5 minute read

Historias de besos, intimidades y amores

HISTORIAS DE BESOS, INTIMIDADES Y AMORES

Beso de amor

El primer beso de amor, aquel beso que, por primera vez me hizo sentir amada y protegida. Ese beso, ese beso que me hizo sentir cálida y segura de mí, ese beso era de mi madre.

Preludio

Dalia Ivonne

Gloria Martínez

Lo miraba, pero mis ojos huían de sus ojos. Mis labios se entreabrían

alegres, invitándolo a que diera el primer paso. Él seguía jugueteando con mi cabello. Pasaba sus manos y

mi corazón latía acelerado, no lograba detenerse. Pensaba: "Ya… hazlo pronto, quiero sentir tus labios sobre mí".

Finalmente, me tomó la barbilla y sentí su aliento, suave y dulce, y sus labios posaron los míos.

Sí, al fin Luis me había tomado por la cintura, mientras aproximaba cuerpo al mío. Sí, sentí también su nerviosismo y también

masculinidad. su

su

Ese fue el beso que unió nuestro sentir.

Poemas confidenciales

El sentir

Cualquiera puede escribir, pero no sentir. Sentir lo que se escribe no es un acto individual, también sirve a los demás: ayuda a ayudar.

Escribir refleja algún pensamiento o el sentimiento que no se puede ocultar. Pero si no se intenta, destroza, quita la tranquilidad.

Si nos expresamos, en cambio, escribir no solo será un amigo, será un aliado de la vida

para encontrar la paz y algo en qué continuar.

Significa

Quien dice que comprende el amor solo habla sin saber lo que dice. No lo siente, no lo percibe. Amar es luchar sin lastimar.

¿De qué sirve?

De qué sirve escribir, si no se puede revivir. De qué sirve describir, Belinda Vargas

si no se puede percibir.

Aparentar

A veces veo tu sonrisa y veo que eres feliz. Pero ¿cómo?, ¿cómo puedes aparentarlo cuando no es así? Esa no es la realidad.

No puedo evitar sentir tristeza al ver tu reflejo, en el espejo consternada, y pienso cómo seguir confrontando tu mal genio, tus angustias y temores.

Sin embargo

Hay cosas que no son fáciles de decir, sin embargo, un día las sacamos y nos liberan

como al perro al que le cortan la cadena.

Hay muchas cosas inexplicables en la vida, sin embargo, siempre encontramos una excusa para decir falsos descubrimientos. Hay cosas que no existen y, sin embargo, seguimos creyendo en ellas. Confiamos en las personas, aunque nos fallen.

Mantenemos la esperanza de volver a creer, soñar, imaginar y confiar, a pesar de los sin embargos.

Confusión I

Para qué, Para qué nacimos, Para qué hablamos, Para qué reímos, si seguimos agonizando.

Es para algo

Tal vez, para lograr nuestras metas, para soñar e imaginar, para pensar y dialogar.

Ser alguien maravilloso, Tal vez, cueste mucho,

pero hay que empezar por algo.

La maldad

Aburrida en mi soledad, me siento como en una tempestad, llena de mucha maldad y demasiada enemistad.

No hay ejemplo de algo bueno, o algún intento de mejoramiento. Es un lugar sin algo que esperar, solo es hipocresía y nada de alegría.

Locura

Locura de amistad, pero con lealtad. Sonrisa natural en espiral.

Como la verdad, si sabes descifrar, guarda siempre la sincera amistad.

Lastimas

Dejas mi cariño en la soledad, junto a tu corazón que ya no sabe amar. Lastimas mis sentimientos, me dejas en tormento, sin nada de aliento para poder continuar.

Llenas mi vida de demasiada hipocresía, te llevas mi alegría y me dejas sin esperanza.

Confusión II

El amor es complicado: a veces erróneo y confuso, pero siempre arriesgado. ¿Por qué me arriesgo para demostrarlo? Es mi forma de comprobar si es amor o confusión.

Frena

El tiempo pasa, los años se van, los años corren,

el tiempo vuela, el corazón acelera, y el cuerpo frena, se deshoja y marchita. Luchas y te lastimas, sin conseguir algo a cambio.

Más allá

Más allá del más allá, ¿qué existirá?, ¿qué habrá?, ¿quién lo habitará? Existirá algo o se extinguió con los años.

Decir algo

Sentir de repente ganas de llorar, sin saber por qué. Será que el alma quiere decir algo, algo que no se puede en palabras, sino en suspiros, agonías, lugares y sonares.

Infeliz

Carezco de normalidad, y eso me encanta porque no soy robot ni “monedita de oro”. Si lo fuera lo cambiaría, porque no está bien mostrarse como los demás quieren solo para satisfacerlos. Sentirte excluido es feo, pero más ser infeliz.

Carente

¿El mundo es parte de mí o yo soy parte de él? ¿Será un misterio o aceptamos que lo conformamos, aunque a veces pensemos que no es así? Porque es grande casi siempre gana, aunque al final carezca de las cosas con sentido y alma.

Casualidad o destino

Para ti Fer, espero te guste. Cuando la veo no me desespero, simplemente me esfuerzo y comparto. Me pongo seria en el momento del impacto.

La conocí sin saber que iba a ser parte de mi día a día,

la conocí por casualidad o destino. De la forma que sea, lo agradezco inmensamente

Mi vida fue un fracaso, morí en la adolescencia y luego reviví. Lo hice como Jesús, pero él ya había cumplido su misión. Yo no, aún no la empezaba.

Vivía con miedo de vivir, de morir, de hablar, de la soledad. A veces me cuestionaba ¿para bien o para mal? Solo mi corazón lo sabe, solo la verdad amará.

Extrañas relaciones

Nuestra relación es rara y anormal: destrúyeme y te destruiré, te abrazaré y me abrazarás. Yuriadna Martínez Silva

Vida adolescente en clases y en pandemia

Isabel Bravo

No me viene nada a la cabeza, me duele el estómago y estoy cansada.

Comida, estoy zafada del cerebro. Ah. Hambre, colores, risas, desesperación.

Soledad

Heryca Natalia Colmenares Sepúlveda

Te han puesto la medalla de abandono, tristeza y melancolía, cuando en realidad eres un regalo divino.

No saben que detrás de tu nombre se esconde la luz y el tiempo que da sabiduría.

Te han descalificado tanto, pero no pierdes la compostura ni la humildad al saberte espejo del alma.

Siempre acompañas con compasión y empatía, pero reniegan tu trabajo. Tu labor no acaba nunca porque no nos permitimos ser felices, no reconocemos que te necesitamos para caminar junto a otros.

Soledad, te amo. De vez en cuando me gusta verte.

Besos de mi padre

Heryca Natalia Colmenares Sepúlveda

La historia de un beso sería sobre los besos de mi padre. Porque los tuve hasta los 13. Eran siempre en la frente, acompañados de cosquillas. Besos tibios que me daban seguridad, que me decían que sí podía y que creía en mí. Sensación que hasta hoy me acompaña.

This article is from: