2 minute read

13. Arrepentimiento y Perdón

El pecado de David dejaría resultados tristes en su vida. Su influencia y autoridad en su reino y familia se debilitó, su conciencia no tenía paz y en esa agonía escribe los preciosos salmos 32 y 51. Esta historia nos deja muchas lecciones, que Dios no tolera el pecado, pero si confesamos y nos arrepentimos Él está dispuesto a perdonarnos, además, es una advertencia que siempre debemos velar y orar.

Lectura adicional: Patriarcas y Profetas. Pág. 779 - 786

Advertisement

13.1 RESPONDA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

1. ¿Por medio de qué profeta Dios reprendió a David? ________________________________________________________

2. ¿Qué historia tomó como ejemplo Natán a David? ________________________________________________________ ________________________________________________________ ________________________________________________________

3. ¿Cómo juzgó David al hombre de la historia? ________________________________________________________ ________________________________________________________

4. Entonces, ¿qué le respondió Natán? ________________________________________________________ ________________________________________________________

5. ¿Qué comprendió David de sus malas acciones y qué pidió a Dios? ________________________________________________________ ________________________________________________________

6. Cuando murió el bebé, ¿qué hizo David? ________________________________________________________ ________________________________________________________

7. ¿Qué lección debemos aprender de esta historia? ________________________________________________________ ________________________________________________________ ________________________________________________________ ________________________________________________________

13.3 ACTIVIDADES:

Resuelve la multiplicación y de acuerdo a la respuesta ubica las letras en el cuadro inferior y lee el mensaje:

Sociedad Misionera Infantil Sábado 27de junio 2020

Lecciones de la Vida de David “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar”. Salmos 46:1-2

INTRODUCCIÓN

¿Puedes ver lo que ha pasado? El niño ha salvado del oso a su corderito. El oso se llevó al cordero para comérselo. Pero el niño lo siguió, y salvó al cordero de la boca del oso. ¡Y cuando el oso se levantó, el niño lo hirió y lo mató! En otra ocasión el niño salvó de un león a una oveja. ¿No te parece, que el niño que ha hecho estas cosas es valiente? ¿Sabes tú, quién es este niño? Sí, ¡David¡ David crecía en obediencia ante Dios y los hombres. Había sido educado en los caminos del Señor, y ahora dedicó su corazón más plenamente a hacer la voluntad de Dios. Había estado en la corte del rey Saúl, y había visto las responsabilidades reales. Había visto la tristeza del rey Saúl como una nube oscura. Todas estas cosas provocaban inquietud en el que había sido ungido para ser rey de Israel. Pero cuando se sentía solo y atribulado por pensamientos de ansiedad, echaba mano a su arpa y producía acordes que elevaban su mente al Autor de todo lo bueno, y se disipaban las nubes oscuras que parecían entenebrecer el horizonte del futuro. ¿QUÉ LECCIONES APRENDEMOS DE LA HISTORIA DE DAVID?

This article is from: