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catholicnewsherald.com | January 29, 2021
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Padre Julio Domínguez
En oración
En estos días he recibido tantos mensajes de familiares y amigos que me piden oración por familiares que están muriendo o ya han fallecido.
Es increíble el número de personas que están sufriendo y mi corazón se estremece y llora ante tanta calamidad.
Es en estos momentos donde nos puede venir el grito interior de decirle a Dios: ¡Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado! O la gran tentación de pensar que Dios es indiferente.
Pero no queridos hermanos, no es así. Hoy más que nunca el Señor está muy cercano a nosotros como lo estuvo con su Hijo en el Getsemaní, o como lo estuvo con su Hijo amado en el momento de las tentaciones en el desierto.
Hoy más que nunca tenemos que gritarle al Padre: si es posible líbranos de este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya Señor.
El Señor, queridos hermanos, tiene compasión por nosotros y al ser parte del cuerpo místico de Cristo sufre con nosotros.
A veces nosotros, los humanos, tenemos que sufrir las consecuencias de nuestras malas decisiones. Tanto desde la creación de ese virus (si es que perversamente fue creado) hasta el no cuidarnos debidamente como se nos ha recomendado.
Si todos tomáramos conciencia y trabajáramos en los cuidados, en el respeto de los más débiles, y sobretodo en el respeto de la dignidad humana, todo sería otra situación diferente a la que estamos viviendo.
Ahora nos toca doblar rodilla, humillarnos delante del Señor e implorar misericordia.
Debemos de despertar el espíritu de compasión hacia las familias que están sufriendo en estos momentos y ser solidarios en sus necesidades.
Debemos estar atentos a que no se siga propagando el virus por irresponsabilidades nuestras. Usar la prudencia y hacer que los que aún no creen se queden solos y no seguirles el juego de que este virus es solo una fantasía o algo político.
Pero al mismo tiempo tenemos que recuperar el sentido de la dignidad humana. Hagamos más por la vida, recobremos el sentido de dignidad y santidad de la vida humana.
Nosotros los católicos debemos de decir no al aborto, no a los medios anticonceptivos, no a la eutanasia, no a la explotación de menores, no a la trata de blancas, no a todos los cárteles y mafias que matan miles y miles de nuestros jóvenes, no a la violencia doméstica contra las mujeres, los hombres o los niños.
Si recuperáramos a conciencia el sentido de la dignidad humana, tal cual la quiso el Señor, estaríamos haciendo mucho por toda nuestra humanidad.
Quiero decirles a todas las personas que me han pedido oración y que están sufriendo, que no soy ajeno a sus sufrimientos y que pido por todos ustedes.
Ojalá que pronto veamos un nuevo amanecer y Dios nos ayude a seguir adelante, pero que entendamos aquellas palabras que el Señor nos dijo un día: “aquello que hiciste contra el más pequeño de tus hermanos, conmigo lo hiciste”.
Ánimo hermanos y que Dios les bendiga a todos.
Parroquia Guadalupe canceló Misas presenciales
CÉSAR HURTADO REPORTERO
CHARLOTTE — En respuesta al creciente número de casos de COVID-19 en la región, y particularmente entre los fieles de la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en Charlotte, la parroquia decidió cancelar todas las Misas presenciales hasta fines del mes de enero, cuando efectuarán una nueva evaluación sobre las condiciones sanitarias existentes.
El Padre Gregorio Gay, párroco, dijo que, en decisión conjunta con los dos sacerdotes que lo acompañan en su misión pastoral, Padre Hugo Medellín y Padre Leo Tiburcio, el consejo parroquial y el personal de oficina, determinaron suspender las celebraciones presenciales para evitar cualquier posibilidad de contagio entre las personas que asistían a sus Misas.
“Hemos estado manteniendo todos los protocolos de seguridad en la Iglesia”, dijo el Padre Gregorio, aclarando que, tras realizarse el seguimiento de los contagios, se determinó que todos ellos habían ocurrido fuera de las instalaciones parroquiales.
En conversación con varios de los afectados, el Padre Gregorio pudo comprobar que los contagios se habían producido en lugares de trabajo, reuniones familiares realizadas durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo u otras situaciones, “pero hasta el momento no tenemos evidencia que (los contagios) hayan sucedido aquí, en la parroquia”, señaló.
“Todos los sacerdotes y el equipo que trabaja aquí diariamente nos encontramos bien de salud”, añadió, por lo que “la parroquia se mantendrá abierta en horarios de oficina atendiendo las necesidades de la comunidad”.
ESTRICTOS CONTROLES
La parroquia Guadalupe realiza uno de los más estrictos controles para el ingreso a su templo. Ujieres y voluntarios guian el estacionamiento, mientras que otros controlan la temperatura corporal y uso apropiado de la mascarilla en cada uno de los asistentes y visitantes a sus celebraciones litúrgicas o reuniones de ministerios.
Varias estaciones de limpieza con pañuelos desechables, paños desinfectantes y alcohol en gel están distribuidos en todos los ambientes.
En el interior del templo, bajo un riguroso cumplimiento del aforo limitado, los asistentes se sientan por familias en bancas agrupadas respetando el distanciamiento social.
Incluso, durante la celebración de la fiesta de la Virgen de Guadalupe, ocurrida en la primera quincena de diciembre, se extremaron las medidas de seguridad.
Como se recuerda, las autoridades federales, estatales y locales advirtieron que una segunda ola de infecciones de Coronavirus podría producirse si se relajaban las medidas de prevención durante la temporada de celebración del Día de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo.
Hasta el miércoles 27 de enero, según datos proporcionados por Wikipedia y The New York Times, más de 731 mil casos de COVID han sido detectados en Carolina del Norte, llegando la cifra de fallecidos a 8.839.
Solo el 11 de enero se sumaron casi 9.500 nuevos casos de COVID en el estado, la cifra más alta desde que comenzó la pandemia.
MISAS VIRTUALES
El horario de Misas virtuales es el siguiente: martes: 7:30 p.m.; miércoles, jueves y viernes: 12:00 p.m.; sábado: 6 p.m. que contará como Misa dominical.
Iniciando el domingo 24 de enero, se realiza servicio de comunión de 8 a.m. a 1 p.m. y solicitan se respete la distancia social, el uso de mascarillas y el lavado de manos frecuente.
Más online
En www.facebook.com/NSGuadalupeCharlotte: Visite la página de facebook de la parroquia para mayores informes En charlottediocese.org/coronavirus-update: Infórmese sobre la pandemia de COVID-19
Iglesias de Charlotte presentes en colaboración con Atrium Health para vacunar contra COVID-19
CHARLOTTE — Las Iglesias Nuestra Señora de Guadalupe y San John Neumann se están asociando con Atrium Health en su programa ‘Inmunidad comunitaria para todos’, un esfuerzo de colaboración para vacunar a comunidades desatendidas que están siendo afectadas de manera desproporcionada por el Coronavirus.
La colaboración “tiene como meta reconocer la historia de la injusticia sanitaria en las comunidades de color, escuchar y colaborar con organizaciones asociadas, así como educar y apoyar a las personas en la toma de decisiones informadas para proteger mejor su salud y bienestar”, señaló un comunicado de Atrium Health del 21 de enero. El proveedor médico está “coordinando establecer puntos de vacunación en asociación con organizaciones locales que llegan a comunidades de color desatendidas, para garantizar la equidad en el acceso a vacunas COVID-19 seguras, efectivas y aprobadas por la FDA”.
Atrium aún está preparando sus planes y las ubicaciones de los centros de vacunación aún no se han determinado, pero las iglesias de Charlotte podrían estar entre las aprobadas como puntos móviles de vacunación cuando haya vacunas disponibles. Atrium también trabajará con las iglesias para proporcionar información sobre vacunas que responda culturalmente a las poblaciones vulnerables.
El Padre Gregory Gay, pastor de Nuestra Señora de Guadalupe en Charlotte, dijo que ayudar a la comunidad como lugar de vacunación “es nuestro deseo y será de gran beneficio para nuestra gente, especialmente para las personas mayores que no tendrán que formar largas filas de espera”.
El P. Gregorio aprovechó para agradecer la colaboración de Atrium que en varias ocasiones ha ofrecido pruebas de COVID-19 en su parroquia, fuertemente afectada por numerosos casos entre sus fieles.
El esfuerzo de divulgación de vacunación se está desarrollando a partir del exitoso esfuerzo en pruebas móviles de COVID-19. Atrium Health ha llevado sus unidades móviles a varias iglesias católicas del área de Charlotte, incluidas Nuestra Señora de Guadalupe y Nuestra Señora de la Consolación.
“Desde el comienzo de la pandemia, el programa ‘Para Tu Salud’, bajo los auspicios de Atrium Health, y en colaboración con socios de la comunidad local y comunidades religiosas, ha trabajado para proporcionar a nuestra comunidad latina pruebas y exámenes de detección de COVID-19, mascarillas gratuitas y educación sobre COVID-19”, dijo Rita Dominguez, MPH, CHES®, gerente de Proyecto de Salud Comunitaria de Atrium Health.
A través de ‘Para tu salud’, Atrium Health ha convocado mesas redondas con organizaciones comunitarias y coaliciones para unir servicios y
(Izquierda) Portando cartelones y orando el Santo Rosario, centenares de personas pidieron el fin del aborto durante la Marcha por la Vida Charlotte 2021 que recorrió las calles del Uptown. (Abajo) El Padre Noah Carter, pastor de la Iglesia Santa Cruz en Kernersville, orador principal, dijo que “debemos tejer nuestro mensaje provida en un movimiento que cambie el corazón de nuestro país”.
PATRICIA L. GUILFOYLE | CATHOLIC NEWS HERALD
Marcha por la Vida Charlotte pide conversión de corazones para terminar con el aborto
CATHOLIC NEWS HERALD
CHARLOTTE — Cerca de 200 personas de todas las edades desafiaron un lluvioso día de invierno para testificar públicamente sobre la santidad de la vida humana, durante la decimoquinta Marcha anual por la Vida Charlotte.
La marcha pacífica al aire libre y la vigilia de oración en Independence Square del 15 de enero contó con la participación de muchas familias con niños pequeños, miembros de los Caballeros de Colón, clérigos locales y seminaristas universitarios del Seminario Universitario San José en Mount Holly. Además de los feligreses de las iglesias católicas del área de Charlotte, miembros de la Iglesia Luterana de Todos los Santos en Charlotte también participaron en el evento público, que se redujo debido a las precauciones por el COVID-19.
La Marcha anual por la Vida Charlotte recuerda el aniversario de las decisiones de la Corte Suprema de Roe vs. Wade y Doe vs. Bolton en 1973 que legalizaron el aborto. La marcha y la Misa especial por los No nacidos, ofrecida en la Iglesia San Vicente de Paul en Charlotte, están pensadas como un momento de oración para llamar la atención sobre los más de 61 millones de vidas perdidas por el aborto y la necesidad de cambiar los corazones de las personas.
El Padre Noah Carter, pastor de la Iglesia de la Santa Cruz en Kernersville, pronunció el discurso de apertura después que la marcha, que partió desde el Centro Pastoral de la Diócesis de Charlotte, llegara a Independence Square en Uptown Charlotte.
Los argumentos a favor del aborto se han expandido por décadas a medida que nuestra cultura se ha vuelto cada vez más individualista y centrada en la comodidad material por encima de todo, dijo el Padre Carter, quien calificó el aborto como una “epidemia social de individualismo irracional”.
Más allá de las raíces del movimiento moderno a favor del aborto en el racismo y la eugenesia, defendido por la fundadora de Planned Parenthood, Margaret Sanger, la mentalidad actual a favor del aborto dice que “si un niño no es deseado, su vida (es) de alguna manera menos importante que la de un niño deseado, porque su vida sería una de mayores dificultades y pruebas”, dijo el Padre Carter.
“Sin embargo, no se de ninguna garantía de que uno tenga derecho a una vida sin sufrimiento ni angustia. No hay garantía que diga que uno tiene derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad sin tener que superar dificultades y obstáculos. No, aquí sabemos que el derecho a la vida es absoluto en sí mismo. Significa que un niño tiene derecho a ser llevado a término, dado a luz y luego cuidado con
Padre Hugo A. Medellín
La luz al final del túnel
En el primer domingo del tiempo ordinario se aborda el tema del bautizo del Señor.
Este tópico nos sirve para reflexionar en nuestro propio bautizo que tiene su origen en dicho bautizo. Ese día en el río Jordán (Lucas 3, 21-23), cuando Jesús fue bautizado inició una nueva era en nuestra historia y es un acontecimiento fundamental en nuestra fe.
El bautizo del Señor Jesús marca el paso de su vida privada a su vida pública. Para este momento en el ciclo litúrgico ya pasó el tiempo de Navidad.
En las narrativas de la infancia de Jesús, el niño es un personaje pasivo, rol propio de un niño. El niño Jesús tomó algo de iniciativa cuando se pierde en le templo, derecho propio del niño, de acuerdo a su tiempo y cultura (Lucas 2, 41-52). El resto de la vida juvenil de Jesús se queda oscura en la historia. A los escritores sagrados no les interesaba tanto este tiempo. Pero su vida publica inicia con el momento de su bautizo y por eso es importante para los escritores sagrados mencionarlo.
Al ser seguidores de Jesús también a nosotros nos corresponde ser participes activos en sociedad, en la vida pública. El año pasado, nuestra vida pública se caracterizó de muchas maneras, de las que solo mencionaré algunas. Primero, por la directiva de los expertos en la salud de portar mascarilla para minimizar el riesgo de contagio. También, como cristianos que reconocemos el racismo como un mal intrínseco, nos correspondía denunciar el odio racial que nos azotó una vez más. Y por último, como cristianos responsables y agentes activos en nuestra sociedad, nos correspondía rendir nuestro voto.
Y gracias a Dios, terminó la era de las noticias falsas. Teorías de conspiración siempre las ha habido; y creo que, en esta vida siempre las habrá. Pero, cuando estas teorías acapararon los medios primarios de comunicación, solo sembraron desconfianza, violencia y miedo. Como seguidores de Jesús nuestra lealtad pertenece a la verdad. Y nos corresponde discernir esa verdad porque ese es un poder y un deber que Dios nos confió desde la creación.
Este nuevo año, podemos vislumbrar una luz al final de ese largo túnel. El presidente Joe Biden, quien profesa la fe católica, abogado de los pobres y marginados, ha prometido traer unidad a nuestro país.
Esperamos una reforma migratoria justa para tantos indocumentados que son trabajadores esenciales y han puesto su vida en riesgo para evitar el colapso de la estructura social. Sin ellos, el año 2020 hubiera sido testigo de muchas más muertes y sufrimientos. Nuestros indocumentados han esperado 20 años por una reforma migratoria justa. Necesitamos hacer valer nuestra voz para que este oscuro túnel del sufrimiento de nuestro pueblo inmigrante quede por fin detrás de nosotros.
El presidente Biden también ha prometido atacar diligentemente y sin descanso esta pandemia que se ha convertido en el más grande desastre natural de nuestro tiempo. Por el bien de todos, tenemos que colaborar con los esfuerzos y directivas que nos dan los expertos en la ciencia.
La Iglesia también se mantendrá en diálogo con el nuevo presidente para encontrar mejores resoluciones con respecto al mal intrínseco del aborto, punto de tensión entre la Iglesia y el Señor Presidente.
En este nuevo año litúrgico, como en todos los años, es importante mantenernos firmes en nuestras convicciones como cristianos y participar con la sociedad por el bien de todos. Debemos mantenernos en diálogo con los que están en desacuerdo con nosotros. El destruir puentes de comunicación no es de cristianos. El catalogar e interrumpir a otros antes de que terminen de hablar, no es de cristianos. Y el quedarnos con los brazos cruzados y dejar que el mundo ruede tampoco es de cristianos.
Nos corresponde, por nuestro llamado bautismal, ser partícipes activos de nuestra sociedad para crear una cultura de justicia para todos. Nos corresponde crear una sociedad dignificante.
Por Miércoles de Ceniza, sacerdotes “rociarán” cenizas sobre las cabezas
SERVICIO CATÓLICO DE NOTICIAS
CIUDAD DEL VATICANO — Se ha pedido a los sacerdotes que tomen precauciones especiales contra el Coronavirus este año cuando distribuyan cenizas el 17 de febrero, Miércoles de Ceniza, incluyendo el rociar cenizas en la parte superior de la cabeza de las personas en lugar de usarlas para hacer la cruz tradicional en la frente de las personas.
Una nota acerca de la “distribución de cenizas en tiempo de pandemia” de la Congregación del Vaticano para el Culto Divino y los Sacramentos fue compartida el 21 de enero con los sacerdotes de la Diócesis de Charlotte.
La nota instruye a los sacerdotes a decir “la oración para bendecir las cenizas” y luego rociarlas “con agua bendita, sin decir nada”.
“Luego se dirigirá a todos los presentes y sólo una vez dirá la fórmula, tal como aparece en el Misal Romano, aplicándola a todos en general: ‘Arrepiéntanse y crean en el Evangelio’ o ‘Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás’. A continuación, el sacerdote se limpiará las manos, se pondrá una mascarilla y distribuirá las cenizas a los que se acerquen a él o, si procede, se dirigirá a los que están parados en sus lugares. El sacerdote tomará las cenizas y las esparcirá sobre la cabeza de cada uno sin decir nada”.
Además de los sacerdotes, los diáconos y ministros laicos delegados también podrán distribuir cenizas de manera similar.
La práctica habitual el Miércoles de Ceniza es repetir la fórmula: ‘Arrepiéntete y cree en el Evangelio’ o ‘Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás’ a cada persona mientras las cenizas se esparcen en la parte superior de su cabeza o se frotan en su frente.
Rociar cenizas en la parte superior de la cabeza de las personas, en lugar de marcar la frente con cenizas, es práctica habitual en el Vaticano e Italia. Dada la propagación del Coronavirus, la práctica tiene la ventaja de no requerir que el sacerdote toque a varias personas.
El Miércoles de Ceniza marca el comienzo de la Cuaresma y es día sagrado de ayuno y abstinencia. Las cenizas son un antiguo signo bíblico de demostración externa de arrepentimiento por nuestros pecados y un recordatorio de nuestra mortalidad.
En este Miércoles de Ceniza, la obligación de asistir a Misa permanece suspendida para todos los católicos de la diócesis, y se pide a las personas que ejerzan su juicio prudente al decidir si asistirán a Misa. Se recomienda encarecidamente a las personas enfermas o vulnerables a la infección que se queden en casa y asistan a Misa virtualmente por televisión o transmitida en vivo online. (Una lista de Misas online disponibles se encuentra en la página 4).
La dispensa de la Misa no elimina la obligación de santificar el día del Señor. Procure abstenerse de trabajar, dedique tiempo a la oración individualmente y en familia, y extienda la caridad a los demás. Si no puede asistir a Misa, se le anima a realizar una comunión espiritual. — Contribuyó Patricia L. Guilfoyle, editora En la fiesta de la Candelaria, los fieles suelen colocar a sus ‘Niños Dios’ ante el altar durante la celebración de la Misa que recuerda la Presentación de Jesús en el Templo. Estos devocionales, dijo el Padre Fidel Melo, “son momentos de familia, de compartir la mesa, el pan”, que nos acercan más a Dios.
CÉSAR HURTADO | CATHOLIC NEWS HERALD
Devocionales en fiesta de la Candelaria profundizan nuestra relación con Dios
CÉSAR HURTADO REPORTERO
CHARLOTTE — El 2 de febrero se festejará la Fiesta de la Presentación del Señor en el Templo, en conjunto con la celebración de la Virgen de la Candelaria.
Aunque la fiesta cae fuera del tiempo de navidad, es una parte integrante del relato. Navidad, epifanía, presentación del Señor son tres paneles de un tríptico litúrgico.
Se cuenta que la Iglesia de Jerusalén la celebraba ya en el siglo IV pero a los cuarenta días de la fiesta de la epifanía, el 14 de febrero.
Entre las iglesias orientales se conocía esta fiesta como ‘La fiesta del Encuentro’, nombre muy significativo que destaca un aspecto fundamental: el encuentro del Ungido de Dios con su pueblo.
San Lucas narra el hecho en el capítulo 2 de su evangelio. Obedeciendo a la ley mosaica, los padres de Jesús llevaron a su hijo al templo cuarenta días después de su nacimiento para presentarlo al Señor y hacer una ofrenda por él.
La bendición de las velas (candelas) antes de la misa y la procesión con las velas encendidas son parte de la celebración actual.
Para el Padre Fidel Melo, ex director del Ministerio Hispano de la Diócesis de Charlotte, la Candelaria es una fiesta muy hermosa donde se aprecia la vida. “En México, donde tenemos un mosaico de cultura, es todo un ritual familiar”, afirma el P. Melo.
“La Navidad es para recibir de nuevo la espiritualidad, el calor, el amor de Dios que se encarnó en la forma de la divina infancia de Jesús”. Y nosotros, los hispanos en general, la rodeamos “de todos estos elementos devocionales que nos ayudan a profundizar nuestra relación, nuestro amor, nuestro cariño y nuestra apertura a la presencia de Dios encarnado en nosotros”, añade.
Es así que, por ejemplo, en algunos hogares las familias piden a un familiar o amigo que sea el “padrino” del Niño Dios de su nacimiento.
El día 24 de diciembre, previo a la natividad del Señor, el padrino, que es elegido por tres años para representar su función, vestirá al Niño y lo colocará en el nacimiento o belén.
Regularmente, el día 2 de febrero, cuarenta días después del nacimiento, se celebrará la “levantada’’ del Niño y se le colocará sus nuevos vestidos.
En ambas ocasiones, el padrino ofrecerá lo que se llama un “aguinaldo”para los niños y una comida para los adultos.
Para el Padre Melo, este devocional es un momento de familia, de compartir la mesa, el pan, finalmente un símbolo de compartir la vida.
“De hecho, ¿cómo se simboliza la vida eterna que nos da Cristo? Con el pan que en aquel tiempo se comía, y lo que se bebía que era el vino. Con nuestra comida de hoy simbolizamos también el alimento y compartimos la vida que Dios nos ha dado. Ese mismo Dios que celebramos ahí lo compartimos en el pan, no solo espiritual sino también material que nos da para sostener esa misma vida que Él nos ha dado”.
“Los latinos tenemos una riqueza grande en nuestras tradiciones profundamente arraigadas en la vida”, subrayó.
Regularmente, las familias presentan las imágenes de sus niños Dios muy bien vestidos en la Misa de la Fiesta de la Candelaria, los colocan bajo el altar y esperan que al término de la Misa el sacerdote bendiga las imágenes.
Además, el día 2 de febrero, día de la Presentación del Señor y Día de la Candelaria, se debe cumplir una promesa realizada el 6 de enero, Día de Reyes, cuando en familia se comparte un pan dulce llamado Rosca de Reyes. La persona que encuentra una pequeña figurilla de un niño dentro del pan debe ofrecer tamales y atole en la fiesta de la Candelaria.
Y respecto a la Rosca de Reyes, ¿sabes cuál es su significado? -pregunta el Padre Melo. “La forma ovalada simboliza el amor eterno de Dios que no tiene principio ni fin. Comer el pan se relaciona con la comunión de Jesús. Los frutos secos simulan las joyas de los Reyes Magos y significan paz, amor y felicidad. El niño escondido recuerda el momento cuando José y María escondieron al niño Jesús para salvarlo de Herodes. Y, si al partir la rosca te toca el niño Dios, es una bendición porque lo cuidarás y vestirás para presentarlo en el templo el 2 de febrero”.
Más online
En www.facebook.com/CNHespañol: Vea un video sobre la celebración de una tradicional “levantada del Niño”.
Lecturas Diarias
ENERO 31-FEBRERO 6
Domingo: Deuteronomio 18:15-20, 1 Corintios 7:32-35, Marcos 1:21-28; Lunes: Hebreos 11:32-40, Marcos 5:1-20; Martes (La presentación del Señor): Malaquías 3:1-4, Hebreos 2:14-18, Lucas 2:22-40; Miércoles (San Blas de Sebaste, San Ascario de Amiens): Hebreos 12:4-7, 11-15, Marcos 6:1-6; Jueves: Hebreos 12:18-19, 21-24, Marcos 6:7-13; Viernes (Santa Águeda de Catania): Hebreos 13:1-8, Marcos 6:14-29; Sábado (San Pablo Miki y compañeros): Hebreos 13:15-17, 20-21, Marcos 6:30-34 FEBRERO 7-13
Domingo: Job 7:1-4, 6-7, 1 Corintios 9:16-19, 22-23, Marcos 1:29-39; Lunes (San Jerónimo Emiliani, Santa Josefina Bakhita): Génesis 1;1-19, Marcos 6:53-56; Martes: Génesis 1:20-2:4a, Marcos 7:1-13; Miércoles (Santa Escolástica de Nursia): Génesis 2:4b-9, 15-17, Marcos 7:14-23; Jueves (Nuestra Señora de Lourdes): Génesis 2:1825, Marcos 7:24-30; Viernes: Génesis 3:1-8, Marcos 7:31-37; Sábado: Génesis 3:9-24, Marcos 8:1-10 FEBRERO 14-20
Domingo: Levítico 13:1-2, 44-46, 1 Corintios 10:31-11:1, Marcos 1:40-45; Lunes: Génesis 4:1-15, 25, Marcos 8:11-13; Martes: Génesis 6:5-8, 7:1-5, 10, Marcos 8:14-21; Miércoles (Miércoles de Ceniza): Joel 2:12-18, 2 Corintios 5:20-6:2, Mateo 6:1-6, 16-18; Jueves: Deuteronomio 30:15-20, Lucas 9:2225; Viernes: Isaías 58:1-9a, Mateo 9:14-15; Sábado: Isaías 58:9b-14, Lucas 5:27-32
CÉSAR HURTADO | CATHOLIC NEWS HERALD La fiesta de Nuestra Señora de Altagracia, patrona de la República Dominicana, se solía celebrar en la parroquia San Gabriel en Charlotte. Lamentablemente, debido a la pandemia, los organizadores desistieron de llevarla a cabo este año.
Dominicanos recordaron a su patrona
CÉSAR HURTADO REPORTERO
CHARLOTTE — La comunidad dominicana del oeste de Carolina del Norte celebró, “en sus corazones”, la fiesta de la patrona de la República Dominicana, la Virgen de Altagracia, el pasado jueves 21 de enero.
En Charlotte, los dominicanos residentes en la ciudad reina solían reunirse en una Misa que se celebraba en la parroquia San Gabriel. Lamentablemente este año, por la pandemia de Covid-19, las actividades se han limitado, se trata de evitar el contacto personal y la reunión de numerosas personas en espacios cerrados.
Jaime Morey, dominicano y parroquiano de San Gabriel, recordó con nostalgia las celebraciones pasadas cuando la comunidad organizada rendía homenaje a la “Tatica”, nombre cariñoso con el que se refieren los hijos de la Quisqueya a la madre celestial de Altagracia.
En aquellas ocasiones la comunidad dominicana se hacía cargo de coordinación de la Misa dominical. Lectores, ujieres y presentadores de ofrendas, así como menores de edad, se presentaban vestidos con atuendos típicos de la isla.
Al término de la Misa se ofrecían bailes folklóricos, daba lectura a documentos sobre el origen de la veneración y compartía comida tradicional dominicana elaborada por los mismos feligreses.
“Es una pena que no podamos reunirnos este año para recordar y celebrar a nuestra patrona”, dijo Morey, “pero la tenemos presente en nuestros corazones, muy en especial en la víspera, cuando con la familia nos hemos reunido para orar a la Virgen”, añadió.
Morey relató que en su país miles de personas llegan en la fecha hasta la Basílica de Higüey, donde se aloja la sagrada imagen de la Virgen de Altagracia. “Es una fiesta nacional, un día feriado en que todos rendimos homenaje a la milagrosa virgen”, señaló.
La Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia fue inaugurada en 1971. El 15 de agosto de 1973, por mandato apostólico, se convierte en catedral de la diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey. Fue construida para reemplazar un antiguo santuario, en donde apareció la Virgen de Altagracia, el que data de 1572.
La imagen de la Virgen de Altagracia es un lienzo que fue pintado probablemente en Sevilla entre 1500 y 1515. Representa la escena del nacimiento de Jesús en el pesebre de Belén, donde se destaca la maternidad de la Virgen. El cuadro es también un ícono. No hay un elemento, un color ni una relación que no tenga su significado y, efectivamente hay 62 distintos símbolos en el lienzo.
Más online
En www.basilicadehiguey.do: Encuentre información sobre la historia de esta devoción dominicana
ENFOQUE SEMINARISTA: Darren Balkey
CHARLOTTE — La Diócesis de Charlotte ha sido bendecida con 41 hombres que actualmente estudian para el sacerdocio en cuatro seminarios. Veintisiete están en el Seminario Universitario San José en Belmont. Diez estudian en el Seminario Mount St. Mary en Cincinnati, Ohio. Uno está terminando sus estudios en la Universidad Pontificia Josephinum en Columbus, Ohio, y tres estudian en la Pontificia Universidad Norteamericana en Roma. Darren Balkey, feligrés de Balkey la Iglesia Sagrado Corazón en Salisbury, es uno de los estudiantes en el Seminario Mount St. Mary.
Para ayudar a los fieles de la diócesis a conocerlo y saber cómo se ha desarrollado su vocación a medida que avanzaba en su discernimiento, Catholic News Herald recientemente le pidió a Balkey que conversara sobre su camino hacia el sacerdocio:
CNH: ¿Cuándo escuchaste por primera vez el llamado a la vocación sacerdotal? Balkey: Mi primer llamado sacerdotal fue cuando comencé a servir en Misa, alrededor de los 9 años. Me era muy natural querer estar cerca de la Palabra de Dios y del altar durante la Santa Misa. A lo largo de los años, ese deseo de estar cerca de Dios y llevarlo a otros se mantuvo.
CNH: ¿Con quién hablaste por primera vez sobre tu vocación? Balkey: Con el sacerdote que era mi director espiritual en ese tiempo.
CNH: ¿Que tipo de consejo te dió? Balkey: Fue muy paciente pero firme conmigo en la universidad. Cuando finalmente dejé que Dios comenzara a abrir la puerta de la vocación, le envié un correo contándole lo que estaba pasando en mi vida de oración y mis pensamientos. Él respondió: “¡Bueno, ya era hora!” Me reí cuando lo leí y supe que mi correo también lo había hecho reír. Eso era lo que necesitaba, porque mis propias expectativas eran mucho menores que el plan de Dios.
CNH: ¿Cómo lograste discernir tu posible vocación? Balkey: Mi vocación cobró vida durante mis estudios en Belmont Abbey College. Muchas horas en la Capilla de Adoración San José en el campus y la basílica de la Abadía sentaron una base sólida. También hice retiros con comunidades benedictinas y franciscanas. Inmediatamente después de graduarme, comencé a trabajar en un centro de salud conductual. Allí, trabajé en un rol de tutela, y probablemente mucho como el humilde San José, ¡me sentí muy incapaz! Los jóvenes a los que servía estaban muy necesitados de un padre verdadero y amoroso, como solo el Padre Eterno puede ser. Esa experiencia dio al sacerdocio a una luz asombrosa. Mi hambre por los sacramentos, la oración y las Escrituras se volvió voraz. Sabía que cualquier cosa que no fuera servir a Dios me dejaría vacío.
CNH: ¿Cuándo y cómo contactaste la Oficina de Vocaciones de la diócesis? Balkey: Inicié el contacto con el padre Christopher Gober en el verano de 2015, cuando me inscribí en los Días de Quo Vadis (el campamento de discernimiento de verano de la diócesis para hombres jóvenes). Ese octubre, me ayudó en el proceso de solicitud de seminarista, que terminé en abril de 2016. CNH: ¿Cuándo ingresaste al seminario por la diócesis? Balkey: Fui aceptado el 10 de mayo de 2016, y comencé mi formación en agosto de ese mismo año.
CNH: Cuéntanos sobre el tipo de cosas que has estado haciendo desde que comenzó tu proceso de discernimiento durante tu estadía en el seminario. Balkey: Llevo un tiempo rezando el Ángelus diariamente. La Encarnación es clave para un católico y me encanta hacer una pausa para meditarla en mi día. La Liturgia de las Horas, que distribuye los salmos a lo largo de la rutina diaria de la Iglesia, es una raíz importante. La Santa Misa es el punto de encuentro de la Iglesia Universal y de la comunidad del seminario, y eso me ayuda a recordar de reunir y presentar todas mis intenciones, ansiedades y prioridades al Señor. El pasado 23 de noviembre recibí una comisión oficial como alférez en el Programa de Candidatura a Capellán de la Reserva de la Marina de los Estados Unidos. El Pueblo de Dios en Charlotte sin duda se beneficiará de mi sacerdocio, y también me estoy poniendo a disponibilidad para servir como capellán naval para el personal militar y sus familias. Mis primeros años de servicio sacerdotal serán en la Diócesis de Charlotte, después de lo cual podré recibir una asignación a comandos de la Marina de los Estados Unidos, el Cuerpo de Marines o la Guardia Costera. Estoy emocionado de ver cómo tanto la parroquia civil como el entorno militar pueden enriquecer las formas en que sirvo a los fieles. El Obispo Jugis ha sido amable y generoso al permitirme seguir este ministerio sacerdotal.
CNH: ¿Qué consejo le darías a un hombre que discierne su llamado al sacerdocio? Balkey: Los santos son como fichas de dominó: ponen a los demás en movimiento. ¡Acude a los santos e implora su ayuda! Los santos que más he llegado a amar trabajaron duro para ser (y encontrar) tremendos amigos. Empieza siendo ese tipo de persona haciendo algo pequeño -el rosario, la misa diaria, etc.- y compartiéndolo con tus amigos. Ya sea que seas llamado al sacerdocio, a la vida religiosa o al matrimonio, eso quedará claro por la intercesión de los santos.
CNH: Mirando hacia atrás en tu período de discernimiento a lo largo de los años, ¿qué crees que te ha ayudado más a discernir la voluntad de Dios para tu vocación al santo sacerdocio? Balkey: Primero, pasar tiempo en silencio. En segundo lugar, la verdadera amistad con Jesús, los santos, muchos buenos sacerdotes y mis hermanos seminaristas, han sido clave para mi discernimiento. Entrevisté al Padre Tom Kessler (pastor de la Iglesia St. Philip the Apostle en Statesville) para un trabajo de clase. Los hombres, me explicó, a menudo van al seminario para tratar de crecer, ser lo suficientemente inteligentes y santos para ser sacerdotes. Sacudió mi mundo cuando me desafió a pedirle a Dios lo contrario: “¿Soy lo suficientemente pequeño, como la Santísima Madre, para decir ‘sí’ y dejar que Él me haga Su sacerdote?”
— SueAnn Howell, senior reporter ¿Te está llamando Dios?
Si crees que Dios puede estar llamándote a una vocación como sacerdote o religioso, la Diócesis de Charlotte tiene recursos para ayudarte! Visita www.charlottediocese.org/ vocations para obtener más información y conectarte con alguien que pueda responder tus preguntas y darte orientación sobre el discernimiento.
FE FAMILIA FRATERNIDAD Caballeros de Colón
Considere unirse a los más de 2 millones de miembros de la organización fraternal católica más grande del mundo y registrándose en línea hoy en: www.kofc.org/es
SUEANN HOWELL SENIOR REPORTER
CHARLOTTE — During a global pandemic that has created an even greater cry for assistance, we as Catholics are charged to come to the aid of people in need across the Diocese of Charlotte.
The 2021 Diocesan Support Appeal theme is “Love Thy Neighbor,” taken from Matthew 22:36-40: “You shall love your neighbor as yourself.” It illustrates one way we can strive to share God’s love with others at this difficult time.
“This is a heartfelt reminder and an opportunity to put our faith into action to help others,” Bishop Peter Jugis writes in his DSA appeal letter to the people of the diocese.
The DSA campaign funds more than 50 ministries and programs that serve thousands of people across the diocese. Most notably, the DSA is a significant funding source for Catholic Charities Diocese of Charlotte for its counseling, food pantries, pregnancy support, refugee resettlement, elder ministry, Respect Life and other programs, as well as the programs and ministries of the Education Vicariate. The DSA also supports multicultural ministries, seminarian education, the permanent diaconate, the annual Eucharistic Congress, and the diocese’s housing corporation.
Parishioners in all 92 parishes and missions help fund the annual DSA. Through their contributions, people across the diocese are able to join together to do the Lord’s work – works of love and service that no one person or parish can do alone.
Catholic Charities receives 33 percent of the funds collected in the campaign. Other DSA funds are allocated to: the Education Vicariate (27 percent); vocations (14 percent); multicultural ministries (14 percent); and the Eucharistic Congress and the diocesan housing ministry (7 percent). Campaign administrative costs are projected to be 5 percent.
Last year, parishioners raised $6.4 million, $230,391 over the campaign’s goal of $6.2 million.
The 2021 DSA campaign goal remains the same as last year’s goal, diocesan leaders determined, because of the financial challenges posed by the pandemic.
Parishes that exceed their goal in donations receive a rebate of 100 percent of the additional funds collected. Parishes that fall short of their goal in donations are expected to cover the shortfall amount from their operating budgets. Diocesan leaders note that last year was especially difficult for many parishes, and some may face similar challenges for most of this year. If a parish falls short of goal at the end of the year, the diocese will consider the financial impact of the pandemic when determining the shortfall amount to be collected.
Bishop Jugis asks parishioners to prayerfully consider making a financial contribution to the 2021 DSA, sharing our blessings from God with others “especially during these trying times of a global pandemic when the needs of many are great. I appeal to you to reflect on your own blessings and return a portion of these gifts to make a difference in our diocese.”
Watch online
On the Diocese of Charlotte’s YouTube channel: Watch a video spotlighting ministries that the DSA supports
OFFICES AND MINISTRIES SUPPORTED BY THE DSA
33% 27%
5%
7% 14% 14%
Where does your money go?
The purpose of the Diocesan Support Appeal is to help provide the annual funding necessary to carry out the mission of our diocese – namely to fulfill our call to “grow ever more perfectly into a community of praise, worship and witness, and to become a leaven of service and sign of peace through love in the Piedmont and Western North Carolina.”
33% CATHOLIC CHARITIES
Burial Assistance Case Management Counseling Disaster Relief Elder Ministry Food Pantries Legal Immigration Services Marriage Preparation Natural Family Planning Pregnancy Support &
Adoption Refugee Services Respect Life Social Concerns &
Advocacy Stay the Course Supportive Services for
Veteran Families Teen & Young Parent
Support Transition Out of Poverty Wee Care Shoppe Youth in Crisis 27% EDUCATION
Evangelization/Adult Ministry • Lay Ministry Campus Ministry Young Adult Ministry Youth Ministry
14% VOCATIONS
Seminarian Education Faith Formation Office • Totus Tuus • In-Services • RCIA • Diocesan Catechetical Conference • Special Needs Resource Group Catholic Schools Offices
Permanent Diaconate
14% MULTICULTURAL MINISTRIES
Hispanic Ministries Hmong Ministry African American Affairs Ministry
How to support the DSA
PLEDGE: Make a pledge in response to a mailing you receive or in-pew appeal at your local parish. An individual DSA pledge may be paid in up to 10 installments by EFT, credit card or check. Pledging allows you to make a greater gift over time. You will receive monthly reminder statements in the mail or by email until your pledge is paid, or until December 2021.
DONATE ONLINE: Donate online at www.charlottediocese.org/dsa, either with a one-time gift or set up a pledge with monthly gift payments via credit or debit card. (If you give online, please do not complete a pledge envelope at your local parish. This could result in having two gift records.)
TEXT OR SCAN TO DONATE: Text “DSA” to 704-389-2096 or scan the QR code on this page to donate securely online.
ONE-TIME DONATIONS: Give a one-time contribution in response to a mailing you receive or in-pew appeal at your local parish.
Please make checks payable to the “DSA” and note the name of your parish in the memo line of the check. Do not send cash through the mail.
STOCK DONATION: Make a donation of publicly traded securities and receive the tax benefits for giving appreciated stock.
Instructions are online at www.charlottediocese.org/ways-to-give.
IRA CONTRIBUTION: For donors over 70 1/2 years of age, contact your financial advisor to request a charitable distribution from your IRA.
pledge in response to a mailing you receive or in-pew appeal at your local parish. An individual DSA pledge may be paid in up to 10 installments by EFT, credit card or check. Pledging allows you to make a greater gift over time. You will receive monthly reminder statements in the mail or by email until your pledge is paid, or until December 2021.
online at www.charlottediocese.org/dsa, either with a one-time gift or set up a pledge with monthly gift payments via credit or debit card. (If you give online, please do not complete a pledge envelope at your local parish. This could result
Text “DSA” to 704-389-2096 or scan the QR code on this page to donate securely online.
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donors over 70 1/2 years of age, contact your financial advisor to request a charitable distribution from
Campaña de Apoyo Diocesano 2021 anima a los fieles a “Ama a tu prójimo”
SUEANN HOWELL REPORTERA SENIOR
CHARLOTTE — Durante una pandemia mundial que ha creado un clamor aún más grande de ayuda, nosotros, como católicos, tenemos la obligación de ayudar a las personas necesitadas en toda la Diócesis de Charlotte.
El tema de la Campaña de Apoyo Diocesano 2021 “Ama a tu prójimo”, es tomado del Evangelio de San Mateo 22: 36-40 : “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Ilustra una forma en la que podemos esforzarnos por compartir el amor de Dios con los demás en este difícil momento.
“Este es un sincero recordatorio y una oportunidad para poner nuestra fe en acción para ayudar a otros”, escribió el Obispo Peter Jugis en su carta de apelación anual de la DSA a los fieles de la diócesis.
La campaña DSA financia más de 50 ministerios y programas que sirven a miles de personas en toda la diócesis. Es una fuente de financiación importante para los programas de consejería, despensas de alimentos, apoyo para el embarazo, reasentamiento de refugiados, ministerio de ancianos, Respect Life y otros de Caridades Católicas de la Diócesis de Charlotte; así como de los programas y ministerios del Vicariato de Educación.
La DSA también apoya los ministerios multiculturales, la educación de los seminaristas, el diaconado permanente, el Congreso Eucarístico anual y la corporación de vivienda de la diócesis.
A través de las contribuciones a la DSA, los fieles de toda la diócesis pueden unirse para hacer la obra del Señor, actos de amor y servicio que ninguna persona o parroquia puede hacer individualmente.
Caridades Católicas recibe el 33% de los fondos recaudados. Otros fondos se asignan al Vicariato de Educación (27%); vocaciones (14%); ministerios multiculturales (14%); y el Congreso Eucarístico y el Ministerio de Vivienda diocesano (7%). Se proyecta que los costos administrativos de la campaña sean del 5%.
El año pasado, los feligreses donaron $ 6.4 millones, $ 230,391 por encima de la meta de $ 6.2 millones. Los líderes diocesanos determinaron que, debido a la pandemia, el objetivo de la campaña 2021 siga siendo el mismo que el año pasado.
Las parroquias que exceden la meta reciben un reembolso del 100% de los fondos adicionales. Aquellas que no la alcanzan cubren la diferencia con fondos de sus presupuestos operativos. Los líderes diocesanos notaron que el año pasado fue difícil para muchas parroquias, y algunas enfrentan los mismos desafíos este año. Si una parroquia no alcanzara su meta, la diócesis considerará el impacto de la pandemia para determinar la diferencia.
El Obispo Jugis pidió a los feligreses que consideren en oración hacer una contribución financiera a la DSA de 2021 compartiendo nuestras bendiciones de Dios con otros, “especialmente durante estos tiempos difíciles de una pandemia global, cuando las necesidades de muchos son grandes. Les pido que reflexionen sobre sus propias bendiciones y devuelvan una porción de estos regalos para hacer la diferencia en nuestra diócesis”. Mas online
Christ the King, High Point Christ the King, Shelby Divine Redeemer, Boonville $16,499 $2,741 $25,317
Good Shepherd, King Holy Angels, Mount Airy Holy Cross, Kernersville Holy Family, Clemmons Holy Infant, Reidsville Holy Redeemer, Andrews Holy Spirit, Denver Holy Trinity, Taylorsville Immaculate Conception, Forest City Immaculate Conception, Hendersonville Immaculate Conception, Waynesville Immaculate Heart of Mary, High Point Immaculate Heart of Mary, Murphy Our Lady of Consolation, Charlotte Our Lady of Fatima, Winston-Salem Our Lady of Grace, Greensboro Our Lady of Guadalupe, Bryson City Our Lady of Guadalupe, Charlotte Our Lady of Lourdes, Monroe Our Lady of Mercy, Winston-Salem Our Lady of the Americas, Biscoe
$15,386 $23,430 $87,491 $171,530 $18,308 $5,548 $67,741 $9,959 $44,226 $133,027 $6,404 $144,054 $22,833 $49,440 $10,770 $131,849 $3,026 $68,231 $59,130 $92,814 $38,880 Our Lady of the Angels, Marion $12,127 Our Lady of the Annunciation, Albemarle $27,306 Our Lady of the Assumption, Charlotte $48,987 Our Lady of the Highways, Thomasville $21,886 Our Lady of the Mountains, Highlands $13,950 Our Lady of the Rosary, Lexington $22,094 Prince of Peace, Andrews $2,366 Queen of the Apostles, Belmont $108,934 Sacred Heart, Hamlet $3,014 Sacred Heart, Brevard $65,537 Sacred Heart, Mars Hill $8,673 Sacred Heart, Salisbury $98,462 St. Aloysius, Hickory $112,152 St. Andrew the Apostle, Mars Hill $6,451 St. Ann, Charlotte $123,355 St. Barnabas, Arden $83,651 St. Benedict, Greensboro $21,939 St. Benedict the Moor, Winston-Salem $11,575 St. Bernadette, Spruce Pine $37,816 St. Charles Borromeo, Morganton $55,200 St. Dorothy, Lincolnton $40,072 St. Elizabeth, Boone $38,528 St. Eugene, Asheville $82,644 St. Frances of Rome, Sparta $10,229 St. Francis of Assisi, Franklin $29,323 St. Francis of Assisi, Jefferson $22,029 St. Francis of Assisi, Lenoir $30,640 St. Francis of Assisi, Mocksville $25,744 St. Gabriel, Charlotte $394,153 St. Helen, Spencer Mountain $4,336 St. James, Concord $128,167 St. James, Hamlet $11,353 St. Joan of Arc, Asheville $28,484 St. John Baptist de La Salle, North Wilkesboro $20,051 St. John Lee Korean, Charlotte $17,113 St. John Neumann, Charlotte $89,383 St. John the Baptist, Tryon $49,644 St. John the Evangelist, Waynesville $33,073 St. Joseph Vietnamese, Charlotte $46,251 St. Joseph, Asheboro $26,544 St. Joseph, Newton $26,868 St. Joseph of the Hills, Eden $10,202 St. Joseph, Bryson City $8,753 St. Joseph, Kannapolis $19,380 St. Jude, Sapphire $25,709 St. Lawrence Basilica, Asheville $80,665 St. Leo, Winston-Salem $162,644 St. Lucien, Spruce Pine $10,920 St. Luke, Mint Hill $112,014 St. Margaret Mary, Swannanoa $29,050 St. Margaret of Scotland, Maggie Valley $20,352 St. Mark, Huntersville $345,677 St. Mary, Greensboro $43,916 St. Mary, Shelby $26,181 St. Mary, Sylva $19,856 St. Matthew, Charlotte $794,625 St. Michael, Gastonia $82,781 St. Patrick Cathedral, Charlotte $99,588 St. Paul the Apostle, Greensboro $106,379 St. Peter, Charlotte $195,024 St. Philip the Apostle, Statesville $42,238 St. Pius X, Greensboro $219,244 St. Stephen, Elkin $9,666 St. Therese, Mooresville $202,525 St. Thomas Aquinas, Charlotte $109,677 St. Vincent de Paul, Charlotte $115,899 St. William, Murphy $18,299