitaban el sector y que fue el nombre que los españoles usaron haciendo la diferencia con Quillota, puesto que antes se consideraba que el valle de Acuyo era parte de Quillota, denominada “Valle de Chile”. El Estero que aun atraviesa la actual ciudad de Casablanca, también era llamado por el nombre de Acuyo. -Curauma o Curaoma: Principalmente se denominaba al sector de las Dichas, no obstante el profesor Keller, plantea que Curauma provendría del mapudungun y significaría lo mismo que Acuyo en Quechua, es decir “arena”. Y que al sector de Las Dichas se le denominaba Curaumilla, agregándose la palabra “milla” que significa en mapudungum “oro”, puesto que en tal zona existían lavaderos de oro, explotados por los Incas en un momento, y luego por los españoles. - Yurapil o Yurapel: Se refiere a lo que es actualmente el sector de Lo Ovalle, erróneamente se pensaba que eran los sectores de Lo Orozco y La Playa, no obstante de acuerdo a las actuales investigaciones lo han desmentido. Es una palabra Quechua que significa “abundante en camarones de agua dulce”.
Malgamalga
Quintay
Curaoma
Casa Blanca Yurapil
Primer Acuyo
- Acuidal: es el nombre en mapudungun de Yurapil, o sea que significa “abundante en camarones de agua dulce”. - Marga-Marga o Malga Malga: puede provenir tanto de los términos “marka” o “marq´ay”. “Marka” significa pueblo o región, así como colonia; en tanto que “marq`ay” significaría llevar en los brazos, llevar a alguien en el sentido de “fácil de transportar”.
Acuyo
Segundo Acuyo
En tanto en el libro “Quintay en el Tiempo” de Salazar e Hinostroza, se encuentra la siguiente etimología: - Quintay: Esta palabra proviene del Mapungun y significa “embarcación entregada al viento o corriente”
Ubicación de la Actual Ciudad de Casablanca
Más información... Keller, Carlos “Los Orígenes de Quillota” www.centroestudios.cl
Cap.2º-Siglo XVI
Introducción 8.a
El Proceso de la Encomienda iba aparejado con otro mecanismo llamado la Merced de Tierra, el cual correspondía a enormes secciones de tierra que se entregaban en propiedad a los conquistadores para que los indígenas encomendados las trabajaran y pudieran pagar sus impuestos. Las mercedes de tierra y las encomiendas se entregaban en forma conjunta y sus tamaños variaban de acuerdo a las características de cada territorio.
Posterior a la presencia incaica, el territorio estaba habitado en su mayoría por picunches, a quienes se les conocía como picones o promaucaes. De las cantidades de presencia de pueblos originarios poco se sabe y poco se ha estudiado en la zona. Solo referencias de los relatos españoles sobre la nula presencia de un asentamiento estable y considerable de indígenas. El testimonio de la Merced de Tierra otorgada a Juan Bautista Pastene en el 1553 es decidor: “Atento ques tierra libre y exenta y no está habitada de naturales ni ha estado después que su Señoría entró en esta tierra por estas cabezadas”. En este período se instala en Chile la institución de la Encomienda, ésta fue una institución creada por la Corona española bajo el derecho indiano, que tuvo como objetivo fundamental premiar el servicio de los conquistadores en las nuevas colonias de América, a cambio de la protección y evangelización de sus encomendados. Estos eran grupos de indígenas, en algunos casos muy numerosos, que tenían la obligación de tributar para su encomendero.
En esta etapa el Valle de Acuyo, Yurapil y Curaoma se encontraron durante el todo el siglo XVI. Presentamos a continuación los principales sucesos que se vivieron en el territorio desde el paso de Almagro en adelante.
Felipe Guamán Poma de Ayala, c.1600 www.memoriachilena.cl
Felipe Guamán Poma de Ayala, c.1600 www.memoriachilena.cl
Una de las acciones posteriores a ser entregada la Merced era la Toma de Posesión, este era un acto que se consideraba que debía seguir, ineludiblemente, a una merced para que pudiera considerarse alcanzada la perfección del respectivo título además, naturalmente, de la legitimidad exigida para este- si bien no se establecía un plazo para que dentro de él cumpliese el beneficiado con tal formalidad.
Más información... Mensuras de Ginés de Lillo Tomo XLIX www.memoriachilena.cl
Cap.2º-Siglo XVI
1536-1541 9.a Diego de Almagro se interna con sus hombres al Valle de Acuyo.
Felipe Guamán Poma de Ayala, c.1600 www.memoriachilena.cl
Saliendo desde Quillota hacia Quintero, Almagro se internó hacia el interior de la Región, con el fin de explorarla; para realizar dicha tarea se guió por el Camino de los Incas, cruzando los campos donde hoy se encuentra la ciudad de Villa Alemana. Desde este lugar se internó al Valle del Malga-malga o Marga-Marga. En este valle, particularmente en su Estero, una de las ocupaciones principales era “lavar oro”.
Al subir la cuesta de este Valle, cruzó los campos donde actualmente se ubica la localidad de “Orozco”, pasando por “Lo Vásquez”. Al pasar sus cerros se encontraron con ancho el Valle de Casablanca, que en ese tiempo los indígenas llamaban Acuyo, pero no se detuvieron acá, sino que siguieron su camino hacia Melipilla por el cordón de Ibacache, pasado del sector de Lagunillas hasta llegar al Cachapoal.
Pedro Lira, Fundación de Santiago, 1880 www.icarito.cl Pedro de Valdivia, siguiendo la misma ruta de Almagro, atravesó estas tierras con rumbo al Valle del Mapocho. Así el Valle expresa su vocación como testigo de un intenso tráfico de expediciones militares, mercaderes, muleros y viajeros que recorrían como Ruta el Camino del Inca que recorrían estos parajes. Tal Camino comprendía las siguientes rutas: Desde el Cuzco se dirigía hacia el Altiplano cerca de Ollahue para penetrar en seguida a territorio chileno; pasaba por Tatio y San Pedro de Atacama, continuaba por el Río Frío a Juncal y Chañaral Alto; desde allí se dirigía por Copiapó, Paitanas (Vallenar), Incahuasi, el portezuelo de Hualcuna y La Marquesa a Combarbalá; proseguía por Illapel y Puchuncaví al portezuelo de la Cuesta Vieja de Chilicauquén y bajaba finalmente por Quillota. Desde este localidad se dirigía por el portezuelo de San Pedro y Limache a Marga-Marga, Lo Orozco, Las Dichas y el portezuelo de Ibacache a Talagante, donde había un incahuasi, con Mitimae. Otro tramo se dirigía desde Las Dichas por Lagunillas a Quivolgo, a lo largo de la costa. Se le conocía como Camino de Los Maulinos. A lo largo del Camino del Inca había cada 4 leguas un Incahuasi en que se podía alojar. El viaje desde el Cuzco debe haber demorado unos tres meses, viajando sin otra interrupción que el alojamiento en unos 95 incahuasis y tambos que había a lo largo de él.
Más información... Ruiz-Tagle, Carlos et Al. Antología de Casablanca”
En Casablanca, el tramo del Camino del Inca que cruza el estero en Las Dichas, se ha conservado con el nombre de Camino de los Polleros, derivándose, según Carlos Keller, de la pulla, o capetín, que usaban los soldados incaicos y que se encuentra representado en el dibujo de Huamán Poma de Ayala en que se presentan soldados incaicos frente a guerreros araucanos. No obstante, también existe la teoría que plantea que tal nombre (Camino de los Polleros) se origina por la costumbre principalmente del siglo XIX, de trasladar desde Melipilla hasta Valparaíso grandes cantidades de pavos, a través del sistema de arreo a pie, en el cual, se presume la utilización del Camino de Inca, puesto que también llegaban desde la cuesta Ibacache a Las Dichas, en donde también cada cuatro leguas (app 16 kms.) existían corrales especialmente preparados para recibir a las pavadas. De hecho en el imaginario popular ha quedado la frase “andar arreando pavos” para expresar a quien anda solo, camina largas distancias o tiene un caminar errante. Pedro de Valdivia se reservó, la estancia de Acuyo, que comprendía toda la parte superior del estero de Casablanca, aguas arriba del camino de Los Polleros. Siendo el primer dueño y encomendero de estas tierras, posterior al encuentro de mundos.
Cap.2º-Siglo XVI
1546-1548 10.a Pedro de Valdivia otorga una Merced de Tierras al Teniente General, don Alonso de Monroy, el 10 de febrero de 1946. Los límites de esta merced de merced eran: “ tres leguas de tierras en el término que se llama Acuyo, que es en este valle del Mapocho hasta las minas para que sea vuestra estancia para la congrua y sustentación de vuestra casa y cría”. En actuales palabras, tal merced se extendió desde el poniente del actual pueblo hasta el Valle de Marga Marga. El 10 de marzo de este mismo año, el Cabildo otorga al Sacerdote y posterior Primer Obispo de Chile, don Rodrigo González de Marmolejo “un pedazo de tierras en el Valle que llaman de Acuyo para su estancia de pasto y labor”. Corresponde a estas tierras la actual localidad de Ovalle. El 19 de marzo, el Cabildo de Santiago del Nuevo Extremo otorga a Bartolomé Flores una merced de tierra en Acuyo, tomando posesión el día 14 de abril, y que tenía los siguientes límites:
“Le cede un manantial de agua que tiene un árbol sólo hacia abajo, que comienza desde el cabo de las tierras del capitán Alonso de Monroy y corre la sierra de Nuño Malongo que va hacia la mano izquierda, hasta llegar a una punta que tiene tres árboles grandes que atraviesa por mitad de el valle, y por !a mano derecha las sierras de Malga-Malga hasta llegar a una punta que cierra hacia el valle hasta donde está un árbol solo que tiene por linderos de él un cabo, tierras del capitán Alonso de Monroy, por la mano derecha hasta el árbol que tiene una cruz y por el cabo alinda con tierras de Juan Pinel y por abajo con tierras de Juan Fernández Alderete y por la otra parte las tierras de Nuño Malongo y de cuales dichas tierras dijeron que le señalaban y señalaron al dicho Bartolomé Flores, para que las tenga por suyas como en el dicho mandamiento se contiene”. En: Mensuras de Ginés de Lillo, Tomo XLIX, p. 275
Bartolomé Flores será el bisabuelo de Catalina de los Ríos y Lisperguer, la Quintrala, pero no será el único parentesco que la zona mantendrá con esta mítica figura de la historia nacional.
Alonso de Monroy www.icarito.cl
Rodrigo González de Marmolejo www.icarito.cl
El día 2 de mayo el Cabildo de Santiago, otorga una merced de tierra a Jerónimo de Alderete, para su ganado porcino, en el Valle de Acuyo.
A la muerte de Monroy, los bienes de éste militar fueron puestos a remate en la casa Fernando Gudíez, siendo adquiridos por Juan Bautista Pastene.
Más información... Torres, Belarmino et Al. Casablanca: 1753-1953
Juan Bautista Pastene www.memoriachilena.cl
Cap.2º-Siglo XVI
1553-1555 11.a Al trasladarse al sur, Pedro de Valdivia traspasó la Encomienda de Quillota, y las Estancias de Marga-Marga y Acuyo a González de Marmolejo. Keller afirma que “Estas minas y la estancia de Acuyo se conocían también con el nombre de minas y estancia de Quillota” Así Valdivia dice el 26 de julio de 1553: En este mismo año, el 25 de febrero, el Cabildo ratifica como propiedad las tierras que habían sido de Monroy a favor de Juan Bautista Pastene. El mismo Pedro de Valdivia, el 20 de agosto, otorga una nueva merced de tierra a petición de Pastene en la siguiente localización: “viniendo del puerto de Valparaíso para la ciudad de Santiago y llámase el valle Yurapel y por otro nombre Acuidal”; lo que es resuelto por el Cabildo de Santiago, posterior a la muerte de Valdivia, el 22 de septiembre de 1554.
“Por la presente, y porque esta es mi voluntad, doy a vos, el bachiller Rodrigo González, clérigo presbítero, vecino de la ciudad de Santiago, la casa y estancia que yo tengo y se llama de Quillota, la cual yo fundé, y así mismo las dos estancias que compré en los términos de la ciudad de Santiago, de Joan Dávalos Jufré y del padre Diego Pérez, vecinos que eran de la dicha ciudad cuando se fueron a España, y así mismo os doy todo el ganado que yo tengo en las dichas estancias y casa de Quillota, y así mismo las simenteras y comidas y los caballos, rejas, arados y herramientas de minas y fragua que yo tengo en la dicha casa de Quillota, y las minas que tengo en el río de Malgamalga, donde sacaban el oro mis cuadrillas, que de todo ello tiene cargo Marcos Veas, mi cuñado y vecino de la dicha ciudad, para que sea de vos, el dicho bachiller, y os sirváis de todo ello como vuestro, y así mando al dicho Marcos Veas que como este mi mandamiento le fuere presentado por vuestra parte os dé y entregue la dicha casa y todo lo demás aquí contenido, sin os poner embargo ni impedimento alguno, sin esperar otra ni segunda jución y mando, por cuanto como dicho es, esta es mi voluntad, y en vos el dicho bachiller esté muy bien En: Mensuras de Ginés de Lillo, Tomo XLIX, pp. 255-256
Pedro de Valdivia y su ejército hacia 1542 www.memoriachilena.cl
Esgrimiendo una ley que prohibía a los eclesiásticos poseer encomiendas, el capitán Vicencio del Monte, logró que la Real Audiencia ordenara que se le entregara la encomienda dada por el propio Valdivia a González Marmolejo. Se puso en camino desde Santiago a Quillota, para tomar posesión de ella, pero amigos del bachiller le siguieron y lo impidieron. Se eludió luego el cumplimiento de la ley haciendo figurar a seis vecinos de Santiago como encomenderos, pero que estaban obligados a entregar el importe de la capitación recaudada al cura de la capital.
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Pedro de Valdivia www.memoriachilena.cl
Cap.2º-Siglo XVI
1565-1585 12.a Paso del General don Jerónimo de Costilla, ex compañero de Almagro en 1536, quien acampara con sus tropas en los llanos de Acuyo de camino a la capital. La misión de este militar era destituir al Gobernador interino del Reino, don Pedro de Villagra, y colocar en su reemplazo a Rodrigo de Quiroga. En ese entonces, al desembarco de Costilla en Valparaíso, emisarios de Villagra iban a su encuentro para persuadirlo de su misión; lo alcanzaron posterior a su pernoctación en Acuyo, en el Valle del Puangue, sin embargo Costilla siguió con su misión hacia Santiago.
“Hago merced al dicho Alonso de Córdova de la dicha estancia de vacas en el dicho llano de Acuyo, diez leguas de esta ciudad (de Santiago), donde al presente tiene su asiento e las trae apacentadas, con sus pastos e aguas, con cuatro leguas a la redonda del dicho asiento”. En: Mensuras de Ginés de Lillo, Tomo XLIX, pp. 263-264
El 3 de enero de 1577 el Gobernador Rodrigo de Quiroga, otorga una merced de tierra en el Valle de Acuyo a Alonso de Córdova, quien desde hace algún tiempo tenía su ganado pastando en esas tierras sin perjuicio de nadie. El título original de la merced dice: La extensión de tierra abarcó desde Tapihue hasta el portezuelo de Ibacache por el sur, donde se incluían las tierras donde hoy se levanta la actual ciudad.
No obstante haberse otorgado en 1577 la merced a Córdova, es recién el 29 de julio de 1580 cuando el Cabildo resuelve el trámite de “Posesión”, el que es ejecutado el 8 de octubre de ese mismo año. En tal “Acta de Posesión” de octubre de 1580 es la primera vez que el territorio se nombra y relaciona con la “Casa Blanca”; a continuación el texto original:
“…Le puse en la tenencia y posesión de la estancia y tierras en la merced de suso contenida y declarada, estando en las casas de la dicha estancia y de allí le fue señalando la dicha estancia y tierras della y por sus términos… corriendo de las dichas casas a la cuesta de Puangue, el camino en la mano de Santiago que sale de la dicha estancia y por la otra parte las minas del Álamo corriendo de allí al otro por el camino real que viene de las minas de Quillota y de allí atravesando a la Casa Blanca que es el camino de las carretas…” En: Mensuras de Ginés de Lillo, Tomo XLIX, p. 265
Tierras de Gonzalo de Toledo (Valle de Casablanca original)
Lo Vásquez
La casa blanca (opción 1) El clérigo Joan Riquelme comienza una labor cristiana, sirviendo la doctrina de Acuyo y Quillota con grandes sacrificios. En el llano de Acuyo, debía recorrer desde Las Dichas hasta Tapihue y Viñilla, recibiendo como salario de cuatrocientos pesos al año.
La casa blanca (opción 2) Puente La Draga
Ubicación de la Actual Ciudad de Casablanca
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Cap.2º-Siglo XVI
1589-1597 13.a El 20 de julio, Antonio de Zapata realiza su testamento a favor de su sobrino Jerónimo de Zapata y Mayorga, a quien declara heredero universal y su albacea, éste último honor es compartido con los capitanes Pedro Lisperguer (abuelo de Catalina de Los Ríos y Lisperguer, se casó con Águeda Flores, hija de Bartolomé Flores) y don Joan de Ahumada.
El 27 de mayo, don Tomás Pastene, hijo de Juan Bautista Pastene, vende a favor de Luis Monte de Sotomayor (sobrino nieto del Papa Julio III) las tierras que le pertenecen en el sector de Acuyo y Yurapil:
Lo que es ratificado por la orden de “Posesión” del Cabildo el día 30 de mayo de ese mismo año. La posesión se realiza finalmente el día 10 de junio. En el Acta de Mensura de la “Posesión”, se nombra nuevamente a la Casa Blanca como eje divisor y referencial, y cuya propiedad era de Gonzalo de Toledo.
En este año también ocurre la muerte de don Antonio de Zapata, heredando toda su fortuna su sobrino Jerónimo Zapata de Mayorga. Herencia que tenía la siguiente extensión territorial:
“…vendo en venta real agora y para todo tiempo a vos el capitán Luis Monte de Sotomayor, vecino desta dicha ciudad e para vos y para vuestros herederos y subcesores y para quien de vos y dellos hubiere titulo, voz y recurso, dos estancias que son y eran del capitán Juan Bautista Pastene, mi padre, por títulos que dellas tenia, que yo hube y compré y pagué a los acreedores del dicho mi padre y así mesmo me pertenecieron por herencia que en cualquier manera me pudieron pertenecer como su heredero, las cuales dichas tierras y estancias os vendo, con sus entradas y salidas, uso y costumbres y linderos que tienen, ques la una de las dichas estancias en el valle de Acuyo, linda por la parte de arriba con la estancia que fué del gobernador Valdivia y por el medio della va el camino que va a la mar, en la cual estancia esté una acequia antigua y a la mano derecha, yendo a la mar, estaban unas zahurdas de puercos, y la otra estancia es el valle de Yurapel, o por otro nombre Acuidas ques viniendo de la mar, de el puerto de Valparaiso a esta ciudad…” En: Mensuras de Ginés de Lillo, Tomo XLIX, p. 304
“…entendiéndose no haber de pasar del dicho estero a la parte de la Casa Blanca, por ser tierras pertenecientes a Gonzalo de Toledo y tierra fuera del valle de Acuyo, sino son las que así pertenecen del valle de Yurapil, las cuales descabezan en el dicho estero, teniendo su ancho desde la punta atrás dicha, que divide este valle y el que llaman de Acuyo, y la otra punta es la que está conjunta al dicho estero, poco más adelante de la questá la Casa Blanca, que es principio del lindero del dicho Gonzalo de Toledo…” En: Mensuras de Ginés de Lillo, Tomo XLIX, p. 307
“…La estancia de Acuyo o Hato de Zapata, que con ambos nombres solía conocérsela, y cuyos deslindes corrían por las cumbres de los montes desde el portezuelo de Ibacache por el sur, hasta los del Carpintero por el norte, abarcando todo el valle de Tapihue, la actual La Viñilla y las tierras donde hoy se levanta el pueblo de Casablanca…” En: De Ramón, Armando, “Amo y Señor del Valle”, La Voz de Casablanca, 10 de mayo de 1952
28 de febrero. Compra de Las Tierras de Acuyo por parte de Jerónimo de Zapata y Mayorga. Éstas habían sido de González Marmolejo, y que en la presente fecha pertenecían a Diego de Godoy.
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Tercer CapĂtulo Siglo XVII
Índice Nº Ficha 1. Siglo XVII Introducción
14.a
2. Siglo XVII 1600-1608
15.a
3. Siglo XVII 1609-1619
16.a
4. Siglo XVII 1622-1670
17.a
5. Siglo XVII 1680-1698
18.a
Bibliografía General de Referencia
Cartas de Pedro de Valdivia al Emperador Carlos V, Primer Libro del Cabildo de Santiago 1541-1557. En: Tomo I Colección de Historiadores de Chile y de Documentos relativos a la Historia Naciona (1941). Santiago, Imprenta del Ferrocarril Concha, Manuel (1871). Crónica de La Serena. Desde su fundación hasta nuestros días. 1549-1870. La Serena: La Reforma Correa, Luis (1938). Agricultura Chilena. Santiago: Nascimiento De Ramón, Armando (1953). Santa Bárbara de la Reina. En: Boletín de la Academia Chilena de Historia Nº 48. Santiago De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Orígenes. En: La Voz de Casablanca. 3 de mayo de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Amo y Señor del Valle de Casablanca. En: La Voz de Casablanca. 10 de mayo de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: La Real Audiencia en Casablanca. En: La Voz de Casablanca. 17 de mayo de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Pleito por Aguas en Casablanca. En: La Voz de Casablanca. 24 de mayo de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Las Desventuras de don Clemente Ojeda. En: La Voz de Casablanca. 31 de mayo de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Doña Inés de Mendoza y la Hacienda de la “Casa Blanca”. En: La Voz de Casablanca. 07 de junio de 1952 Enrich, Francisco (1891). Historia de la Compañía de Jesús en Chile. Barcelona: Francisco Rosal Keller, Carlos (1960). Los Orígenes de Quillota. En: Boletín de la Academia Chilena de Historia Nª 61. Santiago. Extraído el 3 de julio de 2009 desde http://www.centroestudios.cl/biblioteca/losorigenesdequillota.pdf
Góngora, Mario (1960). Origen de los inquilinos en el Chile Central. Santiago: Universidad de Chile Góngora, Mario (1970). Encomenderos y Estancieros. Estudio de la constitución social aristocrática de Chile después de la conquista. 1580-1660. Santiago: Universidad de Chile sede Valparaíso Lorenzo, Santiago (1983). Orígenes de las ciudades chilenas. Santiago: Andrés Bello Mansilla-Villena, Heriberto et Al. (1990). Casablanca: Evolución Histórica. Valparaíso: Gálvez/ Municipalidad de Casablanca Mensura General de Tierras de Ginés de Lillo 1602-1605. En: Tomo XLVIII Colección de Historiadores de Chile y de Documentos relativos a la Historia Nacional (1941). Santiago, Imprenta Universitaria Mensura General de Tierras de Ginés de Lillo 1602-1605. En: Tomo XLIX Colección de Historiadores de Chile y de Documentos relativos a la Historia Nacional (1942). Santiago, Imprenta Universitaria Ruiz-Tagle, Carlos (1982). Antología de Casablanca. Santiago: Antártica/Municipalidad de Casablanca Salazar, Mercedes et Al. (1997). Quintay en el Tiempo. Santiago: Universidad Nacional Andrés Bello- Escuela de Ingeniería en Acuicultura Silva, Fernando (1962). Tierras y Pueblos de Indios en el Reino de Chile: Esquema histórico-jurídico. Santiago: Universidad Católica de Chile, Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales Torres, Belarmino et Al. (1953). Casablanca 1753-1953.. Santiago: Imprenta Carabineros de Chile http://www.icarito.cl http://www.memoriachilena.cl
Cap.3º-Siglo XVII
Introducción14.a Ubicación de la Actual Ciudad de Casablanca
Pocas noticias se tienen del siglo XVII en relación a la historia de la ciudad, pero está claro que muchas familias de Santiago fueron propietarias de las grandes haciendas en el Valle de Casablanca, entre las que cabe mencionarse:
Ovalle Zapata
- Zapata de Mayorga: dueños de Tapihue y La Viñilla - Monte de Sotomayor: dueño de Casablanca - Ovalle: dueños de la hacienda Ovalle - Prado: sucesor de Zapata en Tapihue. Sin duda y de gran importancia es lo que narra el Historiador José Armando de Ramón al respecto:
Montes de Sotomayor Prado
“…El Hato de Zapata bajo la dominación del progresista don Jerónimo, llegó a un alto grado de adelanto. Edificó nuevas casas situándolas juntas al estero de Tapihue, casas que la parecer fueron mejores que las comunes de su época en los campos. Lo usual en Chile de entonces era que las casa patronales en las haciendas, fueran ranchos a la usanza indígena con paredes de quincha y barro y techo de paja, como constan fueran las de la famosa Quintrala en La Ligua. Las casas del Zapata fueron por el contrario, sólidas y de hermosa arquitectura, con murallas de adobones tendidos y techos de tejas, luciendo un confort desconocido entonces en los campos chilenos. Así mismo levantó grandes bodegones, corrales, rancheríos y molinos, y en los alrededores de las casas plantó arboledas frutales y un viñedo que fue toda una novedad para la zona. Al mismo tiempo se esparcieron sus ganados por los llanos y serranías y la tierra comenzó a ser labrada por los yanaconas bajo el mando de capataces negros o mulatos y algún administrador criollo… …Y así, a principios del siglo XVII, se organizó en Casablanca, una de las estancias más adelantadas de Chile. Allí llegaba a pasar largas temporadas Zapata, acompañado de sus hijos y de su mujer, doña Constanza Arias de la Fuente y Córdoba…”
Zapata de Mayorga
En relación a la Encomienda, es durante este siglo, especialmente entre 1600 y 1650, que se promulgan una serie de medidas que buscaban fortalecer la servidumbre indígena en el campo, la estancia y la hacienda. Sin embargo, a favor de los encomendados, desde la segunda mitad del siglo, tanto en las colonias como en la metrópoli, se genera un debate en torno a la esclavitud de que eran víctimas los indígenas, así como denuncias por parte de los protectores de indios relacionadas con el maltrato y abuso por parte de los europeos. Uno de los casos que se presentaron en nuestro Valle afectó directamente a don Pedro Prado y Lorca en 1698.
Por otro lado, la Compañía de Jesús se asienta en la zona de las Tablas y Quintay, tierras que en este siglo hacen aparición dentro del concierto de concesiones de mercedes de tierra dentro del territorio. Los principales eventos del siglo XVII se presentan a continuación.
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Cap.3º-Siglo XVII
1600-160815.a El 14 de mayo, Jerónimo Zapata se presenta ante el Cabildo para solicitar la merced de tierras, de acuerdo al legado testamentario de su tío Antonio Zapata. Hacia el poniente, comenzaba también la entrega de Mercedes de Tierras en lo que será conocido más tarde como Valle de San Jerónimo. El primer dueño de estas mercedes fue el presbítero Francisco Martínez de Lerzundi, primer cura de Valparaíso. La extensión de estas tierras se hallaba en la parte más mediterránea del Valle. En la parte más cerca del litoral se asentaron, don Mari Alonso Jonquera y su hijo Bartolomé Jonquera, éste último corregidor de Melipilla y Aconcagua. El proceso de adjudicación de estas tierras abarca desde 1600 a 1604.
Industria Ballenera, Planta Quintay, 1940-1950 Archivo Fotográfico Quintay Archivo Patrimonial MAACas
No obstante lo que sucedía con los hacendados del Valle, en la zona costera de Quintay comenzó a haber movimiento relacionado con las mercedes de tierra. Es así como en 1603 don Alonso de Ribera concede a don Cristóbal Luis “trescientas cuadras de tierras de Quintay”.
El Gobernador Alonso García de Ramón, confirmando otra concesión del Gobernador Alonso de Ribera, beneficia a Diego de Ulloa, quien es favorecido con “cuatrocientas cuadras de tierras de Quintay”.
El clérigo Juan Núñez, le correspondía oficiar de cura doctrinero en Casablanca, quien al igual que su antecesor, debía correr tan largas distancias en los primitivos medios de locomoción que entonces se conocían, semi ahogado por el polvo de los caminos en verano, o cruzando difícilmente los barreales del invierno, en épocas en que los viajes solían paralizarse por quince días y más, cuando el mal tiempo arreciaba.
Más información... Salazar, Mercedes et Al. Quintay en el Tiempo.
Ballenera Quintay, 1963 Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
Cap.3º-Siglo XVII
1609-1619 16.a La Real Audiencia en su paso desde Valparaíso hacia la capital para instalarse formalmente a cumplir su labor en Chile, hizo un alto en Casablanca, siendo recibidos por don Jerónimo Zapata de Mayorga. Estos representantes de la justicia española que “venían dispuestos a enseñarles Derecho a los litigantes chilenos, que no conocían otros jueces que los alcaldes de los cabildos y los corregidores”, según afirma De Ramón, era don Juan Caxal, don Gabriel de Zelada y don Luis Merlo de la Fuente. Este último sería en el período de 1610-1611 Gobernador de Chile. De esta visita, Armando de Ramón nos cuenta la siguiente anécdota:
“Allí los esperaba el Capitán Jerónimo Zapata de Mayorga, nuestro conocido hacendado casablanquino quien estaba a cargo del “camarico” de Casablanca. Sorpresa mayúscula debió sufrir dicho hacendado, al percatarse que en la comitiva de los oidores venía el capitán Alonso de Córdoba con quien andaba en pleitos. Dicen que la “ocasión la pintan calva”, y estando los litigantes y los magistrados a mano, solo quedaba sustanciar y fallar la causa. Sin embargo, sea que las partes no conocieran tan sabido refrán o que los oidores se hicieron los desentendidos, el hecho es que no se habló una palabra del asunto y se desperdició tan magnífica ocasión. De esta manera los casablanquinos se les fueron de las manos el honor de haber tenido a su tierra por escenario de la primera audiencia del más alto tribunal del coloniaje…” En: De Ramón, Armando, “La Real Audiencia en Casablanca”, La Voz de Casablanca, 17 de mayo de 1952
Quiroga fue el gran unificador de las distintas mercedes de tierras otorgadas en el Valle de San Jerónimo, extensión que se conserva hasta la actualidad.
El 11 de octubre nace la Hacienda de La Viñilla con el nombre de San Miguel de Acuyo al ser dada como dote por don Jerónimo Zapata a su hija doña Magdalena Zapata de la Fuente quien contrajo matrimonio con don Hernando de Molina Parraguez. Los límites fueron marcados entre este predio y Tapihue, haciéndolos correr por el curso del estero conocido con el nombre del Sauce.
Una de las primeras mercedes de tierras que se establecieron en Quintay, específicamente en Curauma fue al capitán Cristóbal Morales, anterior a 1603, en 1619 Morales comienza a arrendar tales tierras al Capitán Francisco Andrés.
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Felipe Guamán Poma de Ayala, c.1600 www.memoriachilena.cl
El Alférez General don Álvaro de Quiroga fue beneficiado en 1614 con una merced de tierras en el sector de San Jerónimo. Este será quien unifique las tierras de San Jerónimo en una sola gran hacienda junto a su yerno don Jerónimo Hurtado de Mendoza. Por la sucesiva posesión de dueños con el nombre Jerónimo, es que la hacienda pasa a ser nominada de esa forma, su nombre original fue Hacienda El Membrillo. Esta familia fue propietaria hasta 1688.
Cap.3º-Siglo XVII
1622-1670 17.a Don Jerónimo de Zapata entrega como dote por el matrimonio de su hija Isabel Zapata de la Fuente con Tomás Rodríguez del Manzano de Ovalle la estancia que será llamada Quebrada de Ovalle, la cual tiene como extensión el sur de la actual ciudad hasta los cerros del Carpintero. Es el nacimiento de Lo Ovalle.
En el sector de Tunquén don Francisco Lazo de la Vega otorga una merced de tierras a don Fernando Váez, cuya extensión era “cuatrocientas cuadras en Llampico”.
Don Nicolás Octavio realiza peticiones para ser amparado en su estancia de Quintay, lo que se resolvió al año siguiente en 1642 con Baltasar Yánez de Escobar
Jesuitas www.misiones.catholic.net
El día 13 de mayo, sobrevino un catastrófico terremoto, arruinando mayoritariamente la ciudad de Santiago, y que tuvo repercusiones en Casablanca, las casas de Zapata de Mayorga fueron completamente convertidas en ruinas; no obstante el daño mayor lo causó el desbordamiento del Estero Tapihue, que había sido acrecentado por la acción de las lluvias y desviado su curso por el movimiento telúrico.
Debido a la escasa población indígena presente en la zona, muchos hacendados poblaron la zona con sus respectivas encomiendas de indios. En el presente año, la población había aumentado considerablemente.
Los herederos de Nicolás Octavio y Violante de Ulloa aprueban el traspaso del remate de la estancia de Quintay a la Compañía de Jesús. En este mismo año se otorga la escritura de aprobación, siendo ahora la Congregación dueña definitiva de la estancia de Quintay, propiedad que durará más de cien años. Los Jesuitas, con la inteligente capacidad de administración que poseían, fueron dueños de todos los alrededores de Valparaíso hacia Casablanca. las haciendas de San Javier de Tunquén, Las Tablas, Peñuelas, Las Palmas y Viña del Mar, rodeaban al principal puerto comercial de la región Central, lo que les permitía embarcar sus productos hacia el Perú.
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Jesuitas www.misiones.catholic.net
Cap.3º-Siglo XVII
1680-1698 18.a Desde mediados del siglo XVII, funcionaba en Tapihue la viceparroquia de Acuyo, con jurisdicción sobre todo el valle, y es sólo a fines del siglo, cuando tiene lugar la erección de la parroquia. En efecto el 28 de mayo de 1680 el obispo de Santiago señor Bernardo Carrasco Saavedra, fundó la parroquia asignándole una extensa jurisdicción, pues por el norte abarcaba hasta Quilpue y Río Aconcagua, fue así separada de la Parroquia de El Salvador, la cual se conoce actualmente como La Matriz. El cura párroco fue don Pedro de Burgos; le sucedió en el cargo desde 1697 hasta 1718 el párroco don Diego Monte de Sotomayor y Orozco hijo del dueño de la hacienda de Casa Blanca, hay constancia que ejerció su cargo a satisfacción de todos los feligreses. Lo sucedieron entre otros, don José Francisco de Fontecilla, y más tarde don Fernando de Oviedo. Cabe destacar, que es posterior a la fundación de la Villa en el año 1753 que la Parroquia pasa a nominarse Parroquia Santa Bárbara de Casablanca.
Don Jorge Zapata de la Fuente pasó Tapihue a poder del General Pedro de Prado y Lorca, personaje de gran figuración durante la colonia, y desde 1717, la poseyó don Pedro de Prado y Carrera, su hijo. La hacienda de Tapihue, fue la que reservó para si don Jerónimo Zapata de Mayorga luego de desprenderse de Ovalle y Viñilla que diera en dote a sus hijas. A la muerte de éste, fueron adjudicadas a su hijo Jorge Zapata de la Fuente.
Desde este año, San Jerónimo tendrá diversos dueños. A contar de esta fecha, don Juan Ventura Monte de Sotomayor será el propietario hasta el año 1704. Pueblito de Casablanca, al fondo se aprecia la Capilla., C. Siglo XVII Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
Don Pedro Prado y Lorca comenzó a traer indígenas de la estancia de Chocalán, que pertenecían a la estancia de Diego Santander, hacia la estancia que había adquirido años antes al heredero de Zapata. Esta situación no estuvo exenta de polémica, el cura de la doctrina de Rapel, don Lorenzo Maturana, alzó una queja en la Real Audiencia, donde declararon distintos indígenas de la estancia de Chocalán, dando testimonio que su encomendero les había ordenado trasladarse a Casablanca, a la estancia de Tapihue, exponiendo el sentimiento de ser sacados de las tierras que ocupaban desde antes de la presencia española. No obstante estos argumentos, y con el antecedente presentado por Prado de que tal acción se había desarrollado anteriormente, el “Protector de los Indios” autorizó el traslado.
Más información... Masilla-Villena, Heriberto et Al. Casablanca Evolución Histórica
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Plano de Casablanca 1726 En: Mansilla-Villena, H et Al. (1990). Casablanca Evolución Histórica. Valparaíso: Ilustre Municipalidad de Casablanca/Imp. Gálvez, pág. 96
Cuarto Capítulo Siglo XVIII
Índice Nº Ficha 1. Siglo XVIII Introducción
19.a
2. Siglo XVIII 1704-1717
20.a
3. Siglo XVIII 1730-1748
21.a
4. Siglo XVIII 1753-1755
22.a
5. Siglo XVIII 1757-1775
23.a
6. Siglo XVIII 1782-1791
24.a
7. Siglo XVIII 1792-1796
25.a
8. Siglo XVIII 1792-1796
25.b
9. Siglo XVIII 1792-1796 Texto George Vancouver
25.c
10. Siglo XVIII 1792-1796 Texto George Vancouver
25.d
Bibliografía General de Referencia Concha, Manuel (1871). Crónica de La Serena. Desde su fundación hasta nuestros días. 1549-1870. La Serena: La Reforma Correa, Luis (1938). Agricultura Chilena. Santiago: Nascimiento De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Don Jose Montt y Cabrera. En: La Voz de Casablanca. 14 de junio de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: La Parroquia de Casablanca. En: La Voz de Casablanca. 21 de junio de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Vía Crucis en Casablanca. En: La Voz de Casablanca. 05 de julio de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Por un plato. En: La Voz de Casablanca. 12 de julio de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Por un plato (continuación). En: La Voz de Casablanca. 17 de julio de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Vida social y costumbre hace 150 años. En: La Voz de Casablanca. 04 de octubre de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: El Camino Santiago a Valparaíso. En: La Voz de Casablanca. 11 de octubre de 1952 Derechos y Preeminencias concedidas a esta Villa de Santa Bárbara de la Reina de Casablanca (1795). En Archivo Nacional, Capitanía General Nº 642, fojas 6977 Faúndez, Claudio et Al. (2002). Rescate de la memoria en cuatro localidades rurales de la comuna de Casablanca: 1915-1965. Un estudio de historia oral. Tesis. Valparaíso: Universidad de Playa Ancha Frézier, Amadée (1902). Relación del Viaje por el Mar del Sur y a las Costas de Chile y el Perú durante los años de 1712, 1713 y 1714. Santiago: Imprenta Mejía Keller, Carlos (1960). Los Orígenes de Quillota. En: Boletín de la Academia Chilena de Historia Nª 61. Santiago. Extraído el 3 de julio de 2009 desde http://www.centroestudios.cl/biblioteca/losorigenesdequillota.pdf
Góngora, Mario (1960). Origen de los inquilinos en el Chile Central. Santiago: Universidad de Chile Góngora, Mario (1970). Encomenderos y Estancieros. Estudio de la constitución social aristocrática de Chile después de la conquista. 1580-1660. Santiago: Universidad de Chile sede Valparaíso Lorenzo, Santiago (1983). Orígenes de las ciudades chilenas. Santiago: Andrés Bello Mansilla-Villena, Heriberto (1984). La Cofradía de Nuestra Señora de Las Mercedes. En: Revista de Estudios Históricos Nº 36. Santiago Mansilla-Villena, Heriberto (1987). La Hacienda de Orrego Arriba, de Casablanca y la Familia de la Cerda. En: Revista de Estudios Históricos Nº 39. Santiago Mansilla-Villena, Heriberto et Al. (1990). Casablanca: Evolución Histórica. Valparaíso: Gálvez/ Municipalidad de Casablanca Montt Montt, Luis (1918). Bibliografía Chilena Tomo I desde 1780-1811. Santiago: Imprenta Universitaria Ruiz-Tagle, Carlos (1982). Antología de Casablanca. Santiago: Antártica/Municipalidad de Casablanca Salazar, Mercedes et Al. (1997). Quintay en el Tiempo. Santiago: Universidad Nacional Andrés Bello- Escuela de Ingeniería en Acuicultura Silva, Fernando (1962). Tierras y Pueblos de Indios en el Reino de Chile: Esquema histórico-jurídico. Santiago: Universidad Católica de Chile, Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales Torres, Belarmino et Al. (1953). Casablanca 1753-1953.. Santiago: Imprenta Carabineros de Chile Vancouver, George (1902). Viaje a Valparaíso y Santiago. Santiago: Imprenta Mejía http://www.icarito.cl http://www.memoriachilena.cl http://www.wikipedia.org
Cap.4º-Siglo XVIII
Introducción 19.a Ubicación de la Actual Ciudad de Casablanca
Este siglo se abre con la vocación de Casablanca como lugar de tránsito entre las ciudades de Valparaíso y Santiago, ya al lejano paso español de conquista que mayoritariamente ocupaba el Camino del Inca desde Quillota al Valle del Mapocho. Aparecen dos viajeros que informan sobre la incipiente Villa, por el camino desde Valparaíso hacia Santiago que la necesidad de exportación, importación y abastecimiento imponía a aquellos pobladores. Las grandes extensiones de las mercedes de tierras comienzan a dividirse y se configura la forma de lo que será la Villa.
Fam. Vásquez Fam. Ovalle Zapata
Fam. Montes de Sotomayor
Los principales sucesos de este siglo son sin duda la fundación de la Villa Santa Bárbara de la Reina de Casablanca, junto con la construcción del Camino entre Valparaíso y Santiago que se gestiona por la visita de don Ambrosio O´Higgins a estas tierras.
Fam. Montt y Cabrera
Así existen en este momento cinco grandes estancias: - Casablanca: Familia Monte de Sotomayor - Yurapil: Vicente Vásquez (erróneamente llamado Yurapil, las tierras se comparten entre lo que era la extensión originaria de la hacienda Casa Blanca y Malgamalga) - Ovalle: Francisco de Ovalle y Esparza - Tapihue: José de Montt y Cabrera - Viñilla: Hija de don Jerónimo Zapata de Mayorga, y posteriormente de don Pedro Andrés de Azagra.
Fam. Zapata de la Fuente (Posteriormente Pedro de Azagra)
Hacia la Costa la hacienda San Jerónimo comienza una intempestiva sucesión de dueños durante todo este período.
Sin embargo estas estancias, durante el presente siglo (principalmente a partir del ascenso de la dinastía borbónica a la monarquía española), tendrán que configurar nuevas condiciones para el trabajo de sus campos, puesto que se inicia un período de decadencia de la encomienda, proceso que culminará en el año 1791 aboliéndose completamente, comenzado entonces el proceso del Inquilinaje.
Más información... Ruiz-Tagle, Carlos et Al. Antología de Casablanca”
Cap.4º-Siglo XVIII
1704-171720.a La Hacienda San Jerónimo nuevamente cambia de dueño, esta vez el Monasterio de las Agustinas adquiere las tierras hasta el año 1705.
Don Andrés de Rojas adquiere los derechos de la Hacienda San Jerónimo al Monasterio de las Agustinas. Será su dueño hasta el año 1738.
Amédée-François Frézier inaugura los relatos de los viajeros que transitan entre Valparaíso y Santiago, como un itinerario inevitable, como un proceso-viaje que merece ser narrado. Frézier se impresiona durante el primer día de viaje, cuando no desensillan sino hasta haber avanzado treinta leguas de camino, cuando se le ofrece alojamiento que “…no es otra cosa que un sitio donde hai agua i pasto para las mulas.” La única evidencia de vida social este francés la relata de la siguiente manera:
Amadée Frézier www.projet.frezier.free.fr
“Sin embargo, habiamos pasado a un cuarto de legua de Zapata, que es un caserío, i el único que hai en treinta leguas del camino; pero no es costumbre del pais dar alojamiento en las casas”. En: Frézier, Amadée. Relación del Viaje por el Mar del Sur, pp. 74-75
“Zapata” era el segundo nombre con que también se conoció a la Villa antes de su fundación.
Pedro Prado y Carrera posee la Hacienda de Tapihue, la recibe de manos de su padre el General Pedro de Prado y Lorca, por legado testamentario. El General Prado y Lorca había adquirido la propiedad en el año 1681 de manos de don Jorge Zapata de la Fuente, hijo de don Jerónimo Zapata.
Primer Plano Científico de Santiago, Frézier 1712 www.educarchile.cl
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Cap.4º-Siglo XVIII
1730-174821.a En la madrugada del día 08 de julio, se dejó sentir un terremoto grado 8,7 en la escala de Richter, que afectó la zona central de Chile y que nuevamente produjo un desastre en la hacienda de Tapihue, recordando lo que Jerónimo Zapata de Mayorga sufrió en el año 1647.
Juan Manuel y Ramón Valladares fueron los dueños de la hacienda de San Jerónimo hasta 1753. Posterior a este año sus descendientes se hicieron cargo de ella hasta 1790.
Nacimiento de Pedro Montt y Prado, hijo de José de Montt y Cabrera y Rosario Prado. Será uno de los principales párrocos de la Parroquia Santa Bárbara de Casablanca.
Don José de Montt y Cabrera compró Tapihue a la testamentería de su suegro, trasladándose a ella y ejerciendo la agricultura. La hacienda por esos años, presentaba un aspecto de cierto abandono y miseria debido a los temblores de 1730 que habían arruinado las casas y las bodegas. El trabajo de Montt estuvo dirigido a presentar el mismo florecimiento del aspecto que lucía antaño.
Don Antonio de la Huerta es nombrado párroco de Casablanca, él es quien será el constructor de una nueva parroquia para Casablanca. Según Santiago Lorenzo en su libro “Orígenes de las Ciudades Chilenas”, el sacerdote se llamaba Alfonso de la Huerta.
Valle de Acuyo, Casablanca, 10-12-1744 En: Casablanca: Evolución Histórica, pág 94
Más información... Lorenzo, Santiago. Orígenes de las Ciudades Chilenas- www.memoriachilena.cl
Cap.4º-Siglo XVIII
1753-1755 22.a El 23 de octubre se fundó oficialmente la Villa con el nombre de Santa Bárbara de la Reina de Casablanca, puesto en honor a doña Bárbara de Braganza, Infanta de Portugal y Reina de España, esposa del Rey don Fernando VI. Esta fundación es obra de don Domingo Ortiz de Rozas, Gobernador y capitán General de Chile y Conde de Poblaciones, título obtenido por su esfuerzo y visión de fundar pueblos y aldeas. Para estos efectos Ortíz de Rozas, envió al valle de Acuyo al Maestre de Campo don Joseph Bañado y García, juez agrimensor del obispado de Santiago, para que reconociera el sitio y repartiera los solares y chacras entre los pobladores de la nueva villa. Los terrenos, según nos ha llegado por diversos historiadores, fueron donados por don José Montt Cabrera y don Francisco de Ovalle y Esparza, agricultores cuyos predios deslindaban con la población. No obstante, según el documento que elaborará don Ambrosio O´Higgins en su visita para regularizar la Villa, en el año 1795, se expone que los terrenos, que originariamente eran de propiedad de don Pedro Prado y Carrera, suegro de Montt, habían sido transado por Prado a los indios a cambios de los terrenos que éstos tenían en Tapihue.
“Primeramente que las expresadas Tierras cedidas por Don Pedro Prado a sus indios pertenecieron, después dela extinción de estos a S M, como subrogadas en lugar delas que los mismos indios gozaban en Tapihue, y que habrían recahido en S M después de su extincion por el derecho de reversión que conserva a todas las que en su Real nombre se reparten a los Naturales destos Dominios. Segundo: Que en consecuencia el expresado Don Pedro Prado no pudo disponer la fundación dela capellanía, de que habló en su testamento, y que es ilegal, e infundada la solicitud desu hija Doña Mariana para la fundacion de la expresada obra pía, como mira a establecerla en un Terreno que el referido su Padre abdicó y renunció de si, subrogandolas en lugar de las que tenían los Indios en Tapihue, sin embargo dela calidad y condicion con que hizo dicha cesion, pues fue esta nula y de ningun valor por la razon que queda antes indicada. Tercero: Que por lo mismo las expresadas Tierras de esta Villa y cuyos linderos incontestables se expresarán en adelante, pertenecen a los Pobladores de ella, libremente y sin cargo alguno de censo, capellanía, u otra afeccion, y es injusto quanto se les ha exigido hasta ahora de arrendamiento por los Herederos del expresado Don Pedro Prado y Carrera”. En: Archivo Nacional Capitanía General Nº 642, fojas 69 a 70
Así O´Higgins viene a regularizar y aclarar la situación entre los litigantes, detener el cobro de arriendo que en ese momento afectaba a los propietarios, y regularizar que éstos últimos tuvieran las condiciones de construir y cercar sus terrenos. En 1753 Montt fue designado el primer Superintendente de la Villa, cargo que ejerció con prudencia y moderación pese a los obstáculos que le opusiera su vecino don Francisco de Ovalle y Esparza y más tarde el yerno y sucesor de éste, don Juan Bautista de Amor y Meoño
El 25 de octubre tienden a finalizarse los litigios Montt-Ovalle por las Tierras donde ambos reconocen y ceden sus derechos a favor de los pobladores delante del Conde de Poblaciones don Domingo Ortíz de Rozas, quien aceptó la donación en nombre del Rey de España. En tal proceso llevado por el Conde de Poblaciones se deja establecido que Casablanca pertenecía jurisdiccionalmente a San Martín de la Concha (Quillota). Domingo Ortíz de Rozas www.biblioredes.cl
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Cap.4º-Siglo XVIII
1757-1775 23.a En este año las partidas de bautismo de la Parroquia de Casablanca se encabezaban de la siguiente forma: “En Santa Bárbara de la Reina de Casablanca, en la Iglesia Parroquial…” o “En la Villa Santa Bárbara de Casablanca…”. Antes de este año particularmente en el primer libro de bautismo del año 1697 el encabezamiento de las partidas de Bautismo reza así: “…en la Iglesia parroquial de Casablanca…” o “…En la Iglesia Parroquial de Acuyo…”. Por tanto cabe presumir que es alrededor de 1757 cuando se establece el nombre de Parroquia Santa Bárbara de Casablanca, regularizándose la situación por los problemas de Montt y Ovalle por las propiedades de la naciente Villa.
Santiago Lorenzo establece este año como el inicio de la construcción de la Parroquia de Casablanca, don Antonio de la Huerta estimó en 7.299.- Pesos suconstrucción; sin embargo solo pudo reunir 1.792.- pesos, de los cuales 1.000.- habían sido entregados por la Real Audiencia y 792.- habían sido donados por el propio sacerdote. Esta se termina en el año 1762
Se ordena de Sacerdote don Pedro Montt y Prado, ejerció el cargo de teniente de cura de la entonces viceparroquia de San Antonio y más tarde fue vicario de la doctrina de Pichidegua. Por otro lado, José Montt y Cabrera había solicitado una copia de la Real Cédula sobre las poblaciones para publicarla por bando en la Villa, para su progreso material, que demandaba a los vecinos a construir y cercas sus terrenos. El 12 de noviembre de 1763 se concedió lo solicitado. Sin embargo con los pleitos entre las familias Montt y Ovalle, muchos de los vecinos residentes comenzaban a abandonar sus tierras por temor a que el pleito lo ganara Ovalle.
Es nombrado párroco de Casablanca don Pedro Montt y Prado el 1º de febrero.
Seguían los trabajos de construcción de la Villa, pero se prevenía a los pobladores que la exención del gravamen de concurrir a los ejercicios de las milicias a Quillota, sólo se refería a aquellos que tuvieran casas edificadas o a lo menos materiales para su construcción. Todos los que no reunieran estas elementales condiciones, no gozarían de tal beneficio y mal que quisieran, habrían de concurrir a los ejercicios.
Fachada Iglesia de Casablanca, 1904 Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
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Cap.4º-Siglo XVIII
1782-179124.a Muere Don José de Montt a la edad de 73 años, dejando fundada en Chile una de las familias más notables
Los herederos de las familias Montt y Ovalle continúan los pleitos a pesar de lo promulgado en 1755, lo que genera gran inestabilidad entre los Pobladores, quienes comienzan a abandonar las tierras. No obstante es el día 20 de octubre de 1787 cuando finalmente se firma una transacción definitiva. En esa mañana, doña Mariana de Prado y Rojas viuda de don José de Montt y don Diego de Ovalle Gallardo y Lisperguer y don Juan Bautista de Amor, herederos de don Francisco de Ovalle, se reunieron para dar un punto final al pleito. En él se indicaron con precisión los deslindes de ambas haciendas, y se dedicaron especialmente a asegurar el futuro de la villa de Santa Bárbara estipulándose para ello la siguiente cláusula:
Don Calixto Palacios, quien será posteriormente Alcalde de la Villa Santa Bárbara de la Reina de Casablanca, es propietario de la Hacienda San Jerónimo.
Se comienza a esbozar una de las principales obras nacionales, como lo es el Camino entre Valparaíso y Santiago por obra de Don Ambrosio O´Higgins, lo cual no estuvo exento de reticencias por parte de la población de Casablanca. Tal es la envergadura de la obra, que don José Miguel del Prado Covarrubias y Lisperguer entabla una acción ante la Real Audiencia en demanda de los perjuicios que significaba para su propiedad la construcción del camino a través de su hacienda. No obstante, poco a poco comenzaron a aparecer voces a favor del proyecto entre los pobladores y autoridades nacionales, entre ellos el procurador de Santiago don Manuel de Salas y Corvalán.
“Se declara como expresamente declaramos, que todas las tierras que se hayan ubicadas del referido camino (antiguo camino de Santiago a Valparaíso) para el suroeste, son y pertenecen a la citada villa de Santa Bárbara en las cuales se halla su fundación”. En: De Ramón, Armando, “Vía Crucis en Casablanca”, La Voz de Casablanca, 05 de julio de 1952
Tierras de Ovalle
Tierras en Conflicto
Tierras de Montt Plaza de Armas de Casablanca
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Cap.4º-Siglo XVIII
1792-1796 25.a O´Higgins encomendó los trabajos al ingeniero español don Pedro Rico, iniciándose la obra propiamente tal el año 1792, y continuándose sin interrupción hasta 1797, lapso en que tuvo lugar la ejecución de la mayor parte de los trabajos. Durante dicho tiempo, trabajaron en ella también los famosos ingenieros don Joaquín Toesca, italiano, y los españoles, don Francisco Artazo, don José de Vicente y don Agustín Caballero. En este año comienzan las primeras inscripciones de la Cofradía de Nuestra Señora de las Mercedes de la Parroquia Santa Bárbara de Casablanca, aunque su culto se puede rastrear antes de 1790.
Se terminaba la construcción de la cuesta Zapata, obra maestra de su época, y en ese mismo año también, el trazado del camino a través del valle de Casablanca. En un informe elevado al supremo gobierno por don Agustín Caballero se decía: Así nació la recta de Casablanca que hasta hoy, es uno de los tramos rectos más largos del camino Santiago Valparaíso. Luego continúa diciendo. Es en este mismo año que Casablanca adquiere forma definitiva gracias a la visita de don Ambrosio O´Higgins, Gobernador de Chile, quien venía a inspeccionar las obras del camino que por su orden, se construía para unir Santiago y Valparaíso; y quien arbitró algunas medidas para el mejor desarrollo de la población. Con esto podían ya respirar los atribulados pobladores y volver con renovados bríos a la edificación, notándose efectivamente algún progreso, puesto que reuniendo a los herederos Montt y Ovalle, dio por cerrado el litigio que sumió por casi cuarenta años en incertidumbre a la Villa, en esta acción, Don Ambrosio O´Higgins da cuenta que los terrenos habían sido donados por Don Pedro Prado, anterior a la venta que éste hiciere a Don José de Montt y Cabrera, a los Indios que tenía en Tapihue para que se trasladasen a vivir allí y que cuando éstos primeros pobladores de la actual ciudad no estuvieran, los terrenos pasaban a mano de la corona. Por tanto la Villa desde la desaparición de los indios de Tapihue era legalmente propiedad de la Corona Española.
“Desde el pie de la cuesta Zapata hasta Casablanca, le dirijo (el camino) en línea recta, por no encontrar en todo este espacio, motivo que lo impida, y me aparto del camino antiguo para seguir este por terrenos pantanosos”. En: De Ramón, Armando, “Por un plato”, La Voz de Casablanca, 12 de julio de 1952
“De los tres caminos que salen de Casablanca y van a reunirse cerca del portezuelo del Hinojo (Coyocalán), he elegido por ahora el que pasa por el portezuelo de Lo Vásquez por más corto, de más uso, y poderse perfeccionar en su buena disposición del camino sólido”. En: De Ramón, Armando, “Por un plato”, La Voz de Casablanca, 12 de julio de 1952
La visita de don Ambrosio O´Higgins fue tan fructífera como se esperaba. Tomó nota de todo lo que podía obstaculizar el progreso de la población y arbitró diversas medidas para su adelanto y mejoramiento. Creó entre otras cosas importantes, la alameda de Casablanca, que hoy no existe, y que se extendió a lo largo del estero en su ribera norte, precisamente donde hoy se encuentran los sitios de las propiedades en la vereda sur de la calle Portales. En el mismo año, una singular visita nos cuenta a través de su relato cómo es el viaje entre el puerto y la capital y lo que significa Casablanca como intermediario del trayecto. Don George Vancouver se encuentra con una villa afable, distinto paisaje al que Frézier viera a principios del siglo. A pesar de tener un recibimiento afectuoso, la estancia de Vancouver no fue la mejor.
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Ambrosio O´Higgins www.institutoohigginiano.cl
Cap.4º-Siglo XVIII
1795-1796 25.b Cuando Vancouver dice que el principal vecino era el Cura, se refiere, según los datos que nos aporta la historia, a don Basilio Escobar, quien servía hace más de 30 años la doctrina en Casablanca, sucesor de Pedro Montt Prado y éste a su vez sucesor de quien es el responsable de construcción de la parroquia entre 1748-1762, don Antonio de la Huerta, siendo por tanto una de las construcciones más antiguas. Vancouver se encuentra también con las obras de Montt, realizadas durante su curato de cuatro años, entre las que descataban el adorno de la capilla, enladrillado de las naves, entablado del coro, construcción de torre y campanario.
Sin embargo, pese a la claridad y tranquilidad que O´Higgins pudo dar a los vecinos, éstos no estuvieron exentos de posteriores abusos. Así bajo la superintendencia de don Sebastián Pérez, quien era esposo de Eulalia Montt Prado (yerno de los dueños de Tapihue), se autorizó a don Santiago Montt para que usara terrenos de la Villa como potreros de engorda. La protesta de los vecinos en defensa de sus derechos los llevó a dirigirse al Gobernador O´Higgins, exigiéndole solucionar la situación y remoción del cargo al funcionario. El gobernador derivó los antecedentes a la Real Audiencia, quien falló ecuánimemente.
George Vancouver www.bbc.co.uk
El fallo declara la supresión del cargo de Superintendente, puesto que la población y reparto de sitios había terminado. Se establece el cargo de Alcalde, siendo nombrado en tal calidad don Calixto Palacios.
Villa de Casablanca, 1796 En: Casablanca: Evolución Histórica, pág. 99
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Cap.4º-Siglo XVIII
1792-1796 25.c Extracto de Viaje enter Valparaiso y Santiago de George Vancouver. “Casablanca es una pequeña aldea”
“Las mulas del equipo, a excepción de una que nos acompañaba cargada con las provisiones del día, marchaban adelante a fin de llegar pronto al alojamiento donde contábamos pasar la noche, i agregando a nuestros fondos lo que las diferentes estaciones podían suministrarnos en aves, huevos, patatas, cebollas i frutas, hicimos una buena comida mientras nuestros caballos descansaban i recuperaban fuerzas para atravesar ese desierto. Habiendo caminado de ese modo algunas millas mas allá del punto donde concluye el nuevo camino de Valparaíso, encontramos el antiguo infinitamente menos cómodo. En efecto, en lugar del terreno parejo que habíamos hasta ahí recorrido, éste es apenas un sendero que conduce a lo largo i algunas veces a través de barrancas cortadas i profundas i donde se nota que jamás se hayan ocupado en arreglarlo i hacerlo practicable para los viajeros. La construcción del nuevo camino es sin duda obra difícil; i en un pueblo ayuno de industria i supersticiosamente apegado a sus antiguos hábitos, no es de extrañar que las ventajas que deben resultar de esta útil empresa sean desconocidas, i que la ejecución haga perder al gobernador jeneral gran parte de su popularidad entre las clases inferiores. El proyecto ha sido concebido por él i los habitantes parecen estar dispuestos a sacrificar sus intereses propios contrariándole, más bien que a concurrir en nada a su buen éxito: satisfacen de ese modo, nos dijeron nuestros guías, el espíritu de oposición esparcido entre ellos. La región que recorrimos en la tarde es más o menos igual a la que ya he descrito. Ofrece pocos objetos dignos de atención, hasta que se llega a la aldea de Casablanca. Nuestros guías nos propusieron pasar ahí la noche i como habíamos andado veintiocho millas a caballo, modo de viajar al cual no estábamos acostumbrados, consentimos en ello con gran placer.
El principal personaje de la localidad era el cura, el cual, sabedor de nuestra llegada, había hecho preparativos para recibirnos i nos acogió con la hospitalidad que ya habíamos recibido de sus compatriotas. Al usar de su benevolencia i humanidad para con nosotros, este hombre respetable parecía afligirse por no poder hacer mas; pero felizmente no teníamos necesidad de sus auxilios salvo el alojamiento, en lo que pronto estuvimos tranquilos, pues nos facilitó una casa que hasta cierto punto de él dependía, i precisamente de la especie que se nos había anunciado. Esta casa, si así se puede llamar el alojamiento que se nos dio, está situada en el centro de la aldea i construida tan groseramente que apenas puede creerse que es obra de un pueblo civilizado. Sus murallas son de terrones de tierra seca, cortados en forma de ladrillos, los cuales se colocan unos sobre los otros, cuando están aun húmedos i se tapan en seguida con la misma tierra mojada; pero la capa que desigualmente se seca cae en diversos puntos. El interior, abierto como una granja, sólo se compone de una pieza donde no encontramos más que nuestro equipaje, llegado algunas horas antes, i en tiempo de lluvia ahí abríamos estado imperfectamente al abrigo de ella. El piso no es otra cosa que el terreno en su estado natural i que ni siquiera se ha arreglado; pero si carecía de limpieza, era espaciosa, i bajo este punto, mas cómoda que la carpa que llevábamos. Como no había ninguna clase de muebles, nos vimos en el caso de pedir prestado a los vecinos las cosas más indispensables, las que nos facilitaron con prontitud. Mientras se preparaba la comida, hicimos visitas en la aldea donde los habitantes nos recibieron con gran afabilidad, especialmente las jóvenes; entre las cuales vimos muchas hermosas caras que sostendrían comparación con nuestras bellas inglesas, si no tuviesen la sucia e intolerable costumbre de pintarse de rojo i blanco de manera que destruyen todo el efecto de la belleza natural de su tez i la agradable proporción de sus rasgos.”
Casablanca es una pequeña aldea donde hai una bonita iglesia, cerca de cuarenta casas i algunas tierras cultivadas i cerradas que hacen contraste con la estéril i desnuda región que habíamos atravesado”.
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Cap.4º-Siglo XVIII
1792-1796 25.d
“Sus deseos de agradar eran bien persuasivos i la velada tuvo para nosotros tantos encantos, que todos olvidamos, me parece, las fatigas del camino. Las casas, como todas están pintadas de blanco, tienen buen aspecto de lejos, i al principio las juzgamos mui superiores a las miserables chozas que hablamos encontrado en el camino; pero cediendo a las invitaciones de los principales del lugar, lo que nos obligaron a entrar en sus casas, notamos ahí, tanta falta de limpieza, tanta miseria i tan gran número de señales de pereza i superstición como entre los habitantes de la región desierta i tostada por el sol que acabábamos de recorrer, con la única diferencia de que los aldeanos de Casablanca andaban menos mal vestidos i se arreglaban lo mejor que podían para recibirnos. Todos los habitantes de la aldea asistieron a nuestra comida; los principales comieron con nosotros y los demás se mostraron no menos satisfechos del espectáculo, nuevo para ellos, que les dábamos. Se bebió copiosamente i nuestros nuevos amigos se retiraron mui tarde. La noche no la pasamos tan bien como lo esperábamos, después de las diversiones de la velada: insectos de todas clases se cebaron en nosotros, atormentándonos en extremo ya que al hacer limpiar la habitación, los hablamos molestado en su antiguo dominio. Perseguidos, pues, por millares de chinches i de pulgas nos levantamos sin haber gustado reposo verdadero. Nos pusimos en marcha de madrugada i llegamos pronto al pié de la cadena de colinas que delimita la llanura donde se encuentra Casablanca. Esas colinas parecen elevarse más bruscamente i a mayor altura que las que hablamos ya pasado i que comienzan en las orillas del mar, en el Almendral. El nuevo camino atraviesa la parte menos alta de la cadena la que es, sin embargo, tan escarpada que ha sido preciso cortarla en zig-zag multiplicada, i del pié a la cima, hace veinticinco ángulos o vueltas”.
“Se trabajaba en esta parte intermediaria del nuevo camino. Los guías nos dijeron que el Gobernador Jeneral, no habiendo podido procurarse un número suficiente de trabajadores para la totalidad del camino, había ordenado que, para facilitar la comunicación entre las dos grandes ciudades, se hicieran primeramente, mas transitables los lugares mas difíciles i peligrosos. El camino es aquel de la misma anchura i hecho con el mismo cuidado que en la parte ya descrita mas arriba; pero como el terreno es aquí también arenoso i sin consistencia debe de estar sujeto en invierno a los mismos inconvenientes por efecto de las lluvias. Ahí, por primera vez, tuvimos ocasión de ver los campesinos en el trabajo, i no pudimos dejar de notar su lentitud para el trabajo i la imperfección de sus herramientas. Estaban en número más o menos de cincuenta, con azadones i palas. Para reemplazar das carretillas de mano en el trasporte de tierras, de las partes altas a las partes bajas, usaban un cuero de buey i cuando habían echado en ella la cantidad que dos hombres podían mover, esos dos hombres la tomaban de los extremos i la arrastraban hasta el purito donde debían ser descargada para aprovechar la pendiente i la anchura del camino; o bien la echaban en las márjenes de la colina i la dejaban radar. En cuanto a las rocas que son comunes, las hacían saltar con pólvora, i en vez de despedazar los fragmentos, algunas veces grandes que resultaban de la explosión, en trozos pequeñitos que servirían para dar solidez al camino, capaz de soportar el peso de los coches, los conducían al lado inferior del camino i los hacían rodar, lo mismo que la tierra, abajo de la colina. Por esta práctica irracional, la tierra sacada de las partes mas altas i con la que se habría podido formar un parapeto a lo largo de las orillas era no solamente llevada junto con esos trozos de rocas, sino también sacada de los sitios donde era más necesaria. En Las márjenes así descuidadas i abiertas en muchas partes, los torrentes no dejarán de echarlas a perder mas aun i de dejar hoyos en el camino...”
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Casablanca His toria
Patrimonio
Quinto CapĂtulo Independencia
Índice Nº Ficha 1. Siglo XIX Introducción
8. Siglo XIX 1822 Texto Mary Graham
26.a 27.a 28.a 28.b 29.a 30.a 31.a 31.b
9. Siglo XIX 1822 Texto Mary Graham
31.c
10. Siglo XIX 1827-1833
32.a 33.a 34.a 35.a 36.a 36.b
2. Siglo XIX 1811-1813 3. Siglo XIX 1817 4. Siglo XIX 1817 Texto Samuel Haigh 5. Siglo XIX 1818-1820 6. Siglo XIX 1821
7. Siglo XIX 1822
11. Siglo XIX 1837-1842 12. Siglo XIX 1849-1850 13. Siglo XIX 1852-1857 14. Siglo XIX 1861-1875 15. Siglo XIX 1861-1875 Familia Soffia 16. Siglo XIX 1880-1882 17. Siglo XIX 1888-1898
37.a 38.a
Archivo Nacional (1953). Censo de 1813. Santiago: Imprenta de Chile Cangas, Alfonso (2000). Cuentos Históricos de Casablanca. Valparaíso: LOM/ Gobierno Regional de Valparaíso Concha, Manuel (1871). Crónica de La Serena. Desde su fundación hasta nuestros días. 1549-1870. La Serena: La Reforma Correa, Luis (1938). Agricultura Chilena. Santiago: Nascimiento De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Vida social y costumbre hace 150 años. En: La Voz de Casablanca. 04 de octubre de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: El Camino Santiago a Valparaíso. En: La Voz de Casablanca. 11 de octubre de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Quien te quiere te aporrea. En: La Voz de Casablanca. 18 de octubre de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: El hombre que no quiso casarse. En: La Voz de Casablanca. 08 de noviembre de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Un amigo de Bolívar en Casablanca. En: La Voz de Casablanca. 15 de noviembre de 1952 De Ramón, Armando (1952). Narraciones Históricas: Crónica Final. En: La Voz de Casablanca. 22 de noviembre de 1952 Errázuriz, Javiera (2005). Discurso en torno al sufragio femenino en Chile. E: Revista Historia V 38 Nº 2. Valparaíso: Universidad Católica de Valparaíso. Extraído el 25 de mayo de 2008 desde http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-71942005000200002 Farquhar, Gilbert (1825). Narrative of a visit to Brazil, Chile, Peru and the Sandwich Island, during the years 1821 and 1822. Londres. En: Feliú, Guillermo (1928). Opúsculos Tomo III. Santiago: Imprenta Universitaria Faúndez, Claudio et Al. (2002). Rescate de la memoria en cuatro localidades rurales de la comuna de Casablanca: 1915-1965. Un estudio de historia oral. Tesis. Valparaíso: Universidad de Playa Ancha Gay, Claudio (1854). Atlas de la Historia Física y Política de Chile. Tomo I. París: Imprenta Thunot Góngora, Mario (1960). Origen de los inquilinos en el Chile Central. Santiago: Universidad de Chile Góngora, Mario (1970). Encomenderos y Estancieros. Estudio de la constitución social aristocrática de Chile después de la conquista. 1580-1660. Santiago: Universidad de Chile sede Valparaíso Graham, Mary (19--). Diario de una residencia en Chile. Madrid: América Haigh, Samuel (1917). Viaje a Chile durante la época de la Independencia. Santiago: Universitaria Lemuhot, Luis (1850). Algunas observaciones sobre los caminos en Chile y el modo de cuidarlos, principalmente, sobre el camino de Santiago a Valparaíso. Extraído el 3 de julio de 2009 desde http://books.google.cl
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Cap.5º-Siglo XIX
Introducción 26.a
La Villa vive un activo tráfico, principalmente comercial, posicionándose como un lugar destacado del viaje entre Valparaíso y Santiago. Al respecto De Ramón nos dice:
“Viaje de Valparaíso a Santiago”, Claudio Gay, siglo XIX www.memoriachilena.cl
“En cuanto a la sociabilidad, consta que ella estaba bastante desarrollada entre los casablanquinos de aquella época, según lo demuestran las memorias de los viajeros ingleses, franceses y norteamericanos que pasaron por la villa entre 1795 y 1830, rumbo a Santiago. Uno de los más comunicativos entre estos extranjeros, es Samuel Haigh ya citado, quien se detuvo algunos días en Casablanca y dejó en ella muy buenos recuerdos por su franqueza y simpatía. En efecto, en la primavera de 1817, se detenían en la villa varios caballeros y solicitaban hospedaje. El polvo de sus vestiduras acusaba la jornada que habían realizado desde Valparaíso, y el cansancio que denotaban sus rostros, exigía un reposo de algunos días y tal vez de una semana a los recién llegados. Pronto los “gringos”, habían compuesto algo su presencia física y salieron a “estirar las piernas” para conocer la población”.
“Hommes de la Campagne”, de Alcide d´Orbigny, 1830-1840 www.memoriachilena.cl
Corresponde también ser un período de fuertes y diversos cambios políticos, en los que Casablanca se ve inmersa, pero finalmente logra organizar un cabildo que pueda administrar la ciudad y dé las pautas para su evolución. Las principales características de este período lo constituye ciertamente la Independencia Nacional, así como las visitas de ilustres viajeros, quienes nos van narrando la evolución de la ciudad en los primeros años desligados de la corona española. El ferrocarril entre Valparaíso y Santiago por Quillota y la Revolución de 1891 afectarán de manera significativa a la ciudad. No obstante lo anterior, continuó la ciudad con una vida apacible y rural, vida que verá aparecer una serie de periódicos, de reducidos formatos, que entregaban informaciones semanalmente, costumbre que hasta el día de hoy se conserva.
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Cap.5º-Siglo XIX
1811-1813 27.a Encuentro en Casablanca del Ejército de los Dragones con la Brigada de 400 hombres a cargo de Tomás de Figueroa, para informarle y apresurarle sobre la elección del Congreso. Figueroa se dirigía a Argentina para auxiliar al Partido Realista de Buenos Aires que había solicitado ayuda a Chile. El contexto era el comienzo de las elecciones de representantes del Congreso Nacional, los Dragones alarmados por las reuniones electorales, salen al encuentro de Figueroa para ponerse bajo su mando, asegurando a los reclutas que se encontraban en el momento recibiendo instrucción militar. La entrada de este batallón a Santiago se produjo el 11 de abril, donde Figueroa pretendió terminar con las actividades electorales a lo que la ciudadanía respondió militarmente también. A las muertes de uno y otro bando, finalmente, Figueroa logra huir al convento de Santo Domingo donde fue capturado y fusilado en la plaza.
El presente año, la confusa organización política determina la realización de un Censo de Población, los resultados en torno a esta Aldea, que ya tenía Alcalde y que pertenece a la Provincia de Quillota exponen la presencia de pocos extranjeros, de más de 2000 “almas”, y la ratificación de indígenas que pueden ya haber estado al servicio o asentados en pueblos de indios aun sin poder ubicar.
Censo de 1813 www.memoriachilena.cl
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Cap.5º-Siglo XIX
1817 28.a
Samuel Haigh, viajero inglés, realiza la travesía entre Valparaíso y Santiago, de tal experiencia escribe un diario titulado “Viaje a Chile durante la época de Independencia”. En este texto tiene la misma impresión que George Vancouver sobre la Plaza, la Iglesia y las casas, éstas últimas son descritas como “de barro, blanqueadas, techadas con teja o paja puertas toscas de rojo chillón o enteramente en bruto”…ventanas sin vidrios, protegidas con barrotes de fierro. Es claro que tenga la misma impresión, puesto que en 1817 no vemos ninguna evolución respecto del paisaje de 1795, solo que la autoridad que recibe al viajero ahora es el Alcalde don Martín de Garaycoechea, siendo el que brindará hospedaje en su casa al inglés. Haigh destaca la alegría de los casablanquinos en sus fiestas y costumbres, principalmente al compartir el mate. Para él Casablanca representa un arquetipo de todos los pueblos que ha visitado en Chile. En este mismo año, la causa independentista tuvo como refugio la Hacienda Las Tablas, hasta donde don José de San Martín se dirigió para poder mantener vigilados los puertos de Valparaíso y San Antonio, junto con adiestrar a un contingente importante de hombres. Don Bernardo O'Higgins se había dirigido al sur para reducir a los enemigos que se encontraban en Talcahuano, para alistarse y prevenir los planes de Mariano Osorio. Es así como al año siguiente San Martín al partir a Talca (a enfrentar lo que será conocido como el Combate de Cancha Rayada) se niega a mover la división que acampaba en Las Tablas. No obstante, después de ver que Osorio avanzaba hacia el Maule y no a Valparaíso como lo pensaba San Martín, éste ordena al General Balarce que salga de Las Tablas y mueva al sur solo el batallón “Infantes de la Patria” a manos de Santiago Bueras, quien se dirigió a Valparaíso. Para aportar a un viaje más ligero de las tropas, en relación a la cantidad de carga y peso que llevaban, dejaron en Casablanca el hospital de campaña y la imprenta. En el año 2008, el grupo Sanmartiniano de Argentina y el Instituto de Conmemoración Histórica de Chile inauguraron una placa recordatoria en la Hacienda Las Tablas, en homenaje como sitio que resguardo al Ejército Binacional Patriota.
“José de San Martín y Bernardo O´Higgins después de trasmontar Los Andes”, Boneo, 1865 www.memoriachilena.cl
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José de San Martín www.todo-argentina.net
Bernardo O´Higgins www.biografiasyvida.com
Cap.5º-Siglo XIX
1817 28.b
Extracto de Viaje a Chile Durante la Independencia de Samuel Haigh. “De gente educada”
Se trabajaba en esta parte intermediaria del nuevo camino. Los guías nos dijeron que el Gobernador Jeneral, no habiendo podido procurarse un número suficiente de trabajadores para la totalidad del camino, había ordenado que, para facilitar la comunicación entre las dos grandes ciudades, se hicieran primeramente, mas transitables los lugares mas difíciles i peligrosos. El camino es aquel de la misma anchura i hecho con el mismo cuidado que en la parte ya descrita mas arriba; pero como el terreno es aquí también arenoso i sin consistencia debe de estar sujeto en invierno a los mismos inconvenientes por efecto de las lluvias. Ahí, por primera vez, tuvimos ocasión de ver los campesinos en el trabajo, i no pudimos dejar de notar su lentitud para el trabajo i la imperfección de sus herramientas. Estaban en número más o menos de cincuenta, con azadones i palas. Para reemplazar das carretillas de mano en el trasporte de tierras, de las partes altas a las partes bajas, usaban un cuero de buey i cuando habían echado en ella la cantidad que dos hombres podían mover, esos dos hombres la tomaban de los extremos i la arrastraban hasta el purito donde debían ser descargada para aprovechar la pendiente i la anchura del camino; o bien la echaban en las márjenes de la colina i la dejaban radar. En cuanto a las rocas que son comunes, las hacían saltar con pólvora, i en vez de despedazar los fragmentos, algunas veces grandes que resultaban de la explosión, en trozos pequeñitos que servirían para dar solidez al camino, capaz de soportar el peso de los coches, los conducían al lado inferior del camino i los hacían rodar, lo mismo que la tierra, abajo de la colina.
Las mujeres se sientan en el estrado, vestidas con una bata suelta de algodón, sin medias, con bufanda de bayeta o un chal de lana que les cae desde los hombros, nunca se levantan cuando entra un extranjero, a menos que sea mujer, pero en un tono desagradable dicen: <Beso a Ud. las manos caballero>, que nos hace el efecto de un saludo. Sin embargo, es solo la costumbre del pais, muy luego se disipa la primera impresión de frialdad. Los hombres también son muy educados; visten de diablo fuerte con ponchos, y grandes sombreros de paja; fuman continuamente sus <<cigarros de hojas o de papel>>, siempre tienen la amabilidad de ofrecerle uno; pero si Ud. no sabe fumarlo, ligerito le guiñan el ojo al vecino y lo creen un chambón (uno que nada sabe). La dueña de casa hace el mate, después de chuparse la mitad, y ofrece el resto; debe sorber inmediatamente la bombilla caliente, o tubo (aunque haya pasado en ese rato por los labios de todos los asistentes), sino quiere ser mal mirado o insultado. En mi precipitación para manifestar mi complacencia por sus costumbres, me quemé la boca mis de una vez, con gran diversión de los circunstantes. Casablanca, en aquel entonces no tenia ninguna fonda y por eso hube de dormir la primera noche en casa del Alcalde, donde encontré a un corpulento caballero inglés recién llegado de Valparaiso, con el cual dormi en el mismo cuarto, sobre el piso
Por esta práctica irracional, la tierra sacada de las partes mas altas i con la que se habría podido formar un parapeto a lo largo de las orillas era no solamente llevada junto con esos trozos de rocas, sino también sacada de los sitios donde era más necesaria. En Las márjenes así descuidadas i abiertas en muchas partes, los torrentes no dejarán de echarlas a perder mas aun i de dejar hoyos en el camino...”
Más información... Haigh, Samuel. Viaje a Chile durante la época de la Independencia- www.memoriachilena.cl
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1818-1820 29.a Desde su fundación Casablanca dependía del Partido de Quillota, no obstante a partir del 13 de mayo don Bernardo O´Higgins crea el Partido de Casa Blanca, dependiente de Santiago. El siguiente texto es la transcripción de lo ordenado por el Director Supremo:
De este texto podemos extraer que la extensión administrativa de Casablanca era la misma que la de su Parroquia, abarcando un amplio territorio, junto a esto, llama la atención la inestabilidad de la presencia de vecinos en los que pueda recaer el nombramiento para las funciones del “cuerpo municipal”.
“Auto Supremo erigiendo un nuevo partido en Casa Blanca. Santiago, 13 de mayo de 1818 Visto este expediente con lo informado por el Cabildo de Quillota, y de conformidad con lo expuesto por el Ministerio fiscal, se declara a Casa Blanca por partido independiente de Quillota, compuesto del territorio comprendido en su doctrina parroquial, bajo las demarcaciones y deslindes que expresa el agrimensor don Juan José Goycolea, comisionado para esta diligencia en su precedente informe. Se omite por ahora la elección del cuerpo municipal, hasta que la villa cabecera mejore su vecindario con personas de efectiva residencia, quienes puedan recaer los empleos correspondientes. Entre tanto se nombre de Teniente Gobernador testimonio del expediente para que los archive en el archivo de la villa cabecera, como un documento comprobante de esta gracia, que se comunicará por el Ministerio a los partidos de Quillota y Melipilla y al ilustre Cabildo de esta ciudad.Imprímase y circúlese este auto. O´HIGGINS.IRISARRI.” En: Archivo Patrimonial MAACas
Pasaje de Diligencia, 1858 Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
Posada de Casablanca, 1851 Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
Samuel Haigh vuelve realiza un segundo viaje a Chile, y en su nuevo paso por Casablanca su apreciación es totalmente distinta a la que tuviera en 1817. Su texto lo reafirma:
“En Casablanca nos hallamos con un inglés que habia sido mayordomo de buque y que mantenia alli una posada. Sobre una tabla habia pintado, en ingles, las siguientes palabras: <Acomodación.- Good beds for a gentleman and his horse>. Esta curiosa enseña colgaba de la cima de un alto mastil, al lado del camino; nos detuvimos en la posada y la encontramos no mal surtida de provisiones y licores. Se notaban muchos adelantos en el camino que va a la capital: las habitaciones estaban más limpias y mejor amobladas y hasta era posible encontrar té o café en cada relevo” En: Haigh, Samuel, Viaje a Chile durante la época de la Independencia, p. 154
Más información... Ruiz-Tagle, Carlos. Antología de Casablanca
Cap.5º-Siglo XIX
1821 30.a
Gilbert Farquhar Mathison, en su viaje por Brasil, Chile y Perú, recorrió también desde Valparaíso a Santiago, trayecto que lo hizo arribar a Casablanca en 1821. La presente narración se extrae del texto “Narrative of a visit to Brazil, Chile, Perú and the Sandwich Islands, during the years 1821 and 1822”:
Los ingleses Charles Nerville y Joseph Morse, pusieron a disposición de público el presente año un servicio de carruajes que estas zonas verán por primera vez y que se arraigará en la mirada cotidiana del habitante. La empresa tenía un solo coche para el servicio, el cual constaba de seis asientos y salía de Santiago los días viernes a las seis de la mañana, pasando por Casablanca los sábados por la tarde, y estando de regreso en Santiago los días martes en la noche. El pasaje valía $14 pudiendo cada pasajero llevar hasta 14 libras de peso, y no se llevaba a nadie de pie.
Mary Graham, Traveling in spanish America, 1822 www.memoriachilena.cl
“Luego de salir de Valparaiso, los campos por que cruzábamos eran los mas desolados y estériles que hasta ahora haya visto en la América del Sur: sin árboles, sin cultivo; solo montecillos cubiertos a veces con matorrales y arbustos espinosos se extendían por espacio de treinta millas, en las cuales, con la sola excepción de un puesto para cambiar cabalgadura, no se hallaba la menor señal de habitación. Por fin llegamos a Casablanca, pequeña aldea con una posada decente, distante diez leguas del puerto, donde nos detuvimos para pasar la noche. Marzo 25.-AI amanecer partimos nuevamente y llegarnos en la tarde a Santiago, habiendo hecho este dia una jornada de veinte leguas o sesenta millas. La distancia completa del puerto a la ciudad es de noventa millas. El camino en toda su extensión es bueno, y labrado con esmero y trabajo en dos cerros muy empinados, que hay en ese trayecto. Se terminó por don Ambrosio O'Higgins, gobernador que fue de Chile y padre del actual Director. Al llegar a la cumbre de la Cuesta de Prado, una vista magnifica y verdaderamente sublime se presenta de repente al viajero. A nuestros pies se extiende un amplio valle, rodeado de rocas abruptas y de cerros, en tanto que la Cordillera de los Andes, con sus picos nevados limita majestuosamente el horizonte y se empinan en ella cerros tras cerros en toda la grandiosidad con que la fama los ensalza. La impresión producida por causas naturales sobre el ánimo del viajero que por primera vez contempla estas montañas estupendas, puede dificilmente ser trasmitida por la pluma a la imaginación del lector; con todo, media cierta asociación de ideas politicas y morales relacionadas con ella, que le asignan un interés ajeno a cualquiera descripción, ya sea en el gabinete o en el lugar mismo; ¿y quién al recordar los Andes de la America del Sur, no piensa tambien en los escondidos tesoros que encierran y en la influencia que éstos han ejercido en la suerte de las regiones contiguas?” En: Farquhar, Gilbert, Narrative of a visit to Brazil, Chile, Peru and Sandwinch Island, pp. 24-25
Más información... Farquhar, Gilbert. Narrative of a visit to Brazil, Chile, Peru and the Sandwich Island - www.memoriachilena.cl
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1822 31.a
Los ingleses pioneros del transporte de pasajeros entre Valparaíso y Santiago por Casablanca, que se habían instalado el año anterior, venden su empresa a don Manuel Loyola, quien reestructuró el negocio, su primera medida fue incrementar los pasajes a una onza, estableció dos viajes fijos por semana e introdujo varias mejoras que hicieron de su empresa una de las mejores y más seguras de su época; además agregó al poco tiempo después, el servicio de birlochos de dos asientos, que partía en cuanto eran ocupados por dos pasajeros
Mary Graham www.georgianaduchessofdevonshire.blogspot.com
Sin duda este año también es capital, puesto que quien más ha aportado con su relato al conocimiento de los primeros años del siglo XIX de la ciudad es Mary Graham, como la gran retratista literaria de lo que fue Casablanca en aquellos tiempos. Hace su aparición en 1822 recorriendo entre Valparaíso y Santiago, las incipientes Casablanca y Curacaví, Melipilla e Isla de Maipo entre otras localidades. En este mismo año también, específicamente el 21 de noviembre, es cuando se deja sentir un gran terremoto por toda la zona central, Mary Graham aun se encontraba en Chile, argumenta que Casablanca está completamente destruido. De lo que vivió Graham en Casablanca, hemos preferido exponer íntegramente su texto para conservar lo ameno y sincero de su relato.
Más información... Graham, Mary. Diario de una residencia en Chile - www.memoriachilena.cl
Cap.5º-Siglo XIX
1822 31.b
Extracto de “Diario de una residencia en Chile” de Mary Graham. “La Corrida de Toros”
“Valparaiso, 17 de Agosto.-He ido al puerto para preparar mi viaje á Santiago. Ahora que ha pasado la estación lluviosa, comienzo á sentirme impaciente por conocer la capital; pero, aunque la distancia es sólo de noventa millas, tengo que llevar cama y sábanas, porque las posadas, excepción hecha de la de Casablanca, que es la primera, no cuentan con esos artículos. Además, necesito mulas para mi equipaje; mi peón me servirá de guía, y parece que emplearé tres días en el viaje. En el puerto encontré al capitán Morgell, que tuvo últimamente el mando del bergantín chileno Aranzazú, que se hundió mientras se trataba de ponerle en descubierto la quilla para repararlo. Hace veintiocho días que se vino de Guayaquil, en cuya época la plaza estaba en poder de Bolívar, que hacía causa común con San Martín y le había ofrecido mandarle 4.000 hombres de refuerzo para lograr la dominación definitiva del Perú. La población de Guayaquil, influenciada por los agentes de Lima, se había estado conduciendo muy mal con los buques de guerra del Estado de Chile, y hasta había amenazado hacer fuego sobre el Aranzazú y el Mercedes. Bolívar, sin embargo, los hizo entrar en orden, porque si bien odia á los extranjeros y les tiene recelo, comprende que nada puede hacerse sin ellos en el estado actual de la América del Sur 22 de Agosto.--Comencé mi viaje á Santiago. Era mi compañero el honorable Federico de Roos, guardia marina del navío de S. M. B. Alacrity, y llevaba conmigo á mi criada y un peón con tres mulas para el equipaje. Nos acompañaron hasta la primera casa de postas, á unas doce millas de Valparaiso, varios amigos de ambos sexos que habian almorzado con nosotros. En vez de subir las alturas del puerto por el ancho camino carretero que Chile debe al padre del actual Director, tornamos el antiguo, que, por ser más corto que aquél, es todavia preferido, á pesar de su poca comodidad, por los leñadores y, á veces, por las recuas de carga. Este camino es sumamente escabroso y cortado en muchas partes por lar lluvias de invierno, que, acopiándose en las mesetas superiores, se precipitan cerro abajo y abren profundos surcos en el blando suelo rojizo”.
“Cuando llegamos á la cumbre vimos extenderse ante nosotros una inmensa llanura llamada "los Llanos de Peñuelas", limitada a lo lejos por cerros sobre cuyas cimas se destacaba la nevada cordillera de los Andes. Atraviesan esta llanura numerosos riachuelos y pacían en ella algunos rebaños de ganado mayor; pero carece de árboles. Hay al fin de ella otra casa de postas, pasada la cual entramos en un camino que va serpenteando al través de una cadena de cerros que separa los Llanos de Peñuelas de los de Casablanca. El pastoral y pintoresco aspecto de este paso nos hizo recordar á Devonshire con sus verdes colinas, sus arroyuelos y rebaños. Saliendo de él, un camino recto y completamente plano, de unas doce millas de largo, conduce á Casablanca. Los campos, á uno y otro lado, están casi enteramente cubiertos de espinelas ó mimosas, cuyas fragantes flores perfuman la atmósfera, y el suelo tapizado de césped, anémonas silvestres, onagras blancas, azules y amarillas, ornitógalos, saxífragas y una gran variedad de malvas y diminutos geranios. Pero la estación es aún demasiado temprana para la mejor y más bella parte de Chile. Casablanca es una pequeña villa con una iglesia, un gobernador y varios administradores de justicia, y envía un representante á la convección. Es célebre por su mantequilla y otros productos análogos; pero debe su principal importancia á que es la única población que hay en el camino entre el puerto y la capital, como también el punto en que se reúnen los productos de varios distritos vecinos para ir de allí á Santiago y á Valparaíso, ya para la exportación, ya para el consumo del país. Redúcese el pueblo á una larga calle y una plaza, pero la mayor parte de la población de la parroquia reside en las haciendas vecinas. En un costado de la plaza levántase la pequeña iglesia; ocupan los otros tres dos posadas y algunas quintas y huertos, y en el centro tiene lugar una vez al año una corrida de toros, en tan pequeña escala, que los santiaguinos han hecho de ella un tema de risas y, con no poco disgusto de los habitantes del pueblo, han puesto en escena una comedia titulada La corrida de toros de Casablanca. Ignoro si Casablanca tiene algún otro título literario á la celebridad, á no ser quizás, el capitulo de los Viajes de Vancouver en que éste equipara la construcción de sus casas con la de las de Valparaíso”.
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Cap.5º-Siglo XIX
1822 31.c
“Dice allí, si mal no recuerdo, que ellos enseñaron á la gente de Chile el uso de escobas para el barrido de las casas, suposición que ha herido mucho á los chilenos, que son notablemente aseados y barren sus casas por lo menos dos veces al día. El capitán Spencer ha tenido la amabilidad de acompañarnos hasta aquí. El viaje á caballo, que sólo es de treinta mi!las, me fatigó poco, pero mi pobre criada ha llegado tan rendida de cansancio, que me arrepentí de haberla traído, pues aún no llevamos sino la tercera parte, del viaje. Sin embargo, una noche de descanso en camas tan buenas que no quise sacar las nuestras del equipaje, una excelente comida y un almuerzo mejor aún, restauraron de tal modo nuestras fuerzas, que ya no dudamos que amaneceríamos con nuevos ánimos para proseguir el viaje. El dueño de la posada es un negro británico que algo conoce de las comodidades á que están acostumbrados los ingleses, y en realidad ella ofrece al viajero un lugar de descanso bastante satisfactorio. 23.-El capitán Spencer fué con nosotros hasta la Cuesta de Zapata, cerro muy escarpado por el cual el camino sube serpenteando de tal manera que forma diez y seis mesetas, una sobre otra, que presentan un singularísimo aspecto vistas en perspectiva desde el largo camino recto que va directamente de Casablanca hasta la Cuesta. El campo de este lado de la ciudad parece mucho más fértil que el que pasamos ayer; entre los grupos de espinelas veíanse espaciosos claros pertenecientes á diversas propiedades rústicas. El camino corre entre dos filas de hermosos árboles: maitenes, sauces del país, molles y otros árboles de hoja perenne, que eran más y más numerosos á medida que nos acercábamos a la Cuesta, y formaban matorrales y bosquecillos en las profundas cañadas que interrumpen el camino.
“Me asombra no haber oído nunca encarecer la belleza de este camino. Quizás los comerciantes que lo frecuentan van preocupados durante sus viajes de las ganancias y pérdidas mercantiles; y los oficiales de la marina inglesa, que van a la capital en busca de diversiones, piensan demasiado en los entretenimientos que les esperan para fijarse en las bellezas del camino. Este me recuerda algunos de los más hermosos paisajes de los Apeninos. El onduloso valle llamado Cajón de Zapata, que se desplegó á nuestra vista cuando llegarnos á la cumbre, sus boscosas hondonadas y las nevadas montañas en el horizonte, formaban un bellísimo paisaje. El cielo estaba sereno, y la temperatura era deliciosa. En una palabra, aquello habria sido un paraje de Italia á no faltar allí los edificios y templos, signos de la presencia del hombre; pero aquí todo es aún demasiado nuevo, tal que uno casi no se sorprendería de ver salir un salvaje de entre los árboles más próximos ó de oir rugir una fiera desde el cerro. Cuando pudimos resignarnos al dejar el hermoso sitio desde donde dominábamos el espléndido panorama, descendimos al valle y dimos descanso á los caballos en la casa de postas. Mientras éstos descansaban, la dueña de casa nos obligó á entrar y compartir SU comida. Es una casa de campo de decente aspecto, y no una posada, aun, que esta instalado alli el servicio de postas, Sirviéronnos el popular charquican, preparado e0 n carne fresca y seca y diversas legumbres y sazonado con ají, ó pimienta chilena, en una gran fuente de plata; y á cada una de las ocho personas que nos sentábamos á la mesa se le distribuyeron cubiertos de plata. Leche, harina de maíz y aguardiente completaban la comida. Por fin, descansados ya nosotros y las cabalgaduras, proseguimos el viaje, habiendo tornado la delantera el peón y las mulas. Saliendo del Cajón de Zapata, entramos al largo y profundo valle en que se encuentran Curacaví y Bustamante”.
Al pie del cerro nos dejó el capitán Spencer, con gran pesar mío, pues si en cualquier parte es grato tener un compañero inteligente y simpático, lo es mucho más á tan grande distancia de Europa”.
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1827-1833 32.a Se crea la Municipalidad de Casablanca, continuadora de la función de los Cabildos.
En este año es suprimida la Municipalidad de Casablanca. Contrasta este hecho con la importancia que va teniendo el poblado en relación al progreso de Chile en 1830, con una estabilidad institucional y el posicionamiento de Valparaíso como principal puerto del Pacífico.
“Vista General Bahía de Valparaíso”, Félix LeBlanc, 1880-1890 www.memoriachilena.cl
Casablanca era una de las principales arterias, por donde pasaba, muchas veces en caravana, el movimiento comercial del país. Hacia la Hacienda San Jerónimo, nuevamente se genera un movimiento en torno al cambio de los dueños, Don José María Fernández Balmaceda compra los derechos a don Juan Francisco León de la Barra, quien era el propietario de la hacienda desde 1815. Posteriormente Fernández Balmaceda le hereda la Hacienda a don Manuel José Balmaceda, quien será el padre del presidente José Manuel Balmaceda, gran víctima de la Guerra Civil de 1891.
Establecimiento de la Posada del italiano Feroni. Junto a esta obra, en Casablanca se comienza a construir el que será uno de los primeros tranques de Chile, el tranque Tapihue. Este fue proyectado por el hacendado Juan José Pérez para regar la viña que había plantado en el sitio de La Rotunda. Los trabajos se realizaron entre 1831 y 1832, utilizando cal y ladrillo en el muro de contención que tuvo una altura de 7 metros y una extensión de 40 metros, siendo su base de piedra y cal. Posteriormente la preocupación por el sistema de riego en el valle de Casablanca, hace que se construya la repre sa de Lo Orozco y el tranque de la Viñilla en 1848, por iniciativa de Fermín del Solar, rico minero de Tamaya, que regaban 40 cuadras de chacras.
Casablanca recupera su institución Municipal, junto con convertirse en Departamento de la Provincia de Santiago
Más información... Correa, Luis. Agricultura Chilena - www.memoriachilena.cl.
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1837-1842 33.a
Se preparaba una fuerza militar para ir a combatir al proyecto del General Boliviano Andrés de Santa Cruz que pretendía política y militarmente recuperar el Imperio Inca. Esta fuerza se alistaba en Quillota hasta donde asistió uno de sus principales gestores, don Diego Portales. No obstante en tal ciudad y tales batallones habían planeado la insurrección y la captura de Portales, operativo al mando de José Antonio Vidaurre, amigo en ese entonces de Portales. Después de tomar prisionero a Portales, se dirigió el ejército revolucionario a tomar Valparaíso. Sabedor de estos sucesos el General Blanco junto con el Gobernador de Valparaíso don Ramón Cavareda, planearon una contraofensiva formando un ejército de 1500 hombres, compuesto de dos batallones cívicos y el Batallón de Valdivia. Con este último Batallón Vidaurre erróneamente contaba. Se agregaron a Blanco muchos más civiles y algunos emigrados peruanos. En este contexto, a Casablanca le correspondió ser el paso de auxilio del capitán Vergara quien desertó del ejército revolucionario de Vidaurre llevando consigo al escuadrón cazadores con 250 hombres. Nuevamente Casablanca veía pasar a un ejército por sus tierras.
“Fusilamiento de Portales”, Pedro Subercaseaux, Siglo XIX www.memoriachilena.cl
No obstante, a pesar del fracaso de Vidaurre por tomarse Valparaíso, igualmente Diego Portales fue asesinado. Los revolucionarios fueron en su mayoría fusilados en la antigua Plaza de Orrego, hoy La Victoria.
El 27 de Octubre fue creada la Provincia de Valparaíso, según el artículo 2º, la Provincia queda divida en cuatro Departamentos: Valparaíso, Limache, Quillota y Casablanca. Así el Departamento y Municipalidad de Casablanca pasan a pertenecer administrativamente a la Provincia de Valparaíso, situación que se conserva hasta hoy.
“Diego Portales”, Luis Fernando Rojas, 1877 www.memoriachilena.cl
Más información... Mansilla-Villena, Heriberto et Al. Casablanca: Evolución Histórica
Cap.5º-Siglo XIX
1849-1850 34.a Antigua Iglesia de Lo Vásquez, 08-04-1905 Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas Comienza el culto a la Virgen en la localidad de Lo Vásquez. En el sector se avencidaba don José Ulloa, quien era administrador del Fundo La Rotunda. Durante el traslado de mercaderías desde este fundo hacia a Valparaíso, Ulloa hacía descansar a la gente en un galpón habilitado como posada en su casa. Allí Ulloa había puesto una imagen de la Virgen de un 17 cms. de alto, hecha de madera. Existen diversas versiones sobre esta imagen, algunos aseguran que fue dada por unos viajeros que la habían encontrado en unos matorrales en dirección hacia Lo Orozco; otra versión habla que la habían encontrado en una excavación del jardín de la casa del patrón, o cerca del Fundo Santa Rita. Así, quienes transitaban por el sector comenzaron a rezar a la Virgen por sus viajes, negocios, mejoría de enfermedades o solución de problemas. Con el tiempo se transformó en una costumbre de los visitantes de la posada rezar a la Virgen, lo que significó la aparición de ofrendas y donaciones, lo que indujo a José Ulloa a construir un ermita en el jardín de la entrada de su casa. No obstante la cantidad de visitantes pronto aumentó, por lo que se hizo necesaria la construcción de una Capilla, para que guiara la vocación. Esta Capilla comienza a funcionar este mismo año, siendo su párroco don José Manuel León. Posteriormente el franciscano fray Jose Manuel Troncoso, como capellán promovió el fervor hacia la virgen organizando misiones a los fundos y peregrinaciones a caballo.
Fray Troncoso traslada la imagen de la Virgen, ornamentos y vasos sagrados a un galpón cien metros más al norte por el camino a Valparaíso, que quedaba ubicado frente a lo que es hoy el templo sobre el camino. Este galpón servirá posteriormente de Escuela Fiscal y Escuela Parroquial posteriormente. Así Troncoso pidió ayuda para la consolidación de la veneración de la Virgen, uno de los principales aportes fue de la familia heredera Leiva Vásquez, quienes donaron un pedazo de terreno para la capilla, que es el que actualmente ocupa. La construcción de esta capilla fue lamentablemente retrasada por el temblor de 1851.
Más información... Ruiz-Tagle, Carlos. Antología de Casablanca
Iglesia de Lo Vásquez, siglo XX Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
Cap.5º-Siglo XIX
1852-185735.a Inauguración de un Hotel en Casablanca, el cual se situaba en la Calle Constitución a media cuadra de la plaza, uno de los primeros hoteles en Chile.
Fiesta de la Virgen de Lo Vásquez, siglo XX Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
Coincide paradójicamente la construcción de este Hotel con el inicio de las obras del Tren Valparaíso-Santiago por Quillota. Proceso que en términos concretos data de 1849 cuando William Weelwright ganó la concesión para su construcción por resolución del Congreso Nacional. Al presente año, don Manuel Montt Torres cumplía un segundo año como presidente de Chile, y según algunas versiones, la decisión de que el ferrocarril entre Santiago y Valparaíso no pasara por Casablanca, se debió a un conflicto ético por cuanto, si tal idea se materializara, las tierras de Montt en el Valle acrecentarían su valor. No obstante, lo que nos llega desde la historia oficial, son los inconvenientes técnicos que tal moción suponía, desde la abrupta altura sobre el nivel del mar y la alta concentración de montañas y cerros, lo que suponía un trabajo irrealizable para la ingeniería de la época, sobretodo en la construcción de túneles. Por tanto es en 1863 cuando se inaugura por fin, después de varios retrocesos y cambios en la concesión, el tren Valparaíso Santiago por Quillota, bajo la presidencia de José Joaquín Prieto.
Inauguración de la nueva Capilla de Lo Vásquez en los actuales terrenos. Fray Troncoso gestionó la venida de una nueva imagen de la Virgen desde España, imagen que es la que actualmente se encuentra en el Templo. El 16 de noviembre de 1854 obtuvo de la Autoridad Eclesiástica el Decreto de Erección como Templo Público.
Debido a la gran fama de la ya tradicional visita de los viajeros entre Valparaíso y Santiago a la Virgen de lo Vásquez, en este año las locomotoras para el ferrocarril que se construiría, fueron arrastradas por yuntas de bueyes irónicamente por Casablanca hacia Santiago. El convoy se detuvo ante el Santuario a rendirle homenaje a la Virgen y pedir un éxito en el traslado. Así este pueblo que se ganó la fama por su posición en el camino de Valparaíso y Santiago, fortalecido ahora con la imagen de quien cuida al viajero y su empresa vive sus últimos años antes de desaparecer de la crónica de los viajeros, quienes bifurcaban hacia la rapidez y comodidad del tren. En este intertanto Recaredo Santos Tornero nos da un relato sobre la Posada de Eduardo Fenwich a mediados del siglo XIX.
“La posada de Casablanca pertenecía al inglés don Eduardo Fenwich que Ia administraba sabiamente con su esposa doña Carolina, que obsequiaba a las viajeras invitándolas a su cuadra o sala de recibo. Hecho el ferro-carril entre Valparaiso y Santiago, las posadas del camino viejo recibieron su golpe de gracia; y mi buen don Eduardo traslad6 sus penates a Limache, estableciendo un hotel en la quinta del conocido boticario Morales de Valparaiso, cuyo hotel, muerto don Eduardo, siguió algún tiempo administrado con mucha intelijencia por su viuda doña Carolina, que aun vive en Limache con una pequeña casa de huespedes, a donde van a buscarla algunos de sus antiguos En: Santos Tornero, Recaredo, Reminiscencias de un viejo editor, p. 191
Más información... Santos Tornero, Recaredo. Reminiscencias de un viejo editor - ww.memoriachilena.cl.
Cap.5º-Siglo XIX
1861-1875 36.a Nacimiento de Julio Montt Salamanca y su hermano gemelo César, el 29 de septiembre. Sus padres fueron don Manuel Montt Goyenechea y doña Leonarda Salamanca.
Se determinan para el Departamento de Casablanca las subdelegaciones y distritos, fijando sus límites:
Julio Montt Salamanca www.wikipedia.org
1. Villa Cabecera con seis distritos 2. Tapihue con tres distritos 3. Las Dichas con cuatro distritos 4. Lagunillas con tres distritos 5. Algarrobo con dos distritos 6. San José con ocho distritos 7. Lo Vásquez con tres distritos 8. Malgamalga con seis distritos
Monumento a Julio Montt Salamanca, 1980-1990 Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas Este año debido a múltiples sucesos acaecidos por la nueva ley Electoral, comienza a suceder un hecho que marcará el inicio de la participación de la mujer en la política nacional, respecto de la exigencia y ejercicio del sufragio. En la ciudad de San Felipe y en La Serena algunas damas de sociedad intentaron inscribirse en las Juntas Calificadoras de Elecciones, para tal efecto, interpretaron la ambigüedad de la Constitución, la cual otorgaba el voto a todos los chilenos, mayores de 21 años que supieran leer y escribir, situación en la que se encontraban estas señoras. En Casablanca, la Señora Clotilde Garretón de Soffia, logró tal hazaña, con ironía el Mercurio de Valparaíso da la noticia el día 18 de noviembre:
"Hoy han sido cerrados los registros después de haber inscrito en la primera mesa de este pueblo a la señora Clotilde Garretón de Soffia. La mesa acordó unánimemente que la lei no la eximía, y por lo tanto no había inconveniente de llamarla ciudadano, puesto que contaba con todos los requisitos que aquella dispone. El círculo gobernista está profundamente abatido y cada vez que piensan en la nueva lei de elecciones se les escapa un suspiro recordando su pasado poder. Llueven acusaciones al En: El Mercurio de Valparaíso, 18 de noviembre de 1875
Más información... Errázuriz, Javiera, Discurso en torno al sufragio femenino en Chile. www.scielo.cl
Cap.5º-Siglo XIX
Familia Soffia 36.b Extracto del Libro Casablanca 1753-1953 “La Familia Soffia”
“Don Marcos Soffia fue el hijo mayor de la numerosa descendencia de don Bernardo Soffia, natural de Cádiz, España, que había contraído matrimonio el 7 de marzo de 1796, en Valparaíso, con doña Francisca Escandón, chilena, nacida en este puerto. Don Marcos Sofia Escandón casó con doña Mercedes Ojeda y Zelaya. Don Pedro Soffia y Ojeda, hijo de este matrimonio, casó con doña Clotilde Garretón y Montt, nacida en Casablanca el año 1838. De este matrimonio son hijos: Ricardo, Máximo, Carlos, Ernesto, Alberto, Alfredo, Elvira, Rosa, Clotilde y Edelmira Soffia Garretón. Don José Pedro Garretón y Galván, de otra rama de los Garretón, pero descendiente del tronco común, nacido en Los Ángeles, fue Gobernador de Casablanca en 1837. Contrajo matrimonio en esta ciudad con doña Carmen Montt; y en segundas nupcias con doña Petronila Montt. La Familia Garretón fue fundada en Chile por don Juan Antonio Garretón y Pibernat, que alcanzó el grado de Coronel de los Reales Ejércitos de España en la mitad del siglo XVII. Llegó a Chile a principios de 1742. Gobernador de la Plaza de Valdivia en 1761; tres veces Gobernador de Chiloé, falleció en Lima en Enero de 1782. Los Soffia fueron grandes agricultores y comerciantes; en Valparaíso sus bodegas y almacenes abarcaban cuadras enteras. Fueron dueños de las primitivas haciendas de La Rotunda y Las Tablas. Algunos cronistas aseguran que O´Higgins apertrechó a la Escuadra Libertadora del Perú, con cuanto elemento o medio útil encontró en esta última hacienda. Otros dicen que ´la dejó pelada´. Uno de los Soffia, don José Antonio, fue un notable poeta; otro, don Luis Guillermo, prestigioso Vicealmirante de la Armada de Chile. Los Soffia de hoy, como los Garretón de hoy, herederos de una honrosa tradición, han continuado por la misma línea de honradez y rectitud de sus antepasados, ligados tan íntimamente a la historia de Casablanca”
Más información... Torres, Belarmino et Al. Casablanca 1753-1953
Cap.5º-Siglo XIX
1880-1882 37.a Julio Montt se enlista en el regimiento Curicó y su hermano César en el Regimiento Carabineros de Yungay. Los días 27 y 28 de diciembre, con solo 19 años, Montt se ve enfrentado a un hecho que demostraría su temple. Una patrulla de exploración del Curicó que se aproximaba hacia el valle de Lurín divisa un Regimiento de Caballería peruano arreando una recua de vacunos. Inmediatamente se ordenó que el Regimiento Curicó tomara posiciones en el terreno para sorprender y batir al adversario. La actuación de Montt fue sobresaliente y en reconocimiento a sus méritos fue ascendido a Subteniente, grado con el que figura en el Regimiento Curicó, antes de la Batalla de Chorrillos o de San Juan, como se denomina en Perú.
Batalla de la Concepción. A inicios del mes de Julio, el ya Subteniente Julio Montt, se encuentra prestando servicios en el Batallón Chacabuco 6º de Línea, 4ª Compañía; no obstante éste permanecía en un antiguo pueblo reponiéndose de una enfermedad infecciosa que había adquirido en las batallas. Este pueblo peruano había sido fundado por los Incas y obtuvo su nombre por el día en que fue descubierta por don Hernán Pizarro, el día 8 de diciembre, Día de la Concepción. El enfrentamiento conocido como la Batalla de la Concepción, se desarrolló entre el domingo 9 y el lunes 10 de Julio específicamente en la localidad de la Concepción, capital de la Provincia del mismo nombre, a 22 km de la ciudad de Huancayo en el departamento de Junín, que está ubicada en la zona de los Andes en Perú. El desenlace fue por todos conocidos. Montt, después de caídos los oficiales que le antecedían en grado, el Subteniente Montt tomó el mando en aquella Batalla. Sin embargo su mando no duró mucho, en la puerta del cuartel cayó abatido a las 10 de la mañana del día lunes 10, después de oponer resistencia sin descanso desde el día anterior. El cuerpo del Subteniente Julio Montt fue encontrado en una habitación interior de la casa del cura del pueblo, que sirviera de improvisado cuartel. Estaba junto con otros 17 caídos, posiblemente llevados allí por sus compañeros que aún sobrevivían. “El Grupo de la Concepción”, Luis Fernando Rojas, 1880-1890 www.memoriachilena.cl
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Cap.5º-Siglo XIX
1888-189138.a Se publica el primer periódico de Casablanca, denominado “El Eco de Casablanca”, su duración solo fue de cuatro números, extinguiéndose al año siguiente por diversos conflictos, sobre todo ligados a las ideas progresistas que propugnaba. Es desde esta fecha que se suceden una serie de publicaciones de tipo periódico o semanario, haciéndose cargo del clima del país y de la información al ciudadano. Los periódicos que vendrán sucesivamente serán:
“La Defensa” en 1889, tuvo un solo número, esta publicación que se hacía cargo del clima de agitación que llevarían a la Guerra Civil de 1891. “El Imparcial” de 1890 “El Oráculo de Casablanca” de 1891, tuvo una periodicidad de dos meses. “El Oráculo” de 1892 “El Heraldo de Casablanca” de 1893, el cual circuló entre este año y 1895. “El Casablanquino” de 1888, periódico liberal que no estuvo exento de polémica con las autoridades conservadoras, propugnaba un pensamiento político a favor de Balmaceda. Este periódico estuvo a cargo del español Valentín Cangas del Collao, español avencidado en la ciudad desde 1887.
Valentín Cangas del Collao, 1910 Archivo Fotográfico General Archivo Patrimonial MAACas
“El Comercio” de 1898 que termino en 1901. Curiosa es la situación que en este período existan dos publicaciones periódicas, pues junto al “Comercio” se editaba el polémico “El Casablanquino” de ideas liberales, En: Mansilla-Villena, Heriberto. Casablanca: Evolución Histótica, pp. 56-57 José Manuel Balmaceda www.memoriachilena.cl
El 22 de diciembre entra en vigor la Ley de Municipalidades, quedando el Departamento de Casablanca conformado por los siguientes municipios: 1. Casablanca. Subdelegaciones: Villa Cabecera, Tapihue, Lo Vásquez, Malgamalga. 2. Lagunillas. Subdelegaciones: Las Dichas, Lagunillas, San José, San Jerónimo, Algarrobo, El Quisco. Los hitos de la Guerra Civil de 1891, no fueron ajenos a la ciudad, pues tuvieron como protagonistas a dos descendientes de ilustres familias de Casablanca. Por un lado, se encontraba don José Manuel Balmaceda asentado en el fundo San Jerónimo; y por el otro lado al descendiente de los dueños de Tapihue, don Jorge Montt Álvarez. En el libro “Cuentos Históricos de Casablanca” don Alfonso Cangas Cangas cuenta una versión sobre una posible reunión entre Balmaceda y Montt en casa de don Valentín Cangas del Collao, quien simpatizaba con las ideas liberales de Balmaceda. De tal reunión relatada por Cangas, se dice que no se sacó nada en limpio, y que en palabras de Balmaceda “todo estaba perdido”. Jorge Montt Álvarez www.memoriachilena.cl
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