CURSO DE TEORÍA SOCIAL
Unidad I: Introducción Prof. T. Palacios Escuela de Psicología U.C.V.
AVISPAS, HUMANIDADES Y UNIVERSIDADES 1 Saber estrictamente lo necesario es el camino más sencillo. Partiendo de esta demoledora premisa, Massimo Desiato se da a la tarea de reflexionar sobre la dinámica de las universidades locales e ilustra sus apuntes con el ejemplo de la Avispa Sphex, animales condenados, como algunos profesores y alumnos, a la repetición.
MASSIMO DESIATO Uno de los problemas por los cuales atraviesa hoy día las universidades venezolanas se debe al extravío de sus estudiantes: estos tienden a confundirla con el sistema de enseñanza del cual proceden. Dicha confusión tiene, lamentablemente, consecuencias negativas sobre sus resultados académicos, ya que la Universidad implica otros hábitos de estudio, una estructura mental distinta y una actitud diferente de cualquier otro establecimiento educativo. Por ende, llegar a conocer qué es una Universidad, no significa saber su historia y su estructura, no es un simple proceder teórico, sino saber qué hacer dentro de ella: es una práctica y un ejercicio. La Universidad no es un simple conjunto de edificios de ladrillos o concreto, ni los jardines que lo rodean; tampoco los diversos laboratorios, los salones de estudio, los espacios recreativos, las instalaciones deportivas, el teatro, el cine y todos los servicios ofrecidos a los estudiantes. Ni siquiera es su estructura administrativa: la Universidad es el estudiante y el profesor en el intercambio y producción de saberes. Con mayor precisión: la Universidad es una manera de ser tanto del estudiante como del profesor y que depende, para seguir existiendo, del esfuerzo conjunto que se realice en aras a conservar y robustecer esa manera de ser. La Universidad es un universo simbólico, más que físico. El llamado ``campus'' no es sino un espacio que resalta una actividad: la Universidad es la actividad, no el ``campus''. Para introducirnos en la manera de ser requerida por la Universidad, comenzaré por exponer la vida de la Avispa Sphex. Esta avispa se diferencia de las comunes porque cuando llega la época de poner los huevos, construye un túmulo y 1
Publicado originalmente el 30/07/1997 en el Papel Literario del diario El Nacional, Caracas.
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seguidamente caza un grillo. Después de clavarle el aguijón con el fin de paralizarlo, pero manteniéndolo vivo, lo arrastra hasta el umbral del túmulo, pone los huevos junto al grillo, cierra el montículo, sale volando y no vuelve jamás. A su debido tiempo, los huevos se rompen y las larvas se alimentan del grillo. Frente a esta operación, no podemos sino admirar la precisión y la ``inteligencia'' de esta avispa. Con su labor ha modificado el terreno, ha construido la ``casa'', cazado y provisto de alimento a su prole: es una madre perfecta. Lo previó todo. Bueno, casi todo. En efecto, si alguien -supongamos un experimentadordesplaza al grillo unos centímetros más allá del umbral del túmulo, la avispa, que mientras tanto está dentro del túmulo revisando que todo esté en orden, sale y vuelve a poner el grillo en el umbral del montículo. El ``malvado experimentador'' repite su operación y desplaza el grillo más allá del umbral, aprovechándose del afán de revisión de la pobre avispa. Esta se ve entonces ``condenada'' a arrastrar el grillo otra vez hasta el umbral. El experimento se ha repetido hasta cien veces y a la avispa nunca se le ocurrió colocar el grillo, de una vez, dentro del túmulo para evitar su desplazamiento. ¨Por qué? Pues simplemente porque su ``inteligencia'' no es tal: la avispa está condenada a repetir mecánicamente la operación. Decimos, entonces, que la avispa es ``poco avispada'', sencillamente no piensa, es decir, no inventa nada nuevo. Pero, seguidamente podemos preguntar por qué no es capaz de realizar otra conducta. En este caso, la respuesta es la siguiente: la avispa sabe hacer lo suyo (construir el túmulo, cazar el grillo, arrastrarlo, congelarlo, ponerlo adentro) pero sólo sabe hacer lo suyo . En otras palabras, la avispa sabe estrictamente lo necesario. El lector se estará preguntando qué tiene que ver la Avispa Sphex con las universidades. El asunto es que muchos seres humanos se conducen desafortunadamente como este insecto, es decir, actúan de conformidad al principio de saber estrictamente lo necesario. De hecho, una gran cantidad de instituciones y organizaciones diseñan sus ambientes para alcanzar objetivos mediante el empleo de conjuntos inteligentemente organizados de individuos ignorantes. Estas instituciones fomentan entonces las conductas de avispa. En estos casos, los hombres quedan reducidos a animales: no se los hace pensar. Además, este fenómeno cuenta con la complicidad de los mismos individuos, pues saber estrictamente Material elaborado por Tomás Palacios
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lo necesario es más fácil, implica un menor esfuerzo, que saber también lo que no es estrictamente necesario. En la medida en que los individuos buscan el placer y evitan el sacrificio, les resultará más atractivo saber estrictamente lo necesario. Es de suma importancia que el estudiante que ingresa a la universidad rechace esta clase de individuos, por dos razones fundamentales: en primer lugar, porque bien puede sucederle lo que le pasó a la avispa. En ese caso, alguien lo controlará y no podrá hacer nada para liberarse de ese dominio: simplemente no entenderá lo que sucede, se sentirá frustrado y, finalmente, caerá en la apatía. En segundo lugar, porque difícilmente logrará hacer y ser Universidad, pues las universidades son instituciones que se caracterizan por ir en contra del principio de saber estrictamente lo necesario. ¨Por qué lo hacen? Pues porque la mayoría de las veces las situaciones en las cuales se desempeñan los humanos son tan complejas y poco predecibles que no se conoce con certeza qué significa saber estrictamente lo necesario. Si la Avispa Sphex hubiese ido a una universidad, habría desarrollado la capacidad para inventar soluciones nuevas para situaciones imprevistas, porque habría sido educada para pensar y para pensar su propio pensar . (Es decir, para preguntarse si lo que piensa es correcto respecto de la situación que enfrenta, si pensando lo que piensa se favorece a sí mismo o en cambio a otras personas y así sucesivamente). Sé que a menudo los estudiantes consideran que hay materias que no sirven para nada, asignaturas de relleno, poco importantes. Las humanidades suelen tener esa suerte con nuestros jóvenes (y muchos adultos). Se dice de ellas que son ``meras habladurías'' (¨o debería escribir con su jerga ``pura paja''?) porque no van directo al grano. Quizás sea este el momento de que se las mire desde otra perspectiva: las humanidades buscan evitar el ``efecto avispa''. Por ello, son constitutivas de toda Universidad . Ellas humanizan a los individuos justamente porque los liberan de las repeticiones ciegas y mecánicas, al permitir pensar el pensamiento. Esta es una de las grandes diferencias que hay entre los Ateneos y los Institutos Técnicos. Mientras los primeros enseñan que hay que conocer más que lo estrictamente necesario, los segundos se limitan a transmitir un conjunto de prácticas que el individuo aplicará el resto de sus días con poca reflexión (de vez en cuando sólo deberá actualizar esas prácticas). Por esta razón,
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la Universidad, en tanto supera el principio estrictamente lo necesario, emancipa al individuo.
de
saber
Cuando las humanidades (pero también cualquier otro saber) son tratadas como un conjunto muerto de conocimientos que hay que aprender de memoria para posteriormente repetir, lejos de combatir el ``efecto avispa'', lo padecen e incrementan. La ``sphexidad'' es más que una amenaza dentro de nuestras universidades: es aquello que las está condenando. En ellas, difícilmente se piensa. En consecuencia, menos pueden ofrecerle al país soluciones nuevas con las cuales enfrentar la crisis. Una reforma universitaria en la actualidad implica mucho más que una simple reorganización administrativa: requiere una nueva manera de concebir el estudio de cara a lo que la sociedad venezolana de finales de siglo demanda.
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