Europa Sur
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● MIÉRCOLES, 21 DE DICIEMBRE DE 2011
Cultura y Ocio
“El cuento es un lugar de libertad, en el que se puede, y debe, intentar todo”
del cuento aquí es incuestionable. Enmilibrohaynumerososautores, de las tendencias más diversas, que lo demuestran. Pero el libro invoca desde su título la idea de que los escritores forman una gran familia interrelacionada. Así es el cuento: una Babel o, mejor, un gran internet donde reina el desorden y el desconcierto, necesarios para mirar la realidad desde otro lado. –Le pregunto una de las cuestiones que usted hace a sus entrevistados. ¿Qué autor extranjero le gustaríaquehubiesesidoespañol? –No seré muy original, pero haber
tenidounChéjov,compasivoyanalítico, que transitó los caminos del humor pero también supo ser sutilmente fantástico, que revolucionó el teatro, y que era profundamente antirretórico, hubiese sido una bendición para nuestra literatura. –Eloy Tizón ve el cuento como “una fruta: un objeto portátil, manejable, que cabe en el bolsillo, pero a la vez jugoso, perfumado, compacto, cargadodenutrientes”.Parausted, ¿cómoseríauncuento? –El libro incluye un compendio de definiciones sobre el género hechas por los autores entrevistados. La reflexión de los autores alrededor del cuento denota que es un género exigente, que genera preguntas, y en el que las fronteras no están selladas. Es difícil definir “el cuento” pero como me pregunta por “un cuento” diría que defiendo elcuentocomounlugardelibertad extrema, en el que se puede (y debe) intentar todo. Es una búsqueda de la perfección desde la imperfección asumida. Ese desfase lo hace falible, y por tanto humano. –En La familia del aire, se encuentran autores muy conocidos, pero también algunos cuya obra ha tenidomenosresonancia. –En el proyecto del libro me parecían fundamentales esos autores menos conocidos, porque en muchos de ellos, estoy seguro, está el futuro del cuento, y merecen ser leídos.Además,medamuchapena que no haya un mayor número de lectores para autores muy buenos. Entodocaso,creoqueelpanorama que presenta el volumen es rico y variado y el lector encontrará en el conjuntodesugerenciasunhilodel que tirar para descubrir, espero, sus propias lecturas y autores. –Usted apostó por el blog cuando noeraunmediotanutilizado. –Internet es un arma muy poderosa para difundir la cultura, con una tarea seria que cale en gentes muy diversas y favorezca la difusión de la lectura. Lamentablemente, se estátransformandoenunlugarpara la autopromoción, en el que no cabe un discurso pensado y algo extenso. Una de las grandes perversiones de los últimos tiempos es ladifusióndeunaideabastanteboba: la que identifica la crítica destructiva con la sinceridad. Aunque no es lo general, claro. Se han trasladado los modos de los desaparecidos y ordinarios patios de vecinos a la red. Todo vuelve, como ve.
mo dice Aitor Ibarrola en sus variados epílogos, Bierce ha sido malentendido y encapsulado durante largos años, bien en su registro más cínico y abracadabrante (el Diccionario del Diablo), bien en la temática de la Guerra Civil, donde Bierce participó como soldado. No obstante, son quizá sus cuentos inquietantes, más su humorismo negro, los que hacen de Bierce uno de los grandes escritores de la Norteamérica del XIX. En él se conti-
núa un deslumbrante linaje que va de Poe a Hawthorne, de Crane a Dunbar, de Henry James a Edith Warthon, de Mark Twain a Jack London y un alucinado Lovecraft. Tampoco hay que olvidar su herencia europea, fruto quizá de su estancia en Londres: en el Diccionario de Bierce asoman, no sólo el Diccionario filosófico de Voltaire o elEstupidario de Flaubert; es el humor de Swift lo que parece oscurecer su pluma. En El camino a la luz de la luna, son los propios fantasmas, aturdidos y errantes, quienes viven en una mayor incertidumbre que los vivos.
Miguel Ángel Muñoz recoge en el libro ‘La familia del aire’ 36 entrevistas a cuentistas LA ENTREVISTA DE LA SEMANA
Miguel Ángel Muñoz Braulio Ortiz
Además de la novela El corazón de los caballos, Miguel Ángel Muñoz ha publicado dos conjuntos de relatos, El síndrome Chéjov y Quédate donde estás, que lo han afianzado como uno de los nombres más interesantes de la narrativa. Pero, además, hay otra razón por la que el cuento español debería estar agradecido al almeriense: en su blog, titulado como su primer libro, El síndrome Chéjov, ahonda con dedicación en las claves del género. Aho-
ESPERANZAS
Confío en que los nuevos autores insistan en el relato, a pesar de las interferencias que se presenten en formas de novelas o premios” ra, Páginas de Espuma reúne en La familia del aire 36 entrevistas que Muñoz ha realizado a los cuentistas más relevantes del país, un plantel que arranca en los decanos y hermanos mayores –Merino, Fernández Cubas o Eloy Tizón, entre otros–, se detiene en la quinta del 61 –donde están Hipólito G. Navarro,IwasakioBusutil–oenelámbito fantástico –Olgoso, Moyano, Muñoz Rengel– y presta atención también a nuevas voces como Pilar Adón o Sara Mesa. –En su prólogo, destaca la riqueza del género en España y presagia lo mejorparaelcuentoporvenir. –Estoy convencido de que quien se acerque al género con predisposición descubrirá que la generación
actual de cuentistas, que se suma a dos o tres anteriores muy brillantes, con las que convive, es plural, enemiga de las etiquetas y sorprendente. Confío en la insistencia de los nuevos autores en el cuento, a pesar de las interferencias que se puedan presentar en forma de novelas, premios o escasos lectores. –Antes, un gran número de cuentistas dejaba la narración breve cuandosepasabaalanovela. –Es inevitable la dicotomía novela/relato, no nos la sacudimos de encima. Andrés Neuman me parece un ejemplo paradigmático de un autor que puede pasar de escribir un novelón extenso a entregarnos joyitas bien engarzadas en forma de cuentos muy breves. Esa es la condición del cuentista actual con la que más me identifico: no hay prejuicios, ni límites, porque el cuento no los tiene. –José María Merino señala en su entrevista una paradoja: a pesar de quellevemos“ochocientosañosde cuentos”, no nos sentimos herederos de una tradición. ¿A qué se debeesto? –Tengo la sensación de que, como entantosotrosaspectosdelacultura y política españolas, la eterna dictadura de Franco impuso en la historia de nuestra cultura un agujero negro que hizo que con la democracia se quisiera desdeñar todo lo que se hubiera hecho en ese periodo, como si formara parte de un negro atavismo que había que rechazar. Lo mejor del cuento del medio siglo español era estrictamente realista y por tanto evocaba ese mundo que había que tachar para seguir adelante. Costó cierto tiempo colocar el cuento en una perspectiva sin cortes. La novela lo logró gracias a la repercusión, en los ochenta, de la nueva literatura española. El cuento, creo, lo está consiguiendo en estos años. Podemos leer ahora a los cuentistas de estos ocho siglos no como a pioneros, sino como a fragmentos de una
El escritor Miguel Ángel Muñoz (Almería, 1970).
misma aventura narrativa. Puede ser una de las razones, además de otras muchas, como el desinterés teórico hacia el género. Así, obras maestras del cuento español como Los usurpadores o La cabeza del cordero de Francisco Ayala han recibido menor atención crítica que sus novelas, a mi juicio más retóricas y menosinteresantes.Esunejemplo. –Se habla mucho de la grandeza de los cuentistas catalanes, pero usted reivindica la fecundidad que hayenAndalucía. –Sería absurdo caer en el localismo, pero es cierto que la vitalidad
MARK PARASCANDOLA
Un periodista airado ESTUCHE AMBROSE BIERCE Ambrose Bierce. Trad. Aitor Ibarrola-Armendáriz. Alianza. Madrid, 2011. 928 páginas. 40 euros.
Manuel Gregorio González
Alianza publica, en cuatro volúmenes, una estupenda recopilación de cuentos de Ambrose Bierce, acompañados de su célebre y mordaz Diccionario del Diablo. Cuentos que se agrupan según el tema: Cuentos inquietantes, Cuentos ne-
gros y Cuentos de soldados, a los que se añade un oportuno estudio/epílogo del traductor, Aitor IbarrolaArmendáriz, cuya labor hay que calificar de óptima y meritoria. Quienes hayan leído el Gringo viejo de Carlos Fuentes ya conocen el probable final, todavía ignorado, del escritor estadounidense en el México de Zapata. Un final que es fácil imaginar como sangriento, y que no hace sino aumentar la leyenda de este escritor airado, tur-
bulento, de ingenio lacerante y epigramático, cuyos contemporáneos llamaron, no sin razón, bitter Bierce, Bierce el amargo. No obstante, y a pesar de su agitada biografía, la excelencia de Bierce radica en en la complejidad de su escritura y en la devastadora humanidad que ahí se retrata. Co-
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MIÉRCOLES, 21 DE DICIEMBRE DE 2011 ●
Diario de Jerez
Cultura y Ocio “El cuento es un lugar de libertad, en el que se puede, y debe, intentar todo” Miguel Ángel Muñoz recoge en el libro ‘La familia del aire’ 36 entrevistas a cuentistas LA ENTREVISTA DE LA SEMANA
Miguel Ángel Muñoz Braulio Ortiz
Además de la novela El corazón de los caballos, Miguel Ángel Muñoz ha publicado dos conjuntos de relatos, El síndrome Chéjov y Quédate donde estás, que lo han afianzado como uno de los nombres más interesantes de la narrativa. Pero, además, hay otra razón por la que el cuento español debería estar agradecido al almeriense: en su blog, titulado como su primer libro, El síndrome Chéjov, ahonda con dedicación en las claves del género. Ahora, Páginas de Espuma reúne en La familia del aire 36 entrevistas que Muñoz ha realizado a los cuentistas más relevantes del país, un plantel que arranca en los decanos y hermanos mayores –Merino, Fernández Cubas o Eloy Tizón, entre otros–, se detiene en la quinta del 61 –donde están Hipólito G. Navarro, Iwasaki o Busutil– o en el ámbito fantástico –Olgoso, Moyano, Muñoz Rengel– y presta atención también a nuevas voces como Pilar Adón o Sara Mesa. –En su prólogo, destaca la riqueza del género en España y presagia lo mejorparaelcuentoporvenir. –Estoy convencido de que quien se acerque al género con predisposición descubrirá que la generación actual de cuentistas, que se suma a dos o tres anteriores muy brillan-
tes, con las que convive, es plural, enemiga de las etiquetas y sorprendente. Confío en la insistencia de los nuevos autores en el cuento, a pesar de las interferencias que se puedan presentar en forma de novelas, premios o escasos lectores. –Antes, un gran número de cuentistas dejaba la narración breve cuandosepasabaalanovela. –Es inevitable la dicotomía novela/relato, no nos la sacudimos de encima. Andrés Neuman me parece un ejemplo paradigmático de un autor que puede pasar de escribir un novelón extenso a entregarnos joyitas bien engarzadas en forma de cuentos muy breves. Esa es la condición del cuentista actual con la que más me identifico: no hay prejuicios, ni límites, porque el cuento no los tiene. –José María Merino señala en su entrevista una paradoja: a pesar de quellevemos“ochocientosañosde cuentos”, no nos sentimos herederos de una tradición. ¿A qué se debeesto? –Tengo la sensación de que, como entantosotrosaspectosdelacultura y política españolas, la eterna dictadura de Franco impuso en la historia de nuestra cultura un agujero negro que hizo que con la democracia se quisiera desdeñar todo lo que se hubiera hecho en ese periodo, como si formara parte de un negro atavismo que había que rechazar. Lo mejor del cuento del medio siglo español era estrictamente realista y por tanto evocaba ese mundo que había que tachar para seguir adelante. Costó cierto
Miguel Ángel Muñoz Escritor
Confío en que los nuevos autores insistan en el relato, a pesar de las interferencias que se presenten en formas de novelas o premios” tiempo colocar el cuento en una perspectiva sin cortes. La novela lo logró gracias a la repercusión, en los ochenta, de la nueva literatura española. El cuento, creo, lo está consiguiendo en estos años. Podemos leer ahora a los cuentistas de estos ocho siglos no como a pioneros, sino como a fragmentos de una misma aventura narrativa. Puede
ser una de las razones, además de otras muchas, como el desinterés teórico hacia el género. Así, obras maestras del cuento español como Los usurpadores o La cabeza del cordero de Francisco Ayala han recibido menor atención crítica que sus novelas, a mi juicio más retóricas y menosinteresantes.Esunejemplo. –Se habla mucho de la grandeza de los cuentistas catalanes, pero usted reivindica la fecundidad que hayenAndalucía. –Sería absurdo caer en el localismo, pero es cierto que la vitalidad en Andalucía es incuestionable. En mi libro hay numerosos autores, de las tendencias más diversas, que lo demuestran. Pero el libro invoca desde su título la idea de que los escritores forman una gran familia interrelacionada. Así es el cuento: una Babel o, mejor, un gran internet donde reina el desorden y el desconcierto, necesarios para mirar la realidad desde otro lado. –Le pregunto una de las cuestiones que usted hace a sus entrevistados. ¿Qué autor extranjero le gustaríaquehubiesesidoespañol? –No seré muy original, pero haber tenidounChéjov,compasivoyanalítico, que transitó los caminos del humor pero también supo ser sutilmente fantástico, que revolucionó el teatro, y que era profundamente antirretórico, hubiese sido una bendición para nuestra literatura. –Eloy Tizón ve el cuento como “una fruta: un objeto portátil, manejable, que cabe en el bolsillo, pero a la vez jugoso, perfumado, compacto, cargadodenutrientes”.Parausted,
¿cómoseríauncuento? –El libro incluye un compendio de definiciones sobre el género hechas por los autores entrevistados. La reflexión de los autores alrededor del cuento denota que es un género exigente, que genera preguntas, y en el que las fronteras no están selladas. Es difícil definir “el cuento” pero como me pregunta por “un cuento” diría que defiendo elcuentocomounlugardelibertad extrema, en el que se puede (y debe) intentar todo. Es una búsqueda de la perfección desde la imperfección asumida. Ese desfase lo hace falible, y por tanto humano. –En La familia del aire, se encuentran autores muy conocidos, pero también algunos cuya obra ha tenidomenosresonancia. –En el proyecto del libro me parecían fundamentales esos autores menos conocidos, porque en muchos de ellos, estoy seguro, está el futuro del cuento, y merecen ser leídos.Además,medamuchapena que no haya un mayor número de lectores para autores muy buenos. Entodocaso,creoqueelpanorama que presenta el volumen es rico y variado y el lector encontrará en el conjuntodesugerenciasunhilodel que tirar para descubrir, espero, sus propias lecturas y autores. –Usted apostó por el blog cuando noeraunmediotanutilizado. –Internet es un arma muy poderosa para difundir la cultura, con una tarea seria que cale en gentes muy diversas y favorezca la difusión de la lectura. Lamentablemente, se está transformando en un lugar para la autopromoción, en el que no cabe un discurso pensado y algo extenso. Una de las grandes perversiones de los últimos tiempos es la difusión de una idea bastante boba: la que identifica la crítica destructiva con la sinceridad. Aunque no es lo general, claro. Se han trasladado los modos de los desaparecidos y ordinarios patios de vecinos a la red. Todo vuelve, como ve.
Málaga hoy
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Cultura y Ocio
“El cuento es un lugar de libertad, en el que se puede, y debe, intentar todo”
del cuento aquí es incuestionable. Enmilibrohaynumerososautores, de las tendencias más diversas, que lo demuestran. Pero el libro invoca desde su título la idea de que los escritores forman una gran familia interrelacionada. Así es el cuento: una Babel o, mejor, un gran internet donde reina el desorden y el desconcierto, necesarios para mirar la realidad desde otro lado. –Le pregunto una de las cuestiones que usted hace a sus entrevistados. ¿Qué autor extranjero le gustaríaquehubiesesidoespañol? –No seré muy original, pero haber
tenidounChéjov,compasivoyanalítico, que transitó los caminos del humor pero también supo ser sutilmente fantástico, que revolucionó el teatro, y que era profundamente antirretórico, hubiese sido una bendición para nuestra literatura. –Eloy Tizón ve el cuento como “una fruta: un objeto portátil, manejable, que cabe en el bolsillo, pero a la vez jugoso, perfumado, compacto, cargadodenutrientes”.Parausted, ¿cómoseríauncuento? –El libro incluye un compendio de definiciones sobre el género hechas por los autores entrevistados. La reflexión de los autores alrededor del cuento denota que es un género exigente, que genera preguntas, y en el que las fronteras no están selladas. Es difícil definir “el cuento” pero como me pregunta por “un cuento” diría que defiendo elcuentocomounlugardelibertad extrema, en el que se puede (y debe) intentar todo. Es una búsqueda de la perfección desde la imperfección asumida. Ese desfase lo hace falible, y por tanto humano. –En La familia del aire, se encuentran autores muy conocidos, pero también algunos cuya obra ha tenidomenosresonancia. –En el proyecto del libro me parecían fundamentales esos autores menos conocidos, porque en muchos de ellos, estoy seguro, está el futuro del cuento, y merecen ser leídos.Además,medamuchapena que no haya un mayor número de lectores para autores muy buenos. Entodocaso,creoqueelpanorama que presenta el volumen es rico y variado y el lector encontrará en el conjuntodesugerenciasunhilodel que tirar para descubrir, espero, sus propias lecturas y autores. –Usted apostó por el blog cuando noeraunmediotanutilizado. –Internet es un arma muy poderosa para difundir la cultura, con una tarea seria que cale en gentes muy diversas y favorezca la difusión de la lectura. Lamentablemente, se estátransformandoenunlugarpara la autopromoción, en el que no cabe un discurso pensado y algo extenso. Una de las grandes perversiones de los últimos tiempos es ladifusióndeunaideabastanteboba: la que identifica la crítica destructiva con la sinceridad. Aunque no es lo general, claro. Se han trasladado los modos de los desaparecidos y ordinarios patios de vecinos a la red. Todo vuelve, como ve.
mo dice Aitor Ibarrola en sus variados epílogos, Bierce ha sido malentendido y encapsulado durante largos años, bien en su registro más cínico y abracadabrante (el Diccionario del Diablo), bien en la temática de la Guerra Civil, donde Bierce participó como soldado. No obstante, son quizá sus cuentos inquietantes, más su humorismo negro, los que hacen de Bierce uno de los grandes escritores de la Norteamérica del XIX. En él se conti-
núa un deslumbrante linaje que va de Poe a Hawthorne, de Crane a Dunbar, de Henry James a Edith Warthon, de Mark Twain a Jack London y un alucinado Lovecraft. Tampoco hay que olvidar su herencia europea, fruto quizá de su estancia en Londres: en el Diccionario de Bierce asoman, no sólo el Diccionario filosófico de Voltaire o elEstupidario de Flaubert; es el humor de Swift lo que parece oscurecer su pluma. En El camino a la luz de la luna, son los propios fantasmas, aturdidos y errantes, quienes viven en una mayor incertidumbre que los vivos.
Miguel Ángel Muñoz recoge en el libro ‘La familia del aire’ 36 entrevistas a cuentistas LA ENTREVISTA DE LA SEMANA
Miguel Ángel Muñoz Braulio Ortiz
Además de la novela El corazón de los caballos, Miguel Ángel Muñoz ha publicado dos conjuntos de relatos, El síndrome Chéjov y Quédate donde estás, que lo han afianzado como uno de los nombres más interesantes de la narrativa. Pero, además, hay otra razón por la que el cuento español debería estar agradecido al almeriense: en su blog, titulado como su primer libro, El síndrome Chéjov, ahonda con dedicación en las claves del género. Aho-
ESPERANZAS
Confío en que los nuevos autores insistan en el relato, a pesar de las interferencias que se presenten en formas de novelas o premios” ra, Páginas de Espuma reúne en La familia del aire 36 entrevistas que Muñoz ha realizado a los cuentistas más relevantes del país, un plantel que arranca en los decanos y hermanos mayores –Merino, Fernández Cubas o Eloy Tizón, entre otros–, se detiene en la quinta del 61 –donde están Hipólito G. Navarro,IwasakioBusutil–oenelámbito fantástico –Olgoso, Moyano, Muñoz Rengel– y presta atención también a nuevas voces como Pilar Adón o Sara Mesa. –En su prólogo, destaca la riqueza del género en España y presagia lo mejorparaelcuentoporvenir. –Estoy convencido de que quien se acerque al género con predisposición descubrirá que la generación
actual de cuentistas, que se suma a dos o tres anteriores muy brillantes, con las que convive, es plural, enemiga de las etiquetas y sorprendente. Confío en la insistencia de los nuevos autores en el cuento, a pesar de las interferencias que se puedan presentar en forma de novelas, premios o escasos lectores. –Antes, un gran número de cuentistas dejaba la narración breve cuandosepasabaalanovela. –Es inevitable la dicotomía novela/relato, no nos la sacudimos de encima. Andrés Neuman me parece un ejemplo paradigmático de un autor que puede pasar de escribir un novelón extenso a entregarnos joyitas bien engarzadas en forma de cuentos muy breves. Esa es la condición del cuentista actual con la que más me identifico: no hay prejuicios, ni límites, porque el cuento no los tiene. –José María Merino señala en su entrevista una paradoja: a pesar de quellevemos“ochocientosañosde cuentos”, no nos sentimos herederos de una tradición. ¿A qué se debeesto? –Tengo la sensación de que, como entantosotrosaspectosdelacultura y política españolas, la eterna dictadura de Franco impuso en la historia de nuestra cultura un agujero negro que hizo que con la democracia se quisiera desdeñar todo lo que se hubiera hecho en ese periodo, como si formara parte de un negro atavismo que había que rechazar. Lo mejor del cuento del medio siglo español era estrictamente realista y por tanto evocaba ese mundo que había que tachar para seguir adelante. Costó cierto tiempo colocar el cuento en una perspectiva sin cortes. La novela lo logró gracias a la repercusión, en los ochenta, de la nueva literatura española. El cuento, creo, lo está consiguiendo en estos años. Podemos leer ahora a los cuentistas de estos ocho siglos no como a pioneros, sino como a fragmentos de una
El escritor Miguel Ángel Muñoz (Almería, 1970).
misma aventura narrativa. Puede ser una de las razones, además de otras muchas, como el desinterés teórico hacia el género. Así, obras maestras del cuento español como Los usurpadores o La cabeza del cordero de Francisco Ayala han recibido menor atención crítica que sus novelas, a mi juicio más retóricas y menosinteresantes.Esunejemplo. –Se habla mucho de la grandeza de los cuentistas catalanes, pero usted reivindica la fecundidad que hayenAndalucía. –Sería absurdo caer en el localismo, pero es cierto que la vitalidad
MARK PARASCANDOLA
Un periodista airado ESTUCHE AMBROSE BIERCE Ambrose Bierce. Trad. Aitor Ibarrola-Armendáriz. Alianza. Madrid, 2011. 928 páginas. 40 euros.
Manuel Gregorio González
Alianza publica, en cuatro volúmenes, una estupenda recopilación de cuentos de Ambrose Bierce, acompañados de su célebre y mordaz Diccionario del Diablo. Cuentos que se agrupan según el tema: Cuentos inquietantes, Cuentos ne-
gros y Cuentos de soldados, a los que se añade un oportuno estudio/epílogo del traductor, Aitor IbarrolaArmendáriz, cuya labor hay que calificar de óptima y meritoria. Quienes hayan leído el Gringo viejo de Carlos Fuentes ya conocen el probable final, todavía ignorado, del escritor estadounidense en el México de Zapata. Un final que es fácil imaginar como sangriento, y que no hace sino aumentar la leyenda de este escritor airado, tur-
bulento, de ingenio lacerante y epigramático, cuyos contemporáneos llamaron, no sin razón, bitter Bierce, Bierce el amargo. No obstante, y a pesar de su agitada biografía, la excelencia de Bierce radica en en la complejidad de su escritura y en la devastadora humanidad que ahí se retrata. Co-
Diario de Sevilla
51
● MIÉRCOLES 21 DE DICIEMBRE DE 2011
Cultura y Ocio
“El cuento es un lugar de libertad, en el que se puede, y debe, intentar todo”
del cuento aquí es incuestionable. Enmilibrohaynumerososautores, de las tendencias más diversas, que lo demuestran. Pero el libro invoca desde su título la idea de que los escritores forman una gran familia interrelacionada. Así es el cuento: una Babel o, mejor, un gran internet donde reina el desorden y el desconcierto, necesarios para mirar la realidad desde otro lado. –Le pregunto una de las cuestiones que usted hace a sus entrevistados. ¿Qué autor extranjero le gustaríaquehubiesesidoespañol? –No seré muy original, pero haber
tenidounChéjov,compasivoyanalítico, que transitó los caminos del humor pero también supo ser sutilmente fantástico, que revolucionó el teatro, y que era profundamente antirretórico, hubiese sido una bendición para nuestra literatura. –Eloy Tizón ve el cuento como “una fruta: un objeto portátil, manejable, que cabe en el bolsillo, pero a la vez jugoso, perfumado, compacto, cargadodenutrientes”.Parausted, ¿cómoseríauncuento? –El libro incluye un compendio de definiciones sobre el género hechas por los autores entrevistados. La reflexión de los autores alrededor del cuento denota que es un género exigente, que genera preguntas, y en el que las fronteras no están selladas. Es difícil definir “el cuento” pero como me pregunta por “un cuento” diría que defiendo elcuentocomounlugardelibertad extrema, en el que se puede (y debe) intentar todo. Es una búsqueda de la perfección desde la imperfección asumida. Ese desfase lo hace falible, y por tanto humano. –En La familia del aire, se encuentran autores muy conocidos, pero también algunos cuya obra ha tenidomenosresonancia. –En el proyecto del libro me parecían fundamentales esos autores menos conocidos, porque en muchos de ellos, estoy seguro, está el futuro del cuento, y merecen ser leídos.Además,medamuchapena que no haya un mayor número de lectores para autores muy buenos. Entodocaso,creoqueelpanorama que presenta el volumen es rico y variado y el lector encontrará en el conjuntodesugerenciasunhilodel que tirar para descubrir, espero, sus propias lecturas y autores. –Usted apostó por el blog cuando noeraunmediotanutilizado. –Internet es un arma muy poderosa para difundir la cultura, con una tarea seria que cale en gentes muy diversas y favorezca la difusión de la lectura. Lamentablemente, se estátransformandoenunlugarpara la autopromoción, en el que no cabe un discurso pensado y algo extenso. Una de las grandes perversiones de los últimos tiempos es ladifusióndeunaideabastanteboba: la que identifica la crítica destructiva con la sinceridad. Aunque no es lo general, claro. Se han trasladado los modos de los desaparecidos y ordinarios patios de vecinos a la red. Todo vuelve, como ve.
mo dice Aitor Ibarrola en sus variados epílogos, Bierce ha sido malentendido y encapsulado durante largos años, bien en su registro más cínico y abracadabrante (el Diccionario del Diablo), bien en la temática de la Guerra Civil, donde Bierce participó como soldado. No obstante, son quizá sus cuentos inquietantes, más su humorismo negro, los que hacen de Bierce uno de los grandes escritores de la Norteamérica del XIX. En él se conti-
núa un deslumbrante linaje que va de Poe a Hawthorne, de Crane a Dunbar, de Henry James a Edith Warthon, de Mark Twain a Jack London y un alucinado Lovecraft. Tampoco hay que olvidar su herencia europea, fruto quizá de su estancia en Londres: en el Diccionario de Bierce asoman, no sólo el Diccionario filosófico de Voltaire o elEstupidario de Flaubert; es el humor de Swift lo que parece oscurecer su pluma. En El camino a la luz de la luna, son los propios fantasmas, aturdidos y errantes, quienes viven en una mayor incertidumbre que los vivos.
Miguel Ángel Muñoz recoge en el libro ‘La familia del aire’ 36 entrevistas a cuentistas LA ENTREVISTA DE LA SEMANA
Miguel Ángel Muñoz Braulio Ortiz
Además de la novela El corazón de los caballos, Miguel Ángel Muñoz ha publicado dos conjuntos de relatos, El síndrome Chéjov y Quédate donde estás, que lo han afianzado como uno de los nombres más interesantes de la narrativa. Pero, además, hay otra razón por la que el cuento español debería estar agradecido al almeriense: en su blog, titulado como su primer libro, El síndrome Chéjov, ahonda con dedicación en las claves del género. Aho-
ESPERANZAS
Confío en que los nuevos autores insistan en el relato, a pesar de las interferencias que se presenten en formas de novelas o premios” ra, Páginas de Espuma reúne en La familia del aire 36 entrevistas que Muñoz ha realizado a los cuentistas más relevantes del país, un plantel que arranca en los decanos y hermanos mayores –Merino, Fernández Cubas o Eloy Tizón, entre otros–, se detiene en la quinta del 61 –donde están Hipólito G. Navarro,IwasakioBusutil–oenelámbito fantástico –Olgoso, Moyano, Muñoz Rengel– y presta atención también a nuevas voces como Pilar Adón o Sara Mesa. –En su prólogo, destaca la riqueza del género en España y presagia lo mejorparaelcuentoporvenir. –Estoy convencido de que quien se acerque al género con predisposición descubrirá que la generación
actual de cuentistas, que se suma a dos o tres anteriores muy brillantes, con las que convive, es plural, enemiga de las etiquetas y sorprendente. Confío en la insistencia de los nuevos autores en el cuento, a pesar de las interferencias que se puedan presentar en forma de novelas, premios o escasos lectores. –Antes, un gran número de cuentistas dejaba la narración breve cuandosepasabaalanovela. –Es inevitable la dicotomía novela/relato, no nos la sacudimos de encima. Andrés Neuman me parece un ejemplo paradigmático de un autor que puede pasar de escribir un novelón extenso a entregarnos joyitas bien engarzadas en forma de cuentos muy breves. Esa es la condición del cuentista actual con la que más me identifico: no hay prejuicios, ni límites, porque el cuento no los tiene. –José María Merino señala en su entrevista una paradoja: a pesar de quellevemos“ochocientosañosde cuentos”, no nos sentimos herederos de una tradición. ¿A qué se debeesto? –Tengo la sensación de que, como entantosotrosaspectosdelacultura y política españolas, la eterna dictadura de Franco impuso en la historia de nuestra cultura un agujero negro que hizo que con la democracia se quisiera desdeñar todo lo que se hubiera hecho en ese periodo, como si formara parte de un negro atavismo que había que rechazar. Lo mejor del cuento del medio siglo español era estrictamente realista y por tanto evocaba ese mundo que había que tachar para seguir adelante. Costó cierto tiempo colocar el cuento en una perspectiva sin cortes. La novela lo logró gracias a la repercusión, en los ochenta, de la nueva literatura española. El cuento, creo, lo está consiguiendo en estos años. Podemos leer ahora a los cuentistas de estos ocho siglos no como a pioneros, sino como a fragmentos de una
El escritor Miguel Ángel Muñoz (Almería, 1970).
misma aventura narrativa. Puede ser una de las razones, además de otras muchas, como el desinterés teórico hacia el género. Así, obras maestras del cuento español como Los usurpadores o La cabeza del cordero de Francisco Ayala han recibido menor atención crítica que sus novelas, a mi juicio más retóricas y menosinteresantes.Esunejemplo. –Se habla mucho de la grandeza de los cuentistas catalanes, pero usted reivindica la fecundidad que hayenAndalucía. –Sería absurdo caer en el localismo, pero es cierto que la vitalidad
MARK PARASCANDOLA
Un periodista airado ESTUCHE AMBROSE BIERCE Ambrose Bierce. Trad. Aitor Ibarrola-Armendáriz. Alianza. Madrid, 2011. 928 páginas. 40 euros.
Manuel Gregorio González
Alianza publica, en cuatro volúmenes, una estupenda recopilación de cuentos de Ambrose Bierce, acompañados de su célebre y mordaz Diccionario del Diablo. Cuentos que se agrupan según el tema: Cuentos inquietantes, Cuentos ne-
gros y Cuentos de soldados, a los que se añade un oportuno estudio/epílogo del traductor, Aitor IbarrolaArmendáriz, cuya labor hay que calificar de óptima y meritoria. Quienes hayan leído el Gringo viejo de Carlos Fuentes ya conocen el probable final, todavía ignorado, del escritor estadounidense en el México de Zapata. Un final que es fácil imaginar como sangriento, y que no hace sino aumentar la leyenda de este escritor airado, tur-
bulento, de ingenio lacerante y epigramático, cuyos contemporáneos llamaron, no sin razón, bitter Bierce, Bierce el amargo. No obstante, y a pesar de su agitada biografía, la excelencia de Bierce radica en en la complejidad de su escritura y en la devastadora humanidad que ahí se retrata. Co-