2 minute read
Fortalecernos con la Oración
Fortalecernos con la Oración Por Rosalba Quiroz
29-31 4
Advertisement
Calendario
Diocesano del Mes Mayo, 2020 Fecha límite para aplicar para servir en Busqueda # 11 Reunión Retiro para equipo servidor de Busqueda • Los retiros de Emaús tuvieron que ser cancelados hasta nuevo aviso. P ara tener paz en estos momentos de angustia en que el virus ha afectado a todo el mundo de una manera despiadada, robando seres queridos sin importar edad, raza ni clase social, es necesario refugiarnos en la oración sincera y continua.
Nuestro Padre Dios se manifiesta en todo momento por medio de quienes desinteresadamente ofrecen sus servicios y hasta su vida por salvar a otros. Confiados en su misericordia roguémosle a nuestro Dios para que nos alcance su protección y su misericordia: Salmo 33. sacado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional.
Canten al Señor con alegría, ustedes los justos; es propio de los íntegros alabar al Señor.
Alaben al Señor al son del arpa; entonen alabanzas con el salterio. Cántenle una canción nueva; toquen con destreza, y den voces de alegría. La palabra del Señor es justa; fieles son todas sus obras. El Señor ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de su amor. Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas.
Él recoge en un cántaro el agua de los mares, y junta en vasijas los océanos. Tema toda la tierra al Señor; hónrenlo todos los pueblos del mundo; porque él habló, y todo fue creado; dio una orden, y todo quedó firme.
El Señor frustra los planes de las naciones; desbarata los designios de los pueblos. Pero los planes del Señor quedan firmes para siempre; los designios de su mente son eternos.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que escogió por su heredad.
El Señor observa desde el cielo y ve a toda la humanidad; él contempla desde su trono a todos los habitantes de la tierra.
Él es quien formó el corazón de todos, y quien conoce a fondo todas sus acciones.No se salva el rey por sus muchos soldados, ni por su mucha fuerza se libra el valiente.
Vana esperanza de victoria es el caballo; a pesar de su mucha fuerza no puede salvar.Pero el Señor cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran amor; él los libra de la muerte, y en épocas de hambre los mantiene con vida. Esperamos confiados en el Señor; él es nuestro socorro y nuestro escudo.