ENTREVISTA
CARLOS CONTRERAS ELVIRA "Nací en Burgos, durante el otoño de 1980. Fue allí donde me formé, pero también en Cork, Madrid, Barcelona, Kalamazoo, Lisboa y Roma. En las largas noches de Irlanda plagié febrilmente a los poetas del veintisiete, fumé en pipa, cogí a la vida por el cuello. Nada más pisar la nieve ennegrecida de Michigan, algunos colegas dieron por hecho que era dramaturgo. Como por entonces aún no había escrito ninguna obra, ocho después, creo modestamente en el destino. He sido barman, afinador de órganos, cartero, pasante de resultados hípicos, periodista, profesor universitario. En la Residencia de Estudiantes de Madrid y en la Real Academia de España en Roma intensifiqué el azar de los premios únicamente por disponer de más tiempo que mis pares. Por lo demás, mis sueños y desvelos carecen de importancia, aunque hayan sido publicados con la imprudencia juvenil del verso."
“
Texto: Raquel de Pablo Fotos: Begoña Zubero
Con el premio Leonor pensé que me había tocado la lotería
CONTINÚA
27
ENTREVISTA
CARLOS CONTRERAS ELVIRA
CONTINÚA
Reconocido y multipremiado, pero Soria fue pionera a la hora de recompensar un trabajo suyo... Hace siete años, un grupo muy respetable de personas decidió que mi poemario Resumen del silencio era merecedor del premio Leonor de poesía. A mí la cosa me pilló un poco en fuera de juego, ya que no pensé que los galardones con una dotación tan alta fueran demasiado limpios (sigo sin pensarlo, pero se ve que hay excepciones), de modo que sentí que me había tocado la lotería en un lugar al que, por lo demás, tengo mucho cariño. Y es que mi relación con Soria va más allá del Premio Leonor: es una cuestión de vecindad, pues el pueblo de mis padres -Rabanera del Pinar- está a unos 20km de la provincia de Soria y siempre hemos tenido mucha relación con los sorianos/as. Bueno, y ellos con nosotros, ya que en su capital hay una iglesia con el nombre de mi pueblo. En su trayectoria inicial se presume una lucha entre poesía y teatro, ¿es real o es una simple impresión? Antes de aquello, yo ya había publicado un par de poemarios y un texto dramático. Al teatro llegué un poco por casualidad, como Roald Amundsen, el primer hombre que pisó el Polo Sur después de haberse preparado toda su vida para ser el primero en llegar al Polo Norte. Resulta que yo me fui de lector de español a EE.UU., con la idea de hacer el doctorado y un bosquejo de texto teatral en la cabeza. Comencé a escribirla y, durante mi estancia allí -cosas del destino-, la gente empezó a decir que yo “era dramaturgo”, cuando por entonces no había escrito una sola obra ni me
sentía identificado con dicha etiqueta. El caso es que el tiempo les dio la razón, porque poco después me becaron para estudiar dramaturgia en Madrid. Como el tema estaba relacionado con la escritura -que a fin de cuentas es lo que a mí me ha interesado siempre, independientemente del género- decidí venirme a la capital, resultando que nada más comenzar la carrera aquella obra recibió el Premio de Teatro Arte Joven de la Comunidad de Madrid. Y, habiéndose puesto las cosas tan de cara, ¿cómo no iba a seguir probando? ¿Y después, qué? Después de eso, han venido otros dos poemarios, siete obras de teatro, dos ensayos y una edición. No es ningún secreto que las becas a la creación ayudan mucho a seguir avanzando y yo, como ya había hecho algo de currículum literario, tuve la suerte de poder disfrutar de las mejores: la de la Residencia de Estudiantes de Madrid y la de la Real Academia de España en Roma. Decía que las becas ayudan mucho, pero no me refería tanto al aspecto económico. Es cierto que durante un tiempo no tienes que preocuparte de pagar el alquiler, pero es mucho mayor la consecuencia de esa despreocupación que la despreocupación en sí, ya que sólo de ese modo puedes permitirte el lujo de dedicarle todo el tiempo del día a algo tan poco productivo (en términos económicos) como la escritura. Es eso -y no el talento- lo que diferencia a un autor joven de otro: el tiempo del que ha dispuesto para pulir sus textos -que es, a fin de cuentas, lo único que nos permite intensificar el azar de los premios- o para investigar, que es lo que más me gusta de este quehacer, ya que solo al querer ser verosímil me ocupo en aprender cosas que, de no estar al arlos Contreras Elvira es Licenciado en Humanidades y C.A.P. (Universidad de Burgos. Curso servicio de una trama, nunca me hubiera 2002-03 en la University College of Cork, Irlanda.); Licenciado en Dirección de Escena y preocupado en conocer. Dramaturgia (RESAD. Curso 2009-10 en la Escola Superior de Teatro e Cinema de Lisboa, Portugal.); ¿Y siempre con una maleta? Máster en Edición, Gestión y Producción de revistas (Universidad Pontificia de Salamanca) y Máster Una de las cosas buenas de tener en Literatura Hispanoamericana (Universidad Complutense de Madrid). Ha sido Lector de Español que buscarse la vida en el campo de las en la Western Michigan University (EE. UU.), docente en la Universidad Europea de Madrid, Becario letras es que te obliga a viajar mucho, de Creación en la Residencia de Estudiantes de Madrid (2010-12) y en la Real Academia de España en pues no te queda otra que ir allá donde Roma (2012-13) y uno de los cuatro autores jóvenes seleccionados por el Centro Dramático Nacional te faciliten el desarrollo de tu trabajo. para escribir y estrenar su obra en la temporada 2012-13. Actualmente se desempeña como redactor/ En este sentido y por diversos motivos editor en el departamento de publicaciones de la Agencia Española de Cooperación Internacional laborales o académicos, he residido en para el Desarrollo (AECID) y coordina la iniciativa cultural Ocupacciönpoética. cinco países durante los últimos diez Más info en: http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Contreras_Elvira
Biografía
C
28
CARLOS CONTRERAS ELVIRA
años, lo que además de aportarme cierta apertura mental se ha visto inevitablemente reflejado en las cosas que he ido publicando. Quiero decir que, en mi caso, el viaje y la creación han ido siempre unidos, pues cada estancia en el extranjero -fuera por el motivo que fuera- ha redirigido mi vida hacia la literatura. Así, desde Irlanda gané mi primer premio de poesía y eso me animó mucho a seguir aprendiendo; a EEUU fui a dar clases de español y, a final de curso, regresé con el borrador de un ensayo, mi primera obra de teatro y una beca para estudiar Dramaturgia en Madrid; mientras, en Lisboa y en Roma aprendí otras facetas paralelas, como la de columnista, ayudante del traductor que te traduce, antólogo o editor. Hábleme de usted a día de hoy Acabo de publicar una obra de Teatro llamada Rukeli, que obtuvo el Premio Calderón de la Barca 2013 y que se leerá en el Centro Dramático Nacional (Madrid) este otoño. La escribí durante mi estancia en la Real Academia de España en Roma. A mi regreso, he sido profesor en la Universidad Europea de Madrid, experiencia muy gratificante que, lamentablemente, he tenido que interrumpir tras mi incorporación a la Agencia Española de Cooperación Internacional (Ministerio de Asuntos Exteriores), en cuyo departamento de publicaciones ejerzo como corrector / redactor (especialmente en la histórica revista Cuadernos Hispanoamericanos). Tengo algunas ideas teatrales en la cabeza y aspiro a poder ejecutar alguna de ellas este año. También he vuelto a escribir poesía, cosa que no hacía desde 2011, aunque de forma interrumpida, lenta y torpe.
ENTREVISTA
Cajón desastre Eres tú, en la sastrería familiar. La elegancia de Sebastián va y viene de un lado a otro, ladeando el cuerpo según dicta el dolor de su cojera, mientras su hija atiende los mandados apremiantes de los consumidores. Ves cajas de botones, alfileres, bobinas de hilo lloviendo su color a las prendas que cosen las mujeres y a tu abuelo tomando las medidas a una muchacha muerta que no supo que la vida se mide como un traje. De haber nacido entonces le hubieras conocido, no sabrías que él debía ser el próximo cadáver, con el pie gangrenado de un balazo que le rebotó en una barricada cuando la guerra había terminado. Pero no es así y ahora le estás viendo con su metro amarillo sobre el cuello tomando las medidas muy despacio mientras fuma con gesto reflexivo, como si la muchacha le hubiera susurrado que la vida es precisamente eso: querer calcular sólo con un metro la anchura inabarcable del desastre. De El eco anticipado (Pre-textos, 2011)
29