Trabajadores, recuperación de fábricas y neoliberalismo en Colombia 1995-2015 by Carolina Mosquera Vera

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Trabajadores, recuperación de fábricas y neoliberalismo en Colombia: 1995-2015 Óscar Mauricio Aponte Moreno, Santiago Garcés Correa, Santiago López Zuluaga, Carolina Mosquera Vera

©Confiar Cooperativa Financiera, 2015 Trabajadores, recuperación de fábricas y neoliberalismo en Colombia: 1995-2015 Óscar Mauricio Aponte Moreno, Santiago Garcés Correa, Santiago López Zuluaga, Carolina Mosquera Vera Fotografía de portada: El almuerzo de unos obreros en el Rockefeller Center de Nueva York, 1932, Charles C. Ebbets

Contenido Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

La conﬁguración sociotécnica y la conﬁguración de negocios de las fábricas recuperadas en Colombia . . . . . . . . . . . . .

Relación entre las configuraciones sociotécnica y de negocios con la emergencia, reflotamiento, perdurabilidad y alcances de las fábricas recuperadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Antecedentes históricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cultura laboral en función de la gestación y el reflotamiento. Perfil de la fuerza de trabajo, dimensión catalizadora de la recuperación de las empresas . . . . . . . . . . . . . . . . . Relaciones públicas: el accionar de la Superintendencia de Sociedades. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los significados diversos de la subcontratación . . . . . . . Transformación de las relaciones públicas . . . . . . . . . . Relaciones poco fructíferas con el sector financiero . . . . . Las insuficiencias de las gerencias . . . . . . . . . . . . . . Transformación del significado del perfil de la fuerza de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Transformaciones en la cultura laboral . . . . . . . . . . . . Limitaciones subjetivas de los colectivos de trabajadores de

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las fรกbricas recuperadas en Colombia . . . . . . . . . . . . . . .

Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Trabajos citados . . . . . . . Fuentes orales y escritas. Croyfast . . . . . . . . . Comdistral. . . . . . . . Empaques del Cauca . . Siglas . . . . . . . . . .

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Presentación

En el presente documento se presentan los principales hallazgos del informe de investigación, del mismo nombre, presentado a la Corporación Financiera Confiar sobre experiencias de recuperación de fábricas protagonizadas por trabajadores en Colombia en el periodo 1995 a 2015. A raíz de los procesos recientes de reestructuración productiva en América Latina, y en el contexto de un creciente desempleo y desindustrialización, emergieron diversas experiencias de recuperación productiva de fábricas en crisis por parte de sus trabajadores. Ante la amenaza de perder sus empleos y la estabilidad heredada de la empresa en la que habían trabajado gran parte de sus vidas, los trabajadores se ven en la necesidad de reflotar las empresas y así mantener sus empleos y su calidad de vida. En Latinoamérica los casos de mayor importancia son los desarrollados en Argentina y Brasil. Estudiando el caso argentino, Rebón (2007) define las empresas recuperadas por sus trabajadores como un conjunto heterogéneo de procesos con un factor común: los trabajadores de una empresa en crisis, en defensa de su fuente de trabajo, ponen o buscan poner a funcionar la empresa, ejerciendo para ello parcial o totalmente la dirección de la misma. Para su estudio, plantea la necesidad de captar las mediaciones entre la crisis y la “autogestión” de la producción, describiendo las identidades y las formas de conciencia de los trabajadores en su articulación con el proceso de recuperación de la empresa. La hipótesis central de su investigación es que el avance socioproductivo sólo es

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posible a partir de la construcción de una alianza social estructural con base en la crisis del orden social que altera las condiciones de reproducción de las identidades sociales de los trabajadores. Por otra parte, Ruggeri (2004), estudioso también del caso argentino, define las empresas recuperadas por sus trabajadores como un proceso social y económico que presupone la existencia de una empresa anterior que funcionaba como una empresa tradicional y cuyo proceso de quiebra, vaciamiento o inviabilidad económica llevó a los trabajadores a una lucha por su puesta en marcha bajo formas autogestionarias; perfilando un movimiento social en la Argentina con organización y perfil propio y autónomo. Define a estas experiencias como procesos autogestionarios porque refieren a la gestión por parte de los trabajadores de una unidad económica sin capitalistas ni gerentes, desarrollando su propia organización del trabajo bajo formas no jerárquicas. Siendo así, concibe la autogestión como una dinámica permanente de relación entre los trabajadores que la protagonizan, es decir, supone que los trabajadores definen de forma colectiva las normas que regulan la producción, la organización del proceso de trabajo, el uso de los excedentes y la relación con el resto de la economía y con la sociedad. No obstante, para Ruggeri el análisis de las empresas recuperadas no se puede desarrollar al margen del sistema económico y político en el que se desarrollan ya que éstas no están al margen de la influencia del mercado. Con respecto al caso brasileño, Sarda y Novaes (2011) definen las fábricas recuperadas como emprendimientos con características autogestionarias que hacen parte del repertorio de lucha de la clase trabajadora en defensa de su puesto de trabajo. La autogestión, para estos autores, refiere a la superación tanto de la condición inferior y fragmentada del trabajador en el proceso de producción y cono de la explotación económica y la opresión política del mismo. Para dar razón de algunos de los cambios que dichas empresas presentan en el terreno de la producción, Novaes y Dagnino (2006) acuñan el concepto de adecuación socio-técnica, que se desarrollaría en tres niveles: software, que refiere

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a los cambios relativos a la distribución del excedente y a los cambios culturales en la fábrica; orgware, que refiere a los cambios relativos al proceso de trabajo, como la participación de los trabajadores en las decisiones internas de la fábrica; y hardware, que refiere a la adecuación de la tecnología heredada así como a los cambios relativos a la subjetividad de los obreros. Adicionalmente, plantean que la adecuación sociotécnica se presenta en siete modalidades diferentes: uso; apropiación; ajuste del proceso de trabajo; revitalización o repotenciamiento de las máquinas y equipos; alternativas tecnológicas; incorporación de conocimiento científico-tecnológico, e incorporación de conocimiento científico-tecnológico nuevo. También respecto al caso brasileño, Singer (2009) relaciona las fábricas recuperadas con las experiencias de la economía solidaria, entendiendo esta última como un proyecto económico alternativo al capitalismo que busca la democratización de la economía y la sustitución de la competencia del mercado por la cooperación, al tiempo que procura expandir los mecanismos de participación política; siendo la autogestión el criterio de funcionamiento de toda iniciativa que pretenda ser parte de la economía solidaria. En la práctica, lo que buscaría la economía solidaria es la implementación gradual de espacios económicos caracterizados por la igualdad, la justicia social y la democracia, mediante la penetración del comercio justo en el mercado. En referencia al caso colombiano, encontramos algunas aproximaciones sobre las fábricas recuperadas. Para Delgado (2011) la toma de plantas industriales, que se presenta en Colombia desde la década de 1990, es una respuesta de los trabajadores a la política de apertura económica que decretó el Estado para ponerse a tono con los efectos de la globalización de la economía. Asimismo, plantea que la acción por medio de la cual los asalariados toman las plantas industriales e intentan ponerla a funcionar excede la simple exigencia de salvar sus acreencias laborales, y está relacionada con varios aspectos de su carácter de fuerza de trabajo asalariada: el derecho al empleo, la responsabilidad social del trabajador, la defensa de su proyecto personal y familiar, la

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identidad con la empresa, entre otros. Por otra parte, desde la perspectiva de la psicología laboral, Huertas, Dávila y Castillo (2011) estudian 4 empresas recuperadas en búsqueda de cambios en la subjetividad y en las estrategias de gestión. Respecto a la subjetividad, señalan que los cambios más significativos refieren a que los trabajadores asumen el rol de dueños de la empresa, nombrándose a sí mismos, ya no como trabajadores, sino como trabajadores-socios o trabajadores-accionistas. Con respecto a las estrategias de gestión, los autores identifican la generación de un nuevo colectivo que les ha permitido cambiar la obediencia por la confianza en sus relaciones, generando estrategias de gestión que facilitan cierto grado de horizontalidad. Asimismo, señalan que la nueva experiencia como socios o accionistas les permite a los trabajadores preguntarse de qué manera pueden reclamar más igualdad en temas como la toma de decisiones o la exigencia de salarios más equitativos y justos. Finalmente, el trabajo de Maussa (2010) –que estudia las fábricas recuperadas desde la perspectiva de la administración de empresas– plantea que los obstáculos de las experiencias de recuperación en Colombia son principalmente tres. Su gobernabilidad, en el momento de ponerse de acuerdo para recuperar la empresa y reanudar la producción. En segunda instancia la dificultad de los trabajadores de superar la mentalidad sindical y asumir una empresarial. Y finalmente la falta de capital de trabajo, sumado al peso de las cargas tributarias heredadas. En cuanto a sus potencialidades, identifica las siguientes: que constituyen una alternativa autónoma de los trabajadores para evitar el cierre de las empresas y la pérdida irreparable de sus empleos; que impulsan cambios en la cultura organizacional de los trabajadores, quienes ahora participan de la tomas de decisiones; y que emerge la solidaridad como motor de las empresas, ya que su crecimiento depende del esfuerzo de cada uno de los trabajadores-socios. La apuesta de la presente investigación es ampliar la comprensión acerca del porqué y el cómo de estas experiencias de recuperación de empresas por sus trabajadores, tomando como centro de análisis la

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disputa por el control del proceso de producción. Como veíamos anteriormente, las principales teorizaciones acerca de estas experiencias se centran en el carácter de movimiento social de la recuperación de fábricas y en la constitución de identidades sociales con respecto al trabajo y la empresa. El único esfuerzo que encontramos para dar razón de la producción en estas experiencias es la adecuación socio-técnica de Novaes y Dagnino, que, no obstante, tiene la problemática de no identificar ni diferenciar las dimensiones pertinentes para analizar el proceso de trabajo y su articulación en las fábricas recuperadas. Asimismo, esta investigación se plantea como continuación de las líneas de indagación abiertas por el trabajo de Delgado, que presenta el universo de casos de recuperación de fábricas en Colombia, pero que, sin embargo, no profundiza en el análisis del proceso de producción en dichas empresas Esto nos lleva a trasladar la indagación al campo de la sociología del trabajo. Desde el regulacionismo, Boyer y Freyssenet plantean el concepto de modelo productivo, entendido como los compromisos de manejo de la empresa elaborados por los distintos actores pertinentes, que pueden implementarse duraderamente en función de una estrategia de ganancia posibilitada por el modo de crecimiento imperante en un país determinado. Para dichos autores, la constitución de un modelo productivo pasa por armonizar las siguientes dimensiones: la política producto, que concierne a los mercados y segmentos de mercados a los que una empresa apunta, la concepción de los productos ofrecidos y los objetivos de venta; la organización productiva, que refiere a los métodos y medios elegidos para realizar la política-producto, es decir, la organización de la concepción, abastecimiento, fabricación y comercialización; y la relación salarial, que refiere a los sistemas de reclutamiento, de empleo, de clasificación, de remuneración directa e indirecta, de promoción, de expresión y representación de los asalariados. No obstante, la concepción de estos autores también presenta importantes limitaciones para nuestro objeto de estudio. Por una parte, su conceptualización tiene como objeto dar cuenta de las condiciones de perennidad, acuerdo duradero de gobierno y de rentabilidad de una em-

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presa; pero, en las fábricas recuperadas la situación se modifica, puesto que el sentido de la actividad económica y del trabajo se transforma del logro de la rentabilidad al mantenimiento de los puestos de trabajo, presionado por realidades culturales y contextuales que dan lugar a distintas configuraciones socio-económicas que nos conducen a una apertura a la realidad que no permite esta conceptualización. Por otra parte, la emergencia de la cultura laboral y su importancia como catalizador del proceso de recuperación productiva de las empresas, nos obliga a buscar una conceptualización que involucre la cultura laboral como un elemento central. Estas nuevas limitaciones, conducen nuestra indagación al campo de las experiencias de democracia consejista y la problemática del control del proceso de producción. El mismo Marx (2007), plantearía la importancia de reconocer el proceso de producción en su doble condición de proceso de trabajo y proceso de valorización, señalándole a los socialistas utópicos que, así los trabajadores pudieran lograr el control sobre el proceso de trabajo, el proceso de valorización estaba fuera de su alcance en el capitalismo. Raniero Panzieri (s.f.), fundador del obrerismo italiano, haría un desarrollo conceptual de dichas categorías marxianas, señalando la función de control como la bisagra entre proceso de trabajo y proceso de valorización, es decir, como mecanismo mediante el cual el proceso de trabajo se impone al proceso de valorización; y señalando la importancia de considerar el proceso de trabajo como un campo de confrontación entre capital y trabajo, apuntando a la propuesta estratégica del control obrero de la producción. Siguiendo la línea de indagación acerca de la problemática del control como aspecto central del análisis del proceso de producción, el sociólogo mexicano Enrique de la Garza propone el concepto de configuración sociotécnica que, para nuestro caso, presenta una mayor capacidad explicativa de la situación en el proceso de trabajo y de los actores involucrados en el mismo. Así, la configuración sociotécnica refiere a la inclusión de las dimensiones que más influyen sobre la productividad y la calidad de las empresas y que conforman, en últimas, el

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esqueleto del mundo de vida en el proceso productivo. Por otra parte, propone el concepto de unidad socio-productiva para dar cuenta de la relación de las empresas con su entorno inmediato. Como veremos, se trata de un desarrollo conceptual inspirado en las categorías de Marx de proceso de trabajo y proceso de valorización respectivamente. Para la presente investigación, encontrando que la conceptualización de De la Garza es la más adecuada para estudiar las fábricas recuperadas tomando la producción como ángulo de análisis, definimos entonces dos conceptos ordenadores: configuración socio-técnica y configuración de negocios (entendida esta como una reconstrucción del concepto de unidad-socioproductiva, que ya viene siendo usado por diferentes investigadores como Enrique de la Garza, Marcela Hernández y Juan Carlos Celis), mediando entre ambos la problemática del control del proceso de reflotamiento. El anterior recorrido sobre la problemática del control del proceso de producción, nos permite concretar el objeto de la presente investigación. El objeto de estudio está delimitado a las fábricas recuperadas entre 1996 y 2015. Para tal fin, seleccionamos tres empresas con criterios que expondremos más adelante. La coyuntura de arranque está marcada por la legislación referente a la liquidación de empresas en el marco de la apertura económica, particularmente la Ley 222 de 1995 mediante la cual se habilitó el mecanismo de dación en pago de las empresas a los trabajadores a quienes se les adeudaban pasivos laborales; mecanismo mediante el cual los trabajadores tuvieron acceso a las empresas y se posibilitó el fenómeno de recuperación productiva de empresas por parte de los trabajadores. Las principales presiones estructurales que marcan el periodo estudiado fueron: la reorientación del sector industrial manufacturero –mediante la apertura económica y un proceso profundo de reestructuración productiva– hacia un modelo tercerizado y maquilador orientado hacia el mercado externo, que, mediante la legislación de intervención económica, llevó a la liquidación a más de 1000 empresas con $12 billones de activos y 81.850 trabajadores, y la creciente importancia de la subcontratación y del trabajo

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informal, principalmente tras la aprobación de la Ley 50 de 1990, que desreguló y flexibilizó las relaciones laborales y el mercado laboral en general. Con estas presiones estructurales, y teniendo en cuenta la discusión teórica planteada anteriormente, esta investigación se propone ampliar la comprensión del porqué y el cómo de las fábricas recuperadas en Colombia, teniendo como centro de análisis la disputa por el control del proceso de producción. En busca de esta explicación, definimos tres ejes de análisis: la polémica teórica sobre el control del proceso de producción y la búsqueda de una conceptualización adecuada para el estudio de las fábricas recuperadas; la relación entre configuración sociotécnica y de negocios con el proceso de reflotamiento en las fábricas recuperadas, y el proceso histórico de las fábricas recuperadas como tal. Así, la pregunta problematizadora de esta investigación, ha sido ¿cuál es el planteamiento teórico y epistemológico que nos permite entender y acompañar estos procesos?, estando esta pregunta en clave de reconstruir los conceptos de configuración sociotécnica y de negocios a partir de la problemática empírica de las fábricas recuperadas; seguida de dos preguntas secundarias: con respecto a la relación entre configuración sociotécnica y de negocios con el proceso de reflotamientos de las fábricas recuperadas: ¿cómo las configuraciones sociotécnicas y de negocios favorecen o no la emergencia y desarrollo de las fábricas recuperadas?, y, con respecto al proceso histórico de las fábricas recuperadas: ¿cómo se explica la gestación, auge y estabilización o fracaso de las fábricas recuperadas en Colombia? Tanto la pregunta central como las complementarias conllevan el reto de superar la simple utilización de referentes teóricos existentes y esforzarse por la reconstrucción de teoría para dar cuenta así del fenómeno de las fábricas recuperadas desde el ángulo de la disputa por el control del proceso de producción. Así, metodológicamente, nos diferenciamos del método hipotético-deductivo, donde el propósito central de la teoría es explicar lo particular desde una ley universal o una hipótesis deducida de la teoría; acogiéndonos a la propuesta de la

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reconstrucción articulada planteada por Hugo Zemelman, haciendo un uso crítico y no deductivo de la teoría, en clave de la reconstrucción teórica a partir de la propia realidad. La propuesta de Zemelman se basa en tres supuestos básicos para abordar la realidad: la realidad como movimiento, es decir, como articulación entre lo dado y lo potencial, concebidos ambos como elementos constitutivos de la objetividad; la realidad como articulación entre diferentes niveles, ritmos y temporalidad, y la realidad como disputa enmarcada en ciertas estructuras y en cuyo desenvolvimiento la contingencia tiene también juego, entendiendo así la historia como secuencia de coyunturas, siendo la coyuntura precisamente el momento en que se conjugan los actores que hacen parte de un espacio de realidades sociales, se entrecruzan en dicha disputa para imprimirle una orientación a dichas relaciones sociales dentro de un espacio de posibilidades delimitado por las estructuras. Se inicia entonces con la problematización de un problema de investigación (fábricas recuperadas en Colombia) abordándolo a través de la desarticulación de conceptos de teorías existentes (el recorrido por la sociología del trabajo y la problemática teórica del control del proceso de producción y las fábricas recuperadas), posteriormente se hace una selección de conceptos ordenadores (configuración sociotécnica y configuración de negocios), para luego pasar a la descripción desarticulada y finalmente lograr la articulación con la reconstrucción teórica (con la emergencia de nuevas dimensiones de análisis, como es el caso de la gerencia en la configuración sociotécnica). Recurrimos a la técnica de estudio de caso como técnica de investigación porque nos permite un abordaje a profundidad de cada una de las empresas estudiadas así como un análisis comparado entre ellos. Los criterios de selección de los casos fueron: que se tratara de empresas con distintos tipos de tradición de organización y lucha sindical, que fueran empresas ubicadas en distintos lugares del país y pertenecientes a diferentes ramas de la industria manufacturera, y que contáramos con información suficiente de cada uno de ellos para desarrollar la investigación. Así, definimos estudiar: Croyfast S.A. (anteriormente Croy-

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don), ubicada en la ciudad de Bogotá, perteneciente a la industria del calzado, con un sindicato de tradición confrontacional y que estuvo en manos de los trabajadores entre el año 2001 y el 2008 cuando inició la venta de la empresa a algunos de sus antiguos dueños; Comdistral (anteriormente Distral Industrial), ubicada en la ciudad de Barranquilla, perteneciente a la industria metalmecánica, también con un sindicato de tradición confrontacional y que estuvo en manos de los trabajadores entre 2003 y 2010, cuando el 80,5% de las acciones fue vendida a un empresario estadounidense, y Empaques del Cauca S.A., ubicada en la ciudad de Popayán, dedicada a la producción de empaques a base de fique, con un sindicato de tradición subordinada; en la que en 1997 los trabajadores recibieron el 70,1% de las acciones de la empresa y que en la actualidad mantienen el 61.2% (36.7% los trabajadores y 24.5% los pensionados). Para el desarrollo de la investigación, procedimos a la realización de entrevistas semiestructuradas a dirigentes sindicales y, donde fue posible, a trabajadores de base que participaron en la recuperación de las empresas. Adicionalmente, realizamos una visita a Empaques del Cauca en la ciudad de Popayán. El presente resumen ejecutivo de la investigación realizada sobre tres fábricas recuperadas en Colombia presentamos, en primer lugar, una breve caracterización de los casos estudiados y de las configuraciones sociotécnica y de negocios que en ellos se conformaron; posteriormente, presentamos los hallazgos principales de la investigación, y, finalmente, las perspectivas que estas experiencias tienen para el movimiento obrero.

La configuración sociotécnica y la configuración de negocios de las fábricas recuperadas en Colombia Si bien en cada una de las experiencias estudiadas - mediado por su trayectoria, las distintas aspiraciones de los trabajadores y el tipo de actividad económica realizada- se generaron realidades particulares, la investigación realizada nos permitió constatar la existencia de una sola configuración sociotécnica y de una sola configuración de negocios. Caracterizar estas configuraciones nos permite adentrarnos en la indagación sobre nuestra pregunta de investigación con respecto a la relación entre configuración sociotécnica y de negocios y proceso de reflotamiento. En las fábricas recuperadas se presentó una configuración sociotécnica taylorista, maquiladora y flexible; lo que quiere decir que los elementos fundamentales del taylorismo -tales como el control de tiempos y la división entre concepción y ejecución- se mantuvieron, aunque fuese de forma precarizada. En general, también apareció en dichas empresas la polivalencia de los trabajadores, pero reducida únicamente a las tareas de manufactura. Respecto a la flexibilidad, refiere a que las empresas disponían de manera flexible del uso mano de obra (ya fuera los propios trabajadores-socios, o más generalmente, trabajadores temporales ajenos al proceso de recuperación) dependiendo de la demanda. Tal configuración fue implementada y dirigida por las gerencias de las empresas. La gerencia, como dimensión emergente de la configuración sociotécnica una vez se inicia la reactivación de la producción

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“en manos de los trabajadores”, cobró una importancia fundamental. En general se conformaron con los antiguos trabajadores administrativos no sindicalizados; aunque las direcciones de los sindicatos tuvieron mucha influencia en las gerencias, bien a través de la incursión de los sindicalistas en las labores administrativas, o bien a través de las asambleas de trabajadores-socios. En cuanto a la configuración de negocios, nos encontramos con una configuración con dos dimensiones precisas: relaciones públicas con actores diversos y relación con clientes y proveedores. Respecto a las relaciones públicas, se presentaron relacionamientos con instituciones del Estado y con el movimiento sindical, siendo dominante la relación con la Superintendencia de Sociedades; institución que permitió -presionada por la lucha de los trabajadores- que se concretara el traspaso en la propiedad de los activos como pago de las acreencias laborales adeudadas. Dicha acción de la superintendencia se presentó de diferentes maneras: haciendo lobby entre los distintos acreedores de las antiguas empresas en crisis para dotar de legitimidad a la propuesta de los sindicatos de la dación en pago de los activos; recalcando la diferencia entre “empresarios” y “empresa” para hacer eco de la posición del sindicato; remitiendo a potenciales clientes que necesitaran subcontratar servicios empresariales o producción industrial, o simplemente sancionando el traspaso de la propiedad de los activos a los trabajadores ante la imposibilidad de otro tipo de acuerdo. En la medida en que las empresas iban reactivando la producción, la dimensión fundamental de la configuración de negocios dejó de ser la referente a las relaciones públicas -de hecho, se presentó un total abandono por parte del Estado- y empezó a ser más significativa la relación de las empresas con clientes y proveedores; relación dominado por la subcontratación como la única vía para lograr mantener las empresas en funcionamiento. La necesidad de dichas empresas de transformarse en unidades productivas maquiladoras, se inscribe entonces en el auge de la subcontratación industrial como estrategia de acumulación de capital en el sector de la manufactura en Colombia desde comienzos de la década de 1990.

Relación entre las configuraciones sociotécnica y de negocios con la emergencia, reflotamiento, perdurabilidad y alcances de las fábricas recuperadas La crisis de las configuraciones sociotécnicas y de las unidades socioproductivas de las empresas que precedieron los ejercicios de recuperación en manos de los trabajadores fue un terreno fértil para la emergencia de las fábricas recuperadas estudiadas. De igual forma, algunas dimensiones de las configuraciones sociotécnicas y de negocios de las empresas también explican su emergencia y reflotamiento, pero en un contexto subordinante y precarizante. Por tal razón, si la investigación señala la existencia de condiciones para la emergencia de este tipo de experiencias -fundamentadas tanto en los antecedentes históricos de las experiencias como en algunos rasgos específicos al periodo de estudio- de ninguna manera se evidenciaron condiciones adecuadas para su perdurabilidad en el tiempo ni para un alcance significativo en las transformaciones que se quisieran realizar en el proceso de trabajo

Antecedentes históricos

Para comprender lo anterior, es necesario partir de un hecho fundamental: las tres experiencias de fábricas recuperadas estudiadas se desarrollaron a partir de la crisis de las conﬁguraciones sociotécnicas y de las unidades socioproductivas de las empresas precedentes. Distral Industrial, Empaques del Cauca y Croydon S.A entraron en crisis pro-

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ducto de la ruptura de los compromisos de gobierno de las empresas, es decir, la agudización de las contradicciones entre los distintos actores en el marco de una modificación de las condiciones generales producto de la apertura económica y las presiones en favor de la reestructuración productiva. Para el caso de Comdistral, fue desmontada la política de construcción de infraestructura energética con financiamiento exterior que le dio luz al auge de la empresa barranquillera durante la industrialización sustitutiva, lo que planteó la inviabilidad económica de la empresa en las nuevas condiciones. En el caso de Croyfast, la aparición de nuevos actores en el mercado del calzado dificultó sus labores: el mercado de gama alta sería copado por las multinacionales del calzado, y el de gama baja por los productos chinos; todo ello en el marco de un aumento general del contrabando. Para el caso de Empaques del Cauca, a partir de 1990 se reducen sustantivamente las exportaciones de café en el momento en que tiene lugar la apertura económica, al tiempo que se propició la concurrencia de empresas extranjeras productoras de empaques de polipropileno.

Cultura laboral en función de la gestación y el reﬂotamiento

Este fue el contexto en el cual los trabajadores de las tres empresas pudieron entrar a disputar la propiedad de las fábricas, ya fuera a través de la dación en pago por las acreencias laborales adeudadas (Croyfast, Comdistral) o a través de la cesión de los activos después de un estudio de factibilidad presentado por el sindicato (Empaques del Cauca). La reactivación de la producción con los trabajadores a la cabeza implicó la derrota de las alternativas patronales, que en Comdistral y Croyfast pasaban por la precarización de las condiciones laborales, y en Empaques del Cauca por la liquidación de la empresa pues ya no representaba rentabilidad para sus dueños. En este escenario, algunas subdimensiones de la cultura laboral -fundamentales para comprender las nuevas conﬁguraciones soci-

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otécnicas en formación- fueron determinantes. En primer lugar, la capacidad de dirección de las juntas directivas de los sindicatos, con influencia significativa en los colectivos de trabajadores de los tres casos estudiados, explica la concreción del traspaso de propiedad. Se trató de la resignificación de una determinada tradición de lucha sindical. En Comdistral y Croyfast, una tradición de sindicalismo clasista y confrontacional, y en el caso de Empaques del Cauca la transición de una tradición subordinada a una propositiva. En todos los casos se puede ubicar una plasticidad de las organizaciones sindicales, así como la utilización de manera novedosa de distintas formas de lucha tradicionales del sindicalismo. En el caso de Comdistral, fue el sindicato Sintraime el que elaboró la propuesta de dación en pago de los activos industriales ante la Superintendencia de Sociedades. En el caso de Croyfast el sindicato de la anterior empresa, Sintraincapla, debió echarse al hombro el proceso de dirección de la recuperación de la empresa. A su vez le tocó encargarse de los procesos de comercialización de calzado, pues eran los únicos con acceso a contactos que permitieran la realización de la mercancía. Sin embargo jugó un papel activo durante el proceso de gestación de la recuperación, convocando a una huelga que sería la que llevaría a Croydon SA a la Superintendencia de Sociedades bajo la figura de Liquidación Obligatoria, evitando que los accionistas de dicha empresa incumplieran los pagos con los trabajadores. En el caso de Empaques del Cauca, cuando Sintraempaques se entera de las intenciones de los accionistas mayoritarios de liquidar la empresa, se ponen a la tarea impulsar la reactivación del proceso productivo en la empresa, logrando entablar relaciones el Ministro de Trabajo Angelino Garzón, otrora dirigente sindical; así como con el Ministerio de Agricultura, para la negociación de la materia prima inicial. En segundo lugar, como otra subdimensión de la cultura laboral, debemos resaltar la existencia de una moral sacrifical que posibilitó que muchos trabajadores estuvieran dispuestos a extensiones de las jornadas laborales, a trabajar con baja remuneración e incluso sin salario por períodos determinados (especialmente en los primeros momentos de las

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experiencias); todo con el propósito de reactivar la empresa y lograr el reﬂotamiento de la producción.

Perﬁl de la fuerza de trabajo, dimensión catalizadora de la recuperación de las empresas

Estos aspectos de la cultura laboral parecen tener su anclaje en algunas características del perfil del colectivo de trabajadores de las fábricas recuperadas, comunes a los casos; perfil que configuró un campo fértil para que tuviera acogida la idea de emprender la recuperación productiva: se trataba de trabajadores con mucha antigüedad en la empresa y sin perspectivas reales de conseguir otros trabajos de igual o mejor calidad. Esto permitió que el logro de una tarea titánica como era concretar la recuperación de la empresa con el traspaso de la propiedad a los trabajadores apareciera como una tarea “obligada” o como la “única alternativa”. En la posibilidad de triunfo incierto de una empresa en manos de los obreros se encarnaron las preocupaciones por las acreencias laborales adeudadas y por la estabilidad laboral, es decir, los intereses económicos inmediatos de los trabajadores.

Relaciones públicas: el accionar de la Superintendencia de Sociedades

Una dimensión de la conﬁguración de negocios que cobró una importancia fundamental para los tres casos estudiados fue las relaciones públicas, especíﬁcamente la relación con el Estado a través de la Superintendencia de Sociedades y algunos Ministerios. En los tres casos, el accionar de la Superintendencia fue clave para concretar el traspaso de los activos a manos de los trabajadores. En Croyfast, los trabajadores realizaron una huelga para impedir que se continuara el vaciamiento de la empresa, y solo la suspendieron con la intervención de la Superintendencia. En Empaques del Cauca, fue la Superintendencia quien respaldó la iniciativa del sindicato de posicionar la idea de que debía distinguirse claramente la empresa del empresario, con ánimo de impedir la liquidación que buscaban los antiguos dueños, el Ministerio de Trabajo

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brindó asesoría técnica para la realización del informe de factibilidad y el Ministerio de Agricultura -a través del Idema- proporcionó facilidades de pago para la adquisición de la materia prima inicial necesaria para la reactivación de la producción. Y en Comdistral, el papel de la Superintendencia fue más allá, puesto que no sólo respaldó la propuesta del sindicato de la dación en pago de los activos, sino que remitió a potenciales clientes a la naciente empresa (grandes empresas que requerían subcontratar servicios empresariales o construcción de infraestructura energética en el marco licitaciones públicas).

Los signiﬁcados diversos de la subcontratación

Hasta ahora, hemos resumido algunos elementos pertinentes que permiten explicar la posibilidad de gestación de los procesos. En contraste, otras dimensiones tuvieron un papel ambivalente y paradójico, como en el caso de la subcontratación. La subcontratación se erigió como una situación estructural que simultáneamente dictaminó las condiciones de viabilidad de los ejercicios de recuperación productiva en manos de los trabajadores tanto como sus límites estructurales. Para el caso de Comdistral y Empaques del Cauca, fue a partir de la subcontratación -que es al tiempo una dimensión de la configuración de negocios en la medida en que señala una determinada relación con los clientes y proveedores, tanto como un aspecto de la configuración socio-técnica en la medida en que condiciona realidades como la flexibilidad numérica en la contratación de la fuerza de trabajo y la organización del proceso productivo- que se logró reflotar la empresa, con la paradoja de que aunque las gerencias con mayor o menor participación de trabajadores controlaran el proceso de trabajo, no tuvieron control del proceso de reflotamiento en la medida en que la subcontratación implicó que capitalistas externos incidieran de forma importante en el control del proceso de producción de las empresas.

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No haber controlado el proceso de reflotamiento fue, entonces, una característica general de las experiencias independientemente de que el proceso fuera exitoso o no. El éxito o fracaso del reflotamiento refiere de manera precisa a si la empresa logró o no utilidades en virtud de la producción, y a si hubo o no reinversiones significativas a partir de dichas utilidades. En Croyfast, que fue la única empresa que intentó lograr un posicionamiento autónomo en el mercado mediante la comercialización de marcas propias (de calzado escolar y de bota de trabajo), la situación es paradójica: fue precisamente la única empresa que nunca se reflotó y que se mantenía a partir de las rentas de activos que habían adquirido durante la liquidación, sin lograr ganancias con la comercialización de los propios productos. En los tiempos anteriores al fin de esta experiencia de recuperación productiva en manos de los trabajadores, Croyfast maquiló para los antiguos dueños, situación que marcó el comienzo del fin de la experiencia. Asimismo, la subcontratación limitó los márgenes de acción de las gerencias de las empresas y restringió la concreción de las transformaciones democráticas que en un inicio se plantearon los colectivos de trabajadores como uno de los propósitos de los ejercicios de recuperación productiva. En la medida en que las empresas subcontratantes controlaban hasta cierto punto las condiciones de producción, no fue posible emprender transformaciones significativas ni en la organización del proceso de trabajo ni en las relaciones laborales. En ese sentido, la recuperación productiva por parte de los trabajadores no implicó pleno control del proceso de producción por parte de las gerencias de cada empresa. Ni el reflotamiento ni el proceso de valorización posterior a dicho reflotamiento estuvieron bajo su control, aunque la recuperación productiva si permitió mantener un control parcial del proceso de trabajo. Pero inclusive dicho control estaba limitado por las condiciones estructurales, en el entendido de que la subcontratación implicaba una subordinación absoluta a una función de control ejercida desde afuera de las empresas.

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Así, por ejemplo, en Comdistral las interventorías instauradas por las empresas subcontratantes para verificar el desarrollo de los procesos ponían un límite a las dinámicas innovadoras que hubieran podido desarrollar los obreros. En Croyfast, el permanente control ejercido por Syx Footwear impedía transformaciones de carácter democrático dentro de la fábrica, ya que el estrecho mercado para sus productos les obligó a producir piezas para los antiguos dueños de la empresa. Para Empaques del Cauca la relación es menos explícita que en los dos casos anteriores; aquí la relación con la subcontratación se presenta debido a la permanente dependencia de la empresa respecto al subsector cafetero encabezado por la Federación Nacional de Cafeteros, tanto las cuotas de producción como los ritmos de trabajo y la organización del trabajo. Las condiciones estructurales que limitaron el alcance de las experiencias de recuperación productiva no se reducen solo al contexto precarizante de la subcontratación. También el taylorismo -en la medida en que mantenía a los trabajadores reducidos a la manufactura en el marco de la reproducción de la separación tajante entre concepción y producción- le cerraba la puerta a transformaciones del proceso de trabajo en un sentido autogestionario y democrático. El taylorismo también se erigió como un obstáculo para el aumento de la productividad y la posible implementación de innovaciones en el proceso de trabajo en la medida en que dicha manera de organizar el proceso de trabajo estaba articulada con la realidad subordinante de la subcontratación. La relación con los clientes y proveedores se impuso sobre el proceso de trabajo, generando una fuerte presión en aras de mantener dicha configuración sociotécnica. Producto de estas limitaciones, en los tres casos estudiados, las aspiraciones democráticas y de cambio del proceso de trabajo de los trabajadores se expresaron en prácticas de menor alcance. En Comdistral y en Empaques del Cauca se repartieron excedentes democráticamente entre el conjunto de los socios (tanto como la proporción de las utilidades que se destinaría a la capitalización de las empresas) bajo definición de las asambleas de los trabajadores socios. También se abrieron

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oportunidades de recalificación laboral mediante la apertura de cursos del SENA dentro de la empresa (Comdistral), y se mantuvieron auxilios educativos propios de la desaparecida convención colectiva (Empaques del Cauca y Comdistral). Dada la precariedad de la situación de Croyfast, sólo hay para resaltar respecto a este punto en particular el mantenimiento de algunos puestos de trabajo con salario mínimo mientras duró la experiencia. La relación entre la subcontratación y la posibilidad de haber realizado cambios democráticos -que hubieran sido posibles en otros contextos- es absolutamente negativa para los casos estudiados. La subcontratación les permitía sobrevivir, pero enterrando definitivamente cualquier pretensión que tuvieran los trabajadores de controlar el proceso de producción o de emprender dinámicas autogestionarias, pues les minaba la autonomía requerida para transformar el proceso de trabajo de alguna manera significativa. Por otra parte, la relación entre subcontratación y perdurabilidad de las empresas en manos de los trabajadores es la de una situación estructural que permite la posibilidad de supervivencia de las unidades productivas, pero en la situación de precariedad propia de la externalización del riesgo que implica esta forma de relacionamiento entre empresas. Como veremos, si bien la realidad de la subcontratación generó de entrada un tope reducidísimo para el margen de maniobra y la autonomía de las empresas, no es esa la dimensión determinante en el fracaso de Croyfast y de Comdistral, ni de la situación actual de Empaques del Cauca. ¿Cuáles fueron entonces las dimensiones tanto de la configuración sociotécnica como de la configuración de negocios que permiten comprender el desenlace de las experiencias de las fábricas recuperadas estudiadas?

Transformación de las relaciones públicas

Si bien en un primer momento fue vital el papel de la Superintendencia, una vez se reanuda la producción los roles descritos más

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arriba desaparecen. No existió en Colombia durante el periodo estudiado (1995 - 2015) una política de fomento industrial en general, ni en particular de apoyo a la industria nacional o de apoyo a las empresas recuperadas por los trabajadores después de la ola de liquidaciones. Esta ausencia de políticas públicas es la expresión de la modiﬁcación de las prioridades económicas del bloque social dominante.

Relaciones poco fructíferas con el sector ﬁnanciero

De manera diferenciada en los casos estudiados aparecen las relaciones con el sistema ﬁnanciero. En el caso de Empaques del Cauca el impulso para la reactivación productiva se logró con materia prima y préstamos de parte de mesas de negocios después de que la banca no accediera desde el 2006 a realizar préstamos para continuar con la producción. En el caso de Croyfast no se pudo adquirir ningún préstamo con ningún banco, razón por la cual para la consecución de dinero con el cual emprender la producción se hipotecó a un privado un lote de la fábrica. En el caso de Comdistral, se logró adquirir una sola vez un préstamo reducido en función de la readecuación de la maquinaria, pero el hecho de estar inmersa la empresa en la subcontratación de obras, le implicaba ser solvente sólo periódicamente, lo que les impidió acceder a un crédito más amplio con alguna entidad bancaria.

Las insuﬁciencias de las gerencias

Respecto a los elementos de la configuración sociotécnica que permiten comprender el desenlace de las experiencias, resalta la insuficiente capacidad de las gerencias de las empresas. En Croyfast y Comdistral, las gerencias estaban compuestas por antiguos trabajadores administrativos y por líderes sindicales que pasaron a hacer parte de la vida administrativa de las empresas con el ánimo de generar confianza entre los trabajadores respecto al manejo de las mismas. Sin embargo, aun cuando el desempeño económico de ambas empresas fue distinto (Comdistral tuvo unos años de auge económico con utilidades que no aparecieron nunca en Croyfast), en ambos casos se presentó una falta

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de capacidad en la actividad gerencial. Fue el mal manejo gerencial lo que llevó a Comdistral a la debacle ﬁnanciera durante el 2009, cuando presentó millonarias pérdidas paradójicamente durante el año cuando llegó al cien por ciento de utilización de su base industrial instalada. La gerencia, en el caso de Croyfast, jugaría un papel de administrador de la permanente crisis, pues nunca se lograría reﬂotar la empresa. Para Empaques del Cauca, la gerencia en sus inicios fue asumida por un trabajador socio alejado del sindicato, no obstante los demás puestos administrativos que quedaron vacantes fueron ocupados por antiguos líderes sindicales. Finalizado el periodo gerencial del primer socio, se dio paso a una alta rotación de gerentes contratados por agencias de ejecutivos. Sin duda esto impuso diferentes ritmos a la empresa, impidiendo la continuidad estratégica de un plan empresarial y la proyección a mediano plazo de la compañía.

Transformación del signiﬁcado del perﬁl de la fuerza de trabajo

Ante la transformación de la situación económica de las empresas, el perfil de la fuerza de trabajo que había implicado un terreno fértil para la recuperación productiva de las empresas, transformó su significado. La cercanía a la jubilación de muchos trabajadores, en una situación de precarización repentina (Comdistral) o progresiva (Croyfast) de las condiciones económicas de las empresas, fue ahora un terreno fértil para que calara la idea de abandonar la experiencia; es decir, de vender los activos para satisfacer las acreencias laborales adeudadas. En el caso particular de Empaques del Cauca se presenta una situación más compleja debido a que la empresa próxima a cumplir 18 años de haber sido recuperada, presenta dos situaciones. Por un lado, buena parte de los trabajadores que participaron en el proceso de reactivación productiva ya están pensionados o próximos a hacerlo, lo cual deviene en una pérdida de acciones por parte de los trabajadores activos en la empresa. Por otro, la nueva generación de trabajadores, si bien en muchos casos tienen algún grado de parentesco con los socios, inician sus trayectorias laborales en el marco de la flexibilidad, lo cual está

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alejado de la expectativa de estabilidad ligada a un solo lugar de trabajo como proyecto de vida.

Transformaciones en la cultura laboral

Ante estas situaciones, la cultura laboral se transformó radicalmente. Específicamente, en Comdistral y en Croyfast las expectativas económicas individuales de los trabajadores se divorciaron del proyecto colectivo de gestionar una empresa. Para el caso de Comdistral, se empezaron a presentar conflictos y tensiones entre el grueso del colectivo de trabajadores y los dirigentes sindicales y trabajadores más cercanos a la posición del sindicato, que aspiraban a persistir en la experiencia de gestión colectiva y se rehusaban vender las acciones a un tercero. Esta posición eventualmente fue derrotada, y la inmensa mayoría de las acciones fueron vendidas. Para el caso de Croyfast, la venta de la empresa se dio por vía de una compra silenciosa por parte de la familia Restrepo (los antiguos dueños), que contactó a los trabajadores más desencantados con el proceso para ir comprando las acciones de manera progresiva. Una vez hubo unanimidad en la asamblea en apoyo a la venta, los trabajadores se percataron que ellos ya no eran los dueños de la empresa, y que alrededor del 20% ya pertenecía a la familia Restrepo, lo que alejó posibles inversionistas que tenían mejores propuestas de compra. Finalmente debieron vender a la familia Restrepo. En Empaques del Cauca, la situación se desarrolló de manera bastante diferente, pero comparte con las otras dos empresas la transformación de la cultura laboral, entretejida con los elementos señalados acerca del perfil de la fuerza de trabajo. En la medida en que buena parte de los trabajadores y trabajadoras que mantienen sus puestos de trabajo en la empresa no tienen la impronta de la recuperación productiva en sus trayectorias laborales, se configuran sentidos del trabajo y expectativas que distan mucho de la visión de la empresa como un proyecto de vida mancomunado y toma más la forma clásica de unidad productiva como fuente de ingresos.

Limitaciones subjetivas de los colectivos de trabajadores de las fábricas recuperadas en Colombia Una vez las empresas entraron en dificultades económicas, rápidamente las preocupaciones de los trabajadores se desligaron del proyecto colectivo de recuperación productiva de las empresas y hubo un marcado “repliegue individualista” de los trabajadores; defender sus propios intereses económicos aparecía ahora como idéntico a vender sus acciones y abandonar la experiencia, con la certeza de que después de tantas dificultades “no había otra alternativa”. Sin embargo, dicha consideración no es reductible a las dificultades que imponían el contexto y algunas condiciones estructurales, sino a limitaciones subjetivas que no permitieron explorar otras posibilidades productivas y de negocios distintas a las que se desarrollaron. Así, por ejemplo, las subjetividades obreras que por tradición echaban mano de una cultura de lucha demasiado centrada en las reivindicaciones salariales no fueron suficientemente eficaces ante la nueva situación de haber pasado los trabajadores a ser propietarios de las empresas. La lucha no era ya por mejores salarios sino que se trataba de la disputa por el control del proceso de producción. Si bien es cierto que hubo cierta plasticidad de parte de las organizaciones y direcciones sindicales, dicha plasticidad estuvo limitada por estas limitaciones subjetivas; la creatividad en su despliegue se limitó a los primeros momentos de las experiencias cuando se luchó por la

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transferencia en la propiedad de los activos y no en el desarrollo de capacidades empresariales. Además, en el desarrollo de las experiencias se produjeron articulaciones entre limitaciones subjetivas y condiciones estructurales que son importantes factores explicativos del curso que tomaron las experiencias. Así, por ejemplo, en la medida en que no se intentó ni se pudo modificar la organización taylorista del trabajo, esta forma de organizar la producción conspiraba contra la construcción y consolidación de subjetividades emergentes -que también las hubo- que fueran en función de concebir de manera perdurable el reflotamiento y la gestión colectiva de las empresas como un elemento estructurante de un proyecto mancomunado de vida. Esto implica que las limitaciones subjetivas no derivan sólo de la insuficiencia de las culturas sindicales previas de confrontación o subordinación, sino que se generaron nuevas limitaciones en la medida en que avanzaba la experiencia. Sólo así se explica el hecho constatable en numerosas oportunidades de que el pico de la relación entre reivindicaciones económicas y lucha política - es decir el proyecto de gestión colectiva de la empresa- se presenta siempre al principio de la experiencia y va decayendo progresivamente hasta el fracaso final o estancamiento prolongado de las experiencias de las fábricas recuperadas. De otro lado, si bien se realizaron esfuerzos tendientes a recalificar la mano de obra, a la hora de proyectar a mediano plazo y de comprender y gestionar el funcionamiento de las unidades productivas, se puso de manifiesto la ausencia de capacidades empresariales, limitante subjetiva que se entronca con la composición etaria y el perfil educativo de los y las trabajadoras. Esta limitante no es secundaria teniendo en cuenta que la ausencia de estas capacidades y cualidades administrativas no permitieron construir alianzas estratégicas como alternativa a la subcontratación. Sobre la ausencia de alianzas estratégicas es preciso mencionar la falta de articulación entre estos proyectos y los movimientos sociales; las centrales sindicales, por ejemplo, no acogieron estas propuestas y

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no pocas veces las recibieron con recelo, y desde otras orillas del movimiento social como el cooperativismo tampoco se atendió la emergencia y persistencia de las fábricas recuperadas. Asimismo, las fábricas recuperadas no tuvieron la perspectiva de articularse con importantes sectores como el cooperativismo para sacar a ﬂote las empresas y visibilizarlas en el mercado. La ausencia de vinculación con movimientos sociales tampoco permitió ampliar por la vía de las redes de solidaridad el segmento del mercado en el cual competían las empresas. Esto también nos permite constatar que, en el caso colombiano, no hubo un proyecto encaminado a lograr autogestión, la apertura de mercados, la creación de consumidores o una práctica ofensiva frente al mercado y superación del taylorismo; los esfuerzos hechos por propiciar una red de compradores que pertenecieran al movimiento social usualmente no fueron más allá de algunas reuniones. Dicha construcción de mercados no logró establecerse como interconexiones industriales que permitieran encadenamientos productivos, no sólo debido a lo fragmentado de la economía industrial colombiana, sino también por los pocos esfuerzos de construcción de redes que hubo. El caso paradigmático es el de la Asociación Nacional de Empresas Autogestionadas, que quiso ser la plataforma de referencia para estas experiencias, pero su ímpetu murió poco tiempo después de nacer. Las dinámicas dentro de las fábricas poco cambiaron, a pesar de que hubo esfuerzos signiﬁcativos, e incluso cambios importantes. Los trabajadores, arrojados a una experiencia de este tipo, no contaban con el nivel de politización o educación necesarios para plantearse el problema en clave de autogestión. En este sentido se podría decir que había nociones propias de un proyecto solidario, pero que no se planteaban con la sistematicidad necesaria para ofrecer un horizonte político a las experiencias de recuperación. La preocupación por mantener el puesto de trabajo no se transformó en una preocupación por generar condiciones favorables para proteger su empleo de forma perdurable. Los actores dentro de las empresas -sindicalistas, trabajadores y externos- no plantearon una

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propuesta mediante la cual superar las condiciones que los habían arrojado a la recuperación. Las preocupaciones giraron, en el caso de la recuperación de las fábricas en Colombia, alrededor de mantener el puesto de trabajo, y de no perder las acreencias. Una vez hubo mejores oportunidades vendiendo que permaneciendo, en general se optó por la venta de las empresas. Las limitantes en este aspecto subjetivo no tienen sólo que ver con diﬁcultades en términos de politización, sino también en la toma de decisiones por parte de los trabajadores en el contexto de un sindicalismo debilitado. Si bien había circulado en la sociedad mensajes alrededor de convertirse en jefes, de ser emprendedores y demás, ello no logró compaginarse con una iniciativa desde el sindicalismo que propusiera la recuperación con horizonte autogestionario. Las limitantes estructurales analizadas previamente nos muestran un escenario en el cual había posibilidades y alternativas para los actores, y que la acción de estos últimos también conﬁguró la génesis, auge y desenlace de las experiencias de recuperación de fábricas.

Conclusiones En definitiva, las configuraciones sociotécnica y de negocios de las fábricas recuperadas no favorecieron las experiencias en el país. La subcontratación y el taylorismo, que fueron los rasgos característicos de estas configuraciones, implicaron la existencia precarizada de las experiencias al tiempo que determinaron sus límites estructurales. Es decir, en último término, las configuraciones que se presentaron, no favorecieron la perdurabilidad ni los alcances de las fábricas recuperadas. Ahora bien, analizar este punto en profundidad, nos lleva a tres ejes clave. En primer lugar, si las configuraciones favorecieron o no el reflotamiento y la perdurabilidad de las empresas en manos de los trabajadores; en segundo lugar, si las configuraciones desarrolladas posibilitaron o no la realización de transformaciones democráticas en la organización del proceso productivo, la cultura laboral, las relaciones laborales, etc.; y por último, hasta qué punto las configuraciones permitieron cumplir los propósitos para los cuales se había emprendido el proceso de recuperación productiva. En el caso de Comdistral, podemos concluir que había un margen de maniobra para que la empresa pudiera haber continuado en manos de los trabajadores durante más tiempo del que efectivamente ocurrió, pero las transformaciones en las subjetividades de los trabajadores, así como los problemas de la gerencia determinaron el fin de la experien-

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Respecto a la inquietud por si las configuraciones permitieron o hubieran permitido modificaciones democráticas en el proceso de trabajo, la respuesta es definitivamente negativa, pues la subcontratación se erigía como un condicionante demasiado grande, que sólo posibilitaba la perdurabilidad de la empresa en un marco muy estrecho. Por último, respecto al logro de los propósitos por los cuales fue recuperada la empresa, la respuesta es distinta dependiendo del propósito al que nos refiramos. El proyecto ético-político de los luchadores sindicales de construir una empresa controlada por obreros y que se erigiera como un ejemplo de economía alternativa e nivel nacional, fue derrotado. No obstante, se lograron algunos objetivos específicos como el pago de las acreencias laborales adeudadas y el mantenimiento de los puestos de trabajo. Ahora bien, es preciso dejar en claro que el desempeño y los logros alcanzados languidecen ante las dificultades, el desenlace de la experiencia, y lo que hubieran podido lograr. En Croyfast dichas preguntas deben ser vistas desde la óptica de un fracaso de la experiencia de recuperación. Esto en la medida en que desde el punto de vista económico dicha experiencia no fue rentable, pues la empresa nunca logró dar dividendos o estabilizar su producción. La respuesta a la pregunta por las posibilidades de cambios democráticos en el marco del proceso vivido de recuperación es igualmente negativa. Finalmente, las configuraciones sociotécnica y de negocio, como veíamos, no propiciaron el cumplimiento de las premisas sobre las cuales se elaboró la recuperación. En Empaques del Cauca, la relación entre las configuraciones desarrolladas y las condiciones de perdurabilidad de la empresa en manos de los trabajadores llevó a una perdurabilidad precarizada, ya que la jubilación progresiva de muchos de los trabajadores afectó significativamente la experiencia de recuperación y disminuyó la capacidad de disputa del colectivo de trabajadores. Respecto a las otras interrogantes, podemos afirmar que en la empresa se permitieron ejercicios democratizadores parciales al interior de

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la planta y que se tuvieran nuevas preocupaciones por los trabajadores que a su vez eran ahora socios. Dichos esfuerzos se plasmaron en la concreción de una cooperativa a cargo de los trabajadores, de procesos de recalificación de la fuerza de trabajo, a través del estímulo a la educación media y técnica. Sin embargo, al igual que en las otras empresas, las configuraciones emergentes no permitieron generar otro tipo de relaciones dentro de la fábrica en los ámbitos de la organización del proceso de trabajo. En un contexto económico que presiona el mantenimiento de la separación tajante entre concepción y ejecución, la coordinación estandarizada entre trabajadores y la asignación a puestos fijos, no se puede hablar de un ejercicio de mayor alcance que permita cambiar la dinámica productiva en un sentido democrático al interior de la empresa. Después de valorar de manera ponderada todas las dimensiones, podemos concluir de manera categórica que la configuración sociotécnica y de negocios que se presentaron no favorecieron la perdurabilidad de las empresas en manos de los trabajadores ni los alcances que dichas experiencias habrían podido tener. De repetirse experiencias de lucha en las cuales los trabajadores colombianos entren a disputar el control del proceso de trabajo, se trata de configuraciones sociotécnicas y de negocios que no se deben repetir. Respecto al problema central de esta investigación, a saber, la búsqueda de una conceptualización que nos permita estudiar y acompañar las experiencias de recuperación productiva de empresas por parte de sus trabajadores, encontramos que la propuesta del configuracionismo latinoamericano aparece como la más adecuada. La apuesta del configuracionismo se plantea la crítica epistemológica al concepto clásico de teoría, permitiendo la construcción de arreglos de dimensiones con distintos tipos de relaciones y a diferentes niveles de realidad, abierto siempre a la inclusión de dinámicas emergentes de lo real. Esto fue de particular importancia debido a que en el estudio de los casos vimos la emergencia de una nueva dimensión de la configuración sociotécnica –la gerencia de los trabajadores– que, de

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hecho, es clave para explicar diferentes elementos como el control parcial por parte de los trabajadores del proceso de trabajo. De igual manera, el configuracionismo se nos presenta como la apuesta más adecuada para estudiar las fábricas recuperadas con la disputa por el control de la producción como ángulo de análisis. El acervo teórico construido en América Latina sobre las experiencias de fábricas recuperadas presenta una importante construcción teórica analizando las fábricas recuperadas como movimientos sociales, es decir, en explicar su formación, repertorios de lucha, articulación con otros movimientos sociales, relación con el Estado, etc., pero no tienen una propuesta teórica que articule la problemática de la producción. Al tratarse de experiencias de trabajadores que disputaron el control del proceso de producción, consideramos que es en este terreno en el que se deben buscar las explicaciones al fenómeno y, por ello, los conceptos de configuración sociotécnica y configuración de negocios aparecen como los más adecuados en la medida en que nos permiten un análisis detallado del proceso de trabajo y del proceso de valorización en las fábricas recuperadas, así como de la problemática del control, en nuestro caso, del control del proceso de reflotamiento como bisagra entre ambas configuraciones. Finalmente, consideramos que el configuracionismo se muestra también como una apuesta más adecuada que otras perspectivas planteadas por la sociología del trabajo, como es el caso del regulacionismo. Como veíamos, el concepto de configuración nos permite la construcción de un arreglo maleable de dimensiones que admiten contradicciones en su interior y permite la emergencia de diferentes dimensiones como jerarquizantes, en nuestro caso en particular, la cultura laboral y la gerencia.

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seguridad y salud en el trabajo. 16 de julio de 2015. Entrevista Ricardo Monroy del Castillo, administrador de empresas e investigador de la Corporación Autónoma del Cauca. 17 de julio de 2015. Entrevistas facilitadas por Ricardo Monroy del Castillo y Oscar Alvarado Muñoz realizadas en el marco del proyecto Empresas administradas por trabajadores: un estudio de caso en la empresa Empaques del Cauca de Popayán, junio de 2010. o Fernando Samudio, trabajador accionista. o Alexander Gómez Gallardo, operario de impresora no accionista. Manual de Convivencia de Empaques del Cauca. Reseña histórica de Empaques del Cauca realizada por el Departamento de Recursos Humanos. Popayán 2004.

Siglas – Sintraincapla: Sindicato nacional de trabajadores de la industria transformadora del caucho, plástico, polietileno, poliuretano, sintéticos, partes y derivados de estos procesos. – Sintraempaques: Sindicato de trabajadores de Empaques del Cauca. – Sintraime: Sindicato nacional de trabajadores de la industria metalmecánica, metálica, metalúrgica, siderúrgica, electrometálica, ferroviario, comercializadoras, transportadoras, aﬁnes y similares del sector.