Las Pinturas de altar del periodo Romano Iki Alvarado Luna Facultad de Artes y Dise単o
La Muerte de la Virgen Apenas colocada en el altar, la pintura fue retirada casi con seguridad por orden del nuevo papa Pablo V Esta es una de las mĂĄximas obras de Caravaggio Rodeada por los ApĂłstoles llorosos, y la virgen cuya vestimenta roja confiere aliento teatral al sombrĂo y humilde ambiente invadido por la sombra
Caravaggio visualizo con absoluta fidelidad este pensamiento: la virgen posa el pie sobre la cabeza de la Serpiente, en tanto que jesus presiona sobre ese pie para facilitar el aplastamiento.
Hasta entonces Caravaggio había trabajado para lo frailes agustinos(que dirigían las iglesias de Santa María de Popolo y San Agustín ) para los oratorios o para los curas de San Luis, el clero de la iglesia de Roma le había cerrado las puertas.
A la ordenada composición de la Vocación de San Mateo y la solemne calma del amplio rayo de luz que penetra en la estancia se contrapone al Martirio una con una arrolladora agitación. Las radiografías atestiguan que Caravaggio Pinto res veces la escena: la que nosotros vemos hoy es la tercera versión completamente distinta de las anteriores, mucho mas dramática y animada. Esto confirma que el artista no llevaba a cabo dibujos preparatorios, sino que dibujaba pintaba.
El salto de las delicadas pinturas realizadas para conventos privados o en todo caso no pasa la devoci贸n publica no es violento, desapareciendo cualquier amenidad. El contraste entre luces y sobras se vuelve profundo y dram谩tico.
Su corriente de pensamiento deseaba un regreso de la iglesia a la pureza y por tanto a la sobriedad y pobreza de los orÍgenes en contraste con el lujo Renacentista. Todo esto no es una invención ya que se desprende de las noticias de la época y dan ganas de preguntarse si las pintorescas y denigratorias descripciones de Bellori en cuanto a la manera de vestir, de comer y de vivir de Caravaggio.