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EL DESCENSO DE 1996
En 1996, Tigres se proclamó campeón de Copa, pero meses después perdió la categoría. MEXSPORT
El Clásico regio marcó el descenso de Tigres, en una temporada en que ganó la Copa y calificó a la Liguilla
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EL CLÁSICO
El objetivo era evitar el descenso; eso te deja un mal sabor. Sin embargo, fue una temporada fenomenal”
POR AARÓN HERNÁNDEZ C on el transcurso de los años, el Clásico regio se ha ganado a pulso los reflectores y las portadas que ha generado. Se trata de una rivalidad que paraliza a toda una ciudad, incluso al estado, un partido que tiene a aficionados albiazules y auriazules al borde del asiento. Se trata, auténticamente, de una confrontación que comenzó en la década de los setentas y. que poco a poco, se ha ganado un papel importante dentro del futbol mexicano, no solo por sus momentos épicos, también por sus personajes y por la calidad de sus anotaciones.
Sin embargo, una de las ediciones más memorables de este Clásico sucedió en 1996, cuando se convirtió en un episodio oscuro para la institución de San Nicolás de los Gar
za. Un encuentro que estará en la memoria de albiazules y auriazules de por vida.
Por muchos es recordada la tarde del domingo del 24 de marzo de 1996.
Muchos tienen fresco en la memoria el golazo de volea de Sergio Verdirame, o quizá la excelsa media vuelta de Luis Miguel Salvador. Otros tantos recuerdan la inolvidable frase de Don Roberto Hernández Jr: “Que Dios bendiga a todos los que le hicieron daño a este equipo”.
Pero otra de las pinturas más emotivas es aquella imagen del aficionado felino llorando en la malla del Universitario por lo que sucedió esa tarde.
Y es que ese suceso está a unos meses de cumplir su aniversario número 24, un día triste para Tigres y de tanta alegría para Rayados del Monterrey.
DEL DESCENSO Con ese partido, Monterrey inició una paternidad en Clásicos importantes sobre Tigres, el marcador de 2-1 de ese ya lejano 1996, consumó el descenso de los felinos a la Segunda División. El club perdió la categoría, tras una campaña de desaciertos y debió permanecer un año en ese circuito.
La victoria de Morelia sobre Veracruz por marcador de 1-0 dejó a Tigres con muy pocas posibilidades de rescatar la situación, pero la ilusión estaba en cada uno de los aficionados que llenaron el estadio Universitario para ese importante encuentro. Todo era alegría, esperanza y nervios en las tribunas, mismos que explotaron tras el prematuro gol de Omar Arellano, quien puso el 1-0 a favor de los felinos. Era el gol de la esperanza. Pero todo se volvió gris, el inmueble enmudeció cuando Raúl Aredes desbordó desde la izquierda, recortó a un defensa con facilidad y con una técnica de alto nivel sacó un centro de tres dedos, medido par Sergio Verdirame, quien ya esperaba para prender ese balón.
La mirada del Pibe estaba en el esférico, ya sabía dónde quería mandar esa pelota. Robert Dante Siboldi se lanzó queriendo alargar sus brazos unos dos metros, distancia que tal vez habría sido suficiente para detener ese bombazo. Ese fue el 1-1.
Pero la tristeza fue mayor cuando Luis Miguel Salvador, en ese momento delantero de Rayados, recibió un servicio, en su control salió elevado y de media vuelta disparó. Fue el 2-1. Todo esto en la primera parte del encuentro.
Con coraje y ganas, pero con poco futbol, Tigres no pudo anotar, perdió el que hasta entonces era el Clásico más doloroso para toda la nación felina.
Esto quedó inmortalizado con una de las frases más conmovedoras e inmortales de Don Roberto Hernández Jr, al despedir la transmisión de RG La Deportiva: “Se acabó, Monterrey ganó, Tigres de la Autónoma de Nuevo León está en Segunda División, que Dios bendiga a todos los que le hicieron daño a este equipo”.
Ese 24 de marzo de 1996 quedó marcado para todos los aficionados del futbol regiomontano. Las dos caras de la moneda se hacían visibles en la capital de Nuevo León. Por un lado estaba la alegría rayada y por otro lado la tristeza por ver a su equipo descendido.
Sin embargo, ese encuentro significó el antes y el después en esta rivalidad de la ciudad de Monterrey, ya que con el paso de los años, nuevos episodios se hicieron presentes, como fue el caso de la primera Final regia y la Finalregiainternacional en la Liga de Campeones de la Concacaf.
Independientemente de las ediciones venideras de este Clásico , el 24 de marzo de 1996 fue un día de dolor para Tigres y de gozo para el recuerdo de Rayados. 49 Puntos hizo Tigres en esa campaña 91 Puntos y 108 juegos de cociente 1 Tiunfo logró en esa Liguilla
Robert Dante Siboldi y la Copa. MEXSPORT